Es raro publicar este capítulo, principalmente después de tanto tiempo y por el hecho de que realmente tiene más de un año escrito, si no lo publique en su tiempo fue porque creía que debía agregar algo más porque me parecía muy corto.
Admito que también empece a pensar mucho en las cosas que se me fueron llendo en el camino sin editar o corregir y que realmente quería hacerlo, pero no me daba la vida recientemente he decidido que posiblemente se quede sin editar porque sé que si reeleo los capítulos habrá cosas que querré cambiar y me es muy difícil hacerlo.
Entonces creo que la historia merece ser terminada por eso este capitulo está aquí.
Gracias Nawinvs12 por tus recientes cometarios y votos eso también me ha animado a continuar.
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Después del pequeño inconveniente del sueño de Al, por fin podían continuar con las presentaciones.
Algunos aún tenían la esperanza de ver un futuro hijo o hija, a otros les seguía dando lo mismo quien apareciera detrás de las cortinas.
Un chico alto de piel oscura apareció debía tener quince años y sonreía con verdadera alegría.
—Hola a todos, mi nombre es Deasan Thomas y soy hijo de Dean Thomas y Susan Bones.
Los mencionados se miraron, Susan se sonrojo un poco y Dean le sonrió, aún un poco desconcertado con toda aquella situación, pero emocionado con la idea de conocer parte de su futuro.
— continuo, tengo quince años y soy Gryffindor. Soy prefecto, mis notas son bastante buenas, no tanto como las de Scorpius o Rose pero mejores que las de Oliver sí que lo son.
— Gracias, amigo.
—No hay nada que agradecer, mi clase favorita es encantamientos, mi padrino es Seamus Finnigan, tengo un hermano menor llamado Ansan. Si se lo preguntan a mamá le dió por jugar con el nombre de ella y papá a la hora de nombrarnos.
El rostro de Susan en la mesa de Hufflepuff, combinaba perfectamente con su cabello, era verdad que a ella le gustaba hacer esas cosas con los nombres.
—Cuando termine el colegio me gustaría trabajar en el departamento de Regulación de criaturas mágicas.
Una risa se escapó de la boca de Oliver ll .
— Si, Deasan ama a las criaturas mágicas — su tono burlón no pasó desapercibido por Dean.
— ¿porque parece que eso te hace tanta gracia?
—Oliver, cierra la boca.
Oliver ll hizo como si cerrará un candado en sus labios y le tirará la llave a Deasan, pero aún así había un brillo travieso en su mirada.
No era un secreto para Oliver que aquel gusto por las criaturas mágicas de su amigo había nacido de tantas veces que había escuchado hablar de ellas a Lysander Scamander. Su mejor amigo podía pasarse horas escuchando al menor hablar sobre cada criatura que existía, no solo en el mundo mágico si no en el mundo en general.
El problema era que a su amigo lo inquietaba el hecho de que Lysander fuera menor que él (¿es que acaso olvidaba que Alegra era cinco años mayor que Louis?) Oliver opinaba que dos años no era una gran diferencia. Y luego estaba el hecho de que Lysander era… pues un chico, él no veía ningún problema con eso pero entendía la preocupación de su amigo pues el padre de este se había criado en el mundo muggle y ellos aún no eran tan tolerantes en esos temas. Aún así el señor Thomas era un buen hombre que amaba a sus hijos y estaba seguro que apoyaría a Deasan en cuanto se decidiera a hablar con él y con su madre.
Con todo, el interés y la preocupación por las criaturas mágicas era genuino y es que Lysander tenía una forma de expresarse sobre ellas que lo raro sería que no les tomarás importancia después de escucharlo.
—Tienen alguna pregunta.
Susan sí tenía muchas preguntas que hacer pero, pensó que ya podría hacerlas cuando tuvieran algún descanso.
—bueno entonces eso sería todo por mi parte.
Bajo del escenario, se acercó al lugar de Hufflepuff para saludar a su madre e invitarla a la mesa de la tercera generación, que cada vez estaba más ocupada.
Año 2021
La sala de los menesteres era un lugar curioso, por mucho tiempo creyeron que había sido destruida durante la batalla de Hogwarts.
Sorprendentemente no fue así.
Harry se encontraba en lo que sería una réplica bastante fiel de la sala de Gryffindor, se sentía cansado, más de lo que se había sentido en años, había una preocupación latente dentro de él que no lo abandonaba, sobretodo en ese momento que sabían que traer de vuelta a sus hijos tomaría más tiempo del que hubieran deseado.
El giratiempo se había roto y dado que el hechizo estaba vinculado directamente con este, lo necesitaban para regresar, esa era la razón por lo que ya llevaban días en el pasado, debieron sospecharlo por supuesto, de lo contrario los chicos solo hubieran pasado un dia en ese año y por la noche la magia del hechizo y el giratiempo los traerian de vuelta. O eso era lo que decían los libros y la investigación de Allegra.
Era diferente a lo que habían hecho con el giratiempo que usaba Gianna, con ayuda de los inefables, lograron que ella pudiera manipularlo para volver en el momento que ella lo decidiera, pero solo la afectaba a ella y no podria traer a los chicos de vuelta con ella.
Perdido como estaba en sus pensamientos no escucho como alguien entraba a la habitación.
― Harry, es hora de volver a la biblioteca, parece que luna y Jane han encontrado el método correcto para reparar el giratiempo de Ale.
Leisa se sentó al lado de él, entendía todo lo que pasaba por la cabeza de Harry, sus dudas, sus temores y todos los recuerdos que podían venir a su mente con esta situación.
―¿Están seguras? ― por primera vez desde que habían descubierto donde estaban sus hijos una luz de esperanza apareció en sus ojos.
Ella asintió, las horas habían parecido eternas, durante los últimos días, estudiando cada pergamino que llegó a sus manos que pudiera contener alguna manera de traer a sus hijos de vuelta, sintiendo en cada célula de su cuerpo la preocupación de que pudiera sucederles algo.
—Necesitamos reunir a todos y mandantener a los alumnos fuera del gran comedor mientras hablamos.