luego del papelón que pasaron con otamendi, y del reto que se comió rodrigo por parte de su prima, tuvieron que volver todos juntos a lo de de paul.
la mitad de los jovenes iban borrachos, incluso habían un par fumados, que ya se puede deducir quiénes eran (otamendi y kun). papu se quejaba de nicolás, recordándole que le había dicho que no ingiriera esas cosas.
──te falta calle, papu. ──fue lo único que le respondió mientras hacían el camino de vuelta. los compañeros empezaron a reírse de lo que había dicho. ──a veces la vida te pone un wacho de dos metros amenázandote y vos tenés que ponerle huevo.
──ah no pero vos sos un fantasma... ──replicó gómez, negando con la cabeza. ──la próxima me hacés caso y listo.
──sí mamá.
papu rió ante el comentario y le pegó suavemente en la cabeza.
──ojalá tener a alguien que me cuide como el papu cuida a ota ──suspiró de paul, poniendo una expresión trágica.
──bue, dejá sabés, la próxima pedile a otro que le de explicaciones a tu prima ──saltó leandro ofendido.
──pff, a mí me tienen que cuidar de vos justamente ──al escucharlo, leandro se acercó fingiendo intentar pegarle. rodrigo corrió a ponerse detrás de lisandro. el nombrado le siguió el juego.
──tranquilo rodri, vos quedate atrás mío, princesa. ──bromeó.
──che loco dejen de joder y apuren el paso que tengo sueño ──esta vez fue kun el que se sumó a la conversación, restregándose los ojos con una mano y sosteniendo una birra con la otra. ya habían intentado sacársela multiples veces. al final, se rindieron y dejaron que se terminase la latita.
──decile a tu amiguito que se apure ──dybala señaló con su cabeza hacia atrás, y todos miraron.
emiliano y lionel iban separados del resto del grupo, casi que pegados, hablando entre ellos. estaban en su propio mundo.
además, lionel con aquella campera del arsenal se veía más bajito que de costumbre, y emiliano parecía estar prestándole suma atención a cualquier palabra emitida por parte de su mayor.
──che qué onda esa campera ──preguntó leandro, mientras continuaban mirándolos. ──¿alguien le va a decir que le queda extremadamente grande o...?
──dejalo, no ves que es la campera del novio ──comentó ota, sacando una factura de su bolsillo y llevándosela a la boca.
todos lo miraron atónitos.
──¿te parece normal lo que estás haciendo? ──de paul lo miró asqueado. otamendi ni se inmutó.
──amigo, quién mierda va y se guarda comida en el bolsillo. ──papu miraba desaprobando la acción. el kun se cagaba de risa.
──mamita, lo que debe haber ahí. la enfermedad más tranqui te deja con diarrea crónica ──comentó agüero entre risas.
mientras tanto, leandro parecía seguir fijo en la caminata de martínez y messi, quienes ahora extrañamente se estaban tomando de la mano.
──chabón, se están agarrando de la mano ──apuntó paredes. todos volvieron a prestarle atención, dándose vuelta. ──¿qué pija pasó en tres horas?
se miraron entre ellos, confundidos.
──che kun, ¿te dijo algo leo? ¿no era que no se podían ver ni en figurita? ──preguntó cuti.
──yo cuando los fui a buscar los encontré re juntitos ──se metió licha. ──. es más, me parece que interrumpí algo cuando llegué.
──mh... ──dijeron todos los presentes al unísono.
──bueno, no sé. ¿del odio al amor hay un solo paso, dicen por ahí? ──dijo cuti escogiéndose de hombros.
──están vivendo tu fantasía sexual, cuti ──se burló licha.
──¡dibu, si no le vas a comer la boca ahora apurense! ¡que queremos llegar ya! ──otamendi le gritó, llamando su atención.
apenas los miró, emiliano soltó la mano de messi rápidamente, dedicándoles una sonrisa nerviosa. lionel tenía la mirada perdida.
──¡¿qué decís, tarado? no flasheen! ──dijo alzando la voz, acercándose más al grupo. ──apurate, enano. ──lo alentó, haciéndolo trotar. messi lo siguió sin chistar.
──¿necesitaban privacidad? ──rodrigo comenzó a molestarlo.
──es que este me estaba diciendo que nunca toma y se siente re mareado ──dijo refiriéndose a messi. ── casi se cae, lo tuve que llevar de la mano. cuando lleguemos la va a quedar.
──¿y va a dormir con vos? ──esta vez fue cuti el que habló. emiliano negó apurado.
──ni de onda.
habiendo llegado al fin, rodrigo les indicó dónde estaban los colchones y los pusieron todos en la sala de estar, pegados junto al sillón.
tenía tres colchones y el sillón, así que tuvieron que acomodarse.
en un colchón, como pudieron, entraron leandro, paulo y rodrigo, quien ya estaba roncando de su lado. ni se gastó en traerles sábanas o almohadas. por suerte paredes sabía dónde buscar así que él se encargó de recibirlos a todos.
──pésimo anfitrión rodri ──se quejó dybala mientras se acostaba junto a leandro. ellos dos se la pasaban yendo a la casa del dueño, así que estaban acostumbrados a moverse como si fuera su propio hogar.
en otro colchón, entraron otamendi y papu, el cual estaba todo incómodo porque nicolás era el típico que dormía de brazos y piernas abiertas.
en el asiento individual se ubicó lisandro, quien aunque por más que le insistieron que durmiera en un colchón, hizo caso omiso y prefirió dormir sentado. seguramente amanecería todo contracturado, pero prefería eso a tener que dormir apretado y terminar durmiendo en el piso debido a los empujones.
y finalmente, en el colchón al lado del sillón, se ubicaron cuti y dibu, estando dibu del lado que daba para el sillón.
en el sillón estaban kun (quien yacía ya dormido) y lionel, al cual se le caían los ojos.
de esta forma, lionel y emiliano quedaron uno al lado del otro, aunque el más bajo ahora se encontraba en lo más alto, y martínez lo miraba desde abajo.
finalmente apagaron la luz y luego de algunos comentarios sueltos, burlas o juegos, se terminaron durmiendo.
la luz del reflector del patio entraba por el gran ventanal de la casa de de paul. sin embargo, era una luz muy tenue, gracias a las cortinas que tapaban el vidrio.
emiliano, a pesar de estar cansado, no podía conciliar el sueño.
se negó a volver a intentarlo, abriendo sus ojos y encontrándose con la figura de leo durmiendo plácidamente.
ojalá poder dormirme así, pensó.
como no tenía otra cosa que observar, siguió mirando el rostro del mayor. cuando sus músculos estaban relajados, se veía considerablemente lindo. eso pensaba emiliano.
también pensaba que nunca volvería a tomar alcohol estando en prescencia de lionel. se puso a repasar las imágenes de la noche, sintiendo nuevamente el rostro de leo cerca, y recordando lo bien que se veía con su campera puesta y las mejillas sonrosadas.
suspiró. sabía que no podía permitirse tener esa clase de pensamientos. mucho menos sentimientos. lionel le caía mal, y eso no debía cambiar.
bueno, no es que le cayera mal mal, pero temía terminar confundiéndose si seguía relacionándose con el chico.
lo cierto es que emiliano se venía cuestionando sus gustos desde que empezó a jugar al fútbol. o sea, desde que tenía memoria.
sus padres siempre asumieron que tenía preferencia por las chicas y que no había nada más. sin embargo, emiliano siempre supo que había algo más ahí. y que no solo le atraían las chicas de aquella forma.
a veces, cuando jugaba en las inferiores de independiente, le era imposible no mirar a sus compañeros con los mismos ojos con los que admiraba a las mujeres. y nunca nadie le dijo que aquello no estaba mal. al contrario, se crió escuchando comentarios sumamente homófobos. y eso era lo normal en su ambiente. mientras todo fuera un chiste, estaba bien. pero si era algo serio, pasaba inmediatamente a ser algo asqueroso.
así que lo asumió. que te atraigan ambos géneros por igual, no era lo correcto. eso pensaba emiliano.
y sabiendo todo esto, la cabeza del arquero explotaba por saber que existía la posibilidad de que hubiera empezado a ver a lionel con aquellos ojos. los que no se debía permitir.
lo primera reacción que tuvo al pensar que lionel era lindo, fue asquearse y encontrar cualquier justificación para comenzar a odiarlo. saber que cuando estaba a su lado, podría sucumbir y terminar cayendo en lo prohibido, le molestaba.
el tema de lo "no debido" fue un pensamiento recurrente durante toda su adolescencia. ya había asumido que debería vivir con ese peso. el de pensar que algo estaba mal con él.
entre suspiros, decidió que era mejor dormir y dejar de pensar en ese tema. no obstante, no podía apartar sus ojos de lionel. sus mechones castaños caían sobre su frente y llegaban a sus pestañas.
sentía su respiración regular, y observaba sus labios algo despellejados (seguramente mordidos por el mismo lionel) y rojos. aquella imagen le parecía adictiva. no lo admitiría en voz alta, claro estaba.
aún sintiendo míseros rastros del alcohol en su sistema, estiró su brazo y acomodó los mechones del delantero detrás de su oreja, muy suave y lentamente.
se asustó al ver que lionel abría los ojos, pestañeando repetidas veces. su mano se separó de su oreja, mas no se movió.
de forma insegura, volvió a tomar un par de los mechones ajenos con su dedo y volvió a pasarlos por detrás de su oreja, para después acariciar su sien. messi no había dejado de mirarlo. sonrió levemente ante el contacto.
era difícil verlo en la oscuridad, pero la poca luz que entraba se lo permitía, de cierta forma.
el contacto visual era intenso, lionel lo miraba como si estuviera esperando algo de él. emiliano relajó su expresión, demostrándole que también estaba esperando algo. una palabra, una acción, lo que fuera.
retiró su mano, diciéndose a sí mismo que ese era su último permitido. el último toque de aquel tipo que podría propocionarle al contrario.
──dormite. ──emiliano le susurró muy despacito, en un hilo de voz.
──vo' primero. ──le dijo en el mismo tono, para continuamente bostezar. martínez sonrió enternecido.
──descansá. ──fue lo último que escuchó messi antes de caer totalmente rendido en un sueño profundo.