- No, siéntate... Voy a platicarte algo.-
La rubia se sentó en el sofá, mirando fijamente a la mayor sin entender que era lo que tenía que decirle. Suponía que la mayor iba a decirle mil y un cosas para luego correrla, pero de todas formas quería escuchar lo que la mayor quería decirle. La peli-azul se acomodó en el asiento, suspirando, mantenía un rostro serio, todo se sentía muy tenso, como si algo malo fuera a pasar. Chaeyoung carraspeó, limpiando su garganta, llamando más la atención de la mayor.
- ¿Qué es lo que quiere hablar -
- Voy a contarte todo lo que pasó. Desde mi perspectiva.- Habló con seguridad, haciendo que la menor frunciera un poco el ceño.
Jeongyeon empezó a contarle absolutamente todo.
Se encontraba con Nayeon recostada sobre la cama de su habitación, Jeongyeon jugaba con su cabello haciendo una pequeña trenza con su cabello.
- ¿Te das cuenta que si le caíste bien?- Nayeon se subió sobre ella, dejando un pequeño beso en sus labios.
- Yo le caigo bien a todos, Nayeon.- Seguía acariciando su cabello, la mayo sólo asintió suavemente con la cabeza y una pequeña sonrisa en su rostro.
Su celular empezó a vibrar, la peli-azul tomó su celular, respondiendo a la llamada del número desconocido. Nayeon se sentó sobre la cama, mirando a su novia en lo que terminaba de responder la llamada. Vio cómo de repente Jeongyeon se levantó rápidamente de la cama, colocándose sus zapatillas con rapidez, Nayeon se asustó un poco, mirándola sin entender.
-¿Qué sucede, amor...?-
- Mis padres y mi hermana sufrieron un accidente.- Miró a Nayeon, la cual abrió suavemente su boca, se levantó de la cama y también colocó sus zapatillas, iba a acompañarla, no podía dejarla sola, y tampoco lo quería.
Nayeon veía el perfil de Jeongyeon manejando, su rostro tenía una expresión de preocupación mezclado con tristeza, Nayeon sólo tomaba una de sus manos, intentando relajarla en lo que seguía manejando rápido hacia el hospital que al parecer estaban sus padres y su hermana. Llegaron al hospital, Jeong bajó rápidamente, Nayeon la seguía de cerca.
Jeongyeon preguntó rápidamente dónde estaban sus padres y su hermana menor. Nayeon se encontraba a su lado, tomando su mano para poder relajarla, Jeong vio cómo un doctor se acercaba a ella, se acercó con rapidez, preguntándole rápido que sucedía y queriendo ver a sus padres y su hermana.
- Lo lamento, joven.- El doctor habló con seguridad, Nayeon sintió cómo el agarre en su mano se apretaba.- Sus padres murieron en el accidente.-
Jeongyeon dejó que sus lágrimas cayeran de sus cuencas, sintiendo cómo su pecho de hundía, Nayeon mordió su labio cuando sintió sus ojos cristalizarse. Jeongyeon tomó mucho aire, intentando relajarse, soltó todo el aire y volvió a mirar al doctor.
- ¿Mi hermana...?- Su voz estaba entrecortada y quebrada. El doctor revisó su tablero.
- Su hermana está muy delicada, recién podremos ver el diagnóstico. Se podría decir que está dormida, no podemos ver los daños aún.- Jeongyeon asintió con calma.
Nayeon tomó a Jeong del brazo, jalándola hacia atrás haciendo que se sentara, sabía que se sentía mal. Se quedaron en silencio por mucho tiempo, Jeongyeon aún lloraba, no entendía que había estado pasando, pero al mismo tiempo ni quería preguntar.
Pasaron los días, no sabía nada sobre su hermana aún, se la pasaba todo el día en el hospital, Nayeon se quedaba con ella haciéndole compañía para que no se deprimiera tanto. Jeongyeon miraba con tristeza a su hermana dormida en la cama, ya había hecho un velorio a sus padres, su hermana seguía allí dormida. Nayeon acarició el brazo de la mayor, jugando con sus deditos e intentaba hacer que sonriera, siempre estaba seria, no le gustaba verla así, pero lo entendía. Ahora estaba sólo en su casa, esperando sólo una señal para poder volver a ver a su hermana, suponía que Mina era lo único que la mantenía en pie aún.
Nayeon vio cómo Mina se movía suavemente de la camilla. Se levantó rápidamente, caminando hacia ella y tomando con cuidado su mano, Jeongyeon la miró, también se paró, poniéndose a su lado y mirando fijamente a su hermana. Mina mantenía sus ojos cerrados a pesar de ya estar despierta.
- Mina.- Murmuró Jeongyeon, mirando a su hermana con ganas de llorar. Volvió a llamarla. notando que ni caso le estaba haciendo, salió rápido de la habitación pensando que algo malo había pasado. Mina al escuchar la puerta sonar, por fin abrió sus ojos.
- ¿Do-Dónde estoy...?- Habló en un tono muy bajo, tartamudeando. Nayeon sonrió al ver a Mina mirar a los lados.
- No te preocupes, Mina, todo está bien.- Aseguró Nayeon, sin dejar de acariciar sutilmente la mano de Mina.
El doctor le hizo el diagnóstico rápidamente, Mina pudo irse a su casa, Jeongyeon miraba que Mina actuaba de una manera algo extraña. No podía comer con sus palillos, o no podía tocar la guitarra. Veía que su hermana no hablaba con naturalidad o a veces ni le respondía cuando la llamaba, a veces veía como de la nada parecía como si estuviera en trance, o cómo de la nada se obsesionaba tanto con algo que ni lo dejaba en paz. Era cada vez más extraño, en ese momento Mina estaba comiendo silenciosamente, mirando su plato.
- Oye, Minari, ¿Quieres ir a la playa?- Preguntó con una genuina sonrisa en sus labios. Mina ni siquiera le prestaba atención. Se sentó delante de ella, captando por fin la atención de Mina, la cual la miró asustada.- ¿Vamos a la playa?-
Mina negó efusivamente con la cabeza, para luego encogerse y seguir comiendo. Jeongyeon suspiró y asintió suavemente, se levantó y siguió limpiando la cocina, suponía que su hermana aún se sentía mal por el accidente, no quería presionarla para que no se sintiera mal y mucho menos culpable de algo.
Pasó más tiempo, Mina seguía de la misma manera o peor. Ni siquiera parecía que sufría por lo de sus padres, sólo estaba con una monotonía muy grande, solo pocas veces Mina sonreía, se la pasaba en su cuarto, viendo su techo y las líneas que estaban allí. Cada que el timbre sonaba veía cómo Mina se asustaba cómo si sintiera el miedo más grande de su vida, cada pequeño sonido en la casa hacía que Mina volteara a ver, pero con su nombre no reaccionaba.
Jeongyeon por un comentario de Nayeon decidió llevar a Mina con un terapeuta pensando en que había quedado un trauma por el accidente y por la muerte de sus padres. Pasaron algunos días de varias sesiones de terapia, no le daban ningún diagnóstico, Mina no hablaba tanto, por lo que no se podía dar un diagnóstico conciso. Por fin un día llamaron a Jeongyeon, diciendole que tenían el diagnóstico de su hermana.
- ¿Qué le sucede a mi hermana, doctor? - Jeong preguntó intrigada, Nayeon a su lado tomaba su mano mientras le sonreía calidamente.
-Después de distintos tipos de sesiones, pude realizar el diagnóstico.- Empezó a hablar a la par que abría una carpeta que tenía el nombre de su hermana en la portada.- Su hermana tiene el Trastorno del Espectro Autista, más claramente tiene autismo, señora Yoo.-
- ¿Autismo?...- Murmuró Jeongyeon, el doctor asintió con su cabeza.
- Sí, al parecer sufrió un golpe, mas el trauma, hizo que su hermana desarrollara esta discapacidad.- Jeongyeon cubrió su rostro con sus manos, queriendo llorar.- Lo mejor es que lleve a su hermana con un psicólogo neurólogo, esa persona podrá ayudar bien a su hermana. Puedo recomendarle algunos muy buenos.-
- ¿Tiene cura?-
- Lo lamento, pero no. Esa discapacidad no tiene cura, pero con una buena atención su hermana podrá tener una calidad de vida igual a la de usted, pero es se verá con el tiempo.-
Jeongyeon comenzó a llorar amargamente, Nayeon acarició su rostro, mirando a su novia llorar. Quiso abrazarla, pero Jeongyeon rápidamente la apartó, alejándola completamente de ella y levantándose del asiento del que se encontraba.
- ¡No me toques! No me toques.- Empezó a cubrir sus ojos con las palmas de sus manos, balbuceando y susurrando rápidos 'No me toques'
Nayeon apretó sus labios, sintiendo un gran nudo en la garganta al ver a Jeongyeon sufrir de esa manera. Después de que Jeongyeon se relajara, tomó las tarjetas de recomendación del terapeuta. Caminaron en silencio hasta la casa, Jeongyeon suspiró con tristeza, ahora solo quería cuidar de su hermana menor.
Cuando llegaron a la casa, Mina se encontraba durmiendo cómodamente en su habitación. Jeongyeon y Nayeon se sentaron en el sillón, la última mencionada estaba sobando la pierna de su novia, queriendo que se relaje.
- Yo estaré contigo, Jeong.- Le sonrió, aunque sus ojos se veían tristes.- Me quedaré aquí contigo y te ayudaré.- Jeongyeon la miró, soltando un suspiro triste, abrazando a la mayor.
- Lo sé, Nay.- Acarició suavemente su espalda y los suaves cabellos que posaban en su hombro.- Te amo, Nayeon.-
- Yo también, Jeong.- Sonrió con algo de alegría, dejandole un pequeño beso en sus labios y frente.- Vámonos de aquí, Jeongyeon, ¿Y si nos mudamos juntas y con Minari? Hay que empezar de nuevo-
- Tienes razón, linda, empecemos de nuevo.- Le dejó un beso en su frente, sonriendole tranquilamente.- Buscaré un nuevo lugar para tener un bonito hogar, Nay. Donde Minari va a ser muy feliz.-
- Claro que sí, Jeong, y yo me iré contigo.- Acarició su mano con una bonita sonrisa en sus labios.
-
no entendí ni kk del capítulo pero bueno xd
aclaro que el autismo normalmente es por genética, pero esto es wattpad y una adaptación así q, nimode. Termino con el tema porque no sé mucho y tal vez me equivoque xd