el brasileño es consciente de los gritos en su contra cuando es expulsado del partido luego de las dos faltas que le marcaron y su inevitable tarjeta roja. los insultos son variados, no puede entender varias de las palabras que la gente en la tribuna le escupe, pero sus rostros enojados hablan más que sus bocas. suelta una risa amarga, recordando la acidez que sintió la primera vez que escuchó al parque de los príncipes maldiciéndolo, pero ya no le sorprende, ni siquiera se inmuta; ha pasado desde su primer año allí.
entró por el túnel de camino a los vestuarios, a los alrededores no hay nadie más que algún que otro guardia de seguridad que no están interesados en el fútbol y ni siquiera le brindan la mirada. internamente lo agradece, porque no quisiera que alguien le dirija la palabra mientras su pecho se presiona en una amargura que está seguro que permanece ahí desde ese partido final en catar contra croacia, las palabras no podrían salirle con amabilidad.
las semanas continúan de la misma manera, sintiéndose abucheado aun cuando jovencitos gritan su nombre en busca de un autógrafo, siente que son más los que silban sus errores que los que alaban sus asistencias. sonríe cuando la euforia del partido lo llena, marquinhos palmea su espalda luego de los enfrentamientos y se siente acompañado, pero todavía cuando se ríe por los chistes del marroquí y del defensor español durante los entrenamientos, siente que falta algo ahí. quizás alguien.
pensó que era una mala racha por el mal sabor que su temprana eliminación en el mundial le dejó, no era el único, aún notaba la desmotivación en los vagos movimientos del capitán del equipo parisino y sus compañeros brasileños le habían dejado saber por mensajes que estaban igual o peor que él; pero cuando kylian se le acercó a darle un corto abrazo y a recordarle que tuvo una increíble actuación en la copa del mundo y que lamenta lo que pasó en cuartos, ya no siente ganas de llorar al recordar el tema, entonces no sabe qué puede causar el mal genio que lo acompaña esa semana.
siente que su mente comienza a saturarse cuando se da cuenta que está pensando demasiado, así que suelta un pesado suspiro decidido a animarse él mismo porque nadie todavía lo ha logrado. amarra bien sus botines y se acomoda la larga pantaloneta apretada que usa frecuentemente durante los entrenamientos. sale del vestuario y pronto alcanza a sus compañeros de equipo en el campo para calentar, sin dejar atrás las escandalosas risas, los empujones y los bailes que animaban un poco la sesión.
"mañana se reincorpora leo a los entrenamientos" escucha a uno de los asistentes técnicos gritar, causando que todos los presentes, incluyendo a un cabizbajo mbappe, aplaudieran y soltaran pequeños virotes. neymar no se queda atrás en festejar la noticia, sus aplausos son los más fuertes entre todos, como si leo ya estuviera ahí y festejara su inminente llegada; patea suavemente la pelota entre sus pies y siente sus mejillas estirarse en una amplia sonrisa de tan solo imaginar estar nuevamente en paris con el actual campeón del mundo.
varios notan su ligero cambio de humor: cuando corre más, abraza a varios y mantiene esa risilla en su boca que marquinhos juraba no haber escuchado desde hace unas semanas atrás. ese día la rutina termina agitada, con una ligera ansiedad en el ambiente porque no puede esperar que el día también se acabe y llegue leo al centro de entrenamiento; neymar observa torpemente a sus costados para asegurarse si él no era el único desesperado, pero parece que sí lo es.
la sesión de entreno acaba tarde aunque el horario no sea extenso, pero las buenas vibras que varios de los integrantes del equipo sintieron durante la duración del día los mantiene tocando el balón hasta la hora donde el frío inmoviliza los dedos de sus manos descubiertas. neymar disfruta de patear tiros libres contra el portero costarricense y tirarse al suelo de la vergüenza cuando el esférico golpea bruscamente el travesaño, kylian ríe un poco más ahora y se lanza encima del brasileño para burlarse de él y de su momento de mala suerte; a manos de sergio ramos, el joven marroquí se vuelve menos tímido, así que acompaña al resto de sus compañeros en el júbilo vespertino.
el brasileño siente que su abdomen necesita un descanso luego de la eufórica sesión de toques post-entrenamiento, así que, tan pronto como termina de despedirse entre abrazos y besos de los otros futbolistas, se retira del campo de césped para manejar hacia su casa con la mayor lentitud posible. creía que mientras más tiempo consumía de lo que restaba del día, más rápido llegaría el momento de ver a messi de nuevo. una de esas burlonas y estruendosas risas que lo caracterizan sale de su boca cuando se da cuenta de lo chiflado que podría parecer ahora.
una oleada de amargura quita cualquier migaja de felicidad que permanecía sobre su pecho cuando el silencio solitario de su gran casa francesa lo golpea bruscamente. como si su memoria cambiara por defecto dependiendo del lugar en el que se encuentra, sus recuerdos de gozo son reemplazados por los gritos grotescos de los hinchas más enfermos que el equipo parisino ha albergado y la imagen de las grandes pancartas asegurando que es un llorón es lo único que observa contra la luz blanca de la sala. no se siente mal, ya no, no quiere llorar, pero le encantaría eliminar el desagrado que aplasta su pecho cuando está solo. con leo ahí no estaría pensando en eso.
"leo, leo" el lastimero suspiro agudo que suelta luego de tirarse sobre su cama lo avergüenza, se cubre el rostro con el gran almohadón que hay a su lado y vuelve a suspira. unas inexplicables ganas de saber sobre él lo inundan y decide no quedarse con las ganas, por eso, entre manoteos, toma el celular para mensajear al argentino, con esperanzas de recibir una buena respuesta.
[enviado] nos dijeron que mañana vuelves, por aquí se te extraña
la espera es eterna mientras sacude sus pies sobre el borde de la cama y los segundos se convierten en algo más extenso de lo que siempre suelen ser. a neymar no le gusta perder el control, pero siente que terminará desesperándose si cuando revisa la hora los minutos no cambian y no encuentra una contestación en su bandeja de entrada. decide distraerse moviendo la pantalla de inicio de un lado a otro, pero claramente su agonía no dura tanto porque leo nunca lo ha hecho esperar mucho.
[recibido] ney !!
puede escuchar el tono cantado del argentino exclamando el apodo con el que siempre lo llama a través del texto, su cama vibra junto a las risitas que suelta por el regocijo que lo calienta un poco.
[recibido] perdón por no escribirte antes, creo perdí tu chat después de que me hayan llegado mil mensajes. todos se pusieron locos en mi chat luego del mundial.
[recibido] también te extraño, mañana hagamos pareja durante el entreno !!
neymar se asegura de releer la corta conversación con leo hasta que sus ojos comiencen a sentirse pesados por el horario de descanso; obviamente, no pudo faltar su mensaje de respuesta y un audio exclamando en español con su torpe acento brasileño que esperaba con ansias el entreno culminó su día. no puede explicar la sensación de juventud con la que despierta recorriéndole el cuerpo, tampoco entiende el aroma a miel que inunda su cocinan aun cuando su desayuno no es nada más que un batido de frutas con avena insípida que decolora la bebida; ni tampoco las ganas que tiene de ver a messi. sin embargo, le agrada la sensación, que le hace olvidar que el comienzo de la semana fue desabrido y penoso.
no es el primero en llegar al centro de entrenamiento del paris saint-germain, los franceses tenían la costumbre de madrugar unas horas antes para tomar café y hablar de política europea, por eso no se sorprende cuando ve al joven hermano de kylian escuchando el repertorio politiquero de los hombres franceses del cuerpo técnico en una esquina y al mismo kylian probando un croissant que ekitike le ofreció. saluda con una amable sonrisa sobre su rostro a cada uno de los presentes, abraza a aquellos que les agrada el contacto físico y culmina con besos en las mejillas a sus compañeros más allegados que van apareciendo al pasar los minutos.
su mirada es intranquila en todo momento: observa con bruscos movimientos de cabeza hacia todas las direcciones que podría tener el interior del centro, mientras su pierna derecha comienza a temblar de la agradable angustia que lo hace sentir la espera ¿en qué momento iba a llegar él?
"lo ansioso que estás hoy no es normal, pavo" la gruesa voz del ex-defensa del madrid lo asusta, pegando un ligero brinco que hace reír a sergio quien lo agarra del hombro con suavidad.
"carajo, ¿puedes avisar cuando estás cerca? siempre me asustas de esa manera" el ceño fruncido del brasileño y el tono juguetón agudo que tiene cuando habla castellano distrae al español de su idea principal, neymar quería evitar a toda costa avergonzarse frente al hombre más burlón del plantel.
cuando el reloj marca la hora puntual en la que comienza la concentración varios hombres y mujeres desconocidas entran con cámaras y micrófonos en mano, puede reconocer varios rostros y varios de los logos que los aparatos llevan estampados en sus presentaciones. reconoce la presencia de la prensa y no entiende muy bien la razón, porque no les han dicho nada sobre entrevistas, tampoco hay una razón especial para hacerlo. pero pronto se entera de la razón de las cámaras cuando el mismo presidente del club los lleva en grupo hasta la sala de chequeos médicos, esa que usan justo antes de salir a calentar al campo.
"me sorprende que la prensa llegue tan tarde" esta vez mbappe es quien habla a su lado, avisado de su presencia, no logra asustarlo. aún sentado sobre el posa brazo de uno de los grandes sillones que hay justo en medio del centro parisino.
"¿por qué tarde? leo ni siquiera ha llegado" su español es torpe, quizás por la confusión que le genera la situación, también indeciso sobre qué idioma usar con el francés. kylian alza la ceja y esboza una ladina sonrisa que lo confunde hasta el desespero, provocando que un bufido salga de su boca. "dime algo rápido"
"leo lleva en la sala de chequeos media hora, llegó temprano, parecía emocionado" el salto que pega neymar de su asiento hace estallar en risas a mbappe, aunque este no entienda por completo su reacción.
la noticia es suficiente para que el brasileño ignore cualquier tipo de protocolo periodístico que exista en momentos como ese e interrumpe entre la prensa, caminando en medio de ellos por el pasillo hacia la sala médica para finalmente observar el perfil del argentino, sentado sobre una de las camillas del lugar.
"¿cómo está el campeón del mundo?" canturrea para llamar la atención de messi, se le escapa un dulce risita cuando logra su objetivo y observa la amplia sonrisa que el otro le ofrece.
"ney, ¿todo bien?" saluda el otro, quien se levanta de la camilla de inmediato, el moreno está lo suficientemente cerca, listo para abrazarlo como no lo ha hecho durante semanas. siente el cálido contacto de la mano de leo sobre su cintura y la otra sobre su nuca, mientras se inclina ligeramente para posar un casto beso sobre su pómulo. cierra los ojos por un instante y el suspiro pesado que había soltado la noche anterior volvió con satisfacción y calma al percibir aquella loción hogareña que extrañaba de su amigo; se hunde por cortos segundos sobre su cuello y lo apresa en un fuerte abrazo para asegurarse que leo finalmente estaba allí. le hubiera gustado alargar el contacto, pero el ensordecedor sonido de los flashes de las cámaras lo despiertan de su corta ensoñación.
"¿qué tal los festejos allá en argentina? ¡todavía sigues rojo por el sol!" el brasileño mantiene una amplia sonrisa en su rostro que deja al descubierto sus dientes perlados, sus ojos se achinan pero eso no le impide observar con detenimiento las arrugas alrededor de los ojos de messi que aparecen cuando sonríe, y lo mira directamente a los ojos, su corazón se siente suave y acariciado.
pasea rápidamente la yema de sus dedos sobre la mejilla enrojecida de leo, no existe más ese bronceado exagerado que vio en las fotos del festejo argentino en su país causado por el calor extremo que suele abrazar ese lado del mundo; pero todavía hay pizcas de un suave rosado y de pequeñas pecas que seguramente no estaban allí antes.
"no, estuvo terrible el sol, ¿puedes creer que me dio fiebre luego de eso?" el tono juguetón que el delantero usaba para hablar lo hacía reír como un niño que jugaba y se llenaba de una sensación de regocijo, que lo hacía como un muchacho risueño que no tiene preocupaciones por delante.
"¿nadie cargaba un poco de bloqueador solar?" la conversación continúa con trivialidad, sus manos se desesperan por agarrar la muñeca de leo y llevarlo a pasear con él, para ponerse al día con más privacidad, quizás abrazarlo más y robarle toques que le demuestren lo tanto que le hacía falta; sin embargo, sabe que debe respetar el momento de las cámaras, por eso batalla con fuerza para no hacer nada más que acariciar su rodilla. alza su pierna sobre la camilla para sentarse con más comodidad.
"¿cómo está tu tobillo?" musita leo, interrumpiendo cualquier conversación previa que tenían sobre él. la expresión del argentino cambia totalmente: su entrecejo se arruga, sus labios se encogen en una línea recta y una de sus manos se mueve, por inercia, hasta el tobillo vendado que neymar deja a la vista. acaricia con la punta de sus dedos, tan delicadamente que el brasileño siente que podría curarse con tan solo aquel contacto cálido. por eso sonríe embelesado aunque el estado de su tobillo no sea positivo.
le hubiera gustado responderle que estaba bien, que no debía preocuparse; empero, uno de los tantos agentes del equipo parisino les indica que deben ir a las canchas para darle un pequeño homenaje al campeón. nota la expresión de incomodidad de leo, después de todo sabe lo tanto que le disgusta ser el centro de atención, pero esta vez va en su contra, porque sabe que es lo mínimo que se merece por su gran rendimiento en el certamen mundialista. palmea su hombro y le guiña el ojo, tratando de brindarle la confianza que merece.
el homenaje es corto, esporádico y se siente sincero. lo hacen todo en medio de la cancha que usan para entrenar, todos están a los costados de messi aplaudiendo el momento en el que el presidente del club le entrega una pequeña placa de vidrio. sus compañeros sonríen, los que más festejan son los sudamericanos, varios de los españoles y el italiano verrati que demuestra un especial sentimiento de hermandad por el argentino.
a pedidos desesperados de un tímido lionel, galtier da por comenzado el entrenamiento casi de inmediato. tal como el argento lo prometió por mensaje, no se despegó de neymar para los ejercicios en pareja. calentaron uno sobre la espalda del otro, tocaron el balón entre solo sus pies y corrieron tomados de la mano para poder escapar de las otras parejas de entreno. neymar finalmente siente que tiene un entrenamiento fructífero.
"¿vamos a mi casa? hay que jugar al fifa o algo, no jugamos nada desde noviembre" el brasileño abulta sus labios en un breve mohín que hace reír a leo, mientras este termina de acomodarse los tenis blancos que usa luego de los ejercicios. ahora que todos están en los vestuarios preparándose para retirarse, neymar finalmente aprovecha la oportunidad para pedirle tiempo de calidad con leo.
"claro, me gustaría" messi ni siquiera duda en responder.
toman el mismo camino directo hacia la vivienda de neymar con sus respectivos automóviles, como la ruta es conocida y han hecho aquello varias veces, los dos no demoran en llegar y estacionarse, subir hasta la sala de estar de la pequeña mansión e instalarse sobre el inmenso sofá de cuero que decora el lugar. el brasileño invita las bebidas, un poco de comida y alguno que otro chocolate que guarda especialmente para el argentino.
juegan por varias horas al fifa, cambiando de equipos cada vez que sentían que los jugadores ficticios ya no rendían simplemente porque perdían y riendo escandalosamente cuando los goles eran torpemente geniales. sus hombros chocan bruscamente varias veces, cuando neymar se abalanza sobre leo entre carcajadas porque falla tiros cantados; a veces termina apresando al más bajo entre sus brazos con la excusa de que la emoción le gana cuando sale victorioso.
con torpeza, neymar es atrapado observándolo continúas veces, recibiendo una ladina sonrisa de messi que logra agitar agradablemente su corazón. siente que no puede despegar sus ojos de la imagen de leo con aquel cabello seco ligeramente desordenado porque olvidó peinarse luego de tomar una ducha en el entrenamiento; el rojo de sus mejillas causado por las estruendosas risas que no ha dejado de soltar termina por decorar el rostro que a neymar tanto le cuesta no apreciar.
y mientras espera que lionel vuelva del baño, se deja caer sobre el espaldar del sofá sintiéndose rendido. piensa brevemente en el largo tiempo que ha tenido a leo a su lado, desde que el hombre no lo conocía, cuando lo veía jugar en barcelona mientras él seguía en brasil; hasta su reencuentro en francia, cuando el argentino decidió incorporarse a su mismo equipo luego de haber sido descartado por el club al que tantos años había pertenecido. aunque rebusca y trata de encontrar algo, con el entrecejo fruncido y la mandíbula ligeramente tensa, no logra dar con el momento exacto en el que messi se ha vuelto indispensable para sentirse pleno y lleno de vitalidad.
hay recuerdos vagos de comenzar a sentirse así cuando se volvieron inseparables dentro de la cancha, cuando se dio cuenta de lo fácil que era tener a un increíble futbolista a su lado que hiciera el juego más divertido. eran esos primeros meses que jugaron juntos, aunque su comunicación era torpe en los vestuarios. después, no hay manera de saber en qué momento el sentimiento se convirtió en algo más que fútbol entre colegas, y lo sintió más personal. siente que su cabeza podría comenzar a doler si continúa pensando tanto, por eso cierra sus ojos antes de que el malestar se materialice.
el toque de unas suaves manos acunando su rostro lo obliga a abrir los ojos de inmediato, su pulso se dispara cuando ve a leo detrás del sofá, observándolo con una de sus pequeñas sonrisas mientras toca delicadamente con su pulgar su mentón.
"¿pasa algo? tienes la frente arrugada, te veías como un viejo" la voz de lionel sale como un dulce canto, porque habla despacio y bajo, como si fuera solo para ellos.
"pensaba un poco" ney vuelve a cerrar sus ojos, esta vez como un reflejo ante las caricias que se mantienen sobre su rostro. su mandíbula ya no está tensa y ya no existe esa sensación de angustia sobre su pecho.
"¿en qué pensás tanto?" otra vez ese tono de voz. neymar quisiera sentirse así, junto a leo, siempre. siente que podría descansar eternamente.
toma las manos ajenas entre las suyas y acaricia brevemente el dorso de aquellas, puede sentir los pliegues de su piel entre sus pulgares. las retira con lentitud y abre sus ojos para observar de nuevo a leo, quien inclina su cabeza hacia él. jura que cada ángulo del argentino es bueno. se levanta del sofá y rodea este, lo siente innecesariamente largo mientras camina hasta quedar frente al más bajo.
recuerda haber estado parado de la misma manera hace una semana, con las luces apagadas y el sol asomándose por la única ventana que hay cerca. recuerda fugazmente que repasaba por memoria los cánticos en contra de su persona que le habían dedicado unos partidos atrás, la amargura que le había ocasionado todo. esboza una dulce sonrisa, lionel lo observa expectante, con las cejas alzadas y con sus labios estirados en una muy pequeña mueca. ahora ya no hay sol, pero siente su piel quemar como cuando va a la playa con sus seres queridos; sabe que es la simple presencia del otro que calienta su corazón. ya no hay más cánticos racistas en su mente, por eso, tararea la canción de rock español con letra romántica que escuchó en la playlist de alguien y que se le viene a la mente.
"¿jarabe de palo?" leo ríe, se encoge de hombros para expresar su confusión "¿te volviste loco, ney?"
"solo se me ocurrió" el brasileño ríe también, sus cuerpos tiemblan juntos en pequeñas risas esporádicas que comienzan a salir, sin poder despegar su mirada uno del otro.
neymar finalmente entiende todo. la sensación de regocijo y revoloteo sobre su estómago cada vez que tuvo a leo sobre sus brazos luego de anotar un gol que no era ni suyo ni de él, la angustia que hacía temblar su pierna y lo mantenía de brazos cruzados cuando messi no estaba cerca suyo, las irremediables ganas de jugar con él, comer con él, dormir con él. el amor incondicional que había desarrollado por el hombre argentino. a estas alturas ni siquiera le importaba si era recíproco, solo quería gritar lo que sentía.
por eso, finalmente rompió las ataduras sobre sus brazos, y atrajo al rosarino hasta que quedara envuelto con sus brazos sobre su cuello, con sus dedos enredados entre sus cabellos y su rostro entre su cuello. aspiró el perfume hogareño que siempre percibía en el más bajo y suspiró, porque estaba seguro que solo él lo sentía como su hogar. leo suspiró también, como si hubiera esperado ese momento tanto como él y rodeó la cintura del moreno con sus brazos con fuerza; aplastó su nariz contra su hombro como si el contacto fuera necesario para respirar.
"creo que te amo, leo, te amo tanto que quiero llevarte a brasil a vivir el carnaval conmigo mientras tomamos unos mates" susurra contra su piel, el aliento de la risa del argento le hace cosquillas sobre el cuello y logra estremecerlo.
"no suena mal plan, eh" las manos de lionel suben y bajan sobre toda la extensión de su espalda, tratando de mantener sus cuerpos pegados lo que más le sea posible "el carnaval es el mes que viene, ¿verdad? podemos hacerlo"
neymar podría jurar que su corazón estaba a punto de explotar en algo más que alegría y nerviosismo, por eso se mantiene sonriendo con su rostro escondido sobre el hombro del otro, mientras jala juguetonamente de su cabellera.
"es verdad, falta un poco más de un mes" alza su cabeza, lo justo para dejar su nariz a la altura de la ajena, casi chocando sus alientos "y es el cumpleaños de mi hermana, así que definitivamente iré"
los orbes de leo son oscuros, pero la luz que pega directamente sobre ellos los hace brillar con belleza. neymar puede notar más detalles sobre su rostro, las pequeñas pecas sobre los pómulos y algunos pelos blancos en la barba que apenas se notan. el aliento del otro lo distrae totalmente y sabe que está perdido cuando nota lo rojo que están los labios argentinos, seguramente por la previa insolación.
lionel abre ligeramente su boca para decir algo, pero es sorprendido por la presión de los belfos ajenos sobre los suyos. lo escucha suspirar con sorpresa y no puede evitar sentir cosquillas sobre su boca que lo hacen sonreír, interrumpe el beso que él mismo empieza.
"¿puedes no hacer eso mientras nos besamos? hace cosquillas" explica neymar entre risillas que todavía no puede controlar.
a leo le fascina la calma que el brasileño tiene luego de haberlo besado, como si no hubiera descolocado todo sobre él en ese momento. pero solo sonríe, casi ofendido.
"¿me besás por sorpresa y todavía te quejás? no sabía que eras tan descarado" el tono juguetón que utilizar lo vuelve loco a ney, quien se carcajea mientras se apoya de la cintura del otro.
"¡pero tienes que estar listo!" la risa del moreno queda atrapada entre los labios de leo cuando decide ser el que sorprende ahora. esta vez hace más duradero el contacto, profundiza más el beso, moviendo sus labios sobre los ajenos como si todavía no es capaz de saborearlo por completo. lo agarra del cuello de la camiseta y no lo suelta hasta que se ve obligado a tomar una bocanada de aire "¿leo?"
la carcajada del argentino que inunda la sala lo hace muy feliz a neymar.
"¡tienes que estar preparado!" ataca el rosarino.
ninguno de los dos es consciente de cuánto tiempo permanecen en medio de la sala, compartiendo besos hasta que sus mejillas se coloreen de rosado por la falta de aliento, hasta que sus pies comiencen a doler porque llevan mucho tiempo parados. lionel asegura que deben estar más cómodos, así que arrastra a neymar a la habitación del mismo a continuar desahogando todo el amor que habían retenido por años. permanecen hasta el amanecer acariciando sus rostros, con las piernas enredadas y las manos debajo de sus camisetas tanteando sus abdómenes, con los labios ligeramente hinchados de tanto besuqueo. también se ríen bastante, mientras recuerdan estupideces que solo a ellos se les hace gracioso, aunque leo ríe más por las contagiosas carcajadas que el brasileño suelta.
"ney..." susurra messi, con su rostro sobre el pecho del otro "creo que no te dije algo"
"¿mh?" neymar siente que sus ojos están a punto de cerrarse, acurrucado entre las caricias del argento y exhausto por la inmensa cantidad de amor "¿qué cosa?"
lionel siente la calmada respiración del hombre contra su oreja, lo observa brevemente y sabe que pronto se quedaría dormido. la escena le roba una sincera sonrisa, genuinamente feliz de verlo descansar con tranquilidad. el suave pellizco que neymar le da sobre el brazo le recuerda que estaba a punto de decir algo.
"también te amo, ney, así como tú me estás amando" susurró, luego dejó un casto pico sobre su pecho.
el hombre brasileño finalmente siente que puede dormir en paz. su mente en blanco solo piensa en la pequeña frase que lionel le susurró sobre el pecho, justo donde su corazón se calmó con su acento cantado y su tono delicado. necesitaba dormir luego de ese día tan movido, quizás debía tomarse una semana de vacaciones, porque su corazón necesitaba un descanso de tantos besos que lograron alborotarlo.