¿por qué ella sí? ; enzo fern...

By writerfacha

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" - Formaste una familia. ¿Y yo qué? - Dejame explicarte como fue todo... " inicio: 26/12/2022 categoria: an... More

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By writerfacha

Narra Giselle
Buenos Aires, Argentina

Llevaba unos largos minutos entre los brazos de Joaquín. Una vez estando más calmada, me alejé lentamente de él, despegarme de su abrazo se sentía muy feo pero en algún momento tenía que darle alguna explicación.

Lo miré a los ojos y me limpié las lágrimas que tenía en los ojos, y justo cuándo estaba por hablar, unos pasitos ligeros se escucharon venir corriendo hacia nosotros con una voz gritona reconocible casi al instante.

- ¡Mamá! ¡Papá cucu! "Mirren" "encontrré" a Pepi. Aquí está. - Dijo acercándose, entre su manito tenía un elefante de peluche que una vez se ganó en un juego de feria. Siempre odié ese peluche por obvias razones. Pero a ella sin motivo alguno le gustaba. Y decía que él servía para cuándo alguien se siente mal. Entonces entendí porque fue que entró a buscarlo, y me puse peor.

Enzo, no conforme con ya haberme hecho sufrir y que a causa de eso tenga problemas en el embarazo. Ahora también lo hace, haciendo que mi hija se de cuenta de que algo está yendo mal. No quiero, lo último que necesito es que Lionella se ponga triste o se preocupe de más por mí. Me daba muchísima bronca, que cada vez que Enzo está cerca de mí, solo cause problemas.

Joaquín ante las palabras de Lionella sólo sonrió. En realidad, él no sabía el problema que tenía yo con el "elefante de peluche" y él decía que era sólo la idea de una niña cuándo ella dice que él te acompaña cuándo estás triste. No le da la misma importancia que yo al asunto, y yo debería hacer lo mismo pero no puedo.

- Ay Lio, ¿por qué lo trajiste? - Le pregunté con una sonrisa, agachándome hasta quedar a su altura y así poder dirigirme a ella con más precisión.

- Si mami. Estás triste y Pepi te ama. Duerme esta noche con el mamá. Y vas a estar feliz. - Me dijo con una sonrisa tierna y estiró sus manitos ofreciéndome el peluche.

- Si sabés que a mamá no le gusta mucho Pepi el elefante. - Dijo Joaquín también agachándose a la altura de Lionella.

- Igual. Mamá tiene que "perrdonar" a Pepi si le hizo algo malo. Pepi el elefante es bueno ahora mamá. No seas mala con él. - Dijo ella refiriéndose al peluche de elefante. Pero a mi me pegó de diferente forma que haya dicho eso. Me quedé shockeada y no supe que decirle.

- Bueno, ya está. - Dijo Joaquín salvándome al percatarse de mi notable tensión. De todos modos, él no entendía porque me puse así.

- ¿Qué pasó papá cucu? ¿Mamá está "nonojada"?

- Enojada, mi amor. - Dijo Joaquín corrigiéndola. - Y no, mamá está feliz. - Le sonrió.

- Si bebé, mamá está muy feliz. - Le dije pegando mis labios a su frente dejando un beso.

- ¡Va bene! (Que bueno) - Dijo Lio en Italiano y me agarró la mano.

- Bueno, ¿te parece si ya vamos a dormir? - Le dije parándome. Me tomé unos segundos para estabilizar mis piernas y estiré los brazos en señal de hacerle upa. Ella correspondió y la levanté en mis brazos.

Lionella se refregó los ojos. Está despierta desde muy temprano y no paró de andar en todo el día, lo más lógico es que tuviera sueño. Me respondió diciendo sí con la cabeza y se acostó en mi cuello.

- ¿Le podés hacer la leche? Porfa. - Dije dirigiéndome a Joaquín. Él asintió y se fue a la cocina a hacer lo que le dije.

Fui con Lio intentando no ponerme mal por todo lo sucedido anteriormente. Llegamos a su habitación y la acosté en la cama y me puse a su lado, ambas esperando a que Joaquín traiga la leche. Yo le puse dibujitos y le acariciaba el pelo.

- Mamá. - Dijo Lio llamando mi atención. La miré.

- ¿Mhm?

- Por favor mami, no estés enojada con Pepi el elefante, él es bueno. ¿Me "prrometes que no vas a ser mala con él? - Dijo, de una manera muy inocente.

A mí me dio un nudo en la garganta y no supe contestarle. Sólo le di un beso en la frente y ella siguió mirando la tele. Al minuto llegó Joaquín con la leche de Lio en la mano, me la dio y se fue, porque cuándo él está en la pieza mientras intento dormirla, ella sólo quiere jugar y no duerme.

Pasaron unos 30 minutos y salí de la habitación despacito, dejando a Lio dormida. Me encontré con Joaquín reposando en el sillón. Me acerqué por atrás y lo abracé desde el cuello. Él reaccionó de inmediato y me acarició los brazos.

- ¿Estás bien? - Dijo.

- Sí. - Respondí.

- No amor. No estás bien. Contame que pasó. - Se dio la vuelta para mirarme, dando leves palmadas en sus muslos en señal de sentarme ahí.

Entendí lo que me pedía y fui a sentarme en sus piernas, lo abracé del cuello y el puso su mano en mi cintura y la otra, en mi abdomen.

- No sé. Fue todo tan... raro. - Empecé a hablar. Joa me escuchaba atento y la expresión de preocupación no salía de su cara.

- Me dolió verlo, y ver cómo decía una chorreada de pelotudeces. - Lo definí en "pelotudeces" porque no quería detallar tanto.

- No dale. ¿Qué pelotudeces? - Dijo y yo suspiré para empezar a hablar. Sabía que iba a preguntar.

- Me dijo que... quería conocer a Lionella, que ella era junto a la otra nena lo más importante que tenía, que si tenía que rogarme todos los días por verla lo iba a hacer, que daría todo por ella, está arrepentido. No dejó de llorar mientras me decía todo eso. Me pidió perdón de mil maneras y no dejó de ser insistente en que le de una oportunidad más. - Dije tratando de sonar indiferente pero eso me dolía más, porque toda esta situación me pone mal.

Él sólo se limitaba a escuchar y con cada palabra que aumentaba su expresión cada vez tenía más furia que antes. Yo era consciente del odio de Joaquín hacia Enzo.

- Te juro que lo quiero matar. - Dijo apretándome la cintura inconscientemente. Yo sólo lo miraba. - ¿Qué decidiste? - Agregó.

- ¿Cómo que decidí?

- Y sí, ¿lo vas a dejar ver a Lionella? Es desición tuya. - Desvió la mirada.

- Tampoco. Vos criaste a Lio junto a mí. Parte de la desición te pertenece, por haber estado. No te saqués la responsabilidad así para estas cosas porque te la merecés. - Dije acariciándo su pelo.

- Bueno, igual ya sabés que yo no quiero y que nada me va a hacer cambiar de opinión. Acá la palabra final es tuya, yo no te voy a cuestionar. - Me miró.

- ¿Por qué siempre tengo que elegir lo más difícil? - Dije escondiendo mi cara en su pecho. Él me abrazó. - Y perdón por haber venido llorando. Estaba en un momento de sensibilidad y todo esto me pegó re fuerte. Perdón.

- No pidás perdón mi amor. Te entiendo. Tranqui. Sabés que voy a estar acá para todo. Mejor vamos ya a dormir. Mañana que estés más despejada pensás mejor. - Me dijo buscando mis labios para darme un beso. Me acerqué a él y me agarró suave del mentón. Nuestros labios se juntaron y conectaban lentamente en una misma dirección. El beso se intenficó un poco hasta que nos separamos para respirar. El me miraba con una sonrisa y yo le sonreí.

- Hacía falta un chape así. - Dijo, bromeando.

- Te juro que sí. - Dije levantándome de sus piernas y agarrándole la mano para ir a la pieza. Él me siguió y cuándo llegamos, me dirigí al armario a cambiarme para dormir.

Agarré un pantalón short estilo pijama y una remera overside, ambas cosas para dormir. Me saqué la ropa en frente de Joaquín, que ya estaba acostado. Me estaba cambiando y escucho que habla.

- Mamita, que no me entere que esa cola pasa hambre. - Dijo riéndose, me puse colorada por su chiste, no tan chiste.

- Sos un tarado. - Le dije tirándole a la cara el pantalón que me había sacado.

- Tarado me la pones. - Dijo. - Va, así no era no sé como es.

Me reí ante las boludeces que decía, son cosas tontas que siempre se le ocurrían en el momento y me hacían reír. Somos como una relación de pibes.

- Uyy. - Terminé de ponerme la remera. - Cómo estamos eh. - Fui a la cama y me acosté al lado de él.

- No quería que te pongas la remera, siempre sos amargada. A Lionella le dabas teta siempre. ¿A mí cuándo? - Dijo abrazándome con una sonrisa.

- Igual ya no le doy. - Me reí. - Así que cuándo quieras avisá. - Dije, dándome cuenta de que el ambiente ya había cambiado.

- Ah, ¿si? - Me besó en cuello rápido y puso su mano reposando por abajo de mi remera, tocándome uno de mis pechos. Su mano cubría gran parte pero no todo. Estábamos acostados en cucharita y él me masajeaba la teta que tenía agarrada de vez en cuándo.

- Tremendo sos. - Dije sonriendo.

- Che. - Dijo aún teniendo la mano en el mismo lugar. - Hay algo que me dejó pensando.

- ¿Qué cosa?

- Hoy que vomitaste y te mareaste. ¿Por qué fue?

- Seguro fue porque no desayuné mi comí anoche.

- Fua. - Bufó.

- ¿Por? ¿qué pasa? - Pregunté.

- Nada, capaz flasheé que se venía el segundo.

- ¿Cómo? - Abrí los ojos sorprendida. Acabo de caer en cuenta que esa también era una posibilidad. Me levanté, quedando sentada y lo miré. - No lo había pensado. - Dije preocupada.

Él me miró. - Pero ya dijiste que no comiste. ¿No?

- Sí, pero la otra noche no nos cuidamos... - Hablé con desesperación pasada de preocupación.

- Pero tranqui. ¿Por qué esa reacción? ¿No sería bueno?

- Sí, no sé. Pero Lionella es muy chiquita todavía para dejarla de lado por otro bebé. No estoy lista.

Noté en sus facciones una mezcla de desilución con tristeza. - Tenés razón... - Dijo. - ¿Te querés hacer una prueba o algo?

- Supongo que sí. ¿Vos estabas pensando que estaba embarazada?

- Sí. - Dijo elevando la comisura de sus labios formando una sonrisa de ilusión. - Ya pensé el nombre, que iba a parecerse a mí y todo. - Se rió. Pero yo no ante lo último que dijo. No lo demostré.

- Ay, mi amor. Algún dia, no ahora. Yo entiendo que vos quieras tener un nene que sea tuyo. Pero todavía yo no puedo. Acabo de entrar a Boca, me van a querer matar cada vez que entro no pasan ni dos entrenamientos que me voy por embarazo.

- Tenés razón, tenés derecho de cumplir tus sueños. Es egoísta que solo vos tengas que abandonar las cosas por un hijo y yo pueda seguir. Cuándo estés preparada está bien. Yo espero. - Me sonrió ligeramente.

- Te amo, no te pongas mal. Todo a su tiempo. - Me acerqué a darle un beso en la frente.

- No quiero ser insistente, pero ¿y si te hacés la prueba y sale positiva?

- Y, si eso pasa. Vamos a tener otro hijo o hija. No le veo el problema.

- ¿En serio mi amor?

- Si obvio, no lo vamos a tirar. - Dije en chiste.

Él se rió pero se puso serio.

Me reí y él me miró extrañado.

- ¿Qué pasa? - Preguntó.

- Estamos hablando de un tema tan serio como un nuevo bebé, estando en esta posición.

Noté que se puso nervioso.

- Che, sí. Una desubicada sos. - Dijo de broma.

- ¿Yo desubicada? ¿Quién tiene la mano dónde? - Me reí.

- Bueno, dejame mala. - Dijo abrazándome con su otra mano.

- Tonto. - Cerré los ojos. - Ya está. Tengo sueño, durmamos.

- Bueno mi amor. Dormimos. Mañana tenemos una banda de cosas que hacer. - Dijo dejando un beso en mi cabeza y cerrando los ojos también para dormir.

(...)

HOLAAAAAA. aparezco despues d mucho d una forma descarada perdonen

les dejo un cap con Joaquín, pq hace mucho no escribo sobre él y es uno d los protagonistas

les gustaria q siga haciendo caps exclusivos en joaquín? A mi me encanta escribir d el, pq es un solcito <3333

acuérdense de votar y comentar pq me anima mucho, ahora veo si les dejo otro cap y nos estamos leyendooo!! <33

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