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Capitulo 38
Stanley
<< ¿Cómo vas a explicar, en términos de física y Química, un fenómeno biológico tan importante como el primer amor? >>
Recordar esa frase de Albert Einstein, me hace sentir ridículo porque no tengo ni la menor idea de como explicarlo. No se que sentir en estos momentos, mi cuerpo está revolucionado de emociones y sensaciones inconstantes. A veces me siento como si flotara en una nube, feliz por todo lo que ha pasado entre Nicolle y yo, con ganas de arriesgarme y dejar que todo fluya entre ambos. Pero por otro lado, se encuentra esa vocecita en mi interior que me repite una y otra vez que me aleje de ella, que deje de sentir esto que siento –que no tengo la menor idea de lo que es– por ella, que esta mal.
Y ese es mi problema, que aunque la razón me lo repita una y otra vez, yo me niego a escucharla.
Y eso es estúpido de mi parte. Porque enamorarme de ella sería el peor error de mi vida, pero lo peor de todo, es que volvería a cometer el mismo error sin pensarlo dos veces.
Ni siquiera se que es lo que realmente siento por ella, solo se que me gusta. Me gusta su cercanía, la manera en que me altera cada músculo del cuerpo y odio que me guste estar a su lado.
Pase toda la noche pensando en ese beso que nos dimos. Fue diferente y tan intenso que me dejo débil, pero sobre todo ansioso. Nunca en la vida había besado a alguien, pero con haberla besado a ella es mas que suficiente.
Dicen que el primer beso nunca se olvida y tienen toda la razón.
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Una semana sin ir al instituto, no me parece nada mal. Mis calificaciones no me preocupan, pero la que si me preocupa es Nicolle. ¡Dios! Me frustra cuando se comporta como una niña pequeña. Sus calificaciones son bastante bajas y debe mejorar en Química, pero ella no pone de su parte. No le gusta hacer nada, ni siquiera estudiar unas cuantas líneas de un libro. La verdad, no le tengo mucha paciencia cuando se trata de estudiar con ella. Se vuelve cada vez más irritante.
Hoy quedamos en estudiar de nuevo pero lo más probable, es que ella empiece a quejarse y terminemos haciendo otra cosa, solo porque ella no quiere seguir estudiando. Y es terriblemente molesta.
Pero ya comienzo a acostumbrarme a ella.
Y eso me aterra.
Bajo la escalera para desayunar, ya todos deben estar reunidos en el comedor. Y cuando llego abajo, efectivamente, todos están desayunando tranquilamente y en silencio. Y mi vista se va hacia cierta persona sentada en la mesa tragando como si no hubiera comido en años: Gerson.
El susodicho levanta la mirada percatándose de mi presencia y me sonríe mostrando sus frenos. Pongo los ojos en blanco y me acerco a la mesa para sentarme lejos del idiota al que llamo mejor amigo. Además, ¿Que hace aquí, no debería estar en el instituto?.
Saludo a mis padres con un "buenos dias" mientras que Gerson se concentra en su comida como si mis miradas asesinas no le afectaran. En ese momento el timbre la puerta suena y Mara se levanta de la mesa para abrir. Mi padre estás sentado leyendo una revista como siempre y mi madre a su lado terminando su ensalada de frutas. Escucho unas voces desde la puerta y risas. Cuando levanto la mirada de mi plato, la veo a ella acercándose con Mara hacia la mesa: Nicolle, la dueña de mis erecciones...digo, de mis reacciones.
Si, ya se. Las dos cosas, va. Lo admito, no me juzguen. Suelo ser idiota a veces.
Lleva su cabello recogido en una coleta alta dejando unos mechones sueltos en frente. Lleva unos leggins negros muy ajustados marcando cada centímetro de su cuerpo. Y estaría loco si dijara que no me gusta como se le ve. Porque sí que me gusta. Trago saliva y aparto la mirada tratando de disimular que no la observaba, pero Gerson frente a mi me sonríe divertido al darse cuenta de que la estaba viendo descaradamente. Lo ignoro olímpicamente y me meto un bocado de frutas a la boca. Pero el no se aguanta y me acerca al frente para susurrarme:
– ¿Vas a decirme ahora que no te gusta?.
Trago saliva y no le respondo. El se acomoda en el asiento mientras que Nicolle se sienta a mi lado, ya que es el único puesto libre.
– Hola, Einstein.
Me saluda e inesperadamente me da un beso en la mejilla. Mi cuerpo se tensa y me siento tan incómodo que se me ha quitado el apetito.
Le sonrío fingidamente.
– Hola, Nicolle.
Su mirada encuentra la mia y me guiña un ojo con picardía. Yo desvío la mirada y miro al frente donde Gerson ríe.
Idiota.
–Hola, Pecas. –lo saluda Nicolle y le devuelve el saludo. –¿No deberías estar en el Instituto?.
–Si, ya me iba. Solo pasé a saludar.
Mi madre saluda a Nicolle y le ofrece desayunar junto a nosotros pero ella niega diciendo que ya desayunó. Mi madre no protesta y ambas comienzan a entablar una conversación, a la cual mi padre y Mara se le unen.
–Oye, Stan. –me habla mi padre.
–¿Uhm?.
–¿Hablaste con Nicolle sobre lo de la subasta?.
Ella se gira para verme con el ceño fruncido, un tanto confundida.
–Ahm...no.
–¿Que...subasta?.
Le pregunta Nicolle con incredulidad.
–Verás, Querida. –interviene mi madre. –Este fin de semana se realizará una subasta en el concesionario y nos preguntábamos si te gustaría asistir con Stan.
Nicolle se gira para verme unos instantes y sus ojos conectan con los míos, buscando mi aprobación. Ella se gira de nuevo a mi madre y le contesta.
–Ah...claro. Me encantaría asistir.
Mi madre le sonríe divertida mientras Nicolle me mira de reojo.
No se porque aceptó sabiendo que miles de personas la verán allí conmigo. ¿Acaso no le molesta? Bueno a mi tampoco me molestaría, pero bueno, nunca he ido a algo relacionado con los negocios de mi padre y mucho menos salir con ella.
Gerson se levanta de la mesa y se despide de nosotros para irse al Instituto.
Minutos después de que mi madre le contara a Nicolle sobre lo de las subastas y esas cosas aburridas, me levanto de la mesa también diciendo que iré a mi habitación a estudiar.
Nicolle se levanta despidiéndose de mis padres y de Mara y me sigue hasta mi habitación, no sin antes escuchar un "que se diviertan" por parte de mi madre, que para mi sonó como una insinuación.
Pongo los ojos en blanco y subo las escaleras mientras Nicolle sigue detrás de mi con una sonrisa en los labios a causa de las palabras de mi madre.
–Tu madre me agrada.
–A mi no tanto. –bromeo, ya que odio cuando insinúa cosas. Me hace sentir avergonzado y ridículo.
Llego hasta mi habitación y Nicolle detrás de mi cierra la puerta. Busco en el pequeño estante de la esquina el libro de Química mientras observo de reojo a Nicolle que se sienta sobre mi cama.
–Pensé que tu habitación sería diferente.
–¿Diferente? ¿A que te refieres?.–inquiero, sin mirarla.
–Si. Tú eres muy raro. Pensé que tendrías planetas colgantes del techo, estrellas pegadas en la pared, libros por doquier y esas cosas de Nerd.
–No soy un Nerd.
–Pero eres un cerebrito y además te vistes como uno.
Pongo los ojos en blanco y me giro hacia ella con el libro de Química entre mis manos.
–¿Que tiene de malo ser un Nerd?.
Pregunto a la defensiva y sus ojos encuentran los míos.
–Nada. Es solo que...¡Mierda! Voy a ser sincera contigo.
Levanto una ceja confundido. ¿Sincera conmigo? Desde cuando Nicolle es sincera.
–Eres un chico muy inteligente, además de que tambien estás muy bueno. –me sonrojo al instante y trago saliva. Ella continúa: –No eres tan horrible. –la fulmino con la mirada y ella sonríe. –Lo que quiero decir es, que deberías cambiar un poco. Ya sabes, tu cabello, tu forma de vestir, no se, hacer cosas nuevas y arriesgarte.
–¿Y porque yo haría tal cosa?
–Porque eso es lo que hacen las personas para sentirse bien con ellas mismas.
–Pero yo no quiero cambiar nada de mi. Asi me siento bien. No necesito cambiar para hacer feliz a otras personas y no sentirme bien yo mismo. Eso es absurdo.
–A veces los cambios generan nuevas oportunidades.
–¿Y ahora eres filósofa?.
Ella se ríe y por inercia yo también lo hago. Pero solo sonrío levemente de lado. Ella se da cuenta de la expresión en mi rostro y me aclaro la garganta para borrar mi pequeña sonrisa al instante.
–¿Porque me dices todo esto, Morrison? ¿Porque te preocupas por mi?
Ella se encoge de hombros.
–No es preocupación. Solo te estoy dando mi opinión.
Tenso mis labios.
–No necesito tus consejos, Nicolle. No los he pedido.
Vuelve mi lado cortante de nuevo y ella suelta una risa amarga.
–¿Porque siempre estas a la defensiva?
–¿Y tu porque siempre te metes donde no te importa?.
Ella sonríe abiertamente.
–Eres bipolar, ¿Cierto?. Tus cambios de humor me dan jaqueca, Einstein.
Pongo los ojos en blanco y le paso el libro el cual ella recibe.
–Estas aqui para estudiar, no para opinar sobre mi apariencia, Morrison.
Paso a su lado y busco mi mochila para sentarme luego en la cama. Ella se quita sus zapatos y se gira para sentarse bien en la cama cruzando sus piernas. Sus pies son pequeños y muy blancos, mientras sus uñas están pintadas de negro.
Y no puedo evitar preguntar.
–¿Porque el negro?.
Ella me mira confundida y luego se da cuenta de que hablo de sus uñas.
–Es mi color favorito y el violeta. ¿Cuál es el tuyo, Einstein?.
–Blanco.
–¿Porque el blanco? El blanco es simple, vacío e insípido.
–El blanco significa pureza, inocencia y Paz, niña tonta.
–Y el negro todo lo contrario.
–Exactamente. –concuerdo. –En fin, a lo que venimos: a estudiar.
Ella suelta un sonoro suspiro.
–Aburridooo.
Meneo la cabeza negativamente.
–Bien. ¿Sabes que es la tabla periódica, no?.
Ella frunce el ceño confundida.
–Nop.
Suspiro.
–Esto no va a ser fácil. –me digo a mi mismo en un susurro, que ella logra escuchar porque sonríe.
–Debes tenerme paciencia, Einstein.
–Eso es imposible. –le respondo mientras busco la tabla periódica y se la doy. –Esta es una tabla periódica. Para el examen final, lo más probable, es que el profesor Nicholas nos haga algunos ejercicios sobre los elementos Químicos y debes aprendertelos.
Ella abre la boca sorprendida y desconcertada a la vez.
–¿Que? ¿Todo esto?. –señala con su dedo índice la tabla periódica y yo asiento.
–Esto es aburrido. Además, ¿Cómo mierda voy a aprenderme todo esto? Es demasiado complicado.
–Si. Pero tienes que hacerlo o reprobarás.
–¡Ahg!.
–No es tan dificil, Morrison.
–Lo dice el cerebrito...
La ignoro.
–Te explico. Ves este pequeño número en la esquina. –señalo con mi dedo en el punto exacto y ella asiente. –Ese es el número atómico. Y este de aquí. –vuelvo a señalar las letras mas grandes. –Son el símbolo Químico, el que debes memorizar junto con el nombre del elemento, es decir, el primer elemento en la tabla periódica es la H, que es el Hidrógeno. ¿Entiendes?
Ella asiente y puedo notar el horror en su rostro.
–¡Como odio la Química!. –exclama frustrada. Y yo sonrío divertido sin que ella lo note.
–No es tan malo como crees, solo debes verle el lado divertido, Morrison.
–¿Y cual es el lado divertido? Porque yo no lo veo por ningun lado. Solo hay números y letras incomprensibles.
Meneo la cabeza negativamente.
–¿Sabes como yo me memorice la tabla periódica?.
Silencio de su parte asi que continúo:
–Creando palabras con ella.
Ella me mira con incredulidad.
–¿Creando palabras? ¿Cómo?.
–Como dijiste, en la tabla periódica solo hay letras y números. Pero si unes las letras unas con otras formarás palabras.
–¿Eso se puede?
Asiento.
–Si. Inténtalo.
Ella hace una mueca y desvía la mirada de mi para ver la tabla periódica entre sus manos. Se que no le agrada mucho la idea de memorizarse la tabla periódica, no cualquiera lo haría. Y no es fácil hacerlo, pero confío en que lo hará o...eso creo.
Busco otra tabla periódica y busco palabras también. Al cabo de unos minutos ella habla rompiendo el silencio.
–¡Esto es muy dificil!
–Solo concéntrate, ¿Quieres?
Ella pone los ojos en blanco y resopla. Luego levanto la mirada y la veo concentrada observando la tabla periódica mientras presiona el lápiz sobre sus labios.
Se ven rosados y suaves, tengo que pasar saliva y apartar la mirada.
Debo concentrarme.
Solo no la mires.
–¡Encontré una!. –exclama emocionada y yo levanto una ceja mirándola.
–¿Cuál es?.
–Hierro (Fe) y Oxígeno (O). Que si mezclamos los símbolos Químicos diría: Feo
Ella se ríe divertida.
–¿Es enserio?
–Tú me dijiste que buscara palabras y eso es lo que estoy haciendo.
Pongo los ojos en blanco y meneo la cabeza. Al menos eso es un avance.
–Recuerda que tambien debes memorizarte los simbolos químicos.
–Si, si. Lo se.
Ella sigue buscando palabras en la tabla periódica y al cabo de unos segundos habla, mientras yo le presto atención:
–Vanadio (V), Plata (AG), Yodo (I) y Sodio (NA). Si mezclamos los símbolos diría: Vagina
Ella se carcajea mientras yo me arrepiento mentalmente de haberle dicho que buscara palabras.
–Empiezo a divertirme con esto, Einstein. Pero, juega conmigo, ¿Quieres?. Asi será mas divertido.
Resoplo.
–Esta bien.
Empiezo a buscar una palabra y la encuentro. Es una palabra perfecta que la describe totalmente.
–Erbio (ER), Elastecio (ES), Uranio (U), Sodio (NA), Lutecio (LU), Sodio (NA), Titanio (TI) y Calcio (CA). Y si las unimos diría: Nicolle, eres una lunática.
Ella me fulmina con la mirada.
–Ja, ja. –bufa. – Y tu eres un idiota. Lastima que eso no aparezca en la tabla periódica.
Me carcajeo frente a ella. Y hasta yo mismo me sorprendo por mi reacción. Hasta que poco a poco mi sonrisa se desvanece pero ella no aparta la mirada de mi. Me sonrojo al instante.
–¿Que me miras?
Ella se encoge de hombros sin borrar la sonrisa.
–Nada. Solo que es la primera vez que sonríes de verdad. Deberías hacerlo más seguido. Tienes una bonita sonrisa.
Trago saliva ante sus palabras y mi cuerpo entero se tensa. Aparto la mirada de ella y me aclaro la garganta fingiendo que sus palabras no me han afectado en lo absoluto.
Pero han calado muy profundo dentro de mi y siento como mi estómago revolotea estúpidamente. No debería sentirse bien. Pero, es la primera vez que Nicolle me dice algo sinceramente y ¡Ash!, es ridículo pero me agrada.
Al cabo de unos segundos ella vuelve a hablar y levanto la mirada para observarla. Se ve muy bonita, muy poco me fijo en ella porque me quede idiotizado. Es una chica hermosa y me gusta demasiado aunque intente fingir que no. Cada facción de ella me encanta, pero sobre todo la manía que tiene cuando está concentrada: muerde sus labios.
Me mojo los labios ya que los tengo resecos y los recuerdos del dia anterior me invaden uno tras otro.
Ese beso.
Ese maldito beso que nos dimos y que quisiera volver a repetir.
El corazón empieza a latirme con fuerza y trago saliva de nuevo. Ella levanta la mirada y me observa.
–Encontre una que nos identifica.
Me aclaro la garganta.
–¿Cual?
–Nitrógeno (N), Oxígeno (O), Vanadio (V), Yodo (I), Oxígeno (O) y Azufre (S). Si los mezclamos diría...
La interrumpo ya que se lo que significa si unimos los simbolos químicos.
–Novios
Ella asiente.
–Pero esa no nos identifica, porque no somos...novios.
–Lo se. Pero fingimos serlo y es divertido fingir. ¿No crees?.
Lamo mis labios rápidamente y ella lo nota.
–Bueno...solo un poco.
–¿Solo un poco?. –ella arquea una ceja divertida y yo asiento. –Tal vez deberia hacerte cambiar de opinión, Einstein.
Trago saliva nervioso.
–Tal...vez. –me encojo de hombros. Ella se levanta de la cama, en sus rodillas y se acerca a mi, dejando la tabla periódica a un lado.
Me tenso.
–¿Que...haces?.
Titubeo y ella se coloca sentada ahorcajadas sobre mi. Y en ese momento mi respiración se vuelve pesada.
–Se supone que estamos estudiando, Nicolle. –le susurro.
–¿Tienes miedo, Einstein?.
Me pregunta y bajo la vista a sus labios y luego la subo a sus ojos.
–N-no.
Ella acaricia mi labio inferior con su pulgar haciendo que cada parte de mi anatomía se estremezca. Me obligo a no cerrar los ojos ante la sensación que me produce su caricia. Coloco mis manos en su cintura para sostenerla sin dejar de mirarla a los ojos.
–¿Que somos, Stanley?.
Murmura, mientras siento la dureza en mi entrepierna hacerse más fuerte.
–Una mezcla de Azufre (S), Oxígeno (O), Molibdeno (MO), Azufre (S), Uranio (U), Nitrógeno (N), Calcio (CA) y Osmio (OS).
Ella arrugas las cejas confundida, ya que no sabe lo que significa. Pero yo si, me se de memoria los simbolos químicos.
–¿Y eso que significa?.
Me pregunta con curiosidad y entonces le dedico una sonrisa genuina mientras levanto mi mano para apartar el mechón de su cabello que cae rebelde cubriendo su rostro y lo coloco detrás de su oreja.
Entonces le respondo sin dejar de mirarla a los ojos:
–Somos un caos.
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Nota de autora
¡Ainnsss! 😍
No saben lo mucho que quería que leyeran este capitulo.
Es mi favorito ❤
Espero que les haya gustado tanto como a mi 😻
Desde un principio quería que mi historia fuese diferente a las del resto. Me encantó escribir este capitulo ❤
Pero el final, Ahhhhhh. Moriiii y volví a revivir 😍😍😍
Ahora ya saben, que después de todo, la química no es tan aburrida 🔥❤
No se vayan sin dejar sus votos y por favor dejenme sus opiniones. Quiero saber si les gusto el capitulo y que opinan al respecto. Amo leerlos ❤😢
HABLENMEEEEEE
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Te reto a que escribas tu nombre con los símbolos químicos de la tabla periódica
Será divertido ❤
Nos leemos. Si gustan pueden recomendar la historia, me haría feliz 💘
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@patrixia_escritora
Los quiero😘
Patrixia Gómez💘