[After Dark] (No edité el capítulo así que podrán encontrar más errores ortográficos que en otros capítulos
Una semana a pasado desde ese incidente en el que Janet y Edgar casi pierden la vida, una semana que para ambos fue muy distinta.
Mientras que Edgar acordaba con Bo sobre el cuidado de los niños, pues Edgar se dio cuenta que Nita y Leon no sabían leer ni escribir, así que él se ofreció a enseñarles, fue duro los primeros días pues esos dos eran tercos y no querían aprender pero que por la mano dura de Bo empezaron a recibir las clases de Edgar con mayor esmero.
La situación con Janet era distinta pues ella tuvo que enfrentar una citación con el alto mando de la fuerza especial G.
(Cuartel general de las fuerzas especiales G)
En dicho recinto se encontraba Janet de pie mientras frente a ella estaba un alto mando, una militar de grado sargento mayor, ella miraba unos papeles, al lado de la mujer se encontraba Grom sentado mientras se ponía al tanto de todo lo sucedido.
Janet sostenía su casco entre su brazo y su cuerpo, ella vestía el mismo uniforme con el que conoció a Edgar, la chica se miraba cabizbaja y apenada por lo sucedido, la sargento terminó de leer todo y se puso seria, miró a Janet y habló.
—Supongo que esta al tanto de todo lo sucedido verdad. —La mujer se cruzó de manos mientras veía cualquier cambio de actitud en la joven mujer frente a ella, Janet se puso recta y respondía con su orgullo en alto.
—Señor, si señor, sé la razón por la cual me llamaron, señor. —Ella hizo el saludo militar y respondió.
—Le pido que sea directa y sin formalidades señorita, quiero que me explique, ¿por qué que hizo eso? —Janet tragó grueso y miró al suelo, se veía avergonzada por todo eso y habló.
—No estoy segura de todo lo que pasó pues aún me parece un sueño, pero talvez fue porque era alguien de mi edad y me sentí muy atraída a él y puede que me proyecté en él...
—Pero estamos hablando de que usted dejó a su suerte a un civil que estaba planeando suicidarse, no solo eso puso su vida en riesgo y al final usted fue la razón por la cual casi mueren los dos. —La sargento se veía incrédula por lo que dijo Janet y le dio un repaso de lo que hizo.
—Sentí miedo… —Respondió Janet sin decir más, ella bajó su mirada aún más y cerró sus ojos.
—Hable más fuerte por favor.—Esta vez Grom habló, era muy distinto a como es afuera, un sujeto temeroso e introvertido.
—Dije que sentí miedo, ese civil me provocó una sensación que me iba a matar si estaba a su lado, no pude hacer nada más que dejarlo, es más hasta me arrepentí de no dejarlo morir... —Janet respondió sin remordimiento, Grom y la sargento se vieron y suspiraron.
—Sabes que seras dada de baja por esa acción verdad. —Grom le dejo en claro lo que iba a pasar más ella solo asintió con lágrimas en su rostro.
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Ahora mismo nos encontramos en el hogar de Edgar.
Edgar se encontraba afuera de su casa, en el pequeño patio que tenía, junto a él estaban Nita y Leon los cuales estaban siendo bañados por el mismo emo, solo que lo estaba haciendo con una Manguera.
Los niños jugaban y este los mojaba con El Fuerte chorro de la manguera, Bo estaba llegando a la casa y al entrar fue empapado por Edgar.
—Gracias, sentía mucho calor. —Bo traía consigo unas bolsas del compras y en su mano tenía una gran sandía verde, los niños al ver eso empezaron saltar al rededor de Bo mientras gritaban la palabra sandía.
Edgar dejó que Bo y los niños entraran y él empezó a mojarse con el chorro de agua que lanzaba la manguera, él no llevaba camisa, así quedaba a la vista lo pálido y delgado que estaba su cuerpo, aunque si podía notarse que si estaba algo entrenado su cuerpo.
Edgar empapó su cabello y lo hizo para atrás, bebía agua y seguía mojandose, él hacía todo eso sin saber que alguien lo miraba atentamente desde la entrada.
—Vaya, si sigues así la que va a terminar mojada seré yo. —Una coqueta voz hizo que Edgar gritara asustado y diera un salto, miró a la dueña de la voz y con coraje le habló.
—¡Carajo Amber! —La chica entró y se cruzó de brazo, edgar miró que la chica no llevaba esa ropa gris que llevaba sino que ahora vestía su ropa base, la misma de pirómana que usaba desde que empezó a ser una brawler.
—¿Qué? así es como me saludas ahora pequeño emo engreído. —Ella se acercó y le dio un puñetazo en el hombro a Edgar, este solo podía cubrirse el pecho con su brazo.
—¿Qué quieres que haga? Si ni esperaba volver a verte... —Este respondió secamente como normalmente lo haría.
—Bueno en eso tienes razón, no te culpo... —Ella se cruzo de brazos y miró hacia dentro de la casa—. Esta tu novia aquí adentro...
Edgar abrió ampliamente los ojos y bajó la mirada, él se entristeció pero fue momentáneo, suspiró y caminó hasta dentro de su casa, no sin antes invitar a Amber a que pasar y cerrar el grifo.
Ya adentro de la casa los dos se vieron a los ojos, Edgar le ofreció sentarse en el sofá mientras el iba a vestirse. Cosa que Amber no dudó hacerlo, ella miraba la espalda del chico y sonrió, así que quiso jugarle una broma y se levantó para abrazarlo por la espalda.
—Cielos, nunca me di cuenta cuando fue que te volviste en un papacito, tanto así que me da ganas de comerte ahora mismo. —Amber habló con un tono candente y sutil, sin embargo ella se sorprendió pues miró que el estaba muy serio y no reaccionó con sorpresa o vergüenza.
—Creo que estamos en un horario infantil como para decir eso así por asi… —Edgar habló y la pirómana no entendió a que se refería el emo, asi que este le apuntó frente a él y ella miró que estaba Leon y Nita viéndolos confundidos.
Amber se asustó y soltó al emo, ella le dio la espalda ya que no podía ver a la cara a los tres, Edgar suspiró con pesadez y fue a cambiarse, dejando a Amber con los niños que se acercaron a ella.
—Oye, comer personas esta mal. —Leon le habló a Amber y esta solo pudo sentirse avergonzada.
—Edga, no se comi'da. —Soltó Nita con dificultad, eso fue suficiente para que Leon se alegrase.
—Oye, has mejorado mucho, felicitaciones. —Nita infló el pecho de orgullo al escuchar a su hermano felicitando su logro.
Amber estaba que no podía y no quería darle la cara a los niños por la vergüenza que tenía al decir esas cosas frente a ellos, hasta que escuchó a Edgar llegar.
—Oye, pero te dije que no es necesario hacer eso. —Amber volteo a ver y miro como Bo tomaba de las manos a los niños y se fue, no sin antes despedirse de los dos.
—Que la diosa de la fertilidad los bendiga, cuídense. —Amber se sorprendió y miró a Edgar, este solo se golpeó el rostro con su mano y maldijo su suerte.
Edgar se fue a sentar al sofá y ella hizo lo mismo, quedando los dos solos y juntos en el sofá.
Amber se miraba nerviosa y tuvo que hablar para quitarse ese malestar que tenía al ver que había pasado algo que nunca iba a pensar o ver…
—Bueno, parece que me perdí mucho tiempo que ahora te volviste puñal. —Amber habló sin guardarse nada y Edgar le respondió molesto.
—Sigo siendo hetero, bueno al final que quieres… —Edgar se miraba molesto y Amber lo notó.
—Mira lo siento pero no quería molestarte a ti y tu nueva familia. —Ella se acercó al emo y este noto eso pero no se movió.
—No es por eso, sino que Bo hace eso cada vez que una chica viene aquí. —Contestó Edgar, Amber levantó la ceja y contestó entre bromas.
—¡Conque sigues de puto eh! —Ella hizo la broma y Edgar cayó en eso.
—Ya quisiera, maldita sea no puedo dejar de pensar en mujeres por culpa de… de bueno no importa solo es que si me gustaría estar con una chica pero no puedo porque estoy seguro que me puede pasar algo malo. —Amber miraba sus manos y luego le contestó algo cabizbaja.
—Pero no me cuentes tus miserias que no te lo pregunté. —Edgar se enojó y la miró a la cara.
—Entonces ¡Qué diablos quieres! —Edgar miró que su amiga estaba sorprendida y se calmó, sabía que su amiga no merecía eso y se disculpó—. Mira, lo siento si, ando un poco fuera de mi por muchas cosas y solo estoy incómodo por todo...
Amber juntaba sus dedos y jugaba tranquilamente con ellos, ella no le prestó atención a Edgar y suspiró, agarró el brazo de Edgar con su mano y el dijo.
—¿Podrías regalarme un vaso con agua? —Ella le habló tranquilamente y acercó un poco su rostro al del chico.
Edgar ser sorprendió al ver que su amiga estaba muy atenta y cariñosa con él, porque si fuera como normalmente es seguramente ya le estuviera diciendo cosas y golpeándolo mientras lo regañaba, sin embargo ella estaba atenta y comprensible, así que sin más él se levantó de su sofá y dio media vuelta para ir por el vaso de agua.
Pero fue detenido por un abrazo que la chica le propinó sin mediar palabra, Edgar no dijo nada más porque penso que era una broma de ella, pero no era así.
—Estas muy rara, ¿Qué hicistes ahora? —Edgar sonaba como un adulto regañando a una niña y esta niña hundía su rostro en la espalda de Edgar mientras abrazaba la cintura del chico pero sin dejar a más.
—Gracias... —Dijo un leve susurro a la espalda de Edgar.
—Habla bien no escuché... —Edgar ya estaba sintiéndose nervioso pues escuchaba los sollozos de la chica.
—No quiero que me veas así, solo quiero darte las gracias por todo lo que hiciste... —Dijo ella mientras lloraba, sus lágrimas empezaron a salir sin más y su sollozos se volvió en llanto…
Edgar se giró y la abrazó a su cuerpo para que esta llore en su pecho, así también aprovechando y acariciar su cabello.
—Sabes que me importa un bledo todo, pero cuando se trate de ti, el primo o Poco haré lo posible para que estén bien, aunque no sé que fue lo que hice contigo. —Edgar estaba confundido pues no había visto a la pirómana desde hace tiempo y no recordaba haberla ayudado.
Ella estuvo en el pecho de Edgar por unos minutos hasta que tomó la fuerza suficiente como para decir lo que pasaba.
—Resulta que fui inculpada por algo que no hice, yo fui culpada por un incendio en un hotel donde me estaba hospedando y hubieron 15 muertos, de esos 7 eran niños y el resto pues adultos, no recuerdo mucho porque ese día el primo me invitó a beber y solo recuerdo que estaba en mi cama y todo estaba en llamas, salí ilesa porque las llamas no me hacen nada a mi…
Edgar rompió el abrazo y se sentó en el sofá, Amber lo siguió y se sentó nuevamente con el solo que más apegada a él, ella acariciaba la espalda de él mientras con la otra mano le acariciaba la pierna, Edgar colocaba sus manos en señal de asombro, no esperaban escuchar algo fuerte como eso y menos de Amber que estaba frente a él a punto de llorar.
Lo primero que hizo Edgar fue volver a abrazar a la chica que estaba sufriendo por eso volviendo a pegar la cabeza de Amber en su pecho, lo que Edgar aprovechó para olerle el sedoso cabello de la pirómana, ella notó eso pero prefirió callarlo, así que Edgar habló.
—Ya recuerdo que quieres decir con eso, recuerdo que me dijeron algo de ti y que estabas baneada. —Edgar acariciaba suavemente el cabello de la chica sentía como un suave aroma se desprendía del cuero cabelludo de la chica, aroma que había sentido con otras dos mujeres más con las cuales había tenido cierta relación.
—Si, me habían quitado todo: plaza, dinero, cuentas, mi traje y mis utensilios. —Amber se separó del abrazo y miró a su amigo a los ojos, estos dos se encontraron mutuamente en sus mirada y solo bajaron la cabeza, ella volvió a hablar—. Me iban a correr de este parque para hacerme pagar cárcel en México y yo estaba sufriendo por eso, no sabía que hacer hasta que me llegó un mensaje diciendo que mi caso se iba a abrir nuevamente y ahora tendría que buscar la manera de exponerlo frente a los jefes.
—Tranquila, que yo se muy bien que puedes lograrlo. —Edgar seguía oliendo el cabello de la chica y esta se soltó la trenza.
—No me entiendes, sí hablé con los jefes y todo salió bien y se desestimó el caso pues vieron en las cámaras que no tenía mis herramientas conmigo, sino que alguien las puso… —Amber se separó de Edgar y se sacudió el cabello, Edgar quedó maravillado por ver eso y como ella se cubría su rostro con parte de su cabello.
—Pero la pregunta es ¿quién te quería inculpar por ese incendio? —Edgar se volvió acercar y este fue directamente a tocar las mejillas de Amber con sus dedos, ella se dejó acariciar y no solo eso sino que también apoyo su cabeza en el hombro de Edgar.
—No me importa, solo me alegro que todo terminó y puedo hacer de nuevo mi trabajo, todo gracias a ti. —Ella suspiró y se separó nuevamente del hombro de Edgar para poder hablar con seriedad—. Creo que en pocas palabras me toca decirte que te debo una…
—No digas tonterías, no me debes nada. —Edgar contestó con modestia—. Además es algo que tu también harías por mi.
Amber suspiró aún más fuerte, ella juntaba sus manos y miraba a todos lados, hasta que miró a Edgar.
—De hecho si te debo una, así que puedes pedirme cualquier cosa, así como escuchaste "cualquier cosa" —Amber hacia énfasis en esas palabras y tal parece que Edgar comprendió bien pues se quedó mirando a la chica.
Edgar tenía la boca abierta mientras veía temeroso a su amiga, él estaba algo asustado por mal entender la indirecta o entender y no acatar bien, así que hizo lo que pensó lo más factible.
—Bueno, estarías dispuesta a hacer el amor conmigo... digo no es como si fuera a pasar solo hablo por ~
—¡Pues a ese punto quiero llegar mamon! —Amber interrumpió a Edgar y este solo sonrió con un rubor en su rostro, ella estaba estaba sonrojada y prefería no ver a Edgar.
—Bueno, esto es algo que no esperaba... —Edgar no esperó más y se lanzó encima de la chica que se sorprendió por la impaciencia de este.
Edgar empezó besarle el cuello a la chica y luego bajó intentando seguir hasta llegar a los senos pero Amber le empujó a Edgar.
—Tranquilo wey, tampoco soy taco para que me comas de una. —Amber habló y se acomodaba su traje pues Edgar había sido algo rudo que ya iba quitando ciertas partes del uniforme de Amber, este solo dejaba a la chica.
—Lo siento, lo siento en verdad lo siento. —Edgar se sentía mal consigo mismo que no podía evitar querer golpearse pero Amber llegó a calmarlo.
—Ya relaja la raja morrillo, me gusta que hayas reaccionado así me hace sentir que estoy deseable pero todo a su tiempo. —Edgar la miro confundido y ella le atrapó la nariz con sus dedos—. Osea me refiero a que no podemos hacerlo aquí, deberíamos estar en un lugar más privado y cómodo, como una habitación de un local ya sabes…
—Sí, comprendo. —Edgar suspiró derrotado y miró al suelo todo cabizbajo, Amber se levantó y se hizo una cola en el cabello, pero Edgar también se levantó y aprovechó para acercarse más a ella, amber tenía sus manos ocupada y no pudo apartar a Edgar cuando este llegó a poner sus labios en los de ella.
Solo fue un beso tranquilo y sin ningún impulso de lujuria, Edgar se separó y se puso nervioso.
—[Ay wey.] —Dijo Amber toda sorprendida, luego de eso miró que Edgar estaba completamente sonrojado y eso la hizo reírse—. No mames wey, tranquilízate ya tendrás tiempo para eso.
—Lo siento, es que necesitaba saber si era cierto todo esto, es que me resulta algo que solo pasaría en sueños… —Edgar se volvió a sentar y tapaba su boca con su mano mientras veía hacia arriba.
Amber solo suspiró y le dio un puñetazo en la pierna, ella miró a su alrededor y luego habló...
—[Mira, hay que tener todo planeado ya que si me quedo más tiempo en esta casa van a pensar que si culeamos, así que te propongo esto, nos vemos en la plaza de mega city a las 8 de la noche, lleva algo bonito porque vamos a comer el [la cuillère d'or] hice reservaciones porque es un dia especial además no te preocupes que yo invito al motel]—Amber reía confianda y mostrando un poco de orgullo, Edgar la tenía fácil para burlarse de ella pero sabia que callado come doble.
Ambos quedaron de acuerdo y se dieron la mano, no sin antes Amber le dió un abrazo.
—¿Tengo que acostumbrarme a esta nueva Amber? —Preguntaba Edgar mientras le acariciaba la espalda.
—Por hoy, solo por hoy… luego de esto seguimos iguales siendo familia. —Dicho eso ella lo soltó y se marchó, dejando a Edgar con un dolor en el pecho y ansiedad al escuchar eso.
Edgar se fue a sentar y con sus manos ocultaba su rostro, respiraba con dificultad y empezó a temblar, el chico intentaba calmar sus nervios pues no quería lo vieran en ese estado, cual gelatina en un temblor se movía el chico que no podía escuchar esa palabra porque una terrible angustia y ansiedad le carcomia su ser, él no soportó más y fue directamente al baño, llegó y se miró al espejo se veía cansado y moribundo, estaba más pálido que de costumbre.
Abrió el grifo y dejó que el agua fluyera, hizo cántaro con su mano y recogió una buena cantidad para echarla en su rostro hizo lo mismo dos veces seguidas hasta calmarse, Edgar volvió a verse al espejo y miró que tenía ese dedo bigote lampiño, así que tomó una rasuradora desechable, la mojó y empezó a cortarse esos vellos en su rostro, no sin antes cerrar el grifo porque es lo más inteligente que puedes hacer, Edgar ser quitaba esos vellos sin usar una crema o algo para que fuera más fácil.
Al terminar abrió nuevamente el grifo para echarse agua busco a su extremo y tomó lo primero que encontrara sus mano, encontró un pequeño trapo y empezó a secarse al terminar notó que era un muy pequeño trapo de color rosa, el estaba extrañado pues no recordaba tener algo asi, así que lo extendió hasta darse cuenta que era una ropa interior de niña, Edgar se asustó y dejó caer la prenda, miró al extremo donde había tomando el calzón y miró que había varias prendas interior, no solo de niña sino que también de niño.
Cabe recalcar que Edgar estaba sorprendido y molesto pues el les había enseñado a esos dos que no dejaran ropa tirada por todos lados así que molesto empezó a recoger y separar las prendas, Edgar refunfuñaba molesto y así dejamos a Edgar para volver con Janet.
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En los cuarteles de las fuerzas especiales G, se encontraba una chica rubia con casco, pantalones vaqueros y una camisa color negra con el logo de bad ramdons, usaba una botas militares color negras, ella tenía una maleta del ejército a un lado, ella veía como todo era un desierto y solo una larga carretera linea que se perdía a lo largo.
Janet suspiró pesadamente, se veía desanimada pues al parecer no llegaba su transporte, pasaban las horas y el sol se volvía aún más fuerte que antes, ella estaba molesta y sudaba a mares, miró de izquierda hacia la derecha y nada, así que le tocaba caminar…
—Maldita Bibi, te voy a golpear cuando te vea. —Janet se colgó al hombro su maletín y empezó a caminar hacia la carretera, dió dos pasos y escuchó a lo largo un motor, era un motor de motocicleta el cual se escuchaba perfectamente, Janet se había alegrado pues era su amiga Bibi que no la había olvidado.
—¿Qué hay perra? —Bibi se había quitado el casco y miró a su amiga, Janet se cruzó de brazos y la miró molesta.
—Te dije que no me dijeras así. —Bibi rodeó los ojos y le lanzó un casco, Janet se lo puso y se subió a la moto.
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Ambas chicas recorrían esa larga y ardiente carretera, Janet iba callada pensando en todo lo que haría ahora que no era parte de la fuerza G y como debía de explicarle a Stu sobre la baja, Janet estaba ofuscada por tantas preguntas que no sabia que Bibi le estaba hablando.
—Yo sé que Edgar te parece guapo. —Janet se sorprendió por lo que escuchó salir de la boca de Bibi, pero no estaba segura si en verdad ella había dicho eso, así que le habló.
—No te escuché bien, ¿qué dijistes? —Bibi bajó un poco la velocidad y habló nuevamente para que el viento no le hiciera en contra.
—¿Por qué te sacaron de ese maldito tancho? —Janet se sorprendió y miró molesta a Bibi pues eso no era lo que había escuchado.
—Perra de mierda, eso no fue lo que habías dicho. —Janet le dio un golpe en la espalda a Bibi, quien molesta detuvo la moto.
—¡Bajate de la puta moto! —Janet se bajó molesta y se quitó el casco, lanzando este al suelo, Bibi vio eso y molesta le reclamó—. ¡Estupida! Fijate en lo que hace.
—¡Tú deja de joderme con eso! —Bibi estaba confundida pues Janet se veía molesta y no tenía idea de porque estaba enojada.
—¡Janet, acaso te bajó la menstruación o se te fue todo a la puta cabeza por tanto volar! —Bibi fue por el casco que estaba en el suelo pero Janet lo pateó, obviamente Bibi reaccionó muy molesta que empujó a Janet, esta se cayó pero se levantó para empujar a Bibi.
—Estupida, tú eres la ridícula que no sabe que dice y mucho menos mide su boca. —Janet volvió a empujar a Bibi pero la japonesa le conectó un golpe en la cara, eso hizo que Janet cayera de nalga al suelo.
—¡Acaso estas drogada idiota! —Bibi fue por el casco y nuevamente fue a golpear a Janet, Bibi le dio una patada en la espalda, no fue tan fuerte pero pudo escucharse el golpe—. ¿POR QUÉ DIABLOS HICISTE TODO ESO?
—¡TÚ EMPEZASTE A MOLESTAR CON ESE EDGAR! —Bibi la miró extrañada y confundida, no entendía que pasaba así que habló nuevamente mientras intentaba comprender esto.
—A ver, déjame comprender… dices que dije algo sobre ese idiota, pero ¿cuándo hablé de él? —Bibi estaba confundida pues su amiga estaba dispuesta a pelear, cosa que Bibi no buscaba.
—Me dijiste que sabías que él me parece guapo. —Janet se cuadró y le lanzó un puñetazo en la cara, la japonesa lo esquivó. —hacete la tonta, hacete que te voy a golpear.
—¡Pero estas idiota acaso! —Bibi siguió esquivando los golpes de Janet y no tuvo más que contener a Janet aplicándole una llave de Judo, haciendo que la chica cayera de cara al asfalto.
Fue un golpe fuerte que hizo resentirse a Janet, Bibi le hizo una llave de brazo para calmarla.
—Maldita, eres una mierda porque me estás molestando con ese tipo. —Janet hablaba entre diente y empezó a darle palmadas al suelo, pues estaba rindiéndose, Bibi la soltó y quedó sentada en ese asfalto que estaba caliente.
—Pero porque voy hablar de él si ni siquiera le has hablado, yo podría hablar de Edgar con otras personas que lo conozcan, ¿pero tú que sabes de él? —Bibi se levantó y Janet le siguió, solo que fue a apoyarse en la motocicleta, Bibi recordó ese incidente donde le vieron el pene a Edgar y se sonrojó completamente—. ¡Ahhhh! No me digas que te enamoraste de ese tipo por su pene…
—Cierra la boca estupida. —Janet se molestó y empujó a Bibi.
—Ten amor propio maldita, Edgar no es una buena persona, esta loco de la cabeza y si lo molestas puedes que recibas unos buenos golpes de su parte por eso no te recomiendo que te juntes con él. —Bibi dejó pasar ese empujón y se sacudió el polvo que traía encima.
—¡Te dije que te callaras! —Janet empezó a lanzar golpes a lo loco, Bibi esquivaba cada uno con gracia y empujaba a la chica cuando podía, haciendo hervir más la sangre de Janet.
—Janet, estoy hablando en serio, olvídate de ese sujeto, admito que sí me atrae pero prefiero dejarlo en algo que nunca será, pero yo no quiero que te metas con él. —Bibi se alejó de ella y Janet cayó de rodillas frente a ella, empezó a llorar.
—Yo no quiero nada con ese sujeto, yo solo quiero alejarme de todo esto, ya no quiero estar más en mis zapatos y lo peor de todo vino después de verlo matar un Spike... —Bibi se sorprendió pues la chica había roto en llanto si bien Bibi podría ser una mierda como persona ella también poseía un lado amable.
Así que se acercó a ella e intentó calmarla.
—Oye, no estoy segura de que te sucede pero sé que todo estará bien, eres una chica linda y todo, solo olvidemos todo esto y mandemos al diablo al maricon de Edgar. —Bibi le dio la mano para levantarse Janet la vio y tuvo una reacción aún peor.
—¡YA BASTA DE NOMBRARLO! —Janet se lanzó encima de Bibi y empezó a golpearla con todo lo que tenía hasta le estrellaba la cabeza con el asfalto, Bibi se molestó y empezó a usar su fuerza logrando darle unos fuertes puñetazo en el rostro a Janet que la dejaron semi inconsciente.
Bibi aprovechó y la empujaba a un lado así también se levantó y fue a patear a la chica, dos veces para ser exactos.
—¡QUÉ MIERDA TE PASA! —Bibi acariciaba la parte trasera de su cabeza, miró como la chica en el suelo tosia por los golpes que había recibido, Bibi se alejó un poco y escupió al suelo, notando que no solo saliva había en su escupida sino que también había sangre—. Estupida, espero que estés lista para perder algunos dientes.
Janet por su parte intentaba recuperarse, ella estaba molesta y miraba a Bibi con odio, por alguna razón recordó a ese sujeto que era la raíz de los problemas que estaban pasando, Janet suspira y se calmaba para no seguir así, ella se levantó del suelo y se sostenía el estómago, lugar donde Bibi la había pateado.
—Yo, yo hablé con Edgar... —Bibi miró atenta a la chica que estaba derrotada frente a ella—. Él quería suicidarse saltando del puente...
Janet tenía una ligera dificultad para hablar del debido a que para ella fue más traumático de lo que podría uno pensar, sin embargo el mayor impacto lo tuvo Bibi que no sabía ese suceso quedó estática, una fuerte ansiedad le golpeó el corazón y la estremeció a más no poder.
—Espera, ¡como que se iba a suicidar! —Bibi se acercó a Janet pues estaba muy preocupada por esas palabras.
—Ese idiota iba a lanzarse del puente que une a Súper city con mega city, lo peor de todo es que yo casi me voy con él... —Janet se alejó un poco de Bibi.
—Pero, ¿cómo paso eso? —Bibi quería saber más pues estaba desesperada por saber más.
—Y yo que sé, solo hacía mi trabajo y al final por alguna razón me proyecté en él, verlo luchar por lanzarse me hizo recordar que yo también haría eso si no tuviera a Bonnie, pero a veces siento que debería ser más egoísta y hacerlo.
Bibi miraba como su lúgubre amiga hacia referencia a suicidarse y no soportó más así que le propinó una fuerte bofetada.
—¡NO BROMEES CON ESA COSA JANET! —Janet estaba sorprendida por el golpe que no supo que hacer, ella solo quedó estática viendo a Bibi llorar frente a ella mientras le suplicaba cosas.
Janet miraba como Bibi se arrodilló frente a ella y le suplicaba algo, pero ella no podía escuchar nada pues el golpe le dejó escuchado un pitido constante.
—No, tranquila no sé… —Janet solo pudo decir eso sin saber que decía su amiga.
—Por favor Janet, tienes que prometer que iremos a un psiquiatra, eso debemos tratarlo, por favor, te puedo recomendar el que trataba a Bull y su problema de alcoholismo... —Bibi se acercó y le abrazó la pierna a Janet como si fuera una niña llorandole a su madre.
Janet solo le acariciaba la cabeza y nada más, ella se puso a pensar en esas cosas que habían pasado y ahora Bibi llorando de rodillas,
—"Eso era raro, Bibi nunca haría eso" —pensaba la chica del espectáculo, luego recordó a su hermana, si Bibi lloraba por lo que le había contado, como estaría su hermana si hubiera muerte hace una semana...
Janet no pudo más y se arrodilló frente a Bibi, ella tenía que sacar todo eso que tenía dentro, una ansiedad y un temor al recordar eso que había vivido con el emo de la bufanda.
—Bibi necesito ayuda... —Dijo Janet mientas se secaba sus lágrimas, Bibi la abrazó y le acariciaba la espalda.
—Entiendo, entiendo y aquí me tienes para estar contigo en todo... —Bibi no soltaba el abrazo y Janet sentía como Bibi le ejercía más fuerzas pero decidió dejarlo así.
Ahora esas dos tendrían una mejor amistad que las ayudará si siguen juntas.
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Mientras tanto en el parque de super city se paseaba un jovial y alegre Fang que comía rosetas de maíz, se veía alegre porque era uno de sus tantos días libres que se daba en el cine, además tenía una cita con alguien especial.
Fang miraba a su alrededor y veía con gran pasión como los niños jugaban con sus padres, como otros jugaban con pelotas de playa, unos jugaban frisbee y otras personas paseaban a sus perros, todo tan tranquilo, Fang miró que a su derecha estaba alguien que le parecía muy reconocido, esa persona bebía agua de un bebedero, llevaba puesta una chaqurta verde y pantalones azules.
Fang reconoció inmediatamente al sujeto y lo primero que hizo fue suspirar con vehemencia y luego empezó a correr para saludarlo no sin antes lanzarle una patada al trasero.
La patada fue tan pero tan fuerte que hizo dar una vuelta completa al sujeto, fang cayó de espalda al suelo y tomando impulso se puso de pies sin usar sus manos.
—Buster, el hijo de puta que estaba buscando desde hace tiempo, ¿cómo trata la vida al señor celebridad? —Dijo fang mientras veía como sus rosetas de maíz estaban regadas en el suelo,
Una parvada de palomas llegó a comer de esas sobras que se esparcieron, aunque también llegó Mr P y Crow que por alguna razón se veían de mala manera mientras comían de esas rosetas.
Fang sin darse cuenta que detrás de él podía empezar una pelea muy fuerte y sin piedad entre las dos aves del juego.
El sujeto se levantó y molesto giró para ver a fang.
Era el mismísimo Buster, el sujeto se acomodaba los lentes y miraba a Fang.
—Hola Fang, ¿cómo le va al sujeto sin novia? —Buster intentaba burlarse de fang más este se molestó y miró enfadado a su amigo.
Así que le lanzo una fuerte patada a la cabeza, Buster amortiguó le golpe con su brazo…
—Si, creo que estoy bien, pero bien molesto idiota. —Fang se acomodó y empezó a dar saltitos, Buster sabía que su amigo se preparaba para pelear.
—Oye, oye espera es solo una broma, no te la tomes a pecho. —Buster se veía asustado pues Fang molesto era lo que nadie deseaba ver.
—Tú bromita esa con Colette casi mata un amigo mío. —Fang miraba como Buster temblaba de miedo así que se calmó un poco.
—Pero cual broma, si Colette es mi novia. —Buster respondía con superioridad.
—Deja de mentir cabron, conozco cuando mientes y sé que Colette no es tu novia. —Fang se acercó al bebedero para beber agua.
—Claro que ella es mi novia, ¿Qué chica se dejaría besar frente tantas personas si no fuera mi novia. —Buster se acercó a Fang y este le hizo la seña que lo esperara.
Al terminar de beber agua le respondió.
—No sé que paso allí pero esa estupidez tuya casi mata a un amigo, te lo voy a perdonar porque eres mi mejor amigo pero mejor aléjate de Colette, ella tiene un chico que la ama y estoy seguro que ella esta súper enamorada de él. —Fang se cruzó de brazos y le respondía con toda su sinceridad, sin embargo Buster no se lo tomó a bien.
—¡TÚ TAMBIÉN ME DIRAS ESO CABRON! —Fang se sorprendió al escuchar a su amigo gritar, Buster se acercó a él con hostilidad y le empujaba con su dedo—. SI EN VERDAD FUERAS MI MEJOR AMIGO TU ESTARÍAS DE MI LADO APOYÁNDOME Y DÁNDOME CONSEJOS SOBRE COMO ENAMORAR A COLETTE.
Fang apartó a Buster y Buster le devolvió dándole un empujón que hizo que Fang cayera de trasero al suelo, esto dejó aún más sorprendido al chino que no dudó en levantarse y responderle con más sinceridad.
—No te voy apoyar en eso ya te dije que Colette tiene novio y ese es Edgar no te metas en eso porque no sabes nada.
—Y SI TAN NOVIO ES ESE EDGAR, ¿POR QUÉ NO ESTÁ CON ELLA? —Buster seguía molesto y seguía levantando la voz eso estaba empezando a molestar a Fang.
—Baja la voz, estamos en un parque y todos nos están viendo. —Contestó fang aunque para lo otro que le había dicho Buster no tenía nada que responderle.
—Me da igual esta gente, al igual que me que digan de ese sujeto Edgar yo estoy enamorado de colette y ella me ama o algo así no estoy seguro pero no me voy a detener por algo así, me escuchaste. —Buster le dejó en claro a Fang todo y el chino solo pudo suspirar.
—Buster si te digo todo eso es por tu bien, no estoy en tu contra soy tu amigo y quiero dejarte en claro que prefiero tu integridad física que tu felicidad y créeme que vas a buscarme pidiéndome ayuda cuando uno de esos dos vaya por tu cabeza y no lo voy hacer, puedo pelear con Edgar y ganarle pero en el juego, aquí en la vida real me da temor y mucho más Colette por eso no soy tan cercano a ella. —Fang le puso más suspenso al asunto para hacer que Buster tuviera una duda, sin embargo no sabia que estaba diciendo algo que en parte era cierto.
—Si, si claro; como si me importara esa mierda y te diré lo mismo que le dije a Penny, yo estoy más loco y le daré su merecido a ese Edgar, por favor Fang yo también soy fuerte y no le temo a ese Edgar, por Dios hasta su nombre suena débil y homosexual. —Dicho esto Buster dio media vuelta y dejó a fang algo molesto.
—¿Oye a dónde vas? —Preguntó Fang Buster se detuvo y le respondió con una sonrisa.
—Voy a Brawlywoods, me encargaron trabajar con el señor Buzz para hacer películas, según tenían planeado pero no quedaron en nada. —Fang quedó sorprendido y le mostró el pulgar arriba.
—Suerte bro, si necesitas mi ayuda sabes donde estoy. —Fang estaba orgulloso por el nuevo empleo de su amigo, sin embargo este se tapó la boca con la mano y luego lo vio.
—Bro, sabes necesito a alguien más, alguien que pueda sostener el Boom y los efectos ya sabes tú. —Fang estaba completamente sorprendido por eso y fue inmediatamente a abrazar a Buster quien también le devolvió el abrazo.
—Bro, te quiero mucho.
—Yo igual bro.
Mientras estos dos demostraban su amor fraternal a un lado de ellos estaban Mr P peleando ferozmente contra Crow por las rosetas de maíz.
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Ahora saliendo de súper city nos ubicaremos en mega city, o como le llaman la gran mega ciudad, sitio donde las empresas y conglomerados hacen sus edificios para invertir, es una zona llena de rascacielos y múltiples apartamentos, es la zona de confort de los adinerados aunque también se encuentran muchas personas que pueden pagar tales tarifas para vivir.
Ahora nos encontramos en un apartamento de doble planta a las afueras de Mega city, lugar donde recide actualmente Colette junto a una compañera de apartamentos, ambas pagan el lugar así que no tienen ningún problema, aunque en eso realmente porque tenían ciertas diferencias debido a sus contrastantes personalidades.
Dentro del apartamento que a simple vista se veía lujoso y acomodado el cual parecía tener una renta muy costosa sin embargo era todo lo contrario pues nadie alquilaba ese apartamento por un supuesto caso de fantasmas y apraciones, Mandy como se llamaba la compañera, tuvo la suerte de llegar al mismo tiempo que Colette para poder pagar mitad y mitad el sitio, después de eso era el problema de los fantasma y pues por suerte de Mandy Colette hizo un exorcismo que ahuyentó a todo fantasma que estaba allí.
Mandy es una joven mujer de piel trigueña, cabello color amarillo con ciertos toques de color verde en ciertas partes de su cabello, dando un tono pastel en su color de cabello, ella aparentaba ser una chica alegre y jovial pero realmente era lo contrario, Mandy es una mujer áspera y seca con tonos de desprecio a la vida, algo muy contrastante con Colette.
Mandy era la definición de tener un buen cuerpo, y al igual que Colette tenía una parte baja muy curvada, un gran trasero y una cintura muy fina, mandy no tiene un busto grande pero si es lo suficientemente grande para que Supercell le ordene taparlo con una especie de capa que lleva en su uniforme, curiosamente esa misma capa le cubre su gran y sólido trasero.
Ahora mismo ella estaba descansando, veía la televisión y tomaba una taza de café. Pues habia tenido una larga jornada en su tienda de dulces, estuvieron abasteciendo el lugar y tenía que asegurarse que todo estuviera bien para una gran re inauguración de su local pues la primera vez fue destruido por una broma de su compañero de trabajo y novio.
Mandy tenía una actitud parecida a la de Edgar, seca y apática pero por extraño que parezca esa actitud desaparecía cuando llegaban sus clientes que en su mayoría eran niños.
Mandy bebía su café, sentada en un gran sofá blanco mientras en la televisión hablaban sobre el matrimonio, las mujeres que presentaban el programa daban su punto de vista, unas en contra y otras a favor, Mandy lo veían porque siempre en ese programa los debates terminaban en que ellas se peleaban y eso le causaba gracia. Todo era ameno y tranquilo hasta que su compañera de apartamento soltó un fuerte y sonoro grito.
Mandy se sorprendió por eso que dejó caer café en el sofá y fue directamente a la habitación de su compañera para ver que ella estaba sentada en el suelo viendo sus peluches de spike.
—¿Qué sucedió? —Mandy estaba completamente asustada y Colette levantó su cabeza para ver a Mandy, Colette lloraba amargamente y se levantó para abrazarla.
—Mandy, sucedió lo peor que puede pasar... —La diferencia de estatura entre las dos era muy notable, Colette era más alta que ella y era gracioso ver como Colette se tenía que encorvar para poner su rostro en el hombro de Mandy.
—Pero habla, ¿qué tienes? ¿Qué sucedió? —Mandy intentaba no dejar caer a Colette porque esta le ponía su peso para apoyarse en ella.
—Es que estábamos yo y mis peluches de spike: Spike, Sakura spike y el señor de la oscuridad spike, los dejé juntos a los tres porque son amigos, es que tuve ganas de ir al baño y cuando volví pasó lo peor, Spike y el señor de la oscuridad spike, estaban en el suelo; ellos se habían matado en una pelea por el amor de Sakura spike dejándola sola y con el corazón roto, Nooooooo. —Colette dejó de hablar para seguir llorando en el hombre de Mandy.
Que para su suerte está estaba sumamente estoica por lo que había escuchado, la incredulidad que ahora mismo estaba sintiendo la hizo sentirse como una idiota por pensar que había sucedido lo peor, así que dejo caer a Colette y se marchó sin cambiar su expresión incrédula.
—Dios, que suerte la mía... —Colette se levantó y siguió a Mandy hasta la sala y se sentó junto a ella cabe recalcar que aún estaba atacada en llanto.
—Pero Mandy di algo, por favor estoy destroza por eso, nunca vi que esos dos estaban enamorados de Sakura spike, ahora que voy hacer sin esos dos. —Mandy aún no podía asimilar lo que pasaba y seguía sin poder decir o hacer algo, ella estaba perdida en algo que no tiene nombre y todo gracias a Colette.
—Pues entierralos y compra otros dos spikes o mejor solo uno para que consuele a Sakura spike. —Mandy lo dijo irónicamente y sin expresión alguna, no quería discutir y mucho menos decirle algo a Colette porque seguramente sería perder el tiempo con ella.
Sin embargo Colette se lo tomó como algo que debía hacer si o sí, así que se limpió las lágrimas y los mocos y fue a cambiarse de ropa, se puso un vestido negro, tacones negros y un sombrero con velo negro, tomó a los dos spikes y los metió a ambos en cajas de zapatos pues los peluches eran medianos.
Mandy veía la televisión ya un poco más calmada pues como anteriormente se había dicho, las mujeres que debatían sobre el matrimonio estaban peleando, era algo que la mantenía serena y alejada del borde de la locura y eso que apenas llevaba un mes viviendo con ella.
Colette tomó a los dos que estaban en sus respectivas cajas y fue por una pala para poder hacer los agujeros, una vez preparada salió por la puerta principal no sin antes decirle algo a Mandy.
—Mandy, podrías estar conmigo cuando entierre a mis tesoros... —Mandy quería llorar por lo increíblemente ridículo que estaba haciendo Colette, no por burla sino por lo mal que era todo eso, una gran angustia le invadía el corazón a Mandy pues no sabia que hacer con esa chica.
—Colette, mi religión me prohíbe estar en un funeral que no sea de las personas de mi familia o religión. —Mandy mintió por alguna razón, sin embargo Colette se lo creyó.
Ambas estaban viéndose con los ojos llorosos, Colette por sus peluches y Mandy por lo mal que se sentía por Colette.
—Gracias por eso Mandy, eres la mejor amiga que una persona puede desear, mírate lloras porque se murieron mis bebés en un duelo a muerte por mi preciosa Sakura spike. —Mandy no pudo soportar más y lloró por tanta pero tanta estupidez que rebasaba Colette y no le quedó más que ir a llorar a su habitación, Colette se sintió agradecida pues Mandy había llorado por sus niños—. Sin duda es la mejor persona del mundo, cielos que suerte tengo.
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Mandy veía desde su ventana como Colette le daba el último adiós a los peluches mientras ella enterraba las cajas y les echaba tierra encima.
—Debo hablar seriamente con ella. —Dijo Mandy mientras veía como Colette se lanzaba al suelo donde ya estaban enterrados sus peluches, la chica de pelo blanco rodaba y se llebaba de tierra pues lloraba la perdida de sus bebés.
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Colette entró a la casa completamente sucia y aún estaba llorando, Mandy bajó las escaleras de la casa y miró que colette había entrado, Colette la vio baja y corrió rápidamente para abrazarla sin embargo Mandy la detuvo a mitad de camino.
—Colette no te me acerques, estas llena de tierra de muerto y vas a profanar mi religión si lo haces, ve a bañarte y lava bien esas ropas antes de cualquier acercamiento que tengas conmigo. —Colette comprendió y fue directamente al baño.
Mandy suspiraba por eso y fue nuevamente al sillón para seguir viendo la televisión.
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Al terminar Colette se había vestido con un pequeño short rosa y una camiseta de los bad ramdons muy parecida a la que usaba Edgar en su uniforme. Colette miró como Mandy veía acostada el Jockey profesional, la chica se acercó y miró a Mandy, la se piel trigueña se sentó y le dió lugar a Colette para que se sentara junto a ella.
Colette se sentó y le habló a Mandy.
—No sabia que te gustaba ver ese deporte. —La pelo blanco estaba sorprendida por ese detalle aunque Mandy le respondió.
—Lo único interesante del jockey es que se pueden pelear y es válido o algo así solo me gusta ver como se pelean esos idiotas. —Colette reía suavemente pues le pareció gracioso eso, aunque Mandy no quedó allí y habló algo más—. Oye, creo que deberías de buscar un novio, no puedes seguir más hablando con tus peluches.
Colette se sorprendió y miró a Mandy, quien seguía viendo la televisión.
—Pero yo si tengo novio. —Colette respondió con tranquilidad, Mandy suspiró y le respondía.
—Mira eres una chica muy Bonita y todo podrias~ —Mandy se detuvo a mitad de un discurso motivador—. ¿Cómo que tienes novio?
—Si, tengo uno. —Colette sonría sin mostrar sus dientes, Mandy quien estaba incrédula no podía creer lo que había escuchado.
—No es uno de tus peluches verdad... —La duda era la peor tortura.
—No, no es un peluche, deja traigo mi teléfono y te lo enseño. —Colette se levantó dejando con muchas dudas a Mandy, quien imaginaba que sería un algun sujeto de un cartel o alguien desconocido de internet.
Colette regresó rapidísimo y se sentó aún más cerca de Mandy, ella le mostró su teléfono y en la foto estaba Edgar sin camisa, pantalón vaquero azul y botas vaqueras, llevaba el sombrero de su skin de gatillo rápido y el poncho que le cubría el pecho, detrás de él había un fondo blanco y el pin del dislike
Mandy estaba sorprendida pues el sujeto de la foto se miraba muy joven para colette y eso alertó a Mandy.
—Colette no te parece que es muy joven para ti… —Colette miró la foto y después la miró y le sonrió.
—Es que esta foto es vieja, en ese entonces el tenía 16. —Colette le contestaba y Mandy le preguntó.
—¿Y cuántos años tenías tu en ese entonces? —Colette hacia la cuenta y le respondió con una sonrisa enamorada.
—Yo tenía 18 años para ese entonces. —Mandy suspiró y le respondió.
—Colette, aún así él era menor que tú, eso no estaba bien. —Colette reía risueña y eso molestó a Mandy—. No da risa Colette eso es aprovecharte de un menor y es delito.
—Pero Mandy, yo empecé a ser novia de Edgar cuando el tenía 23 y yo 25. —Colette hizo aparecer a su álbum de recortes y se tapó el rostro con el para tapar su vergüenza.
—¿Cómo que tienes 25 años? —Mandy estaba completamente asustada pues no creía que Colette tenía esa edad, pues a simple vista Colette aparentaba tener menos.
—Si, tengo 25 ya pronto estaré a mis 30 y eso será gracioso jejejejejeje. —Por increíble que pareciera Mandy era menor 6 años y la diferencia era que Mandy se veía mayor que ella.
—Maldita genética... —Dijo Mandy al ver lo tersa y suave que era la piel de su amiga.
—Sucede algo —Dijo Colette y Mandy solo tosio para evitar dar más explicaciones.
—Nada, nada, pero algo que me tiene con duda, es ¿Por qué nunca te he visto con el? Digo son novios no. —Mandy quería saber más de él y ella pues le parecía extraño que alguien como Colette tuviera pareja.
—Pues ya tenemos un mes y semana que no nos hemos visto, creo que tiene problemas además me di cuenta que tiene un hijo que no reconoció. —Mandy estaba completamente asustada pues la chica risueña y despistada había cambiado de actitud al decir eso último pues se miraba y percibía un increíble odio salir de sus palabras.
—¿Cómo sabes eso? —Colette miraba su teléfono y Mandy siguió hablando—. Oye enserio ¿Cómo sabes que tu Edgar tiene un hijo bastardo aunque dudo que esa sería la mejor forma de referirse a un niño.
—De hecho yo si le llamo así a ese mocoso, lo detesto, solo de verlo me hierve la sangre es idéntico a Edgar y lo que más detesto es que tiene el cabello color blanco, solo míralo y dime sino se parece.
Colette le dio su teléfono a Mandy mostrando una foto donde estaba Gus sonriendo y al lado estaba Edgar, Mandy veía eso y no le encontraba ningún parecido a los dos, habían tantas cosas distintas que era tan obvio sin embargo tuvo miedo se llevarle la contraria Colette ahora mismo.
—Eh, pues tienen los ojos parecidos y solo eso... —Mandy estaba nerviosa y le devolvió el teléfono a Colette que estaba incrédula.
—No solamente en los ojos, mira sus cejas su forma de pararse, sus mangas y su esencia emo, ese niño es un Edgar solo que feliz, cada vez que estuve cerca de ese bastardo me restregaba en la cara que su papá estaba feliz con su mamá y que yo solo era un juguete de su padre. —Colette se estaba alterando y Mandy se alejaba poco a poco de ella.
—Colette, ese niño te decía esas cosas… cielos que surreal. —Mandy intentaba entender a Colette.
—No lo decía con palabras sino con sus acciones igual a su padre, hablan más sus acciones que sus palabras.
Mandy deslizaba la foto del niño para verlo más de cerca, sin embargo se cambió a una foto donde Edgar cargaba en sus brazos a una mujer rubia que llevaba ropa de dormir una muy reveladora.
—Eh, toma creo que vi algo que no tenía que ver… —Mandy estaba sonrojada y no quería hablar de eso, Colette estaba extrañada por la actitud de Mandy y miró a foto de su teléfono y se sorprendió.
—Oh, mira encontraste la foto de Edgar y Piper, no se ven tiernos los dos juntos, me gustan tanto como se ven juntos que hasta parecen pareja. —Mandy estaba incomoda por eso que dijo Colette.
—No te molesta que tu novio esté así de cerca con esa mujer... —Colette negaba con la cabeza.
—Piper no ve de esa forma a Edgar ella no le gustan a tipos como él, ella tiene afición por los sujetos grandes, así es como ella me dijo. —Mandy suspiraba por la incredulidad de su amiga.
—Oye, hablando de tipos, hace unos días vino un señor alto pelo blanco y patillas negras, llevaba un bastón con una serpiente en la punta, preguntaba por ti. —Mandy cambió rotundamente de tema y le comento eso a Mandy, Colette estaba asustada y sorprendida que cuando escuchó la descripción del sujeto ella quedó completamente helada y la cámara se le acercó al rostro enfocando desde un punto alto la gran sorpresa de ella.
—No me digas que el sujeto llevaba una ropa color verde… —Colette miró a mandy y la cámara giró hacia ella.
—sí, también llevaba una gabardina y hablaba con acento francés, ¿Lo conocés? —Mandy miró como colette temblaba de miedo y le preguntó nuevamente—. Oye, ¿Te encuentras bien?
—Ese sujeto es mi papá... —Colette miraba temerosa a la de piel trigueña que estaba serena ante la noticia—. Por favor no le digas a mi papá que tengo novio, él es muy propenso a hacer cosas que seguramente sean malas si se da cuentas quien es mi novio.
—Claro, no le diré a nadie. —Mandy le mostró el pulgar y Colette no dudó en abrazarla.
—Gracias Mandy, eres la mejor amiga que siempre quise. —Mandy solo cerró los ojos y en su mente estaba la idea que no era bueno entablar más amistad con ella así que suspiró pesadamente.
—Igualmente…
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Edgar había terminado de limpiar toda la casa y se sentía orgulloso, todo estaba calmado sin la bulla de esos dos mocosos que sin duda se iban a ganar una reprimenda por parte de Edgar.
Dos horas exactamente desde que Amber se había marchado y eso fue algo que lo dejó más con dudas que excitación, le parecía genial que al fin iba a probar nuevamente el roze de pieles con una mujer pero por otro lado esa mujer era una persona muy cercana a él.
La duda torturaba la mente del chico que lo dejaba divagando entre sí estaba bien aceptar esa propuesta o si todo estaba mal y no debía aceptar nada de eso, Edgar se sentó en el sofá y se quedó mirando a la nada.
—Amber es lo más cercano a una familia, no creo poder hacerle eso… —Decía en voz alta, pero al decir esa palabra “Familia” le dolía más que escucharla—. No puedo seguir así, tengo que superar eso no quiero tener más en mi mente ese pensamiento que me ahoga, creo que si lo hago con Amber puede ser el inicio de algo nuevo, tal vez así pueda empezar a digerir mis sentimientos a todo lo que rodea.
Al terminar de hablar Bo entró a la casa junto a sus hijos que fueron rápidamente a buscar comida en el refrigerador, Bo miró a Edgar sentado y ambos intercambiaron miradas, Edgar le hizo señas que se sentara junto a él y en indio hizo caso.
—Sucede algo Edgar... —Bo le habló tranquilamente, Edgar colocó su mano en el mentón y acaricia esa parte, luego miró a Bo y le habló con tranquilidad.
—No vuelvas hacer eso eso Bo, quiero que dejes de hacer eso cada vez que una chica viene a hablarme, comprendo que no lo haces con mal intención pero no quiero hagas eso, si bien necesito a veces el placer, te lo digo desde ahora no lo haría en esta casa, ustedes viven conmigo yo puedo hacer eso en algún otro lugar pero no aquí, están Nita y Leon no quiero que se sientan desplazados o algo así, digo yo viví algo parecido y no me fue grato.
Bo bajó la cabeza y suspiró con tristeza, Edgar se sorprendió pues sintió que él era el culpable de eso así que iba a disculparse con él pero Bo lo detuvo.
—Me parece increíble que antes te juzgaba por tus actos en ese juego, pero realmente eres completamente distinto a lo que pensé, me duele mucho el que seas tan bondadoso con nosotros en tan poco tiempo que no sé como pagarte todo esto. —Bo lo miró a los ojos y le puso su mano en el Corazón de Edgar—. Pagaré renta por vivir aquí así que también haré cualquier cosa que me pidas.
—No se vayan todavía, solo eso les puedo pedir por ahora, además tengo que enseñarles que leer y escribir a esos dos. —Edgar señalaba a Leon y Nita, Bo miró que sus dos chamacos estaba bebiendo cartones de leche.
—Esta bien, pero no seas muy comprensivo y suave con ellos quiero que tengan conocimiento de la ciudad sin que olviden sus raíces de la selva. —Bo le respondió y se levantó para ir a regañar a los dos, sin embargo Edgar lo detuvo.
—Tranquilo esta vez es mi turno. —Edgar sonreía ampliamente y se veía malicioso, Bo salió al patio y dejó a Edgar encargado con los dos.
Edgar se acercó a los dos y se cruzó de brazos frente ellos, los dos dejaron de beber la leche y miraron como Edgar estaba serio, asi que Leon habló primero para reconocer si Edgar estaba molesto.
—Hola súper Edgar. —Nita giró y vio a Edgar ella también lo saludó.
—Edga. —Bueno ella lo hizo a su forma.
—Bueno, a este punto creo que seria estupido iniciar por preguntas estupidas cuando ya se que son olvidadizos—Nita y Leon no entendían nada de lo que decía así que asintieron por darle razón a Edgar—. Lo bueno es que entiende así que les daré su merecido.
Edgar en un rápido movimiento les tomó de las orejas y les llevó hasta el baño, el cual estaba limpio y reluciente excepto por el retrete que estaba sucio, Edgar los dejó algo y los dos niños reaccionaron enojados.
—Oye no vuelvas hacer eso, duele mucho. León se acariciaba la oreja y Nita le gruñia a Edgar.
—Te dije que si vas a decir algo uses palabras no gruñidos. —Dijo Edgar refiriéndose a Nita que hizo el esfuerzo en hablar.
—Nita e' no'ada. —Edgar sonrió pues eso era un gran avance en poco tiempo.
—Bueno, ya que están aquí les voy a recordar una vez más. —Edgar se cruzó de brazos y les dijo—. Última vez que veo su ropa interior tirada por estos sitios o en algún lugar de esta casa, si veo eso lo voy hacer lavar cosas más apestosas que un retrete, por ahora les daré este trabajo y si lo terminan antes de media hora puede que piense en comprar pizza para la cena.
Los niños se alegraron por eso y empezaron a buscar con que limpiar el retrete, Edgar se acercó a ellos y les dió una cubeta con detergente y unos cepillos para lavar retretes, además de guantes y mascarillas para que hicieran un trabajo limpio, los niños se pusieron manos a la obra y el salió al patio para hablar con Bo.
Saliendo del patio encontró a Bo hablando con alguien más y era alguien muy conocido para él, el sujeto miró a Edgar y el emo se sorprendió.
—Hola Edgar, ¿cómo sigue el ojo? —Edgar se veía algo temeroso pues frente a el estaba el Señor D.
El mismo sujeto de cabello largo y barbudo que le había hablado anteriormente, el sujeto se acercó y le dió un abrazo a Edgar para luego sobar la espalda de Edgar.
—Estoy bien, pero el ojo tiene algo mal. —Respondió un temerosos Edgar.
—Enserio, rayos y ¿qué tiene tu ojo como para quejarte desde ahora? —El hombre soltó el abrazo y le revisaba el ojo a Edgar.
Edgar bajo su ojo y al bajar el señor D miró que arriba de del ojo había otra córnea con iris y pupila, de un color naranja, el Señor D se sorprendió pues la Pupila se dilató y soltó rápidamente a Edgar.
Sacó de su bolsa de pantalón un pequeño recipiente con aparente alcohol gel y se lo aplicó en las manos.
—Te distes cuenta… —Dijo Edgar mientras se cruzaba de brazos.
—Bueno, ya sabes como son las imprentas tiene sus errores y todo nadie es perfecto. —El señor D suspiró y habló un poco más serio—. Mira no me gusta ser portador de malas noticias pero alguien tiene que decirlas, se debe a que tus esfuerzos ya no serán utilizados en la tienda de regalos.
Edgar se congeló y miró hacia atrás luego vio a Bo y al señor D..
—Espera que dices... —Edgar estaba mareado y Bo fue a ayudarlo—. ¡Qué mierda dices!
Edgar se estabilizó y el señor D prosiguió con la explicación.
—Mira hicimos un análisis de comportamiento y nos dimos cuenta que sería un muy mala idea que tú vuelvas a trabajar allí, más ahora que la tienda es propiedad de Lola y Colette su asistente.
Edgar estaba hecho un manojo de ira que estaba apunto de estallar pero Bo le decía que se calmara, Edgar hacia caso a la pasiva voz del hombre y luego miró hacia el señor D.
—¿Y qué va a pasarme a mí? —Edgar estaba más tranquilo y sereno.
—Bueno y que quieres que haga, tu sigues por tu propia cuenta, bueno ya vienen por mí. —Un auto se paró frente a la casa y D se subió en él, marchándose de ese sitio.
Bo miro que Edgar estaba sereno y relajado por todos eso que pensó que iba a estallar en cualquier momento.
—Bueno, al fin y al cabo todo tiene solución, mañana será otro día. —Edgar se había tomando eso con tanta tranquilidad que eso tenía incómodo a Bo.
—Edgar, también puedo ayudarte~
—Mañana será otro día Bo, aprende eso si quieres ser útil. —Edgar le sonrió contento y Bo sentía como el corazón de Edgar le crujía más sin embargo el reprimía ese dolor.
—Comprendo, ahora pensemos en que vamos hacer. —Dicho eso Edgar se quedó mirando el suelo y luego dijo unas palabras.
—Bo, eres un sujeto muy sabio. —Edgar parecía estar sereno pero su ojo derecho se le contaría.
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