"Su majestad, cómo su cónsul me gustaría extenderles una cordial invitación a sus hermanos para disfrutar de un fascinante recorrido por los anillos", expresó Liling con elegancia y cortesía.
Haruta y Ace mostraron su entusiasmo con gestos animados.
"Con todo respeto, su majestad, me temo que no podrá ir. Nuestra agenda está bastante apretada", agregó Liling con una mezcla de deferencia y firmeza, llevando a Ace consigo con cierta reluctancia.
Mientras tanto, Marco y Haruta fueron conducidos hacia las afueras del templo, donde fueron recibidos por un joven.
"Oh, qué alegría verlos. Estaba esperando su llegada", anunció el joven rubio con una sonrisa radiante. Vestía una chaqueta roja y lucía un casco adornado con lentes de gran tamaño sobre él. Su entusiasmo era palpable mientras levantaba el puño al aire con emoción. "Tienen suerte, porque yo, el grandioso y espectacular Lin, seré su guía personal por los anillos", proclamó con orgullo y determinación.
"Es un placer. Yo soy Marco y él es mi hermano Haruta", dijo Marco con cortesía, extendiendo una mano amistosa.
"No sean tan modestos, el placer es mío", respondió Lin, con una sonrisa nerviosa y un leve rubor en las mejillas.
Lin los guió primero por el tercer anillo, una zona exuberante repleta de altos árboles cuyas copas se mecían suavemente con el viento, y varios templos adornados con intrincados detalles arquitectónicos.
"Este es el templo de los dioses más recientes", explicó Lin, llevándolos a un majestuoso templo con estatuas de diversas deidades, cada una esculpida con esmero y reverencia.
"¿Y los espacios vacíos?", preguntó Haruta, señalando los nichos desocupados en las paredes.
"Nunca se sabe cuándo se integrará un nuevo dios. La semana pasada, la señora Bao creó un pastel de luna tan delicioso que podría haber sacrificado su cordura para hacerlo. ¿Creen que eso cuente? ¿Se imaginan? La señora Bao como la diosa de los pasteles de luna. ¡Cómo amo los pasteles!" dijo Lin, mientras su estómago empezaba a rugir solo de pensar en la comida.
Continuaron explorando varios templos más, cada uno con su propio encanto y misterio, y algunas zonas verdes llenas de flores exóticas y aromas dulces.
"Creo que eso es todo lo que les mostraré de este anillo. Es hora de ir al segundo", anunció Lin, apresurando su paso con entusiasmo.
Mientras descendían al segundo anillo. Marco sentía que estaba olvidando algo importante, pero lo dejó pasar para intentar prestar atención a la rápida y apasionada explicación de Lin sobre la historia y los secretos de cada lugar.
"¿Marco?, ¿Lin?, ¡¿Dónde están?!" Haruta se preguntó. Había perdido de vista a sus acompañantes.
Intentó buscarlos pero solo terminó perdiéndose más.
Se tumbó entre el pasto donde se quedó por un rato hasta que el olor a cal y un sonido raro le llamó la atención.
Siguió el olor hasta toparse con un templo más pequeño que los anteriores. Dentro había una mujer. Tenía una mesa preparada para dos personas.
"No tengas dudas, siéntate, el té se enfría." Dijo ella con una sonrisa.
Haruta se sentó y tomó un sorbo del té sin pensarlo mucho.
"¿Está bueno?" Preguntó ella. Haruta asintió. "Me alegro, es un placer conocerte Haruta de los piratas de Barbablanca. Soy Lilin. Quería ver si podrías hacerme un favor," Dijo Lilin.
"¿Un favor?" Pregunto Haruta aún un poco sorprendido de que supiera quién era en un lugar tan cerrado al exterior.
"Si, un favor. Verás, las energías que forman el mundo están cambiando. Las voces del mundo me llaman, me dicen que algo se aproxima. Que la mejor manera de saber con exactitud el porvenir es leyendo tu futuro" Confesó Lilin. Dejando a Haruta completamente confundido.
"Supongo, ¿que si?" Respondió Haruta. "Perfecto, vamos" Dijo emocionada, jalandolo a una habitación llena de tinta y papel.
"Vierte la tinta en el papel mientras lo sostengo" Lilin le pasó un poco de tinta mientras ella sostenía el papel.
Haruta derramó la tinta sobre el papel. Al terminar, Liling lo colocó con cuidado en un escritorio y se sentó a leerlo.
"¿Y qué dice?" Preguntó Haruta con curiosidad. "¿Señorita?" Volvió a preguntar al notar el incómodo silenció que se empezaba a crear.
Pasaron los minutos y no había respuesta. Hasta que ella se levantó y empezó a correr a la salida del templo.
"Señorita Linlin, ¡¿que sucedió?!" Dijo Haruta mientras trataba de alcanzarla.
"Es malo, malo, malo, malo," Empezó a tararear. "¿Malo?" Haruta preguntó.
Liling se detuvo.
"Joven Haruta, necesito contarle algo. Estos anillos tienen un regente por separado. El tercer anillo está a mi cuidado, junto a cada templo. Los otros dos anillos son de mis mellizos. El segundo es de Liling, y el primero de Lin." Explicó Lilin. "En tu futuro vi el primer anillo. Vi sombras. Sombras, sombras, sombras y más sombras." Lilin empezó a hiperventilar, su corazón iba más rápido, las voces a su alrededor gritaban agonía.
"El segundo anillo..." Lin se detuvo un momento, dándose cuenta de algo importante. "Joven pirata, vamos, tenemos que ir, rápido, no hay tiempo" Lilin dijo, jalando del brazo a Haruta y llevándolo al segundo anillo.
Publicado el: 29 de enero del 2023
Editado el: 15 de junio del 2024.