El mundo odia a Hinata Shouyou

By Salemmcit0

1.8K 193 22

O Hinata Shouyou vs el mundo. More

Sinopsis + nota del autor
I
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX

II

185 30 2
By Salemmcit0

Probablemente la persona que le hizo sentir tantas cosas después de mucho tiempo fue aquel chico alto, de pelo negro cuya mirada fruncida inspiraba miedo. Después se enteraría de que se llamaba Kageyama Tobio y que se le conocía como el king of de court.
Enterarse de su existencia fue lo que necesitaba para volver a sentir aquella motivación que lentamente estaba perdiendo. Ver a alguien de su edad grotescamente habilidoso con un claro interés por la disciplina y con estándares agresivamente altos, fue como una cachetada.

Claro, le parecía un ser detestable. Pero no podía evitar sentir admiración también. Y rabia con el destino; ser así de bueno a los 14 años implicaba que llevaba jugando muchísimo más tiempo que Hinata, no solo era una cuestión de talento. La vida era injusta. Aquel chico era todo lo que él no era.

Cuando se lo encontró en el gimnasio de Karasuno aquel primer día de preparatoria, se sintió abrumado. Una mezcla de rabia, sorpresa y entusiasmo lo poseyó. La rabia ganó al notar el rechazo que el más alto sentía por él. Y acrecentó aún más con los problemas que sus peleas generaron en el club de voleibol.

Aún así, que se le negara rematar hasta recibir decentemente, lo motivó. La existencia de Kageyama había despertado su espíritu competitivo que solo era alimentado cada vez que interactuaban. Y cuando comenzaron a conectar a través del voleibol, aquel rechazo cada vez fue menor y fue reemplazado por un sentido de competencia sana. Bueno, al menos para él era sana, sabia que para el resto de sus compañeros... no tanto.

Definitivamente con quien más tiempo pasaba era él, su obsesión por el voleibol era igual de intensa, por lo que estaban todo el tiempo posible en el gimnasio practicando y si este estaba cerrado, iban a un parque que quedaba en el punto medio de sus dos casas. En el segundo semestre incluso comenzaron a haber sleepovers en las que, obviamente, se dedicaban a jugar voleibol.

Su madre se encontraba feliz de que Hinata al fin hubiese encontrado a alguien con quien compartir aquella pasión y que encajara tan bien con la personalidad de su hijo. Que jugara con Natsu (por no poder negarse ante la insistencia de la niña) sumaba aún más puntos.

En algún punto incluso le preguntó a Hinata si le gustaba su amigo, a lo que él respondió rápidamente que no, que su relación no era de ese tipo. Su madre lo miró no tan convencida, pero le recordó que no había nada de malo si así fuese. Hinata lo sabía.

Un problema que se generaba con que pasaran tanto tiempo juntos era que, a veces habían descuidos por parte del pelirrojo que podían derivar en tener que dar explicaciones no muy convincentes con tal de no hablar del tema.

Usualmente no tenía problemas con cambiarse en la sala del club, debido a que era el primero en llegar. Cuando coincidía con Tobio simplemente se quitaba la polera dándole la espalda, con su pecho mirando a la esquina de la habitación. Como tenía pocos senos no se veían desde su posición. Siempre se cambiaba la camiseta con una rapidez increíble.

Cuando llegó a Karasuno decidió dejar el binder de lado, prenda que siempre le incomodó, y comenzó a usar transtape, una cinta que era parecida a las que utilizan los deportistas para evitar lesiones o mantenerlas al margen, pero esta era más gruesa. Se colocaba desde el inicio del seno hasta el final de este, en el costado de las costillas para aplanarlo. Funcionaba muy bien y era mucho más cómodo; no le generaba calor ni dolor de espalda.

Sin embargo, de vez en cuando utilizaba más de la cuenta y la cinta de color beige se asomaba cerca del omóplato. Un día su compañero lo notó.

"¿Qué es eso que tienes ahí?"

Hinata se sobresaltó al escuchar la pregunta, colocándose la camiseta blanca rápidamente, volteando para mirarlo, intentando esconder sus nervios.

"¿Te lesionaste, idiota?"

El pelirrojo pestañeó un par de veces, notando que Tobio, al estar dentro del mundo deportivo desde hace años, estaba familiarizado con las cintas kinesiológicas. Era la excusa perfecta.

"No como tal, pero fui al médico por un tirón que tuve hace unos días y me dijo que utilizara esto para no sobrecargar mis músculos".

"Tienes que calentar más, imbécil. No podemos perder tus remates" le respondió él, sin darle más vueltas al tema, dejando la habitación.

Hinata se relajó al ver que el pelinegro se había conformado con esa explicación. Tenía que agradecer que el armador fuera tan straightforward. Kageyama nunca más tocó el tema cuando la cinta se asomaba por su espalda e incluso cuando en una ocasión tuvo que cambiarse junto con sus compañeros y Nishinoya le preguntó sobre ella, él fue quien respondió.

Una cosa menos de qué preocuparse.

Aún así, en ambas ocasiones sintió cómo la culpa lo carcomía. En cada situación dónde evadía el tema se sentía pésimo, y mientras más cosas pasaban, más miedo sentía del rechazo, no solo por no tener la misma anatomía que sus compañeros, sino por no tener la confianza para contarlo, especialmente con Kageyama.

Le daba pavor pensar que se enojara por guardar tanto tiempo eso. Pero con él no era tanto una cuestión de confianza, sino que no sabía cómo hacerlo. Nunca se había encontrado en esa situación.

....

Mientras más ocasiones como aquella sucedían, peor se sentía. Pero definitivamente una que lo dejó al borde del colapso fue cuando en medio del campamento de verano le llegó la menstruación y mientras intentaba ponerse la copa menstrual esta se cayó al inodoro.

El mundo lo odiaba, definitivamente.

Se encontraba en medio de la nada, sangrando más que de costumbre debido a que no había tenido tiempo para inyectarse testosterona y terminó atrasando aquella tarea una semana. No tenía dónde comprar nada y el papel higiénico no sería suficiente, más porque el baño de hombres no era un lugar que se caracterizara por tener.

Terminó teniendo un micro ataque de ansiedad dentro del cubículo, intentando calmarse con un ejercicio de meditación que le había enseñado su psicóloga. A la que había dejado de ir porque claramente no era alguien muy responsable consigo mismo, y Kageyama cada vez que podía se lo recordaba.
Y por supuesto que él apareció, nuevamente golpeando el cubículo.

"Oye, idiota. Llevas media hora ahí dentro, sigues vivo?"

"Sí, ya voy a salir" hizo una pausa, intentando pensar en qué hacer mientras no dejaba de rascarse el antebrazo, ya teniéndolo bastante irritado.

"¿Se te acabó el papel?"

Hinata sintió cómo su cara se enrojecía.

"¡No, imbécil!" gritó. De un momento a otro se le ocurrió una solución que tendría los menores daños colaterales posibles. "¿Puedes llamar a Yachi?"

El pelinegro se quedó callado.

"¿Yama-yama? ¿Sigues ahí?"

"¿Por qué la necesitas a ella?"

"¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones?"

"¿No... confías en mí?" Le preguntó con una voz demasiado suave, hasta miedosa. Hinata sintió cómo su útero lo castigaba por la situación, dándole otro cólico.

"La necesito a ella. Por favor".

Kageyama dejó el baño sin decir nada. Al par de minutos apareció la rubia, tocando con suavidad la puerta.

"¿Hinata? Estoy aquí, ¿qué pasa?" Le preguntó con un tono que denotaba nerviosismo. Lo más probable era que el más alto tuviese una cara de muy pocos amigos, más de lo usual. "Kageyama está afuera para que nadie entre".

"Yachi, necesito pedirte un favor. En verdad dos"

"Dime"

"Lo primero es que no quiero hablar del tema. Al menos por ahora".

"Bien, ningún problema".

Shouyou respiró profundamente, cerrando los ojos. No había otra opción.

"Necesito una toalla higiénica. O un tampón, algo".

Silencio.

"... ¿Yachi?" Preguntó en un murmullo tímido y miedoso.

"No tengo" murmuró ella, intentando mantener un tono neutro. "Pero iré a conseguirme. No te preocupes, volveré pronto". Y así como vino, se fue rápidamente.

Diez minutos después Hinata se encontraba en la cancha, esperando para recibir un saque, en medio de un partido de práctica contra Nekoma. Kageyama estaba evitando su mirada, sus ojos miraban a la nada la mayoría del tiempo. Se notaba que estaba ligeramente ido, de todas formas casi no afectó a su forma de jugar, salvo en un par de ocasiones dónde tuvo problemas para calcular por un par de centímetros algunos pases.
Como era usual cuando jugaban contra ellos, perdieron. Ninguno de los dos tocó el tema. Era el último día del campamento.

Cuando volvieron a la escuela, no hablaron mucho. Eso sí, seguían practicando. Había una clara tensión, que aumentó cuando el pelinegro notó que Hinata y Yachi se habían vuelto mucho más cercanos.

El equipo en general se había dado cuenta de ello, y eso tenía a Hitoka con los pelos de punta todo el tiempo. Sin embargo, ella nunca le preguntó por aquel incidente, solo se hizo más presente al notar que necesitaba ese tipo de apoyo al darse cuenta que nadie más sabía.

Con el pasar del tiempo, la tensión desapareció, al menos la mayoría del tiempo. Sus interacciones con Kageyama habían vuelto a ser como antes y claramente Tsukishima no había desaprovechado la oportunidad de comentar con burla que el colocador había hecho las pases con "su reina". Comentario que, por cierto, incomodó especialmente a Hinata.

Sin embargo, la tensión salió a flote en medio de las nacionales, de la manera más inesperada posible. Hinata no podía creer con quién se cruzó en el gimnasio.
Yonezawa.

Debían de estar midiendo lo mismo, aunque se veía particularmente pequeña al lado de una compañera que era bastante alta. Seguía usando una melena pero ahora tenía un estilo mucho menos uniforme, con los mechones delanteros más largos que otros. Estaba usando una chaqueta blanca y larga que tenía dos líneas negras recorriendo las mangas, reconoció el uniforme, definitivamente era el de Niiyama Girls' High, la escuela que siempre representaba la categoría femenina en la prefectura. Qué bueno que había seguido jugando voleibol, se veía contenta.

"Hinata!" Como era de esperarse al tener una apariencia tan reconocible, ella fue quién se acercó primero, saltando a sus brazos para abrazarlo com fuerza.

"Yonezawa. Mucho tiempo sin vernos" le dedicó una sonrisa amplia, abrazándola también.

"Qué bueno que al fin tienes un equipo, tuve que dejar la escuela por problemas familiares y no tuve como contactarte" le explicó mientras se rascaba la cabeza, apenada. "Me alegro de haberte encontrado, te ves bien".

"Digo lo mismo, creciste bastante. Yo… no tanto". La castaña rio, dándole una palmada bastante fuerte en la espalda.

"Sí, pero definitivamente me veo enana al lado de esta gigante" le dijo divertida, pegándole un codazo a la otra chica. "Ella es Kanoka".

Definitivamente medía más de 1'80, por lo que se encontró nuevamente maldiciendo a su genética. La saludó agitando la mano, con ella haciendo lo mismo, sonriendo.

"Un gusto"

"Oi, Hinata. Ya nos va a tocar jugar, apúrate" le dijo Kageyama mientras se acercaba, con una cara que expresaba bastante desagrado.

"Bueno, Yonezawa. Este gruñón es Kageyama" le dijo divertido.

"Te conozco, siempre te veía en los partidos" le dijo, sin parecer afectada por el aura negativa que rodeaba al colocador. "Tus pases son muy buenos, estaré atenta a sus partidos, me imagino que ahora son aún mejores".

"Definitivamente, Kageyama me hace volar, con él soy capaz de ver el otro lado de la cancha. ¡Una vez superé el bloqueo de un tipo de dos metros!" Le contó entusiasmado, prácticamente saltando y haciendo varios sonidos ridículos mientras explicaba, muy distraído con la conversación para notar que su amigo se había sonrojado. "También intentaré ver tus partidos, ¿cuál es tu posición?"

"Soy libero, Kanoka es la ace del equipo" le contó con orgullo, comentario con el que la susodicha escondió su rostro en el cuello de la chaqueta.

"Que genial, yo soy bloqueador central" comentó, parándose com orgullo. "Bueno, Yonezawa. Tenemos que ponernos al día en otro momento, ahora tengo que irme" le sonrió, notando que Kageyama se estaba impacientando. Abrazó a la chica y se alejó del duo, caminando junto a su compañero en silencio.

"¿Cómo puede ser que conocieras a esa tipa?" Le preguntó con una ceja alzada.

"Éramos compañeros en la escuela media" le dijo mientras estaban por llegar al puesto de camisetas. Lo miró con una sonrisa burlona. "¿Estás celoso?"

El pelinegro simplemente rodó los ojos, sin decir nada, yendo a comprarse una camiseta. Hinata rio para sus adentros, siguiéndolo, comprándose la que decía "el camino del ace".

Lamentablemente, Kageyama se volvió cada vez más reacio mientras Hinata pasaba su tiempo libre con su amiga de la infancia. Aunque, claramente, estaba tan distraído que no se dió cuenta hasta que Yachi se lo comentó una noche.

"Tú sabes que él no sabe socializar ni compartir sus necesidades. Está más cerrado que de costumbre. Quizás deberías hablar con él para preguntarle qué le pasa" le dijo, mirándolo apenada. "No es tu responsabilidad hacerte cargo de cómo maneja sus emociones, pero ambos sabemos que lo intenta. Y que lo lleva mucho mejor que antes".

Hinata se quedó mirando al suelo, jugando con sus dedos. Sintiendo nuevamente culpa. Su atención era tan volátil que no se había dado cuenta que había dejado de lado a quien actualmente podría considerar como su mejor amigo.

"Lo haré después del partido de Kamomedai. No creo que sea buena idea alterar nada antes de eso".

Y como otra muestra de cómo el destino lo odiaba, la conversación nunca ocurrió porque el bloqueador central terminó en cama sin siquiera poder terminar el partido debido a una fiebre causada por sus típicos descuidos. Nuevamente sentía culpa. No podía evitar sentir que habían perdido por su irresponsabilidad.

La soledad y su silencio, a causa de estar solo en una habitación en el hotel, no hicieron más que empeorar su situación. Tuvo suficiente tiempo para reflexionar sobre sus acciones, sabía que no había hecho nada malo de por sí. Pero también sabía que quizás debió haberle prestado más atención a su amigo, más al darse cuenta que era bastante probable que en su cabeza estuviera repitiendo lo que vivió en su escuela anterior. Kageyama no se merecía eso.

Todas sus pensamientos estaban siendo ordenados de forma bien caótica, entre los leves momentos de conciencia a causa de la fiebre.

Alrededor de medianoche lo despertó el sonido de unas pisadas. Abrió levemente los ojos, viendo una figura borrosa que traía consigo una manta y un futón.

"¿Tobio?" Murmuró débilmente, sin tener el pudor suficiente para evitar tratarlo por su nombre de pila. Cosa que ya hacía su mente.

"Cállate, idiota. No gastes energía".

No dijo nada más y simplemente se recostó a su lado, acercándose lentamente. En otro acto de un Hinata imprudente a causa de la fiebre, decidió por acabar con la distancia que los separaba y apoyó su cabeza en el hombro de su compañero, sintiendo el roce de una mascarilla a la vez que los largos dedos del colocador acariciaban su cabello. Nunca habían estado tan cerca. Pero no se sentía incómodo.

"Perdón".

"¿Por qué te estás disculpando?"

"Por mi culpa perdimos"

"Si que tienes un ego gigante, Shouyou" murmuró él pelinegro, dándole un ligero coscorrón en su sien.

"Eso es por culpa tuya. Siempre eres tú quien me repite hasta el cansancio que no me puedo permitir enfermarme y todas esas cosas" murmuró mientras sus labios se fruncían, haciendo un ligero puchero. "¿O acaso dices esas cosas porque te preocupas de mi, softie-yama?"

El susodicho se quedó callado. Hinata tampoco dijo nada, sabiendo que su silencio era una forma tímida y pasiva de confirmarlo. El más bajo bostezó, a ese punto su percepción del tiempo estaba bastante trastoscada. Sabía que estaba durmiendo intermitentemente, pero pareciera que su amigo no. Lo sentía demasiado tenso como para que lo estuviese haciendo.

"Tobio?"

"Mmh?"

"Perdón"

"¿Ahora por qué te disculpas, tonto?"

"No era mi intención ignorante" murmuró suavemente, alzando la cabeza para mirarlo. Kageyama, como era de esperarse, no dijo nada. Simplemente lo vio a los ojos por unos segundos hasta que desvió la mirada. "Estaba muy emocionado por reencontrarme con Yonezawa. Había desaparecido de mi vida de un día para otro, y nos llevábamos muy bien, pese a que no éramos tan cercanos. Debí darme cuenta".

"No es tu responsabilidad cuidarme, Hinata".

"De todas formas, sé que te cuesta expresar cómo te sientes, y yo soy alguien que sabe leer a las personas. Me pude haber dado cuenta, fue Yachi quien me lo hizo notar. No quería dejarte de lado, más sabiendo lo que pasó con tus compañeros de equipo antes. Nunca haría algo así".

El pelinegro se quedó callado, sin saber muy bien que decir, solo se dedicó a acariciar el cabello de su amigo cuando se había vuelto a recostar.

"También has estado muy apegado a Hitoka" murmuró al rato.

"¿Celoso?"

"No" hizo una pausa, como si estuviera eligiendo sus palabras. "Solo me llama la atención, ¿fue por lo que pasó en el campamento?"

Ahora Hinata fue el que no dijo nada.

"Sé que no quieres contarme. No entiendo muy bien por qué pero si me dices que no estás enojado conmigo ni nada… bueno, todo bien, supongo" murmuró con un poco de desgano.

"Ella era la única que podía ayudarme en ese momento" se limitó a decir.

"Espero poder ayudarte la próxima vez".

Shouyou volvió a levantar la cabeza, para mirarlo. Le acarició el cabello que estaba encima de su frente con suavidad, intentando ignorar el nudo de su garganta. Depositó un ligero beso en su sien.

"Buenas noches, Yama-yama"

"Buenas noches, Shou".

Continue Reading

You'll Also Like

162K 12.3K 77
"Morirรญa por tรญ" โ€ข Historia de Alexa Grimes, de 22 aรฑos, Militar, hija del Sheriff Rick Grimes. En medio del apocalipsis conoce a Daryl Dixon, un ca...
667K 97.6K 96
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decรญan ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
2.5M 253K 134
Dรณnde Jisung tiene personalidad y alma de niรฑo, y Minho solo es un estudiante malhumorado. โ โ”๐˜”๐˜ช๐˜ฏ๐˜ฉ๐˜ฐ ๐˜ฉ๐˜บ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜จ, ยฟ๐˜ญ๐˜ฆ ๐˜จ๐˜ถ๐˜ด๐˜ต๐˜ข ๐˜ฎ๐˜ช๐˜ด ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ซ...
90.3K 11.5K 51
No es gratis que nuestros caminos se han cruzado...Desde otra vida te habรญa encontrado Una continuaciรณn de "ยฟCuantas Veces?"