Abrí los ojos, contemplando la oscuridad de la habitación.
Sentía dos cuerpos calientitos junto a mi, uno a cada lado, acompañado de una respiración en mi cuello y un leve peso en mi pecho.
Miré la pared, obsevando el reloj.
Falta poco para 1:00 am
No estoy segura a qué hora me dormí.
Hace un par de horas seguramente.
Lo último que recuerdo es haberme recostado en la almohada mientras veía una peli con las chicas, antes de eso me había tomado un par de pastillas para el dolor.
De seguro me dormí en medio de la película.
Miré al rededor, tratando de recordar por qué desperté.
Fue ahí cuando sentí mi garganta seca y con cierta molestia.
Me senté con cuidado sin despertar a las chicas, me quedé quieta al ver como se movieron, pero pronto se acomodaron en las almohadas.
Avancé como pude hasta el borde de la cama, quejándome en el instante en el que puse mis pies en el suelo.
Un fuerte y agudo dolor se apoderó de mi, pero traté de ignorarlo para no despertar a las chicas.
Traté de levantarme, con mucha dificultad, Lisa abrió sus ojos al sentir mis suaves quejidos y el movimiento en la cama.
—¿Qué crees que haces? —Preguntó encendiendo la luz.
—Tengo sed —Miré a Lisa, quien estaba despertando a Jennie.
—No te muevas de ahí —Se levantó al ver que Jennie despertó.
—¿Por qué quieres levantarte? —Jennie me miró.
—Dijo que tiene sed —Lisa se cruzó de brazos, la mirada de ambas decía 'sabes que no debes hacer esto'
—Para eso puedes despertar a Lisa, o a mi, o a ambas
—Pero me siento mal —Suspiré, sintiendo como Lisa comenzaba a recostarme de nuevo. —Me han cuidado mucho desde que llegué del hospital, no han hecho nada más que eso
—Y estamos felices de hacerlo —Lisa me miró. —Estás herida, no puedes obligarte
—Pero--
—Nada de 'peros' —Interrumpió Jennie con su índice en mis labios. —Estuviste en un accidente, uno muy fuerte, por eso queremos cuidarte así que no nos cuestiones —Acarició mi mejilla. —Por favor, déjanos cuidarte
Aún recuerdo ese día.
El miedo en mi cuerpo...
Fue hace un par de días, todavía tengo flashbacks y ansiedad al recordar.
Había salido con mis amigos, ya venía de regreso a casa.
Aún era temprano y no estaba borracha o algo por el esitlo; solo había salido un momento por algo de comida y unas cuantas cosas más.
Pero como dicen por ahí:
"Puedes ser muy buen conductor, pero no todos lo son..."
Entonces, a pesar de que yo estaba en mis 5 sentidos, el conductor del otro auto no lo estaba...
Mi auto quedó totalmente destruido y yo casi que también.
Varias costillas rotas, una pierna rota, un fuerte golpe en la cabeza, mis muñecas se doblaron produciendo un esguince en ambas, y muchos moretones y cortadas; algunas tan profundas que tuvieron que operarme para cerrar las heridas.
Al estar recuperándome, las chicas han estado exageradamente atentas a cualquier movimiento.
—Bien...
—¿Qué quieres tomar? —Lisa se puso sus pantuflas de patito. —Yo lo traeré para ti
—Agua fría
Ella sintió y besó mi mejilla antes de salir.
—¿Estás bien? —Jennie acariciaba mi rostro. —Ya que todas estamos despiertas, ¿necesitas algo más? ¿Tienes hambre? ¿Un dulce o algo?
Negué. —Aunque si tengo un poco de frío
Ella se levantó y tomó uno de los abrigos de Lisa, ayudándome a ponérmelo. —¿T-te duele? —Negué y ella suspiró con una sonrisa. —¿Algo más de lo que quieras hablar? ¿Has tenido pesadillas? ¿Está todo bien?
Lisa y Jennie usualmente se la pasan haciendo preguntas, para asegurarse que esté bien, no solo físicamente.
Pero desde el accidente, han aumentado mucho la intensidad.
Es tierno.
Eso demuestra que de verdad les importo y lo mucho que me aman.
No importa lo que pida ni la hora a la que lo pida.
Lo que necesite, ellas están ahí.
Y ahora más que nunca, están ahí para asegurarse de mi bienestar.
El accidente las tomó por sorpresa, tenían mucho miedo.
Pero eso es un tema que se discutirá después.
Por ahora, lo importante es mejorar.
Ellas tienen clara su prioridad y lo que deben hacer.
—Estoy bien —Tomé su mano con cuidado. —Gracias por cuidarme
—Oye, yo también te cuido —Lisa entró haciendo un puchero. —¿Quién acaba de traerte un vasito con agua?
Reí ante su pequeño drama, tomando el vaso de sus manos con cuidado.
Jennie me sostuvo por detrás ya que no podía apoyarme en mi otra mano porque estaba vendada desde la mitad del brazo hasta los dedos.
—Lo sé —Miré a Lisa. —Ambas me cuidan, siempre lo han hecho; pero más ahora y estoy agradecida
—Estamos aquí para ti
—Veo que tienes frío —Lisa se acercó al verme con su abrigo, tomando el vaso y dejándolo en la mesa. —Siempre te ves tan hermosa con ese abrigo
No pude evitar sonrojarme al sentir como ambas besaban mi rostro.
—Te amamos, pequeña —Lisa me miró con intensidad.
—Y yo a ustedes —Bajé la mirada tímida.
—Por favor, no trates de salir de cama por tu cuenta hasta que ya puedas al menos caminar —Jennie suspiró señalando mi pierna rota. —No queremos que te preocupes por nada, estamos aquí para ti, por eso tienes 2 novias y no solo una
—Lo sé, lo siento si las preocupé —Asentí. —Prometo que si necesito algo, les diré
—Bien
—¿Segura que no necesitas nada más? —Jennie preguntó una vez más.
—Solo estoy cansada por ahora, ¿les molesta si seguimos viendo TV?
—Claro que no —Lisa negó y Jennie la encendió mientras ambas se acomodaban junto a mi.
Escuché el ruido de la tele y sentí como Jennie se acostó junto a mi.
Ella se recostó en mi hombro, mientras que Lisa hacia lo mismo.
—¿Esto te molesta? ¿Te duele?
—No, me gusta —Respondí con una sonrisa y ambas me dieron un corto beso.
—Si están cansadas, pueden dormir
Negarron al mismo tiempo. —Estamos bien —Respondió Lisa.
—No hay nada mejor que pasar el tiempo contigo —Sonrió Jennie. —Las amo a ambas
Lisa y yo le respondimos con una sonrisa, y un pequeño suspiro escapó de mis labios al sentirme tan bien entre ambas.
Tal vez estos próximos meses no serán tan horribles a pesar de que no puedo hacer mucho.
Después de todo, tengo a mis chicas favoritas junto a mi...