Mi mano seguía aún en la mejilla del chico de olor a canela, tenía una linda sensación en mi pecho como si fuera orgullo mesclado con alegria había podido tocar a mi destinado y esta vez no se desmallo o me golpeo con una caja, el seguía viéndose lindo, solo que al parecer su rostro se había teñido de un tono carmesí el cual dadornaba el área de sus mejillas y nariz.
— Tan bonito —le susurré.
Desgraciadamente la linda vista que tenia no duro mucho porque alguien habían interrumpido en ella, algo estaba tocando el vidrio del lado de mi ventana, así que deje de mirar a mi chico lindo con pijama de dinosaurio y dirigi mi vista hacia la dirección donde estaban tocando la venta del auto, o sea a mi izquierda. Era uno de lo encargados de mi seguridad un beta alto de cabello azabache de tal vez unos 25 a 30 años arriba de uno de los modelos de motos que a los chicos de seguridad les gusta usar, una Yamaha YZ125.
Baje un poco la ventanilla del auto para empezar a hablar.
— Alexander, ¿Qué sucede? —le llame por su nombre puesto que él ya llevaba años trabajando con la familia.
— Señor, lamento molestarle, pero quien debería preguntar eso soy yo, ¿sucedió algo malo con la troca?, porque se la podemos cambiar por la que traen los morros —me preguntó bastante preocupado.
— Descuida, no le paso nada, solo debía contestar una llamada, dile a la plebada que en unos segundo seguimos —conteste mientras volví a encender la camioneta.
Al escucharme decir eso Alexander regreso a su puesto que era detrás mío y seguí mi camino a el rancho.
— Cuando lleguemos al rancho te explicaré las reglas —
— Yo no plancho, ni barro, ni voy por mandados, tampoco sigo ordenes, ni tiendo la ropa y menos cocino —Me respondió rápidamente con un tono molesto.
— No te quiero de sirvienta —
— ¿entonces reglas de qué o qué? —
Ignore sus pregunta y seguí conduciendo mientras respiraba el aroma de la camioneta la cual ahora tenía el aroma de ambos, chocolate amargo y tequila, que son mis aromas junto con los de él, vainilla, canela, leche lo cual era indicio de que aún estaba chiquito y ¿genjibre?, "¡eso era! Su tercer aroma es genjibre" pensé satisfecho de al fin encontrar el aroma.
No hizo falta que yo manejara más de 10 minutos porque llegamos bastante rápido al rancho. En la entrada ya sé encontraban haciendo cambio de turno, estaban 4 chicos haciendo guardia afuera detrás de unas barricadas hecha de costales de arena y los otros dos que cuidaban las puertas, al ver llegar las camionetas el portón se abrió rápidamente.
— Ya llegamos, cachorro — susurré.
Lleve la camioneta hasta la entrada de mi pequeña casa en el bosque, adoraba esta casa desde que era niño, siempre fue una de mis favoritas, papá decía que esta casa siempre era imposible de encontrar si no conocías el área como la palma de tu mano y tenía razón, el pueblo más cercano esta a 1000 Km, por eso los almacenes siempre estaban llenos y hasta teníamos una pequeña área médica en donde había todo lo necesario hasta para hacer una cirugía.
Al detener la camioneta frente a la entrada volteé a ver a mi chico dinosaurio. Tenía los ojos cerrados, "El sueño lo tiene pesado, eh" pensé con burla así que baje del auto para luego dirigirme rápidamente a la puerta donde se encontraba el y cargarlo como hace unos momentos, como una princesa, pase un brazo por entre su espalda y otro por debajo de sus piernas y comencé a subir las escaleras que me llevaban a la entrada de la puerta de la casa. Algo curioso del pequeño omega era que realmente era pequeño tal vez no media más de 1.65 M, cualquiera diría que se ve frágil.
La puerta fue abierta como siempre de manera bastante rápida y no hizo falta que tocara, detrás de la puerta ya se encontraba mi nana viéndome fijamente con una cara de bastante confusión.
— Mi niño, ¿Cómo se encuentra? —Pregunto mi nana con confusión después vi como ella estaba olfateando el aire como buscando algo raro en él— es un cachorro, ¿por qué trajiste un cachorro aquí?, su padre se molestara bastante cuando se enteré. —me dijo casi en un susurro.
— ¿Qué va?, mi 'apá no se va a enojar porque nunca lo sabrá —le dije con burla mientras seguía mi camino con dirección a mi habitación, sabía que no tardaría mucho para que mi chismoso de confianza llegara con lo que le había pedido buscar.
Mientras caminaba con dirección a mi habitación pude sentir el fuerte aroma a enojo de mi padrecito cerca, al parecer él ya estaba en casa y había llegado antes de tiempo, así que camine más rápido, casi corriendo, mientras rezaba el Ave María en mi cabeza con la esperanza de no toparme a el loco mayor de la casa. El chico que traia en brazos seguía dormido hasta tenia sugetadas sus manitas a mi camiseta, no sé en que momento él se había sujetado, pero ahí estaba.
Cuando llegue a la habitación, abrí como pude con una mano la puerta, entre rápidamente y con mi cadera golpeé la puerta para cerrar la habitación fui directo a mi cama y recosté al chico sobre la cama, al ver que ya estaba bien acomodado me aleje lentamente de la cama para dirigirme a la puerta
— Pensé que el viaje duraría menos —escuché su voz de forma burlona.
Volteé hacia atrás y ahí estaba otra vez esos ojos en tono azul claro, brillantes y atrayentes como la última vez que los vi. Me quedé ahí quieto parado viéndole confundido hasta que decidí hablar.
— ¿viaje durar menos?, aguanta, ¿siempre anduviste despierto pero me hiciste pendejo? —pregunté confundido y ofendido.
— ¡Sip! —Respondió feliz— ¿Qué es pemdejo?, en mis clases de español eso no venía —
— Olvídalo, debo irme, te quedas acá, no salgas de acá y no le abras a nadie, ¿entendido cachorro? —le pedí tratando de no sonar tan brusco.
Pude ver como sus ojos se ponían más brillosos pero ese brillo era causa de que comenzaría a llorar.
"¿Ya viste lo que hiciste pendejo?"
Y ahí estaba otra vez la voz de mi lobo.
Me acerque rápidamente hasta dónde él, me quite mi tejana que maravillosamente había olvidado que traía en mi cabeza desde el inicio del día y llegué hasta dónde la cama al lado de él, sentándome en una orilla de la cama.
— M-me me estas estas... —hizo una pausa y tomó aire para luego gritar— mi alfa me estas ordenando —terminando aquellas palabras vi como iniciaba a llorar.
Ni idea de donde había sacado tantas lágrimas pero ya estaba llorando, y me preocupaba que el estuviera llorando, mi pecho sentía una punzada horrible de solo verlo llorar, sentía como si algo se me clabara.
— Tranquilo bonito ven —lo tome de los ombros y lo atraje a mi para abrazarlo dejando su cabeza sobre mi pecho mientras que con una mano trataba de darle caricias en la espalda.
— Fe-felix te dijo que nos-nosotros no hacemos esas cosa —dijo entre hipidos mientras lloraba.
"Que chingon, nuestro omega es un dramático y me duele verlo llorar" le comenté burlón a mi lobo
"Es que es él poder del amor" Me contestó rápidamente pero sabrá dios que quería decir.
— Y no te lo estoy ordenando hermoso —trate de sonar lo más tranquilo posible— Solo que resulta que hay alguien malo afuera que no quiero que sepa que estas aquí
— ¿Alguien malo, alfa? —susurró aquella pregunta mientras seguía llorando.
— Si, cachorro —lo trate de acercar más a mi y le cargue mientras me acomodaba con él en la cama— avísame cuando me pueda ir
Vi como levantó su cabeza la cual hasta hace unos segundo se había mantenido en mi pecho pero ahora lo tenía mirándome, sus ojos en tonos azules aún estaban ahí mirándome.
— Un besito —me pidió sonando feliz mientras por sus ojitos aún salían lágrimas.
— Esta bien —le di un beso en su nariz— ¿ya?
— No, ¡ahí no! —grito levemente sonando indignado.
— Si no somos novios no —
— Pwro-
Y el volvió a llorar con más fuerza.
— Aún estas chiquito — susurré mientras le daba un beso un la frente.
— P-pero tengo 19 años —me confesó
— ¡Su mecha!, soy dos años mayor que tú —Dije sorprendido
— Pero en menos de un mes cumplo 20 años, alfa —dijo molesto mientras hacía un puchero
Y el sonido de la puerta siendo abierta sonó, junto con ese aroma de tequila con cítricos y molestia entro a la habitación, lo que me hizo voltear rápidamente a la entrada.
— ¡Tú, maldito enano! —Un grito molesto de mi padre se escucho mientras me señalaba con su dedo índice de su mano derecha— ¿Cómo te atr— su pregunta quedó a la mitad por qué al parecer vi como volteaba a ver lo que estaba al lado mío.
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Quisiera decir que el omega de Felix tiene mas confianza con Changbin porque obviamente sus lobos ya se conocen de vidas, además son destinados y en mi cabeza de cacahuate con idea de hacer un fanfic sin sentido queda nice.
Paso foto de la humilde casa de Changbin 😋
Hagan de cuenta que esta en medio de un bosque, por favor.
Y esa será una de las motos que usa la gente del fanfic 😔👍