ππ”π“π“π„π‘π…π‹π˜ ━━ 𝗿𝗲𝗺...

By s-sweetxnewt

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Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ 𝟎𝟏 samantha pierce
Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ 𝟎𝟐 sirius and his plans
Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ πŸŽπŸ‘ study quote
Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ πŸŽπŸ’ astronomy class
Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ πŸŽπŸ“ halloween party
Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ πŸŽπŸ” quidditch match
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Λ†α³ΰΉ‹ΩžΦΌΧ„πŸ¦‹Ϋ£ΦΌΦΌΦ¬Φ½Φ»κ¦Ώ 𝟏𝟎 hogwarts library

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By s-sweetxnewt

⟠ 𓂃 𝚋𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛𝚏𝚕𝚢 ៸៸ ♥︎
➢ capítulo X [ 🦋 ]
໋᳝݊▹֛◌ ▂▂ ❪ 𝐡𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐚𝐫𝐲 ❫


El jueves, el día después de la clase de pociones, Sam y Remus se juntaron en la biblioteca de hogwarts para poder empezar a hacer su ensayo de pociones.    

Sam se sentía realmente estúpida al encontrarse nerviosa, pues desde que inició el año y conoció a Remus había pasado mucho tiempo a solas con él, por lo que no podía evitar sentirse tonta cada vez que se imaginaba a solas con él. ¿Así se sentía estar enamorada? ¿Lo estaba? No se sorprendería si así fuera, pues nunca antes había conocido a un chico tan encantador tanto en el exterior como en el interior.

Se miró en el espejo de su habitación una última vez, arreglando su falda gris subiéndola unos dedos más sobre la rodilla, ajustando su camisa blanca hasta que la forma de su cuerpo se viera de forma clara, y sacudiendo su cabello para darte un toque desordenado. Se sentía como Jenny antes de alguna cita.

Caminó tranquilamente hasta la biblioteca, entrando y dándole una sonrisa a la señora Pince (ésta solo la miró con el ceño fruncido). Buscó a Remus con la mirada y lo encontró sentado en una mesa en medio de la biblioteca con varios libros. Estaba ansioso, aquello Sam lo notó por el rápido y repetitivo movimiento en su pierna.

—Hola, Rem —saludó ella, sentándose a su lado rápidamente. Quizás solo para disipar los enormes nervios que sentía en su estómago, como mariposas revoloteando escandalosamente.

—Samy, por un momento pensé que no llegarías.

—De nosotros dos yo no soy la impuntual —lo molestó, dejando caer sus cuadernos en la mesa.

—Ja, ja. No me diviertes.

—Pero te hice sonreír —Sam no sabía que la única razón por la que Remus sonreía era porque ella lo estaba haciendo. —¿Cómo quieres empezar esto?

—La verdad no quiero hacerlo —respondió Remus como un niño pequeño, dejando caer su peso en la silla detrás de él.

—El trabajo es largo, tenemos que avanzar algo.

—Odio a Slughorn y sus estúpidos trabajos —y entonces él hizo algo que la paralizó.

Remus, en un corto y despreocupado movimiento, dejó caer su cabeza en el hombro de Sam, cerrando sus ojos como si estuviera pensando en dormirse ahí mismo. Sam no supo que contestar, sólo dejó que Remus se apoyara en ella y lo miró respirar tranquilamente con los ojos cerrados. De pronto, y para motivo de ironía, todos sus nervios desaparecieron y se encontró en un estado de cómoda tranquilidad. Y finalmente apoyó su cabeza sobre la de Remus.

—Supongo que podemos empezar luego...

Lejos de ellos, unas cuantas mesas más escondidas pero que tenían una vista perfecta de la librería, los merodeadores y Lily y Jenny se encontraban con un libro apoyado en la mesa que cubrían sus rostros, aunque en ese momento todos se podían ver porque de sus ojos para arriba se encontraban descubiertos. Lily insistía en que era ridículo aquel "escondite" pero no contaba con que Jenny parecía tener la misma neurona de los merodeadores y todos votaron en que era la mejor idea.

—¿Está durmiendo en su hombro? —James levantó una ceja, riéndose en silencio de la escena.

—Lupin, que galán.

—¿En serio está durmiendo?

—No lo sé, ¡sólo puedo pensar en lo lindos que se ven! —todos se giraron hacia Sirius. Black pareció notar la forma en la que habló y rápidamente se rió con sarcasmo. —Ya lo sabemos, Evans, no tienes que gritar como una fanática loca.

—¡Hazte el que no sabe, Black!

—Sam se ve muy cómoda —comentó Jenny sonriente. Sabía que era algo difícil que su amiga se relajara y se sintiera cómoda con alguien. Ella misma era una excepción porque se conocían desde los once años, y Lily era tan cálida que después de semanas Sam logró abrirse completamente con ella y se volvieron más cercanas. Y ahora seguía Remus, el chico que le gustaba. Jenny no podía explicar lo orgullosa que se sentía de su amiga al ver tantos avances en sus problemas de confianza.

—Lunático no es el único cansado —bostezó Peter, dejando caer el libro que usaba para ocultar su cabeza sobre la misma.

—Que aburridos son, mañana es viernes. ¡Anímense!

—No todos tienen tu espíritu fiestero, Jenny —Lily se carcajeó, recordando la vez en que Sam dijo que Jenny tenía una gran capacidad de aguante para las fiestas.

Todos regresaron su mirada a la pareja, donde Sam sacaba una gran cantidad de pergaminos bajo la atenta mirada de Remus.

—La poción multijugos es bastante interesante, la verdad. Mi padre es un aficionado de las pociones y recuerdo que me habló de ella cuando era niña.

—¿Por tu padres es que te gustan las pociones?

—Por él y por mi hermano, ambos estudiaron medimagia pero se volverían locos si supieran que soy amiga de James Potter.

—Entiendo, por la poción que el señor Potter creó.

—Exacto —ella ordenó pulcramente las hojas frente a ella y sacó una pluma para mojarla en tinta. —¿Por dónde quieres empezar? ¿O prefieres dividir las partes?

—No, está bien. Hagámoslo juntos —él se quedó mirando el perfil de ella, sonriéndole cuando se volteó para observarlo. —Empecemos por los ingredientes y sus definiciones.

—Me parece bien —Sam tomó un libro y lo dejó en medio de los dos. —Tú díctame lo que encuentres en el libro y yo lo escribiré, así la primera parte estará lista.

—¿Así hacían los trabajos Jenny y tú?

—Más bien yo leía y escribía y Jenny... traía la comida.

Remus no pudo evitar reír. —Me suena a algo que Sirius hacia conmigo.

—Quizás por eso empezaron una relación en un principio —ambos se burlaron de sus amigos, sin saber que los nombrados los estaban escuchando.

—Ya van a ver —dijeron al unísono. Se miraron con el ceño fruncido y un gesto de desagrado. —No me copies —otra vez. —Ya cállate.

—Cállense los dos —Lily bramó, poniendo los ojos en blanco.

—Al menos Jenny elegía bien la comida —reía Sam, escribiendo tranquilamente con su pluma blanca sobre el pergamino. —Siempre muffins de arándanos.

—¿Son tus favoritos? —preguntó con interés.

—Así es, junto con una deliciosa taza de chocolate caliente. —Remus anotó mentalmente aquello como un recordatorio. —Rem... ¿puedo preguntarte algo?

—Lo que quieras —respondió distraídamente, marcando algunas paginas del libro.

—En la fiesta de Sirius dijiste que querías decirme algo, ¿qué era? —ella relamió sus labios ansiosamente, dejando la pluma sobre el tintero para darle su total atención a Remus.

Remus dejó de marcar las hojas recordando la fiesta de Sirius. Ese día había estado practicando frente al espejo durante toda la parte para pedirle al fin una cita a Sam, pero nada había dado resultados por la pelea de Jenny y Marlene que obligó a la chica a desaparecer de la fiesta para ver a su amiga. Después de eso James y Remus se dedicaron a beber cervezas juntos, ambos deprimidos por que sus chicas se habían ido y ellos no lograron su propósito.

—Creí que lo habías olvidado, por lo de Jenny y Marlene...

—Me distrajo, claramente. Pero me quedó la duda.

—Verás... —Remus también dejó de lado lo que estaba haciendo con el libro, tragando saliva para apaciguar los nervios que la chica frente a él le provocaba. —Yo quería preguntarte desde hace un tiempo si te gustaría salir conmigo.

Una sonrisa de escapó de los labios de Sam apenas Remus terminó de hablar.

—¿Cómo en una cita?

—Como en una cita —afirmó. La sonrisa de Sam se hacía cada vez más grande.

—Me encantaría.

—¿En serio? —Remus también sonrió, abriendo los ojos por la sorpresa y sintiendo como el dolor de su estómago se transformaba en miles de mariposas revoloteando.

—¿Te sorprende? Creí que era demasiado obvia.

—¿Obvia por qué? —Remus se apoyó en el respaldo del asiento, mirando cada detalle del sonriente rostro de Sam.

—Eso dijo Jenny —respondió la castaña, apoyando igual que él pero con su mirada en sus manos. —Dijo que si tú no me pedías una cita pronto tendría que hacerlo yo.

—¿Y lo hubieras hecho?

Sam sonrió con los labios cerrados, levantando la mirada de sus manos para poder ver los ojos de Remus.

—Por supuesto que si.

—No sabes cuando me alegra saber eso.

En un movimiento rápido que Sam ni siquiera pudo ver venir, Remus colocó su mano sobre la suya. Sam las miró juntas un momento, antes de mover sus dedos para entrelazar sus manos.

—¿Y qué haremos?

—Ni siquiera lo intentes —Remus dijo al notar que Sam tenía más preguntas. —Todo será una sorpresa.

—¡No me hagas eso! —reclamó en voz baja, teniendo cuidado de que Madame Pince no la regañara.

—Son las reglas, linda.

—¿En serio no me dirás nada? —preguntó ella, sonrojada.

—Déjame pensarlo —Remus fingió meditarlo. —¡Ah, ya sé! Mañana espérame en la puerta de las tres escobas a las ocho.

—¿Tan tarde? ¿Cómo volveremos al castillo?

—Un merodeador siempre tiene un as bajo la manga.

Pero en el rostro de Sam se podía ver la duda. —Rem, si nos descubren...

—Confía en mí. No pasará nada malo.

—Confío en ti.

—Entonces está todo listo —Remus se revolvió el cabello con su mano libre, sonriéndole a Sam y luego mirando una mesa a lo lejos. —¿Si notaste que nuestros amigos están allí, verdad?

—En el momento en que me senté junto a ti —se carcajeó.

—¿Los asustamos?

—Se lo merecen.

Al mismo tiempo, Sam y Remus se giraron a la mesa donde cinco cabezas se asomaban sobre libros para mirarlos. Al instante todos se escondieron, sin notar que el libro de James estaba al revés y que a Peter se le veía toda la parte trasera del cuerpo... sin mencionar que Sam y Remus podían ver perfectamente las piernas de todos por debajo de la mesa.

・゚゚・*   ࿐ °

🎠 mis bebés ya tienen
una cita weiii 🥺
que emoción JAJAJDJA

mi vida romántica se basa en
leer y escribir sobre romance

🪶 -atena.

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