Capítulo 12.
{¡Eres una zorra Palmer!}
Azucena.
No podía dejar de pensar en lo que había pasado con Russell. Todavía puedo sentir sus manos en mi cadera, su boca en mi pecho y su entrepierna rozando mi entrada.
— ¿Por qué tenés esa cara? — pregunta Tere sacándome de mis pensamientos.
Siento mis mejillas enrojecerse ¿Qué cara tenia?
— ¿Qué cara?
—Esa de como si comieras algo muy rico.
<<Pues yo no comí nada...>>
— ¿Por qué te sonrojas? — vuelve a preguntar.
Estábamos afuera con Tere, ya que habíamos salido de un examen el resto del grupo todavía seguía adentro. Aprovechando que estamos solas, le cuento lo que paso con Russell. Como paso la tarde conmigo y con mi hermana, luego lo que paso cuando nos quedamos solos.
—Wow — es lo único que comenta. —Te gusta enserio — dice más para ella que para mí.
— Si, tiene algo que nadie tiene.
— ¿Una boca mágica? — pregunta riendo. Le pego en el hombro. — ¡Auch! Perra.
— Aparte — digo riendo, —tiene algo que me hace sentir bien. Puedo ser yo misma con él, puedo hablar de miles de cosas.
— Pero no sabes si le gustas de la misma forma — comenta. La miro frunciendo el ceño. —No es de mala, pero yo no confió mucho en él.
— Eso es porque no lo conoces.
Ella iba replicar, pero aparece Lore y se tira dramáticamente arriba nuestro.
— Me fue muy mal. El examen de física más difícil de mi vida.
— Pero Lore, era un examen de química — dice Tere.
—Ah con razón. No entendía porque quería que usara la tabla periódica.
Ambas negamos con la cabeza. Lore es un caso perdido, pero así la queremos.
Miro a Tere, para que sepa que mejor hablamos de este tema solas. Ya que las chicas, todavía no aceptan que hable con Russell.
Nos quedamos las tres hablando de trivialidades. Cuando comienza a llegar el grupo, ya hablamos de todo un poco. La mayoría se ríe de como Lore se confundió de examen, que todavía nadie entiende como lo hizo.
Clara nos convence a todos de que tenemos que hacer una fiesta, y ella propone su casa. Ya que dice que los boliches están súper llenos siempre y nunca se puede bailar bien. Y que ahí sí puede tomar hasta el agua de las plantas, porque total camina y se duerme en su pieza. Organizamos todo para ir a ayudarla mañana. Ya quiere hacer la fiesta el sábado, porque ese día sus papas no están.
Como el examen era lo último del día, no pude saludar a Russell antes de irme. Aunque paso a la tarde a mi casa, esta vez, vimos una película de acción. Gardenia paso la tarde con mi tío Benjamín, aunque estábamos solo no paso más de uno que otro beso. Y eso sinceramente me encantaba, porque quiere decir que no me busca solo para pasar tener sexo. Sino que le gusta mi compañía.
Vimos dos películas más, hasta que llego mi mamá. Quien le insistió a Russell que se quedara a comer, pero él debía volver a casa con su mamá.
Al día siguiente todo transcurrió con normalidad, mamá se fue conmigo a la fundación y Gardenia y papá fueron al entrenamiento. Con la diferencia que habíamos quedado en almorzar todos juntos en la casa de la abuela.
Al llegar a la casa de la abuela, vimos que el auto de papá ya estaba estacionado. Tocamos la puerta, y nos abre mi tío Benjamín.
— ¡Sobrina mayor! — chilla él. Me abraza con fuerza, hasta me levanta del suelo.
— ¡Tío Benja!
Me suelta y ve a mi mamá.
— Cuñada hermosa — la abraza con fuerza.
Mientras ellos se abrazan, voy en busca del resto de la familia. Voy directamente a la cocina, en donde mi papá está buscando los platos. Mi abuela, está sacando una fuente del horno. Que la verdad huele delicioso.
—Hola — saludo.
Papá se da vuelta, deja los platos sobre la mesada, para poder abrazarme. Podrían pensar que hace meses no nos vemos, pero hace un par de horas que no nos vemos.
—Hola pequeña Su — me saluda la abuela.
Quien viene hacia donde estoy yo, para abrazarme con fuerza. Hace varias semanas que no la veía, me encanta estar con ella.
— Huele muy rico — comento. Mientras inspiro el aroma tan delicioso.
— Pero que bien huele — dice mamá entrando en la cocina. — ¡Valeri! — dice animada.
Mi abuela me suelta y le da un enorme abrazo a mamá.
— Que hermosa que estas, ambas están hermosas — dice mirándonos.
— ¿Y yo? — pregunta Gardenia. Quien apareció de la nada.
—Vos sos preciosa Gardenia — dice la abuela.
— Hijita hermosa — saluda mamá. Gardenia corre hasta mamá y se le cuelga como si fuera un mono. — ¿Cómo te fue?
Gardenia comienza a contarle a mamá, sobre su día. Yo ayudo a la abuela junto con mis tíos, Kevin me miro y me hizo señas para que saliera con el afuera un segundo.
— ¿Qué pasa tío?
— La otra vez te conté sobre una chica ¿Te acuerdas?
—Sí, de la chica que te trae loco, pero tenías miedo de formalizar.
— Si esa, hablamos y de alguna forma. Que todavía no entiendo cómo, ella entendió todo. Y formalizamos.
— ¿Eso quiere decir que tengo tía nueva? — pregunto emocionada.
— Tal vez si, todavía se las tengo que presentar.
Vi la sonrisa en la cara de mi tío, se cuánto le costó abrirse con su novia y decirle todo. Vencer ese miedo, para lograr ser feliz.
Me alance a sus brazos y lo abrace felicitándolo.
— Bien, vamos adentro.
Mientras almorzábamos las conversaciones iban y venían. Hace tanto que no nos veíamos, que teníamos mucho de qué hablar.
—Yo el otro día, jugué con el novio de Azucena. Le pinte las uñas y vimos patrulla canina.
Yo quien estaba tomando mi café junto con mi porción de torta. Me atragante, escupiendo café y torta en la mesa. Kevin palmeo mi espalda.
— ¿Qué novio? — preguntamos papá, Kevin, la abuela, Benja y yo. Mamá simplemente se reía.
—Russell — dice ella poniendo los ojos en blanco, como si fuera lo más obvio del mundo.
Yo tenía muchos ojos mirando me, solo quería que la tierra me tragara. Maldita monstruo.
— ¿Así que novio? — cuestiona Kevin.
— ¿Quién es ese tal Russell? — papá apoyo sus brazo sobre la mesa y me miro serio.
— No es mi novio, les aclaro a todos. Es un amigo.
— Sobrina ¿Por qué piensas que es novia de tu hermana?
— Porque los vi dándose un beso aquí — ella señala su boca.
<<Si, me quiero morir. >>
¡Pequeña monstruo!
— ¡AJA! Lo sabía — dice mamá. Llevándose la miradas de todos en la mesa.
— ¿Conoces al chico? —pregunto papá.
— Si, Russell es ayudante en la fundación.
— Ah con razón., ahora vas a la fundación. Ya decía yo, que lo María Teresa de Calcuta no iba con vos — comenta Kevin. A quien propicio un golpe con mi codo, en sus costillas.
— ¿Así que nuestra hija tiene novio? — pregunta papá a mamá.
— Y uno muy guapo — comenta Gardenia.
— ¡Ay dios! — me quejo. — no tengo novio. Russell es un amigo.
—Al que besaste — agrega la abuela.
—Si — sentí como mi cara se calentó. — pero es un gran amigo, así que no divaguen.
— ¿El ira a la fiesta de hoy? — cuestiona papá.
—No, no se lleva bien con Clara.
— La llamo yema — dice mamá riéndose. Haciendo que mis tíos se rían. Papá la mira serio. — ¿Qué amor? Clara es buena chica, pero hay algo que no me agrada.
—Hazle caso a tu madre, tiene buen radar para las locas e histéricas — comenta Kevin riendo.
— Si lo sabrá tu papá — dice Benja. Quien es mirado por todos los adultos en la mesa, con claro mensaje de has silencio.
— ¿A qué te refieres? — pregunto confundida.
— Ah nada, tu tío divaga.
Finjo que les creo, pero siento que hay algo que me están ocultando.
***
Papá nos dejó a mí y a Tere en la entrada de la casa de Clara. Aunque ya estábamos vestidas para la fiesta, teníamos nuestros bolsos con ropa. Ya que al ser en su casa, nos íbamos a quedar a dormir.
— Por suerte, si la gente me sofoca. Podre irme a dormir o jugar LOL.
Suelto una risa, ya veo a Tere desapareciendo a mitad de la noche para ir a jugar.
Cuando entramos a la casa, Ramiro nos recibió. Nos dio una mirada de arriba abajo, haciéndonos saber que estamos hermosas como siempre. Nos llevó hasta el cuarto de Clara, para que dejáramos nuestras cosas, luego nos guio hasta el jardín en donde nuestra amiga nos esperaba junto al resto del grupo.
Nos sentamos en unos sillones, me acerque a Brandon. Quien estaba haciendo una video llamada con Ariel, su hermano mayor. Me quede un rato hablando con ellos. Mientras intercambiaba mensajes con Russell.
Me gustaría que él estuviera a aquí, pero Clara lo detesta. Y decidí que es mejor ir paso a paso, hasta que ella acepte que Russell es mi... ¿Amigo?
Luego Clara nos citó a todas al lado de su pileta, para sacarnos una foto de grupo.
Diez minutos después comenzó a llegar gente, lo que parecía que sería una fiesta pequeña, se convirtió en una muy similar a la de proyecto X. No sé quién trajo una máquina de espuma, pero la piscina está repleta. Y aunque el clima no era caluroso, la mayoría de las personas estaban ebrias.
— Están re locos — comenta Ramiro a mi lado. — Ni en pedo, me tiro a la pileta con este frio.
— ¿Seguro que ni en pedo? —cuestiono viéndolo.
El me da una sonrisa.
— Bueno, en pedo si — el me siguió mirando. — ¿Vamos a bailar?
Clara y Lor, estaban bailando adentro junto con Brandon. Tere hace media hora que subió a jugar LOL.
—Dale vamos.
Ramiro me toma de la mano y me lleva hasta adentro, en donde todos bailaban, Solos, en pareja, en grupo.
Él comenzó a bailar yo, le seguí el ritmo. Al principio cada uno bailaba dejando espacio al otro, pero cuando la canción comenzaron a ser más movidas y de regueton. Nuestros cuerpos comenzaron a estar más cerca, normalmente siempre bailo así pero estando en grupo. Nunca solos.
Sus manos primero estaban en mi cintura, me hace dar un giro que termina haciendo que mi espalda choque contra su pecho. Su cadera se mueve contra mi trasero, no estaba incomoda, pero tampoco cómoda. Lo deje pasar, porque estábamos bailando.
— Bailas muy bien Azucena — comenta en mi oído.
—Vos también Rami — comento.
—Sos tan hermosa — dice oliendo mi cuello y luego dejando un beso.
Lo cual me hace separarme de él. M e doy vuelta para mirarlo, y se hace el sonso.
—Ey, no te pases — le advierto.
— Bueno, perdón — dice, pero no lo veo muy arrepentido. —Dale bailemos Azucena.
Capaz fue la emoción de la canción. Yo lo pude haber mal interpretado.
—Está bien.
Seguimos bailando, al ritmo de la música. Pero esta vez de frente, la nariz de Ramiro estaba muy cerca de la mía. Intente alejarme un poco, pero su mano se clavó en mi espalda haciendo que no pueda irme lejos.
—Hueles como el paraíso, me encantas — comento su boca estaba en mi mejilla.
—Basta Ramiro, hablo enserio.
— ¿Qué tiene el idiota de Russell para que a él si quieras besarlo? — espeta molesto.
Logro separarme de él.
—Primero, tienes novia y es una de mis mejores amigas.
— Como si importara — dice acercándose de vuelta a mí. Pone sus manos en mi cintura y me vuelve a acercar. Lo empujo con mis manos, volviendo a tener espacio personal.
—Si me importa a mí. Y segundo, no me gustas.
— ¿Entonces el sí?
—Si Ramiro, el si me gusta — digo firme y claro. —Ahora, vete a buscar a tu novia.
Me doy vuelta, pero siento unas manos que ame agarran. Pegándome contra una espalda, es
Ramiro.
—Voy a hacer que no te guste más — su tono de voz me dio asco. Su boca estaba en mi cuello, y sus manos en mi cintura— Dale Azucena, sé que te va a gustar.
Pongo mis manos sobre la suya y lo saco de forma brusca.
—No me toques — grito. Haciendo que varias personas que están alrededor nuestro nos miren.
Le voy a decir a Clara.
— ¿Decirme que? — Cuestiona Clara. Quien apareció de la nada, su mirada estaba llena de odio y
De enojo. — ¿Qué te hacías la zorra con mi novio?
— No era yo. Él se me tiro — intento explicarle.
Clara se acercó a mí y me dio una fuerte cachetada, que se escuchó hasta por encima de la música.
Haciendo que esta pare y todos nos presten atención.
Yo me quede estática, ¿Me había pegado?
— ¿Qué te pasa chiflada? No fui yo, él fue...
— No digas mentiras, Zorra — dice furiosa. — Yo los vi, vi cómo le movías tu culo a él. No eres una buena amiga. Sos una zorra, que en mi propia fiesta intento quitarme a novio.
—No intente nada. El me agarro, él me quiso besar, yo no. Clara sos mi amiga — digo desesperada. Todos me miraban, me sentía juzgada.
—Si como no — comenta riéndose. — Eres una maldita mosquita muerta. Te crees que por ser hermosa podes tener a todos atrás tuyo.
—No, yo no creo...
— ¡Cállate zorrita! — Grito enfurecida— ándate de mi casa.
—Pero...
— ¡ANDATE!
Ramiro quien e quedo callado me miro.
—Es mejor que te vayas.
Me quede en shock, todos nos miraban. Mejor dicho me miraban y nadie lo hacía con cara de buenos amigos, sentía todas esas miradas juzgadoras encima de mí.
Con la poca dignidad que me quedaba me fui de su casa. Cuando estaba en la vereda, sin que nadie me viera me permití llorar.
Hola, si les gusto no se olviden comentar y votar. Me hace muy bien saber que leen mi historia.
Aqui comienza el drama....¿Que opinan?
¿Quien odia a Ramiro?
¿Quieren otro capitulo? Si es asi, voten y comenten. Si este cap llega a diez votos. Les subo el que sigue mañana.
besos, que descansen.