Amnesia (#1 OELS)

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Casie ha perdido la memoria en un trágico accidente "automovilístico" que según sus padres un pequeño desequi... Higit pa

Dedicatoria
Prólogo
1. La mansión Lincer
2. El fantasma de la mansión
3. La muerte de Camil
4. Casandra Onisse
5. El acantilado
6. ¿Quién es Henry Banner?
7. El cuarto piso
8. El hermano de Ajax
9. Las Hamadríades
10. La desaparición de Eleanor Mikre
11. Hidra de Lerna
12. El poder de Casandra
14. El beso
15. El incendio
16. Confesiones
17. El lado oscuro de la luna
Extra - El bosque sobrehumano
Los 12 Olímpicos
El pasado del Rey.

13. Nerea

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CASIE

Después de haber leído la nota, los cambios se identificaron cada vez más hasta el punto en que tuvieron que llamar a Helena para que me ayudara a calmarme pero hiciera lo que hiciera nada funcionó.

Estaba aterrada.

Debía controlarme.

Sabía que el que podía ayudarme era Ajax, pero él ni siquiera estaba en la mansión.

¿Dónde estaba? Quería verlo, necesitaba hablar con él.

Pero no apareció.

Ni este día, ni el día siguiente ni el siguiente a ese.

Y yo estaba desesperada por verlo de nuevo, por ver sus ojos dorados y tan hermosos viéndome fijamente.

Fue allí cuando comprendí que él comenzaba a despertar cosas en mí... y eso me aterraba muchísimo más que la nota, que las advertencias de Adara, que el bosque sobrehumano o si nunca llegaba a recuperar del todo mi memoria.

Si Ajax me estaba comenzando a gustar, no sabría cómo detener ese sentimiento.

Yo no era tan fuerte...

Y él no sentía nada por mí.

Estaba en un gran aprieto.

Luego llegó un pequeñísimo fragmento de algún recuerdo.

- Yo te amo, Danessa.

- También te amo, Héctor.

Lo que no comprendía, era porque podía verlos a ellos si no tenían nada que ver conmigo, parecían de una época distinta pero por alguna razón que espero solo sea algo de mi imaginación, fue como si yo me pusiera en el lugar de ella... Se sintió como si yo también hubiese amado a Héctor.

Como si hubiese sentido estar tan cerca de mí y a la vez tan lejos, así que no sabía muy bien qué significaba eso.

Segundos después tocaron mi puerta y Deacon se asomó por ésta.

- Astrea ya consiguió a Nerea.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

AJAX

17 de Diciembre, 2019

Estaba oculto en un callejón esperando que Amanda, la hija de Henry Banner volviera del trabajo. Llevaba más de dos horas allí, así que de un momento a otro comencé a caminar por la zona por si veía algo fuera de lo normal. 

Por fortuna no encontré nada del otro mundo.

Por un instante se me pasó Casandra por la cabeza, su cabello, sus brillantes ojos y su hermosa sonrisa.

Casandra Onisse era carismática, gruñona, arrogante y misteriosa. Con solo una mirada podía dejarme embelesado, con una sonrisa plasmada en los labios podía llevarme al espacio y con su carácter arisco podía dejarme sin habla.

¿Qué me estás haciendo, Casandra? 

Ya no puedo pensar con claridad y lo peor de todo es que nunca podré decirle lo que he comenzado a sentir.

Alesandro decía que cuando se trata de amor, no importa si llevas dos años o dos meses conociendo a esa persona que te hace feliz, todo se trata de la conexión que puedes llegar a sentir.

Aunque le creía, sabía que tan duro podría golpearte el amor en la cara porque pareciera que todos tienen un mal concepto sobre estar enamorado, no es que esté en contra pero me parecía muy injusto para ella el confesarle mis sentimientos cuando ni siquiera le he dicho lo que soy.

Decir que vives oculto en las sombras no es fácil.

Ni siquiera sabía si lo que yo sentía sería correspondido.

Prefería ser un cobarde y no arriesgarme.

Al dar la quinta vuelta por la misma manzana, Amanda ya había llegado, supuse que había estado en el súper mercado por las bolsas que llevaba en las manos, esperé a que la mujer entrara a su casa. Me acomodé el uniforme de policía y la placa por enésima vez, esperé más de unos diez minutos para poner mi plan en acción.

Por fuera la casa era muy sencilla y bonita, tenía un pequeño jardín que estaba repleto de flores. A mi nunca gustaron pero no pude evitar pensar en Casandra y en lo mucho que estaba apenada con Pamela por haber dañado su jardín, así que decidió ayudarla a plantar docenas de flores y esa noche a pesar de que estaba cansada se veía tan feliz. 

En mi mundo las flores se marchitaban.

Y realmente eso nunca me importó pero nunca había estado tan agradecido de que Pamela tuviera poderes sobre las plantas porque ver lo emocionada que estaba Casie al ver las flores abrirse era todo lo que estaba bien en su mundo... y también en el mío.

Toqué la puerta con suavidad, esperé unos segundos hasta que abrió un hombre de cabello rubio, alto, de facciones duras.

Era el esposo de Amanda, me miró con desconfianza y me preguntó:

-¿Qué necesita? - pero más que una pregunta pareció ser un rugido.

Es era mi señal para meterme en el papel:

- Buenas tardes. - le ofrecí mi mano, el hombre receloso la estrechó - Soy Arturo Metzibale, oficial de la comisaría de San Francisco, California, he venido aquí para hacer algunas preguntas sobre un caso que sucedió hace dos años.

- ¿Por qué tan lejos de casa, oficial? - preguntó el hombre parado en la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho.

- ¿Me permite pasar? - me miró de arriba hacia abajo con detenimiento. Al final se apartó un poco de la puerta para dejarme pasar.

- ¿Quiere tomar asiento? - me habló Amanda con cortesía, con una sonrisa de agradecimiento asentí y con pasos firmes me senté en un sofá pequeño mientras la pareja se sentaba en frente de mí - ¿En qué podemos ayudarle?

- Vengo a hablar sobre su padre...

- ¿Lo encontraron? - preguntó ella con una chispa de esperanza reflejándose en sus ojos, pero que desapareció cuando negué con la cabeza.

- Por desgracia no lo hemos encontrado. Por eso vine a buscar respuestas para poder hacer una investigación que trata sobre una joven que ha desaparecido hace unos días -de reojo vi a un niño que se asomaba en la puerta, tendría como dos o tres añitos, pero al ver que había sido descubierto, el niñito entre risitas se fue.

- ¿Mi padre qué tiene que ver con eso? ¿Cree que le hizo algo malo? ¿Cree qué...- la mujer no terminó la pregunta, ya que soltó un pequeño sollozo y se cubrió los ojos con las manos. El hombre la arrastró a sus brazos, diciéndole entre susurros que todo estaría bien, que muy pronto encontrarán a Henry sano y salvo.

- Hace dos años su padre, Henry Banner escribió un artículo en el periódico sobre una joven que había perdido la memoria - comenté de manera muy suave cuando Amanda ya se había calmado - La encontraron fuera de un bosque muy peligroso, estaba inconsciente - continué - Su nombre es...

- Casandra Onisse - completó ella con repudio y horror.

- ¿Dónde se encuentra ella?

- ¿Sabe quién es? - pregunté con cierta esperanza.

- Por desgracia, no. Nunca la vi en persona, mi esposo si.

- Usted la conoce - afirmé dirigiendo mi atención al hombre corpulento.

- Si, duré bastante rato hablando con ella hace más de un mes, quedamos en que vendría a hablar con mi esposa pero no supe nada más sobre la chica.

- La joven Casandra está bien - le indiqué tranquilamente. - ¿Algo más que puedan decirme al respecto?

Amanda Banner se removió en su sitio - No, nada más. Solo sé que esa chica trajo una gran desgracia a mi familia.- dijo con rencor.

- ¿De qué está hablando?

Amanda Banner había perdido todo rastro de cortesía para ser reemplazada por la ira - Después de que mi padre escribió ese artículo, todo comenzó a ser un desastre. - la mujer se levantó del sofá bajo la atenta mirada de su esposo y fue hasta un armario, lo abrió y de allí sacó un cofre pequeño. Volvió a su lugar y luego abrió la cajita, estaba llena de papeles viejos y arrugados, eran recortes de periódico - Casandra Onisse fue encontrada en ese extraño bosque el 22 de Octubre de hace dos años, mi padre escribió sobre ella porque de alguna manera le intrigó demasiado su situación, sin saber que traería consecuencias.

- ¿Qué clase de consecuencias? - inquirí.

Amanda Banner me ofreció la cajita, la acepté - Quédesela, por favor. - dijo con un hilo de voz. - No quiero más recuerdos.- era increíble como algunas personas caían en la desesperación por no recordar nada y como otras morirían por olvidar muchas cosas.- Allí encontrará todo lo que sé.- continuó Amanda.

El esposo de Amanda habló después de un rato - Por favor, hable con la comisaría. Si no han encontrado a Henry significa que aún está vivo.

- Haré todo lo posible por ayudarles - les aseguré.

Marido y mujer agradecieron el gesto, me acompañaron hasta la puerta y se despidieron con un: Hasta pronto.

No sabían que esta sería la última vez que me verían en esta tierra.

El cofre en mis manos valía oro ¿Qué habría en esta cajita que ponía tan mal a la hija del escritor y redactor Henry Banner?

¿Por qué Casandra había traído tanta revolución a otra familia?

¿Acaso Casandra tenía un pasado tan miserable, que podía acabar con la vida de inocentes?

Necesitaba averiguar porque mientras más buscaba sobre ella, más cosas turbias encontraba.

Tal vez Casie no siempre fue la chica que yo conocía.

Ella para mí seguía siendo un gran enigma.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

CASIE

19 de Diciembre, 2019

Decían que esa mujer Nerea era maravillosa y que sería un verdadero placer estar cerca de ella pero yo no quería conocerla.

Helena había dicho que ella me ayudaría con sus poderes pero ya ni siquiera sabía si quería recordar todo verdaderamente, no desde que comencé a ver más visiones sobre un chico llamado Héctor y esa chica Danessa.

¿Qué tenían que ver ellos con mi vida?

No quería vivir todo el tiempo sin saber nada de mí, pero ¿y si lo que yo descubría no me gustaba? No podía evitar simplemente esas preguntas que rondaban en mi cabeza, tal vez lo mejor sería vivir en la ignorancia pero si no terminaba recordando seguramente viviría en agonía.

¿Qué hacer en un caso como éste?

Descubriría de donde venían mis poderes pero me aterraba saber con qué fin los había utilizado.

Sabría porque mis padres me odiaban tanto pero se sentiría más real el que no me querían.

Comprendería porque la hechicera quería vengarse de mí pero si había sido algo muy malo, no sabía si en verdad quería saberlo.

Y comprendería porque tenía visiones de Danessa y de Héctor y lo que representaron alguna vez para mí.

¿Funcionaría lo que sea que haría Nerea en mí?

¿Ayudaría eso en algo?

Ya ni siquiera consideraba que tuviera Amnesia.

Ya hasta creía que todo esto era un sueño y que nada era real.

Ni mis poderes, ni esta casa, ni las personas que vivían en ella.

Ni siquiera Ajax.

Ese estúpido fantasma que me moría por ver de nuevo pero que no apareció estos días.

¿Dónde estás, Ajax Lincer?

- Casie ¿Dónde te habías metido? - llegó Evan a mi encuentro.- Todos te están buscando.

- No quiero conocer a esa mujer.- dije en un susurro.- tal vez no pueda soportar lo que sea que me vaya a hacer.

- Es nuestra única solución Casie, ella al igual que nosotros quiere que recuerdes todo.

- Ni siquiera me conoce.

- No necesita conocerte para querer ayudarte. Ella siempre ha sido maravillosa con todos.

- ¿Y si lo que recuerdo es malo? ¿Y si yo fui alguien que hizo daño y no merezco saber que me sucedió durante todos estos años?

Ahí iba mi primer miedo.

Por fin lo había soltado y se había sentido tan bien.

- Casandra - pronunció con algo de dificultad, comprendí porqué lo hizo y por un momento había odiado saber que solo el simple hecho de mencionar mi nombre le hacía tanto daño a él - Todo va a salir bien, te lo prometo.

- Desearía que Ajax estuviera aquí - dije en un susurro tan bajo que deseaba que él no lo hubiese escuchado, pero lo hizo y la mirada que vi en sus ojos verdes me lastimó. Me sentí peor cuando fingí que no lo había notado pero no había ningún lazo entre Evan y yo más que el simple recuerdo de alguien de su pasado.

No dije nada y él tampoco lo hizo.

Se respiraba la calma pero como siempre, yo le daba fin a los silencios cómodos y los convertía en escenarios agrios.

Ya no sabía como mantener mi boca cerrada.

- Evan... ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Sé que es lo que quieres saber.- dijo mirándome a los ojos - pero justo ahora no te lo puedo responder.

- ¿Por qué no? Si dijiste que yo era idéntica a esa chica ¿por qué no puedo saber la razón de que al mirarme la veas a ella? - y ahí está, lo dije.

- Si te lo digo tendría que decirte lo que somos y todavía no estás lista para esa conversación.

- Estoy más que lista después de lo que vi hacer cuando se defendieron contra las hidra, he estado consciente que tienen poderes, yo también los tengo... Por favor Evan, dímelo - no quería presionarlo pero necesitaba saber con qué seres vivía y qué relación podría tener con esa Casandra de la que años atrás Evan se había enamorado.

- La verdad es que...

- ¿Evan? 

¡Demonios!

-Hester.

Llegó hasta nosotros con su imponente postura y su rostro lleno de molestia - ¿Qué se supone que estás haciendo? - me miró a mí para luego desviar la mirada hacia su hermano - Nerea ha pedido ver a Casandra y todos la han estado buscando.

- ¿Para qué quiere verme? - ni siquiera nos habían presentado.

- Eso no lo sé.- dijo secamente y se dio la vuelta para apartarse de nosotros, se detuvo al ver que no la seguíamos - ¿Qué están esperando? Muévanse.

No estaba preparada para hacer esto.

Al llegar al gran salón todos estaban allí, excepto Ajax.

Junto a una Alysa con cara de disgusto, estaba una hermosa mujer de hermosa melena rizada que le llegaba a la esbelta cintura, era muy alta (tanto como Ajax) y de sus delgados labios rojos se veían una sonrisa mostrando todos sus dientes hacia mí.

- Es un verdadero placer conocerte, Casandra.- dijo apenas me detuve enfrente de ella y me recibió con un fuerte abrazo que incómoda devolví - me han contado tan sobre ti que estaba loca por conocerte, déjame verte.- me apartó un poco para ver mi rostro con una mirada que parecía casi maternal - Eres tan hermosa.

- G-gracias - contesté en un tartamudeo, apenas me aparté de ella y tosí un poco dejando atrás la pequeña emoción que tuve al estar en sus brazos.

- Como ya sabrás, ella es Nerea y nos ayudará para que puedas recuperar la memoria - explicó Alysa mientras me tomaba de la mano - Déjame decirte Casie que este poder que ella empleará sobre ti es una magia muy dolorosa y probablemente tus recuerdos tarden mucho en llegar.

Después de haber tenido esa pequeña charla con Evan y que casi me confesara que eran ellos, solo quise comenzar con todo esto y ya no sufrir por no saber nada más de mi vida.

Tenía que hacer esto.

- Estoy dispuesta a todo.

- Muy bien - dijo Nérea elevando sus manos en donde yo pudiera verlas y de las palmas de ellas salió una luz azul eléctrico que parecía pequeñas corrientes de aire. Sus ojos que anteriormente eran marrones ahora se veían de un azul cielo tan parecidos como los de Alesandro, puso ambas manos a los lados de mi cara - Esto dolerá - pegó sus manos en mi cabeza provocando que comenzara a gritar.

Todo comenzó a dar vueltas alrededor.

- No quiero seguir aquí, Anastasia.

- Anímate - comenzó a bailar en frente de mí. Me reí.

- Odio las fiestas.

- Entonces vámonos de aquí y corramos sin un rumbo fijo.

Y no me dio chance para hablar, riéndome muy fuerte la seguí.

Pasaba imagen tras imagen.

- Eres el mejor amigo del mundo - grité riéndome de George que estaba cansado de llevarme en caballito.

- Aún así bájate de mi espalda, me estoy muriendo.- me gritó sonriendo.

- Eres mi mejor amigo.- le pellizqué el cachete.

- Sé que lo soy - dijo con orgullo- Ahora bájate.

Y mientras más cosas pasaban, más rostros veía y más recuerdos comenzaban a llegar pero sentí que algo en mi cabeza se quemaba.

- ¿Estás segura de que quieres hacer esto, Casie? 

- Estoy segura, George.

Esto era horriblemente doloroso.

- Déjame en paz Bradley, no te amo.

- Eres una completa inútil, no me sirves para nada.

- Cállate - grité y una ráfaga de calor me invadió.

El dolor en mi cabeza se intensificó.

- Linda Casandra - canturreó la mujer sin que se le viera el rostro - ¿Dónde estás? 

- Esta vez no la dejes ir.- escuché que le dijo un muchacho que no pude identificar.

Gritaba más y más fuerte.

- Eres mi pequeña niña, jamás serás otra cosa para mí.- susurró Stephen dándome un fuerte abrazo.

No aguantaba el dolor que esto me causaba.

- Estamos aquí Casandra - escuché decir a Leah - Te amamos.

Y luego venía otro y otro recuerdo.

- Vámonos de aquí, Danessa. Podemos escapar.

- Sabes que no puedo hacerlo, Héctor. Nos descubrirán.

Parecía como si la luz azul invadiera todo mi ser.

- Dos hermanos separados al nacer... 

Y el dolor no terminaba.

- Nunca estuve tan enamorado de alguien como lo estoy de ti.

- Si me conocieras realmente me odiarás.

- Jamás podría hacer eso, Danessa.

Por poco olvidaba como respirar.

- ...Uno con el poder del cielo y el otro con el poder del infierno.- decía una mujer frente a una fogata mientras llevaba sus manos al cielo.

¿Cuándo se detendría esto?

- Déjame ir.

- Nunca volverás.

No podría soportarlo más.

- Eres un fenómeno.- gritó Eleanor asustada.

- No sabes quien soy en realidad.- dije con voz demoníaca.

Necesitaba respirar.

- Te quiero, George.

- También te quiero, Casie.

- ¿Me prometes que no me fallarás?

- Te lo prometo.

Y todo se volvió negro.

Sentí que el mundo se me venía encima.

Y por un momento creí que había dejado de respirar.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

GEORGE

Amelia estaba amordazada lloraba a más no poder y eso ya me tenía bastante enojado. Todos estos días habían sido una tortura para mí por escuchar lloriquear todo el tiempo a esa mujer que ahora estaba atada de manos y pies.

"La aprendiza" como le decía la bruja, se burlaba de la Amelia a más no poder, le golpeaba, le arañaba el rostro y los brazos, la torturaba. 

En ningún momento la dejaba en paz y desde hacía un tiempo a mí me había dado igual.

Tenía cortes en la boca, un ojo hinchado y amoratado, había recibido muchos golpes en el cráneo ¿Qué era lo que ella había hecho para terminar así? ¡Ah, ya recordé! Alearse con el enemigo.

Nunca se imaginó que yo le iba a hacer daño. Mucho menos después de que llevaba conociéndome por casi tres años.

- Dulce, dulce Amelia - canturreó diabólicamente la aprendiza - ¿Qué haces tan solita y amarrada por aquí? - le hizo un puchero fingido, Amelia se movió bruscamente, provocando que las sogas le apretaran más las muñecas. La niña dejó escapar un risa enfermiza - Adoro verte sufrir ¿Qué pensabas? ¿Por qué lo conocías de hace unos añitos, él no te haría daño? - seguía hablando de mí - Todos tenemos un propósito y créeme que los amiguitos de tu inquilina no son del todo buenos - se agachó para quedar cara a cara con Amelia, le dio unos cachetones suaves en la mejilla y de un tirón le quitó la mordaza que tenía.

- ¿Qué le has hecho a George? - preguntó Amelia con la voz reseca - ¿Dónde está Anastasia? ¿Qué le han hecho?

- Anastasia no está aquí.- gruñí.

Ella se había ido de viaje antes de que la hechicera me enviara a capturarla. De todas maneras ya era un caso perdido.

- Ella no está aquí pero créeme que cuando George la encuentre deseará no haber nacido ¿Alguna vez has escuchado cuando grita alguien siendo torturado de verdad? - se burló - ¡Es tan delicioso!

- ¡Ya basta, Eris! - dije entrando por completo a la cueva - Déjala en paz.

- George, George - gritó Amelia aún con la voz ronca - Sácame de aquí, por favor - dijo entre sollozos, pero la ignoré.

- Te dijimos que no le íbamos a hacer daño, Eris - le dije con tono amenazante a la chiquilla - ¿Por qué nunca nos haces caso?

- ¿Por qué nunca dejan que me divierta? - chilló ella en reproche.

- George, por favor, escúchame - intervino Amelia en la conversación - ¿Por qué haces esto? No lo entiendo, tú no eres así.

Busqué una silla que estaba en una esquina de la cueva, la puse delante de Amelia y me senté, agachando la cabeza para susurrarle:

- Tú nunca entenderás, querida Amelia. ¿Crees que hago esto por qué he sido manipulado? ¡Qué tontería! Hago esto porque he venido a buscar venganza.

- ¿Contra quién? - preguntó ella con temor.

FIngí pensar por unos segundos - Casandra - sonreí con malicia - ¿En serio creíste que por "conocerme" no tenía un lado oscuro? He esperado esto por años, he manipulado, torturado y asesinado. - Levanté una ceja con vehemencia - He matado a inocentes por no darme lo que quiero.

- Casandra es tu amiga - escupió con rabia. Solté una risa seca y sarcástica, poniéndole los pelos de punta a Amelia.

- Te equivocas. Fingí ser su amigo por años, que es algo muy diferente. No sabes lo tentado que había estado por apuñalarla por la espalda y escuchar como dejaba de latir su corazón. Quería terminarlo todo de una vez por todas.

- ¿Por qué haces esto?

- Porque Casandra tiene lo que yo he estado buscando por años.

- No entiendo.

- Jamás lo harás.- le hice una seña con la mano a la aprendiza para que se aproximara, ella lo hizo sin rechistar con una sonrisita diabólica en los labios, me levanté de la silla, le di una daga y comencé a caminar hacia la entrada de la cueva.

- Mátala.

Amelia pedía piedad a gritos mientras que yo salía con paso decidido de la cueva. Al voltear para mirarla por última vez, vi como Erina le cortaba la garganta a la mujer y con un sentimiento manifestándose en mi pecho, desaparecí.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

AJAX

Aún no había vuelto a la mansión hasta terminar unos pendientes en mi mundo.

Estaba tan agotado, no quería ver a ninguna otra alma en toda mi vida.

Pero si quería volver a ver a Casandra, saber como estaba aunque me diera tanto miedo acercarme a ella y comprobar que mis sentimientos seguían creciendo.

¿Enamorarse sería tan malo?

Lo único que sé es que cada vez que la veía sentía que todo en mí estaba en su lugar y no había nadie más que ella.

Pero estos días solo había evitado ir a verla y eso me ha costado más que nada, pero no iba a decirle nada de esto a nadie o sino ella lo sabría y vería que en realidad era muy blando con mis sentimientos y en vez de llamarme "idiota" comenzaría a decirme que era un pringado.

Mis sentimientos se estaban saliendo de control y no sabía qué hacer.

Miré la caja que estaba a mi lado, Amanda Banner odiaba tenerla con ella y por un segundo creí ver alivio en sus ojos cuando me la entregó.

Quería saber que había allí adentro y al abrirlo el primer recorte de periódico que se vio fue:

"Negocios de la Familia Banner han sido quemados con personas dentro" publicado el 23 de octubre del 2017.

Saqué otro papelito: "Una de las familias más poderosas es sospechosa del asesinato de Lucas Lee, hijo del famoso magnate John Lee" publicado el 22 de Octubre del 2018.

En otro papelito decía: "Familia Banner, fugitiva de la ley" publicado el 28 de Noviembre del 2018.

"Familia Banner ha sido encontrada en las afueras del pueblo Rodas, todos muertos" publicado el 28 de enero del 2019.

En letras más pequeñas se leía lo siguiente: Una mujer de clase alta y sus hijos han sido encontrados muertos a las afueras del pueblo Rodas. La famosa familia Banner, una de las familias más poderosas en el campo político, había sido fugitiva de la ley desde hacía dos meses por haber matado al hijo del más reconocido magnate de Europa, John Lee.

>> Naia Salazar de Banner de 49 años de edad fue una de las sospechosas más buscada en Grecia, escapó con sus dos hijos menores de edad, Jason de 6 años y Lis de 12 años. Oficiales de la policía afirman que la mujer desapareció dejando en el olvido a su esposo Henry Banner de 52 años y a su hija de 20 años, Amanda Banner Salazar, dejando un inmenso dolor a sus parientes.

>> Redactado por: Tomás Lucky.

"Henry Banner, antiguo escritor de periodismo ha desaparecido" publicado el 22 de octubre del 2019. Luego Ajax le enseñó el otro: "Benanzi Owen, médico principal del hospital público de Rodas ha desaparecido" publicado el 22 de octubre del 2019.

Benanzi Owen había sido la que le dijo a Casandra que tenía Amnesia pero al parecer les mintió a todos porque su pérdida de memoria duró más de dos años, podría hablar con ella pero Benanzi no se encontraba aquí y hablar con su hijo sería una pérdida de tiempo.

Maldición. 

- Una joven de diecisiete años ha sido encontrada a las afueras de un bosque misterioso cercano al pueblo de Rodas. - comencé a leer otro papelito- Casandra Onisse nos ha sorprendido a todos con su extraña aparición el día 22 de octubre del 2017, muy cerca del bosque al que todos temen y en el que ninguna persona ha salido con vida. La doctora del centro público de salud, Benanzi Owen trató a la joven mientras ésta estaba inconsciente, dándonos sus palabras: La paciente Casandra Onisse ha recibido una fuerte lesión en la cabeza, provocando una severa enfermedad en el cerebro llamada Amnesia, los daños han sido fuertes, pero la chica es valiente, lo soportará.- creí que diría algo más importante, pero todo era tan vago que me enojé por esto - Sin más que decir, esperamos que la joven Casandra se recupere y nos ayude a conocer su versión de los hechos y como salió con vida del espantoso "Bosque Sobrehumano"

>> Redactado por: Henry Banner.

Banner...

Banner...

¡Lo tengo!

Ahora me sonaba, él había llegado esta mañana y confesó que había atacado a una niña por haber arruinado su vida.

Tenía que tratarse de Casandra.

Si Henry Banner estaba aquí y había trabajado con Adara para que lastimara a Casie, seguramente él sabía dónde se escondía esa bruja y podría decirme dónde encontrarla.

Comencé a bajar las escaleras hasta lo más profundo de la tierra para así encontrarme con él.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

GEORGE

- Entonces ¿Es cierto lo que me contó nuestra nueva invitada? - preguntó la bruja al verme llegar.

Amanda Banner estaba en un rincón llorando la pérdida de su esposo, que estaba a unos pasos de ella, sin moverse.

Estaba muerto.

Atada y amordazada, Amanda seguía frente a la bruja que la miraba con maldad y picardía, la chica que ahora era viuda quería gritar y buscaba la manera de soltarse y buscando a sus lados supongo que preguntándose constantemente dónde estaría su pequeño hijo.

- Sí, le dio el cofre a  Ajax - dije fatigado y en tonto grosero. La bruja me miró fijamente - Y como nos dijo, no le dio ninguna información, ninguna respuesta satisfactoria ni nada parecido.

- ¿Eso es cierto? - miró de reojo a la mujer amordazada que comenzó a asentir con la cabeza desesperadamente - ¡Perfecto! Entonces vamos a quitarle esto - desató la tela que le cubría a Amanda la boca mientras ella balbuceaba.

- ¿Dónde está Eris? - pregunté al notar que la chiquilla diabólica no estaba por aquí.

- Encargándose de los restos del inútil.- ese era el apodo que ella usaba con Henry.

- ¿Dónde está mi padre? He cumplido con el trato, no le he dicho nada, me costó la vida de mi esposo ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi papá? - lloraba desconsoladamente.

- Tu padre no está aquí, linda.- la muchacha la miró con duda, la bruja se rió con fuerza - Tu padre está muerto - le dijo con mofa.

- No puede ser cierto. Mientes - gritó.

- Te diré un secreto. Tu padre nunca tuvo que haber metido sus manos en el asunto de Casandra Onisse, nunca tuvo que haberle preguntado a esa mujer Benanzi sobre el estado de Casandra y divulgarlo. ¿Sabes por qué, linda? Porque Casandra es un problema al que hay que poner reparo ¿Y sabes qué fue lo que tu papi hizo mal? - la muchacha no contestó, seguía llorando, la bruja se acercó más a ella. - Henry tuvo que agarrar el consejo de no inmiscuirse en nuestros asuntos. Nosotros no somos los malos aquí, princesa.- se rió a carcajadas - Te diré quién es la culpable de todo esto: Casandra Onisse.

De un segundo a otro, Amanda dejó de forcejear, pareciendo sumida en sus pensamientos. La bruja ya la había hipnotizado, igual como hizo con los otros.

- Dime algo, Amanda - comenzó a hablar con voz aterciopelada - Cuando llegues al inframundo ¿Quién fue el culpable de la muerte de tu padre, esposo e hijo? ¿Quién fue la responsable de la desgracia de tu familia?

Y Amanda Banner, con voz muy apagada le contestó: - Casandra Onisse.

- Ya está - sonrió la bruja con suficiencia.

Y minutos después, Amanda Banner yacía en el suelo sin vida.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

CASIE

Ya era de noche cuando desperté.

- Hasta que al fin - pegué un brinco cuando escuché la voz que tanto había esperado escuchar.- No sabía que roncabas tanto.

- Ajax - grité corriendo a su encuentro y envolviéndolo en un abrazo, inmediatamente rectifiqué lo que había hecho y me aparté de golpe de él - ¿Dónde habías estado? - lo golpeé en el brazo con enojo.

- Menuda bienvenida.- gruñó él rodando los ojos.

- Nerea me ha hecho recordar.

- Eso me han contado - comentó sentándose en mi cama y dando unos golpecitos para que me sentara junto a él, lo hice sin poner ninguna excusa - ¿Qué has recordado?

- No mucho la verdad pero creo que dentro de poco tiempo podré recordar absolutamente toda mi vida. Ahora sé porque vine a este lugar y con quien me encontré antes de llegar aquí y... algunas cosas aparecen muy borrosa pero siento que podré recordar todo y seguramente entienda porque Adara quiere vengarse de mí.- pero la verdad es que no sabía si quería saber esa respuesta ¿Qué tanto mal podría hacerle yo a una Diosa tan mala y temida por todos?

- Casandra - esta vez estaba mucho más serio que cuando llegó.

- ¿Si? 

- No quería decirte esto y solo quiero que recuerdes que tú no eres la culpable ¿entiendes? - su mano se hizo puño y luego trató de relajarse.- Hernesto Marin, Amanda Banner y su hijo han muerto.

-No puede ser cierto lo que me estás diciendo - dije con el labio temblando.

- Lo es.

- ¿Me estás diciendo que... A-Adara los mató?

- Si.

- ¿Y qué sabes sobre Amelia? - seguramente podría saber algo de ella ¿no? Seguramente si estaba viva después de todo pero perdí cualquier rastro de esperanza en lo que él me miró con tristeza.

- También está muerta.

No lo había creído posible, esperaba que no fuera cierto, a pesar que no me agradaba del todo que fuese muy entrometida en mi vida, ella siempre buscó que yo estuviera cómoda y feliz con mi vida... y yo de alguna manera la había llevado a su muerte.

Igual que a Hernesto y su familia.

No podría sentirme más culpable de lo que me sentía.

Me mantuve callada sin saber que decir al respecto y no queriendo saber los detalles de aquella situación ¿De verdad todo había sido por mi culpa? Hernesto Marin solo intentaba ayudarme y Amelia siempre quiso protegerme.

Si no hacía algo al respecto seguramente Adara esperaría el momento indicado para atacar a George o Anastasia y ahí sí que nunca me lo perdonaría.

Ellos eran mis amigos y yo los quería.

Igual que a mis padres.

Solo rogaba que Adara no quisiera hacerles daño a la gente que yo amaba... y aún así seguía sin saber qué era lo que le había hecho para me tuviera tanta ira.

- Necesito...- dije de pronto, tratando de levantarme con algo de esfuerzo - ... necesito... salir...

- ¿Casandra? Casandra - y en eso sentí sus brazos sosteniéndome.

No sé cuánto tiempo habría pasado pero cuando desperté vi a Ajax viendo hacia la oscuridad del bosque, tenía las manos en los bolsillos y se veía tan hermoso con la luz de la luna reflejada en su rostro.

Definitivamente no sabía cómo dejar de mirarlo.

Todo lo relacionado con él comenzaba a gustarme.

- Me desmayé ¿no es así? - le pregunté con voz enronquecida.

- Si - puso los ojos en blanco - Tendrás que ir a todos lados con una almohada en la cabeza para estos casos - y de repente volvía a utilizar su característico sarcasmo haciéndome bufar con molestia.

Retracto lo que dije sobre que todo lo relacionado a él comenzaba a gustarme.

Me retracto.

- Eres un idiota - gruñí.

Él que seguía mirando hacia el bosque se comenzó a reír... pero a reír de verdad y fue la risa más hermosa que había escuchado en toda mi vida y si pudiera, ese sonido se quedaría grabado en mi cabeza hasta mi último suspiro.

Ajax Lincer había dejado de frecuentar mis pesadillas para convertirse en el chico de mis sueños.

No podía estar pensando en esto, no justo ahora pero no quería dejar de mirarlo o dejar de ver el hoyuelo en su mejilla derecha cada vez que sonreía porque en ese instante comprendí que si él sintiera lo mismo que yo comenzaba a sentir, sería el amor que más me dolería.

- ¿Casandra?

- Dime, Ajax.

- Es la novena vez que me llamas idiota ¿no has pensado en cambiar el apodo? Hasta "fantasmita" podría ser aceptable.

Le lancé una de mis almohadas y comenzó a reírse con más fuerza. 

¿Qué te parece si comienzo a llamarte "el amor de mi vida"? 

Pero como era tan cobarde, posiblemente jamás se lo diría.

- ¿De verdad están todos muertos? - pregunté después de un largo silencio, él solo asintió - todo esto es mi culpa - no pude evitar sollozar y me tapé la cara con las manos, esto se estaba saliendo de control otra vez y yo no sabía qué más hacer. En un visto y no visto Ajax se encontraba enfrente de mí, agarrando mis manos entre las suyas.

- No es tu culpa, ni siquiera recuerdas aún qué fue lo que sucedió con Adara y porque está detrás de ti.

- Pero no descansará hasta hacerme daño.

- Tenemos que buscar la manera de proteger a tus padres y amigos.

- ¿Y cómo se supone que lo haremos?

- Déjame eso a mí.

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