Wonder Dad and Super Daddy

By Kiirime

35.2K 4.1K 9K

CJ siempre ha sido un fanático de los super héroes, sobre todo de aquel dúo que formaba Wonder Guy y Super Du... More

Prologo
¿Que me está pasando?
Progreso y retroceso
La fiesta de Sid
13 años
Cambios
El desastre que se aproxima
¡Hora de la acción!
Revelaciones
Origenes: Craig y Tweek
En 24 horas
Ante Climax
Origenes: Team Stan
Sin máscaras
Tornado

Origenes: El profesor Chaos

1K 118 184
By Kiirime

Sentí que la historia de Butters como villano estaba como muy infantil, por eso la hice un poco más oscura así que perdón xD

Spoiler: Ta BIEN largo el cap

...

14 AÑOS

Y entonces, de la nada, estaba solo.

No recuerda cuando ni porqué, solo un día sus amigos desaparecieron de la nada para reaparecer tiempo después, pero tras su regreso, muchas cosas habían cambiado.

—Lo siento Butters, los chicos y yo tenemos cosas que hacer. —Intentó explicarle Stan.

—P-pero puedo ayudar... en lo que sea—Intentó convencerlos, pero todos negaron con lastima—¿En serio tienen que ir todos? Son casi nuestro grado completo.

—Estamos algo ocupados amigo, pero aun puedes pasar tiempo con otras personas—Animó Kyle.

—Solo consíguete una vida Butters, a donde vamos no te necesitamos—Comentó al fin Cartman antes de irse junto con el resto a quien sabe dónde, dejando nuevamente a Butters solo.

El único que no se fue era Kenny, quien, si se sentía realmente mal por mantener su entrenamiento en secreto, pero sabía que lo mejor era no involucrarlo.

—Ey amigo, si quieres podemos jugar videojuegos el sábado, no tengo nada que hacer—Lo invitó el rubio a lo que Butters sonrió.

—Si, sí, sí. Avísame a qué hora vienes para hacer galletitas—Ambos se despidieron de manera menos melancólica, pero eso no quitaba que se siguiera sintiendo tan vacío.

Vagó por los alrededores de la escuela, no tenía tarea así que estaba extremadamente aburrido, si llegaba a su casa posiblemente sería castigado por no salir a divertirse. Llegó al parque donde se sentó, recordando las épocas donde todos jugaban y se metían en problemas, qué tiempos aquellos.

—Hola—Saludó un pequeño pelirrojo detrás de un árbol.

—Hola, ¿te llamas Dougie no es así? Te he visto en los recreos.

—Si, aunque últimamente no salgo de clase, mis amigos ahora se la pasan murmurando cosas, dicen que yo no puedo saberlas porque no las entendería—Se sinceró, Butters se sintió identificado en él.

—Yo también, ha pasado un año desde que esto ocurre. Solíamos salir siempre juntos y de una u otra manera me sentía útil... pero ahora me ven con lastima o como si fuera aburrido. —El de lente se sentó a su lado.

—Mis amigos empezaron hace poco, cuando cumplí 13 años ellos se alejaron de mí, como si esperaran algo, pero no pasó, ahora estoy solo. —Ambos suspiraron, al menos no eran los únicos con ese amargo sentimiento.

Desde ese día se hicieron buenos amigos, pasando los días de soledad juntos.

...

15 AÑOS

El debut de los héroes estaba en todos los noticieros, jóvenes personajes super poderosos combatiendo el crimen, era algo sacado de un comic o películas sobrevaloradas. El mundo estaba extasiado con este nuevo símbolo de la justicia americana y por supuesto, Butters no era la excepción.

—Wow, ellos son geniales. Sé que solo han aparecido una sola vez, pero creo que mi favorito es Mysterion—Comentaba con ilusión junto al otro rubio quien solo pudo reír totalmente halagado.

—¿Ah sí? ¿Qué te gusta de él? ¿Son sus músculos formados o sus técnicas de combate tal vez? —Preguntaba en busca de una afirmación que le acariciara su ego.

—Me gusta que es el más normal de todos—Aquello definitivamente desinfló al rubio. —La mayoría tiene poderes grandiosos con los que se defienden, pero Mysterion no, solo pelea con su propia fuerza y aun así sale intacto.

—Bueno... no es como si haya muerto desangrado al final del día—Susurró el más alto. —Bueno, supongo que es una buena razón. —Su reloj sonó.

—Ouh, me tengo que ir, fue bueno pasar un rato contigo—Le dio una palmada en el hombro antes de ponerse su abrigo.

—Pero acabas de llegar hace 15 minutos, pensé que veríamos una película en el cine.

—Será a la próxima Buttercup, tengo una emergencia, ¡adiós! —Salió del teatro para dirigirse a un callejón poco transitado, ahí presionó un botón en su pecho que lo hizo transformarse en su alter ego, listo para ir hacia la acción.

En cuanto al otro rubio solo salió del lugar para volver a casa, pero al hacerlo se encontró con los chicos de preparatoria que últimamente lo estaban molestando.

—Oh mira quien tenemos aquí, otra vez la mariquita que le gustan las cosas de niña—Lo acorralaron en el mismo callejón que hace segundos antes había usado Kenny.

—Y-ya se los dije, deseché todas las cosas de hello Kitty, incluso mis muñecas como me lo pidieron—Cuando tocó la pared supo que era su fin.

—¿En serio eres tan complaciente que tiraste tus muñecas porque te lo dijimos? Eso es tan patético—Se burló otro mientras tomaba un cubo de palomitas rancias para tirárselo encima.

—Vamos, pide ayuda a los super héroes esos que salen en la tele.

—¡Ayuda! ¡Ayuda! —Se burlaban todos entre risas—Vaya tonterías, los super héroes no vendrían a ayudar a alguien tan marica como tú.

—No se burlen de ellos, no los conocen. —Intentó defender a aquellas admirables personas.

—Oh, oh, escuché que a este le gustaba Mysterion. —Recordó uno de ellos.

—¿En serio? Vaya, no ha salido si no una vez y ya te lo quieres coger, ¿serás su Mary Jane? —Uno de ellos tomó unas cuantas piedras mientras el pobre rubio se tiraba al piso con temor.

—Vamos, pide ayuda a tu querido héroe, seguro que si te ve sangrar vendrá para que se la chupes—Arrojó una, rozando su mejilla. —Vamos, pídelo.

—¡Ayuda Mysterion! —Gritó con lágrimas en sus ojos, otra roca cayó en su hombro. —Ayuda, alguien ayuda—Grito con verdadero temor, así continuo con risas y llanto en todas partes.

Pero nadie vino.

Estaba solo.

Más tarde ese mismo día, en alguna parte del bosque se encontraba un pelirrojo con lentes armando lo que parecía el esqueleto de una motocicleta, cuando vio una conocida sobra sonrió, pero cuando volteó, su rostro se llenó de horror.

—L-leo! —Rápidamente buscó su botiquín de primeros auxilios y lo ayudó a curarse. —¿No estabas con tu amigo en el cine?

—Tuvo una emergencia y se fue... esos chicos de la otra vez vinieron y bueno, ya sabes—Le explicó, sintiendo el ardor del algodón mojado en sus heridas. —¿Como va nuestro diseño?

—Va bien, he intentado seguir tu modelo, pero creo que si le agregamos estas piezas será mucho más dinámica y ligera—Miró las piezas y definitivamente le gustaba.

—Nuestra motocicleta será la mejor, ¿quién diría que a ambos nos gustará el diseño mecánico. —El pelirrojo rio.

—Si, quien sabe, puede que algún día nos hagamos ricos con esto.

—No creo, pero para mí es suficiente el divertirme contigo—Ambos se abrazaron, realmente se sentían buenos amigos.

...

Entre sus manos estaba su boleto a la gloria, la cura de sus malos, la recompensa de su largo y duro karma.

Alguien quería comprar la patente de su moto con una oferta millonaria.

Debía estar feliz, cualquiera que recibiera esa noticia estaría en la cúspide de la alegría, pero en cambio él estaba vacío. ¿Y cómo no? Pues mientras sostenía la oferta del abogado, sus manos estaban cubiertas de vendas, su ojo izquierdo totalmente ciego y el corazón roto por haber perdido a su familia en aquel accidente de auto.

Aunque por dentro, en realidad sentía alivio.

No era feliz, no estaba alegre, pero no porque no quisiera si no porque estaba aterrado con el sentimiento que más lo inundaba.

Alivio.

Era como si algo dentro de él hubiera hecho clic, todos sus problemas habían sido arreglados. Su abusiva familia estaba muerta y había recibido el seguro de ellos, ahora querían comprar su patente y aunque su cuerpo estaba destrozado sentía que su cerebro iba a una velocidad inhumana.

—Si le agrega otro cero tenemos un trato—Propuso, el hombre hizo una rápida llamada a su jefe y la oferta aceptada, solo faltaba la firma de Dougie y serían millonarios.

Sin embargo, los problemas solo iban de mal a peor, pues al llamar a su mejor amigo se enteró de la horrible noticia, una que a su parecer era peor que la suya.

—Dougie fue asaltado sexualmente—Le informaba su mamá entre sollozos. —Sabía que esos chicos que los molestaban tenían algo, pero la escuela no hizo nada y ahora mi pequeño... mi pequeño ya no será el mismo nunca más.

No le importó sus propias heridas, no le importó el dolor o las excusas de los doctores, en ese momento solo tomó unas muletas y corrió a casa del pelirrojo, tenía que verlo, tenía que estar con él.

Al llegar estaba lloviendo, la habitación estaba oscura y frente a la ventana la sombra de ese niño se veía más dura que nunca.

—Dougie...

—Porque Leo—Dijo con voz tranquila—Siempre fui una buena persona, siempre intenté dar lo mejor de mí, nunca hice daño a nadie, pero aun así me pasan estas cosas.

—Lo entiendo, créeme que lo hago.

—Lo sé Leo, eres tal vez el único que lo hace. —Su voz empezó a entrecortarse. —Siempre te he admirado Leo, porque incluso aunque lo has perdido todo estás aquí, herido, buscándome. —Lo voltea a mirar, con la cara hinchada de los golpes y con lágrimas gruesas en sus ojos—Dime que hago para no querer morirme ahora mismo.

El rubio se abalanzó a él para abrazarlo con fuerza, ambos lloraron con fuerza porque sabían que las cosas serían diferentes desde ese momento.

...

16 AÑOS

Hay cosas que simplemente no curan.

Las heridas físicas cierran, lo material se reemplaza, los cambios se adaptan... ¿pero ¿qué hay de las heridas mentales? ¿Qué pasa con las secuelas que te deja los golpes de la vida?

Su mejor amigo, aquel pequeño de pecas y lentes había sido internado en un hospital psiquiátrico al mostrar graves signos de una conducta antisocial. Desde entonces Butters se encontró nuevamente solo, sin amigos. Sus padres se habían ido, pero aun así nadie vino a visitarlo.

Ni siquiera Kenny.

Hace meses que ninguno de sus viejos amigos se contactaba con él, ya no se molestaba en buscarlos, era una pérdida de tiempo, los veía de vez en cuando en la escuela, pero ellos parecían estar en otro mundo, lejos de sus problemas.

Igualmente, no tenía cabeza para nada de eso, pues dentro de sí se estaba tornando una dura lucha entre su yo niño que le decía que continuara con una sonrisa y su yo después del accidente quien le recordaba lo miserable que ha sido la vida con él.

Legalmente estaba emancipado pues con las ganancias de su patente tenía suficiente para vivir. Durante el último año se dedicó a realizar nuevos diseños, prototipos excepcionales que estaba seguro que lo iban a llevar al camino del éxito.

Un día pasaba por una calle cualquiera, pensando sobre qué hacer con su vida, qué hacer con aquellos pensamientos maliciosos que eran contra puestos a su yo de buen corazón. ¿Qué es el mal y el bien? ¿Que son los héroes si dejan que personas como Dougie sufran tanto? Estaba por irse cuando de pronto vio una niña tirar su muñeca a la carretera, la pequeña se alejó de su madre para tomar el objeto sin saber que un conductor distraído se acercaba.

Su cuerpo fue más rápido y el sentido de la justicia le ganó, se lanzó sin pensarlo a la carretera para tomar a la pequeña, pero cuando pudo cubrirla con su cuerpo sintió el tirón de una tercera persona que lo llevó hasta el andén.

—Buaaah—Lloraba la niña al volver con su mamá, la mujer agradeció rápidamente a los dos chicos que valientemente rescataron a la niña, cuando Butters vio al otro chico se topó con esos ojos azules que ya conocía.

—¡Estás loco Butters! —Lo regañó el rubio con verdadera preocupación. —Dios, no vuelvas a hacer eso, no tienes que hacerte el héroe.

—Entonces porque lo haces tu—Preguntó algo enojado por su reacción, Kenny no supo que decir, solo lo ayudó a levantarse.

—Porque sí, simplemente no hagas eso, existen héroes reales que pueden ayudar en situaciones como esta—Aquella afirmación hizo que se le escapara una risa—¿Que es tan gracioso?

—Lo héroes solo salvan gente de explosiones y terrorismo, cosas que los hagan ver bien en la tele, no estupideces como un niño atropellado.

—Ey, desde que hay super héroes las personas se sienten más seguras, puede que no se dupliquen para estar en cada problema, pero hacen lo mejor que pueden.

—¿En serio no nos vemos en casi un año y lo primero que haces es defender a los héroes? —Pregunta algo ofendido.

—Te acabo de salvar de la muerte.

—No lo pedí. Hubiera sido mejor si simplemente me dejaras morir de esa manera. —Kenny se le quedó viendo.

—Tu ojo... es blanco, tienes una cicatriz.

—¿Ahora lo notas Kenny? —Dio otra risa—Veo que has estado tan ocupado como para no enterarte de que mis padres están muertos y que estoy a la espera de un trasplante de córnea. —El de naranja no supo que decir, realmente había estado tan metido en su papel de Mysterion que no había tenido tiempo de visitar a sus amigos no héroes, ni siquiera veía mucho a su hermana en casa.

—Butters, si quieres podemos caminar y....—Su teléfono vibró, era una emergencia. —Lo siento me tengo que

—Solo lárgate Kenny, igual hace mucho tiempo que ya no te considero mi amigo—Comenzó a caminar, el otro rubio quería seguirlo, pero tenía que hacer su deber por lo que se marchó—Defendiendo héroes—Reflexionó—Ni que el fuera u-—Paró sus pasos.

No sabía por qué, pero tenía una corazonada muy fuerte, algo realmente grande que le decía que debía seguir al chico en ese momento. Corrió detrás de él sin que se diera cuenta de su presencia. Lo vio meterse a un callejón solitario y por los agujeros de una cerca vio algo que lo dejó con la mente en blanco.

Se había transformado en Mysterion.

Claro, todo cuadraba, por eso siempre huía de él, por eso ahora era más fuerte y hábil, por eso defendía tanto a los héroes.

Pero si él era Mysterion, posiblemente conocía más héroes.

Es entonces que tramó un plan. Creó una pluma con una grabadora por dentro la cual de manera cautelosa puso en uno de los bolsillos de Kenny durante una de sus clases. Esperó un día con paciencia para que a la mañana siguiente le explicara al rubio que uno de sus materiales se cayó sin querer en su abrigo, el cual se lo devolvió.

Al llegar a su casa, tan oscura y callada, se sentó en el viejo sillón de su padre con el bolígrafo en mano. Oprimió el botón que sacaba la mina del artefacto en cual activaba la grabación anterior. Escuchó cada parte de su trayecto hasta escuchar lo que quería escuchar realmente.

—Mysterion llegas tarde, parece que hay robo a mano armada en el banco de Central Park. —Avisaba la voz de Wendy.

—Call Girl, necesito que me pases la información de la policía sobre las ubicaciones de los asaltantes—Responde Kenny.

—Ya te lo paso, Coon, ¿cómo vas en el ducto de ventilación?

—Ugh, creo que ahora si necesito hacer dieta, apenas y entro—Varias voces rieron. —Human Kite, Mosquito y Tupperware los necesito en el domo del banco a las tres.

—Confirmo. —La voz de Kyle.

—Confirmo. —La voz de Clyde.

—Confirmo. —La voz de Token.

—P-p-pasorraudo aquí, ya tengo las municiones de los de-de-delicuentes. —La voz de Jimmy.

Y así estuvo escuchando todo el enfrentamiento, identificando a cada uno de sus viejos amigos, no cabía de la rabia, las imágenes de todas esas veces que ellos lo dejaron de lado ahora entendían por qué, pero eso no lo hacía menos doloroso.

—Malditos imbéciles, los héroes son una farsa, si la gente supiera quienes son en realidad con sus seres queridos—Escuchó durante horas la grabación.

—Chicos, ¿ustedes sabían de la muerte de los padres de Butters? —Todos se quedaron callados.

—Yo lo sabía, estaba la noticia en internet, pero pensé que era mejor no decir nada—Explicó Call Girl.

—Pobre Butters, debe estar devastado—Apuntó Human Kite.

—Tal vez deberíamos visitarlo—Propuso Mosquito.

—¿Realmente creen que nos recibirá? —Preguntó Coon—Llevamos años ignorándolo, seguramente ya tiene otras personas que lo acompañen.

—Pero era nuestro amigo—Dijo Toolshed.

—Exacto, era, todos acordamos dejarlo atrás por su bien, si se enteraba de casualidad sobre nuestra identidad seguramente hubiera querido estar con nosotros y eso lo pondría en riesgo. —Nadie lo refutó.

—Mysterion, tú eras el más cercano a él, deberías al menos visitarlo una vez. —Propuso Super Dude nuevamente.

—No, Coon tiene razón, seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él.

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

Oprimía una y otra y otra vez aquel botón del bolígrafo, reproduciendo cada vez esa oración. Estuvo así toda la noche, escuchando aquello hasta que se le quedara insertado en la cabeza.

...

17 AÑOS

Dougie miraba su libro sobre sanación con determinada atención, pero no podía leer ni una sola palabra, solo podía contar mentalmente los 365 días que le faltaban para por fin poder salir de aquel tormentoso loquero.

Al menos eso esperaba.

Entonces el muro de concreto fue derrumbado por una prominente fuerza desconocida, del cielo emergió un hombre con sonrisa macabra, con un casco de platino puro y una capa verde.

—Dougie, Dougie, Dougie. —Saludó al por fin llegar a la celda, el pelirrojo estaba maravillado con lo que veía. Era como un ángel viniendo a salvarlo.

—¿Q-quién eres? —Preguntó con algo de temor, pero al mismo tiempo cautivado. El hombre le tendió la mano, dejando ver por un segundo el rostro tras el casco. —Leo—Quiso llorar, su amigo, su mejor amigo vino por él.

—Ven conmigo Dougie, yo soy el Profesor Chaos y mi misión es traer el caos a este mundo justo con el mundo nos lo dio a nuestra vida. Necesito un general, un general que me ayude en esta lucha contra los estúpidos héroes.

Sin dudarlo el pelirrojo tomó su mano determinado, aquella macabra sonrisa se le contagió sus ojos desbordados de ira y resentimiento, por fin obtendría su venganza hacia el mundo.

—Hoy, Profesor Chaos, me transformo en su más lea secuaz, el General Desorden.

...

25 AÑOS

Una enorme serpiente de metal se balanceaba de un lado a otro por las empinadas calles de San Francisco, varios autos y objetos de la vía publica eran arrasados ferozmente por ella, por suerte el Coon hacía lo posible por romper las fuertes fibras de las que estaba hecha y Mysterion por su lado corría sobre su cola en busca del escondido interruptor de apagado que el Profesor Chaos solía poner en todos sus artefactos.

—Joder, ¿dónde están Super dude y Wonder guy? Serían de gran ayuda en esta situación—Preguntaba el encapuchado héroe esquivando los escombros que se le eran arrojados.

—Pidieron permiso para ir a llevar a su hijo al pediatra—Recordó el mapache.

—¿Y Call Girl no puede llamarles por una emergencia? —Volvió a preguntar.

—Ella está de baja por maternidad. —Volvió a responder con fastidio.

—Tupperware.

—Ultrasonido, le dirán el sexo de su bebé.

—Mosquito.

—¿De qué nos sirve el bicho ese en esta situación? —La tierra tembló y de la cabeza de la serpiente se hizo eco de una risa muy conocida para los héroes. La imponente figura del villano apareció junto a su ya conocido secuaz.

—Oh Mysterion, ¿hoy te encuentras solito? ¿tus amiguitos te han abandonado? JAJAJAJAJA—Se reía.

—¡Chaos! Maldito villano, ríndete, sabes que siempre vamos a ganar—Estaba a punto de caer del robot, pero por suerte sacó dos de sus cuchillos para enterrarlos en el metal y comenzar a escalar. —No es la primera ni la última vez que la justicia ganará.

—Puedes derrotarme, puedes arruinar mis planes, pero escúchame bien Mysterion—Se acercó lo más posible al héroe—Yo, siempre, volveré—Ambos se miraron con verdadero odio por el otro, en una imagen tan épica digna de la portada de una película.

—Oigan, yo también soy un héroe saben, SOY EL MALDITO LIDER—Les recordó el mapache cortando y rebanando partes de la serpiente.

—No dañes la preciosa estructura de mi jefe—Atacó el General Caos al Coon, teniendo una épica batalla secundaria muy larga para este capítulo. En ese caso Mysterion aprovechó para entrar en el robot y buscar entre los cables el interruptor que siempre encuentran.

—Bingo—Dice al ver el enorme botón con un papel que decía "no presionar", lo presionó y en pocos minutos, el animal de acero cayó como un montón de bloques de lego.

—Te maldigo Mysterion, a ti y a los Coon y amigos—Gritó antes de escapar en una capsula voladora junto con su secuaz.

—Nos veremos a la próxima, Profesor Chaos—Dijo al aire, luego dio un paso para irse cuando un trozo de metal le cayó aplastándolo hasta la muerte.

—Maldición Mysterion, ¿en serio tienes que morir en cada misión? —Lamentó el Coon llamando al Dr. Timothy para que su equipo fuera a limpiar.

Mientras tanto el Profesor Chaos junto a su pelirrojo amigo se iban con una sonrisa amplia hacía su guarida secreta, ahí se tiró a su trono de platino, con los pues cruzados y sus hámsteres genéticamente modificados a cada lado.

—Profesor, hoy hicimos un verdadero desastre, estamos nuevamente en las noticias—Comentó con emoción el General Desorden, parecía un niño en dulcería.

—Glorioso, hemos expandido el caos una vez más en este podrido país. Somos los villanos más temidos, los único que realmente pueden hacerles frente a esos héroes de pacotilla. —Sacó su siempre fiel pluma, la que ha llevado consigo durante tantos años, presionando una vez más el botón. —

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

—Oprimía una y otra, y otra vez. —El pelirrojo escuchó atento el eco de la grabadora, en bucle, como lo ha hecho durante años.

—Um, Profesor, desde hace mucho me lo he preguntado, pero, ¿por qué siempre pone esa grabación? —El rubio suspiró y miró hacía el horizonte, se aproximaba una tormenta, la vista era majestuosa.

—Hay un proverbio africano... uno que dice que el niño que no fue abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemara su aldea para poder sentir su calor. —La forma en que lo dijo era neutral, sin emociones, un trueno sonó al decirlo. —Esta grabación, este bolígrafo... son el epitome de ese proverbio para mi—El pelirrojo no entendía nada, pero algo le decía que era mejor no preguntar.

—No importa lo que signifique Chaos, usted sabe que yo lo seguiré hasta el día que decida no continuar.

...

35 AÑOS

—Mysterion se ha retirado, es definitivo—Comentó, con las ojeras oscuras en sus ojos y una posición de derrota. —18 años de mi vida dedicadas a ser un villano, he llevado el horror a cada familia de este país, he tenido al mundo a mis pies, todos conocen mi figura, mi persona, no hay nadie que no conozca el nombre del Profesor Chaos.

—Leo... llevas así más de una semana, tienes varias reuniones pendientes sin hablar de que no has comido casi nada—Se preocupaba su amigo, quien a diferencia del rubio llevaba años de haber superado sus demonios, dedicándose al mal por el simple placer de la maldad.

—Se supone que ya nadie puede detenerme, ni siquiera el wonder dúo podría equiparársele a Mysterion, a su ingenio, a su postura, a su capacidad única de combatirme. Tengo la vía libre para ser un dictador o para matar a la mitad del planeta. —Miró a Dougie, su siempre fiel amigo—¿Entonces porque no me siento bien?

—Butters, creo que es hora de consigas ayuda, no has sido el mismo desde que la prensa dio la noticia de Mysterion. —Algo dentro de él se activó al escuchar ese viejo apodo, recuerdos que había enterrado vinieron a él.

—Claro, se me había olvidado que yo era Butters—Dio una leve risa—¿Porque no lo había pensado? —Se levantó con entusiasmo—Soy Butters, el amigo el viejo amigo de Kenny McCormick, solo debo buscarlo y sacarle la razón por la que se fue, tal vez extorsionarlo para que vuelva.

—P-pero, ¿no se supone que es bueno que se haya ido?

—No seas tonto Dougie, un super villano sin un archienemigo no puede ser un villano de verdad. Quiero que Mysterion vuelva, necesito que vuelva para que las cosas sean como antes.

(me dieron ganas de volver a ver megamente xD)

...

Era de noche y el bar de South Park estaba medianamente concurrido, los viejos adultos que la visitaban ya no estaban ahí, la mayoría se había jubilado, se habían ido de la ciudad o simplemente habían muerto de sida a falta de dinero para el tratamiento. Ahora se veían nuevos rostros, rostros jóvenes como, por ejemplo, el de un rubio de parka anaranjada, sentado con varios vasos de whisky terminados.

Otro rubio entra en el lugar, llevaba años de no visitar ese pueblo que lo vio convertirse en lo que es hoy, con sus alegrías y sus tragedias. Caminó por el sitio recibiendo algunas miradas curiosas que seguramente lo reconocieron como un rostro importante de ciertas revistas económicas y un lugareño que decidió irse. Pero a él no le importaba el resto, solo le importaba el conocido que tenía a su lado, a punto de entrar en un coma etílico.

—Quiero un Whisky doble por favor—Pidió a la mujer frente a él.

—Ey, Leopold Stoch, pasarán los años, pero puedo reconocer tu cara de bebé y esa cicatriz donde sea. —Comentó la mujer, rápidamente el hombre a su lado levantó la cabeza para observarlo, como si hubiera visto un fantasma.

—Hola Shelly, veo que te has hecho dueña de este bar. —Intentó ignorar la expresión de sorpresa de Kenny.

—Ya sabes, odiaba la granja de mi padre así que cuando lo procesaron como psicológicamente inestable y se lo llevaron tomé mi parte de la herencia y compré el lugar. Prefiero borrachos antes que hippies. —Ambos dieron una risa, el rubio a su lado lo miraba fijamente por lo que tuvo que voltearlo a ver.

—Hola Kenny, años sin vernos—Le sonrió tranquilamente, aunque por dentro tenía ganas reír por la emoción de su plan.

—Butters—Su voz sonaba tan lastimera—Me alegra tanto verte, pensé que nunca volverías—Parecía realmente derrotado, por un momento Butters dudó que ese hombre fuera Mysterion en verdad.

—Bueno, tengo algunas propiedades aquí y llevaba tiempo sim revisarlas personalmente. Una vez al año no hace daño, ¿no? —Tomó su trago con tranquilidad, imitando jovialidad. —¿Como va la vida Ken?

—Pff, ¿por dónde empiezo? —Dijo con cierto resentimiento—Nunca fui a la universidad, salí con un par de chicas, pero nunca quise nada serio con ninguna, me dediqué a un trabajo de mierda que me apasionaba pero que ahora... ahora solo siento que fue el peor error de mi vida—Leo realmente se sentía atraído por lo que decía ya que posiblemente hablaba de su alter ego.

—Suena duro, ¿qué tipo de trabajo era?

—Uno físico donde sufrí sudor y sangre de manera literal, ¿y todo para qué? ¿gloria? ¿satisfacción personal? Vaya mierda, ahora que lo dejé no tengo nada... no me queda nada más que ellos. —Tomó otro sorbo de su vaso.

¿Ellos? ¿Se refiere a sus amigos héroes?

—No creo que sea tan malo, si realmente amabas el trabajo sería una pena que de pronto lo dejaras—Intentó persuadirlo. —Seguramente eras bueno en ello.

—Era el mejor, allá afuera yo era alguien, pero cuando salía del trabajo seguía siendo yo, Kenny, un maldito fracasado—Volvió a beber—Vamos Shell, dame otro.

—McCormick ya has bebido casi toda una de mis botellas, vete a casa, esto no resolverá tus problemas. —Le advirtió la dueña.

—Eso lo decido yo, vamos no seas tacaña—Le extendió el vaso, pero ni siquiera tenía fuerza para pelear. —Solo quiero olvidar por una vez la mierda que soy. —Se quedó inconsciente en la mesa.

—Ugh, es la tercera noche que hace eso—Suspiró la mujer, luego miró al otro rubio—Lamento pedírtelo, pero, ¿podrías llevarlo a su casa? sigue viviendo en la misma pocilga de drogadictos.

—C-claro um, yo pagaré por él—Le dejó su tarjeta para que la procesara mientras tomaba al hombre por el hombro.

—Ten cuidado, no está en su mejor estado mental.

—¿Porqué?

—No creo que me corresponda hablar por él, será mejor que le preguntes luego—Dijo antes de seguir con lo suyo, Butters tomó al más alto y lo llevó hasta su auto, luego lo llevó hacía donde alguna vez estuvieron las vías del tren.

La casa seguía siendo deplorable, se mantenía relativamente en pie con pequeñas refacciones, solo quedaba el antiguo Sodo Sopa encima dándole un toque menos tétrico a la fachada. Como pudo arrastró al hombre a una de las habitaciones de la casa donde lo dejó caer. Luego se sacudió el polvo del costoso traje y caminó por la casa.

Parecía permanecer en el tiempo, con fotos antiguas de los hermanos McCormick en las paredes, algo de moho se expandía en las esquinas y definitivamente los muebles y vajilla no estaban en sus mejores condiciones.

Vivían como un vagabundo.

¿Como era posible que un héroe del calibre de Mysterion viviera de esa manera? Sabía que su mercancía se vendía muy bien e incluso se llegó a hacer una película que los recreaba a ambos, sabía que los derechos legales debieron habérsele pedido porque incluso él como supervillano fue contactado para ceder sus derechos de imagen.

Una corazonada el hizo sacar uno de su escáner de su bolcillo, de ahí observó las paredes hasta encontrar en las tuberías lo que parecía ser un interruptor oculto, al activarlo unas escaleras hacía el subsuelo se abrieron, bajó por ellos encontrando una muy sofisticada mini guarida ahí.

Su traje, sus armas, archivos secretos de misiones, todo. Dentro de ese lugar había buen material de tecnología sumamente novedoso para la época. Entonces lo supo, realmente decía la verdad cuando dijo que lo entregó todo a su labor de héroe, ya que parecía haber gastado todo su dinero en ese lugar.

Decidió quedarse a dormir ahí hasta que se levantara el otro rubio y poder ejecutar su plan de extorsión. Ahora tenía bastante evidencia de que él era Mysterion y con eso seguramente lo convencería de volver, quien sabe, tal vez así le devuelva un poco de las ganas de combatirlo.

Cuando el día llegó, lo que despertó a Butters de su sueño fue el sonido del teléfono al llamar, con algo de sueño tomó el objeto y contestó la llamada.

—¿Hola? —La otra voz se quedó callada un momento.

—¿Quién habla?

—Um, soy Leopold Stoch en la casa de Kenny McCormick, él se encuentra durmiendo.

—¡¿Butters?! Que haces en la- ahg, luego me cuentas. Butters soy Kyle, necesito que despiertes a Kenny lo más pronto posible.

—No creo que lo haga, anoche lo saqué de un bar así que dudo que esté lucido aún.

—Ay no, maldición Kenny—Se frustró al otro lado—Mira, sé que no debería decírtelo, pero una trabajadora social llegará pronto a la casa para revisar que las condiciones sean óptimas para niños.

—¿Niños?

—No sé si lo sepas Butters, pero... Karen McCormick murió, Kenny es lo único que les queda a sus dos hijos, pero si la trabajadora social ve que no es apto para ellos los va a perder para siempre. —Aquella noticia golpeó duramente al rubio, incluso tuvo que sentarse para procesarlo, claro, ahora entendía porque Kenny estaba tan decaído.

—P-pero, él también tiene un hermano mayor, Kevin creo que se llamaba.

—Kevin está en la cárcel por asesinato, tiene dos cadenas perpetuas, nunca verá la luz del día. Ahora mismo Kenny está solo y esos niños también, tienes que ayudarlo por favor.

Kenny está solo.

Solo, lo ha perdido todo.

No tiene dinero, ni trabajo, ni familia.

El héroe que un día admiró, que durante años odió y que ahora extraña está totalmente solo en este mundo al igual que él en su momento. Ese sentimiento hizo que algo dentro de él dejara al menos una gota de amor por la maldad. Si era cierto que Kenny era la única persona que podía cuidar de esos niños entonces al menos le ayudaría a no perder su custodia.

Poco tiempo después la puerta sonó y al abrirla se encontró con una mujer de apariencia estricta que ya desde la entrada estaba anotando.

—Buenos días, ¿es usted el señor Kenneth McCormick? —Preguntó con cierta desconfianza.

—No señora, soy un amigo de él que ha venido a cuidarlo ya que por toda la situación ha tomado algo de fiebre, pero si desea yo puedo mostrarle la casa—La mujer lo miró detenidamente.

—Creo haberlo visto en alguna parte.

—Posiblemente en alguna noticia o revista, tengo algunos negocios importantes. Soy Leopold Stoch, dueño de Stoch Motors. —Ahora si estaba realmente sorprendida—Pero pase por favor, le mostraré el sitio.

Al entrar era como una casa totalmente diferente. Las paredes bien pintadas sin signos de humedad, los muebles eran nuevos, la cocina con mejorar recientes, todo parecía de buena calidad.

—Lamento que la fachada la haya confundido, pero mi amigo ha estado haciendo remodelaciones para que los niños tengan lo mejor.

—Veo que el señor McCormick es bastante responsable, eso me gusta—Anotó algunas cosas en sus papeles. —Haré algunas ultimas revisiones y luego me iré, pero por lo que veo el sitió cumple las condiciones necesarias, por favor dígale al señor Keneth que lo estaré llamando.

—Claro, cuando desee puede ir a la puerta para que la acompañe—Habló con amabilidad hasta que la visita terminó, en cuanto la mujer se fue, oprimió un botón de su reloj y aquella ilusión holográfica desapareció. —Las personas son fáciles de engañar. —Comentó al azar. En ese momento la puerta del cuarto principal se abrió y Kenny salió, notando la presencia de Leo.

—Butters, tu...—Recordó lo de anoche—Uy, lo siento amigo, creo que hablé de más sin querer, no tenías que traerme—Luego abrió los ojos al notar el reloj—Mierda, yo tenía, alguien tenía, yo debí...

—Ya se fue la trabajadora social, no te preocupes, ya me encargué de todo así que no creo que te vaya mal en la evaluación. —Sintió alivio al escuchar eso.

—¿Como supiste de eso?

—Kyle llamó y yo contesté, me lo contó todo... lo siento mucho Ken—Y realmente lo sentía, realmente sintió lastima por su archienemigo.

Al escuchar eso el rubio se sentó en el viejo sofá se puso a llorar, realmente había estado reteniendo esas emociones por mucho tiempo, intentando ser fuerte pero no podía, estaba en el fondo.

—Gracias, sé que somo casi extraños ahora, pero de verdad, gracias por estar aquí. —Esas palabras hicieron el congelado corazón de Butters sintiera algo de calor.

—De nada, después de todo alguna vez fuimos buenos amigos—Sacó de su abrigo una tarjeta y se la dio—Si me necesitas para algo no dudes en llamarme, no tengo muchas obligaciones así que me quedaré unos días en mi antigua casa. —Ambos se sonrieron.

Tal vez no era tan malo unas vacaciones.

...

—¿En serio vas a renunciar así de la nada? ¡Llevas 18 años Chaos, 18 años en la cima del mundo! —Preguntaba alterado el pelirrojo secuaz.

—Ya es una decisión tomada Dougie, me retiro como villano para tener una vida normal—El contrario ríe sarcástico.

—Ambos sabemos que eso no es cierto, no se puede considerar normal la idea de servir de niñera para tu archienemigo jurado. —El rubio se giró, entregándole el anillo que lo transformaba en su alter ego.

—Tienes razón, la razón por la que me voy es porque quiero ayudar a Kenny, simplemente ya no le veo sentido a todo esto sabes, me metí tantos años en este papel que casi se me olvida que soy un ser humano. Cuando vi a esos niños por primera vez sentí una necesidad de protegerlos hasta de mí mismo. —Suspiró—Te dejo mi puesto a ti, es el fin, puedes convertirte en el nuevo Profesor Chaos si quieres. —Comenzó a caminar a la salida, con las luces de la enorme base apagándose a casa paso.

—Yo nunca podría reemplazarte Chaos—Dejó el anillo en el viejo trono vacío—si este es tu fin, es el fin del general también.

Las luces se terminaron de apagar junto con la llama de la maldad.

...

EL PRESENTE

Ambos rubios entraron en esa vieja y polvorienta sala que alguna vez fue usada como antesala del mal. Kenny miró con detenimiento artefactos que reconoció de batallas anteriores.

—Así que esta era tu guarida, es enorme—Comentó al ver todo el lugar.

—Si, solía estar orgulloso de ella, pero ahora solo es como un sueño polvoriento—Sonrió con melancolía, al notar esto, el rubio más alto tuvo que preguntar.

—Porqué Butters, porqué convertirte en mi peor enemigo y atormentarme durante tantos años sin descanso. Sabías quien era yo y aun así te fuiste por el camino contrario. —Sabía que debían tener esa conversación en algún momento.

—Kenny, ¿tienes idea de todo lo que pasé durante años? Siendo solo un niño perdí mis amigos, mis padres, un ojo. Estaba solo y resentido.

—Pero no entiendo porque te ensañaste con nosotros, porqué conmigo, pensé que éramos amigos.

—Yo también lo pensé, eras el único amigo que realmente quería mantener, pero tu no a mi—Tomó el bolígrafo grabadora, reproduciendo una vez más el mensaje.

"Seguramente él estará bien y tiene amigos aparte de nosotros. Hay otras personas que nos necesitan más que él."

Al escuchar su voz Kenny no pudo evitar sentirse tan mal, en ese entonces estaba tan concentrado en salvar personas que no notó, como con sus hermanos y sobrinos, que estaba abandonando a quienes estaban más cerca.

—Lo perdí todo Kenny, te admiraba como héroe y soñé tantas noches que con que vinieras a protegerme de los bullys que me lastimaron, que me sacaras de ese auto en llamas, incluso esa ultima vez que hablamos por primera vez quería ser el héroe de alguien y tu en cambio me reprendiste. Todos ustedes, mis amigos, mis héroes, me dejaron en la oscuridad.

—Leo, perdóname por favor—Ahora entendía por lo que había pasado.

—Pero eso ya no importa, hace años que dejó de importar—Puso la grabadora en su lugar—He ido a terapia los últimos años y cualquier resentimiento se ha ido por el caño, incluso me enamoré de quien más odiaba, ¿puedes creer eso? —Se puso una mano en el rostro. El contrario se acercó a él para abrazarlo.

—Y sé que te lo voy a deber toda la vida, quiero corresponder tus sentimientos porque sé la gran persona que eres hoy—Luego puso una expresión de burla—Además, si te rechazo puede que vuelvas a ser un villano temible—El otro le dio un codazo.

—Como sea, supongo que una ultima vez usando el traje no hará mal a nadie, sobre todo si lo uso para proteger a quienes amo.

—En realidad, antes de hablar con el equipo quiero hacer algo—Se arrodilló, sacando de su abrigo una pequeña caja. —Leopold Stoch, sé que no oro porque sigo siendo pobre, pero por favor, ¿te casarías conmigo? —La pregunta tomó por sorpresa al chico.

—P-pero, ¿ahora?

—Bueno, en parte es porque realmente quiero que seas mi pareja, pero por otro lado también quiero que adoptes a mis niños, quiero que realmente tengas el derecho a su crianza tanto como yo. ¿Qué dices? —El rubio se lo pensó un momento, pero realmente no tenía mucho que pensar.

—Si, acepto.

...

—¿Estás seguro de que quieres casarte conmigo? Tal vez estamos llevando las cosas demasiado rápido—Preguntó Butters con el acta frente a ellos y el notario al frente.

—Leo, dediqué mi vida a salvar a las personas... de ti—Le recriminó.

—Lo siento, ya he dicho que lo siento.

—Y durante décadas pensé que esa iba a ser mi vida, rechacé a buenas chicas porque no quería darles la vida que mis amigos les dieron a sus parejas ni a sus hijos. Pero entonces de la nada me di cuenta que estaba solo y no tenía nada, ahora estaba a cargo de dos niños y me sentía desorientado. —Le tomó las mejillas—A pesar de nuestro pasado, de quien éramos y del daño que nos hicimos tú lo dejaste todo por aventurarte conmigo en un viaje a la paternidad. No puedo decirte ahora que te amo, pero sé que si alguien merece estar a mi lado y poder decirle que es mi familia ese eres tú.

—Ken—Aquello realmente le había calentado el corazón, con una sonrisa tomó los papeles y los firmó, el contrario hizo lo mismo y de esa manera, legalmente se encontraban casados. —Yo tampoco pensé jamás en formar una familia, me sumergí en el resentimiento y el poder que no me di cuenta de lo mucho que necesitaba esto hasta que vi a Charlie y Nora.

—Perfecto señores, en cuanto estos papeles sean procesados debidamente el proceso de adopción será vigente y legalmente serán una familia. —Les anunció el abogado, ambos se dieron un corto beso para sellar el trato y luego salieron del juzgado, ahí los dos niños los esperaban en el auto.

—Entonces, ¿oficialmente somos familia? —Preguntó Charlie con cierta ilusión. Ambos adultos mostraron los anillos en sus dedos.

—Yei, ahora puedo llamarte papi Leo y al tío Kenny papá Ken—Anunció Nora mientras se lanzaba a abrazarlos.

—No tienes que llamarnos así si no quieres, podemos seguir siendo tu tío y Leo—Comentó Butters, pero la niña negó.

—Se siente más especial decir que tengo papás—Los volvió a abrazar, el mayor se sumó y así, por primera vez en mucho tiempo, todos sintieron que pertenecían a algún lugar.

Mientras tanto el viejo bolígrafo que alguna vez fue su catalizador de odio era arrojado disimuladamente a una alcantarilla.

...

JODER ES LO MAS LARGO QUE HE ESCRITO.

A veces siento que esta historia es más Bunny que otra cosa, pero lo siento, amo escribir de estos dos jsjsjs.

¿Para el siguiente Origenes de que pasado quieren que escriba?







Continue Reading

You'll Also Like

164K 22.9K 66
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
701K 19.5K 80
"...Vamos a pecar juntos..." ❝One-Shots sobre personajes masculinos del anime "Naruto" , escritos por un fan para otros fans , con alto contenido +18...
515K 52.8K 132
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
170K 4.5K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...