La Leyenda de las Facciones y...

By CamiloNavasAlvear

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Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, i... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58

Capitulo 46

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By CamiloNavasAlvear

Seiya no sabía donde estaba o que estaba haciendo. Recordaba perfectamente haberse dormido abrazado a Shoko, y ahora sentía estar de pie frente a un barranco, viendo el Mar.

¿Era un sueño? No, no se sentía como un sueño.

-¿Así que eso es todo?- Exclamo una voz al lado suyo, y al ver quien dijo eso, vio a una niña de cabello largo hasta los pies de color negro, ojos del mismo color de aspecto vacíos y harapos como única ropa.

Pero a pesar de su apariencia, de alguna manera sabía que no era una niña.

-Sabes que no puedo romper el juramento que le hice a Athena- las palabras le salieron solas, pero sentía que no eran del todo suyas. Además que el tono de su voz era más grave que su voz habitual.

-¿Y que pasa con la promesa que me hiciste? Prometiste ayudarme a volver a mi hogar. ¿No me ayudarás?- Aunque su rostro estaba fuera de emociones, en su voz había un tono de reproche, así como de decepción, y algo de dolor.

-No creo poder ayudarte ahora, lo siento- se disculpo, y aunque no podía verse, sintió sus labios estirarse en una sonrisa de disculpa.

-Mentiroso-.

-No lo soy. Que no pueda ayudarte ahora, no significa que no pueda ayudarte en el futuro-.

-¿Y como puedes ayudarme si estas muerto?-.

-Ni yo lo termino por entender bien, pero se que mi alma renacerá en el futuro, o algo así. Así que... cuando nos volvamos a ver, entonces podré ayudarte a volver a tu hogar-.

¿Era un recuerdo? No, Seiya no recordaba conocer a esta "niña" ni esta charla, pero algo en él le decía que esto no era un sueño o ilusión, sino que de verdad paso.

-¿Lo prometes?- Pregunto la "niña". Sus ojos parecieron brillar con esperanza.

Él se arrodillo a la altura de la niña y levanto la mano derecha, su puño estaba cerrado, excepto por el pulgar que tenía levantado.

-Escuche que en occidente había una tradición de que si cruzas tu meñique con el de otra persona, la promesa que se hagan se cumplirá, sin importar que- otra vez las palabras salieron solas de sus labios.

¿Era él quien decía todo esto, o alguien más y él solo veía todo en Primera Persona?

La pelinegra levanto el meñique con su mano y lo cruzo con su meñique más grande.

-Entonces es una promesa-.

Sintió su cabeza moverse ligeramente de arriba a abajo, había dado un asentimiento. -Te prometo que la próxima vez que nos veamos, te ayudaré a volver a tu hogar... aunque si eso sucede, te recomiendo usar la apariencia que tienes ahora, ya que de otra forma no creo reconocerte-.

La niña asintió.

-Es una promesa- dijeron al unísono.
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Seiya abrió lentamente los ojos, siendo lo primero que vio el techo de la habitación. Unos débiles rayos del sol salían entre las cortinas de la ventana de la habitación, y por lo pequeño que eran, apenas había salido el Sol en el Inframundo Bíblico. Pero a pesar de lo temprano que debía ser, Seiya no sentía la pereza habitual que tenía a estas horas, su mente estaba concentrada en el sueño que acaba de tener... si es que en realidad fue un sueño.

Intento mover su brazo derecho para ver su mano y hacer el gesto del meñique, pero un peso en ese lado de su cuerpo se lo impidió. Giro la cabeza, encontrando el cuerpo de Shoko durmiendo al lado suyo, muy pegado a él. Ella usaba su brazo como una almohada y sus manos se aferraban con delicadeza a la camisa que tenía para dormir.

Dejo el extraño sueño a un lado para concentrarse en la hermosa joven que dormía a su lado. Recordó claramente los sucesos de anoche, de como ella había venido a su cuarto en lágrimas hasta que cayo dormida y como no la dejo y durmió con ella para que sintiera su presencia y apoyo.

No tenía ni idea de que fue lo que paso en esa reunión con los Gremory, pero iba a averiguarlo de una manera u otra. Movió con cuidado su brazo para no despertarla, pero en sueños, ella reacciono a su movimiento, saliendo de sus labios un sonido lastimero mientras sus dedos se aferraban con fuerza a su camisa, no deseando que se apartara de su lado.

Al notar que no podría moverse sin despertarla, se quedo quieto en la cama, sintiendo como el agarre en su camisa se aflojaba y ella se calmaba.

Giro su cuerpo, dejándolo de lado para ver directamente a Shoko. Podía recordar claramente los sollozos lastimeros que salieron durante una hora de ella, su cuerpo temblar en sus brazos, en como se aferraba a él como si fuera un salvavidas...

Le dolía

Le dolía ver a Shoko tan vulnerable, débil, al punto de llorar por bastante rato hasta quedarse sin energías. Sabe que Shoko no es de piedra y que puede experimentar alegría como tristeza como cualquier otro ser humano... pero el corazón se le estrujaba dolorosamente al recordar el rostro de la pelirroja enterrado en su pecho mientras sentía la humedad de las lágrimas en su camisa.

-¿La amas?- Recordó la interrogativa de Penemue cuando lo encontró frustrado por no haber ayudado a Shoko en su batalla con los Berserkers.

Puso un mechón de pelo rebelde que cayo frente al rostro de Shoko detrás de su oreja, viendo su rostro dormido y que, en contraste con anoche, ahora estaba en calma.

-¿Es posible que ame a Shoko?- Se pregunto a si mismo, inseguro de la respuesta.

Si se iba por el aspecto físico, no sería difícil. Siendo franco, Shoko tiene un hermoso cuerpo, pechos no muy grandes pero tampoco se puede decir pequeños, sino de tamaño medio, pero el punto fuerte de la chica serían sus piernas y trasero. Y a pesar de su apariencia femenina, Shoko tenía gran fuerza en brazos y piernas por toda una vida dedicada a las artes marciales, sobre todo al karate, dándole cierta musculatura que no restaba sus encantos femeninos. Su cabello y ojos rojos le daban cierta belleza exótica.

Si se iba a lo emocional... Shoko era de las personas que más confiaba, confiaba en ella tanto como confiaba en sus hermanos, y era la mujer que más le importaba, aparte de su hermana, Marín y Saori.

Le gustaba estar con Shoko, porque con ella podía hablar de temas que con sus otros amigos y hermanos no entenderían, pero ella si.

Le gustaba ver sus expresiones. Shoko era tan expresiva que era fácil de leer, y cualquier gesto que hacía le parecía lindo.

Le gustaba salir en misiones con ella, porque con ella, tenía una seguridad y calma que solo podía equipararse a cuando estaba con sus hermanos, pero muy diferente a la vez.

A él... le gustaba Shoko. No, era más que eso... la amaba.

Y ese echo lo asusto.

Esta vez se separo rápidamente de la joven, quien instintivamente lo busco. Seiya tomo la almohada que uso como su reemplazo, pareciéndole tierno ver como ella abrazaba fuertemente la almohada, imaginándose que es él.

Seiya se sentó en el borde de la cama, suspirando fuertemente encorvándose, colocando los codos encima de sus piernas y llevándose ambas manos a la cara.

-¿No aprendí nada de Saori?- Se pregunto a si mismo, sin saber como sentirse con su reciente descubrimiento de sentimientos.

Y si esto que sentía hacía Shoko en realidad era amor como creía... entonces se sentía como una basura... porque no era la única a quien tenía cierto grado de este sentimiento.

Simplemente no puede tener suerte fácil en el amor, ¿verdad?

-Necesito aire- se levanto de la cama y abrió la puerta de la habitación. Antes de salir, llamo a su armadura para que lo vistiera. Con Shoko durmiendo, sería incómodo vestirse con ella cerca.

Camino por los pasillos de la mansión Sitri hasta llegar a un gran jardín, que sería el patio de la mansión. El jardín estaba compuesto por un gran campo de hierva en el suelo, adornado con hermosas flores de distintos colores. Había un camino de piedra en el camino de cuatro direcciones, que en el centro, había una pequeña edificación con techo blanco y una mesa, probablemente para tomar el té.

En ese mismo lugar, estaba Sona, y una mujer adulta que parecía una versión mayor de Serafall, su cabello era negro como las hermanas y que lo tenía suelto, cayéndole hasta la mitad de la espalda, pero el color de sus ojos eran los mismos que los de Sona. Vestía un vestido que uno vería de una noble aristócrata de Inglaterra.

No le tomo mucho pensar para adivinar que debía ser la madre de Sona y Serafall.

La razón por la que no la reconoció antes, es porque en todo momento que venía a ver el entrenamiento de Sona y su sequito, no se encontraba con los Padres de Sona, y cuando llegaron a la mansión después del ataque de los Berserkers, Sona les dijo que sus Padres estaban atendiendo asuntos del Clan Sitri, así que esta es la primera vez que se ven.

-Vaya, veo que nuestro invitado se despertó- dijo la mujer al ver a Seiya acercarse. La adulta se puso de pie cuando Seiya llegó hasta ellas. -Es un gusto finalmente conocerlo, Caballero de Sagitario. Soy Lady Sitri. Gracias por cuidar a mi hija y su sequito en todo este tiempo-.

-Un gusto conocerla señora, y no necesita ser formal, prefiero que la gente me llame solo por mi nombre- Seiya hizo una pequeña reverencia a modo de corresponder el saludo de la matriarca del Clan Sitri. -Buenos días, Sona- saludo a la joven, que también se levanto para saludarlo.

-Buenos días, Seiya-sensei- saludo Sona, sin sorprenderse de verlo tan temprano. Como guerrero consumado en sus misiones, suponía que él debía estar acostumbrado a despertarse incluso más temprano que a esta hora. -¿Se le ofrece algo? ¿Acaso entrenaremos antes de tiempo?- Pregunto, al verlo puesto con la armadura.

Entendiendo el motivo con la pregunta, negó haciendo un gesto con la mano. -Nada de eso, solo... necesitaba caminar un poco, y me siento cómodo teniendo la armadura puesta-.

Sona lo miro con los ojos entrecerrados. -...Tuvo flojera para vestirse y decidió usar la armadura encima, ¿verdad?-.

-...No voy a responder eso-.

La madre de Sona se rio por ese intercambio. -Ya que esta aquí, ¿por que no se queda a tomar té con nosotros y a conversar? Estoy interesada en escuchar algunos relatos suyos-.

-Claro- Seiya no tenía nada mejor que hacer, así que acepto. -¿De que quiere que hable?-.

-Bueno, estoy particularmente interesada en un compañero de trabajo suyo. Hyoga era su nombre, ¿verdad? Me gustaría que me hablara de él-.

(...)

-¿Qué pasa, Papa?- Pregunto Natasha, al ver a su padre temblar de repente, como si un corrientazo eléctrico lo golpeara.

-...Siento que quiero golpear a Seiya-.
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(En la sala Patriarcal)

Athena estaba sentada en su trono de piedra, con el Patriarca Nicole a su lado, ambos viendo a los tres Santos que acompañarán a Nicole en seis días al Inframundo.

El primero y que estaba hincado en el centro era Shun. Fue elegido por su amabilidad y cortesía con otras personas, elementos que son importantes cuando se busca tener una buena relación con otros bandos.

La persona a la derecha de Shun era una mujer que parecía estar entre los 24 y 25, de cabello rubio pálido largo hasta la cintura, ojos azules, nariz delgada y de rasgos finos. Su armadura era de color Plata con cierto brillo azulado, tiene una tiara con una especie de gema en el centro y en sus costados presenta tres especies de "plumas" ubicadas en cada lado de la tiara, las hombreras están formadas por la cabeza de un ave que se divide en dos partes formado dos hombreras superpuestas entre si ubicadas de cada lado. Su protección en el pecho protege su torso completamente hasta la cintura, los brazos están formado por las alas del ave, formadas por tres grupos de plumas en la parte trasera del pecho se une una protección formada por un gran plumaje que llega a proteger hasta un poco más de las rodillas, tiene protectores en los muslos que cubran solamente el lado en donde esta la pierna: completamente izquierda para el muslo izquierdo, y completamente derecho para el muslo derecho y los tobillos tienen protectores con forma de garras de ave. Las rodilleras se unen a los protectores de pie y poseen un diseño en forma de "gema". La armadura protegía casi completamente todo el cuerpo de la guerrera, aunque sin querer, se le pronunciaba las caderas y piernas.

La tercera persona a la izquierda de Shun era un hombre muy musculoso, midiendo 1,80 metros de alto y parecía tener la misma edad que Shun. Usa una armadura de plata, pero esta es de color verde marino. El diseño de su armadura parecía inspiración en las protecciones de armadura de la antigua Grecia: tenía protección completa en el torso hasta la cintura donde había un cinturón, una gran hombrera en su hombro izquierdo y tenía descubierto el hombro derecho, pero esta tenía una protección en el brazo por debajo del hombro hasta su mano, en su brazo izquierdo tenía una protección en el antebrazo hasta debajo del codo con picos. Protecciones simples en piernas y botas y tenía un casco con forma de león que actualmente lo tenía debajo del brazo en señal de respeto al estar frente al Patriarca y su Diosa.

Las dos personas eran Katya y Ban, antes conocidos como la Saintia de Bronce de Corona Boreal y el Santo de Bronce de León Menor respectivamente, pero durante todo este tiempo subieron de rango. Katya ahora era la Saintia de Plata de Búho, y Ban el Santo de Plata de Heracles. Este último también era un hijo de Mitsumasa Kido.

-La razón por la que los llame a los tres, es debido a que fueron elegidos para acompañar al Patriarca Nicole a la reunión de las Facciones que se realizara en el Inframundo Bíblico en 6 días. Ustedes tendrán la obligación de protegerlo, porque aunque se haya formado una alianza, no quiere decir que todos los individuos dentro de las Facciones estén de acuerdo con la alianza- hablo Athena con tono firme y demandante que obligaba a quien la escuchaba estar callado y obedecer. -Su deber será proteger al Patriarca Nicole, pero también de disfrutar la celebración y conocer un poco más de la cultura de nuestros aliados-.

Los tres Santos asintieron. La razón por la que Nicole eligió a los tres era porque tenían el carácter para comportarse y no ocasionar problemas con comentarios indiferentes o muy confiados con la persona equivocada, además de saber llevar una buena conversación.

-Todos menos Shun, pueden retirarse- ordeno el Patriarca. Katya y Ban se pusieron de pie, haciendo una reverencia a sus dos líderes antes de retirarse.

-Shun, cuando la reunión de los Demonios termine, tu te quedarás con los jóvenes Demonios a cumplir tu plazo de estadía con ellos, mientras Seiya y Shoko vuelven al Santuario a reocupar sus deberes- informo Saori al peliverde. -No tienes problemas con eso, ¿verdad?-.

-Claro que no, Athena. De hecho, estoy interesado en conocer a los jóvenes Demonios- respondió Shun. Por lo que dijo Hyoga y lo que decía Seiya en sus informes, esos Demonios parecían ser unos jóvenes amables con los que se podía llevar bien.

-Eso es bueno. Se te informa para que prepares tus cosas de antemano, saldremos un día antes de la reunión y nos reuniremos con uno de los siervos del Maou Lucifer en la ciudad de Atenas-.

La razón por la que deben irse un día antes es que viajaran a través del transporte mágico de los Demonios, aquel tren que pasa por la brecha dimensional y que es capaz de llevar a las personas a través del mundo humano y el Inframundo. La razón de hacerlo de esa manera y no por un Círculo Mágico, que sería más rápido es porque como representantes del Santuario invitados a una fiesta de Demonios, son los invitados y tienen que mostrar respeto y cortesía a sus costumbres y leyes, incluyendo el medio en como llegaran a su terreno, y como el viaje sería de varias horas, llegarían por la noche al Inframundo.

Aunque si salen temprano podrían llegar poco después del medio día, pero Nicole tiene que resolver todos los asuntos que pueda en el Santuario antes de partir y dejar la completa administración a Athena, Nicole no quería que su Diosa tuviera ninguna dificultad en su ausencia. Puede que este exagerando, ya que volverían temprano al día siguiente de la fiesta, pero sentía que debía hacer esto, como Santo y Patriarca.

Sin nada más, Shun se retiro al Templo de Virgo para preparar su equipaje, mientras el Patriarca y Athena volvían a sus deberes.
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(Con Sirzechs)

El Satán Carmesí se encontraba en la sala de espera de su mansión en los terrenos Gremory. Puede que haya dejado de ser un Gremory en apellido al volverse un Maou, pero aun conservaba algunos terrenos que su Padre le dio y usa cuando viene de visita.

A diferencia de lo que uno podría pensar, Sirzechs no esta desconcertado o confundido sobre las revelaciones de ayer. Como alguien que a vivido 500 años y a sido el líder de un grupo de una guerra civil y es uno de los líderes del actual Inframundo, ha visto y hecho muchas cosas, cosas que se enorgullece y de las que preferiría olvidar, lo que lo ha vuelto alguien difícil de sorprender, pero que llega a fingir sorpresa para no decepcionar a las personas que hacen ese esfuerzo.

Que un líder de una de las casas nobles del Inframundo tenga un hijo bastardo no es raro. Aunque los Demonios tengan baja natalidad, aun hoy en día es común que de repente lleguen supuestos hijos a una familia, tan común, que las prensas Demoniacas no hacen escandalo de eso, a menos que la familia involucrada sea de gran importancia para la sociedad Demoniaca.

Y el Clan Gremory entraba en esa clasificación, por los negocios de terreno y el buen trato que tienen hacía los Demonios reencarnados, sin contar que el hijo del actual líder es el Maou y su hija es una estrella en ascenso que se ha visto involucrada en los recientes asuntos políticos importantes, como la paz entre las Facciones.

Que el padre de esos hijos haya tenido una hija mitad Demonio con una humana sin duda será un escandalo, sobre todo para los fanáticos de Sangre Pura, aunque Sirzechs confiaba en que la reputación de su familia no se mancharía mucho, y al final, todo sería un escandalo que se olvidaría en pocos días.

-Una media hermana... la verdad no me sorprende- como varios Demonios, su padre también tenía un Harén de mujeres, aunque puramente para el placer, y la única que reconoce como esposa era su Madre... pero tras escuchar la historia de su padre con una humana, y lo dispuesto que estuvo de que fuera una segunda esposa, sin importarle su reputación... hizo que el respeto por su padre aumentara. -Aun así, debió decirme-.

Entendía el razonamiento por el que su Padre quedo en silencio, más el dolor que debió soportar, pero igual estaba molesto de que no le haya dicho nada de una media-hermana en más de 27 años, ¡casi 30! Si los Caballeros de Athena nunca se hubieran involucrado con Rias y su séquito, aun seguiría siendo desconocedor de su existencia.

Pero eso no era su principal preocupación, lo eran Rias y Shoko... sus hermanas. Sonaba un poco raro decirlo en plural, pero al mismo tiempo, se escuchaba bien. Siempre quiso tener un hermano o hermana, así que cuando su Madre anuncio que esperaba a Rias, la felicidad en su ser fue enorme, solo superada por la felicidad que le dio Grayfia cuando le dijo que estaba embarazada.

Sintió una presencia detrás suyo y una mano posarse en su hombro. No hacía falta mirar para saber que era Grayfia.

-¿Como estas llevando todo esto, Sirzechs?-.

Cuando lo llamaba por su nombre, significaba que no le estaba hablando como una sirvienta más, sino como su esposa.

-Honestamente... estoy bien- declaro. Grayfia se mantuvo en silencio, señal de que lo escuchaba. -Me sorprendió toda la historia de mi Padre con esa humana, pero no es raro que los Demonios tengan amantes, es casi la norma en nuestra raza... pero lo que me molesta fue escuchar como de verdad la amaba, y en todo este tiempo, nunca me dijo nada para que lo ayudara. Aunque entiendo las razones, no evita que este molesto con él por eso. ¿Es muy caprichoso enojarme?-.

-Claro que no, tienes todo el derecho de enojarte con Zeoticus-sama por ocultarte esto, ya que esto también te involucraba en parte- dijo Grayfia, caminando alrededor del sofá y sentándose al lado de su marido. Tomo su mano derecha con ambas manos. -Pero no me refiero solo a eso, ¿cómo te sientes con respecto a Shoko?-.

Sirzechs tarareo, pensando en una respuesta.

-Me siento... feliz. Puede sonar raro, pero el que tenga otra hermana menor me hace feliz, me da igual si es de otra madre. No la conozco bien como Rias, pero eso solo hace que quiera conocerla, conectarme con ella como un hermano. No estuve con ella toda su vida, no pude ser un hermano para ella, y aunque ahora es una adulta con una vida propia, quiero ser parte de ella como el hermano que debía ser. Puede que suene egoísta, pero quiero al menos hacer el intento. Lo único que me entristece es que nunca tuve oportunidad de conocer a Kyoko, pero a su vez, me motiva más a querer aprovechar la oportunidad que la vida me dio para estar con Shoko-.

Grayfia estaba en silencio, escuchando atentamente cada palabra que decía Sizechs con pasión. Él siempre fue así. Podía ser un hombre calmado y que rara vez perdía la paciencia, pero cuando se trataba de su familia, podía ser un hombre apasionado como el color de su cabello, siempre dispuesto a ellos, a ayudarlos de cualquier forma posible. Sirzechs amaba a su familia, tanto que sabía que estaría dispuesto a tirar su titulo como Maou si eso significaba que estuvieran seguros.

La preocupación por sus familiares y amigos fue una de las razones por las que ella se enamoro de él. No por su poder, sino por su gran corazón, y aunque no lo admitiría abiertamente, le parecía lindo a veces como actuaba como un tonto que le gustaba avergonzar a su hermana.

-¿Y que pasa sobre Rias?-.

Sirzechs suspiro. Rias era otro tema. Su hermanita parecía tener cierto grado de admiración por Shoko por no tener miedo en mostrarse quien es, algo que ella no podía por su posición como heredera del Clan Gremory, y solo lo hacía cuando estaba con sus amigos y familia.

-Aunque estoy de acuerdo con mi Madre de que Rias aceptara bien a Shoko, primero tiene que llegar a un acuerdo con la idea. Rias nunca ha enfrentado algo como esto, y aunque quiero ayudarla, esto es algo que tiene que resolver ella misma- respondió Sirzechs con seriedad. La idea no era del todo su gusto, pero sabe que es necesario, por el bien de Rias.

Quiere a su hermana, casi tanto como quiere a su hijo, y aunque es una gran persona, sabe que no siempre podrá ayudarla debido a su posición de imparcialidad como Maou, como sucedió con su matrimonio arreglado con Raiser Phoenix, donde aunque se involucro en cierta medida al permitirle a Issei enfrentar a Raiser por la mano de Rias, eso fue lo máximo que podía hacer.

Un día, Rias será la cabeza del Clan Gremory. Aunque tiene la educación y el poder Mágico suficiente para hacerlo bien, es caprichosa e inocente en varios aspectos, y suele desesperarse pronto cuando algo no sale como lo planeo, o algo que no esperaba sucede. La vida es dura, más aun con las responsabilidades que ella tendrá... y aunque suene mal, esta revelación puede ayudarla a madurar.

Pero por ahora debe darle tiempo a ella y a Shoko de asimilar todo. Aunque tiempo es lo poco que tienen, ya que en 6 días será la reunión de las Facciones, y Rias tiene que asistir al haber estado involucrada en la firma de paz de las Facciones.

Por ahora, debía tener fe en que lo pudieran aceptar.

-Que un Demonio tenga fe en algo es para reírse- se dijo a si mismo.
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(Con Seiya)

Ya casi era la hora de almorzar en la mansión, y como huésped, Seiya no podía ser descortés al faltar, pero durante toda la mañana, después de charlar con Sona y su madre, y que esta última le hiciera preguntas sobre Hyoga, cosa que aun lo tenía confundido de porque preguntaba sobre él, ha estado tratando de distraerse en cualquier cosa; desde pasear por los grandes jardines hasta ejercitándose.

Pero sabe que no puede evadir más el tema, menos cuando escucho unos pasos en la hierva acercarse y reconocer el Cosmos de quien se acercaba.

-...Hola- saludo Shoko levantando una mano. Por su atuendo diferente, que son unos pantalones cortos con una camisa blanca y usando una chamarra roja encima, en vez del vestido con el que llegó a su habitación, quiere decir que fue primero a la suya a cambiarse de ropa. -¿Cómo estas?-.

-Yo debería hacerte esa pregunta- dijo Seiya, girando para verla de frente. -¿Estas bien? ¿Qué sucedió en aquella reunión con los Gremory?-.

-Es... complicado- Shoko no encontró otra forma de decirlo. -¿Podrías esperar hasta después del almuerzo?-.

-Claro. De hecho, iba a visitar a los chicos para avisarles que volvieran mañana-.

Aunque el entrenamiento era importante, también lo era el descanso después del entrenamiento. Iba a reunirse en persona con Issei y los demás para avisarles que su entrenamiento de un mes había terminado, y mañana podrían volver para descansar hasta la reunión de las Facciones, y su posterior regreso al mundo humano. Ya le había informado a Sona y su séquito de esto, solo faltaba el séquito de Rias.

-Bien, entonces... nos vemos- Shoko se retiro. El aire entre ambos se hacía incomodo.

Seiya suspiro. Independiente de lo que sienta, le preocupa Shoko y quiere saber que paso y como ayudarla.

-Pero primero, creo que ya debo ponerme algo más de ropa debajo de la armadura. No entiendo como hay gente que hasta le gusta usar la armadura desnudos, es asqueroso y escalofriante-.
.........................................

(Dos horas después)

Después de informarle al séquito de Rias, así como a la misma pelirroja, que por alguna extraña razón se veía bastante apagada, llegó a tiempo para almorzar en la mansión Sitri.

Después de almorzar, él y Shoko estaban en una pequeña sala privada que Lady Sitri les presto para hablar. Lo único que Seiya hizo fue pedirle una habitación para hablar a solas, pero la mujer pareció notar que era algo serio, así que acepto.

Al estar solos, Shoko estaba mirando sus puños que estaban encima de sus rodillas, sin atreverse a verlo a los ojos.

-Shoko, no quiero obligarte a decir algo que no quieras, pero me preocupas- Seiya sabe que insiste en algo que ni le debía incumbir, pero quiere ayudarla.

-Lo se, solo...- Shoko miro con temor a Seiya. ¿Cambiaría la forma en como la veía cuando le dijera lo que era en verdad? Ese era su mayor temor. -Tengo miedo-.

Pero parte de ese temor se fue cuando vio que la mano derecha de Seiya se poso encima de la suya, con él inclinado hacía adelante para acercarse y tomársela.

-Estoy contigo, Shoko. No importa lo que digas, siempre estaré contigo- dijo Seiya con firmeza. No quería que Shoko pensara que estaba sola. Nunca dejaría que ella piense eso.

La pelirroja bajo el rostro, esta vez para ocultar el sonrojo que le surgió por esas palabras.

-Si dices cosas como esa... no podré evitar enamorarme más de ti- su corazón bombeaba fuertemente, pero al menos, las palabras de Seiya lograron su objetivo de que dejara de temer.

Y cuando Shoko abrió la boca... todo salió. Conto todo lo que paso en la reunión; la historia de Zeoticus con su Madre, el que en realidad era Mitad Demonio, hasta llegar anoche llorando a su habitación buscando un apoyo que necesitaba.

Seiya la escucho atentamente, al inicio con paciencia, pero a medida que avanzaba el relato, su rostro hizo varias expresiones de sorpresa que cambiaba rápidamente a una de seriedad para seguir escuchando y que ella no pensara que estaba siendo tonto o no estaba prestando atención.

Al finalizar el relato, quedaron en un profundo silencio. Los ojos de Shoko temblaron con miedo mientras miraban a Seiya, temerosa de la reacción del hombre que amaba ahora que sabía que no era totalmente humana.

Ese temor se hizo mayor cuando Seiya abrió la boca lentamente: -¿Y que importa?-.

-¿Eh?-.

-¿Qué importa que en realidad seas Mitad Demonio?- Pregunto Seiya. -Es una sorpresa, claro, pero eso no cambia nada; tu sigues siendo Shoko de Águila. La armadura de Marín te eligió por tu corazón y por tu deseo de proteger a Saori-.

-Pero... ¡pero soy un monstruo! En el Santuario todos siempre han sido humanos. Que de repente alguien que tenga sangre de Demonio se revele como un Caballero de Athena podría provocar conflictos internos, ¿y que pensaran Mii y las demás? No me verán más como su amiga, y las demás Saintias bajo mi cargo me verán como un monstruo- Shoko dejo salir parte de sus temores.

-Claro que no, y estas exagerando un poco con lo de conflictos internos. Y sobre tus amigas, admito que no las conozco tan bien, pero puedo ver que ellas confían y te aprecían de la misma forma que Shun y los demás confían en mi y viceversa, y se que no te juzgaran de que razas seas o quien es tu Padre, mucho menos Saori, porque saben quien eres como persona, y te quieren y aceptan como eres- la seguridad en sus palabras dejaba muda a Shoko. -Si te preocupaba que el enterarnos de esto podía cambiar algo en la forma en como te vemos, te aseguro que tus amigas o Athena no les importara, y claro, a mi no me importa. Para mi, sigues siendo Shoko, esa joven que conocí en el puente de Tokio aquella noche-.

Seiya respiro hondo al terminar de hablar, recuperando el aliento. No había mentiras o intentos de consolación; todo lo que dijo era la verdad, o lo que creía que era verdad y estaba seguro.

Se quedaron en silencio durante un tiempo; Seiya mirando al suelo con los brazos cruzados y Shoko mirándolo a él. Ambos no estaban seguros de que decir a continuación. Seiya sintió que Shoko necesitaba oír lo que dijo, pero no estaba seguro de haberlo dicho bien. Quería evitar que cayera en depresión, evitar volver a ver las lágrimas caer en su rostro y escuchar su llanto, su corazón se desgarraba solo con eso.

Shoko, por otro lado, sintió que no tenía nada que justificar en lo que Seiya dijo y como lo dijo, ni tampoco se le ocurría algo para refutarlo. Sabe que tiene razón, sus amigas no son superficiales, ellas no la juzgarían por su sangre, y mucho menos Athena, cuyo amor era casi infinito.

Shoko realmente necesitaba escuchar eso, que no estaba sola, que los miedos que habían surgido eran infundados... que no cambiaba el hecho de que aun era, y sería, una Saintia.

Y en su peor momento, Seiya fue esa luz que busco para apoyarse, para ahogar sus penas y reemplazarlas con luz.

Ella necesitaba que él fuera directo al hablar.

Ella necesitaba que él fuera esa luz que ilumina el camino para todos que lo ven.

Ella necesitaba que él fuera él mismo.

Ella lo necesitaba.

Seiya levanto la vista y la vio mirándolo y suspiro. Intento ser lo más amable posible, pero tal vez debió tener un poco más de tacto. -Mira, Shoko...-.

-Te amo Seiya-.

La lengua del castaño se detuvo de cualquier cosa que iba a decir. Su cerebro pareció congelarse y sus ojos se agrandaron. -¿Qué?-.

-Te amo. Te he amado durante mucho tiempo, solo que nunca tuve me atreví a decirlo antes- la declaración salió tan fácilmente de sus labios que la habría asustado sino hubiera sido por todo lo que ha vivido en su vida hasta ahora.

Parpadeando, Seiya todavía estaba en Shock. No sabía que decir, más que soltar un estúpido "¿Qué?".

-Tu fuerza de voluntad. Tu terquedad. Tu actitud seria como Caballero y lo infantil que puedes ser cuando estas con los demás. Pero sobre todo, tu gran corazón que brilla como el oro y que nos ilumina a todos Tu sonrisa... el como eres capaz de darle esperanza a todos... te amo por todo eso. Por que me diste esperanza cuando más lo necesitaba hace años, y vuelves a darme esperanza ahora-.

Los ojos de Shoko brillaban con cariño. Se sentía tan bien soltar por fin todo lo que su corazón había guardado y anhelado decir. De alguna manera, la charla que empezó con tristeza y temor, se convirtió en una declaración de amor llena de esperanza.

Otro milagro hecho por Seiya, aunque sin quererlo.

El antiguo Pegaso todavía estaba en shock. Una declaración de amor era lo que menos esperaba recibir hoy, o en esta vida luego de que abandono sus sentimientos por Saori. No podía creer lo que escuchaba.

Pero en retrospectiva... tenía sentido. Shoko siempre pasaba más tiempo con él que con cualquier otro Santo masculino. No era raro verlos a ambos juntos en sus deberes o charlando casualmente, y ella siempre parecía feliz de estar con él.

-Shoko...- hablo aun en shock, tragando saliva. -¿Por que no dijiste nada?-.

-No podía antes por la ley que obligaba a las Saintias a ser castas y puras, pero cuando Saori-san cambio esa regla, creí que sería mi oportunidad, pero siempre estabas ocupado en misiones, entrenando a los aspirantes a Caballero o protegiendo el Santuario, y yo hacía lo mismo. Todo se hizo más difícil cuando esa vaca de... Amaterasu-sama...- alcanzo a corregirse, llamando a la Diosa por su nombre y no por el apodo con el que solía referirse a ella en secreto. -...y Athena hicieron esa alianza. Comencé a temer más porque no tuviera oportunidad ante ella-.

-¿Amaterasu? ¿Qué tiene que ver ella?- Pregunto Seiya confundido.

Shoko sonrió dulce al ver lo despistado que era el castaño, pero al mismo tiempo, se veía lindo.

-Seiya, ella TE AMA. ¿O realmente crees que es casualidad que siempre pida que seas su escolta cada vez que viene al Santuario? ¿O use esos kimonos que resaltan sus pechos cerca tuyo?- Lo último lo dijo con algo de veneno en su voz, haciendo parpadear sorprendido a Sagitario por el tono. -Empecé a tomar más la delantera, ser más agresiva con mis insinuaciones, ¡pero no te daba cuentas de nada! Realmente era frustrante a veces- se rio sola al recordar sus intentos fallidos de coqueteo que él no notaba. -Luego te enviaron a esa misión a Kuoh y... aquí estamos-.

-Shoko...-.

Ella negó con la cabeza. -No digas nada... se que salí con la declaración de la nada, y no espero una respuesta inmediata. Me conformo con estar a tu lado y ser importante para ti... al menos por ahora-.

-¿Eh?-.

Con renovadas energías, Shoko se puso de pie y sonrió radiantemente. -¡No voy a perder ante esa Vaca del Sol! ¡Puede tener los pechos grandes, pero yo tengo la ventaja de conocerte por más tiempo de mi lado! Y mis piernas son mejores que las suyas, así que no soy inferior que ella. ¡Aun si una diosa es mi rival, no me rendiré! ¡Juro que haré que me ames un día!-.

Y con esas energías, salió de la habitación. Buscaría a Koneko para entrenar juntas y usar esta energía positivamente. ¡Qué buena charla!

-Espera, Shoko...- Seiya levanto la mano en un vano intento de detenerla, pero la mujer ya había salido de la habitación y cerrado la puerta. -¿Pero que paso?- Seiya no entendía como la conversación cambio tan drásticamente de un tema a otro, y contando la declaración de amor y otras revelaciones... -Creo que necesito un trago-.

Al menos Shoko ya no estaba triste.
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N/A: Espero que hayan tenido un buen año nuevo y les deseo a todos que este 2023 sea un buen año para todos ustedes.

Hasta aquí el capitulo. Varias cosas pasaron, pero principalmente fue la superación de los temores de Shoko con su identidad, ayudada por Seiya, y su declaración de amor posterior. La declaración fue casi igual a la de Sasha en mi fic de romance de Saint Seiya con casi el mismo escenario. Si son fans del TenmaxSasha, les recomiendo que lean mi fic "Cadena de Amor Entrelazado". Esta completo, pero al ser de mis primeros fanfics, puede que hayan varios errores de ortografía.

Con el capitulo, desde el inicio... ese sueño/visión de Seiya será muy importante más adelante, y con la apariencia de la "niña", ya todos se dan una idea de su identidad.

Y de paso, Seiya dio información a la matriarca Sitri sobre Hyoga... esa información le será vital a la madre de Serafall, y a la misma Serafall para más adelante.

También presente a Katya y Ban, que ahora son Caballeros Plateados y serán los que acompañen a Nicole con Shun al Inframundo. A Katya le escogí usar la armadura de Búho por su fidelidad a Athena, ya que en el sentido estricto, es la más leal a Athena, al punto de olvidar por voluntad propia a Saga y el amor que sentía a él durante la prueba de Calysto en el manga de Saintia Sho.

Y Ban usando la armadura de Heracles... lo vi en un fanart y me gusto. También me inspire en fanart hacer que June usara la armadura de Camaleón y Jabu la de Orión.

Y si, se que oficialmente aun no se muestra una armadura de Plata de Búho, y en TLC esa armadura no existe, sino que Partita es la misma representación del Búho de Athena, pero esos detalles de libertad creativa hacen interesantes a los fanfics.

También vimos que piensa Sirzechs con la revelación, y se ve que la tomo bien. Su reacción creo que sería la esperada, ya que Sirzechs fue un líder de la Facción Anti-Satán y vivió en la época de la Gran Guerra, y sin olvidar que los Demonios hacen cosas iguales o peores que la aventura de Zeoticus, y como el adulto que es asimilo mejor que Shoko y Rias la noticia, hasta la tomo de buen agrado.

Y lo principal, la conversación de Seiya y Shoko... yo creo que Shoko, aunque puede tener momentos de debilidad, es capaz de reponerse de ello con la motivación y el apoyo suficiente. Así se vio en Saintia Sho en las veces que cayo y se levanto para salvar a su hermana, y del como nunca se rindió. Aunque no termina con todas sus preocupaciones, Seiya si logra eliminarlas casi por completo.

Y con las emociones a tope, finalmente se confeso, algo que Seiya claramente no esperaba, y aunque ya reflexionaba sobre lo que sentía, no llegó a un acuerdo consigo mismo, y esto lo dejo peor. Necesitará asesoramiento con esto, y ya se quien lo ayudara.

Pero no crean que me olvide de Amaterasu, o de Penemue. La última ya tendrá su momento en el siguiente capitulo, y Amaterasu no se quedará atrás.

El siguiente capitulo veremos como Rias toma la noticia, y también Issei y los demás se reunirán, empezando al fin la dichosa reunión que se tardo en llegar. Lamento avanzar algo lento con la trama de DxD, pero quiero hacer la historia bien y desarrollar a los personajes y los arcos que estoy preparando.

Y antes de irme, les dejaré un Omake canon, como regalo por el nuevo año.
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Omake (canon): Lo que nadie esperaba.

Poco después de hablar con su esposa sobre sus pensamientos, Zeoticus recibió una llamada de Ajuka pidiendo hablar con él. Sonaba urgente, así que acepto de inmediato. Tal vez se trate algo del torneo de jóvenes Demonios o algún experimento suyo.

Cuando Ajuka llegó a la mansión y se sentó en la silla al lado del sofá, Grayfia les sirvió té a ambos y se retiro.

-¿Qué sucede para que hayas llamado tan de repente, Ajuka?- Pregunto Sirzechs tras unos segundos de silencio.

Ahora que lo notaba, Ajuka no estaba vestido con su usual ropa de Maou. Vestía ropa más humilde de lo normal: una chaqueta verde claro con cuello alto con una camisa roja debajo y pantalones de mezclilla.

Era raro verlo usar ropa humana.

-B-Bueno...- Ajuka se veía... ¿avergonzado? -Hay un asunto que quiero hablar... y tú eres el único que podría ayudarme-.

Sirzechs noto que algo andaba mal con Ajuka, empezando porque tartamudeo, y él nunca tartamudeaba. No solo eso, la cara de Ajuka se puso ligeramente roja y comenzó a mirar a los lados, señal de que estaba nervioso por algo.

Y extrañamente, esos gestos se le hacían familiares...

-Hace unos meses... conocí a una mujer...-.

"Conocí a una mujer"

"Conocí a una mujer"

"Conocí a una mujer"

Esas cuatro palabras, que para cualquier otro hubiera sido normal de decir y escuchar, pero para Sirzechs, significaron algo más grande, un milagro.

¿Los planetas se alinearon? ¿El mundo se va a acabar? ¿Los Jinetes del Apocalipsis vienen a acabar con todos? ¿Dios volvió a la vida? Porque realmente, no podía encontrar otra explicación para lo inimaginable.

Ajuka Beelzebub, un Demonio que nunca se ha interesado en las mujeres por estar más concentrado en el conocimiento y la creación de sus proyectos... conoció a una mujer.

Todo el shock mental solo fue cosa de dos segundos, en los que la mente del Satán Carmesí exploto, pero aun estaba algo intacto que le permitió escucharlo.

-La conocí un día, donde decidí ayudar a mi hermano con los Contratos, como una forma de relajarme un poco de la presión del Consejo en mi y mis proyectos- Ajuka siguió hablando, ignorante de lo que causo en su amigo. -Y así fue que la conocí. Su solicitud fue bastante simple: quería ayuda para aprender hablar otros idiomas, ya que parece que su hermano es militar y tiene contactos en diferentes partes del mundo, y como ella quiere viajar, debe aprender otros idiomas, así que la ayude en lo que pude. Después de eso, volví a reunirme con ella para seguir ayudándola y... nos empezamos a conocer más-.

-Santo Dios- a Sirzechs ni le afecto el dolor de cabeza que sintió por ser un Demonio y usar la palabra de Dios.

-Y después... empezamos a tener citas y ayer... dimos nuestro primer beso- Ajuka se sentía patético de sentirse avergonzado por contar como fue su beso, ¡tenía 500 años, no 16, maldición! Pero no podía evitarlo, nunca tuvo algo como esto antes. -Y necesito un consejo de como pedirle ser mi pareja. Ella sabe que soy un Demonio, pero no conoce mi posición en el Inframundo, y no se si querrá que la reencarne en Demonio, pero realmente me gusta y quiero intentar algo con ella. Te pido consejo a ti, ya que eres el único casado de mis amigos, y no tengo el valor de pedirle ayuda a mi Padre. ¿Qué dices?-.

Pero Sirzechs no respondió.

-¿Sirzechs?- Cuando toco el hombro del pelirrojo, su cuerpo cayo encima de la mesa. -¡¿Sirzechs?!-.

La mente de Sirzechs no pudo soportar todo esto y termino por caer inconsciente.

-¡Oye, Grayfia, algo le paso a Sirzechs que quedo inconsciente!- Grito Ajuka a la sirvienta/esposa de su amigo, pero nadie respondió. -¿Grayfia?-.

Sabiendo que ella estaría esperando afuera de la habitación, camino hasta la puerta y la abrió... solo para ver como el cuerpo inconsciente de Grayfia caía de espalda al suelo.

-¡¿Grayfia?!-.

La peliplata también escucho todo... y su reacción fue la misma que la de su esposo. De hecho, quedar inconsciente del shock sería como mínimo, la reacción de cualquiera que conociera personalmente a Ajuka.

Tardaron seis horas en recuperarse, y cuando Ajuka volvió a contarles de su problema amoroso, volvieron a caer inconscientes.

Al final, Ajuka fue con Serafall para hablar... pero la Maou también cayo inconsciente del shock por unas horas, para luego despertarse chillando de felicidad y pidiendo preguntas a Ajuka de la mujer que le gustaba como toda una adicta a shippear personas.

Y cuando le conto de su situación a Falbium, su reacción fue lo contrario... el Maou se despertó del shock y no volvió a dormir durante todo el día.

Los Maou no sabían el nombre de la mujer, pero el solo hecho de ganarse el corazón de Ajuka ya la ponía los ojos de ellos como una divinidad por lograr tal milagro.
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Y sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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