El fuego lentamente se propagaba por los alrededores de lo que alguna vez fue una gran ciudad y la cual ahora se encontraba en ruinas, las cuales lentamente eran consumidas por aquellas llamas.
Una pequeña y fresca ventisca azotó a aquel páramo destruido y haciendo que avivara aún más aquellas llamas que por nada en el mundo parecía detener las.
En el medio de toda esas ruinas se encontraba un gran cráter y en lo más profundo de ella, ya hacia inerte una figura de una persona tumbada y en el borde de este, se hallaba otra persona, al parecer contemplando a aquella figura que se encontraban en los más profundo del cráter
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Su pelo, de un color verde oscuro, se mecía con el compás del viento, su cuerpo se encontraba muy maltratado con heridas y cortes profundos, sus brazos, los cuales eran adornados con un color morado enfermizo y con sangre bajado de estos.
Sus piernas era un río de sangre, había uno que otro agujero en ellas, pero parecía no importarle ya que en su rostro no parecía tener o expresar alguna emoción.
-esto al fin se acabó- su voz era áspera y sin vida- pase tanto tiempo buscándote para acabar con todo esto y al fin lo logré, al fin lo logramos- fueron sus últimas palabras dirigidas a aquella persona, para luego dar la vuelta e irse del sitio.
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Izuku midoriya, era su nombre
Desde muy pequeño quería ser un gran héroe, no por codicia ni reconocimiento. Sino por el simple deseo de salvarlos a todos con una gran sonrisa, como su mayor ídolo "ALL MIGHT".
Pero su sueños se fueron al caño cuando el doctor le menciono que era quirkes.
¿Eran impresionante no? El ahora pertenecía al 20% de la población mundial que no poseía un don.
¿Como se podría convertir en un héroe sin un don?
Volviendo a casa desanimado con su madre, se adentro a su cuarto el cual estaba decorado por muchos postes y figura de aquel emblemático héroe, se acercó ala computadora y solo basto un clic para reproducir aquel video.
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Las llamas consumía aquel ciudad, el camarógrafo se enfoca a en un solo edificio el cual poco a poco se venía abajo, solo vasto unos segundos para que se derrumbarla en su totalidad.
La persona que se encontraban grabando jadeo de miedo al ver que el edificio se vino abajo y con el algunas personas adentro, pasaron solo unos segundos para que algunos escombros se moviera y de ellos salio aquel gran héroe. En su manos se encontraba algunas personas inconsciente los cuales no mostraron ninguna señal de estar herido
El heroe mostraba una gran sonrisa la cual emitía a los espectadores una gran confianza y tranquilidad
Y gritando a los cuatro viento dijo
Ya todo esta bien ¿saben porque?
¡por ya estoy aquí!
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E
l aire ya eran ceniza, su miradas encontraba perdida y solo caminaba sin rumbo aparente. Su cuerpo Dolía demasiado.
El ya no podía continuar más y sin más reparo cayó al suelo exhausto, sus heridas y la gran pérdida de sangre al fin le cobraron facturas.
Lentamente su cuerpo se estaba entumecido, sus párpados se volvían tan pesado y sus ojos lentamente se empezaron a cerrar.
Mientras sus ojos se cerraban varios recuerdos empezarona pasar al frente suyo como si de una películase tratase.
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"Es mejor que te rindas niño"
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"Lo siento izuku"
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"Ahora en adelante te llamare deku ¿por qué? No es obvio, es porque no tienes un quirk y eres un inútil"
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"Porque no te tiras de la azotea, tal vez tenga suerte en tu próxima vida y renazca con un quirk"
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"Lo siento joven, pero una persona sin quirk no pude ser un héroe"
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"Tu puede ser un héroe"
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"Tu serás mi sucesor"
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"Felicidades joven midoriya, bienvenido ala UA, tu academia de héroes"
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"Y el primer puesto es para ¡IZUKU MIDORIYA!"
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"¡Ese poder es tuyo, no es el de tu padre!"
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"¡bien echo midoriya shonen!"
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"¡Eri, toma mi mano!"
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"Perdón por todo lo que te e echo midorilla"
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"Lo siento chicos, pero ya no puedo esta con ustedes sin que oll for one vaya por ustedes y dígale a mi madre que perdón por todo"
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Tantos recuerdos como malos y buenos llegaban su mente, y una pequeña sonrisa se poso en aquel rostro maltratado.
-Realmente me hubiese gustado pasar más tiempo con todos ustedes chicos...
Pero creo que hasta aquí llegue. Solo me arrepiento de algo y es no no haberme despedido de mi madre- esta fueron sus última palabra antes de cerrar de una vez por toda sus ojos.
O eso creyó el.
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-¡Hey chico, toma! -dijo una
gran hombre corpulento, el cual extendía su mano y en ella un sobre a un chico de pelo verde oscuro -has trabajado muy bien chico, aquí está tu paga de la semana-
-Gracias jefe- respondió el peli verde tomado el sobre y sonriendo un poco- (con el pago del la semana pasada y este me alcanzará para pagar el alquiler y hacer una que otra compras)- pensó el izuku con una pequeña sonrisa.
-Los ataque de demonios enserió que si son un problema- dijo el hombre corpulento mirado el edificio en construcción casi terminado -ya a pasado tres meses desde que paso esa gran tormenta...- el hombre solo suspiro con cansancio.
-si...-respondió izuku mirando el edificio- desde que esa tormenta azotó todo japon, los demonios se hicieron mucho más agresivo y menos cautelosos...- el también suspiro de cansancio.
-Si antes de la llegada de la tormenta ya había un promedio 40 a 50 ataque de demonios por mes en todo el país, ahora imagina como se pusieron las cosas después de la tormenta. Según lo que los noticieros dicen es que los ataque subieron casi un 60% en la primera semana después del paso de la tormenta- el hombre gruñó de frustración- y no dejan de subir los ataques diarios.
-Pero no todo es malo o ¿si? -una nueva voz hablo se integro la conversación- tenemos trabajo gracias a los daños a la infraestructura de los edificios y casas afectadas y lo mejor de todo es que "el apareció"- un joven de 20 años, de pelo negro corto, tenía un parche en el ojo izquierdo, el cual lentamente se acercaba a los dos.
-Oh, eres tu kirizugu- el jefe fue el primero en reconocer al chico.
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Sato kirizugu, un chico de tan solo 24 años ya era víctima y sobreviviente de uno de los peores ataque que allá experimentado la humanidad por parte de los demonios.
El 18 de noviembre de 1994 se produjo un gran ataque terrorista con armas de fuego en Estados Unidos, lo que provocó que ese fuera el día en que apareció por primera vez el Demonio Pistola. El Demonio Pistola golpeó Japón durante 26 segundos, matando a 57.912 personas.
Afectó sucesivamente a varios países de todo el mundo, provocando finalmente un saldo de 1,2 millones de vidas en sólo cinco minutos.
Después de eso, el Demonio Pistola desapareció, pero su impacto en la sociedad humana condujo a un aumento general del miedo en todos los demonios. Se ha elaborado una ley internacional para controlar estrictamente la fabricación de armas en todos los países para reducir el miedo a las armas.
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-Y que quiere decir "el apareció "- dijo el jefe haciendo comillas con sus dedos en eso último.
-¡Ya sabe de quien hablo jefe!- se escuchaba emoción en su voz -El gran "green demon", es dice que ese tipo con tan solo un golpe mato a un gran demonio que le estaba dando muchísimo problema a los devil Hunter -se notaba su gran fanatismo hacia este "green demon"
- ¿Tu crees en esa cosa?, al rato es solo un invento que crearon los medios para que los civiles no caigan en el pánico, ya saben no hay fotos ni videos que muestren que es verdad, solo son rumores, y dime que posibilidades hay de que un tipo apareciera de la nada y empezará a matar demonio con poderes nunca antes vistos- la voz del jefe parecía tener una pizca de burlar por lo dicho por el chico- pero bueno..., ¿tu que opinas sobre ese tal green demon Izuku?-
Ahora toda la atención cayó sobre el ya conocido izuku, el cual se estaba haciendo bolita por la atención que le estaba dando.
-B-Bueno y-yo...- su tartamudeo se hizo presente -c-creo que e-el existe...- fue lo único que pudo formular.
-¡Ja! Vez jefe el también cree en el- el chico saco pecho en una forma de celebrar su victoria -y además, oí por ahí que los devil Hunter lo buscan exhaustivamente, se cree que es un experimento de los soviético para al fin superar a los EEUU, el cual escapo- su voz parecía haber tomado un poco de más seriedad.
-No me sorprendería si es un experimento de eso malditos soviéticos- el jefe había bufado de indignación -eso tipos experimentan con cualquier cosa para tan solo poder supera a los americanos.
-Bueno, nadie sabe la verdad solo queda esperar a ver que sucede- dijo kirizugu -y cambiado de tema, hoy es día de paga ¿no?- Ahora con sonrisa, el extendía su mano hacia su jefe en señal de dame lo mio.
Su jefe suspiro de cansancio por lo que estaba presenciado y sin más remedio saco de sus bolsillos otro sobre para dárselo a kirizugu.
-Buenos chicos ya me tengo que ir, los veo el lunes- esta fueron las últimas palabras de su jefe para luego retirase del sitio.
-Je...creo que también me voy ¿vienes?- la pregunta tomo distraído a izuku, el cual parecía estar sumergido en sus pensamientos-
-Oh. Lo siento, pero tengo que ir a visitar a alguien...- dijo sin mas reparo.
-Esta bien, nos vemos el lunes izuku- se despidió kirizugu.
-Nos ve...- no pudo terminar debido a que el chico ya no se encontraba- (veo que tenía prisa)- pensó para luego retirase de lugar.
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Era las casi las 6, ya el cielo mostraba la primeras estrellas de la noche y el pelo verde se encontraba caminando en una calle muy concurrida.
-(Creo que nunca me acostumbra le a esto)- el no lo entendía, el simplemente debería de haber muerto en esa pelea. No había oportunidad de haber salido con vida, pero lo estaba y en otro mundo. Intentaba buscar una explicación para su caso, pero entre más pensaba, más le dolía la cabeza.
Suspiro de cansancio y dejando esos pensamientos de un lado, siguió su camino, ahora más concentrado en los negocios y puesto de comida que había en la zona.
Algo sin duda llamo su atención, era un puesto de comida, pero no fue eso que llamó su atención, si no más bien su letrero, este decía "katsudon para todos" Acercándose al negocio vio que no era muy grande, y en ella se encontraba un pequeño anciano detrás la barra.
-Buenas noches- el anciano sonrió y le devolvió el saludo -puede darme un plato de katsudon por favor
-A la orden joven- los minutos pasaron y ya su plato estaba listo y servido -buen provecho joven.
-(Al fin)- pensó al ver el plato de kazudon al frente tuyo y sin pensar lo dos veces empezó a comer -delicioso - susurro al probar su comida preferida
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-Señor, ¿usted que cree del green demon?- esto había llamado su atención y mirando una pequeña televisión pudo presenciar los noticieros que se encontraba en el local -Bueno..., creo que es una buena persona, a ayudado a muchas personas y a matado a muchos demonios cuando los devil Hunter no están o no puede contra ellos- era una chica de preparatoria era la cual estaba siendo entrevistas por la periodista.
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-Mmm, veo que ya ese tal green demon es famoso- esto lo dijo el dueño de puesto- sin duda es un tipo muy fuerte escuche por ahí que mato a un demonio muy fuerte-
-Si...-
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-Y díganos señor como es exactamente su aparecía- Ahora era turno de un señor el cual tenia un brazo enyesado.
-Media uno 1,79, Su traje era uno de cuerpo completo de color verde y estaba muy dañado, el usaba una capa muy desgastada, también tenía umos viejos guantes como si hubiera tenido una gran pelea ante. Además, su máscara da miedo hay como una sombras que se proyectan sobre sus pupilas, lo que hace que solo se vean sus ojos verdes. Y también hace que brille en la oscuridad.- fue lo que dijo el hombre, después de uno segundo después de la entrevista pasaron de nuevo al documentalista.
-Bueno ya lo han escuchado, muchos tiene buena crítica a aquel supuesto nuevo héroe, que en los últimos dos meses a estado salvando a incontables personas de los ahora concurridos ataque de demonios- dijo el documentalista ante de despedirse y terminar los noticieros de la noche.
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Ya era las 8 de la noche e izuku ya se encontraba en su departamento, no era muy grande ni muy amueblado. Tenía un futon, al lado un pequeño mueble de cajones, una pequeña tele y una cocina.
-Al fin hogar, dulce hogar- sin duda sería una noche larga
Acercándose al pequeño mueble, abrió unos de sus cajones. En el se encontraba un traje y sin más reparo se lo puso.
-Bueno, a volver al trabajo- fue lo último que dijo antes de salir nuevamente de su departamentos ya vestido con su traje.
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-Ayuda...- la voz pertenecía a una pequeña niña la cual se encontraba herida de su brazo. A su alrededor todo era un desastre, autos en llamas edificio incendiando se, civiles muertos.
-¿Pero que tenemos aquí? -una voz cultural se escucho en toda la zona destruida -un bocadillo no suena tan mala idea ¿sabes? -del humo salió un demonio de 6 a 8 metros de altura, su aspecto parecía a de un gran perro negro.
El gran demonio perro se acercan lentamente hacia su nueva presa, la pequeña niña al ver el Demonio dirigirse hacia ella empezó a corre, en un intento de escapar de ese demonio.
-Es inútil humana- el Demonio se burlo del intento patético de escape de la niña -ya nadie va a poder salvarte y los cuales podían ya están muertos-
-Ustedes demonios si que son patéticos.- una presión se hizo presente en aquella zona,
Esa voz, sin duda le pertenecía a él, a aquel tipo que apareció hace dos meses, ese que lo a estado matando sin piedad de un solo golpe, el nerviosismo en el Demonio se hizo presente.
-Sal de donde estés- Realmente estaba jodido, esto le pasaba por dejarse llevar por las ganas de matar a unos cuantos humanos.
-esta bien- la voz venía detrás de él, girando a una velocidad extraordinaria se puso frente a frente a aquel que le estaba dando tantos problemas a sus hermanos demonios.
Realmente para sus ojos parecía un pequeño demonio, su traje era lo que le daba esa apariencia tan lubre, pero su olor decía otra cosa, pero sin duda lo que más miedo le daba era su instinto asesino dirigido hacia el que emanaba aquel humano, no...., aquel demonio.
-Tu....- su voz emanaba un odio muy grande hacia green demon, en su cabeza intentaba formular un plan de huida y en ese momento recordó a la humana detrás suyo pudo pensar en un plan perfecto, si podía llegar a la humana podría utilizará de rehén, y podría negociar con el.
Sin más reparo se dio media vuelta y empezó a correr hacia la humana para ejecutar su supuesto perfecto plan. Pero en menos de un segundo, un destello de color verde paso a la par suya y aquella humana que planeaba utilizar de rehén había desaparecido.
-E-e-espera un se..- no pudo terminar su oración debido a que una gran pata de hacha se había incrustado en su cabeza con la suficiente fuerza para destrosarsera.
-Estúpido demonio- escupió el gree demon viendo el cuerpo sin vida de demonio perro, en sus mano se encontraba cargado la pequeña niña que se aferra con su brazo bueno a su traje -Tranquila ya el Demonio esta muerto, ya no podrá seguir haciendo daño.
La niña lo miró con gran asombro y sin perder el tiempo el green demos la puso en el suelo de pie.
-mira niña..., ¿la ayuda ya viene si? Quiero que te quede aquí y no te acerque a los autos en llamas ni mucho menos a los edificios ¿si? - la niña asintió con su cabeza -buena niña, ya es hora de irme- dando media vuelta empezó a retirase del sitio, pero algo detuvo su retirada.
Mirando por encima de su hombro miro la causa que lo detuvo. Era la niña, la cual se sostenía su capa con su único brazo bueno, ella tenía la mirada gacha para no mirarlo a los ojos.
-Por favor- su voz era suave y triste también había una pizca de desesperación en ella -no te vayas, tengo miedo....- volvió a azar su mirada pero con esta vez lágrima callando de sus ojos.
Esto le generó un nudo en su garganta, quería irse debido a que a lo lejos se escucha sirenas, ¿pero como podía hacerlo? Esta niña había pasado una experiencia tan traumatizante y no solo eso, estaba herida de su brazo. Eso no es lo que haría un héroe.
Pero el no se sentía como uno en este momento, mirando su alrededor miró el desastre que había echo aquel demonio, los cuerpos destrozados de aquellas personas desafortunadas, los autos en llamas y lo los edificios apunto de derrumbarse.
Suspirando y dándose la vuelta para al fin estar frente a frente con la niña la pudo notar bien su aspecto. Su pelo era de un color azul oscuro, sus ojos eran de un color más oscuros que su cabello, en ella traía un pequeño vestido sucio y manchado de sangre peroné notaba que era de color blanco.
-esta bien niña..., pero cuando la ayuda este a plena vista ve voy ¿si? -la niña solo asintió -¿como te llamas?
-B-b-bueno...-se notaba el nerviosismo en su voz -me llamo rei-
-Bonito nombre y dime donde están tu padre...- el no quería hacer esa pregunta pero la tuvo que hacer
-Ellos se encuentran en casa- duda aparecieron ¿como que en casa? Pero era de cierta manera aliviador que ellos no fueran sido víctimas de ese demonio -me encontraba con mi tía camino a casa cuando el Demonio apareció y atacó....
-Ya veo ¿donde esta ella?- ella se agitó un poco y su mirada se aparto. Ahora miraba a un cuerpo totalmente destrozado tendido en la calle.
El se acercó ala niña y se agachó a su altura, se encontraba entendiendo su brazo a la mejilla de la niña , con un suave toque con su mano hizo que apartara la vista de tan grotesca escena.
-Esta bien, tranquila...- nada iba a esta bien -puedes llorar es normal- después de esa palabra la pequeña abrazo con fuerza al chico y un gran llanto se hizo presente.
-ya todo va estar bien- que cruel mentira -¿sabes porque?- ¿enserió lo iba a decir? -porque yo ya estoy aquí...- lo dijo.
Pasaron los minutos, la pequeña estaba más calmada e izuku con un trozo de su vestido pudo hacer una pequeña venda improvisada para tapar la herida y no siguiera sangrando.
Los carros de policía se acercaba más ala zona ahora se escuchaba a unas dos cuadras, ya era tiempo de irse.
-Rei...,es hora....- no quería dejar a la niña pero tampoco quería trata con la ley, ni los devil Hunter.
Clik...
Giro su cuerpo a una gran velocidad y su mirada se se encontró con un adolescente que en su mano tenía un teléfono. Fácilmente pudo deducir que el había tomado una foto.
-Mierda...- vio como más personas llegaban y en menos de 10 segundos ya había más de 13 persona tomándole fotos y videos con su teléfono, el ya se iba a ir pero los susurros lo detuvieron.
-¿es el? El viejo de la entrevista no mentía...-
-que guai, mira su traje sin duda da miedo-
-no hay duda, el mato a se demonio-
-¿que esperabas? Es el gree demon-
-y no solo eso salvo a esa niña-
-¿Creen que daría su autógrafo?-
Más y más susurros llegaban, la mayoría eran alabanza por haber matado a ese demonio y salvado ala niña. Pero todo lo bueno tiene que terminar.
-¡Alto hay!- un grito se escucho detrás de la multitud, la multitud a escuchar el grito se hicieron a un lado para dar paso a un cazador de demonios -eres tu...- su mirada se encontró con aquel aque sus jefes le mandaron a buscar -¡green demon, mis altos mando solicita su presencia en la sede de los cazadores de demonios principal en Tokio de inmediato!
-Y si no quiero- esto fue más una afirmación de su parte que una pregunta.
-Entoces tendremos que usa la fuerza...- cuando termino esta frases una tres personas salieron tendrás de la multitud, eran sus compañeros sin duda.
-Bueno si lo pones así entonces si...- dijo alzado sus brazos.
-¡Enserió!- se escuchaba gran emoción en su voz, el lo había conseguido, había atrapado al green demon ya podía saborear el aumento.
-No- una gran cortina de humo salió de su cuerpo, la cual envolvió toda la calles, pasaron los segundo y la cortina y ya casi se había disipado.
Cuando se disipó por completo pudieron ver que en sitio a la niña que había sido salvada por el green demos.
-Mierda se escapo...- adiós aumento.
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Había escapado de esos cazadores de demonios, ahora se encontraba saltando edificio por edificio para alejarse lo más que pudiese de esa zona.
Al fin alguien le había tomado una foto o grabado siendo ese llamado green demon, era muy consiente que tarde o temprano pasaría esto, eso hizo que no le pusieran tanta atención a esto.
Se empezaría a preocupar de verdad si los cazadores de demonio de sector público descubriera su verdadera identidad, pero por ahora no era el cazo.
Ya habían pasados los minuto, ya se había alejado por completo de aquella escena, ya era imposible que los cazadores de demonio lo encontrase.
A los lejos pudo ver su complejo de departamentos, ya casi llegaba. Lo único que quería hacer es dormir
Llegando se aseguró que nadie estuviera en la zona y sin ver a alguien rápidamente sacó unas llaves de su bolsillo i la introdujo en la cerradura.
Ya estaba adentro de su hogar, quitándose la máscara se acercó a su futon y sin más que hacer se tumbo en el.
-mañana será un día muy largo...- fueron sus últimas palabras ante de cerrar sus ojos y abrazar de una vez su cansancio.