El silencio en la parte trasera de la camioneta fue interrumpido cuando YongSun comenzó a golpear el brazo de JungKook con fuerza y éste se quejaba, tratando de detenerla.
— ¿Qué te pasa? — cuestionó, agarrandola de las muñecas.
— Eres un idiota, imprudente. — farfulló saltándose del agarre — ¿Cómo se te ocurre hacer semejante estupidez? — reclamó, pegandole nuevamente.
— Pero no pasó nada, aquí estoy. — la detuvo otra vez — Además, el comandante también fue conmigo. — le apuntó, y el militar lo miró, confundido.
— Cierto. — YongSun se giró — Usted también es un completo idiota. — le señaló — ¿Cómo es que el único cuerdo aquí fue TaeHyung? — suspiró, viendo al nombrado que solo veía el arma que tenía en sus manos.
— Nadie salió herido, eso es lo importante. — dijo TaeHyung dejando el arma a un lado — Por ahora debemos saber hacia donde ir. — miró al militar.
— Necesito un mapa y una brújula. — miró a los tres — El lugar de la base está en medio de la nada y aunque nos podamos guiar por las calles, hay lugares de Seúl que es mejor evitar debido a la gran cantidad de infectados que pueda haber.
— Es buena idea. — murmuró YongSun — ¿Y de dónde vamos a sacar un mapa y una brújula? ¿Usted anda, comandante?
— No, pero podemos pasar por una tienda. — miró pensativo su entorno — Ahora que ya no hay tantas personas es más fácil.
— Lo dudo. — TaeHyung negó — Ahora hay de esas cosas que nos intentan comer vivos, dudo que sea más fácil.
— Bueno sí, pero... — un ruido, además de que YuGyeom detuvo la camioneta, hizo que el militar dejara de hablar.
Los cuatro se pusieron alerta, tomando las armas que andaban, mientras agudizaban el oído, JungKook golpeó con suavidad la ventanilla que daba al interior de la parte trasera de la camioneta.
— ¿Qué está pasando? — preguntó, viendo a sus alrededores sin bajar la guardia.
— Hay alguien. — respondió JiMin en un susurro, queriendo apenas hacer ruido.
De un salto el militar bajo del vehículo, seguido de YongSun, aunque JungKook quiso evitar que lo hiciera, así que terminó bajando él, aunque TaeHyung prefirió quedarse allí.
SeokJin caminó cerca de la camioneta sin bajar la guardia, apareciendo a un lado de YuGyeom, mientras apuntaba hacia el frente, justo donde YuGyeom se había detenido.
Frente a ellos estaba un gran centro comercial y dos desvíos de calle, rodeando el inmenso lugar, pero no había sido eso lo que lo detuvo, si no el ver como una persona se arrastraba por el suelo, haciendo ruidos incomprensibles.
— ¿Está infectada? — preguntó YongSun, poniéndose al lado del militar.
— No lo sé, pero es extraño. — murmuró SeokJin de regreso.
JungKook pasó a un lado de ellos, caminando un poco más, simplemente viendo a aquella persona, pero también escuchando un ruido, leve, apenas audible.
Su mirada viajó al gran edificio frente a ellos, hasta uno de sus ventanales, viendo algo que llamó la atención del militar y YongSun, quienes al igual que JungKook bajaron sus armas, atónitos.
El ventanal del tercer piso se quebró, o bueno, alguien lo quebró, dejando más claro que de ahí provenían los ruidos, dejando ver muchos, demasiados infectados, pero también tres personas, las cuales saltaron sin dudar ni un poco, dejando ver un cuerda que hizo que no cayeran de golpe.
Al tocar el suelo se soltaron de ahí, comenzando a correr siendo perseguidos por una gran orda de infectados, haciendo a todos reaccionar, ya que si no se iban, aquello iba a terminar mal.
— Suban. ¡Suban ya! — gritó YuGyeom, encendiendo la camioneta de nuevo.
Sin pensarlo YongSun, JungKook y SeokJin corrieron y subieron, mientras YuGyeom maniobraba, dando la vuelta para poder alejarse de allí lo más pronto posible.
Ninguno estaba seguro de si aquellos infectados sobrevivirian a una caída así, pero tampoco se querían quedar a averiguarlo, además de que empezaron a aparecer más, siendo así que tuvieron que empezar a disparar.
A lo lejos aquellas tres personas corrían, simplemente corrían mientras eran perseguidos, así que sin dudar JungKook disparaba detrás de ellos, tratando de evitarles que algún infectado los atacara.
— ¡Desacelera un poco! — le gritó YongSun a YuGyeom.
— ¿Qué haces? — cuestionó SeokJin, sintiendo que la camioneta bajaba su velocidad.
— Hay que ayudar a esas personas. — sin más, bajó del vehículo apenas hubo desacelerado lo suficiente.
— ¡Noona! — asustado, JungKook vio a su hermana correr hacia aquellas personas mientras disparaba a aquellos infectados, así que bajó también de la camioneta.
SeokJin prefirió mantenerse allí junto a TaeHyung, quien no decía nada y solo continuaba disparando, viendo como iban en aumento en lugar de disminuir, saliendo de calles y tiendas al lado de la carretera.
YongSun se acercó a aquellas personas las cuales no dijeron nada, simplemente continuaron corriendo pero está vez con ella cubriendo sus espaldas, además de JungKook, que se mantuvo también a una distancia prudente.
— ¡Suban a esa camioneta! — les gritó JungKook apenas pasaron a su lado — ¡Vamos, Noona! — dijo, y YongSun comenzó a correr también.
Ahora, eran ellos cinco corriendo de regreso a la camioneta, mientras SeokJin y TaeHyung disparaban a aquella orda que claramente no se iba a detener.
Al llegar a la camioneta TaeHyung gritó hacia YuGyeom quien nuevamente aceleró a fondo, aquellas tres personas se sentaron en el cajón, cansadas, mientras los otros cuatro continuaban disparando, tratando de disminuir la cantidad de infectados que les seguían.
— ¡Son demasiados! — gritó TaeHyung recargando el arma — ¡Hay que buscar donde refugiarnos! — sugirió, guardando algunos cartuchos en los bolsillos de su pantalón.
SeokJin simplemente se concentraba en disparar, incluso tomó otra arma, pero ni eso parecía detenerlos, pues habían algunos que aún heridos continuaban, como si aquellas balas no les hiciera daño.
Los disparos más ruido ensordecedor continuaron por un par de minutos más, hasta que una de aquellas personas vio una tienda, la cual se veía algo vacía, podría ser un lugar en el que se podrían quedar.
— ¡Ahí! ¡Podemos ir ahí! — señaló, y YongSun miró, así que se acercó a la pequeña ventanilla.
— YuGyeom, deten el auto, podemos quedarnos allí. — ordenó y el joven obedeció.
Uno por uno fueron bajando y entrando a la tienda, YuGyeom buscó la forma de dejar la camioneta atravesada a la entrada, cerró las ventanas y puso el seguro, quitó las llaves y bajó también entrando.
Luego lo hicieron YongSun, JungKook, TaeHyung y SeokJin junto con las mochilas, pues eran quienes faltaban y entraron a la tienda, cerrandola de inmediato y comenzando a poner cosas en la puerta para obstruir la pasada de algún infectado, escuchando los gruñidos en la puerta.
Al tener ya todo cerrado y cubierto se mantuvieron en silencio, esperando a aque el ruido se fuera disipando, y así fui, después de quizás unos diez o quince minutos el ruido cesó, dando paso a un silencio bastante espeso.
Cuando por fin todo parecía ponerse mejor, los cuatro bajaron sus armas, cansados y con sudor en su cuerpo, esto debido a lo que tuvieron que correr y lo que se tuvieron que esforzar.
Al girarse, JungKook sintió como JiMin lo abrazaba con fuerza, sin querer soltarlo, aferrándose a él y metiendo su cabeza entre su hombro y cuello, aspirando su aroma.
SeokJin observó a aquellas personas que YongSun salvó, eran dos hombres, uno alto de cabello azul y otro, un poco más alto de cabello rubio, y una mujer castaña, de cabello largo y de mirada desconfiada.
— Ustedes, ¿quiénes son? — preguntó el hombre de cabello rubio.
— Soy el comandante de las fuerzas especiales, Kim SeokJin. Ella es...
— Kim YongSun. — completó, al ver al militar indeciso — Policía, ellos son civiles. — señaló a los demás, quienes veían a aquellos tres con desconfianza.
— Oh dios, un militar y una policía, que bien. — murmuró el de cabello azul dando una vuelta en su lugar — Soy Xú MíngHào. — se presentó hacia el militar — No puedo creer que por fin vea otras personas. — se puso de cuclillas mientras tomaba su cabello.
YoonGi lo vio con extrañeza, algo confundido, pero no dijo nada, simplemente dirigió su mirada a los otros dos, que parecían no muy seguros de si hablar o no.
El ambiente se puso tenso, quedando divido en donde estaba SeokJin y los demás, MíngHào frente a él de cuclillas y un poco más atrás los otros dos, quienes se vieron mutuamente y el hombre dio un paso al frente.
— Soy JaeHyun. — se presentó, acercándose un poco más hasta quedar cerca de SeokJin — Desde que esto pasó no hemos visto otras personas, supongo que la ha afectado un poco. — dijo, refiriéndose a MíngHào.
— ¿Desde que pasó? — YoonGi los vio, confundido — Fue ayer, ¿no?
Ante eso, JaeHyun se giró viendo a la mujer, quien simplemente desvió la mirada observando un poco más la tienda, como si fuera realmente interesante hacerlo.
— Ayer... ayer se terminó de propagar. — murmuró, dirigiendo su mirada al militar — ¿En dónde estaban ustedes?
— La universidad. — respondió YuGyeom — Universidad Central de Seúl.
— ¿Que? — MíngHào se irguió, viéndolos — Esto empezó hace dos días.
— ¿Dos días? — HoSeok se vio notablemente confundido y asustado.
— Sí, dos días. — JaeHyun asintió — Dio inicio en la frontera con Corea del Norte, después se fue expandiendo. — los miró a todos y regresó nuevamente su vista hacia el militar y YongSun — Pensé que se los habían mencionado.
JiMin iba a hablar, pero un ruido en la parte de atrás de la tienda llamó la atención de todos, haciendo así que la mujer se acercara quedando cerca de MíngHào y JaeHyun.
Un hombre algo mayor salió de una pequeña puerta a un lado de la caja registradora, apareciendo frente a ellos, arrastrando los pies, mientras los veía y una pequeña y divertida sonrisa apareció en sus labios, cosa que hizo a TaeHyung dudar y apuntarle.
— Hey, tranquilo muchacho. — le intentó calmar mientras elevaba sus brazos — No pasa nada. Estoy bien.
— Tae, ¿que haces? — le preguntó JiMin, viéndolo de reojo.
— Está contagiado. — murmuró, sin bajar el arma.
JungKook por su parte sintió aquel aroma que habían sentido antes, uno muy desagradable, lo sintió con fuerza, pero provenía de dos lugares, de aquel hombre y de uno de esos tres.
— Lo está. — concordó JungKook en tono bajo y caminó hacia el sujeto — ¿Alguien lo ha mordido? ¿Ha tenido contacto con algún infectado? — cuestionó, acercándose lentamente.
— Claro que no. — negó inmediatamente — Está es mi tienda, no he salido desde ayer.
JungKook miró hacia atrás y continuó acercándose, hasta quedar frente al hombre, el cual le ofreció una pequeña sonrisa, pero solo podía sentía como aquel desagradable olor se hacía más fuerte.
— Te digo la verdad. — dijo el hombre, teniendo a JungKook frente a él.
— Lo siento, señor, pero no le creo. — sin más lo empujó y lo metió de nuevo de donde salió.
Ahí fue cuando JungKook lo vio, en su pierna tenía una marca de mordida, y de inmediato vio los ojos del hombre tomar un color negro, cerró la puerta con fuerza y le puso seguro.
Todos escucharon gruñidos y sonidos extraños que emitían todos aquellos infectados, mientras veían a JungKook, eso pudo haber estado muy cerca de acabar con ellos.