Cuando Erling despertó aún estaba oscuro pero ya no contaba con ningún cuerpo encima del suyo, ni a su costado, ni siquiera había alguien más en su cama, Julián debió haberse escurrido durante la madrugada. Dio un corto suspiro antes de darse vuelta y quedar de costado enfrentando la cama de Álvarez, pero también estaba vacía. Este hecho logró que disipara su modorra y procedió a sentarse en su cama, se frotó la cara con las manos y se las pasó por su pelo llevándolo para atrás, miró en todas las direcciones de su cuarto, como esperando que Julian se materializara en algún rincón. Tomó su teléfono de la mesa de luz y vio que aún faltaba hora y media hasta que sonara la alarma, maldijo en noruego y volvió a acostarse, esta vez de espaldas para mirar las figuras invisibles que su mente fabricaba en el cielo raso del techo.
¿Donde podría estar Julián a esa hora? ¿Por qué no estaba allí, en su cama, con él?
Le dio vueltas a esas cuestiones durante lo que parecieron horas pero el sueño terminó por vencerlo nuevamente, lo último que Haaland escuchó fue el débil sonido de la puerta de su cuarto siendo abierta.
Tienen poco tiempo para saludarse cuando suena la alarma, Haaland quiere preguntarle a donde se escabulló en la madrugada pero no tiene que hacerlo porque Julián ya estaba hablando sobre como recibió una llamada de su compañero de selección y amigo, Enzo Fernández, y que no podía no contestar, que necesitaba hablar sobre todo lo que estaba pasando con su posible pase al Chelsea y como estaba en una situación complicada en el Benfica porque había faltado a un par de entrenamientos.
Julián parloteaba sin freno en un inglés mucho más amplio que el que tenía antes de irse a Qatar, seguía teniendo una tonada muy marcada que Erling encontraba particularmente adorable, aún así Haaland se preguntaba con quien habría practicado estando rodeado de argentinos, trató de reprimir esos sentimientos que amenazaban con amargarle el día antes de siquiera poder levantarse de la cama. Se limitó a asentir y mirar como el cordobés se cambiaba en su ropa de entrenamiento sin dejar de hablar en ningún momento, Erling se desperezó y salió de la cama para imitar a su compañero, le hizo un gesto para que supiera que seguía escuchándolo aunque se diera vuelta para tomar su propio uniforme. Cuando estuvieron los dos listos salieron por aquel pasillo largo hasta el comedor.
Desayunaron en cantidad y en silencio, tenían al cuerpo técnico explicándoles el plan de entrenamientos del día, el cual resultó ser bastante pesado y con descansos solo para almorzar. El último partido del año se acercaba, se enfrentarían al Everton y necesitaban estar al máximo de su rendimiento.
Los chicos del city corrían lo que a Erling le parecían interminables vueltas a la cancha, seguido de varias series de ejercicios y juegos de grupo, se divertía, claro que lo hacía, amaba entrenar con el club, pero el hecho de aún no haber podido tener una charla de más de diez frases con Julián empezaba a inquietarlo, quería ser tan paciente como había podido serlo los últimos meses sin su compañía, sin el nervioso repiqueteo de sus dedos contra el marco de la ventana la noche antes de un partido, sin el incesante parloteo una vez que entró en confianza con el noruego, sin la presencia de sus botines y sus camisetas en el suelo, que Erling siempre recogía y dejaba en la silla de la habitación.
Fueron dos meses solitarios en ese cuarto del Manchester, el tiempo empeoraba en Inglaterra y el frío se volvía cada vez más punzante, Haaland, abrigado hasta las orejas y con la nariz permanentemente sonrosada, se consolaba viendo las publicaciones diarias de Julian en sus redes sociales, parecía que siempre estaba ocupado, ya fuera entrenando con su plantel, dando conferencias o haciendo cualquier cosa menos hablarle a Haaland. Sabía que no tenía derecho a enojarse u ofenderse, lo último que le dijo a Julian cuando lo despidió en el aeropuerto fue que se tomara todo con calma, que su mente debería estar 100% enfocada en el torneo y que hablarían cuando volviera. Intentó descifrar la mirada del cordobés en su cabeza durante todas esas semanas, Julián no parecía sorprendido al escuchar eso, pero si ¿algo decepcionado? ¿Triste? Erling aún no lo sabía. El argentino se despidió de él con su típico beso en la mejilla y se alejó hacia su destino, dejando ese frio país por el desierto y el amor de su gente.
Recuerda los mensajes de buena suerte y consuelo tras la primera derrota de Argentina en el mundial, también recuerda los mensajes de aliento y felicitaciones en todos los que le siguieron a ese, no eran más que unos simples "You got this, Juli. I know you do, good luck tomorrow x" (Vos podes, Juli. Yo se que si, buena suerte mañana x). Julian nunca respondía al instante y Erling nunca lo culpaba, pero cuando lo hacía era con monosílabos y muchos emoticones, queriendo compensar la falta de palabras con corazones de varios colores, Haaland se quedaba observando la pantalla de su teléfono largos ratos en el chat con Julián, una mitad de este rezaba para que le enviara un mensaje mientras que la otra deseaba todo lo contrario, moriría de vergüenza si el castaño lo pescaba no solo en línea sino que leyendo y releyendo su última interacción como un idiota.
Con el correr de las semanas y los triunfos de la Selección, Erling se encontraba de mejor humor, volvió a hacer bromas con sus compañeros y la nube que parecía seguirlo a todas partes pareció disiparse a pesar del perpetuo gris del cielo inglés, cada que podía veía los partidos o las repeticiones de estos, quería saber cómo le estaba yendo a Julián, necesitaba verlo corriendo de una punta de la cancha a la otra con la ligereza que tanto lo caracterizaba, con esa sonrisa delatora en su rostro que no hacía nada más que mostrarle a todos que donde mejor se sentía era allí, con la pelota en sus pies y los ojos del mundo sobre él.
Recuerda cuando vio el gol de Julian contra Croacia, había pedido que lo pasaran en el comedor del club y estaban la mayoría viéndolo, cuando Julián se apodera de la pelota y empieza a correr a toda velocidad Erling ya lo sabe, lo ve evadir y abrirse paso, lo ve seguro y preciso, lo ve adentro del arco y grita. Grita como nunca había gritado un gol en su vida, se levanta de su silla y abraza a sus compañeros que también celebran, pero nunca quitando los ojos de la televisión, donde Julián es envuelto de camisetas celestes y blancas, Haaland piensa que el rugir del estadio debe ser ensordecedor y siente una punzada de envidia de los hinchas que tuvieron al argentino a metros de ellos.
La final del mundial la vio solo en su habitación, sabía que su temperamento lo traicionaría y no podría ocultar sus nervios o sus reacciones de afecto desmedido por su compañero de cuarto. Fue la mejor decisión que podría haber tomado, maldijo al árbitro, a los franceses, al dt de francia, a los cambios y cuando pensó que no había nada más que maldecir, Francia empató a Argentina en un 2-2 cuasi apocalíptico, soltó palabras en inglés y luego en noruego, si hubiera sabido más español seguramente habría dicho cualquier cantidad de cosas en ese idioma también.
Los penales fueron lo mejor y lo peor que Haaland tuvo que soportar, no era un hombre estrictamente religioso, pero en el momento en que Montiel estaba por patear habrá rezado a todos y cada uno de los dioses existentes.
Montiel por su parte posiciona la pelota, se aleja unos cuantos pasos y cuando suena el silbato patea.
Por un mili segundo un corazón se detiene en una habitación del Manchester City.
Lloris se lanzó a atajar pero la pelota iba al lado contrario.
Es gol de Montiel, los argentinos eran campeones del mundo.
Salío corriendo de su habitación y se dirigió a la cancha donde varios de sus compañeros estaban reunidos viendo la pantalla de un solo telefono, todos sonriendo, algunos comentaban que no podían creerlo, otros se burlaban diciendo que habían apostado por Argentina y que pronto cobrarían un dineral. Haaland se acercó y lo recibieron con unos cuantos asentimientos con la cabeza, se sentó en la banca junto a Kevin y mira sobre su hombro la pantalla.
-Look at him he can barely stay on his feet . (Miralo, apenas se puede mantener de pie)
De Bryune se rió mientras acercaba el telefono para que Haaland tuviera un primer plano de Julián, que ya tenía su flamante medalla puesta y que sonreía de tal manera que sus ojos parecían cerrados, el corazón de Erling se estrujó en su pecho, le hubiera encantado estar allí.
-Hm, he's done an incredible tournament, but he's still our little spider boy, we can't let him go now. (Hm, ha tenido un torneo increible, pero sigue siendo nuestro chico araña, no podemos dejar qu ese nos vaya ahora) -esta vez fue Silva quien habló, frotandose las manos por el frio.
-What do you mean? (¿A qué te refieres?) -preguntó Erling, removiendose en el banco, incomodo de repente.
-Well, some big clubs will probably bet some good money for a piece of him, I hope Pep won't let that happen. (Bueno, algunos clubes grandes van a querer poner buena plata por un pedazo de él, espero que Pep do deje que pase)
-Yeah but I doubt he'll want to leave. Not with his Targaryen still here (Si, pero dudo que él quiera irse. No con su Targaryen acá todavía) -dice Kevin dirvertido al mismo tiempo que le da un codazo en las costillas a Erling, que se dobla y fuerza una risa.
Nunca había pasado por su cabeza la posibilidad de Julián dejando el City después del mundial. Si sabía que en algún momento de sus vidas se iban a tener que ver obligados a enfrentarse como rivales en la cancha porque así era el deporte, pero pensar que ese futuro distopico podía materializarse en tan poco tiempo hizo que se revolviera el estomago. Habían pasado una buena temporada con el club, estaban persiguiendo la Champions, si es cierto que Julián no había tenido la oportunidad de ser titular tantas veces ya que jugaba la misma posición que Haaland, pero las veces que lo hizo se lució y hasta pudieron compartir el campo en otras tantas oportunidades.
¿No era poder compartir eso suficiente? ¿No era suficiente poder dormir juntos en los bancos despues del entrenamiento? ¿Las miradas robadas en el desayuno y los leves pero muy intencionales roces cada vez que podian compartir la cancha en un partido?
¿Acaso no podía Erling ser suficiente?
Como ya era costumbre un torbellino de pensamientos indeseados amenazaba con nublar la felicidad que sentía por su amigo, de modo que se levantó e inventó una excusa sobre ir a ducharse que sus compañeros fueron lo suficientemente amables como para fingir que creían y se fue caminando lentamente hacía el inetiror de la concentración.
La ducha ayudó a disipar un poco la niebla que amenazaba con instalarse en su mente, se acercó a su habitación silbando una de las canciones que sonaron mientras se bañaba. Abrió la puerta y entró para cerrarla con el pie y lanzarse a su cama, sacó el telefono de su bolsillo y pensó que ya había dejado pasar un tiempo prudencial y que era hora de felicitar a su campeón. Buscó a Julián entre sus ultimas conversaciones y empezó a escribir, después borrar, escribir de nuevo y borrar nuevamante. Habían tantas cosas que quería decirle, que lo extrañaba, que pensaba constantemente en él, que ni se le ocuerriera irse a otro club porque lo arrastraría de vuleta a Inglaterra si era necesario pero nada e sonaba correcto así que optó por ser conciso pero sincero, como para todo en la vida.
"JULIAN!!! YOU MADE IT!! Huge congratulations, I never doubted not even for a second. This was your destiny from the start. To be able to represent your country and to do it in the best way possible, you were STELLAR tonight and I can't wait to see you here again and celebrate like you deserve.
Miss you tons x."
(¡¡¡JULIÁN!!! ¡¡¡LO LOGRASTE!!! Muchas felicitaciones, nunca dude pero ni por un segundo. Este era tu destino desde el principio. Poder representar a tu país y hacerlo de la mejor manera posible, estuviste ESTELAR esta noche y no puedo esperar a verte de nuevo y celebrar como te mereces.
Te extraño mucho x)
Presionó enviar y dejo caer el dispositivo en su pecho durante unos minutos hasta que lo sintió vibrar, su campeón había respondido. Desbloqeó rapidamente el telefono y entro a la aplicacion de mensajes nuevamante. Los mensajes llegaban uno atras del otro.
"ERLIIING!!! THANK YOU SO SO MUCH IT MEANS THE WORLD TO ME THAT YOU ARE HAPPY FOR ME" (ERLING!!! MUCHAS GRACIAS SIGNIFICA UN MUNDO PARA MI QUE ESTÉS FELIZ POR MI)
"it has all been so crazy, we just stopped for dinner now but i can't really make sense of anything" (ha sido todo tan loco, apenas paramos para cenar ahora pero aun no logro asimilar nada)
"and i miss you too, i really want to see you" (y yo también te extraño, ya te quiero ver)
"i just have to go to argentina for a couple of days, to celebrate with my family and my people, i'll be back in manchester after christmas" (solo tengo que ir a Argnetina por unos días, para celebrar con mi familia y mi gente, vuelvo a Manchester después de Navidad)
Haaland siente su corazón desvordar, está sonriendo como un tonto, pero poco le importa. Faltaba solo una semana para navidad, él tenía planes de celebrarla con su familia en Londres, con algo de suerte el tiempo se pasaría rapido y podría tener a ese risueño castaño en sus brazos otra vez, fue con esa ilusión con la que Haaland cayó rendido ante el cansancio, teniendo sueños de ojos marrones y medallas doradas.
Una mano lo tocó en su hombro y se dio vuelta, tuvo que bajar la mirada para poder encontrarse con Julián, que lo miraba con una pregunta en los ojos, una pregunta que no necesitaba respuesta porque ya habían empezado a caminar solos hasta unos de los bancos techados al costado de la cancha, iban tan cerca que sus codos chocaban y Erling no pudo evitar sonreir ante la cercanía que se mentuvo intacta entre ellos. Una vez sentados el argentino lo miró durante unos segundos en silencio, estudiando las facciones que lo habían acompañado en su mente a lo largo del mundial, no es que fuera a decirselo a Haaland, al menos no en ese momento.
-¿Qué pasa, Juli? -preguntó Erling levantando una ceja en su dirección.
Julián dio un respingo en su lugar y abrío más los ojos.
-¡¿Eh?! ¿Desde cuándo hablas tan bien vo'?
Haaland entrecerró los ojos y abrió la boca sin dejar salir ningún sonido, tratando de descifrar lo que había dicho el argentino.
Terminó por darse por vencido y negó con la cabeza sonriendo.
-No, wait. I'm not quite there yet but I've been practicing. (No, espera. No estoy ahí todavía pero estuve practicando) -el rubio tenía la cabeza gacha y jugaba con un cordón de la capucha del piloto del club.
El cordobés soltó una risita y Haaland levantó la vista para encontrarse con esa cara que había extrañado tanto, extiendió su mano y el castaño la tomó en la suya sin pensarlo, Haaland le dio un apretón y las bajó para que quedaran reposando sobre su pierna donde hacía circulos en la mano del otro con su pulgar.
-Tell me everything that you haven't already told the others, tell me the things you've saved just for me. (Contame las todo lo que no le hayas contado a los demas, contame las cosas que te guardaste solo para mí) -Erling se permitía ser confiado con sus palabras en la intimidad se su compania, pronunció cada palabra con lentitud, guiandose por la mirada de Julián para saber si lo seguía o si no estaba entendiendo nada.
Julián se relamió los labios y Erling tuvo que contener sus mas básicos impulsos de capturar su su boca son la suya, levantó una ceja otra vez y se quedó mirandolo, esperando.
-Bueno, pero there's words i still st- eh... (Hay palabras que todavía me...)
-Struggle. (Cuestan)
-Si, eso. Struggle with. (Me cuestan)
-We have time, tell me all about it. (Tenemos tiempo, contame todo)
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N/A: Este capitulo esta basado en la cancion homónima de Andrés Calamaro.
Segundo cap!! Gracias por los comentarios y los votos en el primero, no me esperaba esa respuesta. Espero que no les moleste la falta de Juli o de dialogo, pero queria que entendieran a mi interpretación de Haaland, ya a partir de acá vamos a tener mas de nuestra araña.