Messi era de carácter fuerte, nunca se dejaba dominar por nadie. Tal vez había unas excepciones pero nunca dejaba que alguien se aprovechara en un estado vulnerable.
Aún así, los casos donde estaba débil emocionalmente, solo eran por celos e inseguridad.
Lionel mira con el ceño fruncido la foto que empezó a circular por las redes sociales de Robert Lewandowski y Pablo Gavira. El polaco sostiene sobre su espalda al menor al estilo caballito, ambos tienen una sonrisa reluciente que demuestra toda la alegría que sienten en esos momentos. A Messi no le molestaría. No le interesaría.
Pero mierda que los comentarios no ayudaban.
“I kinda wanna throw my phone across the room
'Cause all I see are girls too good to be true”
Algunos dicen que se ven como un padre e hijo. Y no mienten. Pero otra parte, mucho más grande, decía; "Ay, parecen una pareja feliz"
Aquello lastimaba su corazón y autoestima. Cómo ahora, siente como se encoge en su lugar, apretando el celular con fuerza, cada vez más decidido a destruirlo hasta que no queden restos de él y dormir hasta que esa foto deje de circular. Y uno se preguntaría porque mierda le afecta tanto.
Bueno, tal vez porque es la maldita pareja secreta de Lewandowski.
Incluso si nadie lo creyera, él era su pareja. Secreta por la cantidad de comentarios y burlas que llegarían de parte de cada parte del mundo. Ciertamente, nadie se lo esperaría. La estrella polaca con la estrella mundial. Impresionante, ¿no?
“With paper-white teeth and perfect bodies
Wish I didn't care”
Tiene confianza en el polaco, mucha confianza. Es cariñoso, atento, alegre, amable y nunca ha hecho algo que él no quiera. Sabe que lo respeta y que nunca lo traicionaria de esa manera. Aún así, no puede evitar sentirse de la mierda. La razón estaba un tanto clara. Gavi era joven, muy buen jugador, constantemente elogiado, atractivo, guapo y mantenía una relación cercana con Lewandowski. Incluso si había visto el cariño fraternal que se tenían entre ellos dos, los pensamientos negativos hacia su persona lo lastiman. Le lastiman la mente, el corazón y duda si es tan bueno para Robert como creía serlo antes de que la fotografía se hiciera viral. Gavi tenía muy buen cuerpo, él ya era adulto, iba a envejecer y su cuerpo se vería horrible. Gavi tenía una sonrisa brillante, el recibía burlas por esta, sin saber que tenía de malo. Gavi tenía una nariz perfecta, el tenía una rara como muchos decían solo porque así eran los argentinos generalmente.
“I know their beauty's not my lack
But it feels like that weight is on my back
And I can't let it go”
No tenía nada en contra de Gavi. Más que nada porque Robert apreciaba al chico como si fuera su hijo y el al hombre como si fuera su padre. No entabló una conversación como de amigos pero alguna que otra cosa han hablado. Lewan disfruta ver a dos personas que ama llevarse tan bien. Y eso es claro cuando los ojos le brillan al ver a Messi y Gavi reírse juntos, cómo si fueran amigos de toda la vida. No debería porque afectarle una tonta imagen que no significaba nada para él y su relación amorosa. Pero se sentía tan jodidamente mal que no sabía cómo resolverlo. No sabía cómo debía sentirse, reaccionar, actuar. ¿Poner una cara de poker? Serviría, pero Robert no es idiota y detesta las mentiras, por el mero hecho de que siente que no hay confianza en la relación. Y por lo tanto, Lionel se siente horrible porque no sabe como decirle a Lewandowski cómo se siente ante los comentarios de la gente. Tenía miedo de que pensara que estaba exagerando y que por sensible, lo abandonara. Eso lo llevó a otro pensamiento intrusivo;
Si Robert lo dejaba, ¿se iría con Gavi? ¿Lo besaría en su cara y le rompería el corazón? ¿Lewandowski era verdaderamente capaz? No lo sabía, el polaco era un sol que nunca paraba de brillar pero tenía miedo. Todos los comentarios que lo auto destruían lentamente, lo consumían en un mar de tristeza e inseguridad. Siente que lo matan con lentitud, torturando lo.
“Co-comparison is killing me slowly
I think, I think too much
'Bout kids who don't know me”
Messi sabe que compararse con un jugador joven que no resalta mucho a su lado, solo empeora la situación. Pero es inevitable. La mente le traicionaba, apuñalando su corazón cada vez con más decisión a acabar con la seguridad que tenía en su mismo. En si, no mantenía una relación como amigos con el jugador español. Pocas veces hablaban en persona al encontrarse y el caso de que hablaran por Whatsapp o Instagram, casi nunca se daba. Lionel sabía que era reconocido y amado mundialmente. Pero incluso si recibía elogios con constancia debido a su gran fama, siempre había insultos, hacia el como jugador y el como persona. Siempre los ignoraba porque, seamos sinceros, no tendría porque sentirse mal por unos comentarios de unos niños enojados de que haya perdido algún partido. Aparte, siempre que alguien le decía algo, era defendido por conocidos y desconocidos. Cosa que agradecía con sinceridad.
No sé da cuenta que las lágrimas agrias ya no tardan en salir, una tras otra. Cae en cuenta cuando la vista le es más borrosa y se siente resfriado, con mocos. El dolor de cabeza que le esperaría.
Incluso si Gavi no lo conocía bien, no podía evitar sentirse tan mal porque lo prefieran a él como pareja de Lewandowski que a Messi. Y mierda, sabía que no debía importarle porque nadie PERO NADIE sabía de su relación amorosa con Robert. El polaco lo amaba con locura y viceversa. Siempre le daba detalles, por más pequeños que sean, cómo alguna que otra manualidad diminuta pero adorable para el argentino. Y en ese momento, mientras pensaba en su novio, cayó en cuentas de algo.
Cuando Robert le regalaba alguna idiotez cómo una rosa de papel, Messi preguntaba.
——Me encanta, cariño... ¿Cómo se te ocurrió?
——Lo hice yo, con ayuda de Gavi... Tiene mucha creatividad y es algo que me gusta mucho de él.
Gavi. Gavi. Gavi. Siempre fue con ayuda de Gavi. Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi, Gavi. GAVI.
Gavi me ayudó con esto, con aquello, lo otro, eso, bla bla bla. Ahí estaba, Robert si era capaz de abandonarlo por el tierno, creativo y animado Gavi.
“I'm so sick of myself
I'd rather be, rather be
Anyone, anyone else
My jealousy, jealousy
Started following me (he-he-he, he-he)
Started following me (he-he-he, he-he)”
Reaccionó, dándose cuenta de lo que estaba diciendo. ¿De verdad estaba dudando de la fidelidad de Lewandowski? ¿Dudaba de su cariño? ¿Dudaba del respeto y confianza que le tenía? ¿En verdad estaba creyendo que lo abandonaría por Gavi? El español no había hecho nada malo y ya pensaba que iban a casarse y escaparse a otro continente.
——Soy una mierda. ——Se autoconvence, seguro de sus palabras. Cuestionaba el amor de su novio, con quién mantenía varios secretos y siempre los guardaba. Estaba cayendo muy bajo como para actuar de esa manera.
¿A ese punto le afectaban los comentarios de gente que ni lo conocían en la vida real, no iban dirigidos a él y ni siquiera sabían de su relación de casi dos años con Lewandowski?
——Soy el peor. ——Se dijo ——La peor mierda barata de este mundo.
En esos momentos, Messi ya no entendía que le pasaba. Sentía un terrible dolor de cabeza que le daba vueltas, estaba medio mareado y solo quería dormir, despertarse con un beso de su novio y darse cuenta que todo era falso. Que no había ninguna fotografía sobre Gavi y Robert, que nadie criticaba su relación indirecta e involuntariamente.
Para su suerte, sus compañeros de equipo están en una pequeña pijamada en el cuarto de Beckham 2.0 (apodado hasta por el propio Scaloni). El lo rechazó ya que no tenía ganas, decidido a descansar. Mala decisión porque lo peor, es que antes quiso ver un rato Instagram y la primera foto que le apareció fue aquella que provocó muchas grietas en su corazón. Grietas que no sanarían hasta que se decidiera a hablar con Lewandowski. Ahora faltaba para eso.
Decidido, finalmente apaga su celular y cierra los ojos, buscando consuelo en un sueño de una realidad que anhelaba pero que tal vez no se haría verdad nunca.
Se duerme en cuestión de minutos.
Se despierta por alguien que lo está sacudiendo. Abre los ojos perezoso, bueno, en realidad no los abre del todo pero si lo suficiente para ver qué el que lo saca de su sueño perfecto es Acuña. Este habla mientras Lionel se saca las lagañas de sus ojos, aún medio dormido y procesando dónde mierda está.
——Che, es medio tarde y debemos ir a entrenar, recordá que en dos días jugamos contra Polonia.
Eso último logra despertarlo de todo. Abre sus ojos, sorprendido. Lo había olvidado por completo anoche, abatido por como su mente lo mataba lenta y torturosamente. Se levanta de la cama, sobresaltando a Acuña.
——¿Qué hora es?
——Las ocho... Aún tenés tiempo para desayunar pero medio a las apuradas. Scaloni dijo que podés hacer la digestión mientras vamos al campo para entrenar y unos minutos después al llegar.
——No no, cómo algo chiquito sino...
——Como quieras ——Acuña nota algo extraño en el rostro de Leo y se preocupa—— ¿Por qué tenés todos los ojos muy rojos e hinchados? Tus cachetes también están medio colorados...
Messi recuerda (otra vez) lo de anoche y el sentimiento de inseguridad y melancolía regresa. Quiere volver a llorar pero no puede derrumbarse frente a uno de sus compañeros. No porque no se sienta seguro de hacerlo sino porque no está preparado para contarle mundo que era gay y tenía novio. Se limpia las lágrimas que comienzan a acumularse en sus ojos, simulando que solo eran basuritas.
——No dormí bien, eso nomás. Voy a cambiarme, decile a los demás que no tardo ——El contrario asiente, no muy creído por las palabras de su capitán pero no tiene más remedio que dejarlo, era muy reservado y difícil de sacarle información cuando parecía herido (nivel emocional, quiere decir).
Messi va al baño y se mira al espejo; es un desastre, el pelo totalmente despeinado y desarreglado. Tal como Acuña le dijo, sus ojos estaban de color rojo intenso, sus mejillas también medio coloradas y se podía suponer que había llorado. Demasiado. Lucia horrible, cualquiera que lo viera, le tendría miedo por su aspecto o se reiría por como se ve.
“Gavi es mucho más lindo” Muerde fuerte su labio al punto de que salga sangre por ese pensamiento intrusivo. Le enoja y entristece, a la vez, que sea verdad y no mentira. Cuanto desearía poder lucir igual de bien que el menor. Apreta sus puños con fuerza, soportando las ganas de golpear el espejo para dejar de ver su horrendo rostro. Suspira profundamente y se refresca y arregla un poco. Un tanto decente.
En todo el camino hacia el lugar donde entrenaban (el cual no estaba lejos pero iban en camioneta para que algún fanático no los encontrara y comenzara a pedir autógrafos y todo eso), se queda viendo a la ventana, absorto en su mente. Tiene en cuenta que sus compañeros de equipo lo miran, preocupados y extrañados por la actitud rara y poco común con la que amaneció. Él, sin embargo, no le importa, solo le interesa la estúpida publicación que tanto dolor le causó ayer en la noche y le sigue causando en ese momento.
En un momento, cuando la camioneta para por el semáforo en rojo, sus ojos se dirigen a una pareja homosexual. Dos hombres, tomados de la mano, sonriendo se y probablemente, diciendo cumplidos el uno al otro por sus caras. La gente que camina a su alrededor, los miran asqueados e incluso algunos llegan a insultarlos. Pero ellos los ignoran, admirandose el uno al otro y demostrando todo su amor públicamente.
“And I see everyone getting all the things I want
And I'm happy for them, but then again, I'm not”
Messi siente una gran necesidad de romper en llanto de nuevo. Siente felicidad y envidia. Felicidad por la valentía que tienen esos hombres al demostrar su amor a la gente, incluso si todos los juzguen, se alejen de ellos y estén aislados. No les interesa para nada y procuran que los comentarios ajenos no les afectan porque solo es gente metiche que no sabe que mierda hacer con su vida, por lo que quiere arruinar la de otros. Y los admira por eso.
No obstante, una gran envidia crece en su interior. Envidia de que posiblemente, Lewandowski y él nunca tendrán el valor suficiente para darse besos frente a desconocidos. No tienen el ánimo como para tener en fe en que serán aceptados socialmente. Porque la prensa, los medios y la sociedad buscará destruirlos de cada una de las maneras posibles a su alcance. Los separarán, crearán rumores, comenzarán a desconfiar del otro y todo será un caos. No si todo se mantiene en secreto.
“Con Gavi no pasaría eso. Los adorarán y alabarán solo porque Robert está con Gavi. Total, Gavi es Gavi”
“Just cool vintage clothes and vacation photos
I can't stand it, oh, God, I sound crazy”
La vida parece querer acabar con su miserable existencia de la peor manera que puede existir; la destrucción mental. Lo empezó a hacer cuando perdieron el partido contra Arabia y todas las quejas, los comentarios de odio y burlas recayeron en él, teniendo que seguir cargando con un peso insoportable que solo aumentaba cada vez más y más. Incluso cuando es esforzaron al máximo y ganaron contra México, el odio siguió y la bronca subió. Compraron el partido, decían, solo fue suerte, inventaban, se creen los más después de haber perdido el primer partido, especulaban. Todo era mentira, nunca se sintieron así. Querían progresar y no volver a cometer los mismos errores. Pero sumado eso más la inseguridad que la publicación de Lewandowski y Gavi le estaba creando, sentía que solo la muerte repentina podía liberarlo. Por dios, si venís la misma muerte en persona, recibido con los brazos abiertos por su parte.
Rió ante sus pensamientos. Sonaba loco. Estaba cayendo loco. No. Siempre estuvo, de alguna forma, loco.
“Their win is not my loss
I know it's true
But I can't help getting caught up in it all”
El día tan esperado llega. El partido contra Polonia y Argentina. Esto definiría si el país celeste pasaría a octavos, cómo deseaba que fuera así. Una parte de él se sentiría triste si su pareja perdía y no pasaba. Pero otra también se sentía feliz. Suspiró pesado. Tantas emociones juntas y opuestas lo estaban acabando de una forma que nunca se hubiera imaginado.
“Co-co-comparison is killing me slowly
I think, I think too much
'Bout kids who don't know me”
Él nunca se comparó con alguien. Sea mayor, menor o de igual edad. No quería sufrir por creer que era superior o inferior a alguien que en si no conocía. Pero esa publicación definitivamente fue un golpe duro. Y feo. Más fuerte que cuando perdieron contra Arabia Saudita. Nunca fue de sobre pensar las cosas. Podía quedarse analizando algo seriamente pero nunca era por creer que alguien lo superaba y era mejor que el. En si, era el mejor jugador mundialmente, tenía varios balones de oro, lo que le faltaba para completar su estante de premios era la copa mundial. Y a decir verdad, era un sueño frustrado. Tantas veces que estuvo tan cerca y cuando se convencía que era posible, alguien destruía sus ideales. Se sentía tratado como un lacayo es tratado por su rey, que lo sermonea cada que puede y que no puede conseguir lo que quiere siempre, sin importar que tanto esfuerce.
“I'm so sick of myself
I'd rather be, rather be
Anyone, anyone else
My jealousy, jealousy (yeah)”
En ningún momento de su vida se detuvo a pensar seriamente y se dijo: “Quiero ser como tal persona, estoy celoso de toda su fama, quiero ser mejor que él para que me admiren a mi y solo a mi”. Eso fue hasta esa noche.
En si, no quería ser como Gavi porque el español no era como el (no lo decía a modo de ofensa, el chico era muy bueno). Lo único que ansiaba, aparte de ganar el mundial, era dejar de sentirse una mierda a su lado. Incluso si era el mejor de todos, se sentía a la sombra del chico. Por el mero hecho de que Robert podía tirarlo como si fuera una basura nomás en cualquier momento e irse al otro lado del planeta con Gavi. Serían felices, nadie los juzgaría, es más, los apoyarían y ayudarían cada que puede. Y él, por ya tener más fama desde antes, sería criticado por todos. Todos se burlarían y si Robert no soportaba tanta vergüenza y rechazo, se quedaría solo. Se aislaría de la sociedad si era necesario, solo para no escuchar ningún otro comentario sobre que era un asco de persona por ser homosexual. Despreciado, odiado y rechazado por todos. No aguantaría con ese sentimiento. No podría. De verdad no podría.
“All your friends are so cool, you go out every night
In your daddy's nice car, yeah, you're living the life
Got a pretty face, a pretty boyfriend too”
Decide salir del camerino para encontrarse con su pareja. Las veces que jugaban contra el otro, solían encontrarse en algún lugar donde no los vieran. Se deseaban las buenas suertes, diciendo que no importaban los resultados, se amaban igual y apoyaban al otro. Un piquito y a jugar. Lo que pasara después, era una historia aparte. Dudaba si hablar con su novio; no era muy buena opción ya que quedaba poco tiempo para hablar de un tema medio largo y si tardaban mucho, alguien los encontraría. Sus compañeros no notaron que se escabulló, para su fortuna. Al salir, busca a Lewan con la mirada. El polaco también está acostumbrado a su rutina y suele salir también en su búsqueda. Esta ocasión, fue diferente y a la vez no.
Robert si había salido del camerino. Cuando Lionel lo encontró, su corazón estaba a punto de romperse en mil pedazos irremediables. Lewandowski estaba abrazado al chico que atormentaba su alma y lo aplastaba hasta hacerlo sentir mierda, inconscientemente; Gavi sonreía feliz por el abrazo. No parecían dar indicios de querer separarse y se veía que disfrutaban la compañía del otro. Messi solo sentía como su mundo se destruía cada vez más y más. Estaba enojado, celoso, envidioso y cegado por la tristeza e ira.
“I wanna be you so bad, and I don't even know you
All I see is what I should be
Happier, prettier, jealousy, jealousy”
Debía estar feliz por su novio, que consiguió a alguien que cuidaba como si fuera su hijo de sangre. Veía preocupación genuina por él. Entonces, ¿por qué sentía toda clase de odio hacia el español? Sentía un revuelto en la panza, la cabeza le dolía y su mente solamente podía insultar a Gavi de todas las formas que podía, deseándole lo peor. Y se sentía tan mal por eso. Porque él no tenía la culpa de nada. No le hizo nada, nunca le faltó el respeto y tampoco se metió en su relación con Lewandowski. El argentino se estaba destruyendo y trataba dw buscar culpa en otra persona. Incluso si hacía eso, una parte de él consciente, trataba de parar esa furia. No quería culpar más a Gavi por algo que ni siquiera sabía que estaba haciendo. No, no estaba haciendo nada. Solo estaba siendo un chico común y corriente, disfrutando de un momento con un gran amigo que actuaba como su padre. El que merecía lo peor era él, Lionel. El merecía la culpa, el miedo, la tristeza, la melancolía y todo lo malo en esos momentos. Sin embargo, no quería sufrir de esa manera y buscaba hundir a alguien con él, para que lo comprendiera. Para que llore como el. Para que se culpe como él. Para que alguien entendiera la presión social que sufría en casa partido. Estuvo a punto de romper en llanto y en cambio, lo soportó. Podía caer rendido una vez sea de noche y esté en el hotel.
Salió del lugar y fue con sus compañeros de equipo. No notó que Gavi y Robert se habían separado y el polaco lo estaba buscando, extrañado.
Su equipo había entrenado duro desde el partido de México. Las exigencias y rabietas de Scaloni los obligaron. Aunque también era por decisión propia, no querían cometer el mismo error y volver a quedar en ridículo. No de nuevo, se habían esforzado y lo demostrarían.
Mientras saludaban al equipo de Polonia, llegó el turno de Lewandowski. Cuando tocaba chocar la mano con él, también se daban una palmada en la espalda, cómo si fuera un abrazo indirecto, para desear suerte al contrario. Ese era un problema en la cancha, ya que ya no eran novios. Eran rivales que debían ganarle al otro. Por más que les doliera ver como el que perdía, estaba triste, en parte disfrutaban la victoria. Nunca en la cara del otro, como si presumieran. Eso sí que no.
Lewan le dió una sonrisa; la misma que lo enamoró hace mucho tiempo y le sacaba leves sonrojos al argentino, que el polaco amaba. Generalmente, recibía la misma expresión; ahora Messi hizo algo inesperado. En vez de sonreírle, le da una mirada que parece ser de enfado y Robert se siente desconcertado; ¿había hecho algo mal? Después lo hablaría con Lionel.
Messi interpretó la respuesta a su mirada como un desinterés; cómo si a Robert no le importara que lo viera mal, sino que se preocupaba por la mirada de otra persona.
“De Gavi, por supuesto.”
Quiso gritarle, más calló como siempre para mantener las apariencias frente a la cámara. Por alguna razón que desconoció, sus ojos se dirigieron hacia las bancas donde estaba el entrenador de Polonia con los suplentes atrás de él, en la banca. Agradeció haber visto lo que vio y a la vez quiso arrancarse los ojos con su cuchillo de cocina solo para no romper en lágrimas en medio del campo.
El español hablaba animadamente con el entrenador de la selección polaca. Messi nunca pudo llevarse del todo bien con el hombre, no conectaban como para tener una relación al estilo amigos o conocidos que se caen bien; se respetaban y ya. No sabía si le desagradaba o no el tipo, era un entrenador más para él. La rabia que creció en él al ver cómo el menor y mayor disfrutaban de su charla, con pequeñas risas y sonrisas. Primero Gavi parecía que era mejor novio para Robert que él, era más aceptado y ahora se llevaba mejor con alguien que él no pudo conectar bien. Sentía que era un volcán que haría implosión en cualquier momento.
“All I see is what I should be
I'm losing it, all I get's, jealousy, jealousy”
No entendía como era posible. Gavi estaba consiguiendo todo lo que el no pudo obtener por más que diera hasta su último aliento. ¿Que seguía ahora? ¿Que Gavi gane el mundial y el se jubilara y fuera olvidado? Definitivamente no lo soportaría y sería un mar de lágrimas que contenían rabia y lastima. Respiró profundamente y tomó una decisión; ya no pensaría en como la vida se le estaba viniendo abajo, solo pondría toda su atención en poder ganar el partido y hacer un avance.
Si esa noche iba a llorar desconsoladamente al igual que hace dos días, no lo haría por perder. Se iría con la seguridad de que pasó a octavos pero con la pena de no sentirse suficiente.
El partido fue duro. Corría tan rápido como podía, determinado de cada pase que hacía. Era rápido y ágil, gracias a su altura. Curiosamente, en ese momento, Lewandowski lo estaba marcando. No importa, se decía. Solo debía poner su mayor empeño para lograr la jugada que quería. Pero Robert se lo impidió. Lo golpeó, a lo que perdió la pelota y el polaco la obtuvo en su poder. Se alejó enojado y estresado, levemente feliz de que el árbitro lo notara y soplara el silbato.
Su pareja iba a disculparse por su acción e incluso si esto le involucraba seriamente ya que fue el perjudicado, fingió que no lo escuchó. Lewan lo agarró del brazo, dispuesto a explicarse. No obstante, lo que hizo a continuación dejó boquiabierto al polaco. Ni bien sintió como la mano firme tocaba su brazo, en un movimiento medio brusco, lo alejó y siguió de largo. Su expresión demostraba enfado y seriedad.
“Mejor ve a pedirle perdón a Gavi, está solo y te extraña porque son la pareja perfecta”
“Co-comparison is killing me slowly
I think, I think too much
'Bout kids who don't know me”
Messi se sintió decepcionado de si mismo al ser mas consciente de lo que pensaba. De nuevo, desahogaba su rabia y rencor en el chico que no lo lastimó nunca y en su novio que ni estaba al tanto de lo que rondaba en su mente. Se sentía enojado con el mundo pero más consigo si mismo. Estaba cayendo tan bajo al no hacerse responsable de sus sentimientos como para controlarse y carga toda la culpa en la persona que tanto ama y otra que apenas conoce. Está estresado y agotado tanto mental como físicamente. Solo quiere terminar el partido, aclarar las cosas con su novio y acabar con esa miseria que lo estaba atormentando.
Luego de mucho tiempo, el partido terminó. La Scaloneta ganó, 2-0. La multitud argentina festejaba con locura, segundo partido que ganaban, burlándose de aquellos que los subestimaron solo por el primer partido. Sus compañeros gritan con locura alrededor suyo y él sólo se les une con una sonrisa deslumbrante que brilla en su rostro. Entre todo el festejo, piensa en Robert y lo ve a la distancia, también sonriendo. A pesar de haber perdido, Polonia también pasaba a octavos. Eso alegraba a Messi pues no estaría tanto tiempo separado de su pareja. En eso no pudo evitar recordar todo lo que pensaba en medio del partido sobre Gavi y Lewan. Seguía con el mismo sentimiento de culpa por toda la mierda que sentía y seguía sintiendo.
“And I'm so sick of myself
I'd rather be, rather be (oh, oh)
Anyone, anyone else (anybody else)
Jealousy, jealousy”
A pesar de toda la mierda retenida en su interior, en verdad deseaba cambiar como se sentía; no podía ni aguantar una noche más llorando mientras ocultaba toda su tristeza en una cara de poker que simulaba serenidad pero no era más que nada una máscara apunto de romperse. Iba a cambiar, no iba a seguir siendo un reservado que no sabe ni expresarse con su novio. En una distracción de sus compañeros por tanta felicidad, se escapa y va hacia el polaco. Este lo ve acercándose, sonríe y sabe que el argentino quiere hablar con él.
Al estar frente a frente, Lionel susurra—— Hoy, tu y yo, en tu habitación en la noche, debemos hablar seriamente.
Messi debe ponerse un poco de puntitas para llegar a la oreja de Lewandowski y este lo ayuda agachandose. El polaco se alerta por la declaración de su novio; por el tono de voz, sabe que es importante y que parece de vida o muerte (bueno, tal vez lo exageraba un poquito).
Se separan y cada uno vuelve a su equipo para celebrar.
Llega el anochecer. Messi dice que quiere dormir, usando eso como excusa cuando De Paul le cuenta de otra celebración en el cuarto del Papu, otra vez. Rodea los ojos pero acepta la negación de su capitán. Cuando Lionel se asegura que todos están dentro del cuarto cercano, utiliza algunas almohadas para que parezcan que el está durmiendo allí.
Sale de su habitación, mirando a ambos lados, buscando a alguien de la Scaloneta que pueda verlo. No hay nadie, por lo que, sale rumbo al cuarto de su novio. En el camino saluda a algunos de las selecciones de Polonia y de México.
Al llegar al pasillo donde residen los polacos, busca el número donde se encuentra su pareja. Al encontrarlo, toca la puerta que se abre inmediatamente. Entra y la cierra al instante.
El lugar está oscuro pero se puede ver porque hay una lámpara en una mesa de luz encendida. Al lado de esta, hay una cama, la de Lewan.
El polaco sonríe al verlo y se acerca a él—— Leo, cariño...
Messi sabe lo que viene, un beso. Pero lo evita, alejándose. Esto confunde al polaco, un poco herido por haber Sido rechazado. Lionel sabe que ese momento es crucial porque decidirá cómo seguirá su relación con el mayor, dependiendo de la reacción de este.
——Mi amor, ¿que sucede? Actuaste muy raro este día...
Leo siente como su corazón se vuelve a agrietar cuando ve como sus ojos claros como el cielo, demuestran una preocupación genuina por él. Una mayor a a qué veía en Lewandowski cuando esté se preocupaba por Gavi. ¿Cómo es que hace dos noches y en el partido, desconfiaba de su pareja que le dió todo lo que podía? Se sentía el peor ser humano que merecía la pena de muerte.
“Oh, I'm so sick of myself
I'd rather be, rather be (oh-oh)
Anyone, anyone else”
Ahora se daba cuenta como es que el mismo español con el que se comparaba, podía ser mejor novio que él. Sin embargo, solucionaría su error y se abriría con su pareja, aceptaría si este lo dejaba, sea cual sea la causa, lo respetaría. Lo mínimo que podía hacer en esos momentos.
——Robert ——Como le costó decirle así, acostumbrado al típico Lewan——Te dije de encontrarnos porque... No me siento bien últimamente. Me siento para la mierda. Siento que no soy lo suficiente para ti, que no estoy siendo buen novio y eso se notó cuando cuestionaba tus sentimientos hacia mi...
——¿Dudabas de mi? Si hice algo mal, dime, lo solucionare.
Messi no podía estar más feliz de tener un ángel guardián que se hiciera cargo de sus actos. Incluso si estaba involucrado o le afectaban, Lewan siempre lo apoyaba, cubría y daba todo por él.
“Jealousy, jealousy
Started following me”
——No, querido... No hiciste nada... ——se acercó a él, hasta quedar cara a cara y acarició su mejilla—— Yo hice todo mal. Me guarde un gran dolor solo por una idiotez y comencé a culpar a otros, incluyendo te, solo porque no quería aceptar que lo había provocado yo, no aceptaba mi responsabilidad.
——¿Qué responsabilidad? Cariño, e verdad no entien-
——¡Mierda, Lewan, sentía que no te merecía! ——Interrumpió—— ¡Me comparé con un chico como Gavi, por esa estúpida foto de él y vos juntos que se hizo viral! ¡Estaba celoso porque la gente decía que parecían una pareja y estaban felices al decir eso! ¡Sé que nadie sabe sobre lo nuestro, pero me sentía mal y no sabía a quién recurrir! ¡No sabía que hacer! ¡De verdad la estaba pasando mal, Lewan! ¡Lloraba desconsoladamente por algo que tal vez no pase o tal vez si! ¡Tenía miedo de que Gavi te alejara de mi, que me abandonaras y te fueras feliz con él, cómo en un cuento de hadas! ¡Comparé mis acciones, mi cariño, mi afecto, mi personalidad, mi físico, comparé todo lo que pude con lo de Gavi! ¡Y rompía en llanto cada vez que caía en cuentas que era una mierda al lado suyo! ¡Y yo-
Fue callado por los labios de Lewandowski. Desesperados, hambrientos y deseosos. Joder, Messi también los ansiaba pero no había terminado. Trata de empujarlo. Sin embargo, es inútil por no solo la gran diferencia de fuerza, sino porque iba cediendo ante el beso. Fue acorralado contra la puerta, cerrada, ahora con llave cuando Robert uso una mano para ponerle cerrojo y la otra agarraba de la cintura al argentino. Mordió el labio inferior del menor, jadeando en respuesta, permitiendo a su vez la entrada a la lengua. Lewan saboreaba cada lugar de su boca, hasta la más mínima esquina. Cuando se quedan sin aire, se separan. Tratan de volver a respirar normal, con el pecho agitado.
——No... ——hace una pausa, recuperando el oxígeno——... vuelvas a hablar así de ti, mi Leo. Eres perfecto de pies a cabeza a mis ojos, me siento afortunado de tenerte entre mis brazos, incluso si sea a escondidas de los medios. Quisiera mostrarle al mundo que tengo al hombre más adorable y hermoso a mi Merced pero yo soy el que está a tu Merced. Yo quiero a Gavi, pero como un hijo. No compares mis sentimientos hacia el con los tuyos. Porque son diferentes; ¿quedó claro?
Lionel, ya calmado, asiente. Las lágrimas vuelven a salir y esta vez no se aguanta. Quiere desahogarse y ahora tiene a un ángel, cuidando de él. El polaco seca sus lágrimas mientras se dedica a repartir besos por toda su cara. Messi se siente avergonzado pero disfruta la atención que recibe.
——¿Puedes quedarte esta noche?
——¿Para qué? ——Pregunta el argentino.
——Para mirarte, claro.
Messi sonríe y asiente, besando los labios del polaco con ternura. Está feliz. Feliz de haber sacado una parte importante con el que cargaba. Feliz de que ya no tendrá que vivir con la culpa. Feliz de que ahora está seguro de que Lewan no lo abandonaría ni por la más grandeza de las fortunas y el tampoco.
Probablemente en un futuro, recuerden esto y solo sea algo feo para reírse. Posiblemente, no entienda lo que sentía.
Tal vez estaba enojado. Tal vez estaba celoso.
5645 palabras. Me gusta auto superarme.
¿Les gustó? Si no, guardense el comentario SKSQKSKQ, desde que me vino la idea, no dejé el celular (desde las 5 pm que escribo, son casi las 9 pm).
Se aceptan recomendaciones y críticas (no constructivas o constructivas).
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