Odín... Odín... Despierta Odín
Cuando el sol se ocultaba en el alba y el crepúsculo llegaba, un viejo susurro atormentaba los sueños del padre de Asgard. Dejame, dejame en paz. Entre susurros y quejidos, visiones de su reino en llamas lo acosaban. Su pueblo en ruinas y el olor de las brasas, como la carne al rojo vivo llegaban a sus orificios nasales ¿Tal vez se trataban de simples alucinaciones? Se preguntaba a si mismo intentando dormir. Odín... Odín... Odín... Escuchando un llamado, vislumbro un viejo anillo, una simple baratija
¡¡Despierta!!
Gran Odín, que debemos hacer con los refugiados? Alzando su vista por encima de su trono yacían sus guardias reales, coloco sus manos sobre su cien, no recordaba cuando tiempo pasó entre sus visiones y la realidad. Han solicitado una reunión con usted desde su llegada. Semanas pasaron desde que llegaron refugiados a la tierra de Asgard, causó un gran revuelo en el palacio y rumores empezaron a correr.
Traelos aquí, diles que Odín acepta su solicitud. Ante la orden, sus guardias se marcharon con un pesado semblante. Hace muchas lunas que el padre de Asgard no se apartada del trono, inmóvil, augurando algo incierto.
Deberían matarlos, nuestro destino es gobernarlo todo, padre. Hela, la primogénita de Odín. La mera presencia de la diosa de la muerte helaba el alrededor. ¿Cuanto tiempo crees que pase antes de que tus aliados, bajo palabras y tratados. Se vuelvan en nuestra contra? Cruzada de brazos, caminaba alrededor del trono observando con cierta indiferencia. Como si de insectos se tratasen. ¡¡Ya basta, Hela!! Golpeando su cetro contra el suelo. Descargas eléctricas desbordaban de sus ojos al igual que el fuego al levantar las brasas. Por supuesto padre, no quería ofenderte. Cortésmente, se retiró del lugar no sin antes mirar por última vez a su padre. Yo misma los matare a todos. Con la amenaza declarada, se marchó con fuertes pisadas.
Hela, pequeña impulsiva. Suspirando pesadamente, siguió reflexionando sobre esas extrañas visiones. La oscuridad se ha estado aproximando en secreto, estás pesadillas no son mera casualidad. Escuchando unos pasos aproximarse, rasco su barba ante los nuevos invitados.
El palacio de Asgard precede a su magnificencia, Odín Rey de Asgard. Odín, padre de todo. Sentado en su trono real, fuerza y sabiduría de todo su pueblo, charlaba animosamente con sus invitados no planeados. Agradecemos que nos haya permitido está reunión, nunca esperamos visitarlo bajo estas condiciones. Pero la situación ha empeorado desde que logramos tener contacto con ustedes en los últimos días. Ante la sorpresa de todos nadie esperaba que un grupo de elfos oscuros, enemigos ancestrales de los Asgardianos. llegarán un día como refugiados a la capital de sus enemigos.
Cuéntame una vez más esa historia, Elfo. La presencia suprema ante ellos era igual o superior a la de la general, todos tragaron saliva al sentir el filo de su mirada. Hace mucho tiempo cuando nuestro mundo era joven existía una guerra entre Asgardianos y Elfos Oscuros, el más fuerte de los Asgardianos, Bor. Lidero el frente de batalla con fervor y coraje. Con pausas para respirar, relataba el viejo verso Elfico. Se dice que cuando llego al campo de batalla la tierra rugió y el cielo se lleno de fuego, el señor oscuro había llegado a la batalla. Conforme su relato seguía, algunas muecas se formaban en el rostro de los guardias en el palacio. Era una marca que nadie entre los Asgardianos podrían olvidar. La pelea entre ambos provoco rayos y fuego, su pelea fue tan feroz que se sintió en los nueve mundos. Sin embargo, Bor no logro ganar en contra del ojo de la destrucción e hizo lo que mejor sabe hacer.
El ojo de la destrucción exterminó el planeta entero junto con todos lo que estuvieran a su alcance, desde entonces el señor oscuro nunca se ha visto. Algunos dicen que murió por sus heridas en batalla y otros que espera en silencio aumentando su poder, la unica verdad es que su presencia aun se puede sentir entre nosotros y solo es cuestión de tiempo para que resurja otra vez.
Terminando de recitar el verso, el rostro de Odín parecía tranquilo. Pero en realidad era una calma que guardaba tempestad. Llegaron en busca de refugio, ¿Porque? Una pregunta simple, que en realidad cambiaría el destino de muchos. La General Krastina ha sido influenciada por leyendas del pasado, tiene a nuestro pueblo gobernado bajo mano de hierro. Debemos pararla antes de que inicie una guerra como en el pasado!! Realizando su mejor papel, el más anciano de todos demostraba ira y preocupación genuina en sus palabras, nada más alejado de la realidad. Si seguimos así, solo será cuestión de tiempo para que Elfos y Asgardianos luchen otra vez. Debemos estar juntos, no separados!! Con una mano en su pecho, imitaba a un caballero antes de arrodillarse seguido por todo el grupo. Le pedimos su ayuda para acabar con la tiranía en nuestra tierra!! Rogando por ayuda, derramó algunas lágrimas. Nadie podía creer lo que veían, los grandes enemigos de su pueblo... En una tiranía?
El señor oscuro, el mal de todas las tierras. Está muerto? Sobre el trono, su sola presencia emanaba poder y sabiduría sosteniendo su cetro con fuerza. Así es, escapamos de esas tierras en busca de ayuda. Sólo usted puede acabar con la tiranía de su legado!! Una sonrisa escondida yacía en cada uno de ellos, la humillación no se comparaba con las recompensas. Entonces, muéstrame en donde está. Levantándose de su trono, bajo las escaleras con imponencia hasta quedar frente a frente ante los mencionados. S-Si!! Las coordenadas son...
Horas antes...
Ha llegado a su destino, desactivando Hipersalto.
En la inmensidad del espacio una nave reapareció de la nada en un haz de luz, oculta de toda vista bajo un manto oscuro. Poco a poco era iluminada por la luz de una estrella a la lejanía. Finalmente, he llegado. Desactivando los paneles de seguridad, el visor de la nave apartaba sus escudos hasta permitirle ver su parada. Asgard... Que decepcionante. Surcando el vacío, Celer guardaba cada vista en el registro de su nave algo disgustado, quería irse de allí cuanto antes. Será mejor que me acerque y empiece a buscar. Activando el camuflaje de la nave, empezó a acercarse cuidadosamente sin hacer el mínimo ruido, la tecnología Elfica era tan minuciosa que ni siquiera sus motores hacían ruido, podían despegar altas velocidades sin perturbar el aire o los alrededores.
Este será un buen lugar para aterrizar, debo moverme con cuidado. Rodeando la gran ciudad de Asgard, aterrizó cerca de un poblado a la cercanía de un rio, suspendiendo en el aire su nave, dio un rápido vistazo a los alrededores. Parece que no hay nadie a la vista, pero será un problema moverse sin nada que me oculte. Algunos pobladores pescaban en el río y otros parecían lavar sus ropas.
Activando camuflaje, entrando en modo sigilo
Q-Que es?! Una voz mecánica parecía estar hablando dentro de la cabeza de Celer, buscaba con la mirada alrededor creyendo que era alguna artimaña de los Asgardianos, pero un brillo morado en el guantelete de su brazo derecho lo hizo entender todo. A esto se refería con que era sensitivo, eh? Cubriendo su cuerpo bajo el mismo camuflaje que la nave, desapareció de la vista de todos. Tecnología de camuflaje prácticamente indetectable hasta para la mejor y perfecta vista. He logrado avanzar un buen trecho, sin embargo aún no veo rastro alguno del Congreso. Avanzando de pueblo en pueblo, rodeaba las multitudes camuflandose entre las paredes y muchedumbre, presenciar la tranquilidad junto al bullicio de la actividad matutina le era extraño, después de todo se trataban de sus enemigos jurados. Herreros, pescadores, poblados y una ciudad con gran actividad, no somos tan diferentes. De un salto, trepó rápidamente hasta los tejados de una torre. Las alturas le brindaba una mejor vista de sus alrededores, cuando una luz brillante lo cegó unos instantes. La capital, reconocería esos colores en cualquier lugar! Enojado y algo asombrado, veía la gran ciudad de oro, la capital de Asgard, el palacio de Odín que brillaba a la luz del sol construido con los mejores metales y el oro robado de todas sus conquistas. Bor... Asgard, no puedo permitir que el Congreso los traiga a nosotros! Apretando sus dientes, recordaba todo lo que tuvieron que hacer para sobrevivir, culpaba a Asgard de todas las desgracias de su tierra, pero odiaba más al Congreso por estar del lado de sus enemigos. Dónde están, adónde habrán ido?! Las horas pasaban mientras deambulaba por los alrededores, de casa en casa, tejado en tejado, hasta que logró oír una conversación que captó su atención. Lo has escuchado? Un grupo de Elfos oscuros han llegado a nuestra ciudad, parece que son refugiados y buscan la ayuda de Odín. Escuchando atentamente la conversación, Celer bajo con cuidado de un tejado, se acercó hasta estar a pocos metros de un par de guardias cerca de una fuente. En este momento están en el palacio, parece que discuten sobre... Antes de que pudiera seguir hablando, una fuerza invisible lo noqueó cayendo al suelo bruscamente. Q-Que? Quién anda?! Sufriendo el mismo destino, algo lo derribó golpeando sus piernas, solo para luego ser golpeado con fuerza en su pecho, estrellándose contra el suelo agrietandolo en el acto. No dejaré que revelen nuestra ubicación, están muertos!! Con una velocidad vertiginosa, corrió en dirección al palacio con grandes zancadas con un solo objetivo en mente...
Como acordamos, compartiremos nuestro territorio con Asgard una vez que haya liberado nuestra tierra. Una vez terminada la reunión en el palacio, los acuerdos y tratados eran firmados bajo la mirada de Odín. Aunque parecía un sueño los frutos de tanto trabajo daban resultados. Con su permiso, nos retiramos ahora. Todos los presentes se arrodillaron una vez más antes de empezar a retirarse, planeaban regresar a sus dormitorios cuando fueron detenidos. Puedo ver que ocultas algo entre tus ropas. Quiero saber que intentas ocultarme, Elfo. Parando en seco, el líder del grupo trago saliva volteando lentamente. N-No ocultamos nada, gran Odín. Solo es una vieja baratija sin valor. Sacando un anillo de entre su gabardina, lo mostró acercándose al mencionado. Muchos de estos anillos fueron fabricados en los tiempos del señor oscuro, pero no sirve. Por mucho que lo hemos intentado no hemos podido hacer que funcione, no posee ningún valor. Era un viejo anillo simple de metal, suelen fabricarse por novatos en el camino de la herrería. Quiero verlo, acercate. Igual que en sus sueños, una baratija sin valor aparente que provocaba escalofríos en su espalda. No debería perder el tiempo con esto, debemos irnos a acordar nuestros planes en lugar de mirar un viejo anillo. Abriendo su mano, le mostró la baratija al rey de Asgard. Levantándose de su trono, Odín tomo el anillo de la mano del Elfo observándolo con sumo detalle. Dices que fue creado por el señor oscuro, no? Podía sentirlo, era casi inexistente, una ola de energía oscura y maligna estaba impregnado en el metal. Esperando en la oscuridad de su creación por un portador.
Ash nazg durbatulûk
De un momento a otro, su conciencia fue transportada a la oscuridad absoluta, el sonido de metal siendo golpeado repetidamente por un martillo inundó su cabeza. Que clase de magia es esta?! Confundido intento tomar su cetro percatándose de lo peor; no podía moverse, sus brazos se sentían pesados y sus piernas temblaban.
Ash nazg gimbatul
Susurros débiles se escuchaban a la lejanía, chispas y brasas iluminaban la oscuridad revelando un viejo yunke. Alguien con manto negro trabajaba sin cesar.
Ash nazg thrakatulûk
Todo alrededor empezaba a temblar con fuerza, chispas, fuego abrasador, olas de poder salían amenazando con destruirlo todo, el manto negro alrededor fue reemplazado por un calor abrasador. En nombre de Asgard, quién eres?! La luz era más intensa como su calor, los temblores aumentaban convirtiéndose en feroces terremotos.
Agrietandose el suelo todo explotó en un mar de llamas, fuego y lava se elevaron a los cielos rojizos formando un anillo llameante. Maratuldë, Odín. Desde los cielos, el aparente anillo se abrió mostrando una iris sin párpados, que acosaba al rey de todo. Tu!! Pero como?! No podía creerlo, revelando su aspecto entre las llamas. Un gigante de armadura oscura y retorcida saludaba a Odín, ambos no apartaban la mirada sobre el otro hasta que poco a poco la cordura del rey flanqueaba. Acaso no reconoces a la muerte? Tu reino está acabado, tu pueblo está condenado. Odín estaba cansado, su energía se agotaba ante la presencia del oscuro, este caminaba hasta el mencionado haciéndose cada vez más grande. Observa, este es tu futuro. Tomándolo del cuello, Odín solo podía observar el casco retorcido de Sauron mientras era estrangulado. Su cuello se quemaba al tacto de los guantes a grandes temperaturas gritando de dolor. Maldito seas, te destruiré! Iracundo, forcejeaba tomando el brazo con fuerza en un intento por liberarse del agarre. Pero era inútil cuanto lo intentará, era como si toda su fuerza hubiera desaparecido. Toda tu gente caerá, te quedarás sin nada, sin pueblo, sin reina, sin sangre. Poco a poco la visión de Odín se nublaba, cerrando sus ojos, los abrió con fuerza ante un nuevo paisaje. Mamá! Donde estás madre?! Me quemo, me estoy quemando!! Ayúdenos, ayúdenos Odín! Un infierno de aullidos y gritos de dolor lo recibió en la devastada ciudadela, carbón y azufre plagaba el aire, la ciudad completamente destruida hecha ruinas, cuerpos carbonizados o aplastados, junto a gritos de fondo con el sonido de la carne siendo cortada. Calma, todos!! Intentaba hablar, la ira carcomía su corazón. Sin poder hacer nada, una magia antigua o tal vez un truco de la mente ataba sus movimientos. Todo es tu culpa!! Los cuerpos de soldados y civiles por igual empezaban a levantarse del suelo, llenos de ira en sus voces clamaban al unisono "Todo es tu culpa", rápidamente rodearon a su rey con miles de manos halando o arañando. Sultenme, se los ordenó!! No lograba ver más allá de la horda de muertos, sentía que pasaban las horas sufriendo toda la ira de su pueblo. Entre la multitud. Odín... logro ver a su reina. Pero cuando creyó que todo acabaría.
Agh burzum-ishi krimpatul
De los cielos las nubes se abrieron, descendiendo como un mal augurio. Toda la horda grito a los cielos llenos de dolor desesperados ante la iris lunática. S-Sauron... Odín lo sabía, se trataba de el.
El ojo de la destrucción acosaba a todos erráticamente deteniéndose abruptamente. Lentamente, dirigió la mirada hasta Odín. Querido, ayudame... Frigga, caminaba lentamente sosteniendo lo que parecía ser un bebé. Los llantos del infante aterraba su corazón temiendo lo peor.
La era del hombre acabo
Temblores, mas bien pisadas. Miles de pisadas se sintieron cuando Frigga fue sorprendida. ¡¡Aaaahh, Odín!! En un parpadeo, su sangre salpicó el suelo al ser atravesada por el metal retorcido de una espada. ¡¡Sauron!! Furioso, Odín exploto en un mar de rayos tragando todo a su paso.
La era del orco empezó
Mientras tanto...
¡¡Odín, Odín, reaccione!! Fuera de su mente, se retorcía provocando relámpagos en su trono. ¡¡Odín, que le hicieron!! Los guardias no se hicieron esperar, rodearon a los Elfos mientras que otro grupo intentaba hacer que su rey reaccionará sin éxito alguno. ¡¡N-Nosotros solo!! Incluso si lograrán explicarse, la situación no era favorable a su aparente culpabilidad, espadas los rodeaban al son de los alaridos del padre de todo.
¡Traidores, están muertos!
La puerta del palacio se abrió de golpe, parado con un semblante de pocos amigos, Celer había llegado finalmente al palacio de Asgard. ¡Matenlos, los Elfos planearon un ataque contra Odín! Alzaron sus espadas, los rodearon en cuestión de segundos. ¡Ataquen! Sin embargo...
¡Ahhhhh!
¿!De donde?!-
¡Cubran!-
Cuando todos se preparaban para atacar, cada uno de ellos empezó a caer al suelo sin oponer resistencia. ¡Los mataré, los mataré a todos! Sin perder su oportunidad, esquivaba los ataques haciéndose a un lado y avanzando temerariamente. ¡Matenlo, que alguien lo mate! Celer evitaba todos los ataques al extremo del filo, se movía entre los soldados como si supiera exactamente dónde y cuándo moverse. ¡¡Ahhh!! La sangre tiñó los suelos del palacio cuando Celer osciló sus cuchillas. ¡Háganse a un lado! Las cuchillas penetraban los puntos débiles de las armaduras Asgardianas, el cuello y las axilas eran su punto más débil en su fabricación. ¡¡Protejan el!!- Cayendo el último de ellos ante las incesantes lluvias de espadas, Celer observó al grupo del Congreso que yacían congelados en el sitio.
¿C-Como es que tu? El líder del Congreso, el Congreso mismo estaba perplejo, de alguna forma habían sido encontrados. ¡P-Podemos discutirlo, la gene!- su visión pronto se vio alterada, donde había un Elfo ahora eran dos, luego tres, cuatro. La general... Cayendo al suelo de rodillas, sus camaradas yacían inmóviles en el suelo. Que... Ocurrió? Sentenciando su oración, su cabeza se desprendió en muchos pedazos al momento de tocar el suelo.
Tsk, malditos traidores. Finalmente logré dar con ustedes... Enfundadas las cuchillas, observo la panorama. Los guardias, muertos, nadie protege a Odín... Sin nadie alrededor, Odín parecía inmóvil en su trono, absorto de lo que sucedía. Este día... Este día Asgard caerá! Cediendo ante una oportunidad sin igual, despegó del suelo apuntando al cuello de su presa. ¡Muere! Sin embargo...
¡¡Clank!!
Chocando contra una fuerza inamovible, Celer sonrió ante la invitada. Eres inteligente, tomas ventaja de la situación. Una espada tan retorcida como la noche, una necro espada, eso solo significaba una cosa. Hela, la primogénita de Odín. Con rápidas zancadas hacia atrás, tomo las distancias contra Hela, se trataba de un adversario que no podía ser tomado a la ligera. Eres muy lento, Elfo. Reapareciendo un sin fin de espadas, Celer solo podía esquivarlos y esquivar cuanto podía ante tales ataques. Cuida tu espalda. Burlándose de el, acortó las distancias con una rápida voltereta posicionándose en la retaguardia. Con gracia, conecto una patada directa que lo mandó hacia la entrada del palacio.
¡¡Ahh!! Estrellandose contra una vieja estatua, su armadura se agrieto como si un toro furioso lo hubiera embestido. Mi padre decidió firmar tratados de paz y extender su mano a nuestros enemigos, gracias a ustedes, ahora tendrá que escucharme. Aún no se recuperaba de ese golpe, sus costillas parecían haberse fracturado y respirar se le era imposible. Debo darte las gracias, Asgard cumplirá su propósito, y todo gracias a tu gente. Caminando lentamente, manifesto una espada en su palma preparando el golpe final. Asesinare a todo tu pueblo, ya no habrá nadie que me detenga. Tomándolo del cuello, lo alzó mientras lo observaba con desdén.
¿Aquí... Aquí acaba mi camino? Deteniéndose el tiempo por unos segundos, contempló el final de su vida, y el inicio de su juventud... ¿Aquí acaba todo? ¡No pienso rendirme! Sujetando la mano de Hela con suma firmeza, su orgullo como guerrero se alzó a la luz, ¡Aunque tenga que entregar mi vida, juro que te mataré! Su corazón ardía en determinación, sangre brotaba desde las comisuras de su armadura reflejando el daño que recibió con tal patada. ¡Muere! En el último segundo, Hela lanzó su estocada cuando...
¡¡Armadura de Combate - Kursed Dynamo!!
Una oleada de energía se manifesto de golpe haciendo retroceder a Hela. ¿Que es esto? Observando su cuerpo, las heridas causadas se curaban al instante. Desde el extraño guantelete, una ola de materia púrpura se extendía por su cuerpo. ¡Hela... El peor error que cometiste no fue menospreciarme. Siendo cubierto por la armadura Kursed, su presencia se volvía cada vez más grande y pesada ante la vista de Hela. ¡¡Tu error... Fue retar a los Elfos Oscuros!! La armadura termino de cubrir su cuerpo como una segunda piel, los metales desprendían un aura amenazante, y los grabados tecnológicos en su composición se presentaron ante la visión de Celer en forma de un panel holográfico.
Activando armadura de Combate: Kursed Dynamo
Analizando compatibilidad.... Analizando compatibilidad.... 100%
¡¡Grraaaahh!! Ante una nueva oleada de energía subir por su cuerpo, rugió a los aires agrietando el suelo a sus pies. Al fin lo haces interesante. Sonriendo ante su enemigo, los cielos de Asgard se cubrieron ante un faro de luz, lo que sea que pasaba con Celer era un misterio, solo una cosa era segura. ¡Preparate, Hela! Sera una batalla inolvidable.
Gracias por leer.