Al otro día
Ser ayudante de nutrición no estaba siendo fácil para Melanie y menos con la presión que tenía encima por sus superiores.
— Melanie, deja eso y lee las notas que nos dejaron de los jugadores — Daniela, la nutricionista ordena. Ella era solo dos años más grande que Melanie y ambas se estaban llevando de maravilla, pero cuando se trataba de trabajo Daniela era demasiado estricta. —. Yo leo la de Messi, Álvarez, Martínez y Otamendi. Vos lee las primeras cuatro y hace las notas.
Daniela hace un silencio largo y empieza a leer las notas en susurro, mientras que Melanie toma los primeros cuatro expedientes y lee los nombres de los que le habían tocado; Paredes, De Paul, Dybala y Fernández.
Agradecía tener ya algunas notas y que nada más debía actualizar lo que habían recomendado los otros especialistas.
— El de Enzo Fernández dámelo a mí — Daniela dice al ver que la rubia estaba por comenzar a leer ese y Melanie niega.
— No, está bien, yo ya sé lo que necesita — niega la rubia y Daniela la mira indicando que no debía contradecirle.
— Quiero leer las notas de su nutricionista para después ir a hablar con él — pide Daniela comenzando a perder un poco lo estricta.
— ¿No le tenés que dar las notas al director técnico? — pregunta Melanie sería y sin dar todavía el expediente de su novio.
— Dale boluda ¿Lo viste a Enzo? — pregunta Daniela sonriendo, ella consideraba a Melanie alguien buena para hablar hasta pensaba que en algún momento podrían ser amigas. —Capaz que así le puedo hablar.
Melanie se queda en silencio por unos segundos, Daniela era muy hermosa y cualquier persona con buen gusto podría ver eso, la castaña sin duda tenía un cuerpo divino y todo en ella era perfecto ¿Enzo que haría si ella se le acerca con esas intenciones? Se pregunta Melanie sin poder evitarlo.
— Toma.
Daniela lo recibe y lo deja a un lado para leerlo después, un silencio abrumador para Melanie se instala en la habitación y suspira.
Ambas estaban en la habitación que compartían, les pareció más cómodo hacer eso en un lugar tranquilo y no en otro donde de seguro no iban a poder trabajar tranquilas.
— ¿Y está es la primera vez que trabajas para la selección? — pregunta Daniela ya terminando de leer las notas del nutricionista de Messi y de hacer la suyas.
— Si, siempre trabaje para equipos o para jugadores por mi cuenta — Comenta Melanie.
— Bien ahí ¿Tu familia viene a ver el mundial? — Daniela opta por hablar y conocer a su ayudante y compañera de habitación.
— No, somos poquitos en mi familia y mi papá era el único que le gustaba ver los partidos y no puede venir — la rubia se levanta y camina hasta sus cosas para buscar su set de mate.
— ¿Por trabajo o algo de eso?
— No, falleció hace dos años — dice Melanie sin verla. —. Le gustaba mucho ver los partidos y todo eso.
— Seguro debe estar muy orgulloso con que vos estés acá — las palabras de Daniela hacen que Melanie sonría un poco.
— Si, mi nov... mi amigo siempre dice eso — Melanie bufa al no encontrar su mate —. Ahora vuelvo, no tardó.
La habitación de Enzo estaba en un piso más arriba del de ella y él tenía algunas cosas que al parecer se habían olvidado de guardar bien.
Melanie sube las escaleras y al llegar frente a la habitación de Enzo y Julián toca la puerta.
— Yo abro boludo — escucha que dicen adentro de la habitación y se sorprende un poco que el que le habrá la puerta sea Lautaro Martínez. — Hola.
— Hola ¿Esta Enzo? — pregunta la rubia sonriendo amable.
Lautaro se gira y le hace señas a su compañero para que se acerque a la puerta.
— Pregunta que quien es — Lautaro dice haciendo que Melanie suspiré.
— Melanie, soy su amiga y la de Juli.
— Melanie — Lautaro vuelve a decir y se escucha un estruendo en la habitación para después que llegue primero Julián a la puerta con emoción.
Como era de esperarse, Enzo y Julián habían hecho una carrera en la que Álvarez terminó tirando al suelo a Enzo para ganar ventaja. Rápida la araña.
— ¿Ganaste? — pregunta Melanie poniendo sus manos en su bolsillo y él sonríe feliz. — Me alegro.
— Mel — Enzo llega y empuja a Julián devolviendo el golpe que le había dado.
Melanie le da una mirada a su novio, parecía agotado por el viaje, pero aun así podía joder un rato más con sus compañeros. Su short de pijama ya lo tenía puesto y tenía una remera ancha con el logo de One direction puesta - remera que obviamente le había regalado Melanie -.
— Vine a buscar mi mate, está en tu bolso — La rubia dice seca y ya sin sonreír, demostrando que no le había gustado para nada la indiferencia del chico en el avión y que la llamada que habían compartido con Olivia no había cambiado nada.
Julián da un silbido y la pareja se mira sin decir nada.
— Lo busco yo — dice el mejor amigo de ambos y vuelve a la habitación.
— ¿Estás enojada? — pregunta Enzo y en respuesta Melanie lo mira con el ceño fruncido. — Si, estás enojada.
Melanie se queda en silencio unos segundos, no estaba enojada, pero si no iba a dejar que Enzo haga escenas de pendejo y después anden como si nada, eso no estaba bien.
— Vos estabas hecho un pendejo pelotudo, no yo — Melanie se digna a decir algo y el jugador toma aire. —. No voy a hablar de esto ahora, tengo que volver a trabajar.
— pero lo vamos a hablar ¿No? — pregunta Enzo comenzando a preocuparse, Melanie enojada de verdad no era algo bueno.
— Si, en algún momento — Melanie señala la puerta que estaba un poco abierta —. Y cuando Julián no esté escuchando.
Enzo se da vuelta y sale Julián de la habitación con las mejillas coloradas por ser descubierto y mucha vergüenza.
— Perdón ¿Es este el mate? — pregunta Julián pasándole a Melanie un mate de River.
— Ese es mío — Enzo intenta sacarle el mate a su novia y ella niega.
— Ya me tengo que ir, préstame el tuyo y usa el mío.
Enzo niega —. El tuyo es de Taylor Swift.
— No tengas masculinidad frágil, Enzito — Melanie besa la mejilla de Julián y luego a Enzo. —. Ayer me crucé a un español que estaba buenísimo ¿Les conté?
— Sos una culiada — ríe Julián al ver que su amigo ya estaba frunciendo el ceño.
— Decile que nos devuelva el oro al hijo de puta — sonríe sin gracia Enzo y Melanie suelta una carcajada. Él mira a Julián y Álvarez se adentra a la habitación y cierra la puerta para que sus compañeros no vean a la pareja.
— Celoso de mierda ¿Desde cuándo te pinta esto de los...?
La rubia no pudo terminar de hablar porque Enzo la tomó de los cachetes y chocó sus labios con los de su novia, ella soltó un gemido sorprendida, pero no tardó mucho en seguirle el beso y con una de sus manos acariciar la nuca del chico.
El saboreo los labios de la chica y al separarse por la falta de aire Enzo miro a su novia a los ojos y ella mira alrededor para encontrarse con el capitán del equipo.
— No es lo que parece — es lo primero que logra decir Melanie, estaba que se moría alguien la había visto con Enzo y ese alguien era Messi. —. Perdón te estoy mintiendo, no le voy a mentir a Messi, mentirte a vos es pecado nacional.
Enzo suspira y mira a su capitán, Lionel le da una mirada tranquilizadora y solo sonríe algo divertido, sin duda era algo que le iba a contar a Antonella para que su mujer se haga amiga de la novia de Enzo.
— No pasa nada, yo no le digo nada a nadie e' — Leo Messi dice y señala a ambos. —. Che Enzo, soy el capitán pode' contarme las cosa'.
Enzo y Melanie se miran, la chica suspira y asiente con la cabeza. Él por su parte sonríe ocultando su felicidad, sin duda amaba decir en voz alta que la chica era su novia.
— Ella es ayudante de nutrición, trabaja con nosotros Melanie — Enzo presenta a la chica y ella sonríe nerviosa. —. Es mi novia.
— Somos novios, pero como secreto viste — ríe nerviosa la rubia.
— Un gusto', Mel — Leo sonríe. — ¿Lo tienen en secreto, como en la' novelas?
Enzo estaba por decir algo, pero Melanie niega.
— Si Messi dice que es como una novela, estamos en una novela.
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