- ¿Hola?
- H-hola, ¿Hagakure? - Izuku trató de sonar lo más serio posible, un tono de voz distinto al que usualmente tenía cuando hablaba con alguna chica.
- Sí, soy yo, ¿quién es? ¿Por qué llama desde el teléfono de Izuku Midoriya?
- ¡Soy yo! - exclamó el chico, volviendo a su usual tono de voz - lo siento, trataba de sonar más serio.
- Pffff, ¿por qué? - la suave risa de su interlocutora inundaba sus oídos, una risa poco elegante, pero melodiosa y, por qué no, agradable.
- S-supongo que por s-ser la primera vez q-que llamo.
- Jajajaja, no te preocupes, no es necesario ser formal, somos compañeros de clase. En fin, ¿cómo estás? Mina dice que Aizawa te va a colgar de las Dekupelotas cuando vuelvas del suspenso por haber salido del hospital a rescatar a Bakugou.
- ¿Qué? ¿Cómo saben eso? ¿Aizawa ya les contó?- Izuku se sorprendió, había acordado no comentar nada con el resto de los estudiantes para evitar más castigos que no fueran los que ellos mismos merecían y las clases iniciaban recién mañana, bueno, no para él.
- Jirou los escuchó por casualidad, iba a ver a Yaomomo pero no la encontró, así que bajó y se encontró con ustedes caminando. Eso me contó Mina.
- Mmmmmm - Izuku no le creía, pues sabía que Kyoka Jirou había decidido ir con Uraraka y Tsuyu a visitar a las Pussycats heridas tras el campamento - Ya veo.
- En fin, ¿por qué me llamas a esta hora? ¡Espera, no me digas que quieres confesarte! Lo siento, mi corazón no está listo para tener una relación.
- No, no se trata de... ¿Me acaban de rechazar? - aunque fuese de broma, el "rechazo" le dolió; del otro lado del teléfono se volvía a escuchar la risa de la chica, le agradaba oír aquella risa, pues a diferencia de aquel comentario, era genuina.
- Lo siento, lo siento - dijo Toru entre risas - Vi una escena así en un animé que veo y quise replicarla, aunque jamás pensé que lo haría contigo, jeje, perdoncito, me gusta hacer bromas, más a la gente que me cae bien. En fin, estoy hablando mucho, ¿para qué querías hablar conmigo?
- Ah, sí, cierto - recuperó la seriedad - ¿Existe la posibilidad de poder conversar en persona antes de entrar a clases? Necesito resolver unas dudas y creo que me puedes ayudar.
- ¿Qué clase de dudas? - la voz de Toru era igualmente más seria.
- Pues... ¿Escribes cartas? - se arrepintió al instante de haber dicho eso, se estaba delatando si es que sus temores eran realidad.
Silencio del otro lado, aunque Izuku podía sentir una tenue respiración del otro lado. Tras medio minuto de espera, la chica invisible respondió.
- Si puedes, en 30 minutos en la playa, la de la carta - No permitió que respondiera y colgó la llamada.
- Confirmado - pensó Izuku.
El viento comenzaba a golpear con mayor ímpetu el rostro del chico, el cual permanecía indiferente, sumergido en sus propios pensamientos, ideaba estrategias de defensa, preguntas y posibles escenarios a una velocidad vertiginosa. Así pasó 15 minutos, inmerso en un mar de murmullos, hasta que finalmente se percató del imperdonable avance del tiempo.
- Demonios, voy a llegar tarde. Bien, que sea lo que deba ser.
Acto seguido, saltó hacia un edificio cercano, rumbo a aquella playa.
Demoró solo unos 6 minutos con el Full Cowl, pero le parecieron horas, la playa estaba vacía, solo había una pareja de ancianos caminando a lo lejos, disfrutando de la noche y una chica de cabello verde, bebiendo té de un termo. Sin señales de Toru, por lo que se sentó en una de las bancas, a una distancia prudente de la chica, no deseaba incomodarla.
5, 7, 9 minutos pasaban y la chica invisible no aparecía, Izuku se estaba poniendo nervioso, temía que lo atacasen por la espalda o lo intentasen ahorcar sin que se diera cuenta; era fuerte, pero ante un enemigo desconocido, es mejor no confiarse, por lo que reaccionaba rápidamente ante cualquier sonido.
- ¿Estás bien? - la chica lo estaba mirando con extrañeza.
- S-Sí, disculpe - otra vez los nervios por hablar con una chica, muy hermosa, por cierto - Es que estoy esperando a alguien, pero me da un poco de miedo estar solo de noche.
- ¿Por qué el miedo?
- Porque es más fácil que aparezca alguien sin que uno se de cuenta, no se ve muy bien en la noche.
- La vista engaña - dijo la joven mirando al cielo - Se crea un mundo a partir de lo que vemos y olvidamos que hay más sentidos con los que contamos y otros aspectos con los que podemos identificarnos, no solo nuestra apariencia.
- P-pues tiene razón - Izuku observó a la chica mientras esta tomaba otro sorbo de té, era muy hermosa, su cabello verdoso claro, un poco chillón, se mezclaba con mechones rosados que adornaban un delicado rostro, coronado por unos suaves y calmos ojos celestes.
Ambos orbes se encontraron, causando un sonrojo mutuo, más notorio en él, mientras que ella solo sonrió con amabilidad, parecía que quisiera reír.
- ¡L-lo s-siento! - exclamó Izuku - No quería incomodarla.
La chica solo soltó una carcajada, la misma risa con aquella melodiosa y agradable voz que había escuchado hace media hora.
- Imposible.
- ¿Ahora lo entiendes, Midoriya? - la chica seguía sonriendo tranquilamente - Son otras las cosas que me definen y tú me identificaste por mi voz.
- ¿Cómo es posible? T-tú eres...
- Sí, soy yo, Toru.
- No puede ser - había imaginado múltiples escenarios, pero nunca pensó que terminaría literalmente viendo a su compañera, su cabeza calculadora se había vuelto una sopa de dudas.
- Pero es, esta soy yo, aunque no suelo mostrar mi forma física, principalmente porque cuesta mucho - Izuku pudo notar cómo el rostro de Toru se volvía cada vez más translúcido conforme hablaba; Toru se percató y procedió a tomar nuevamente del té, recuperando la nitidez de su rostro - La verdad es que debo tomar este té para permitir que mi verdadero rostro sea visible, pero dura poco el efecto y me da dolor de cabeza con el tiempo, así que no suelo beberlo.
- ¿Cómo conseguiste ese té? - Izuku miró directamente a los ojos de su compañera, entrando en modo de interrogatorio.
- Es una colaboración entre el director y Yaomomo.
- ¿Yaoyorozu? ¿Ella sabe de esto? - La idea de que la vicepresidenta fuese una traidora pasó por su mente, pero la terminó desechando por su experiencia.
- Es una larga historia, pero nos conocemos de hace mucho tiempo y ha sido muy importante para mí, al igual que el director, sin él no estaría en UA.
Izuku guardó silencio, mientras procesaba la información, no sabía qué actitud tomar, pero Toru permanecía tranquila, aunque su semblante mostraba incomodidad.
- ¿Piensas que soy una espía o traidora?
- Sería raro que no lo pensara - espetó Izuku.
- Cierto - observó Toru - Pero no lo soy.
- Demuéstramelo.
- Te podría decir lo mismo, demuéstrame que no eres un traidor - Toru miró molesta a Izuku - Eras quirkless antes de entrar, o eso decía Bakugou y luego obtienes un poder que no logras controlar y te hace daño. ¿No es eso suficiente para sospechar?
Lo que Toru decía tenía lógica, dejando a Izuku perplejo por unos segundos, suficiente para que ella prosiguiera.
- No soy la espía o traidora, de hecho... De hecho fui sospechosa durante un tiempo, en el cual fui interrogada varias veces por la policía y algunos héroes - Toru miró al suelo, mientras apretaba sus puños, los cuales comenzaban a volverse translúcidos - Me amenazaron con expulsarme, con enviarme a prisión si no revelaba la verdad, ¿qué verdad? ¿La verdad de que por más que lo intente no puedo ser visible sin tomar este té? ¿La verdad de que fui maltratada por mis compañeras en la primaria? ¿La verdad de que simplemente porque mi rostro no se ve, automáticamente soy una persona sospechosa? ¿Sabes cómo me siento?
Varias lágrimas brotaron del rostro de la chica, Izuku se sentía como un desgraciado, había hecho llorar a su compañera sin siquiera tener pruebas, pero no podía evitar seguir alerta, al fin y al cabo, esa carta era muy extraña.
- Hagakure, yo... Lo siento. No era mi intención. Es solo que... Recibí esa carta y me puso en alerta.
- Ah, cierto, la carta.
Toru se enjugó las lágrimas a la vez que bebía un poco más de su té. Miró a Izuku a los ojos, había un dejo de tristeza en los suyos, brillantes producto de las lágrimas, mientras que sus mejillas adquirían un leve rubor que la hacían ver inusualmente hermosa; Izuku no pudo evitar sonrojarse ante tal escena, no pudo evitarlo, bajó la guardia. Mala idea, pues antes de que pudiese reaccionar, Toru había escondido su rostro en la camisa de Izuku.
- Lo siento por esa carta - murmuró Toru - La escribí pensando en poder ayudarte, pero te terminé ocasionando problemas, además... Es muy vergonzoso leerla.
- Hagakure - Izuku apartó con ternura a la chica de su pecho - ¿Es verdad lo que dice esa carta?
- Cada letra de ella, incluso lo que prefiero no volver a decir - el sonrojo de la chica había aumentado.
- ¿Alguien más sabe de esto?
- Nadie.
- Júramelo. Quiero estar seguro.
Mala idea de nuevo, pues, en un osado movimiento la chica tomó el rostro de Izuku y lo acercó al suyo, depositando un rápido, pero suave beso en sus labios.
- Para una chica el primer beso es muy importante, ¿sabes? Juro que todo lo que escribí es verdad, estoy de tu lado y quiero ayudarte, considera ese beso como sello de que voy en serio con todo esto, yo...
No pudo continuar, el chico se había desmayado.
No es Izuku Midoriya si no se pone nervioso o le pasa algo con alguna chica.
En fin, espero les haya gustado este segundo capítulo, tardé mucho en escribir, pero ya terminé todos mis exámenes, así que espero tener más tiempo para escribir estos capítulos, la idea es que sean cortitos, así, les entrego algo bonito y me ajusto a mis tiempos.
Hagakure en esta historia es muy voluble, pasa rápidamente de un estado de ánimo a otro, quise hacerla así para explorar más facetas, de ahí que sea tímida pero a la vez osada.
En fin, nos vemos en el siguiente capítulo.
--> NicoRLR