(Maratón 2/2)
Wong, Strange y Kelly se encontraban en silencio mientras la adolescente observaba con atención a los tres adultos. Los dos hechiceros tenía su atención sobre Knowlton en lo que ella caminaba de un lado a otro. Ella volteó en dirección a la chica que llevaba una playera gris, una chamarra adornada con estrellas y barras, pantalones de mezclilla y su cabello recogido en una coleta.
— Entonces, recapitulando todo lo que ya dijiste. Yo te envié conmigo a un universo donde él –señaló en dirección a Stephen, quien se encontraba del otro lado de la mesa – este vivo porque nos puede hacer de mucha ayuda.
— Has estado recapitulando la misma cosa por la última media hora – comentó Sienna entrando al lugar con el Códex en manos –. Para ser la guardiana del Santuario de Nueva York y descendiente de Ancestral, eres muy lenta.
Kelyani puso sus manos sobre la mesa mientras sentía la mirada de su novio. Ella se mordió el labio en un intento de seguir procesando lo que la adolescente le había dicho. Negó con la cabeza porque nunca la habían preparado para el multiverso. Era una locura con tan solo pensarlo.
— ¿Yani? – Strange se acercó preocupado a su pareja al darse cuenta que no había emitido una verdadera opinión suya sobre lo que le habían dicho.
— Es que esto es raro – vio a la adolescente que se encontraba con ellos –. Jamás creí que todo fuera real. Y las únicas cosas que tengo sobre el tema son teorías. No hay nada concreto.
— Joven Chávez, ¿crees que podrías dibujar a la criatura que te estaba persiguiendo? – preguntó Wong.
La chica vio a todo los adultos para asentir. Sienna le acercó un pedazo de papel y lápiz. Ella sacó su lengua para concentrarse en lo que debía de dibujar como si fuera el momento más crucial. Una vez que terminó, se lo mostró a la guardiana del Santuario de Nueva York mientras los tres se acercaban para ver el dibujo con mucha atención. La ilustración era un octópodo con un ojo humano y runas a lo largo de sus tentáculos.
— Gargnatos – soltó Wong después de consultar el Códex –. Es una criatura mencionada en el Libro de los Condenados, o eso es lo que dicen.
— ¿Por qué Gargantos te está persiguiendo? — la mirada de la castaña se encontraba sobre la latina.
— No lo sé – respondió asustada –. Me ha estado persiguiendo por varios universos.
— Creo que el Libro de Vishanti nos puede ayudar – intervino Sienna mientras recorría el dedo índice por el libro.
— El problema no radica en saber en donde está. El Libro de Vishanti es una de las muchas reliquias que se encuentran perdidas, al igual que la Capa de Protección y el Bastón de Rama – Kelyani sintió un leve mareo haciendo una señal para que no se acercaran –. Estoy bien –. Ella volteó hacia Strange –. Stephen, te convertirás en el protector de América al ser el Hechicero Supremo, en lo que encontramos una manera de mantenerla a salvo. Wong se quedará en Kamar-Taj para encontrar toda la información que pueda sobre Gargantos en los libros de la biblioteca. Sienna, tú harás los mismo en las bibliotecas de Hong Kong y Londres. Yo haré lo mismo en Nueva York.
— Si todos estamos de acuerdo, damos por terminada esta reunión – comentó Stephen.
Sienna se alejó del lugar para irse directamente al Santuario de Hong Kong. Stephen se alejó acompañado por América para buscar a Sarah y proporcionarle un cuarto a la adolescente. Kelyani se le quedó viendo al dibujo de Gargantos. Wong solo observaba a su amiga en silencio.
— ¿Cuándo se lo piensas decir? – preguntó el bibliotecario una vez que se encontraban solos.
— Claramente, no ahora – respondió Yani viendo a su amigo –. No me dejaría involucrarme en esto. Esa niña depende de mí y no pienso defraudarla. Como maestra de las Artes Místicas, pondré mi trabajo antes que mi vida personal.
— Solo te recuerdo que en unos meses será imposible de esconderlo – señaló hacia el vientre de Yani –. Mientras más rápido se lo digas, mejor para todos.
La castaña soltó un suspiro mientras pasaba sus manos en la cara. Se lo tenía que decir porque era el padre de su hijo. Puso sus manos en su vientre mientras pensaba en la reacción que tendría su novio en cuanto le diera la noticia.
La luz filtrándose por la ventana hizo que provocara un ruido demostrando su malhumor de haber despertado. Ella volteó para encontrarse con Stephen profundamente dormido haciendo que una sonrisa se asomará en su rostro. Se sentó para poder tomar su pastilla para el día siguiente. Agarró su bata para poder bañarse, ya que debía de estar preparada para cuando recibieran a la personas que limpiarían y quitarían la nieve del Santuario.
Todo había sido un error en conjunto entre Sienna, Wong, Kelyani y Stephen en cuanto intentaron cruzar la puerta y todo se echaban la culpa entre ellos sobre lo sucedido. Strange por dar la instrucción de abrir la puerta, Kelly de abrir la puerta antes de tiempo, de la bibliotecaria por no cruzar la puerta rápido y del Hechicero Supremo por no darle mantenimiento. Ahora, todo la estancia principal del Santuario estaba repleto de nieve.
Por suerte, días antes, Sienna había descubierto que habían hecho una fiesta clandestina en Kamar-Taj, haciendo un mal uso de las Artes Mística, terminando en una borrachera porque muchos de los estudiantes habían terminado crudos al día siguiente y había aparecido tres barriles de cerveza en el patio de entrenamiento. Wong había descubierto que el principal instigador era un tal Donny Blaze, quien había organizado todo. El Hechicero Supremo lo había expulsado junto a un ex-compañero de su casa de fraternidad. Los que habían sido sus cómplices, les habían otorgado diferentes tareas tanto en los Santuarios como en el Kamar-Taj como castigo.
Al salir, ya se encontraba en su ropa más abrigadora para soportar las bajas temperaturas que se encontraba en la entrada. Pareciera que el propio Santuario tuviera su propio clima. Se encontró con su esposo para empezar un nuevo día.
— Veo que ya estás lista – se acercó Stephen para besar a la hechicera –. Los chicos del servicio comunitario deben de estar llegando en cualquier momento.
— También Wong se regresa a Kamar-Taj – dijo aliviada –. Y tendremos un poco de tiempo a solas – le agarró las manos a Stephen –. No lo hemos tenido desde que nació munchky.
Después del incidente que había dejado a la estancia principal con nieve, habían dejado a los niños con Aruna. Kelly iba a visitarlos todos los días y lo que la calmaba era que su hijo se despertaba menos en la noche. Clara le frustraba que no pudiera estar en el Santuario en medio de una nevada.
El tiempo pasó rápido que Wong ya se encontraban con sus maletas listas para regresar al Kamar-Taj. Los dos se encontraban hablando cuando escucharon que las puertas del Santuario se habrían. La chica caminó en dirección donde se encontraba las escaleras para recibir a la visita. Wong se limitó abrir un portal para pasar con sus maletas. La hechicera se cuestionaba el verdadero motivo por el cual el Hechicero Supremo había decidido quedarse un par de días en el Santuario de Nueva York.
— ¿Hola? – Yani escuchó la voz de un adolescente –. ¿Hola? Soy... emm...
— La persona más famosa del mundo. Ya lo sé – el Hechicero Supremo se quitó la capucha de su chamarra para poner sus maletas en el piso –. Wong. No te resbales, no tenemos seguro de daños de traseros.
— Wong, no seas grosero con nuestros invitados. Esto no es el Kamar-Taj – Yani entró a la estancia con la intención de acercarse al castaño –. Hola, Peter. Soy Kelyani Knowlton-Strange. Es un placer tenerte aquí. Tony me habló mucho de ti que siento que te conozco de siempre.
— ¿Esto es por las fiestas decembrinas? – preguntó el adolescente interesado viendo a su alrededor.
— No. Uno de los portales de la rotonda se conecta a Siberia. Y se no metió una tormenta – explicó Wong.
— Porque alguien olvidó lanzar el hechizo de mantenimiento a los sellos – intervino Stephen bajando las escaleras con su Capa de Levitación mientras en sus manos sostenía una taza y un termo. Aterrizo entre Kelyani para darle el termo –. Ten, querida. Te preparé un mocaccino como te gusta.
— De haber sabido que me tratarías así, debí de darte una pista de mi nombre cuando intentabas adivinarlo - comentó con una sonrisa antes de tomar un sorbo a su bebida.
Los dos se regalaron una sonrisa provocando que Wong rodará los ojos. Para el Hechicero Supremo, eso era cosa de todos los días que cuando los dos iban a la biblioteca para molestarlo. Los dos derramaban tanto amor que a veces era imposible estar en el mismo lugar que ellos sin sentirse incómodo.
— Ustedes dos dejen de actuar como dos adolescentes enamorados. Parezco su padre – Kelyani rodó los ojos al escuchar el comentario de su amigo –. Aparte, ese alguien olvido que tengo tareas más elevadas. Y de que Knowlton lo abrió antes de tiempo.
— Oye, el vagabundo me dijo que abriera la puerta – se defendió la castaña –. A mí no me culpes.
— ¿Tareas elevadas? – preguntó Strange sorprendido mientras los dos miraban a Wong.
— El Hechicero Supremo tiene tareas más elevadas...
— Oigan, creí que usted era el Hechicero Supremo – intervino Peter confundido.
— No, simplemente se lo dieron porque yo me blipee por cinco años.
— Pero creí que se lo darían a ella – señaló a la hechicera.
— No estaba cuando hicieron las elecciones. Estaba en un estado depresivo, aparte de que haciendo que este sujeto, al que ahora llamo esposo, regresará para pagarme un mocaccino. Ahora, me debe mocaccinos de por vida.
— Felicidades – Peter vio a Wong.
— Si yo hubiera estado aquí...
— Cariño, el hubiera no existe – Kelyani interrumpió la protesta de su esposo.
— Ustedes, nadie les dijo que dejaran de palear – Wong se acercó a los dos estudiantes castigados.
— No le hagas mucho caso a Wong – comentó la hechicera divertida mientras los tres Vengadores se acercaban a la chimenea –. Esta malhumorado porque le spoilee el final de House of the Dragon.
— Y Peter, ¿a que debemos este placer? –preguntó Strange interesado.
—Sí, emm... perdón que los moleste señores...
— Por favor, salvamos medio universo juntos. Creo que ya nos podemos tutear – intervino Stephen.
— Okey. Emm... Kelyani y Stephen – la castaña se sintió extrañada por como salía su nombre de la boca del adolescente.
— Se oyó peor, pero adelante – respondió el Guardián del Santuario.
Peter parecía meditar las palabras que diría, pero sus nervios solo incrementará. La castaña solo asintió con la cabeza para asegurarle que todo estaría bien. Ellos dos harían todo lo posible para ayudarlo en cuanto estuviera en sus manos. Soltó un suspiro para ver al matrimonio antes de hablar.
— Cuando... cuando Mysterio reveló mi identidad... – empezó hablar nerviosamente – mi vida entera se fue al demonio. Y... me preguntaba... si... si tal vez pudiera volver en el tiempo y evitar que la revelará...
Los dos intercambiaron miradas al escuchar la petición de Peter. No había nada que hacer porque ya no había forma de volver en el tiempo para evitar que Mysterio filtrara información sobre la identidad de Peter Parker. Kelyani tomó un sorbo de su mocaccino mientras pensaba en las palabras adecuadas para decirle el adolescente la verdad.
— Peter, no es tan fácil tu petición como parece – respondió la hechicera desencantada.
— Mi esposa tiene razón. Interferimos con la estabilidad del espacio-tiempo para resucitar incontables vidas. ¿Y ahora quieres hacerlo solo porque tu vida es difícil?
—¿Preguntó el hombre que fue a Kamar-Taj a sanar sus manos y casi rompió la estabilidad del espacio-tiempo en la biblioteca por andar jugando con la Gema del Tiempo? – preguntó sarcásticamente Kelly.
— Sí, y ahora me encuentro casado contigo. Nos estamos desviando del tema – señaló en dirección donde se encontraba Peter observándolos en silencio.
— En realidad – intervino el adolescente –. Está afectando a muchas personas. Mi... mi tía May, Happy, mi mejor amigo, mi novia, su futuro se está arruinando solo por conocerme, y... ellos no hicieron nada malo.
— Oye, de verdad lo siento, pero... aunque quisiéramos, ya no tenemos la Gema del Tiempo.
—Thanos redujo las Gemas del Infinito en átomos – explicó Kelyani.
La cara de Peter lucía decepcionado al darse cuenta que sus opciones se habían agotado, provocando que la pareja se sintiera pena por él. No había opciones para revertir lo que había pasado. Era imposible borrarlo sin la Gema del Tiempo.
— Es cierto – dijo después de un largo silencio –. Perdónenme por quitarles su tiempo.
— No, no nos lo quitaste – respondió Stephen.
— Olvídenlo.
— ¿Cómo se les va a olvidar? – protestó Wong mientras acomodaba sus cosas para irse a Kamar-Taj –. Porque como se le olvida las cosas. Y la otra, ni se diga. Ella no se olvida las cosas hasta que se le termina las opciones.
Los dos intercambiaron mirada como si la misma idea se les hubiera ocurrido en ese momento. Kelyani vio a Stephen, haciendo que los dos asintieran con la cabeza en señal de estar de acuerdo uno con el otro. El Guardián señaló con el dedo en dirección al Hechicero Supremo.
— ¡Wong! Tuviste una buena idea por una vez – comentó Strange emocionado.
— ¿Cuál? – preguntó el mencionado confundido.
— Las runas de Kof-Kol – respondió Kelly.
— ¿Las runas de Kof-Kol? – preguntó el adolescente curioso por la palabras de la hechicera.
—Es un hechizo común para olvidar – Stephen explicó sin darle mucha importancia.
— Puede que no juguemos con el tiempo, pero todos olvidarían que eres Spider-Man –continuó Yani viendo a Peter.
— Eso serviría...
— No, no es en serio – el Hechicero Supremo se había detenido ante las palabras de sus amigos –. Ese hechizo raya en los límites en las realidades conocidas y desconocidas. Es muy peligroso.
— Lo hemos usado para mucho menos – murmuró el pelinegro –. ¿Recuerdas la fiesta de luna en Kamar-Taj?
— No – respondió confundido.
— Exacto – dijo el matrimonio al mismo tiempo.
Peter intercambio mirada con Wong. El Hechicero Supremo regresó su atención hacia sus amigos. Sabía que no había nada en el universo que los haría cambiar de opinión. Kelyani dio un paso adelante para poder hablar con su mejor amigo e intervenir por el protegido de Tony.
— Por favor, Wong – habló Stephen antes de que su esposa interviniera –. ¿Qué no ha sufrido bastante?
Wong miró primero a Stephen al recordar sus primeros días en el Kamar-Taj. Luego vio a Kelyani para recordarse todo lo que había sufrido su amiga durante el Blip. Le dio una última mirada a Peter mientras abría un portal a sus espaldas.
— Déjenme fuera de esto – decretó Wong mientras daba un paso hacia el Kamar-Taj –. Kelyani, si algo pasa, tú eres la responsable por haberlo propuesto.
— Bueno – respondió Stephen.
— Bueno – repitió la hechicera.
— Bueno – concluyó Wong antes de cerrar el portal que lo transportaba a Nepal.
(Nota de la autora:
Aquí les dejo mi regalo de las fiestas decembrinas. Espero que se la pasen bien (independientemente cuales sean su creencias). Lo más seguro es que Kelly y yo todavía estemos rondando por esta novela el siguiente año.
Bueno, no hay mucho que decir más que Kelly ya está más que en problemas con Wong porque todos sabemos que es lo que va a pasar. Esperen a todo lo que vendrán porque será un sube y baja de emociones.
Por último, pero no menos importante, la próxima semana también habrá dos capítulos en cuando den la media noche en mi país. Pare que empiezan el año años con estos dos y sus ocurrencias que luego los meten en grandes problemas.
Sería todo de mi parte y la próxima vez que lean esto, espero que sea en año nuevo.
Felices fiestas y feliz año nuevo. Lxs quiere.
April Hdzz Capaldi, fuera.)