Destinados a conocernos [Tsuk...

By Tsuki29G

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Tsukishima Kei es un estudiante que trabaja medio tiempo en una biblioteca, parece ser su lugar seguro y favo... More

El inicio de todo
¿Por dónde comenzamos?
Inexplicable
¿Te vas?
Lo inevitable
Temor
Salida
Oportunidades
Recuerdos
El gran paso
Unión
Recuperando
Enfrentamiento
♡T&Y♡
♡Extra♡
⚠️AVISO⚠️

Nuevas emociones

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By Tsuki29G

Un día más llegaba a su fin, faltaban tan solo 10 minutos para que el turno de aquel par finalizara. El peliverde tomaba su abrigo azul de aquel perchero al igual que su mochila, mientras esto ocurría Haru iba llegando justo con 10 minutos de antelación.

–Buen trabajo– mencionó aquel chico tranquilo, el cual siempre que llegaba decía las mismas palabras.

–Gracias Haru– devolvió Yamaguchi con una sonrisa

–Gracias– ahora respondió Tsukishima

Ambos estaban rumbo a la salida cuando Haru llamó a su ahora compañero para recordarle de aquel cercano día, tanto él como Tsukishima voltearon.

–No olvides venir mañana, es nuestro turno–

–Ah c-claro Haru, no te preocupes por ello lo tengo muy en cuenta.– 

Nuevamente le respondió con una sonrisa, el pelinegro asintió sin más y les dejó marchar, mientras tanto cierto rubio enfocó su mirada en Haru antes de dar un paso fuera, pensó que no era necesario enfatizar la asistencia de Yamaguchi, él ya sabía que debía asistir, no era tonto ni olvidadizo como Karina, lo sabía, entonces ¿por qué? o más bien ¿por qué le irritaba pensar en ello?

–Tsukki ¿Sucede algo?– 

–No ¿Por qué?–

–No sé...te sentí algo extraño, tal vez es cosa mía, no me hagas caso–

Ambos continuaron hasta donde sus caminos se separaban. Desde aquel día en el que habían caminado juntos, ambos habían decidido acompañarse hasta aquel punto medio, pero eso significaba una cosa, que Tsukishima ahora había cambiado su rutina de salida, en vez de tomar aquel camino para tomar el tren ahora acompañaba al chico peliverde, incluso si más adelante debía continuar a pie.

–Bueno supongo que nos veremos hasta el lunes, será nuestro segundo sábado sin vernos–Suspiró algo desanimado, en realidad eso no era nada, después de todo se veían durante una semana completa tal vez estaba siendo algo exagerado. 

–Sí...hoy no tuvimos tiempo de hablar– hizo una pausa –nos vemos el lunes para hacerlo–

–Tienes razón, tuvimos más trabajo– ante lo último Yamaguchi no pudo evitar sonreír enternecido, a veces podía pensar que el rubio era un pequeño en busca de distracción con sus temas favoritos –Claro que así será Tsukki–

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Sábado al medio día  

Kei se encontraba comiendo junto a su madre y hermano, los cuales como en cada comida siempre hablaban de lo que fuera o lo primero que saliera de sus mentes mientras él se disponía solo a oír.

–Gracias por la comida–

–Kei no te terminaste la comida ¿Te sientes enfermo?

–No, solo no tengo tanta hambre–

El rubio mayor observó a su hermano, no era la primera vez que lo hacia al menos había notado que era algo recurrente durante los últimos días a lo que le llevó a pensar en algo –Yo creo que esta enamorado mamá, uno deja de comer cuando eso sucede– insinuó con una risilla entre si.

–¿Mi Kei enamorado? ¡ah que lindo! ¿ya llego ese momento?– su voz demostró emoción absoluta 

–No es nada de eso, deja de decir tontearías–

Indicó a su hermano con molestia, se levantó con sus respectivos platos para lavarlos así como también para evitar comentarios vergonzosos. Al terminar se encamino a su habitación.

–Cariño ¿no deseas postre? es tarta de fresa–

–No, gracias–

La mayor vio partir a su hijo, soltando a su vez un suspiro de resignación

Pero si es tu favorito– susurró para después ver a Akiteru

–Ves te lo dije, e-na-mo-ra-do ¿Quién podría rechazar la tarta de fresa? Y más siendo él, solo un enamorado, tranquila mamá–

Madre e hijo decidieron continuar con sus respectivos alimentos dejando por el momento el tema, por otro lado Tsukishima tan pronto entró a su habitación dejó caer su cuerpo sobre su cama terminando con un suspiro profundo, su mirada se mantuvo enfocada en aquel techo mientras sus pensamientos se paseaban constantemente, aquella molestia aun seguía impregnado en su pecho no lo entendía, se sentía más irritado de lo normal incluso un poco ansioso y todo se debía a que ahora su compañero estaría con alguien más.

Seguramente ya debe estar ahí– murmuró para si mismo.

.

.

.

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Alto, de piel aperlada, pecas pequeñas que recorrían cada parte de su rostro como un detalle único, aquel cabello algo rebelde en especial aquel que sobresalía en la punta de su cabeza y aquella sonrisa que podía ser en momentos nerviosa, tímida o risueña dependiendo de la emoción que le controlara, era la breve descripción que Tsukishima le daba Yamaguchi Tadashi, mismo que le miraba con ese par de ojos animados y su indiscutible brillo. Podía verlo claramente frente a él, poco a poco iba acortando la distancia entre ambos elevando en el ambiente una experiencia nueva para él, haciéndole sentir aquel constante golpeteo en su pecho que últimamente había estado sintiendo junto aquel revoloteo en su estomago que según él era algo molesto por no encontrarle una explicación. Cada vez estaba más cerca, podía sentir el calor de su cuerpo así como su respiración ¿eso no era demasiado cerca? tal vez pero no le incomodaba, al contrario él también comenzó a colaborar al acercarse con la finalidad de provocar un posible beso.

Kei...

.

.

.

.

–¡Kei!–

Un impulso fuerte le hizo abrir los ojos de manera exorbitada, quien le llamaba no era Yamaguchi sino su madre misma que volvió a tocar y llamar por él ¿Qué había sido todo eso? sentía su frente sudada y esa aceleración en su pecho aun persistía, se sentía algo abrumado y asustado como si hubiera sido descubierto en algo indebido.

–¿Q-qué pasa mamá?–

–Ya esta la cena te estaremos esperando, tu padre ya llego–

–Bien ya bajo–

Se había quedado profundamente dormido incluso ya había anochecido, miró la pantalla principal de su celular para tener una hora más precisa, eran las 7:30 ya pasada de la hora de su salida. Se había dado cuenta que durante todo ese tiempo aún no intercambiaban sus números telefónicos aunque posiblemente el peliverde pensaba que él no querría y eso era cierto al menos solo al principio pero ahora tener su numero al menos para preguntar si estaba bien parecía necesario. Algo agitado partió a su baño para lavar su rostro con agua fría y después salir a cenar.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Lunes 2:50 de la tarde  

–¡Hola Tsukki! al parecer esta vez te gane yo–

Habló orgulloso de ello ya que siempre era el rubio quien llegaba un poco antes que él, mientras tanto Karina aguardaba junto al peliverde, habían estado conversando por un tiempo.

–Así parece ser– respondió con la mirada algo baja, sabía que iba ser inevitable no recordar su sueño cuando le viera, por más que lo intento olvidar no pudo hacerlo.

–Parece que no tuvo buen día, mírale su cara de chorro–

El pecoso juntó toda la fuerza posible para no reír, una porque estaban en la biblioteca y otra porque no deseaba una mirada amenazante del rubio, aunque estas ya no le daban miedo, no tanto.

–Karina...por favor no me lo hagas difícil– respiró profundamente para borrar aquella intensa risa de su sistema

–Creo que mejor ya te vas, mucho ayuda el que no estorba–

–Vaya ese refrán no me lo sabía, que sabio que eres Tsukki– fingió anotarlo en una libreta 

–No me llames así– el rubio colgó su abrigo y tomó su respectivo lugar 

–¿Eh? ¿por qué yo no te puedo decir así?–

–Porque no y ya, anda robas lugar–

Con un puchero actuado la morena tomó sus cosas, misma que salió de la recepción para rodearlo.

–Si bien dicen que dios tiene sus favoritos...jumm nos vemos–

Yamaguchi le despidió desde su lugar algo confundido por las palabras de Karina, también se contuvo de preguntar ante lo último que había sucedido pero su curiosidad era mucho mayor que él.

–Ah... ¿no te molesta que yo te llame así? quiero decir aquella vez me dijiste que no pero–

–No, no me molesta– dijo sin verle.

–Pero ¿Por qué Karina no?

–Estas haciendo demasiadas preguntas Yamaguchi– después de suspirar respondió, no pensaba hacerlo pero seguramente imaginaba un rostro de pena en el pecoso. –contigo es diferente ¿esta bien? no preguntes más–

Yamaguchi le miró un tanto pensativo pero admitía que le hacia sentir bien que solo él pudiera decirle de esa manera, era como sentirse especial. Hizo caso y no pregunto más, concentrándose mejor en el trabajo, se mantuvieron algo callados recibiendo y atendiendo a unos cuantos clientes cuando de repente en una oportunidad el rubio habló.

–¿Qué tal estuvieron las cosas el sábado?–

–Bien, hicimos el inventario como debía ser, ordenamos y después terminamos–había sido demasiado breve o al menos eso pensó Tsukishima ya que en un principio imagino que le relataría cada detalle, no sabia si tomar eso como algo bueno o malo.

–¿Solo eso?– se maldijo internamente, no quería preguntar más pero por alguna razón era como si su cuerpo fuera el que lo manejara y le hiciera hablar inconscientemente.

–Sip, Haru es muy callado también, aunque parece que si intenta responder jajaja es gracioso ver como lo intenta–

–Ya veo...–

Sí, definitivamente no debió preguntar, esas simples palabras le hicieron sentir inconforme por lo que evito continuar. Una vez más no hubo tema de conversación al menos no pudieron hacerlo como otras veces ya que al parecer ese día lunes muchos fueron a la biblioteca para estudiar en sus exámenes próximos, eso había sido tema de conversación al menos durante la salida y el corrido que mantuvieron.

–Estoy cansado...pensar que al llegar debo estudiar para mis exámenes me da dolor de cabeza ¿tu también lo harás llegando?–

–Tal vez lo haga mañana, no creo poder concentrarme ahora–

–Ya veo...bueno en ese caso vamos a esforzarnos, vienen lo días más pesados así que hay que hacerlo bien...en fin nos vemos mañana Tsukki–

Justo cuando dio la vuelta el rubio le llamó con cierta prisa –Ya-Yamaguchi espera...– el mencionado volteó en seguida esperando escucharlo.

–Vamos en universidades y carreras distintas pero...¿te gustaría que estudiemos juntos? claro si quieres–

Desde que la idea llego a su cabeza no la soltó, aunque también fue muy difícil para él armarse de valor para decir aquello, pero al fin lo había hecho.

–¡Claro Tsukki! ¿En donde estaría bien estudiar? no creo que en la biblioteca podamos–

–En mi casa...después de la biblioteca pasemos a mi casa–

El peliverde por laguna razón enrojeció con levedad, eso no debería ser motivo de un sonrojo pero simplemente había ocurrido. Tal vez era la emoción de que por primera vez iría a casa de un amigo.

–N-no tengo problema, después del trabajo entonces pasemos a tu casa–

–De acuerdo...entonces también deberíamos intercambiar números, por si algo ocurre durante el día de mañana, al menos así estaremos comunicados–

–Sí tienes razón...un momento–

Sacó su celular al igual que el rubio y de inmediato obtuvieron los respectivos números de cada uno. De esa forma concluyo su despedida y cada quien tomó su camino...un camino donde el rubio sentía arder su cara, había obtenido su número pero....en definitiva lo de invitarle a casa no estaba en su planes, había actuado por impulso.

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