Probabilidades implícitas

By NocturnaIV

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Fuck Up the Friendship
You Make It Feel Like Christmas
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Mirror
Crimson
Limits
Feral
New York
Film
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Escape
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Defiance
Afterlife

Lover & a Fighter

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By NocturnaIV

Angel presionó el tacón de su botín hasta que escuchó un hueso romperse. Él sonrió y movió su pie de un lado a otro, dejando que el grito del demonio llenara la habitación. Música, en otro momento podría poner música. A diferencia de Alastor, no disfrutaba con los gritos. Aunque las expresiones de terror eran bien recibidas. Angel llevó el cigarrillo a sus labios y dio una larga calada, dejando que el humo rosado como algodón de azúcar escapara lentamente por su nariz hasta que el grito terminó y el llanto comenzó.

Patéticos.

Siempre eran tan patéticos.

Personas así había en todos lados. Ellos se creían grandes y poderosos, con el derecho de hacer lo que quisieran hasta que algo de dolor les mostraba lo verdaderamente débiles que eran. Angel quiso reírse. En la época de Valentino, algo como un hueso roto no era una excusa para suplicar.

Débiles.

Angel levantó su pie y dejó que las cenizas de su cigarrillo cayeran en la cara del demonio.

—¿Estamos claros? —Él se encaminó al enorme espejo que cubría la pared de la habitación y se bajó las mangas de su chaqueta de hombreras anchas y sonrió a la imagen frente a él.

El traje morado con líneas negras era a medida, resaltando su figura y era un tributo a los 30. La tela que forraba su sombrero era la misma que su ropa y como único adorno ahí estaba una pluma roja con dos rayas negras. La chaqueta abierta mostraba el corsé negro a la cintura y su pecho descubierto. Angel metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y sonrió. Él lucía sacado de una revista de moda.

Él lucía como si hubiese tomado todo lo que siempre deseo y lo hubiese hecho suyo.

Angel miró al demonio en el suelo ahogado en llanto y haciéndose una bola para protegerse de otro potencial golpe.

Patético.

Como parte del servicio, él había tenido que lidiar con mucho peor y por gente como ese bastardo. Simplemente porque Val lo ordenaba. Angel se giró y caminó hacia el prostituto en el otro rincón de la habitación. El pobre chico apenas llevaba un mes bajo contrato y aun no sabía qué esperar de Angel.

Pero por lo menos hizo lo que se le había ordenado y había pedido ayuda.

—Déjame ver. —Angel tomó el rostro del pecador y vio la marca del golpe que el bastardo le había dado— Cierra los ojos.

El trabajador hizo caso, su apariencia similar a un ratoncito y como tal, este tembló bajo su tacto. Angel inhaló un poco más del cigarrillo y sopló el humo sobre la herida, sanándola por completo. Él pudo sentir el alma agitada del pecador calmarse ligeramente y este abrió los ojos dubitantes.

—Eso está mejor. Hiciste bien al pedir ayuda. —Angel lo soltó y vio al hombre en el suelo— ¿Y bien?

—Lo siento... Lo siento mucho. En verdad lo siento. —El demonio miró hacia todos lados— No creí—

—No pensaste. Y ese fue tu primer error. —Angel se encaminó hacia él y lo empujó con su pie para que lo mirase— Mis trabajadores son eso, trabajadores. No mercancía que puedes maltratar. Pagaste por algo y si querías más, debías entregar la diferencia, no golpear a mi trabajador por no hacer cosas gratis. Así que quiero oírte.

—Perdón...

—No a mí, imbécil. —Angel se hizo a un lado— A él. Discúlpate con él o voy a romperte el resto de las costillas y luego voy a escarbar entre tus órganos mientras aún estás consciente. El Demonio de la Radio no es el único al que le luce bien el carmesí, bebé.

Las disculpas llegaron demasiado rápido. Patéticas excusas. Temerosas palabras que abrumarían a cualquiera. Así que Angel fue hacia la puerta y dejó que los guardias se llevaran a ese imbécil. Él se apoyó en la puerta, mirando al pobre pecador que no estaba seguro de qué venía después de todo eso.

—¿Estás bien con tomarte unos minutos y continuar con otro cliente, prefieres bajar y bailar o atender mesas? —Angel propuso, porque siempre era más fácil el escoger qué hacer cuando había opciones— ¿O quieres terminar tu turno por hoy y recuperar horas otro día?

—No, estoy bien, señor. Yo debo acostumbrarme...

—El hecho de que vendas sexo no te hace merecedor de maltratos. Eres proveedor de un pecado capital y por ende tu trabajo es más valioso que el de muchos demonios en este basurero. —Angel sonrió de lado— No dejes que ningún imbécil te haga creer que no eres lo mejor que hay. Porque lo eres, por eso trabajas para mí.

El pecador sonrió ligeramente, sus mejillas sonrojándose. Sí, ahora recordaba por qué había contratado a este pecador. Esa pureza era exótica en el Infierno.

—Creo que daré unos bailes para distraerme y luego continuaré con más clientes. —El pecador volvió a cubrirse con sus pequeños shorts y recuperó sus zapatos— Gracias, señor.

—Angel, señor es algo que no aspiro a ser. —Él le guiñó un ojo— Hiciste bien. Estos imbéciles necesitan recordar que deben agradecernos por aceptarlos como clientes.

El pecador rio y salió de la habitación. Su alma vibrando con emoción y un pequeño enamoramiento idealizado germinando. Angel masajeó su entrecejo. En el pasado él había pecado de lo mismo. Una pequeña muestra de amabilidad había hecho que vendiese su alma a un bastardo.

Angel descendió al bar, ese club era una mezcla de todo un poco y él no estaba muy seguro de cómo sentirse al respecto. Un prostíbulo estaba bien, pero Valentino había creado múltiples clubs que abarcaban demasiado, desde discoteca, cabaret, strip club, motel, prostíbulo y hasta set de grabación pornográfica. Angel sabía lo que significaba trabajar en un lugar así y sin reglas claras. Sus pies lo llevaron hacia la oficina del lugar y por costumbre tocó la puerta.

No importaba que llevase un tiempo como Overlord.

Los malos hábitos se mantenían.

—¡Pase!

Una sonrisa se formó en sus labios y entró en la oficina. Molly levantó su gran mirada de la computadora y le sonrió suavemente. Las rayas lucían mejor en su gemela. La chaqueta victoriana sobre su bonito vestido rosa volvía a Molly una empresaria demasiado buena para estar ayudándolo en un club de ese tipo.

—¿Te divertiste? —Molly arregló su esponjoso cabello rubio antes de apoyar su mentón sobre sus cuatro manos— Te queda bien ser el jefe, mio angelo.

Angel rio y se sentó sobre el escritorio, mirando a su gemela trabajar diligentemente en la computadora. De los dos, ella había sido la mejor para la administración y contabilidad. Molly siempre había sabido controlar los negocios con desenvoltura.

—No voy a negar que me gusta usar la fuerza de vez en cuando. No todos podemos ser tan elegantes como tú. —Angel se inclinó y besó la mejilla de su hermana — ¿Y tú? ¿Ya te aburriste de organizar presupuestos?

—¿Bromeas? No hay nada más divertido que ver los hábitos de los muertos. —Molly sonrió entretenida sin apartar sus ojos de la pantalla— El ver el tipo de cosas Valentino creía fundamentales en sus compras mensuales es como para escribir un libro.

—Me alegra que puedas encontrar sucios secretos hasta en las cosas más mundanas. —Angel admitió— Yo estaría aburrido.

—Es porque no te tomas el tiempo de conectar la información. Tú solo quieres el chisme y ya. —Molly negó suavemente.

—¡Molly! Somos italianos, el chisme es nuestra vida. —Angel bromeó—Ni siquiera Arackniss se escapa de eso.

—Pero esas cosas son mejor cuando se recopila suficiente información a través de una red. —Molly sonrió— Tú solo quieres tu chisme bien jugoso, envuelto y servido.

—Y por eso te tengo a ti, la inteligente de la familia.

Molly rodó los ojos.

—Por cierto, Husk llegó hace un rato, anda en la cocina. Creo que se está escondiendo. —Ella se cruzó de brazos.

—No está escondiéndose. No le gusta interactuar con mucha gente. —Angel saltó del escritorio y arregló su escote— No todo el mundo puede ser la estrella del espectáculo como nosotros, stellina mia.

—Di lo que quieras, tu gatito se está escondiendo de los extraños. —Molly le sonrió suavemente— Pero anda, no hagas esperar a tu novio.

—No es mi novio. —Angel caminó hacia atrás, sin ocultar su sonrisa— Estamos teniendo citas.

—Eso es adorable, pero es obvio que son novios.

Y lo mejor era ver la sonrisa de su gemela, suave y amorosa, genuinamente disfrutando los cambios que había tomado su vida. La de ambos.

—No lo presiones ¿Sabes cuánto tardé en convencerlo de no ser amigos? Ni me hagas repetirlo que me deprimo. Así que ya me hice a la idea de tener muchas citas. Y no me quejo. —Angel salió de la oficina intentando lucir casual.

Como si no estuviese emocionado por ver a Husk.

Pero aun así sus pies se movieron rápidamente hacia el piso inferior, pasando entre clientes y trabajadores, saltando sobre la barra y entrando a la cocina. Sus ojos buscaron entre el personal y sintió una punzada en el pecho cuando la distinguible figura de Husk fue imposible de encontrar. Uno de los meseros señaló hacia la puerta trasera. Angel se mordió el labio inferior, ahí iban sus intentos de lucir casual. Todo el personal ya debía saber lo desesperado que lucía por ver a su no-novio. Él respiró hondo, volvió a estirar su chaqueta y abrió la puerta.

—Has subido a una ¿no?

Angel era un profesional.

Él había sido entrenado para seducir y conquistar a cualquiera.

En realidad, él había tenido como admiradores y pretendientes a los demonios más poderosos y atractivos de todo Infierno en algún punto de su vida.

Mucho antes de eso, en vida, había sido bastante carismático.

Y, aun así, ver a Husk con una chaqueta de cuero sobre una camisa blanca, sus alas recogidas en su espalda y pantalones negros colgando de sus caderas hizo que sus mejillas se calentasen como si fuese un adolescente escapándose con el tipo malo. No ayudaba que Husk estuviese apoyado contra una motocicleta clásica negra.

¿Por qué verlo ahí se le hacía tan romántico?

—Un par de veces, Cherri me enseñó a conducirlas por si había una emergencia. —Angel bajó los escalones de la puerta y se cruzó de brazos— Una R69S de los 60 ¿eh? No pensé que fueses un hombre de BMW, siempre creí que irías por algo más... Harley-Davidson.

Husk levantó una ceja y apoyó su mano en el alargado asiento.

—¿Sabes de motocicletas?

Solo porque había visto una foto de Husk junto a esta moto en el sinstagram de Niffty y Angel había ido directo a Cherri para que le dijera todo lo supiera de esa motocicleta. Porque lo único que él había aprendido de motocicletas era que vibraban y se podía tener sexo sobre ellas porque había un género del porno sobre eso.

—Se muchas cosas, gatito. —Angel respondió en su lugar— ¿A dónde vamos?

—Oh, si sabes tanto, puedes conducirla. —Husk dio un par de golpes sobre el asiento de cuero y soltó una carcajada al ver la sorpresa en el rostro de Angel —¿Qué, piernas? ¿Era pura boca y nada de sustancia?

—Sabes que todo lo que te digo va en serio. —Angel sonrió coquetamente, pero sus ojos brillaron con determinación mientras marchaba hacia la motocicleta y se subía a esta, acomodando sus botines de tacón para no resbalarse.

—Tan terco como siempre.

Husk se subió atrás de él y Angel se mordió el labio inferior cuando sintió las garras del otro demonio deslizarse por debajo de su chaqueta y rodear su corsé hasta tomarlo de la cintura y atraer sus caderas hacia atrás. Angel encendió la motocicleta y definitivamente las vibraciones, su experiencia previa sobre este tipo de cosas y el hecho de que Husk estuviese riéndose entre dientes de forma ronca y grave contra su hombro no estaba ayudando ni un poco.

—¿...a dónde vamos?

—A la Colonia Caníbal.

Definitivamente la voz de Husk tan cerca a su oído no ayudaba a concentrarse. Angel arrancó y rogó a cualquier divinidad que se preocupase por hermosos pecadores homosexuales que le diera la fuerza y concentración de no matar a su no-novio porque toda su sangre estaba viajando hacia el sur de su cuerpo y cuando eso pasaba su cerebro quedaba muy bobo.

Tal vez por eso fue por lo que, a mitad de camino, con su estómago hecho un nudo porque Husk no dejaba de rascar su corsé a la altura de su cintura, que Angel recién se dio cuenta hacia dónde estaban dirigiéndose ¿Iban a verse con Alastor? No que le decepcionase, el Demonio de la Radio venía en el paquete cuando se trataba de Husk, de una u otra forma ambos estaban juntos. Para ser Overlord y el alma que poseía bajo contrato, Alastor y Husk tenían una de las relaciones más equitativas que Angel conocía. Con su nuevo título, él a veces meditaba si podía aspirar a ese tipo de dinámica, pero toda una vida como mafioso siempre le recordaba que cuando se tenía mucha gente respondiendo a él, era mejor mantener orden y jerarquía. Ese era el plan de Angel. No había una forma fija de ser Overlord y él definitivamente no seguiría la ruta de Valentino. Pero si podía hacer algo organizado y con el deleite extra de que enfurecería a su padre ¿Por qué no volverlo su marca personal?

Angel planeaba tratar su nueva posición de poder como una unión de sangre, como el tipo de mafia que el temperamento de su padre había arruinado desde el inicio. Molly y eventualmente Arackniss se unirían a él, sin contratos, sin cadenas, sino como familia. Claro que su hermano mayor necesitaba algunas lecciones y sacudidas antes de entrar a las grandes ligas, pero fastidiar a su padre era la verdadera meta de Angel al quitarle a su querido primogénito. A partir de ahí sería una jerarquía, lealtad incondicional a cambio de protección absoluta. Su negocio principal sería el sexo, Molly y él aún no sabían qué hacer sobre las drogas, después de todo fue ese aspecto del negocio el que había matado a toda su familia y había una lección que aprender de todo eso. Tal vez Arackniss tendría una solución.

Pero había algo que Angel quería implementar. Algo estratégico, inspirado por la sonrisa retorcida que Alastor les dedicó a Husk y a él cuando vio los avances en su relación. El Demonio de la Radio no se había opuesto a que ellos estuvieran juntos, y Angel sospechaba que jamás se había metido en la vida romántica o sexual de sus pecadores, pero Alastor no era estúpido. Con Angel como Overlord, Al notó el potencial que existía en que Husk saliera con él. Inconscientemente eso generaba una alianza. Tal vez Alastor y Angel no fuesen mejores amigos, pero ahora tenían algo en común y a partir de eso cientos de cosas podían pasar.

Y Angel sabía de esas cosas, en vida su padre había tratado a sus hermanos y a él como si fuesen príncipes, sabiendo que traerían honor, poder y paz al emparejarlos con otros hijos de poderosos mafiosos. El imbécil de su padre había sido mucho más estricto con Molly al respecto, entrenándola para que siempre fuese leal a la familia y que cualquier pareja fuese arrastrada a favor de ellos y así no perder las ventajas que traía Molly a la familia.

Claro, lo que su padre hizo fue retorcido. La estrategia de Alastor, casual o calculada era mejor. Y Angel tenía un arsenal de hermosos, atractivos y bien entrenados pecadores que podían ser su tarjeta para garantizar nuevas alianzas.

Como el Overlord del Sexo ¿No era acorde que la marca de poder de Angel fuese hacer el amor y no la guerra?

Él detuvo la motocicleta justo antes de ingresar a la Colonia Caníbal y regresó a ver a Husk. Lo cual fue una terrible idea y muy vergonzosa reacción considerando quién era Angel. El pequeño sonido de sorpresa y el posterior sonrojo no eran nada profesional.

Sinceramente ¿Alguien podía explicarle por qué se sonrojaba por la más mínima cercanía con Husk cuando este la iniciaba?

Angel o era un adolescente.

Pero Husk no lo soltó, se quedó atrás de él, poniendo un poco de distancia entre ellos ahora que la motocicleta estaba detenida. Una de las manos felinas seguía rodeando su cintura y la otra señaló hacia el frente.

—Después del asesinato de Valentino, han existido algunos ataques hacia otros Overlords. —Husk explicó mientras mostraba la visible seguridad en el perímetro— De vez en cuando hay algún idiota que cree que Rosie es un objetivo fácil de tomar a pesar de llevar más tiempo en este basurero que muchos.

Angel observó a su alrededor ¿Estaban ahí para dar apoyo? Con sus nuevos poderes de Overlord y sus habilidades de combate eso sería interesante. Pero una parte de su cerebro se preguntó si sería problemático intervenir en ayuda de otro Overlord.

No importaba.

Él jamás había pensado en las consecuencias de sus acciones.

Las garras de Husk rasgaron su corsé y muy en el fondo Angel esperó que quedasen marcas que él pudiese lucir con orgullo. El cuero desgarrado, visiblemente por largas garras y para que todo el mundo supiera quién lo había hecho.

—Así que espera aquí. —Husk se bajó de la motocicleta— Algo me dice que no te encuentras en la lista de invitados.

—¿Qué? —Angel se enderezó y lo miró indignado— ¿Me vas a hacer esperar?

—Solo un momento. Estoy seguro de que puedes entretenerte con tu celular un rato. —Husk lo miró sobre su hombro— ¿O necesitas que te busque videos coloridos para que no te aburras?

Angel enmarcó una ceja.

—Si crees que tratarme como si fuese un niño va a enojarme, no me conoces bien, Daddy. —Él le sacó la lengua y aun así tomó su celular— Igual, apesta que me hagas esperar, pensé que haríamos algo interesante.

—No sé si interesante, pero es importante. —Husk respondió a la ligera, metiendo sus manos en su chaqueta y encaminándose hacia la nueva seguridad.

Angel se quedó ahí, fingiendo mirar su celular, pero su mirada siguió al felino acercarse a dos canes infernales de colosal tamaño y saludarlos como lo haría un tío a sus sobrinos. Angel ladeó el rostro al ver como otros miembros de la seguridad, demonios de todo tipo, pero principalmente caracterizados por tener exceso de músculos, se comenzaron a acercar e intercambiar comentarios con Husk.

Eso que veía ahí era respeto.

El tipo de respeto que obtienes como alguien con experiencia letal y contactos.

Era el mismo tipo de reacción que Angel entregó en vida a su tío Leone cada que visitaba uno de los negocios de su padre. El hombre siempre tenía buenos consejos para como escaparse de problemas, cargaba dulces y cigarrillos y nunca partía sin antes contar alguna anécdota vergonzosa sobre el padre de Angel. Claro, no era familia, pero era un buen amigo y socio de su padre, características suficientes para que Angel lo considerase su tío favorito.

Angel vio saltar desde lo alto a una can infernal bastante pequeña de estatura. Los otros demonios se hicieron a un lado inmediatamente mientras ella avanzaba hacia Husk. La chica iba armada, un rifle en su espalda, un revolver en su cinturón, un chaleco de explosivos y en su mano un bate con clavos.

Oh.

¿Esa era la hija de Husk?

La chica esquivó la mano del felino, quien había intentado acariciar su cabello, pero a pesar de su actitud desafiante, había una sonrisa en sus labios. Crymini lucía como un can infernal, con pelaje rubio y rosado. Angel bajó del todo su celular y admiró la forma en que la chica se movía. A pesar de su corta estatura, sus movimientos eran seguros y algo pretenciosos, en especial cuando hablaba con Husk. Pero este solo sonreía de lado, como lo haría un padre que sabía que su hijo estaba intentando actuar más maduro de lo que realmente era.

Angel se congeló en su lugar cuando Husk lo señaló y Crymini lo miró fijamente.

La chica lo apuntó con sus dos manos de forma exagerada y luego señaló a Husk. El felino rodó los ojos y se encogió de hombros. Crymini agitó su cabeza y se encaminó hacia Angel a paso decidido.

Él se las arregló para desmontar la motocicleta con algo de clase y apoyarse contra esta.

Esta era la hija de Husk.

La especial y adorada Crymini.

Quien protegía la Colonia Caníbal y tenía un grupo de demonios atemorizados de su pequeña presencia.

Maldita sea, Angel no era bueno con las primeras impresiones.

—Oh por todos los dioses, es verdad. —Crymini se detuvo y miró sobre su hombro hacia su padre— ¡Es Angel Dust!

Oh, de cerca era obvio que ella en realidad era una hiena, no una can infernal.

—Te he hablado de él por meses.

¿Por meses?

—Pensé que exagerabas o alguien te hizo creer que era Angel Dust. —Crymini avanzó más y se cruzó de brazos— ¿En serio estás saliendo con el viejo?

Angel se atoró con su propia saliva y se aclaró la garganta.

—En realidad él se está haciendo el difícil.

Crymini abrió la boca con sorpresa y regresó a ver a Husk quien estaba visiblemente rojo.

—¿En serio? Todo este tiempo he tenido que lidiar con Alastor. ¡Papá! Alastor, en las reuniones familiares. Cuando podría estar hablando con Angel Dust. —Crymini lo regresó a ver— En nombre de mi padre, me disculpo sinceramente y por favor considera casarte con él.

—¡Crymini! —Husk acortó la distancia entre ellos y cubrió su boca— No le hagas caso.

Pero la pecadora se escabulló del agarre con bastante facilidad y le dio un codazo en la costilla a Husk.

—¿Qué? No vas a encontrar nada mejor que Angel Dust ¡Y yo definitivamente me merezco un adulto más divertido que el raro de Al!

Y Angel comenzó a reírse. Bien, sea lo que sea que había imaginado que ocurriría al conocer a la hija de Husk, esto no había sido lo que había imaginado. Pero era agradable.

Valentino le había hecho creer que él no era importante y la gente lo despreciaba, pero momentos así le recordaban que, en el Infierno, Angel había sido y seguía siendo una celebridad.

—Es un gusto conocerte, preciosa. —Angel le guiñó un ojo— Te diría que tu padre me ha hablado de ti, pero te ha mantenido oculta.

—Al, Rosie, Niffty y papá me esconden por mi protección. Pero creo que en este caso este viejo hombre creía que sería una mala idea que tú y yo nos juntáramos. —Crymini movió sus cejas de forma juguetona— Mira, si no funciona con mi papá, puedo presentarte algunos mercenarios...

—¡Crymini! —Husk la inmovilizó con un brazo y cubrió su boca con otro— ¿Podrías comportarte por dos malditos segundos?

—Oh, Husky, tu hija es demasiado genial. —Angel rio abiertamente— ¡Bájala! Me está consiguiendo una cita.

Husk lo fulminó con la mirada y luego gritó cuando Crymini mordió su mano y lo pateó con ambas piernas para saltar lejos de él. La pecadora corrió entorno a la motocicleta y se subió atrás de Angel para usarlo de escudo.

—¿Husky? —Crymini se burló— Siempre dije que el viejo tenía actitudes de perro.

—¿Verdad? —Angel regresó a ver a la chica— Hubo un error en la mezcla de animales.

—Estoy totalmente de acuerdo. —Crymini apoyó su mentón sobre el hombro de Angel— Así que... Vas a pasar navidad con nosotros ¿verdad?

Él regresó a ver a la chica y lentamente movió su atención hacia Husk y para su sorpresa lo encontró sonriendo de lado.

—Se que ahora vives por tu cuenta y antes pasábamos en el hotel. Pero Crymini tiene libre ese día y podríamos hacer algo divertido. —Husk se encogió de hombros— A menos que vayas a pasar con tu familia.

—No soy muy fanático de la navidad. —Angel confesó, pero pudo ver la emoción en los ojos de Crymini. Una genuina ilusión para que él, Angel Dust, se uniera a las festividades familiares— ¿Qué demonios? ¡Hagamos algo divertido!

—¡Sí! —La chica saltó con victoria— No más aburridas veladas con Alastor. Él siempre vota doble porque dice que su sombra cuenta como otra entidad. Así que suele ganar cuando intentamos escoger qué hacer. Pero ahora te tengo a ti de mi lado. —Ella se alejó y se paró junto a su padre, dándole un golpecito con su cadera— No lo arruines, viejo.

—No necesito consejos de una niña.

—Yo creo que sí. —Angel bromeó— Me gustó el hecho de que llevo meses intentando que tengamos algo, pero en segundos ella ya me dio tu mano en matrimonio.

Husk volvió a sonrojarse, atorándose con su propia lengua.

—Lo sé, soy increíble y me merezco el mundo entero. No olvides esto cuando me meta en problemas y te llame a pagar mi fianza. —Crymini le guiñó un ojo y miró sobre su hombro— Debo irme, si dejo a esos idiotas demasiado tiempo se ponen a coquetear con las personas dentro de la colonia y antes de darme cuenta tengo menos personal y la carnicería tiene más mercancía.

Angel no supo qué responder a eso, pero se despidió, dejando que padre e hija se tomaran su tiempo para intercambiar comentarios ácidos entre ellos antes de que Crymini se fuese. Husk se acercó junto a él y se apoyó a su lado.

—¿Qué opinas?

—Que es un asco que Alastor haga que su sombra cuente como un voto a parte. Crymini y yo vamos a darle una lección. —Angel respondió y sintió sus mejillas sonrojarse cuando Husk lo atrajo contra su costado— ...gracias por presentármela.

—Quería demostrarte que no la estaba ocultando de ti. Solo... es complicado. En especial si pones a consideración quién es Alastor y lo que algunos bastardos intentarían hacer si supieran la conexión que hay entre Crymini y él.

—No tienes que explicarlo. Yo tampoco hablo de Molly, la protejo demasiado aun cuando ella no lo necesita. —Angel le lanzó una mirada— Lo que me recuerda, si llegamos a terminar, vigila tus bebidas, Molly es experta en venenos.

—...lo tendré en cuenta. —Husk levantó sus cejas— ¿Eso significa que estamos saliendo?

—Estamos comprometidos, gatito. Yo ya acepté tu mano en matrimonio. —Angel rio al ver al otro demonio sonrojarse así que depositó un beso en ese gruñón rostro— Relájate, estamos saliendo.

—Vas a causarme un infarto. —Husk acusó, pero volvió a meter la mano por su chaqueta hasta cerrarla sobre su cintura, rasgando el corsé— ¿Quieres ir a tu departamento?

—¡Por fin! En serio creí que Al se uniría a nuestra cita. —Angel se paró frente a él— Esta vez tú conduces, quiero acurrucarme contra tus alas.

—No son almohadas. —Husk giró los ojos, subiendo a la motocicleta.

—Dijo el demonio que usa mi pecho para dormir. —Angel sonrió.

Por primera vez en décadas él se sentía emocionado por la llegada de la navidad. 

Saludos criaturitas diurnas y nocturnas: Nos estamos acercando a la época festiva de diciembre. Para algunos ya inició. Y a veces no suele ser un buen mes ¿verdad? Por eso quise hacer este reto diario. Estos fics no son mucho, pero espero que ustedes sepan que estoy aquí y espero que estos capítulos e ideas locas sean una distracción diaria, aunque sea por un rato. Mucha fuerza, luv.

Espero que les haya gustado.

Prompt: "Lover & a Fighter" por Devil Doll

Nos leemos.

Nocturna IV

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