Después de su reconciliación y estar toda la tarde entrenando con los Uchiha, Naruko pudo volver a casa con una sonrisa, más aún cuando Shisui se ofreció a acompañarla y Sasuke también lo hizo, al final terminaron los cuatro caminando hacia su casa. Era bueno saber que había personas que se preocupaban por ella y en las que podía confiar, bueno, no del todo porque no les había dicho la razón real de su comportamiento a Itachi y Sasuke, aún debía estar preparada mentalmente, lo haría después de enfrentar al hokage.
Siguiendo con su rutina que se había impuesto la semana pasada, se levantó a las 5:30am, tomo un desayuno ligero y salió de su casa. Se estaba estirando en la entrada, hoy tenía planeado continuar estudiando en el segundo nivel de fuinjutsu, porque ya había terminado el primero, pero el frío viento de la mañana le dio ganas de correr.
Cerrando la puerta de detrás de ella, salió del edificio y se dispuso a dar unas vueltas por Konoha.
Iba corriendo a paso moderado, el aire y las calles solas le dieron un sentimiento de tranquilidad que le gustó. Tal vez debería salir a correr más seguido.
Seguía su camino sin prestar atención al resto del mundo, solo se puso alerta cuando sintió a alguien correr a su lado y mantener el mismo ritmo que ella.
-¡Muy buenos días!- Una burbujeante y fuerte voz la saludo. -Esta es una hermosa mañana de primavera, ¡Excelente para salir a correr y demostrar nuestra juventud! ¿No crees?- Las palabras y oraciones raras la confundieron, además de eso, la persona que estaba al lado de ella tenia un aspecto extravagante.
El chico era de su edad, probablemente, tenía cejas pobladas, cabello en corte de cuenco, unos extraños ojos redondos y vestía un mono de espandex color verde bosque. Sin duda era un aspecto exótico, aunque no en el buen sentido del todo.
-¿E..eh?- Soltó una exclamación. -Hmm, ¿Si?- Contesto, esperando que el extraño se confirmara y se fuera por su camino. Pero en lugar de eso, el nuevo individuo la sorpresa y aturdió con una enorme y brillante sonrisa.
-¡Esa actitud tan juvenil!- Exclamó con felicidad. -¡Sin duda las llamas de la juventud arden fuertemente en ti, señorita...?- El extraño dejo la oración en el aire, para que ella pudiera contestar.
-Naruko, es nombre es Naruko Uzumaki.- Contesto luego de un momento de vacilacion.
-¡Naruko-san, es un gusto conocerte! Mi nombre es Rock Lee.- El extraño contesto sin dejar de ser extravagante.
-Ah, un gusto, Rock Lee...
-¿Y qué hace corriendo tan temprano en la mañana, Naruko-san?- Pregunto interesado, pues no era muy común ver a gennin corriendo tan temprano en la mañana y menos si era una kunoichi.
-Uh, bueno... Es para mí... Resistencia?- Respondió algo dudosa, en realidad solo había querido correr.
Las respuestas hizo a Rock Lee sonreír más brillante.
-¿Estás corriendo para mejorar tu resistencia en tu entrenamiento de taijutsu?
Naruko no sabía cómo ese chico de cejas pobladas había llegado a esa conclusión, pero no le dio más vueltas al asunto y simplemente asintió. La actitud de Rock Lee la había asustado un poco.
-S...supongo que si.- Contesto vacilando.
-¡Que bien!- Rock Lee paró de correr después de decir eso, y Naruko también paró su carrera. -¡Que suerte!- Volvió a exclamar con alegría. -¡Justo necesitaba un compañero para entrenar conmigo!
Ante eso, Naruko se quedó en blanco.
-¿Ah, si?
-¡Si!- Asintió con alegría. -Dime, Naruko-san, ¿Te gustaría ser mi compañera de sparin?- La sonrisa de Lee no hizo más que aumentar. -Yo soy el mejor gennin de taijutsu en mi generación, de hecho me atrevería a decir que soy el gennin más fuerte de konoha...
-Y...yo...- Naruko trago saliva. -Lo siento, Lee, pero en realidad yo soy muy mala en taijutsu, no creo estar a la altura para poder ayudarte...- Confesó con desilusión.
Lejos de decepcionar a Lee o casusar que este se burlara, el gennin de cejas pobladas mostró una cara de empatía.
-¡Entonces déjame ayudarte!- Propuso Lee. -Mi sensei es Maito Guy, el mejor maestro de taijutsu de la aldea, ¡Nosotros podemos ayudarte!- Propuso con una sonrisa brillante.
-¿Harían eso?
-¡Por supuesto! A Guy-sensei le encantaría ayudar a una gennin con unas llamas de juventud como las tuyas y a mí también.- Dijo mientras sus ojos ardían el llamas. -Ven al campo de entrenamiento #9 a las 11:00, ahí estaremos entrenando con mi equipo, ¡Y no te preocupes! Cuando le expliqué a Guy-sensei la situación aceptará ayudarte y te convertirás en toda una maestra de taijutsu.
-Eh, claro, iré ahí cuando termine de entrenar con mi equipo...
-¡Muy bien! Te veré ahí, Naruko-san.- Lee hizo una reverencia y se despidió antes de salir corriendo en una nube de polvo.
Naruko se sorprendió, la velocidad de ese gennin no era nada de que burlarse, lo que era extraño, porque sintió su firma de chakra muy débil.
Su sonrisa no desaparecia mientras caminaba a su casa. La gente de alrededor lo ignoraba, ya acostumbrados a su brillante y alegre forma de ser.
Shisui siguió caminando rumbo al barrio Uchiha, tenía que preparar unas cosas antes de salir a su siguiente misión.
A diferencia de Shisui, su casa era un tanto aburrida. El exterior era como lo demás y el interior ni siquiera estaba decorado.
Entro en la vivienda después de quitarse las sandalias ninja. Su sonrisa se borró en cuanto cerro las puertas detrás de él, sin gente a su alrededor no tenía razones para mantener su sonrisa.
Camino lentamente hacia su habitación. Ya en ella, se dispuso a buscar todo lo que necesitaba; kunais, etiquetas ninja, píldoras de comida, en general suministros.
Mientras buscaba sus cosas, accidentalmente tiro un cuadro que tenía en su mesita de noche. Levantó el marco y miro la foto que había ahí.
Un leve suspiro salió de sus labios, la imagen en el cuadro era una foto familiar.
Se podía ver a un joven Shisui, probablemente de menos de 7, junto a dos adultos; un hombre y una mujer, además de que la mujer cargaba a una niña de probablemente 2 años. Todos tenían expresiones felices, en especial la pequeña niña azabache, quién tenía una enorme sonrisa con dientes blancos.
Una pequeña sonrisa cálida se posó en sus labios.
Con lentitud dejo la foto devuelta en el mueble, teniendo extremo cuidado de que no se volviera a caer.
Su sonrisa se volvió melancólica mientras miraba a la niña de la foto.
Kagami Uchiha, nombre puesto en honor a su abuelo, era la hermana menor de Shisui. Una niña alegre y juguetona, una persona transparente a la que se le dificultaba ser mala con las personas. Kagami fue alguien que sufrió mucho desde muy joven, ni siquiera había mudado la mitad sus dientes de leche cuando desbloqueo su sharingan por culpa del asesinato de sus amigos a causa de un atacante desconocido.
La niña era la adoración de su hermano, Shisui la quería mucho y fue la muerte de Kagami la causante de que el desbloqueara un nuevo nivel del sharingan.
Shisui se tocó un párpado con un suspiro tembloroso. Recordaba perfectamente el aspecto que tenía su hermana cuando murió, y todo por culpa de sus malditos ojos, ¿Porqué su mangekyou tuvo que despertar en ese momento? ¿Porqué tuvo que guardar esa imagen?
Quiso arrancarse los ojos, pero sabía que eso no sería buena idea.
Volvió a mirar la imagen de su difunta hermana. Sonrió cuando la imagen de otra chica le vino a la mente.
Naruko y Kagami, físicamente eran totalmente diferentes, pero eran parecidas en personalidad, ambas queriendo ayudar a los demás a pesar de no conocer a muchos. Chicas de buen corazón que usan mascaras para ocultar su verdadero ser, aunque Kagami usaba una máscara sería cuando estaba en público y era alegré estando con su familia, Naruko era alegré estando en público y su personalidad sería salía a flote estando sola.
Solo una risilla, Shisui sabía que si Kagami siguiera viva, ella también querría mucho a la joven rubia.
Continúo recogiendo sus cosas, cuando terminó salió de su casa listo para salir a toda prisa hacia el cuartel ambu.
Estaba apunto de correr, pero algo llamo su atención, o más bien alguien.
—Midori-San.— Shisui saludo a la chica delante de el.
—Shisui-kun...
—¿Sucede algo, Midori-san?— Cuestionó mientras cerraba la puerta detrás de él.
—Hokage-sama nos ha asignado una misión juntos, venía por ti.— Anunció la chica.
Midori Uchiha es una chica dos años menor que Shisui, con el título de una jonnin experimentada. Es una chica amable y amigable, aunque su actitud extremadamente seria y cortez la hacia tener pocos amigos, de hecho Shisui es uno de ellos.
Shisui parpadeó, se suponía que tenía una misión con el comandante del cuartel ambu, ¿Porqué el hokage lo mandaría llamar?
Ambos comenzaron a caminar al mismo ritmo rumbo a la torre hokage.
Ptm, estoy en exámenes finales y no le entiendo nada.
:'(