·𝑬𝒎𝒑𝒂𝒕𝒉𝒚 & 𝑰𝒍𝒍𝒖𝒔�...

By lagatanegra03

2.7K 436 2.9K

Escrita junto con @anfitriteytalasa ✿.。.:* ☆:**:. Fanfic Fate: The Winx Saga .:**:.☆*.:。.✿ Alphea, el interna... More

●Cast de personajes●
💜🧚🏻‍♀️💚 PREMIOS 💚🧚🏻‍♀️💜
Capítulo 1: El chico de los cuchillos
Capítulo 2: Hada del engaño
Capítulo 3: Lío de habitaciones
Capítulo 4: El hipotético rubio
Capítulo 5: ¿Has tenido un mal día?
Capítulo 6: Meteduras de pata
Capítulo 7: Temperamento explosivo
Capítulo 8: Habilidades sociales
Capítulo 9: Cobarde, capullo e insoportable puercoespín
Capítulo 10: Exnovias y futuras novias
Capítulo 11: Encuentros fortuitos, los Haaly y una nueva amenaza
Capítulo 12: Una mañana catastrófica
Capítulo 14: La cólera del hada verde
Capítulo 15: La fuerza de la mente y del cuerpo
MUSA
Capítulo 16: El estratega
Capítulo 17: Los celos del traidor
Capítulo 18: Susurros tras la puerta
Capítulo 19: Presentimientos y champú de coco
Capítulo 20: Espiando conversaciones y enfrentando monstruos
Capítulo 21: Los poderes de Melody

Capítulo 13: Las comparaciones son odiosas

77 14 149
By lagatanegra03

Patético. Simplemente patético es lo que me parece Dane. Su móvil, que ha dejado casualmente cerca de donde estoy con Sky, está a reventar de mensajes de Terra. ¿Se puede caer más bajo? Hacerte amiga de la rarita y tratar de hacer ver que no eres gay cuando lo único que realmente desea es comerse una buena polla. Y luego la otra estará ya ilusionadísima con que un chico le preste atención. Patético...

—¡Barre las piernas! —le indico a la chica con la que pelea el moreno.

La de rizos sigue mi consejo pillándole el punto débil y le tira de una patada al suelo. Agarra su brazo con fiereza y lo deja incapaz de moverse. Repito, patético. La primera sesión de entrenamiento ha terminado, ahora a echarme un piti y a descansar.

—¿Podrías ser un cincuenta por ciento menos capullo? —inquiere con voz cansada Sky a mi derecha.

—Sería un cincuenta por ciento menos divertido. —Río sin arrepentimiento alguno.

—El año pasado eras una causa perdida —me recuerda con la vista perdida. Algo en mi interior se remueve pero lo dejo ir. Que el primer día me pusiera un poco melancólico lo tolero pero este es el segundo y tengo que estar más centrado, fuera sentimientos.

—¿Y qué quieres qué le haga? ¿No te basta con mi amistad? —le digo burlonamente.

Sky, desde que la maldita rubia egocéntrica se quedó a dormir en su cama, no está en este mundo. De cuerpo presente pero de mente ausente. He sido yo mejor que él en este entrenamiento por lo despistado que está. Sonríe y me da dos golpecitos en la cara, divertido.

—Pues claro que me basta —contesta. Agarra su mochila con la ropa de cambio y se marcha hacia el camino de tierra donde le está esperando Stella. Otro patético, anda que acostarte con tu ex...Es mi amigo y me molesta que haga estas gilipolleces, lo va a pasar mal y lo sabe.

Dane aparece a mi izquierda y me giro a observarle. Tiene una sonrisilla perfecta e inocente mientras revisa las notificaciones de Terra. Hoy tengo el día de tocar las narices —en realidad, siempre—, así que me acerco un poco más hasta que nota mi presencia. Su musculado cuerpo se tensa.

—Deja el teléfono —le ordeno con voz firme.

—¿Y debo hacerte caso porque...? —Este chaval no se entera de una mierda.

—Pues igual —empiezo a decir en un susurro. Me subo a la tarima de un salto y me quedo sentado a su lado— porque sé que ayer te metiste en mi Insta y le diste like a una foto. No le dije a nadie.

Dane ya no sonríe, de un plumazo se le han acabado las ganas de reír y vacilarme. Se nota que se está empezando a poner nervioso si no lo estaba ya con mi presencia. Por la noche, me fui a acostar pero vi a la parejita tumbada en el colchón abrazados y me entraron ganas de potar. Decidí echar un vistazo al móvil porque tenía algún mensaje que contestar y bueno...quería investigar si Melody tenía Instagram. No lo encontré pero vi el like de Dane antes de que lo anulara.

—Solo tenía curiosidad por los de segundo y...se me escapó el dedo —balbucea. Acto seguido se muerde el labio y aparta sus ojos de mí, incapaz no solo en combate sino que mintiendo también es un puto paquete.

Claro, Dane. No, no cuela. Cuando le hice la bromita de que bebiera alcohol fue porque el chaval no paraba de echarme miraditas, me sentí hasta algo atosigado y los efectos del ron se hicieron paso en mí. Quizás estuvo mal, bien, yo qué sé. No sé nada últimamente sobre eso del mal y el bien. Aunque...creo que sé de alguien a quien no le pareció bien y, sin embargo, me sacó cosas buenas y, es más, le debo un regalo. No sé qué cojones regalarle a Melody y no paro de darle vueltas desde por la noche...¿Flores? ¿Una joya? ¿Un peluche de erizo? ¿Un erizo directamente?

Echo una mirada a la escuela pensando en ella. En lugar de verla a ella es la borde y cara larga de su amiga Ellie quien entra en mi campo de visión. Dane y yo nos quedamos flipando por la velocidad que lleva, parece que más que caminar levita por los terrenos con los ojos llenos de rabia y los puños cerrados. Muy ocupado como para querer saber qué demonios le puede ocurrir para estar así, vuelvo la cabeza para continuar mi conversación con el chico de primer año.

Sí, al final le voy a ayudar. Yo era como él el año pasado —puto Sky que me lo ha vuelto a recordar— y necesita una guía para manejarse por Alphea. No es tan fácil como llegar y darte de hostias con una espada. Me da penilla esa cara de perro tristón y que está más desorientado que la pobre Mel ayer por la mañana.

Oye, si está Ellie rondando por aquí lo lógico es que ella también esté. Busco inmediatamente al hada de los sentimientos pero no la encuentro y eso me fastidia, quería charlar con ella. Quiero averiguar qué cosas le encantan, cuáles le gustan y qué detesta con todo su alma. Quiero conocerla ahora que tengo la oportunidad.

—Fingiremos que es verdad. Hoy me siento generoso y no sé cuánto durará —le digo en voz baja. En realidad durará lo que tenga que durar. Él asiente ligeramente entre asustado e interesado—. Elige a tus amigos con cuidado este año y focaliza: céntrate en esto. Un especialista no depende de lo grande que sea, lo importante es la estrategia —Parece dudar de mis palabras. Voy a demostrarle que tengo razón—. ¡Ey, Mike! —llamo a mi vecino de cuarto. Me pongo de pie en la tarima y me dirijo a una zona de ella.

El muchacho rubio de gran musculatura que hablaba con un amigo suyo entiende que quiero que haga y se sube a la tarima a paso rápido, se remanga el traje en el lado contrario de esta y espera mi señal. Una lucha cuerpo a cuerpo con uno que me saca una cabeza y tiene bastante más músculo que yo. Lo he vencido dos o tres veces desde el año pasado, lo conseguiré otra vez.

Solo tardo dos minutos en dejarle con la cara aplastada contra el suelo y el brazo derecho retorcido y sujetado por mi mano con todas mis fuerzas. Su punto débil, aparte de la lentitud de sus movimientos siendo yo mucho más ágil, es que tiene una patada poco potente y conozco sus tácticas a la perfección. A priori, cualquiera hubiese apostado por él pero las apariencias engañan a veces...¡y eso que estoy desentrenado! Cuando me giro a ver a Dane su sonrisa se hace más amplia e incluso ríe ante la escena. Creo que se piensa que no lo logrará, lo hará...

—Practica —le recomiendo a Dane tras despedirme de Mike con una palmada en el hombro. Vuelve a asentir obedientemente y con cierta timidez se aproxima a recoger sus cosas.

Bajo haciendo un mortal, hoy estoy que me salgo la verdad. Recojo mi mochila y saco un pitillo, el que me merezco por tan buena labor. No sé si irme a investigar el paradero de Melody o... Nada, porque alguien se acerca a mí a buen paso y se sitúa a mi izquierda. Carraspea ligeramente y la miro por completo. Beatrix.

—Hombre, si es don merodeador colocado —bromea con voz siseante.

—Riven —le corrijo al mismo tiempo que comenzamos a caminar de vuelta a Alphea. Con toda la confianza del mundo enreda su brazo con el mío. Este gesto ni me desagrada ni lo contrario pero me extraña—. ¿Quieres algo?

La pelirroja, siendo más pequeña que yo y con un cuerpo escuálido, pone una mueca y me arrastra hacia el interior del laberinto. Fantástico, sí que quiere algo. Algo en mi interior me dice que mire hacia atrás, no sé el qué. Pelo multicolor acaba de sentarse en un banco de madera del paseo cerca de un grupo de especialistas, parece estar llamando a alguien con el móvil pues lo tiene en su oreja. Al milisegundo se lo aparta y resopla muy enfadada.

Beatrix, la chica a la que ayer encontré volviendo de la biblioteca y me pidió una calada, me lleva hasta uno de los setos que hace esquina, cerca de una de las dos fuentes que hay en este pequeño laberinto. No la conozco de nada, no sé por qué no estoy al lado de Melody hablando con ella sino a solas con la enana. Ella eleva una ceja, seguro que por mi cara mustia.

—Tienes pinta de delincuente y yo necesito colarme en el despacho de la directora Dowling. Quizás me quieras ayudar —sugiere juguetona. Ayer me habló con ese mismo tono, ¿liga conmigo o es su voz normal? Porque si lo es excita a cualquiera que le hable, tiene algo hipnótico que me hace no salir corriendo de aquí.

—¿Por qué? —inquiero curioso. La voy a ayudar, necesito recuperar un vaper del año pasado aunque me gustaría saber el por qué de su interés en entrar o por qué yo.

—Porque eres un tío y estoy buena —contesta. No sé para qué querrá entrar donde Dowling pero la respuesta me ha hecho reír, algo de verdad tiene su afirmación, así que estoy dentrísimo. Me aburriría si no sin hacer alguna travesura—. ¿O no eres tan superficial? Parecía que sí pero la mirada a la chica de pelo morado me ha hecho dudar.

Los ojitos marrón miel y la blanca sonrisa de Melody...

—¿Me observas? —pregunto de nuevo. No pillo a esta chica, me encanta su poca vergüenza porque me recuerda a mí, sin embargo, si no deja de mirarme con esa sonrisa ladeada, picante y hermosa, juro que me la como aquí mismo.

«La sonrisa de Melody es más bonita». Ya, conciencia, lo sé perfectamente. El cerebro opina igual, explicárselo a mi polla. «Las comparaciones son odiosas, Melody le da mil vueltas a la pelirroja». Pero si ni siquiera sabemos cómo es y no las estoy comparando. Creo que debería dejar de beber tanto, está afectando ya a mi sistema nervioso.

—Tanteo el terreno, pero creo que voy segura —Ríe ella. Se echa su melena con un ligero movimiento hacia atrás—. ¿Te apuntas?

—¿Qué gano? —Si no hay nada a cambio no tiene ninguna gracia.

—Eso ya lo veremos —sonríe y menea la cabeza orgullosa de que haya aceptado tan rápido.

—Bueno, está bien pero más tarde. Necesito hablar con Sky —me excuso con voz seria.

—Hmm, no sabía que Sky era el nombre de esa hada de la mente de mercadillo —se burla.

Le fulmino un poco con la mirada. Vale, tía, estás tremenda...Eso no te da derecho para meterte con pelo multicolor. Algo molesto con ella y conmigo mismo camino de vuelta a los terrenos de entrenamiento. ¿Cómo he podido caer tan fácil? Me reconcome lo que he aceptado y no sé si hago bien yendo. ¿Voy? ¿No voy?

Mientras en mi cabeza se abre el debate moral y no moral sobre esto mis ojos divisan algo que me hace olvidar por completo a la pelirroja. Melody habla con timidez con tres chicos que se han puesto delante de ella, casi en forma de barrera. La mirada del que está en el medio aparenta unas intenciones que no me gustan un pelo.

—Chicos, se acabó la broma —les corto justo en el momento en el que empezaban a invadir el espacio vital de Melody.

Ella no me devuelve la mirada, está más pendiente del suelo. Sus mejillas sonrosadas me indican que esta situación no le agrada en absoluto. ¿Qué le habrán dicho? Juega con un pequeño hilo de su sudadera, la verdad es que hoy va especialmente guapa.

—¿Qué broma? —dice el de la derecha. Me suena a que es un hada de la mente, los otros dos son especialistas de mi curso: el idiota de Carl y el supremo gilipollas, Will—. Solo queremos su número, ¿o es tu novia, Riven? —El tono de mofa me revienta en lo más profundo de mi ser, pero no caigo.

—No te interesa —respondo con simpleza. Rodeo con mi brazo los hombros de pelo multicolor, que tiembla un poco, redirigiéndola al banco en el que la había visto. Will suelta un silbido, con la mano que me queda libre le hago una peineta. Que se joda—. ¿Estás bien, Melody?

—Sí, es que me han pillado de improvisto y no he sabido reaccionar. Me muero de la vergüenza —murmulla triste. Nos sentamos en el banco y no aparto en ningún momento el brazo. Melody mira sus piernas delgadas y blancas, luego plisa su falda con nerviosismo—. Riven, es una pregunta estúpida. Lo sé pero necesito saberlo. ¿Opinas que mi falda es muy corta?

La inseguridad con la que me lo pregunta y su voz rota me estrujan el corazón. Tras unos segundos, la miro a los ojos directamente. Con que eso es lo que le han dicho ese trío de subnormales, ya me encargaré de que lo paguen con su sudor y sangre. Ahora a consolarla, no puedo creerme que eso la haya desestabilizado de esta forma. Sus pupilas están dilatadas, tiene las lágrimas a punto de salir.

—Pelo multicolor, ve con la ropa que te salga a ti de los cojones. Esos tres estúpidos no te van a hacer nada, jamás, nunca jamás.

—Dijeron que si me la había puesto para ellos y que si, bueno...Lo otro es una guarrada —dice poniendo una mueca de asco. Río por su cara descompuesta, es adorable en todos los sentidos y no sé cómo lo hace.

—Te aseguro que esos no han visto un coño en su vida —comento muy divertido—. La opinión de tres babuinos no importa porque solo son animales feos y ridículos. Ya los has visto.

—Admito que quizás es un poco corta pero me queda tan bien —suspira aún descontenta.

Acerco su cuerpo a mi pecho y ella se apoya con dulzura. Paso mi mano varias veces por su brazo tratando de reconfortar.

—Te queda de escándalo —murmuro. Su cabeza rebota ante su ataque de risa sobre mi pecho—. Por cierto, ¿me buscabas? Porque si estás en terreno de los especialistas es por algo... —dejo caer.

—Egocéntrico —Me da un golpe en la pierna, tampoco muy fuerte. Me encanta tenerla cerca de mí, espero que no se note mucho mi corazón latir a gran velocidad—, es que Ellie ha salido corriendo tras la primera clase y no la encuentro. Llevaba encima un cabreo de tres pares y no es bueno que lo tenga, ha soltado que alguien ha difundido cuál es su poder.

—¿Otra vez has perdido a alguien? —pregunto agarrando su pequeña mano. Estoy haciendo cosas que nunca he hecho en público aunque creo que no nos ve nadie. Yo, dando muestras de cariño a alguien. Já.

No responde, me vuelve a dar otro golpe en la pierna, apartando su mano de la mía,  aunque este ya pica. La zarandeo un poco por esta manía nueva que ha cogido, encima de que la he salvado de esos pervertidos. Es broma, obviamente y como se vuelvan a acercar se quedan sin dientes.

—¡Basta, no soy una maraca! —exclama. Paro con una risita y Melody se cruza de brazos enfurruñada.

—¿Y qué hay de malo en su poder? —cuestiono para que deje de lado su pequeño berrinche. De un manotazo hace que aparte mi mano que se acercaba a su pelo.

—Que es un hada de las ilusiones acomplejada con su don.

—Pues está guay. Puedes falsificar tu nota para que tu familia no te pille que has suspendido —señalo. Ella suelta una risa divertida, ya se le acabó el enfado. No es complicado captar cómo es apenas conociéndonos de un día.

—En la familia de la señorita Haaly no colaría, eso es seguro.

El entrenador Silva está a pocos pasos de nuestro banco y sonríe a Melody, yo como si no existiera. Pelo multicolor le devuelve la más brillante y amplia de las sonrisas, se aparta un poco de mí, cosa que me molesta y cruza las piernas. Mi entrenador termina por ponerse justo frente a nosotros.

—¿O sea, que tus hermanos son como yo? —inquiero a Mel divertido. Si es así me hace preguntarme de qué planeta ha venido ella.

—Peor —asegura Silva. Melody estalla en una carcajada—. Tú haces bromas tolerables, ellos eran algo capullos. Siento si te ha molestado el comentario, Haaly.

—Les he dicho cosas peores, profesor —menciona ella. Se gira a verme ligeramente—. De todas maneras, pienso que se llevaría muy bien con Brandon. Tenéis una visión parecida de la vida —me explica asintiendo varias veces con la cabeza—. Tal para cual.

—Tal para cual —repite el entrenador—. ¿Qué tal su primer día de clases?

—El mío muy bien, mi profesor me ha matado a sentadillas y he conseguido dolor de espalda para la próxima sesión —contesto antes de que lo haga Mel con una sonrisa socarrona.

—Pues que se prepare para la próxima y para lo que está por llegar —me advierte. Trata de sonar desenfadado pero no hay quien se lo crea. Melody frunce el ceño levemente.

—¿Hay peligro? —pregunta.

—Voy de camino a una reunión con la directora pero es posible que veas a Pitt hoy —Dicho eso se gira lanzándole una última mirada amable al hada.

—¿Quién es Pitt? 

Estoy algo confuso, parece que los dos se conocían de antes y me he metido en una conversación personal.

—Mi hermano mayor —me informa Mel. Se levanta del banco de un salto con gesto preocupado—. El mediano es Brandon. Pitt es miembro de la guardia real en Solaria.

Con la pista que nos ha dado Silva el misterioso mensaje está claro.

—Vienen por el quemado —decimos a la vez en voz baja. Que lo diga ella me descoloca—. Espera, ¿cómo sabes tú sobre eso?

—¡Venga ya! La princesa Purpurina le dio su anillo mágico a Bloom para visitar el primer mundo y el quemado rondaba por la entrada del portal y sé que tú lo viste. Terra lo dijo —Eleva los ojos al cielo y se cruza de brazos.

Sabía que Stella, quien supongo que es princesa Purpurina, era imbécil aunque no que podía llegar a traspasar los límites. Si conocía del rumor del quemado, dárselo fue una idea estúpida. Estará celosa porque la pelirroja de ojos azules ha hablado tres segundos con Sky, espero que no acabe como la última amiga de la rubia que echó el ojo sobre su novio.

—¿Y tú conocías a Silva de antes, no? —Ella solo sonríe—. ¿Eres familiar suyo? Te trata con mucha amabilidad y digamos que no es algo muy propio de él.

—El señor Silva es amable —me regaña remarcando el "es"—. Fue entrenador de mis hermanos pero nada más, no somos familia y puede que solo sea por ellos. Ayer me lo encontré cuando fui a avisar lo de Bloom y al verme nerviosa me dijo que regresara a la habitación y fue cuando...

—Oye —le corto—, ¿esa no es tu amiga?

Indico hacia una parte alejada del campo de los especialistas en las que me parecía haber distinguido a Ellie. Está sentada encima...¿del pecho de Sky? Esto es flipante. Mi amigo no va a dos bandas, va a tres. Eso no le va a salir bien, nada bien. Melody se lleva la mano a su boca impresionada por la escena aún más que yo. De repente, comienza a correr en dirección a la parejita. Como no me quiero quedar atrás la sigo.

—Melody —le reclamo por ir tan rápido.

—La amistad es lo primero...y el cotilleo también. —Ríe. Me alegra que esté de tan buen humor y se haya olvidado de lo de Will y esos imbéciles pero que pise un poco el freno...

La distancia se reduce y distingo a la estúpida de Stella con su cara de sepia también presente y una persona que se esconde tras de ella. En lo que hemos tardado en llegar Ellie ya no está sentada sobre mi amigo, él sí continúa penosamente en el suelo. Sospecho que la morena le ha placado. No puedo evitar empezar a partirme el culo por la escenita, ¡qué día de mierda que está teniendo Sky!

—El gran Sky de Eraklyon derrotado por la cólera del hada verde. —Río.

La de pelo multicolor me ordena callarme y, al instante, a la otra le reclama qué ha pasado. Melody utiliza sus poderes y consigue que el rostro de su amiga ya no esté a punto de asesinar al rubio, solo que le desee una muerte muy dolorosa. Ayudo a Sky a levantarse del suelo, su cara se contrae en una mueca de decepción.

—Beatrix ha contado por toda la escuela que soy un hada del engaño —informa Ellie rabiosa.

No me jodas, pelirroja. Elevo los ojos al cielo nervioso, tan solo un microsegundo pero Melody me mira de manera extraña. Joder, joder...Ante el nombre de alguien ella aparta su mirada de mí y sonríe tímidamente a la persona detrás de la espalda de Stella. ¡Lo que faltaba, el cotilla de Timmy! Él observa a Melody también, le devuelve una sonrisilla. No, no, no, no y no. Esto si que no.

Pocas veces he visto esa mirada, muy pocas. Una de ellas, tristemente, fue cuando Sky y Stella se conocieron el año pasado. Mi amigo quiere a la rubia muchísimo, le he visto sufrir, llorar, arrastrarse por ella. Por amor se cometen muchas locuras y se hacen el doble de tonterías. Timmy no examina a Melody como siempre hace con otras chicas, que digo por experiencia que han sido como más de cien. No, Timmy la ve de un modo distinto a otras veces. No es coña que creo que le interesa de verdad. No, no. Esto no me gusta nada.

En busca de apoyo desplazo la vista a Sky, que está muy ocupado observando a Ellie. ¡No me jodas Sky! ¿Tú también? Los ojos de mi amigo brillan de una manera diferente a la que lo hacen con Stella —porque sí, él sigue pilladísimo— pero sigue siendo una mirada que transmite una cosa: deseo. No me gusta mucho hablar, callo y observo por lo que me doy cuenta de muchas cosas. Esta es una de ellas.

—Al fin conozco a tu prima —dice el de gafas saliendo de su escondrijo. Baila su mirada entre Mel y yo.

¿Este qué coño dice? ¿Qué coño se ha fumado? Seguro que ha vuelto a toquetear en mis cajones, tendré que poner un candado para que deje de fisgonear. 

Bueno, pues ahora se acaba de adentrar en la trama el factor "enana pelirroja" aunque creemos que también cierto gafotas asustadizo. ¿Las corazonadas de Riven serán verdad? 

Alguno más...se dio cuenta que...¿ELLIE ESTABA ENCIMA DE SKY EN LOS TERRENOS DE ALPHEA? En el siguiente capítulo será el propio Sky quien cuente qué narices ha pasado con el temita :)

Continue Reading

You'll Also Like

202K 11.4K 19
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
73.1K 6.1K 18
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazón se acelere." Max es...
258K 32.2K 55
En la Iglesia de Moscú, se encuentra Max Verstappen jurando venganza hacia su amado Daniel, jurando tomar lo mas sagrado para el agente Hamilton, jur...
85.8K 8.7K 56
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...