bad boy โ”โ” [#1] jeon jungkook

By thebidoom

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โ”โ”๐—•๐—”๐—— ๐—•๐—ข๐—ฌ โel chico malo no era tan maloโž Jeon JungKook quiere esconder sus problemas detrรกs de su fa... More

ใ€Œ BAD BOY ใ€
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Kim Cleo June

—Miren quiénes están aquí. —dice YoonGi, recibiendonos con una enorme e inusual sonrisa en el rostro que me hizo levantar una ceja.

Era extraño que lo primero que te encuentres por la mañana sea a YoonGi sonriendo sin que esté HoSeok lloriqueando por alguna broma pesada que este le haya hecho. Porque YoonGi habrá dejado de ser parte de ese grupo de abusivos, pero no significa que deje de ser un demonio que se alimenta del sufrimiento ajeno. Pero hablamos de algo leve.

Eran él, junto a HoSeok y SunKo, quienes también sonreían mientras intercalaban sus miradas entre JiMin y yo en lo que llegabamos a ellos. Y era sumamente raro.

—¿Qué les pasa? —pregunto mirando a cada uno.

—Oh, nada. Es que... Qué bueno es verlos juntos de nuevo. —YoonGi es el primero en hablar— Es decir, no juntos como pareja. O sea, sí podrían ser pareja. Pero obviamente no lo son. Solo... Se ven bien juntos. Ustedes, como amigos. —nos señaló, sin quitar de su cara esa extraña sonrisa.

Veo de reojo que JiMin baja su cabeza y la oculta en una de sus palmas mientras niega lentamente con ella.

—Estás raro. —es lo único que me veo capaz de decirle, ya que su actitud solo me generaba una gran desconfianza.

—Quiere decir que nos da gusto verlos amigarse otra vez. —intervino su novia para salvarlo de ese actuar tan lamentable por parte del peligris.

—No saben cuánto estuvimos esperando por que arreglaran las cosas de una vez. —dijo HoSeok con una sonrisa— Por cierto, ¿te sientes mejor?

—Ya no duele tanto.

—Esperemos que para el baile se te quiten los moretones. —dijo SunKo.

—Nada que un poco de maquillaje no arregle. —me encogí de hombros despreocupada y le sonreí, recordando y haciendo referencia a la vez que me ayudó a esconder los golpes que había recibido en el campamento, y que solo ella y EunRin saben.

Hello! —oigo a SeoHyun llegar a mis espaldas, y de repente me toma de los hombros para abrazarme cuidadosamente— Junie, ¿cómo estás?

—Mucho mejor que ayer.

—Qué bueno. Oh, HoSeok. —ella me suelta y, extrañada, la observo acercarse al mencionado y ofrecerle una botella de Sprite, su bebida favorita— Ten.

—¿Para mí? —preguntó desconcertado y con los ojos bien grandes, mientras que con inseguridad agarraba la botella.

—S-sí... La compré y me arrepentí, pero recordé que a ti te gusta mucho.

¿Qué fue lo que escuché? No sé si estoy aturdida por los golpes, pero parecía que SeoHyun agudizaba ligeramente su voz y hablaba con extrema amabilidad. Eso era raro, porque su voz ya naturalmente la oyes con ese toque de arrogancia. En casos muy puntuales podías escucharla aligerarse de esa forma.

—Pues muchas gracias, Seo. —le sonrió el cálidamente, lo que pareció contagiar a SeoHyun, quien tomó lugar a su lado con la misma sonrisa.

De verdad, la forma de actuar de SeoHyun era tan extraña que hasta SunKo y yo nos miramos sin entender lo que acababa de pasar. Y, de hecho, ayer también se comportó de esta manera cuando le ofreció a HoSeok llevarlo a su casa.

¿Podrá ser que...?

Nah, qué locura.

—Si nos disculpan, señoritas, —dijo YoonGi acercándose y tomando a JiMin del cuello para hacerlo caminar a su lado— debemos hablar en privado con el enano.

—Tenemos casi la misma estatura. —oigo a JiMin quejarse mientras YoonGi, con HoSeok caminando detrás, se lo lleva lejos de nosotras a hablar sobre no sé qué.

Estos están raros. Pero, dejando de lado a esos raros...

—¿Qué fue eso? —miré directamente a SeoHyun, cruzándome de brazos, y ella me levantó ambas cejas confundida.

—¿Qué cosa?

—De la nada le regalaste esa bebida a HoSeok. —se unió SunKo, avanzando junto a mí para acorralar a la rubia.

—Ya dije que la compré y me arrepentí. —repitió la misma excusa que yo y la pelinegra dudamos en creer. Aunque rápidamente cedí al volver a creer que era imposible— ¿Qué?

—Am... nada. —negué con la cabeza— Es que me pensé algo raro. No importa.

No sé qué tan imposible es la posibilidad de que SeoHyun se interesara en HoSeok, pero ninguno parece ser el tipo del otro. Además, lo que resultaría más raro es que fuera tan de la nada. Tal vez sí sea una coincidencia.

—Por cierto... ¿qué pasó ayer entre tú y JiMin? —me preguntó SeoHyun, dandome ligeros y divertidos empujones— YoonGi dijo que cuando fue a llevarles las cosas estaban... muy juntos.

—Ese idiota. —resoplé en voz baja— Lo abracé, fue una reconciliación.

—¿Y en su casa? —dijo esta vez SunKo.

—Solo... hablamos. Sobre mí, sobre él.

—¿Durmieron juntos?

—No... —dudé en responder, ya que, de hecho, luego de que él me contara lo realmente sucedido en ese grupo, lo abracé y me acosté con él un rato, pero pronto volví a mi cama— ¿Por qué?

Miré a ambas con una de mis cejas levantadas, resultandome extrañas este tipo de preguntas, porque era como si insinuaran algo entre JiMin y yo. Y, por si se lo olvidaron, yo acababa de divorciarme hace tan solo unos días.

Pero las chicas solo rieron y negaron con ka cabeza desprecupadamente.

—Nada, nada. —hablaron al mismo tiempo.

—Están raras. —dije mientras las miraba entrcerrando mis ojos, pero pronto dejé de preocuparme por sus formas de actuar, ya que habían cosas más importantes para hacer hoy— ¿Han sabido algo de JungYul? —pregunté curiosa por saber algo de ella, ya que sabiendo la verdad quiero saber qué tiene ella para decir al respecto.

—HoSeok dijo que iba a hablar con ella. —me recordó SunKo— ¿Tú planeas hacer algo?

—También quiero hablar con ella. Rin se llevó un castigo por estúpidas mentiras, y quiero saber qué es tan grave como para que JungYul le haga eso a su propia amiga. —digo inevitablemente con molestia en mi tono, y esperaba que JungYul tuviera una buena excusa para lo que hizo.

Ellas asienten a mi favor, estando de acuerdo conmigo, porque a todos nos enojaba y frustraba lo que había ocurrido con EunRin, y parecemos ser los únicos que saben perfectamente lo que ella es y no es capaz de hacer. Después de todo, el incidente se había exparsido rápido debido a la popularidad de JungYul. Los oyes hablar con pena sobre ella.

—Podríamos buscarla en su salón en el almuerzo. —propuso ella.

—Sí, el timbre ahora ya está por tocar. —asintió SeoHyun, y tan pronto dijo eso, la campana resonó por los pasillos— Ya tocó.

Reí y caminé junto a las chicas a clases, ya que a los demás no los encontramos en el trayecto, separándonos cuando cada una tuvo que entrar a su salón. Pero, apenas fui a entrar al mío, me detuve en medio de la puerta, asombrada de que lo primero que veo es a un chico siendo sometido e intimidado por Kim NamJoon y Kim SeokJin.

Aparentemente el dúo de hermanos estaban molestos, exactamente no sé por qué, porque parecían estarle reclamando al muchacho por algo que no sé qué habrá sido. Pero tenían al pobre chico con la cara aplastada contra el escritorio, mientras le decían cosas que yo no alcanzaba a oír.

Miro a mi alrededor y todos en el salón solo miran la escena entretenidos, ninguno dispuesto a ayudarlo. Kim TaeHyung, So HaNeul y sus dos asistentes también estaban ahí, pero al igual que el resto miraban tomando su distancia. Mientras que yo siento una combinación entre molestia y lástima, por la cara de dolor del chico, cuando lo presionaban cada vez más fuerte, por cómo los demás solo lo miraban; ninguno pretendía brindarle la ayuda que, si estuvieran en su lugar, ellos querrían.

Pero cuando veo que levantan su cabeza y la vuelven a estampar con fuerza contra el escritorio, generando un ruido fuerte y un grito de dolor del muchacho, me veo obligada a intervenir. No iba a ser otra que mirara.

—Permiso. —escucho detrás de mí, muy cerca, esa voz masculina pero dulce y angelical, que me detiene de mover un solo pie.

Volteo solo mi cabeza para encontrarme a Jeon JungKook detrás de mí, y mi corazón da un revuelo con solo ver sus ojos oscuros, los cuales extrañaba tanto, clavados en los míos.

Siendo sincera, extrañaba esa mirada. Extrañaba estrechar esas mejillas entre mis manos, mientras le digo cosas dulces que lo hacen sonreír, haciendo que esos bellos ojos se iluminen. Extrañaba verlos tan de cerca, y que me miraran solo a mí.

Pero pronto regreso a la realidad cuando se escucha otro grito doloroso del chico frente a mí, y tanto JungKook como yo desviamos nuestra atención a él. Y en ello, recuerdo como hace segundos, JungKook acababa de pedirme permiso, lo que me recordaba a nuestro primer encuentro, cuando groseramente me atropelló para pasar. Pero ahora estaba detrás de mí, esperando a que yo me moviera y, tímidamente, lo hice. Y por suerte todos tenían su atención puesta en el problemático show que montaban los amigos de JungKook, así no notaban cómo él y yo nos enamorabamos cada vez más con nuestras solas miradas.

Cuando me aparté a un costado, lo sigo con mi mirada, cómo se acerca a sus mayores para detenerlos y apartarlos del chico en sufrimiento.

—¿Qué haces, Jeon? —le pregunta NamJoon— Oye...

Hasta para mí fue sorprendente que JungKook incluso se molestara en levantar la mochila del chico y se la entregara. Bueno, en realidad se la arrojó un poco muy brusco, y luego lo empujó para que volviera a su asiento, casi haciéndolo tropezar. Pero ya que de por sí interviniera y lo quitara de esa situación era suficiente.

—Ya estamos grandes para esto, y el profesor está por llegar. —fue lo único que dijo, recibiendo quejas de sus amigos. Pero a él no le importó cuando me miró. Volvía a mirarme tan fijamente, con esa mirada oscura pero cálida que solo a mí me ha dedicado. Y esa mirada me decía una sola cosa.

¿Lo hizo por mí?

Preguntarme eso volvía a acelerar mi corazón, y casi que me golpeo cuando me doy cuenta de que estoy a punto de ir corriendo a abrazarlo. Porque había intervenido con tal de que yo no lo hiciera, y que no me metiera en algún problema con sus amigos que, a diferencia de él, si podían ser peligroso para mí.

Y me maldigo, pero también lo maldigo a él. Porque se supone que quiero superarlo, ya no quiero amar tan intensamente a Jungkook. Pero, a pesar de haberme roto el corazón, él sigue enamorándome.

Entonces le desvío la mirada, disimuladamente arreglando mi cabello detrás de mi oreja, incómoda, y voy directamente a mi asiento. Pero, ya en mi lugar, siento la necesidad de volver a mirarlo, y cuando lo hago, veo que él también había tomado su asiento, pero no me quitó su mirada de encima.

Mientras todos los curiosos y espectadores del problema se dispersaban, yendo a sus asientos o a sus respectivas clases, él y yo nos mirábamos. No eran necesarias las palabras para decirnos cuánto nos extrañamos.

—Disimula un poco. —dice HoSeok cuando regresa y toma su lugar. Yo lo miro sorprendida, y él me dedica una sonrisa triste y compresiva— ¿Lo extrañas?

Devolví la sonrisa, pero demasiado forzada, sin dientes y solo presionando mis labios, forzandolos a curvarse. Ese gesto le respondía su pregunta.

—No me acostumbro. —murmuré encogiéndome de hombros.

—Lo siento, CJ.

...

¿Cómo sobrevivir todo un día cuando bastaba con solo voltear mi cabeza a un costado para ver al chico que me tenía tan enamorada como emocionalmente destrozada?

No es como si normalmente yo le prestara atención a las clases, pero ya ni siquiera podía concentrarme en desconcentrarme porque tenía a JungKook ahí, a solo unos metros de distancia. Bastaba con mirarlo para recordarlo llorar frente a mi puerta, llorar yo escondida, y luego a él marchandose sin más.

Lo extraño. Lo extraño tanto que mi corazón duele con solo pensarlo, y las lágrimas amenazan a salir.

Era frustrante que, después de todo lo que pasamos juntos, terminaramos así. Y no puedo creer que el chico que nombre como el idiota más idiota de todos, ahora es dueño de mis pensamientos, causante de los latidos desenfrenados de mi corazón, peto responsable de lo adolorido que este estaba.

Y todo eso era lo único en lo que podía pensar durante las clases, aunque lamentablemente no me hace sentir que fuesen rápidas como cuando imaginaba escenarios ficticios con JungKook. No, eran tan lentas como yo en un ejercicio matemático, con la suma de mortificantes pensamientos que me destrozaban cada vez más.

Cuando por fin había sonado el timbre, tuve que salir corriendo. Quería huír de él, no quería seguir viéndolo. ¿Cómo se supone que sobreviva así hasta el final del año?

Busqué a las chicas, y cuando las encontré traté de verme normal. No quería que se dieran cuenta de lo enloquecida que aún me traía JungKook. Así que, cuando me encontré con SunKo y luego con SeoHyun, solo sonreí. Además de que no era momento para dejarme consumir por JungKook, porque ahora mismo quería hacerle frente a JungYul. Y por más tierna e inofensiva que se viera esa chica, cual sea el problema que haya habido, yo estaba molesta. Fuera por lo que fuera, inculpó injustamente a EunRin. Y si se trata de EunRin, yo no sería suave.

Caminé junto a las chicas en dirección a su clase que no estaba lejos, después de todo estaba junto a la de SeoHyun.

Nos paramos junto a la puerta mientras vemos a los alumnos de esa clase salir, esperando ver a JungYul. Pero cuando los estudiantes cesan y nos damos cuenta de que ella no salió, nos asomamos para ver dentro del aula. Yo detengo a las chicas de avanzar cuando la veo a ella, pero ya con HoSoek dentro del salón. Así que, en vez de interrumpir, preferimos quedarnos detrás de las paredes, junto a la puerta, escuchando lo que hablaban.

—Por favor, JungYul. Dime lo que está pasando. —le dice HoSeok, oyéndose preocupado— Suspendieron a EunRin por un problema en el que ella no tiene nada que ver.

—No sé qué te hayan dicho, pero es la verdad. Fue EunRin.

Fruncí mi ceño al oír tan descarada mentira. Porque incluso si estuviese siendo amenazanda por HaNeul, HoSeok es su amigo, EunRin también. No tiene sentido que le mienta.

—JungYul, sé que fue HaNeul con sus amigas. No tienes que tener miedo, ¿de acuerdo? Yo no voy a dejar que ella te haga algo.

—Nunca me acercado a esa gente. —responde ella inmediatamente, y me extraña que lo siga negando— Ella no me hizo nada. Yo te lo dije antes, HoSeok. Te dije que EunRin se comportaba raro conmigo. Me miraba mal e incluso... en ocasiones me ha empujado.

¿Cómo?

—Eso no tiene sentido. EunRin no es así y tampoco tiene razones para hacerlo.

—Ya te lo dije, está celosa. Cuando me golpeó... ella lo hizo porque quiere que me aleje de ti.

—EunRin ni siquiera gusta de mí.

—Pues... Entonces es una mocosa egoísta. También te lo había dicho, ella sabe que a ti te gusta. Solo te quiere mantener detrás de ella.

¿Estaba oyendo mal? ¿Realmente JungYul estaba diciendo esas cosas de EunRin? ¿Que EunRin la mira mal, la empuja, que es celosa y egoísta? EunRin podrá ser tan rara como quieran, ¿pero esas cosas tan despectivas? No. No, claro que no.

EunRin es tierna, torpe, gritona, despistada, y con la geuina inocencia de un niño. Ella sueña con vivir en una casa de caramelo. El único mal o daño que EunRin es capaz de causar, parte todo desde su inocencia, sin ser consciente de lo que está haciendo o diciendo. Pero, a propósito, EunRin jamás haría algo para dañar a otros, si hasta siente lástima por acabar con la vida de un mosquito.

Esas cosas que decía JungYul, ya no eran por amenazas de HaNeul. Dudo que ella se tome la molestia de hacer algo como eso. Además, está diciendo que es algo que ya ha hablado con HoSeok.

Todo esto me hace recordar a aquél día en el que EunRin habló conmigo. No le di mucha importancia porque supuse que habrían arreglado ese malentendido, pero ella me dijo que JungYul estaba enojada por entrometerse entre ella y HoSeok. Entonces, me era muy fácil deducir lo que esta maldita doble cara pretendía hacer.

—Qué hija de puta. Ya entiendo todo. —susurré con rabia al escucharla.

—¿Qué cosa? —me pregunta SeoHyun.

—JungYul está haciendo todo esto porque está celosa. —digo resumidamente, porque no planeo quedarme mucho tiempo escmdida tras la pared. Por EunRin iba a darle la cara.

—CJ... —me llama SunKo, queriendo determe de interrumpir la conversación de ambos, pero me importa poco y me paro en la puerta del salón.

—No habría querido imaginar esto de ti, pero veo que no eres la niñita tierna que finges ser. —hablo en alto, atrayendo la atención de ambos. HoSeok y JungYul me miran, esta última no muy contenta— Hablar así de Rin, quien se supone que es tu amiga... solo por unos celos de mierda.

Mi comentario parece molesarle, y su mirada en oscurece junto a ese ceño fruncido. ¿Quién diría que así es la chica tierna que todos tanto aman?

—¿Cleo June? —pregunta HoSeok desconcertado.

—No sé de qué estás hablando. —ella actúa calmada.

—Rin me lo comentó en el momento, que te habías enojado con ella por robarte la atención de... —me callo para mirar a HoSeok, y la veo alarmarse cuando estoy a punto de nombrarlo. Entonces vuelvo a mirarla y le sonrío con malicia— ¿Lo digo yo o prefieres ser sincera por primera vez?

HoSeok también voltea a verla sin entender nada. Intercala su mirada entre nosotras, sintiéndose perdido en la conversación.

Y no tiene idea de cuánto se pierde.

—Yo... No sé...

—No te hagas la estúpida. —la interrumpí con un tono alto y molesto.

—Oye, creo que estás algo agresiva. —me dice HoSeok, acercándose a mí para calmarme.

Si supiera lo que ella había hecho en verdad, no pensaría lo mismo. Pero sí o sí me iba a encargar de que lo supiera. Porque si JungYul no lo dice, yo misma lo haría.

—Y yo creo que Lee está siendo una mocosa inmadura. —la miro a ella fijamente, llegando a intimidarla. Y no tuve pelos en la lengua para continuar— Hiciste todo esto porque a ti te gusta HoSeok.

—Claro que no. —responde inmediatamente, subiendo un poco su tono de voz y notándose nerviosa.

—Te gusta HoSoek, pero a él le gusta Rin. —me crucé de brazos y torcí mi cabeza, sonriéndole de costado con amargura— ¿Eso es lo que tanto te molesta, mocosa?

HoSeok se ve asombrado y lleva una de sus manos a su cabeza, rascandola con nervios y tratando de procesar lo que acababa de decir. Entonces mira a Lee, quien se avergüenza por la forma en la que acababa de exponerla. Y, la verdad, no sentía lástima por ello.

Ahora Lee JungYul me asqueba. Era esa clase de chica que su cara angelical no es más que una máscara que utiliza para cubrir sus malas intenciones.

—JungYul... ¿eso es cierto?

HoSeok la mira decepcionado, y ella no sabe responderle, porque se ve aterrada de cómo la confianza de este no estaba a su favor como seguramente esperó al hacer algo tan asqueroso como esto.

—Dijiste que nunca te acercaste a HaNeul, pero la vez que te encontramos hablando con sus amigas... La verdad es que me pareció muy raro. ¿Segura que ellas te estaban molestando?

Ese día ella había actuado extraño también. De hecho, ella estaba hablando con las amigas de HaNeul, pero no llegamos a oír nada por la torpe intervención de EunRin. Y ahora dudaba de confiar en su palabra cuando dijo que la estaban molestando.

—No es verdad. No le creas. —le dice a HoSeok, y en su rostro se nota lo desesperada que está por que le crea.

—No sé que esté pasando entre tú y ellas, pero acusaste a Rin esperando a que HoSeok se colocara de tu lado. ¿Me equivoco? —continué hablando con tal de acorralarla cada vez más. Provocandola, porque su mirada asesina me amenazaba a callarme. ¿Pero con qué pretendía amenazarme una mocosa como ella?— Pero te salió mal. Porque aunque no supieramos qué ocurrió en realidad, ninguno de nosotros creeriamos que EunRin hizo algo así. Fue algo estúpido de ti parte.

—No. —lo seguía negando, y luego miró al chico a su lado— HoSeok, escuchame...

—¿De verdad le haces esto a EunRin solo por maldad? —aunque se viera calmado, en su tono de voz que ahora se hacía más grave, se notaba lo molesto que estaba— No trates de mentirme, porque ya confirmamos la verdad. Solo quería que tú me dijeras lo que está pasando.

—No... Tú sí me gustas, pero no estoy haciendo esto por...

—¿Entonces por qué me hablas mal de EunRin? Si sabes que ella no te golpeó. —ell le desvío la mirada avergonzada, tratando de seguramente pensar en una mentira convincente. Pero HoSeok no quiso darle más tiempo para ello, porque su silencio dijo mucho más de lo que podría— Sinceramente, me decepcionas. —es lo último que le dice él antes de irse del salón.

JungYul hace el ademán de ir tras él, pero ella misma se interrumpe porque sabe que es inútil y sin sentido. Ella había hecho algo estúpido que le salió muy mal.

—Hablamos con las chicas que supuestamente vieron todo y nos dijeron la verdad. —ella me miró cuando hablé, con rabia— Pero por miedo a HaNeul no quieren decir nada. Así que, si quieres hacer algo bien, te aconsejaría que digas la verdad. —le digo para ser la siguiente que abandone ese salón. Pero, antes de irme, me detengo y la miro por encima de mi hombro— Y espero que la próxima vez pienses dos veces antes de hacerle algo como esto a una persona que realmente te consideraba una amiga.

Apenas salgo yo del salón, JungYul pasa a toda prisa a mi lado, huyendo a quién sabe dónde. Espero que se sienta humillada y avergonzada, aunque eso no es ni un cuarto de lo que se merece cuando recuerdo el llanto de EunRin en su casa.

Pero entonces me doy cuenta de que a mi lado solo se encuentra SunKo, y como si me leyera la mente, ella señala a una dirección, a la cual miro para encontrarme con SeoHyun hablando con HoSeok en medio del pasillo, que aparentemente lo detuvo cuando este salió. No logro escuchar nada, solo llego a ver cómo ella coloca una mano en el hombro de HoSeok a forma de consuelo, y este parece agradecerle con una sonrisa, diciéndole algo antes de darse media vuelta en irse.

Tanto SunKo como yo nos miramos igual de confundidas como al principio de clases, cuando SeoHyun le dio ese regalo de pura "casualidad", según ella. Nos acercamos a ella al darnos cuenta como se queda ahí parada, completamente quieta, solo viendo la espalda de HoSeok alejarae por el pasillo.

Okey, esto ya era muy raro.

—¿Y eso? —pregunté detrás de ella, haciéndole pegar un brinco en su lugar.

Aparentemente estaba muy ensimismada en sus pensamientos.

—Hey, me asustaron. —dice ella colocando una mano en su pecho y suspirando tranquilamente para recomponerse de esa sorpresa. Pero SunKo y yo no dejamos pasar el reciente incidente, y solo la miramos esperando a que ella nos lo dijera— ¿Qué?

—¿Qué fue eso? —vuelvo a preguntarle.

—¿Eso qué?

—Tú y HoSeok. —dice SunKo esta vez.

—¿HoSeok y yo? —ella abre bien sus ojos, señalándose a ella y al lugar por el que HoSeok se había ido, para luego soltar una carcajada— Nada. —dice entre risas y moviendo su mano de un lado a otro para restarle importancia.

—Dime si enloquecí, pero... ¿te gusta HoSeok?

Entonces ella rió más fuerte aún. Lo hizo por algunos segundos en los que SunKo y yo la veíamos seriamente, porque ambas estábamos seguras que, por su forma de actuar, ya no era del todo una locura esa probabilidad.

Cuando se detiene nos mira a ambas con una sonrisa divertida, que pronto se transforma en una mueca preocupada.

—¿Soy muy obvia?

—¡Aja! Lo sabía. —la señalé.

Por fin lo admitía. Yo no estaba loca.

—¿Cuándo? ¿Por qué? —preguntó SunKo, tan ansiosa por los detalles como yo.

—Bueno... Es que... —SeoHyun se ve nerviosa cuando comienza a hablar, tanto que lleva sus manos a uno de los mechones de su dorado cabello y empieza a juguetear con este. SunKo y yo sonreímos emocionadas al verla, por primera vez, a Song SeoHyun nerviosa y colorada— Ayer, cuando me defendió de TaeHyung... como que de repente me resultó muy atractivo. —esto último lo dijo tan avegonzada que tuvo que correr su mirada mientras tomaba ambas mejillas suyas entre sus palmas.

Ambas chillamos ante su confesión, emocionadas y conmovidas de verla a ella en ese estado. Porque estamos hablando de SeoHyun, la chica que solo le llora a marcas de lujo. Nunca la he visto suspirar o siquiera enrojecerse de esa manera por un chico.

—¿Pero solo por eso? —pregunto, creyendo que debe haber mucho más para que de repente se sienta de esa forma con él.

—¿Cómo que solo por eso? —dice ella ofendida.

—Es que... No lo sé. Es algo repentino. ¿No ha pasado algo más?

—Tal vez se vea raro, pero... Vivo con YuRi, y cada vez que hay algún problema mis padres dicen que debo entenderla porque debe ser difícil para ella. Y cuando trae al estúpido de su novio es el doble de insoportable. Es... —bajó tímidamente su cabeza, dejando salir una pequeña sonrisa nerviosa— Lindo que alguien me defienda de ella. Además, no es que HoSeok me guste guste. Solo... Me parece más lindo. —se encogió de hombros.

Cruzo miradas con SunKo, ambas tanto sorprendidas como divertidas por las reacciones de SeoHyun. Era lindo ver que dejara salir esa clase de sentimientos, porque supongo que no los experimentaba desde su ex ladrón de Chanel.

—Pero... —comienza a decir SunKo, un tanto dudosa de hacerlo— a él le gusta Rin.

Y entonces a mí también me recuerda ese pequeño detalle, y miro a SeoHyun con lástima. Pero ella no parece perder la sonrisa.

—Sí... Jaja... —trata de sonar despreocupada, pero de repente hace una pistola con su mano, llevándola a que apunte su cabeza y finge darse un tiro en ella.

—Oh, no, Hyunie. —le digo y las dos nos acercamos a darle un abrazo.

—Oye, tú piensa que eres guapa y muy confiada. Estoy segura que como lo intentes, HoSeok caerá rendido a tus pies.

—No digas eso. Me pone nerviosa. —dice en voz baja, y las tres comenzamos a reírnos, tomando camino a la cafetería para almorzar de una vez.

Parece que le devolvemos los ánimos a SeoHyun. Después de todo, ella parece ser del tipo de chica que si quiere algo, va por ello. No está rompiendo ningún código porque a EunRin no le gusta HoSeok, y HoSeok ni siquiera parece intentar atreverse a algo con EunRin.

Aunque... ahora no tenía idea de a qué pareja apoyar. Si a HoSeok con EunRin o a SeoHyun con HoSeok. Supongo que solo debía hacerme a un lado y dejar que las cosas fluyan.

—Por cierto, ¿cómo vas llevando tu —SeoHyun hace un corazón con sus manos y luego lo rompe— con JungKook?

Aprecio que no lo diga en palabras, porque con el gesto de manos al menos se ve gracioso.

—Pues... Se pude sobrevivir. —me encojo de hombros, haciéndolo sonar menos doloroso de lo que era en realidad.

—Claro que sí, guerrera. —dice SunKo, tomándome de mis hombros para darme su apoyo

Aunque, en realidad, si era sincera, sobrevivir se sentía cada vez más difícil, y lo reafirmaba cuando al entrar a la cafetería lo primero que captaron mis ojos fue a él, en la típica mesa que suele ocupar junto a sus amigos, aunque entre ellos faltaban Kim TaeHyung y HaNeul. Y así como yo lo ubiqué tan rápidamente, él me ubicó a mí.

Fue ir por mi comida, con su mirada clavada en mí en cada mínimo paso que daba, y apenas me senté volví a mirarlo. Aunque me distrae y llama mi atención JiMin, sentado a mi lado, cuando siento que con uno de sus dedos corre suavemente un mechón de mi cabello y lo deja detrás de mi oreja. Recibo una linda sonrisa de su parte cuando lo miro, y yo correspondo el gesto, agradecida de sentir su apoyo conmigo también. Supongo que sentir a mi amigo de mi lado era algo que realmente necesitaba, porque todo se sentía mucho más soportable con JiMin a mi lado.

Jeon JungKook

Era tortuoso verla. Esa chica era la fascinación de mi enamorado corazón, la única que podía hacerlo cosquillear como si se tratara de los suaves aleteos de una mariposas. Kim Cleo June era la única capaz de hacerme suspirar y sonreír, pero también de volverme un desastre total. Porque ahora que todo entre nosotros había sido arruinado, me costaba volver a mí mismo. No puedo concentrarme o relajarme, y los sentimientos de culpa que me traen verla tan decaída no me dejan en paz. La tengo a ella todo el tiempo en la mente, pero no de una forma bonita, porque solo la veo llorando y destrozada por mí.

Desde mi mesa podía verla, ella sentada junto a sus amigos comiendo el almuerzo, aunque por mi constante observación me daba cuenta que ella apenas tocaba su comida. A pesar de esa sonrisa que tenía frente a sus amigos, era evidente lo desganada que estaba. Ya no la veía con esa chispa radiante que tanto caracteriza y contrasta su personalidad algo brusca. Ella estaba apagada, y era por mi culpa. Lo sé porque cuando la miro a los ojos, veo en ellos el mismo vacío que cargo en los míos.

Lo que menos quería era hacerla infeliz, y a lo que más temía era lastimarla. Al final sí hice ambas cosas.

Y ahora también agregaba a esas culpas su dañado rostro a consecuencia de la pelea con HaNeul. No se la veía quejarse, pero verla lastimada no aligeraba el peso de mi corazón. Y me invadían las ganas de estar con ella más que nunca, para cuidarla y saber a todo momento cómo está.

—¿HaNeul y TaeHyung no vendrán a comer? —me pregunta NamJoon llegando a asustarme, ya que estaba mirando demasiado a Cleo June. Pero yo solo lo miro y me encojo de hombros— Hoy estás tan raro. ¿Te pasó algo?

—¿Por qué lo dices? —digo con tan pocas ganas que mi misma voz afirmaba a su pregunta.

—Estás en otro mundo y hoy dejaste ir a un idiota que nos debe dinero.

—¿Sigues peleado con TaeHyung? —preguntó esta vez SeokJin.

—Creo que no. Hablé con él ayer. —me encogí de hombros sin mucho interés, aunque en realidad me preocupaba saber lo que iba a pasar luego de esa charla. Deseaba con todo mi ser que TaeHyung haya sabido qué hacer o decir para hacer entrar en razón a HaNeul.

Solo quiero que todo se solucione y ser feliz con Cleo June, es lo único que le pido a la vida. Si todo salía bien...

De repente mis pensamientos fueron interrumpidos al igual que lo que NamJoon estaba a punto de decir, porque HaNeul apareció jalando de mi hombro. Cuando la veo tiene una expresión molesta en la cara. Más que molesta, se veía furiosa. Entonces todas mis espectativas cayeron al suelo.

—Ven ahora mismo. —dijo ella, haciéndome tragar saliva nervioso y dejando al dúo de hermanos desconcertados cuando prácticamente me arrastró fuera de la cafetería. Me soltó bruscamente en el pasillo donde no había nadie, y cuando vuelvo a mirarla, me doy cuenta de que sus ojos están llenos de lágrimas— ¿Por qué lo hiciste? Se lo dijiste a TaeHyung, ¿¡por qué lo hiciste!?

No iba a mentir, me sentí culpable ante su reclamo. Se lo había prometido, un momento crítico en su vida del que no quería que nadie se enterara, porque no se sentía capaz de enfrentar ese incidente. Pero también me pongo en el lugar de TaeHyung y recuerdo sus palabras. Este no era un secreto de niños y comprometía la salud mental de HaNeul que ya debía estar demasiado dañada como para llegar a tales extremos.

—No estás bien y él está dispuesto a hacer lo que sea para ayudarte. —le dije, tratando de no lucir afectado. Pero mis palabras parecieron hacerla enojar.

—¡Pues no lo necesito! Estoy bien contigo. Los demás no tienen que meterse.

—Pero yo no quiero estar contigo.

—¿¡Acaso no te importo!? —volvió a gritar furiosa, y esa pregunta me hacía enojar a mí. Porque con lo que estaba haciendo, no podía acusarme de algo como eso.

—¿Qué no me importas? —repito con frustración, sabiendo que debía controlarme— Por algo aún estoy aquí contigo, a pesar de que amo a otra mujer.

Era el colmo y ridículamente estúpida esa pregunta. Luego de que había hecho lo que ella me pidió; luego de que desilusioné a Cleo June y me alejé de ella, tal como HaNeul me había pedido cuando me dejó su vida en mis manos. Todo por ella.

—No la amas. —contradijo ella, parándose retadoramente frente a mí.

Pero yo no iba a permitir que pusiera en duda lo que siento por Cleo June. Porque podré haber sido un imbécil que al final de cuentas la lastimó, pero estar forzadamente con HaNeul no cambia mis sentimientos. Y aunque ella me odie, yo me sentía capaz de amarla por el resto de mi vida. Así que, en nombre de esos sentimientos, no dudé en hacerle frente a HaNeul, tan molesto como ella.

—Claro que sí.

—No sé lo que te haya hecho para que cambiaras tanto, pero...

—Kim Cleo June hizo lo mejor que cualquier persona en esta vida ha hecho por mí. Tengo más de mil razones para amarla. —le dije nuevamente a la cara, importandome poco que se tratara de mi supuesta novia. No pretendía negar a Cleo June si lo único que HaNeul quería era estar conmigo.

Veo sus labios temblar mientras se fruncen lentamente, mostrándose cada vez más molesta, mientras me miraba fijamente a los ojos como yo a ella.

—Eres un maldito insensible. —gruñó entre dientes— ¿Tienes la cara de decirme cosas como esas cuando estuviste con ella a mis espaldas?

—No soy yo quien te está obligado a estar conmigo.

—¿Entonces por ella le dices eso a TaeHyung? ¿Otra vez vuelves a romper una promesa, solo para deshacerte de mí?

—Se lo dije a TaeHyung porque necesitas ayuda.

—Y yo ya te dije que estoy bien contigo. ¿O qué?, ¿qué se supone que haga TaeHyung al respecto?, ¿darme una terapia de charla donde le cuante todo lo que me hace sentir una basura, para qué? Eso no me va a servir de nada. Si tan poco te importo, entonces solo vete con ella y no te metas en mi vida.

Tuve que cerrar los ojos para largar otro suspiro, lento y profundo, porque HaNeul no parecía querer desistir de la misma idea. Estaba paranoica, la misma inseguridad la perseguía en su cabeza y no le permitía entender lo que desde hace días trataba de decirle. Y aunque debía entender que ella no está bien, me quitaba la paciencia.

—¿Qué parte no entiendes de que sí me importas? —dije cuando volví a mirarla.

—Pues no lo demuestras. —empujó bruscamente mi pecho, haciéndome retroceder un paso— Solo buscas la manera de volver a dejarme. La sigues priorizando a ella, te olvidas de mí.

Estaba harto. Realmente estaba cansado de todo. Porque yo entendía que estuviese molesta por el engaño, pero si ya estaba haciendo lo que ella quería y lo que, según ella, le haría sentir bien, no entiendo po qué me reclama tanto.

—¿Sabes qué? Bien. Me quedo contigo, ¿de acuerdo? —mi voz se oyó cansada y ronca— Seguiré siendo tu novio. Pero yo no estoy sacrificando solo mi felicidad por ti, sinó también la de quien amo. Así que, a cambio, —dije volviendo a acercarme a ella, sin titubear ni el más mínimo remordimiento— quiero nunca jamás vuelvas a ponerle un solo dedo encima a Cleo June.

No estaba dispuesto a permitir que algo como lo sucedido ayer se repitiera, y más por el hecho de ver a Cleo June lastimada. Me daba igual lo que hubiera sucedido, lo que no quería es que HaNeul volviera a hacerle algo.

—¿Qué?

—Lo que oíste.

—¿¡Me estás jodiendo!? —levantó la voz y recibí un golpe suyo en mi pecho que en realidad no dolió— Después de que ella se metiera con mi novio...

—Tú novio la ama a ella. —le interrumpí y aclaré como por tercera vez— No quiero que te le vuelvas a acercar.

—Fue ella quien vino a pelear. —señaló em dirección a la cafetería, donde estaba Cleo June, como si la estuviese acusando.

—Me importa una mierda.

—¿Y qué quieres que haga si...?

—Me da igual. —volví a callarla, tomándola por sorpresa— Pero a ella no la tocas. —entonces su ceño volvía fruncirse, mostrándose indignada— No sé por qué te molestas. Lo que te pido es muy poco comparado a lo que me pides tú a mí.

—Bien. —respondió de mala gana— Pero por lo menos actúa como un buen novio. —y sin dejarme decir otra cosa, chocó su hombro contra el mío y me pasó de largo. Yo volteo para seguirla con la mirada, y ella se va por el pasillo, ignorando completamente la presencia de TaeHyung que se acercaba a nosotros, pero que se detuvo cuando HaNeul ni siquiera volteó a verlo.

Ella estaba enojada con ambos; con TaeHyung por meterse y conmigo por ser quien lo involucrara. Aunque yo también estaba molesto, y más aún cuando la veo desquitarse con TaeHyung, cuando tanto él como yo queremos ayudarla. Pero HaNeul es terca, necia e irracional en estos momentos. No entiendo su forma de pensar y comportarse, y eso solo me frustra, lo que también me hace enojar.

Veo la cara de TaeHyung, era una mezcla de confusión, tristeza, impotencia y asombro. Lo sé, porque así me sentí yo en el momento que accedí a dejar a Cleo June, cuando HaNeul se negó a dejarme ir. Y es que TaeHyung era quien me ponía la mano en el cuello y me olbigaba a terminar con HaNeul, terminar con todo. Pero creo que ahora entendía el momento por el que estaba pasando, después de haber hablado él mismo con ella.

—Te lo dije, no está dispuesta a otras opciones. —dije sin mirarlo cuando se paró a un lado de mí.

Supongo que aún seguía en shock por el momento. En completo silencio y, lentamente, él dejó reposar su espalda contra la pared, frunciendo ligeramente su ceño. Y sabía que quién lo tenía en ese estado de confusión, era su mejor amiga.

—No entiendo qué le pasa. Ni siquiera quiso escucharme. —dijo él, con su cabeza inclinada, mirando hacia arriba.

Era lógico que aquello desclocara a TaeHyung, después de todo él era como el niño consentido de HaNeul, su hermano menor. Me imagino que al intentar hablar con ella, viera ese lado de HaNeul que ni yo habría querido conocer.

—Ya da igual.

Aunque dentro de mí me quemaba la desilusión. Porque TaeHyung realmente era el único que podría ayudarme, pero ni él lo logró.

—Lo siento, JungKook. —dice él, mirándome con lástima— Ella en serio te gusta.

Y sabía que se refería a Cleo June. Hasta el mismo TaeHyung era consciente de cómo me sentía y de cuánto necesitaba que convenciera a HaNeul.

Realmente era así, de verdad me gusta Cleo June.

—Muchas veces me pregunté si era alguien con quién Cleo June se mereciera estar. Supongo que esta es la respuesta. —sonreí amargamente y sin gracia— No hago nada por ella y solo la lastimo.

Oigo una risa de su parte.

—En serio te tiene mal esa chica.

¿Kim Cleo June? Kim Cleo June me tenía a sus pies. Jamás me imaginé sentirme así por una chica; tan necesitado de su atención, enamorado incluso de su aroma, persiguiendola por todos lados con mi mirada. Jamás creí enamorarme realmente, ni siquiera era algo que haya pasado por mi mente alguna vez, hasta que cierta chica peleonera apareció aquí. Ahora necesito sus besos, sus abrazos, sus mimos y palabras. Realmente me tenía mal. Y con el mero pensamiento de todo ello, sonreí con tristeza, porque ahora debía dejar todo lo hermoso como un recuerdo.

—Es lo mejor que me pasó en la vida. —suspiré sonriente— Nunca nada me hizo tan...  feliz.

El recuerdo más bello de todos.

—Jamás esperaría escuchar algo como eso de ti. —rió TaeHyung, y luego sentí su mano en mi hombro— Todo se va a solucionar.

Esas palabras no tenían respaldo alguno, estoy seguro de que él sabe tanto como yo que una solución a estas alturas era casi imposible. Pero, de todas formas, me consolaba. De alguna manera me hacía sentir mejor. Así que, con una débil sonrisa y los intentos de ánimo de mi mejor amigo, ambos comenzamos a caminar para ir a la cafetería junto a NamJoon y SeokJin.

Si era sincero, por lo menos, teniendo a TaeHyung de vuelta, me sentía un poco mejor. Claro que aún me sentía como la mierda si todo esto implicaba no tener más a Cleo June conmigo, pero por lo menos había recuperado a mi mejor amigo. Un paso es un paso.

Aunque TaeHyung y yo no llegamos muy lejos. Apenas dimos un par de pasos por el pasillo cuando, al estar en la esquina de la cafetería, un pequeño cuerpo dobla tan rápidamente que no me ve a mí como yo no la veo a ella, y terminamos chocando.

—Ay... —se queja ella.

A mí ni siquiera llega a moverme de mi lugar, pero supongo que el golpe para ella sí fue algo fuerte, ya que se queja sosteniendo su nariz y mirando hacia abajo. Pero mi corazón se detiene cuando la veo levantar su cabeza. Los bellos ojos claros de la chica que amo se ven tan sorprendidos como los míos. Estoy seguro de que mis pupilas incluso se dilatan al verla.

—¿Estás bien? —pregunto por mero instinto, como ya es común en mí preocuparme por ella. Además de que había recibido fuertes golpes el día anterior y me aterraba pensar que por mi culpa le estuviesen doliendo otra vez.

La tenía tan cerca de mí que casi podría besarla. Sinceramente, me desesperaba hacerlo. Pero ella reacciona cuando nota a TaeHyung a mi lado, quien la mira curioso y hasta sorprendido. Supongo que una cosa era oírlo, pero otra muy distinta era vernos a mí y a Cleo June interactuar de una forma tan delicada.

Cleo June se aparta, incómoda de tener la mirada de TaeHyung sobre ella. Carraspea sin decir absolutamente nada y vuelve a mirarme a mí antes de huír rápidamente de la situación, tomándome de sorpresa cuando se escabulle tan rápido.

Quería abrazarla.

—Lo veo y no lo creo. —murmura TaeHyung al verla irse rápidamente por los pasillos, soltando finalmente una sonrisa de costado— De verdad están enamorados.

Y no tiene idea de cuánto.

Kim Cleo June

Al llegar a casa oigo voces en la sala, por lo que deduzco que están todos allí, pero no pretendo ni acercarme cuando tenía estos golpes en mi cara, así que prefería encerrarme en mi habitación para que no me vieran. Para mi mala suerte, mi ya conocida muy mala suerte, no llego a pisar ni el primer escalón cuando un grito de Cassidy retumba en rodos lados.

—¿¡Cleo June!?

Mierda.

—¡Sí, soy yo! —contesté, y rápidamente quiero irme. Pero otra vez soy detenida, esta vez por la presencia de Cassidy asomándose desde la puerta de la sala.

—¿No vienes a saludar, rata asocial? —me pregunta tranquilamente ella, ya que al estar yo de espaldas no podía ver mi cara.

—Ja, buena esa, Cass, hasta te salió con rima. —reí para despistarla— Prefiero estar en mi cuarto. Adiós.

—Alto ahí. —vuelve a interrumpirme justo cuando levanto un pie. Seguidamente, escuho sus pasos acercarse lentamente— ¿Qué escondes?

—Nada.

—Cleo June. —pero yo permanecí estática y en silencio— Cleo June, date la vuelta.

—Mamá... —no le da tiempo ni para reprochar, porque jala de mi hombro y me hace voltear para estar frente a frente con ella, y yo le desvío la mirada apenada cuando sus ojos se abren ante mi estado.

—Cleo June, ¿qué te pasó?

Suspiro agotada, rascando nerviosamente mi nuca y aún sin mirarla. La verdad era que ni siquiera estaba de humor para inventar una de mis típicas excusas estúpidas.

—Fue una pelea fuera del instituto. Unos chicos que estaban haciendo problemas. —miento con tal de evitar que mamá llamara al instituto.

—¿Peleas en la calle? —preguntó algo molesta, cruzándose de brazos— ¿Otra vez vuelves a hacer esas cosas?

Dios, no. Lo último que quería era tener problemas con mamá. Y con lo sensible que estaba, ver esa mirada de decepción de su parte llegaba a afectarme.

—Ellos empezaron. Además, ya tengo diecinueve años, Cassidy. —traté de sonar despreocupada y hasta con un toque de diversión. Pero ella no parece creerme del todo.

—¿Chicos en la calle te dejaron así porque sí?

—Mamá... —volví a soltar un suspiro bajando mi cabeza. Simplemente ahora bo podía lidiar con esto— no estoy de humor.

—Mira, Cleo June, no sé qué esté pasando, pero no quiero que...

—Terminé con JungKook. —dije directamente y sin rodeos, haciéndola callar al instante. Cuando levanto mi mirada, me encuentro con una expresión entre confundida y triste— En serio, ahora no estoy de humor.

—¿Por qué terminaron? —ahora ella bajaba su voz, comprendiendo mi situación al saber mejor que nadie todo lo que sentía por JungKook.

—Cosas nuestras. —me encogí de hombros, pero de todas formas traté de darle una sonrisa— Pero no estamos bien, quedamos como amigos. Solo quiero estar en mi cuarto.

Entonces mamá también me senrió con tristeza. Una de sus manos fue a parar a mi mejilla, acariciándola un par de veces con su pulgar para luego asentir y apartarse, permitiéndome irme a encerrarme con mi tristeza.

Apenas cerré la puerta de mi cuarto a mis espaldas, mi sonrisa se borró, y mi espalda reposó cuidadosamente sobre ella. Entonces miro al piso, sin buscar algo concreto en él, solo con la mirada tristemente perdida.

No me podía sentir de ánimos cuando debía enfrentarme al momento de estar completamente sola, sobretodo en mi habitación, cuando aquí comoartí tantos momentos con JungKook. Y es que verlo en el instituto no es tan fácil de ignorar como pensé, sobretodo cuando me cruzo con él como la forma en la que lo hice hoy. Pensar que había salido corriendo por el insesante dolor en mi pecho, ese que sentí desde que vi a HaNeul llevarse a JungKook de la cafetería, creyendo que podría arrepentirme de ir tras él al ver algo que me rompiera el corazón. Aunque admito que temblé bajo la mirada de Kim TaeHyung, pero eso fue mejor que cualquier otra cosa.

Pero lo tuve en frente, cerca de mí, llegué a oler su característico perfume que tanto me enamora.

Él sigue ahí, en mi mente, todo el tiempo. En clases no puedo evitar voltear a verlo una y otra vez, y me invade una vacía tristeza cuando sé que, al finalizar las clases, no ibamos a estar juntos.

Y todo solo empeora, cuando comienzo a caminar en dirección a mi cama, levanto la mirada, y solo veo en ella todas las noches que pasamos juntos. Me siento lentamente, justo en el lado del que siempre solía dormir JungKook, y simplemente se siente frío y vacío.

Me recuesto en él, apoyando mi cabeza sobre la almohada que ya no parecía conservar su aroma. Y entonces fijo mi vista en la mesita que está a un lado. Sobre ella estaba el gato negro que él me había comprado para mi cumpleaños, ese que se suponía que ahuyenta la mala suerte, pero pareciera que solo la quintuplicó. Y junto a él, la velita de mi cumpleaños, también de gatito. La vela que soplé luego de que JungKook me cantara con el ritmo de sus aplausos y esa bella sonrisa en su rostro.

Daría lo que fuera por volver a ese día y quedarme en él para siempre, porque ese día JungKook me había hecho la chica más feliz del mundo.

Y de un momento a otro, tan solo después de un mero parpadeo, mis lágrimas cayeron fácilmente por mi nariz y mejilla. Sentía ese dolor en el pecho y sabía que superarlo no iba a ser fácil; no cuando iba a verlo todos los días. Aunque aún tenía la fe de que en las vacaciones fuera a poder olvidarlo.

Pero ahora mismo, el dolor se sentía una eternidad.

Me levanto y trato de limpiar inútilmente mis lágrimas. Pero el incesante dolor no me dejaba en paz.

Creo que no iba a comer. No me sentía de humor. Aún era demasiado temprano, pero yo solo quería dormír. Tal vez esa sea la única forma en la que no me sienta tan mal.

Así que tomé camino a mi armario para buscar cualquier cosa para dormir. Pero termino recibiendo otro fuerte golpe cuando veo el abrigo de JungKook, ese que tenía hace tanto tiempo que me había olvidado, desde la vez que nos quedamos atrapados en esa bodega.

Sonreí con tristeza y algo de gracia ante el recuerdo de cuando nos odiabamos, para al final amarnos tan dolorosamente como ahora.

Acerqué el abrigo al mismo tiempo que bajaba mi cabeza para hundir mi nariz en él y aspirar su aroma, su débil aroma. Tenía más olor a mi perfume por haber estado entre mi ropa, pero aún distinguía el ligero y característico olor de JungKook. Así que cerré mis ojos con tal de disfrutarlo, sentirlo cerca. Aunque incluso el aroma me decía lo lejos que estaba.

Mis manos se aferraron más a él y, lentamente, para cuando me di cuenta, me hallaba aún parada frente a mi armario abrazando ese abrigo con fuerza, y entre mis pestañas cerradas seguían corriendo mis lágrimas.

Entreabro mis ojos cuando regreso a la realidad, viendo fijamente a ese abrigo entre mis brazos. Y mientras más lo veo, más pienso en él... y más me duele todo. Pero por más dolor que sienta, lo sigo abrazando.

Sonará masoquista lo que estaba a punto de hacer, pero luego de cambiarme por mi pijama, voy a mi cama y me acuesto junto a ese abrigo, abrazándolo nuevamente. Y mientras aún siento ese distante aroma, me torturo viendo las fotos de nosotros en mi celular; desde las más tontas a las más tiernas.

Río y sonrío ante cada recuerdo, y se me escapa alguna lágrima cuando nos veo a nosotros juntos, sobretodo en mi cumpleaños. Él había hecho de ese día uno de los mejores. Pero, nuevamente, la felicidad no me duró mucho.

...

#AmorParaRin

Hoy regresa Rin -

Yoongi
- Idiota, es mañana

Imbécil, ya es lunes -

Yoongi
- No

Sunko
- Es lunes YoonGi

Jimin
- Es lunes

Hoseok
- Lunes

Seohyun
- Lo que Hoseok diga c:

Yoongi
- @Sunko ¿POR QUÉ NO
ME LO DIJISTE? FALTA

SOLO MEDIA HORA PARA
LAS CLASES

Sunko
- No soy tu calendario

Recuerden que Rin no -
volverá con sus mejores
ánimos

Hagámosla sentir bien y -
demostremosle cuánto la
extrañamos y confiamos
en ella

Seohyun
- Compré los malvaviscos
de corazones que tanto le
gusta

Jimin
- @hoseok ¿vas a buscarla
a su casa?

Hoseok
- Su hermano me dijo que
sus padres la llevarán

- Van a disculparse con el
director por el supuesto
mal comportamiento de Rin

No es por ser grosera, -
pero odio mucho a los
padres de rin

Son 💀💀💀 -

Seohyun
- Coincido 🥰

Sunko
- Pero hagamos que se olvide
de todo

- Hoy llenamosla de cosas
positivas

- Pronto sus padres dejaran
de estar enojados también

#AmorParaRin -

Jimin
- #AmorParaRin

Hoseok
- #AmorParaRin

Seohyun
- #AmorParaRin

Sunko
- #AmorParaRin

- No creo que Yoongi
responda, pero lo digo
por él: #AmorParaRin

Estúpido Yoongi -

Yoongi
- imbécil Cleo June

Ay, pero para eso sí estás -

Así es, hoy regresaba nuestra querida y carismática Choi EunRin, aunque me preocupaba pensar en cómo se sentía, ya que no hemos podido ni ir a visitarla por culpa de sus padres y fastidiosa hermana. Pero no era el momento de pensar en cosas negativas, porque hoy debíamos recibir a Rin de la mejor manera posible.

Afortunadamente, el fin de semana me había servido para digerir lo que sucedió con JungKook, y por eso hoy podía levantarme con unos mejores ánimos que esperaba mantener por el resto del día.

Seohyun
- @hoseok ¿voy a buscarte
hoy también entonces?

👉👈

Hoseok
- Me harías un enorme favor
:D


Wow, SeoHyun va con todo. Es tan tierno verla actuar de esa forma.

Me apresuré a vestirme y prepararme para salir al instituto, queriendo evitar encontrarme con mamá porque no quería tener que hablar sobre JungKook. Sobretodo, ¿cómo iba a explicarle que en realidad había estado saliendo con un chico con novia? Por favor, qué vergüenza. Estuve todo el fin de semana tratando de evitar alguna conversación con ella, saliendo con las chicas y cosas por el estilo. Así que no me detuve ni a desayunar. Me fui rápida y sigilosamente.

—Hoy te ves de mejor humor. —me dice JiMin luego de haberlo saludado con un abrazo.

JiMin tenía razón, ya no me sentía tan decaída ni caminaba como muerto en vida. Supongo que haber arreglado mi relación con mi mejor amigo tenía mucho que ver. Pero también era cierto que dos días de descanso habían calmado mis aguas mentales, y era mucho mejor cuando se sabía luego de esta semana se venían mis ansiadas vacaciones.

—Creo que necesitaba un relajante fin de semana. —dije acompañada de un suspiro— Última semana de clases. ¡Qué bien! —alcé mis puños contenta, sonriendo ampliamente.

Oigo una risa cuando pego un pequeño salto que acompaña a mi emoción, por lo que también río pensando que debía verme ridícula actuando de esta manera a mis diecinueve años.

—Me gusta verte feliz. —detengo mis risas al escucharlo decir algo como eso e inmediatamente volteo a verlo con una sonrisa, resultandome tierno lo que acababa de decirme. En cambio, la sonrisa de él desaparece, y creo que se avergüenza por sus palabras, porque desvía su mirada y finge toser para luego volver a hablar. Y yo volvía a reír, porque extrañaba esas reacciones de su parte— A-ah... Por cierto... —tartamudea mientras revisa dentro de su mochila y saca una bolsa, entregándomela— Ten. Te dije que arreglaría tu camisa.

Veo dentro de la bolsa que, efectivamente, está mi camisa del uniforme, perfectamente doblada y más pulcra que antes. Estaba impecable.

—No tenías que molestarte. —digo con una sonrisa, agradecida por el detalle. Entonces molesto en ver los botones, que se veían exactamente igual que antes— Oye, te quedó muy bien. ¿Dónde aprendiste a cocer?

—Mi madre me lo enseñó desde pequeño, así que tengo buena práctica, aunque tampoco soy un profesional. —se encogió de hombros restándole importancia, al miso tiempo que me sonreía vergonzoso— Traté de hacerlo lo mejor posible.

—Gracias, JiMin. —dije dándole un rápido abrazo incompleto, brusco, porque lo hice tambalearse. Y ya que estábamos, el momento me había hecho recordar que yo debía devolverle la suya— Bueno, yo también tengo la tuya. —me detuve unos instantes para sacar la camisa de mi bolso— Solo la lavé, pero le puse del aromatizante favorito de mamá.

—Lindo gesto. —rió mirando su camisa que me esforcé en que quedara perfectamente limpia. Mentira. Solo la tiré a la lavadora y hasta casi cometo el terrible error de meterla con ropa de color— Me aseguraré de seguir teniendo cosas de repuesto para ti. Siempre pasan desastres nuevos contigo cerca. —dijo mientras la guardaba en su mochila.

Resoplé con mis ojos en blanco, harta de oír que soy de mal augurio. Ya lo tenía claro, yo misma me lo digo todo el tiempo. Pero una cosa es decirlo yo y, otra muy distinta, es que lo diga alguien mas.

—Sí, ya sé. Soy como un gato negro de... —tenía la intención de predecir lo que estaba a punto de decirme, pero a mitad de ello hago una pausa, porque me doy cuenta que el único que me ha llamado de esa forma es JungKook. Y JungKook ya no está conmigo— de mala suerte. —completé de todas formas, en un tono más bajo y nostálgico.

Detestaba que JungKook me lo dijera todo el tiempo, pero ahora tenía tantas ganas de que él me lo dijera y luego me abrazara, diciéndome al oído que, de todas formas, no tenía de qué preocuparme, porque él siempre me estaría cuidando.

—Qué ingenioso. —rió JiMin, devolviendome a la realidad— La verdad es que sí podría describirte como uno.

Y con tal de no perder mi buen humor, solo reí y empuje suavemente a JiMin, fingiendo indignación, y bromeé junto a él de camino al instituto.

Al llegar, como ya teníamos arreglado, estaban todos reunidos frente al casillero de EunRin. Quisimos hacerle un lindo detalle y guardarle lindos regalos dentro con la ayuda de HoSeok, ya que es el único que sabe la contraseña de su mejor amiga.

—¿Qué hay? ¿Saben algo de Rin? —pregunté al llegar con ellos.

—En un rato llegará. Viene en viaje con sus padres. —respondió HoSeok.

Me emocionaba verla. Una semana sin ella me hizo apreciar aun más su presencia.

—Ya quiero verla y darle un abrazo. —dije con una sonrisa conmovida.

—¿Desde cuándo eres tan cariñosa?

Y, como siempre, arruinando momentos. Mi única respuesta para YoonGi fue sacarle la lengua.

—Realmente la extraño. Toda la semana fue estresante al no saber cómo está. —dijo SunKo.

—Estoy segura de que esto le hará brincar de felicidad. —y con una sonrisa orgullosa, SeoHyun sacó de su bolso una bolsa grande y rosada de malvaviscos de corazones— Le compré seis.

—¿Seis? —pregunté sorprendida.

—Lo sé, son muy pocos. En la tienda no tenían más. —rechistó molesta.

—Eso matará a Rin, es pura azúcar.

—Esa niña quema calorías con solo respirar. No te preocupes.

—Eso es verdad. —asiente HoSeok.

Él no lo notó, pero la repentina sonrisa de oreja a oreja que apareció en la cara de SeoHyun se debía a que él simplemente le haya dado la razón. Fue tan instantáneo que casi suelto una carcajada por la reacción de la rubia.

Veo a todos los chicos emocionados con lo preparado para recibir a EunRin, incluso YoonGi tenía una leve sonrisa, que quiero pensar que sí es por nuestra amiga y no por el chico que acaba de tropezar en el pasillo.

Y ahora que estabamos todos, era momento de guardar los regalos en el casillero de EunRin, para que fuese una sorpresa.

HoSeok había tenido un lindo detalle con su mejor amiga y le había hecho varias de esas pulseritas coloridas que él mismo suele crear. SeoHyun, esa exagerada cantidad de malvaviscos. A JiMin le costó pensarlo, pero finalmente le compró stickers de hello kitty. Yo obligué a las chicas a salir de compras el sábado solo para por fin encontrar un peluche del Pokémon favorito de EunRin, que es lo más parecido a una bola rosada con orejas de gato y el peinado de Superman. No tengo idea de su nombre. Y en cuanto a SunKo y YoonGi...

—¿No sabes regalarle a una chica otra cosa que no sean ligas? —preguntó HoSeok, más indignado de lo que probablemente EunRin no se sentiría, mientras veía el pequeño pack de ligas de colores que mostraba orgullosamente YoonGi. Eran idénticas a las que me regaló, solo que las mías eran negras.

—HoSeok tiene razón. —dijo la rubia, poniéndose del lado de este mismo. Más que por que HoSeok tuviera razón, se notaba que era por favoritismo.

Ja, y según ella solo lo nota más atractivo.

—No debí dejar que te encargaras del regalo. —SunKo se veía igual de decepcionada.

—Se nota que no tienen nada mejor que hacer con sus vidas que criticar al inofensivo YoonGi. —se quejó él.

Reí junto a JiMin por la pequeña y ridícula discusión que se armó entre los cuatro por unas simples ligas, absteniendonos de participar y oyendo las patéticas excusas de YoonGi. Y mientras tanto, al mismo tiempo, JiMin y yo eramos quienes se encargaban de guardar todo en su casillero, aunque yo estaba más pendiente de la llegada de EunRin, mirando una y otra vez a la entrada, esperando a que ella apareciera. Apenas vi esas dos pequeñas y altas coletas, sonreí e interrumpí la conversación.

—Rin. —dije su nombre, callando a los demás que también sonrieron para recibirla.

Pronto noté las dos figuras mayores que caminaban frente a ella, con una vestimenta sencilla pero formal. Las severas expresiones en sus caras daban sentido a la cabeza baja de EunRin, porque obviamente debían seguir molestos con ella.

—¿Esos son sus padres? —preguntó YoonGi
— Se ven muy amargados para tener una hija como EunRin.

Nada me rompió más el corazón que, cuando pasaron frente a nosotros, ver a EunRin forzar una triste sonrisa, que estoy segura que solo lo hizo para correspondernos el gesto.

—Son muy hijos de... —no pude terminar de hablar porque JiMin había tapado mi boca con su mano, evitando así que dijera una grosería justo frente a los padres de EunRin.

Apenas levanto una mano para saludarnos, pero aparentemente no quiso actuar de una forma alborotadora frente a sus padres, y solo los siguió en silencio hasta la oficina del director.

—Pobrecita. ¿Vieron su cara? —dijo SeoHyun, llevándose una mano a su pecho con preocupación.

—Creo que las cosas están realmente mal con sus padres.

Y creo que JiMin no podría tener mayor razón. Para que una persona como EunRin no pueda siquiera sonreír, no quiero imaginarme lo que debió ser toda esta semana para ella.

Tan solo tuvimos que esperar unos minutos para ver a los padres de EunRin volver caminando por el pasillo en dirección a la salida, y muy detrás de ellos estaba EunRin, que venía a un paso lento, viéndose triste. Todos preferimos esperarla aquí, con todos los regalos con los que pretendíamos alegrarle el día. Y, a pesar de su decaído ánimo, nosotros preferimos seguir sonriéndole.

Aunque yo suelto un leve gruñido cuado esos dos adultos pasan a mi lado, pero rápidamente recibo un codazo por parte de JiMin que evita que saliera algo de mi boca floja, y pronto salen de mi campo de visión. Parecían apurados, tanto que se fueron a paso veloz, dejando atrás a su hija y sin siquiera molestarse en despedirse de ella.

Tch, como sea. Nadie los necesita.

—¡Oye! —se escucha un grito resaltar en el pasillo, al cual no le doy importancia hasta que veo a esa metiche amiga de JungYul acercarse a EunRin por sus espaldas— ¡Te hablo a ti, rara! —vuelve a decir estando a menos de un metro de ella.

EunRin voltea por voluntad propia cuando siente a la chica gritando tan cerca, pero para sorpresa de todos es violentamente empujada, y seguidamente abofeteada por esa misma chica.

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este capítulo quedó horrible. perdón :(

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