Tiempo atrás
Los recuerdos que tiene de su infancia son buenos, recuerda haber vivido una infancia felíz, llena de afecto y comodidades. No pasa lo mismo con su adolescencia, desde que recuerda haber entrado a la adolescencia, sus padres cambiaron su actitud para con él.
Siempre fue un buen niño, era conciente de eso; sabía cuáles eras sus responsabilidades y se esforzaba por cumplir estas de forma impecable, pues creía que siendo perfecto en múltiples aspectos sería el mayor orgullo de sus padres. Cuando sus padres cambiaron su actitud se dió cuenta de que no pensaba de forma correcta, pues según él no le dió razones a sus padres para dejar de quererlo, seguía teniendo esa impecable excelencia académica, esa madurez prematura que desarrolló por su propia cuenta, todo estaba bien y en su lugar.
De la noche a la mañana sus padres; en especial su madre, le gritaba que estaban criando a un mantenido, sin explicación alguna decía tal cosa, ya no le preguntaban con cariño cómo le había ido en la escuela, ya no preguntaban por sus notas, ni siquiera se interesaban por asistir a las ceremonias de honor en las que él siempre era protagonista.
Empezó a creer que esa infancia felíz que recordaba solo era una ilusión creada por su mente, en un intento por compensarlo.
Sus ahora ausentes padres nunca lo dejaron a la intemperie en el aspecto económico... Pero ¿Y en lo emocional? se sentía solo, él con sus libros y sus libretas llenas de números, solo eso. También estaba la servidumbre, pero el afecto que recibía por parte de algunos sirvientes nunca llenó ese vacío que sentía por la falta de afecto familiar.
Creció en la soledad, nunca dejando de lado sus proyectos a largo plazo, desarrolló ambición, amplió sus conocimientos, no se preocupaba por lo que haría con su economía, legalmente al cumplir 20 años la empresa de su padre pasaría a ser suya, y no había nadie que pudiera hacer algo al respecto.
Con 17 años ya tenía claro lo que haría con su solitaria vida. Una vez obtuviera todo el poder que le corresponde se iría de esa casa en la que algún momento muy disperso de sus recuerdos fue felíz, haría casi magia con la empresa de su padre y la haría crecer todo lo posible; para eso se estuvo preparando por tantos años, después de todo eso se centraría en lo más difícil; encontrar a alguien para amar perdidamente y que ese alguien también lo ame a él.
Justo como lo pensó, así pasó. Al cumplir sus 20 años se hizo propietario de ese negocio familiar tan próspero, pero si de algo estaba seguro es de que ahora sería aún más próspero, porque nunca un Kim había presentado tal astucia y tal ambición, ningún Kim pasó por tantos desprecios por parte de sus propios progenitores.
Rápidamente cumplió con lo propuesto, la empresa ahora a su cargo no podía ir mejor, con sucursales en diferentes puntos del mundo, todo marchaba a la perfección en su vida laboral. Su vida personal seguía igual de solitaria.
Como lo planteó con 17 años, cuando empezó a manejar sus propios ingresos económicos se mudó de casa de sus padres, a un departamento de soltero, con una sola sirviente; no necesitaba que su hogar estuviera lleno de personas que solo estarían allí por trabajo.
Desde entonces no volvió a tener noticias de sus padres por años, se había enterado de que luego de que su padre haya dejado a su cargo la empresa estos se habían ido a unas largas vacaciones por toda Europa.
No supo de ellos hasta que una tarde de un domingo recibió una llamada de su supuesta progenitora, se cuestionó el contestar, terminó haciéndolo ya que una llamada por parte de ella no era nada común.
Su madre con voz quebrada y tono arrepentido le pedía... No, le suplicaba que le perdonara, a ella y a su padre.
Estaba atónito.
Totalmente sorprendido trató de evadir las súplicas de su madre, que luego de minutos llorando le pidió verse en algún lugar agradable, para conversar.
Accedió solo por una razón, convencerse así mismo de que sea cuál sea la razón del espontáneo arrepentimiento, escuchar esta solo sería una pérdida de tiempo. El daño emocional que le hicieron ya estaba hecho.
Al domingo siguiente ya estaban sus padres sentados en el sofá grande de su departamento, con una taza de té humeante en sus manos.
Nam ni siquiera se había sentado, solo esperaba ansiosamente que todo ese teatro acabara rápido para seguir con su monótona rutina.
— Hijo, por favor toma asiento. — Su padre fue el primero en hablar, tras dejar de lado su taza de té.
— No me llames así. — Kim respondió inmediatamente de forma cortante.
— Es lo que eres, Namjoon. — Su madre habló con esa misma quebradiza y muy cínica... O eso pensaba Kim de la voz de su madre. — Eres y siempre seguirás siendo nuestro hijo.
— Yo dejé de ser su hijo en el momento en que ustedes me hicieron a un lado. — En ningún momento la voz de Nam dejó de ser calmada.
— Déjanos hablar, por favor. — Pidió su padre. — Aprovechamos nuestras vacaciones para probar una nueva forma de vida espiritual.
— Créeme que eso no me interesa en lo más mínimo. — Finalmente Kim tomó asiento en el sillón individual, manteniéndose con los brazos cruzados.
— Pues eso que no te interesa en lo más mínimo fue lo que nos hizo recapacitar. — Habló ahora su madre. — Nam, Dios nos mostró lo valioso que eres. Nosotros nunca esperábamos tu nacimiento, quedé embarazada por un accidente, nos casamos siendo obligados por tus abuelos, no teníamos opción. Yo no amaba a tu padre y él tampoco lo hacía conmigo. Con el tiempo pudimos amarnos mutuamente pero el hecho de que por tí hayamos tenido que abandonar tantas cosas... De verdad que nos lastimó. Cuando nos alejamos de tí fue por un momento de rebeldía, creyendo que de esa forma quizás podríamos soltar ese rencor que guardamos por tantos años. Pero a pesar de todo eso, Dios finalmente no dió a entender que debemos amarte, por el simple hecho de ser nuestro hijo.
Jamás tendremos vida eterna si no te damos el lugar que te corresponde en nuestros corazones.
— ¿Qué mierda? — Kim tenía una sonrisa amarga en los labios. — Ustedes son verdaderamente patéticos, pero eso no es lo importante aquí... — Se vió interrumpido.
— Hijo, por favor... — Su madre se atrevió a interrumpir.
— No, cállate tú, no me interrumpas cuando hablo. — Con una tono de voz más alto Kim se levanta del sillón. — En primer lugar no me importa lo que les haya hecho entender su supuesto Dios, me vale mierda. En segundo lugar, ¿qué culpa tuve yo de que ustedes hayan sido unos irresponsables? Les recuerdo que yo no pedí nacer, y en tercer lugar; ¿de verdad vinieron a hacer todo este show solo porque les preocupa la supuesta y estúpida vida eterna? Porque eso fue lo que entendí. — Nam se paseó por el salón con su mano izquierda metida en el bolsillo y en la otra enumerando lo que decía.
— No nos hables así, solo queremos que nos perdo... — Su padre abrió la boca solo para ser interrumpido por su hijo.
— Oh, cállate por lo que más quieras. — Se estaba empezando a alterar. — Me gustaría pedirte amablemente... A ambos, que se larguen de mi casa si no quieren que yo los saque por mi propia cuenta. Aunque debo admitir que me fascina lo increíblemente patéticos que ustedes pueden llegar a ser.
Lo había intentado tantas veces.
Por más que intentaba encontrar a esa persona para amar perdidamente no lo lograba, ¿Por qué todos en el mundo parecían seres llenos de malicia y egoísmo? Empezaba a creer que nunca encontraría a alguien así de irreprochable como tantas veces lo imaginaba estando solo en su habitación.
Pero lo que no sabía es que quizás pronto pensaría diferente gracias a la propuesta de un fiel socio suyo.
Choi Jong, un hombre de casi 50 años, fiel socio de Namjoon. La relación entre ambos se había ampliado más allá de lo laboral, de vez en cuando quedaban juntos para algún plan, además de compartir una variedad de gustos, eran buenos socios.
Kim se encontraba en su amplia oficina revisando un par de documentos, hasta que el silencio fue interrumpido al escucharse como tocaban la puerta.
— Adelante — Kim concedió el permiso para entrar a quien sea que haya tocado.
— Mi buen amigo y socio. — Choi entró a la oficina con su característica sonrisa en los labios.
— Que sorpresa, no te esperaba. — Kim al ver de quién se trataba regresó su vista a los documentos que leía. — ¿Pasa algo?
— Nada de urgencia. — Choi tomó asiento en uno de los dos sillones frente al escritorio de Namjoon. — Solo venía a preguntar por tus planes para estas vacaciones de primavera.
— Pienso pasarlas en mi casa. — Comentó Kim con desinterés.
— Justo como lo pensé, es por eso que vengo a ofrecerte una humilde invitación.
— ¿Humilde? nada que venga de tí es humilde. — Finalmente Nam dirigió su vista al hombre frente a él.
— Yo creo que sí lo es. — Choi se encogió de hombros. — Me gustaría que te quedes estás vacaciones en casa de mi familia, en Daegu. Estará mi esposa, mis hijos y por supuesto yo. La pasarás bien.
— Wow — Fue lo único que dijo el moreno tras algunos segundos. — ¿Quieres hacer oficial nuestra relación? — Bromeó.
Ese tipo de bromas eran muy frecuentes entre ellos.
La risa de ambos se escuchó en la oficina.
Kim accedió a ir con la familia de su socio, no le haría mal cambiar de ambiente. Normalmente sus vacaciones se consumían entre las solitarias paredes de su apartamento, cambiar eso podría hacerle bien, fue lo que pensó.
Choi le contó que su familia vivía en una casa bastante grande a las afueras de Daegu, él por su trabajo no pasaba mucho ahí, pero hacía todo lo posible por ir seguido.
Tenía a su esposa Margaret con la que ya llevaba 25 años de casados, tres hijos; dos hijas mayores y por último un chico.
Kim en verdad estaba interesado por conocer a la familia de su socio, pues este hablaba maravillas de la misma. Quería comprobar por si mismo si eran tan afables y portentosos como contaba su socio.
Acordaron que partirían rumbo a Daegu apenas empezarán las vacaciones de primavera, Choi no quería desperdiciar ni un minuto de vacaciones.
Capitulo dedicado a:
Notita:
Eres como un ser de luz, las estrellitas que me das me sacan una caliente sonrisa.
Siento amor por usted.
🔥🥵🔥
El hombre que trabaja y bebe... Déjenlo gozar la vida 🎵🎶🎵🎶🎵🎵
Buenas
Cuál es el truco de Wattpad? La publicidad? Necesito publicidad?
Yo iba a decir algo más... Qué era? Mmmmmmmm
Aaaah si
El próximo capítulo será una continuación de este... Probablemente este capítulo tenga muchas continuaciones... Probablemente.
Yyyyyyyyy
Toma agua, come bien, duerme las horas correctas, y dedícate tiempo.
¡ES UNA ORDEN!
Bai perros