🔮: ¿Visiones?.
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—Si está muerto.
—No, no lo está —responde el sheriff—. Hasta nuestros perros de búsquedas hicieron el recorrido y no lo encontraron.
—Pues mi perro es mucho mejor rastreador —dice la peli-verde, enojada.
Subía las escaleras de forma tensa y apresurada siguiendo a la directora y al oficial. Merlina, quien estaba a un lado de su hermana estaba analizando todo. Era imposible que Rowan haya desaparecido cuando literalmente lo destrozaron delante suyo.
La charla en la oficina de la directora fue aún más tensa y más cuando las hermanas Addams pidieron dar una declaración privada con el sheriff, escuchando como su directora iba a otra oficina para más extraoficial, dándoles una mirada puntiaguda a ambas alumnas antes de salir.
—Están encubriendo el homicidio de Rowan —fue lo primero que dijo Merlina—. Por eso limpiaron la escena del crimen.
—¿Es tu opinión profesional como hija de un asesino?
Caos, de forma pacífica se levanta de la silla, mirándolo de forma matadora.
—No mencione a mi padre si no desea perder la lengua —amenaza, calmada—. Le aseguro que es tres veces más hombre que usted.
—Amenazar a un oficial se puede pagar con cárcel, niña —responde el hombre.
—Ya estuve ahí —dijo, divertida.
Sintió la mano de su hermana posarse con la suya y se calmó, dejándola hablar a ella.
—Addams, tuve una noche larga y ya me cansé de sus juegos —dice, frustrado.
—Puede pensar lo que quiera, pero decimos la verdad —insiste Merlina.
—Oh, vamos sheriff —se mofa la hermana mayor—. Quiere negarlo, pero en el fondo de su cabeza hueca sabe que tenemos razón.
—¿Por qué?
—Porque los tres aquí presentes sabemos qué hay un monstruo ahí afuera —le responde Merlina, mirándolo fijamente—. Y Rowan es su víctima más reciente.
El sheriff luchaba con las miradas retadores y tétricas de ambas hermanas, pero el sonido de la puerta los hizo girar, haciendo notar a una de las oficiales.
—¿Sheriff?
—¿Qué?
—Tiene que ver esto —dice, abriendo la puerta lentamente y haciendo notar una figura.
—Debe ser una jodida broma —gruñe Caos, caminando rápidamente hacia Rowan y agarrándolo de la chaqueta—. ¿Cómo mierda lograste sobrevivir? —no tenía ningún solo rasguño, nada—. Dime.
—¡Addams, suéltalo! —le dice el sheriff, y la joven acota su orden de forma agresiva, tirando al adolescente.
Ambas chicas fueron enviadas nuevamente a sus respectivas clases, pero Caos frenó a Merlina en mitad de la escalera, acercándose a ella.
—No es Rowan —dijo de inmediato.
La de trenzas ladeó la cabeza.—¿De qué hablas?
—Cuando uso mis poderes siempre se queda una marca. Siempre. Él no tenía absolutamente nada ni en sus manos, rostro o cuello —explica rápidamente.
—¿Y si solamente no le afectó?
—Oh vamos, Miércoles. Lo hice volar como un puto peluche por el árbol. Es imposible que no deje marcas. —La chica estaba frustrada—. Xavier tiene marcas en sus manos, y eso que solo tuvimos dos acercamientos.
Y si, eso se pudo malinterpretar de mil maneras.
La menor frenó, murándola con una mueca.—¿Xavier te tocó?
—Tal vez —dice, silbando por lo bajo, pero se paniqueó al ver la mirada de su hermana—. ¡Que asco, Merlina! No de esa forma, iu.
—Hasta aquí huelo tus hormonas alborotadas —menciona, comenzado a bajar—. Volvamos al tema principal; ¿qué haremos con Rowan?
—Manda a Dedos a que lo siga, debe de fallar en algo y lo atraparemos —y justo sonó la campana cuando llegaron al primer piso—. Te veo luego, fenómeno —dice, estirándole una trenza y salir corriendo a su otra clase.
🔮
Estaba sentada en el pasto con la cabeza de Oscuro en sus piernas mientras ayudaba a pintar el bote que usarían para una competencia de la academia. No entendía mucho, pero Enid sobornó a oscuro con comida y el perro de la pasó insistiéndole a su dueña hasta cansarla y no le quedó de otra por aceptar.
—¡Si Bianca vuelve a ganar me arranco los ojos! —dice Enid, exagerando.
—Pagaría por ver eso —habla una voz, detrás de Enid y Caos sonrió al ver a su hermana.
—Te paso el link de la Deep Web, fenómeno —pensó sus palabras, no queriendo reír—. Ah cierto, no tienes teléfono.
—Sabes lo que pienso respecto a esos aparatos, creados para...
—...manejar nuestro cerebro —completa la mayor a la par que ella lo decía.
Volvió a mirar lo que estaba pintando, haciendo pequeños trazos de color blanco que simularían ser los bigotes del felino que Yoko estaba dibujando, riendo de vez en cuando ante la frustración de Enid y las bromas de Oscuro.
—Caos ayudará —escucha decir a su hermana, caminando detrás suyo, mirándola y sonriéndole de forma macabra cerca de su cara, siendo la única en verla cuando Caos levantó la cabeza—. Xavier es compañero de Rowan.
—¿Y qué con eso? ¿Quieres que llore o qué? —hace una mueca, y ve a su hermana bufar.
—Si eso pasa, llorarías sangre y aunque me gusta la idea, no es el punto ahora —responde, palmeando su hombro—. Investiga, Caos. Investiga.
—Sobórname y lo haré.
—Te doy un 5% de mi oro —ofreció, sabiendo que era lo único que su hermana querría.
—El 8% —negocia.
—El 5% y mi ballesta.
—Trato —dice, levantándose del suelo.
—Que bella hermandad —comenta Enid, con notoria ironía.
🔮
Xavier estaba tensando su arco cuando escuchó el ladrido de un perro y luego la imagen de Oscuro corriendo delante suyo lo hizo bajar la flecha con el arco, poniéndose de cuclillas y acariciando al canino.
—Hola, Oscuro —saluda, sintiendo a alguien ponerse detrás suyo—. Y hola a ti también, Caos —dice, sin voltearse, pero sabiendo que donde estaba Oscuro, siempre estaba ella.
—Hey —dice, agarrando otro arco.
—Creí que solo tu hermana vendría hoy —menciona, recordando lo que la directora le había comentado sobre las clases extracurriculares.
—Al parecer también quiere que yo tome alguna clase —responde, tensando el arco.
—¿Alguna vez has usado un arco?
—Solo con blancos vivos. Mis hermanos, por ejemplo —dice como si nada, mirando el punto rojo y lanzándolo de forma perfecta.
—¿No tienes ninguna pregunta?
—Si, una. —Admitió, volteando a verlo—. ¿Cuando viste por última vez a tu compañero Rowan.
El chico se quedó confundido.—¿Al chico que fue asesinado por un monstruo? —se burla un poco para fastidio de la chica—. En el festival, justo antes de que subamos a la maquinaria. Después ya no volví a hablar con él. Sus cosas estaban empacadas esta mañana —tira el dato que Caos necesitaba.
—Busca a Merlina —le indica a Oscuro—. ¿Y no estuvo raro?
—De hecho si, comenzó hace dos semanas —dice—. La telequinesis puede afectar tu mente —hace un gesto en la cabeza, tragando seco.
—Ni que lo digas —murmura por lo bajo—. Más cuando pierdes el control.
—Él comenzó a asustarme —dijo sin pensarlo, para después tensar su arco y lanzar la flecha mientras volvía a hablar—. ¿Y a que otra clase irás?
Ella se encogió de hombros.—No lo sé. Tal vez vea uno dónde están los vampiros o algo así.
—No deberías, son demasiado atrevidos —dice de inmediato, pero balbucea un poco ante la mirada atenta de Caos—. No dudarán en coquetear contigo o querer pasarse.
—La ultima vez que alguien quiso pasarse conmigo terminó sin un dedo —emitió, levantando sus hombros.
—¿O sea que si quiero coquetearte me quitarás un dedo? —curiosea, acercándose a ella.
Caos, apretó los labios.—Tal vez haga una excepción.
Xavier iba a decir algo más, pero Caos puso en su pecho el arco apenas pudiendo atajarlo y vió como ella comenzó a caminar lejos de él.
🔮
—Y entonces mi madre comenzó a gritar al encontrarme con la chica en mi habitación —comenta Yoko, caminando por los pasillos.
Ambas chicas se dirigían s su clase que se encontraba en el invernadero o huerta d ella academia donde la mayoría de los alumnos tomaban clases.
—¿No te dijeron nada? —pregunta Caos, abriendo la puerta.
—Nah, al principio no aceptaron que su hija sea bisexual —responde un tanto desanimada—. Me aislé en mi mundo en donde la mayoría del tiempo me preguntaba ¿está mal lo que soy?
—No está mal amar. Sigue siendo amor, sin importar el género —le dice Caos.
—¿Alguna vez amaste a alguien, Caos? De forma romántica —aclara.
Y ella se quedó pensando más de lo debido. No amaba a nadie, nadie excepto a su familia y a sus armas, pero de forma romántica jamás. Nunca sintió las supuestas mariposas o como su madre le dice, cucarachas. Aveces veía a sus padres yam enamorados, donde sus ojos reflejaban una chispa embriagadora o aquellos comentarios halagándose el uno al otro. Muy en el fondo anhelaba eso, no era como su hermana que se cerraba a la idea de enamorarse.
Si quería hacerlo, pero a su debido tiempo.
Entonces justo antes de ingresar a la clase ella respondió.
—No, no he amado a nadie de esa forma.
—Tal vez pronto lo hagas —comentó hacia su compañera de habitación, despidiéndose de ella para sentarse en otro lugar mientras que Caos se quedó mirando la clase con una mueca.
No le gustaba tanto las flores, de hecho era alérgica s algunas.
Quiso quejarse cuando la maestra la hizo sentarse a lado de un vampiro con un ojo morado, ignorándolo olímpicamente cuando quiso intentar hablarle de forma coqueta. La clase estaba por comenzar y sintió como alguien lentamente le quitaba las tijeras que tenía en su mano ya que estaba al borde de clavárselo al vampiro.
—Cámbiate de asiento —dice Xavier, poniendo la tijera sobre la mesa—. Ella se sienta conmigo.
—No lo haré —niega, pero Xavier pone su cuaderno sobre la mesa—. ¿Quieres sentarte con la loca? ¿Bromeas?
—No, muévete. —su mirada volviéndose más seria—. ¿O quieres que otro ojo se vuelva morado? —y al parecer ese comentario asustó al vampiro, ya que se levantó rápidamente, dándole su asiento.
Caos miraba todo atentamente de forma callada, sintiendo como Xavier se sentaba a su lado sin decir una sola palabra comenzando a dibujar. Ella no comentó nada, pero sabía lo que al vampiro le había pasado, sin embargo no sabía quien lo había hecho. Yoko le había contado esa mañana como uno de los vampiros fue golpeado por otro estudiante cuando hablaba mal de ella y Merlina, saltando en su defensa.
Y ahora supo que era Xavier el que las había defendido.
Giró hacia atrás viendo a Merlina sentarse junto con Enid, preguntándole con la mirada que había pasado, viendo a su hermana menor formular con los labios un: Te cuento luego.
Sintió algo enrollarse por su brazo, bajando la mirada rápidamente y viendo como el dibujo que Xavier estaba haciendo comenzaba a salir de la hoja. La serpiente dibujada comenzaba a pasearse por sus dedos y deslizarse por la mesa de forma lenta. Ella sonrió un poco, acariciándolo.
—Dudo que a Caos le impresione sus trucos, Sr Thorpe —exclama la maestra pelirroja.
—De hecho si lo hizo —responde Caos, mirando a la profesora de forma puntiaguda.
Tanta amabilidad le parecía falso.
—Ve, si la impresionó —dice Xavier, sonriendo levemente.
Caos miró al chico antes de mover a la serpiente nuevamente sobre el cuaderno y viendo como Xavier lo volvía nuevamente un dibujo, para después cerrar el cuaderno para que así la profesora comenzara a hablar nuevamente.
—Estamos encantados de que ambas hermanas Addams nos acompañen —dice la maestra, viendo al dúo—. en este recorrido por el mundo de las plantas carnívoras —sale detrás del escritorio para ponerse delante de toda la clase—. Bien...¿quien puede decirnos el nombre de esta belleza?
Caos blanqueó los ojos ya que Bianca levantó la mano sin siquiera permitir que la muestra termine de hablar, pero su hermana había sido más rápida, respondiendo. Fue entonces que una disputa entre ambas comenzó en busca de quien respondía y conocía más la planta. Caos ni se estresó en hablar, no conocía absolutamente nada de plantas. Simplemente se había inscrito en aquella clase para estar con Merlina.
—Quizás tengas competencia, Bianca —comentó la adulta, haciendo notar el disgusto de Bianca, la sonrisa burlona de Caos y la mirada desinteresada de Merlina—. Caos, tal vez puedas mencionar cualidades de la orquídea fantasma —la chica levantó la cabeza, mirándola con una mueca. No quería responder—. Todos participan en mi clase, no serás la excepción.
Caos miró sobre su hombro y pudo escuchar el susurro de su hermana, ayudándola ya que sabía de su desconocimiento en esta materia.
—Resistencia y adaptabilidad. Puede crecer en ambientes hostiles y adversos —finaliza cuando Merlina terminó de susurrarle.
—Pero su sola presencia puede cambiar el ecosistema, causando que las plantas establecidas la rechacen —continua Bianca, saliendo de la nada.
—¿Y a ti quien te preguntó? —la mira de forma desinteresada.
—La rechazan por qué la especie nativa crece sin control —se une Merlina, sin importarle.
—¿Las hermanitas uniéndose para defenderse? —se burla la sirena.
—¿Sabes para que otra cosa solemos unirnos? —pregunta Caos, poniendo sus codos sobre la mesa—. Planear la exterminación de plantas, ¿quieres que te lo enseñemos?
—¿Aún hablamos de flores? —pregunta Xavier, en voz alta.
Claramente no hablaban de flores.
🔮
Ambas hermanas estaban en la habitación de Merlina viendo algunos papeles ya que Merlina había descubierto un logo en la hoja que Rowan había lanzado hacia la chica.
—Busqué en todos lados, pero según la maestra esa hoja pertenece a un libro de un grupo llamado los oscuristas —menciona la azabache, sentada sobre su escritorio.
—¿Hasta un culto satánico tienen? Cool, quiero unirme —comenta—. ¿Dónde firmo?
—Caos, es en serio —se cansa, lanzándole otro libro para que buscara.
—Yo también —responde de forma calmada.
Leía cada página del libro que su hermana le había dado, ojeándolo con aburrimiento y notando que era un libro de cocina, tirándolo a un lado y jugueteando con unas piezas rojas de ajedrez que había allí, girando a mirar a su hermana.
Sabía que algo más le pasaba a Merlina, viéndola aún más tensa, si era otra persona no lo notaría, pero Caos conoce perfectamente a la menor, cada mínimo músculo. Ella la conocía.
Y fue por eso que se levantó, agarrado una silla extra que había allí y colocándolo a un lado de su hermana, agarrando sus manos e ignorando las quejas de la menor, obligándola a mirarla.
—¿Qué ocurre, fenómeno?
—Nada, solo mi estrés al no encontrar el mendigo libro —responde calmada, viendo la ceja arqueada de su hermana.
—Puede mentirle a todos, pero a mi no, Merlina Addams —le dice, seria—. Algo más ocurre y no estás queriendo decirme. Y no entiendo porqué ya que nos contamos todo...
Merlina se queda callada mirándola, sabía que en la única persona que podía confiar ciegamente era en su hermana mayor. Ella se quejó, blanqueando los ojos con fastidio cuando Caos seguía mirándola de esa manera, esa manera que hacía que su frío y negro corazón se ablandara tan solo un poco.
—Puedes decírmelo. Si te sientes cómoda, claro —aclaró, no queriendo presionarla de todo.
Y entonces Merlina comenzó a contarle todo. Desde la primera vez qué pasó cuando se enteró lo de Pericles, el señor de las manzanas y Rowan. Ella se había soltado con la única persona con la que se atrevía a hacerlo.
—¿Visiones? —repite, suspirando levemente antes de hablar—. Era cuestión de tiempo, Merlina.
Y ahí ella supo que era algo serio ya que su hermana no solía llamarla por su nombre tan seguido.
—Madre sabe más del tema que yo, pero lo único que puedo decirte y aconsejarte es que no dejes que esto te obsesione o se vuelva necesario para todo —le dice—. Habla con madre, ella te lo explicará todo.
Merlina era astuta, entonces usó el momento para volver a sobornar a su hermana luego de haber asentido de forma tranquila y diciéndole que hablaría con su madre.
—Si necesitas algo solo pídemelo y no lo hagas sola.
—Ya que tienes un alma tan caritativa...—deja sus palabras al aire—. Si tengo algo con lo que puedes ayudarme.
Caos entrecierra los ojos hacia ella.—¿Qué cosa?
—Necesito que entres a la habitación de Xavier y busques algo que nos ayude a saber sobre los oscuros —pidió de forma rápida, quejándose cuando su hermana comenzó a negar.
—No, no lo haré —se levanta de golpe—. Olvídalo. No me sobornaras esta vez.
—¡Pero dijiste que me ayudarías, Caos! —le recrimina—. Solo ayúdame con esto y no te volveré a pedir algo así.
—No iré.
Y Merlina sabía que en algún punto de la noche ella la convencería, sonriéndole de forma macabra y llamando a Oscuro ya que él siempre la ayudaba a convencer a Caos.
—No lograrás sobornarme esta vez, Merlina Addams —dice segura de sí misma, cruzándose de brazos.
Nada la convencería. Nada.