Mi madre repetía mi nombre una y otra vez diciendo que me tenía un sorpresa, pero yo no quería bajar. No quería ver a nadie, ni ser vista por alguien. Me levante de la cama y caminé hacia mi ventana. Mi padre antes no me tenia sorpresas pero ahora era la nueva Julieta, y a esta chica si le tenían sorpresas. Estaban tan metidos en mi vida ahora, que una parte de mi extraña ser la hija ignorada por sus padres. Si supieran que la nueva Julieta se ha encontrado con la vieja, y ha hecho de su fantasía una realidad, me repudiarían como hija.
Nate era mi modo de ser feliz. Juro que nunca me había sentido tan feliz en mi vida, como cuando estuve con él. Todo fue tan hermoso. Él había sido tan dulce conmigo que moría por seguir con él. Pero tenía que darle un espacio, si él sabía que yo era Julieta, debía tener su espacio. La loca de Julieta Briz lo amaba hasta morir y era una chica que soñaba y suspiraba todo el día por él, y si él quería tener eso devuelta en su vida, tenía que estar consiente de lo que todo implicaba. Dejarlo, después de haber hecho el amor fue tan difícil para mí, pero ya no quería ser la Julieta hostigosa, la chica obsesionada. Ya no, y él lo tenía que saber.
Sé que todo es confuso, pero yo me entiendo. Lo amo tanto y todo me parece tan irreal. Sus manos en la mías, nunca nada se sintió tan bien como eso, su cabello….la forma en que besa, me hipnotiza. La forma en la que hizo suya, la manera en que me sentí la mujer más hermosa mientras el recorría cada centímetro de mi cuerpo besándolo, todo era un sueño, una película de amor…¡no! todo era mucho mejor.
- ¡Julieta! –volvió a gritar mi padre trayendo a la realidad-
Baje la escalaras, me dolía solo un poco mi cuerpo, pero había disfrutado mucho más.
Papá y mi mamá me esperaban ya en mesa, ninguno sonrió cuando me vio.
- ¿qué pasa? – me senté rápidamente alado de mi papá
- ¿cómo fue la cena con lo padre de Charles? –dijo mi mamá mirándome fijamente-
OH MI DIOS, CHARLES.
- Bien. –mentí, Charles me va matar. Por dios, ¿qué he hecho? ¿cómo lo pude olvidar?
Me levante de la mesa rápidamente.
- ¿A dónde vas? –la voz molesta de mi padre me detuvo-
- A llamar a mi Char. Le dije que lo llamaría cuando estuviera en casa y lo olvidé. Ha de estar preocupado.
- Está bien, hija. –mi mamá sonrió enseñando su perfectos dientes y yo corrí a mi habitación en busca de mi teléfono-
Había llamadas perdidas de Charles y mensajes también. Sin leerlos lo llamé.
Tardo un poco en contestar pero lo hiso.
- Char –rogué-
- ¿Cómo sigues, Julieta? Estaba preocupado por ti.
- ¿Preocupado? –¿por qué no estaba gritándome?
- Eva me avisó que estabas enferma.
- Oh si – ¡amo a mi nana!
- Estaba esperando a que llamaras, dijo que habías estado durmiendo todo el día con fiebre y sólo te parabas a vomitar. ¿quieres que vaya a verte? Tu nana dijo que estarías bien, pero estoy preocupado por ti.
- No, Char. Estoy mejor, pero ahora…tus padres…lo siento.
- No te preocupes, Cariño. Ellos entendieron.
Charles era tan bueno, no se merecía a una chica tan ruin como yo. Me había acostado con otro mientras el pensaba que estaba enferma.
- Perdón, Charles – mi lagrimas salieron- te quiero.
- No llores, amor. Todo está bien. ¿pudo ir a verte?
- Sabía que esa cena era importante para ti….
- Tú eres importante, Julieta. Podemos dejar la cena para otro día, ¿si?
- Oh charles – No puedo hacerle esto a Charles.
- Julieta, ¿segura qué estás bien? Te sigues sintiendo mal…
- No, ya estoy mejor. No te preocupes, mañana en la escuela nos vemos.
- Me parece perfecto. Te quiero, Julieta.
- Y yo a ti. – no mentía, en verdad lo quería. Era un chico maravilloso y yo no lo merecía. – Hasta mañana.
- Hasta mañana, descansa.
Con esto cerré mi teléfono y limpie mis lágrimas.
Había olvidado la cena por estar con Nate. ¿Cómo pude ser tan egoísta? Yo tenía un compromiso y lo olvide. Y encima lo engañé, ¡no podía ser tan mala!. Me había comportado horrible y Charles no se merecía esto.
Tengo que pensar, lo sé. Pero no lo haré ahora, ahora que por fin está conmigo. Tenemos cosas que resolver, pero de alguna manera u otra él no me quiere fuera de su vida. Es mi Nate, siempre lo he querido y ahora lo tengo.
Volví a la cena con mis padres, su sorpresa no era más que otro auto nuevo. ¿Podían ser mis padres más superficiales? Quizá si la sorpresa hubiera sido un abrazo de ambos lo hubiera disfrutado más. La conversación fue algo banal, en mi mente había muchas cosas en que pensar. Cuando la cena terminó corrí a ver a Eva.
- Yo hablé con Charles.
Eva me estudio un raro para luego hablar.
- ¿Y bien? –fue lo único que preguntó, quería explicaciones y se las debía. Ella me había salvado.
- No sé si decirte, Eva.
- ¿Es algo malo? –preguntó preocupada-
- Supongo. –cerré los ojos- Me estoy viendo con alguien más.
Mi nana se quedo muda de la impresión.
- No quiero lastimar a nadie y sé que esto está mal.
- ¿quién es?
- No lo puedo decir.
- ¿por qué no? –dijo más preocupada que antes- Julieta, no puedes andar ocultando la verdad.
- No es tiempo de decirlo. Es un hombre mucho más grande que yo, es una persona importante y muy reconocida.
- ¡Julieta!
- Ya sé que está mal, pero lo amo.
- ¿lo conozco?
- Si –susurré al borde de las lagrimas-
- Nana, no puedo decirte más. Si te he contado esto es porque confió en ti y sé que no dirás nada y te debía una explicación por ayudarme con Charles.
- Esto no me parece bien, Julieta.
- Lo sé, pero lo amo tanto y nunca pensé que…que…no sé, nana…esto es como un sueño.
Mi nana guardo silencio, estaba asimilando toda la información que le había soltado de golpe. Necesitaba decirlo. ¿Alguna vez han sentido que guardan cosas en el pecho y tienen ganas de salir? A mí me sucede constantemente desde que dije que dejaría a Nate Días en mi pasado. Bueno, él regresó y todo explotó.
- Mi niña –Eva me abrazó- Desde hace unos días he notado un cambio en ti. Tienes un semblante más preocupado pero hay veces que sonríes de la nada. Eso no te pasaba antes, y te he observado. Sea lo que sea preocupara pensar con la cabeza fría y no con el corazón. Pero si piensas con ambos –dijo apuntando a mi corazón y después mi cabeza- todo será mucho mejor.
- Soy feliz, me siento feliz desde que lo vi. –el día de la carretera fue el mejor día de mi vida-
- Y me alegro por eso. Pero tienes decisiones que tomar. Tienes una obligación con tus padres y un novio que te adora.
- Lo sé.
- Piensas las cosas muy bien.
- Lo haré.
Nos dimos un abrazo más y entre lágrimas me dirigí a mi cuarto. Mi teléfono sonó cuando ya estaba en mi cama. Era mi príncipe, Nate. ¿Se irían alguna vez esa sensación de mariposas en mi estomago?
- Hola. –pronuncie un tanto nerviosa-
- Hola, Julieta. –su manera de pronunciar mi nombre me derretía-
- ¿qué pasa, Nate?
- ¿A qué hora nos vemos mañana?
Guarde silencio. Mañana no podía verlo, tenía que estar con Charles.
- ¿Puede ser otro día?
- ¿por qué? –su tono cambio de sensual a enojado sexy-
- Tengo escuela…
- Te pasaré a buscar a tu escuela.
- No puedo.
- ¿POR QUÉ NO? LO PROMETISTE.
- Está bien -suspiré- Por estar contigo me olvide de la cita con mi novio y su familia.
- ¿Yo te hago olvidar, nena? –ahí estaba su voz sexy burlona contra mi-
- Algo así. Estaré con Charles mañana.
- ¡NO!
- No me grites, te estoy escuchando perfectamente. –dije algo molesta-
- No quiero que lo veas.
- ¿Y tú quien eres para prohibirme cosas?
- Julieta –gruñó-
- De acuerdo –me reí- Sólo arreglare una cosas con él y nos vemos después.
- Te espero en mi casa. –era una orden más que una pregunta-
- Si. –suspiré- ¿Nate?
- Dime.
- ¿No estoy soñando verdad?
- ¿Soñar?
- Si. Tú. Hacer el amor. Yo. Tú casa. Esta llamada…Nosotros. Dime que esto es real.
- Lo es, Julieta. Eres real y yo también.
Dios mío, lo amo tanto.
- ¿Julieta?
- ¿Sí?
- ¿Ya no me piensas mandar cartas?
Su voz sonó tan malditamente sensual. El quería jugar, bueno…yo también puedo jugar.
- No sé.
- ¿qué?
- Si quieres más cartas te las tienes que ganar.
- ¿cómo?
- Cumplimiendo todo lo que te pedía en ellas, obviamente.
Escuche una fuerte carcajada yo reí con el.
- Te veré mañana, Nate.
- Está bien, nena. Sueña conmigo.
- Siempre.
Dicho esto colgamos el teléfono. Técnicamente tenía muchos problemas pero ni esos problemas evitaron que mantuviera mi sonrisa hasta quedarme dormida.
¿Soñar con él? Yo no conocía otro mundo que no fuera “soñar con Nate”. Ahora ya no sólo un sueño, ahora todo se sentía tan real.
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Al parecer hay más "Nalieta" (Nate+Julieta=Nalieta) por ver. Pero ¿qué tan complicada la relación entre el musica más famoso y una chica normal? Bueno, eso ya lo veremos pronto, chicas! Gracias por sus comentarios y esperemos que comente y voten este capitulo para poder subir el otro rapidamente. Gracias a mi fans, las amoooooo. JAJAJAJA Hasta ahorita ¿cúal ha sido su moemnto favorito de todo? xfis contesten en sus comentarios. Un beso enorme y que tenganun hermoso día. Bye.
PD: No he subido porque estoy escribiendo una nueva "novela" les gustaría que le subiera un pedaso? He estado planenado borrar mi otra novela "State of emergency" porque he estado totalmente en blanco con respecto a esa historia. Podia remplazarla con la nueva ... ¿qué opinan?