"Misión en las olas, p9."
Los brillantes rayos del sol se abrieron paso entre las hojas de los árboles, iluminando toda la mañana.
Una bella chica castaña vestida con un kimono rosa caminaba tranquilamente entre los arboles, cargando una canasta con diferentes tipos de plantas y hojas. Ella se agachó para recoger más plantas de las que necesitaba, cuando sintió como un rayo de luz la impactaba en los ojos. Volteo hacia el lugar donde venía ese rato de luz, grande fue su sorpresa al ver a una joven rubia, completamente dormida sobre el pasto verde.
La castaña observó a la rubia con detenimiento, la recordaba de alguna parte. Entrecerro los ojos y se quedó viendo a la joven, en un momento su cerebro hizo *click* y recordó en lugar donde había visto ese rostro; durante la pelea de Zabuza y Kakashi, esa niña había engaño a Zabuza con ayuda de su compañero. Por su culpa casi mataban a Zabuza.
Una rabia silenciosa se extendió por todo su ser. Lentamente se acercó a la niña, mientras extendía su brazo. Se arrodilló junto a ella y de inmediato su mano se dirigió al cuello de la rubia. Sería fácil matarla ahora, que estaba sola e inconciente, si la mataba ahora no tendrían que preocuparse después, cuando Zabuza atacará al puente.
La castaña siguió extendiendo su mano, pero se detuvo en seco, esa solo era una niña, ¿Realmente tenía que matarla? Se preguntó para si misma, sus manos dudaron, pero algo hizo que retrocediera de inmediato. La rubia había abierto un ojo y había reforzado el agarre en un kunai que no había notado.
- Ahg - Un quejido salió de sus labios mientras cerraba sus ojos con fuerza y se sostenía la cabeza con su mano libre. A juzgar por su reacción y la manera en que se sentó, parecía que hasta ahora no había despertado realmente. Lo anterior había sido solo un reflejo al notar su presencia.
La rubia se talló la cara con su mano mientras trataba de acostumbrar su vista a la luz, luego de que lo hizo, miró a la chica castaña con curiosidad, no parecia haber notado que esa misma chica trato de matarla hace solo un momento.
- Uhm, yo... ¿Hola? - La rubia ofreció un saludo luego de haber estado viéndose intensamente con la otra chica.
La castaña reacciono y rápidamente volvió a su labor de recoger plantas y hojas.
- Lamento haberte despertado, solo vine aquí para recoger algunas plantas para ayudar a un amigo que se encuentra mal. - La castaña explico mientras no prestaba atención a lo que recogía.
La rubia la miro divertida, ella era alguien que no podía usar ninjutsu médico, por eso usualmente usaba plantas medicinales cuando hacía sus propios ungüentos y otras pomadas. Por eso no dudó a la hora de decir:
- Pues yo en tu lugar no llevaría esa... Es venenosa y puede causar alergias. - Explico mientras recordaba la planta del catálogo de especies que nunca se debería usar en un ungüento. La castaña por su parte se puso roja de vergüenza, miro a la planta en su mano y en cuanto confirmo que lo que decía la rubia era verdad, tiro la planta.
En lugar de quedarse como idiota, la castaña desvío la conversación.
- ¿Y tú eres ninja? - Pregunto haciendo que su reciente pareja de plática entrecerrara los ojos. - Lo digo por tu banda ninja, ¿Es de una aldea, no?
- Si. - Respondió luego de dudar un rato. - ¿Qué hay de tí? ¿Eres ninja?
La castaña tuvo un pequeño temblor. Sin que la rubia lo notará, lentamente dirigió una de sus manos a un sembon que tenía escondido bajo el kimono rosa que traía puesto.
- No, solo soy un civil, lo único interesante en mi es que entiendo de ungüentos y medicina. - Explico con tranquilidad. - Soy Haku, por cierto.
Haku extendió su mano y luego de un momento la rubia la tomo.
- Naruko Uzumaki, es un gusto, Haku-chan. - Devolvió el saludo con un sonrisa que desapareció en cuanto escucho a Haku reír. - ¿Qué sucede?
- No, no es nada. - Explico Haku luego de contener la risa.
- Hmmm - Murmuró, no convencida. - ¿Quieres que te ayude a recoger las plantas? - Se ofreció amablemente.
Haku asintió con una sonrisa dulce y rápidamente después ambas estaban recogiendo plantas.
- Y... Haku-chan, ¿Porqué recoges plantas? ¿Qué le sucede a tu amigo?
- Ah, el... El está enfermo... - Explico de manera inexpresiva. - Y se hizo algo de daño haciendo tonterías, así que tengo que ayudarlo.
Naruko dejo escapar una risilla. Esa descripción de su paciencia le recordó a algunas personas.
- Pareces alguien que también está en el mundo de la medicina. - Comento Haku. - ¿Eres un médico o algo así?
- Algo así. - Se encogió de hombros. - Pero realmente no me puedo concentrar al 100% porque soy... Pues, una ninja.
- ¿Ser ninja no es peligroso? - pregunto con el ceño fruncido. - Digo, tienes que ir a misiones peligrosas y entrenar mucho, nunca entendí porque lo hacen. - explico. - ¿Tú porqué lo haces, Naruko-chan?
- ¿Yo?... Es que tengo un sueño. - Hizo una pequeña pausa. - ¡Ser la ninja más fuerte y convertirme en la mejor hokage que haya existido! - Gritó extendiendo un puño al cielo.
- Eso suena interesante. - Haku se rasco la barbilla. - Me parece bien, pero... ¿Porqué querrías eso?
- Eh... Yo. - De repente su voz tartamudeo, Haku se interesó ante eso y subió su mirada para verla. - Yo... Me gustaría que la gente me reconociera, me valorará como persona... - Explico con tristeza. - Por eso quiero ser hokage, creó que si lo soy... La gente comenzará a respetarme.
Soltó un suspiro melancólico.
- Suena complicado.
- Lo es.
El silencio reino, Haku se había detenido de recoger plantas, pero Naruko seguía.
- Aunque también me interesa mejorar como ninja médico. - Comentó distraidamente, mientras inspeccionaba una planta.
- ¿Ah, sí? ¿Es un requisito para ser hokage? - Comento Haku mientras se reía bajito.
- No. - Respondió dejando la planta en la canasta. - Yo también tengo amigos que son muy torpes... - Explico con un suspiro. - Se lastiman y siguen como si nada, no van a un hospital e ignoran la herida, ni siquiera intentan curarla por si mismos. - Resoplo. - Por eso me gustaría mejorar como médico, así podría estar segura de que se van a recuperar.
- Eso es muy considerado de tú parte. - Haku sonrió con ternura. - Pareces tener unas personas muy especiales.
Naruko se sonrojo en las mejillas, Haku se rió un poco antes de pararse.
- Gracias por ayudarme a recoger plantas, Naruko-chan. - Agradeció mientras limpiaba su kimono. - Te deseo suerte con tus personas especiales.
- De nada, igual te deseo suerte con tu persona especial, Haku-chan.
Haku, que ya se encontraba alejándose, paró en seco y habló sin girarse.
- Por cierto, soy varón.
La cabeza de Naruko explotó momentáneamente. ¿Cómo? Esa hermosa chica, ¿Un varón?
Haku se rió a la distancia, mientras más se alejaba la mente de Naruko colapsaba lentamente.
- ¡Es más bonito que yo y que Sakura! - Exclamó luego de un rato de aturdimiento.
Mientras sus pasos hacían eco en el suelo, rápidamente se encontró siguiendo el sendero. Mientras Haku caminaba tranquilamente, se encontró con alguien que le hizo apretar su canasta con furia.
Un chico pelinegro con vestimenta blanca y azul estaba caminando en dirección contraria a la que el iba. En un momento se cruzaron, y momentáneamente contuvo la respiración mientras pasaba a su lado. El peli-negro pasó sin prestarle atención en lo más mínimo, pero aún así no pudo soltar la respiración.
Sasuke se detuvo y volteo la mirada hacía atrás, haciendo donde había ido una chica castaña. Parpadeó un par de veces, le resultó familiar, pero lo ignoró para concentrarse en la chica rubia que llacia acostada sobre el pasto con cara derrotada.
- ¿Qué haces? - Pregunto viendo a su cara inexpresiva.
- Varón... Más bonito. - Murmuró con la mirada perdida.
- Oi, no fuiste a desayunar. - Gruñó molesto. - Eres realmente alguien mediocre, ¿Dormiste aquí afuera? - Pregunto al mismo tiempo que caminaba hasta estar cerca de ella.
La rubia se sentó casi de inmediato, para nada ofendida por el insulto, si no que su nariz logro captar el olor de comida caliente.
Distraidamente miro a Sasuke, quien traía un bento con el. Ella parpadeó y miro detenidamente al azabache, el dirigió su mirada hacía otro lado con un sonrojo, y se agachó para sentarse en el suelo.
- Uh, ¿Un bento?
- El desayuno paso hace más de una hora, idiota. Te traje esto porque fue lo único que pude conseguir. - Explicó mientras desenvolvía el bento.
Una vez que estuvo todo el bento revelado, se le hizo agua la boca. La noche anterior no había podido comer bien y su estómago no estaba muy feliz por haberse saltado en desayunó.
- ¿Tú lo trajiste? ¡¿Para mí?! - Habló con emoción mientras veía a la comida. - ¡Eres realmente alguien muy dulce, Sasuke!
El azabache se paralizó al mismo tiempo que se sonrojaba.
- ¡Come tu comida y deja de decir tonterías, Usuratonkachi! - Exclamó con la cara toda roja.
La cara de Naruko pasó de estar feliz a parpadear incrédula, luego se enojo.
- ¡¿A quién llamas Usuratonkachi, Teme idiota?! - Gritó mientras lo apuntaba con su dedo índice.
- ¿Ves a alguien más aquí, Usuratonkachi?
Naruko infló los cachetes y se cruzó de brazos, giro la mirada indignada.
- Ah... - Sasuke suspiro.
El sonido de algo siento destapado sonó. La rubia seguía sin ver al azabache, y siguió así hasta que esté le llamó.
- Anda, toma. - Habló algo nervioso mientras extendía unos palillos con algo de carne y verdura en ellos.
- ¿Vas a darme de comer? - Pregunto con los ojos en blanco.
- ¡No lo hago por ser amable, Usuratonkachi! - Gruñó con molestia. - Tienes las manos sucias. Va a ser antihigiénico y asqueroso que uses los palillos con las manos sucias.
Naruko tardó unos segundos en procesar, pero al final acepto, de todas maneras tenía hambre y Sasuke tenía razón, sería asqueroso tomar los palillos después de haber husmeado en la tierra para buscar plantas.
Sasuke estuvo dándole de comer hasta que el último trozo de verdura se acabó, luego de eso suspiro y guardo todo lo que había traído.
- ¡Muchas gracias, Sasuke! - Agradeció con su sonrisa brillante. - Prometo que cuando regresemos, ¡Yo te voy a invitar la comida! - Exclamó con alegría. Tenía su palma extendida y su otra mano en el pecho, como prometiendo que lo haría.
- ¿Cómo una cita? - Murmuró sin verla a los ojos, mientras se rascaba suavemente la barbilla.
- ¿Eh? - Naruko se quedó inmóvil. - ¿Qué dijiste?
- Es como una cita... ¿No?
- ¡¿Qué?! ¡No! - gritó. - ¡¿Porqué ustedes siempre tienen que pensar en salir a comer como una cita?! - Exclamó decaída.
- ¿Ustedes?... - Murmuró con una mueca.
- Shisui, Itachi y ahora tú... ¿Qué nunca han salido a comer con amigos?
- ¿Mi hermano te invitó a una cita? - Pregunto con desagradó.
- Eh, bueno... Ah, algo así. - Tartamudeo. - El hizo la referencia a una cita cuando lo invite a comer lo que había preparado.
Sasuke se quedó callado, en su rostro había una expresión que no pudo definir al instante.
- Hablaré con mi hermano con vuelta. - Murmuró y se paró de piso, antes de darse la vuelta para volver a casa de Tazuna.
- ¡Hey! Espérame. - Gritó mientras corría para alcanzar al azabache.
- ¡Naruko! - Sakura gritó tratando de encontrarla, pero no lo hizo. - Esto es inútil, conociéndola podría estar en cualquier parte. - Murmuró - Y Sasuke-kun tampoco a vuelto.
Kakashi, que estaba al lado de Sakura, se tensó instintivamente cuando un kunai voló desde arriba y se incrustó en el suelo delante de ellos. Al instante voltearon arriba, una sonriente Naruko les devolvió la mirada. La rubia se encontraba muy alto, más alto incluso de lo que había logrado con la ayuda de Sakura.
- Wow, ustedes parecen hormigas desde aquí. - Exclamó mientras veía abajo.
- Oh, ¿Naruko puede escalar tan alto usando solo su chakra? - Sakura murmuró impresionada.
Naruko, que estaba recostada sobre una rama, se paró de un salto, pero su repentino movimiento la hizo tambalearse. Sakura abrió los ojos al ver cómo Naruko tambalearse y Kakashi ya estaba listo para tirar las muletas y atrapar a su alumna, aunque no fue necesario. Ambos vienron como Naruko giraba limpiamente en la rama y quedaba pegada a esta, aún estando de cabeza.
- Fiu, eso estuvo cerca. - Habló con gracia al mismo tiempo que se quitaba sudor falso de su frente.
Sakura y Kakashi suspiraron, luego la pelirosa se enojo y lanzo varios insultos y regaños a la rubia por haberlos preocupado.
- No te preocupes, Sakura-chan. - La rubia hizo un ademán con la mano, quitándole importancia a todos los regaños de Sakura. Aunque su diversión duró poco, cuando sintió como sus pies se despegaban de la rama, fue inminente su caía.
¡Ah!
Cerró los ojos cuando sintió como estaba apunto de caer, pero para su sorpresa, no lo hizo. Sasuke estaba en la rama, agarrando uno de sus pies y haciendo fuerza para subirla de nuevo a la rama.
- ¿Estás bien? - Pregunto preocupado, cuando por fin había logro subirla, ahora estaban ambos sobre la rama mirándose en uno al otro mientras Sasuke la sostenía inconcientemente por la cintura.
- Ah, si. - Murmuró. - Gracias por salvarme, Teme. - Agradeció con burla mientras trataba de ocultar su nerviosismo.
- Eres realmente alguien mediocre, Usuratonkachi. - Habló con molestia en su voz.
Kakashi y Sakura vieron todo desde el suelo, claro que ninguno escucho nada debido a que estaban muy lejos.
Sakura vio con un nudo en la garganta a sus compañeros. No sabía que Sasuke podía ser tan delicado a la hora de sostener a alguien.
Kakashi soltó un suspiro viendo a la escena.
- ¿Porqué con los Uchiha? - Murmuró mientras se hacia el cabello a un lado. - Tarde o temprano tendrás problemas con ellos, Naruko.
Cualquiera que los viera pensaría que son una pareja de adolescentes adorable, pero ni Sakura ni Kakashi podían escuchar la variedad de insultos por los que ellos dos se estaban llamando actualmente.