Ohhh, The Luthor Legacy

Por Aimless_lonely_soul

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Hey, soy yo de nuevo, esta historia me pareció increíble, se encuentra en Fanfiction.net, es una historia re... Más

¡Hey, déjalo, déjalo!
¡Te hará daño amor, tienes que dejarlo!
Ahhhhhhh!
¿Oh mi amor te hizo daño, ese bicho?
Awww bebé, no dejaré que nada te haga daño
¿Pinky promess?
Ohhh, marca Luthor
Ohhh, pero sí ahí está el amor de mi vida.
¡Éxito! Woahhh
¡Sorpresa amor!
Awww
Cada vez que te veo, me enamoro más
Vamos a nuestro hogar
Ninguna flor o rosas te hacen justicia
Burghhh..."Barriga llena, corazón contento"
Hola bebé
Hora de la verdad
Eh venga!
Soy jodidamente feliz!
Jo... jode?... Karaaaaaaaa!

Cómo la primera vez

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Por Aimless_lonely_soul

Owww, ciertamente.

Geee

Y todos los ruiditos ininteligibles más adorables que pudo producir Kara.

- Exacto mi amor – le dijo Lena abrazando a su bebé.

- Te amo Lee con toda mi vida, y si me das el honor de estar conmigo, joder, pienso que mi corazón podría explotar – soltó Kara sonriendo con su corazón a mil y Lena igual

- El honor me lo das tú mi amor – soltó Lena, ambas muy enamoradas.

El honor de estar muy enamoradas.

Kara asintió y Lena asintió, ambas sonrojadas, ambas sonrientes, ambas paradas al ras, una con la otra.

Kara entonces decidió que "la primera vez de Lena" por segunda vez, tendría que ser espectacular, tal como ella se lo merecía, tal como la reina que era, ya que era muy posible que Lena recordara esta vez cómo su primera vez, si no consiguiera recuperar sus recuerdos del todo.

Hummm

Ahhh

Con mucha emoción en ambas.

Kara cogió con ambas manos su carita, besándole delicadamente, primero halando el labio inferior y después el superior, halando mordiendo, lamiendo, sujetándolo entre sus dientes – te amo Lee – dijo Kara muy enamorada, desvistiéndose y delicadamente quitándole la bata a su Lee, tratándola cómo el ser especial que era, el amor de su vida, aunque para algunos temprano, para Kara, ella lo tenía muy claro, Lena era el amor de su vida y lo sería hasta el último día de sus vidas.

- Mierda Lee, el corazón me va a mil – le dijo sonriente

- El mío también mi amor – replicó ella

Suavemente Kara llevó a Lena a su cama, a su muy enorme cama muy suavecita. Lena se recostó y Kara a un lado de ella, besándole delicadamente, acariciándole, su carita, sus manos, entrelazando sus manos.

Kara besó sus labios, la línea de su mandíbula, el lóbulo de sus orejas, su cuello, y de ahí bajando a besos, por su clavícula, repartiendo pequeños besitos entre el valle de sus hermosos pechos.

Adorando uno, jugando con el otro, dándole mucha atención a ambos de sus pezones, mordiendo uno, jugando con sus dedos en el otro, amasando un seno, mientras le daba atención al otro, entre gemidos y gimoteos sueltos y resueltos de su Lee.

Kara con tanta emoción en su pecho, con tanto amor, que se sentía llorar. Entre sus brazos la criatura más hermosa del mundo, la más especial.

- Te amo demasiado mi Lee – le susurró, besando su torso entrelazando la mano derecha con la de su Lee.

- Kara, Kar… - los gemidos de su Lena, woahhh, espectaculares, Kara gravando cada segundo de todo en su memoria.

Kara descendió esparciendo ricos besos en su torso, sus curvas, sus deliciosas curvas – ñam, ñam – decía ella juguetona, haciendo referencia de que estaba para comérsela, y que sí, haciendo soltar a Lena unas risitas muy adorables.

Kara muy rojita al igual que un tomate, muy rojita, fue descendiendo por el cuerpo de su Lena repartiendo besitos, colocando las piernas de su Lena sobre sus hombros, mordiendo, besando el interior de sus muslos.

- ¿Puedo? – preguntó ella mirándole con un brillo especial por su mirar.

- Sí, sí – decía Lena entre gemidos

- Amor mírame, por favor mírame – pidió Kara y así lo hizo Lena – te amo bebé – le susurró antes de adorar la zona íntima de su mujer, ella lamiendo, besando su clítoris, dándole unas mordidas, introduciendo la lengua en la intimidad de su novia, haciéndole el amor a su novia, a su Lee.

Todo ante la intensa mirada de Lena, quién le veía con los ojos nublados por la excitación y el amor, su pelito desbordado, su sonrisa enorme, y sus hoyuelos muy marcados.

Lena era toda una belleza, una delicia.

Y Kara la adoró cómo tal, cómo el ser especial que ella era.

Kara amó cada segundo de Lena, cada segundo que tardó Lena en llegar al orgasmo, y después de ello, ella bebió cada gota del delicioso elixir de su Lee, sabor al almizcle.

Kara ascendió por su cuerpo, conteniéndola, cobijándola, estrechándola entre sus brazos.

- Amor, amor – decía Lena sin aliento

- Todavía no bebé, todavía falta mucho más bebé – susurró ella, bajando su manito, arañándole con las uñas su camino hacia su intimidad, otra vez en medio de gemidos y gimoteos de ella - ¿puedo? – volvió a pedir permiso Kara, susurrándole a su oído, con ella cómo cuchara grande, y su Lena cómo la chiquita, pero esta vez con la mirada, con la punta de sus dedos en la entrada de su interior.

Lena asintió, girándose y acomodándose en su lugar favorito hasta ese momento, el espacio entre la cabeza y su cuello de Kara, ella probó e intentó primero con un dedo, intentando ser gentil con su amor, para después usar los dos dedos, logrando un vaivén constante que nuevamente provocó intensos gemidos y gimoteos en ella cómo también el acompañamiento rítmico de sus caderas, ambas haciendo el amor, ambas muy enamoradas intentando ser una sola.

- Te amo Lee, te amo – le susurraba Kara con voz entrecortada, con mucha emoción en su corazón imposible de contener.

- Amo – contestó Lena en igual estado fundiéndose ella en un beso muy amoroso, que sabía un poco salada por las lágrimas derramadas, lágrimas de felicidad inmensa.

Kara con un poco de unos empujes más, logró que su Lee se venga nuevamente, y llegue susurrando su nombre, mirándole, ambas llorosas, ambas demasiado amorosas, demasiado enamoradas.

Kara conteniéndola en todo momento, cobijándole, en su segundo orgasmo, prolongándole todo lo que se pueda. Para después procurarle mucho amor, muchos besos, muchos susurros suyos.

- Duerme mi Lee, duerme princesa, aquí estaré cuándo despiertes – le susurró Kara ambas fundiéndose en un abrazo, que intentaba unirlas más de lo que ya estaban y estrían toda la vida.

Kara tapó a ambas con la sábana y así en su brazos se permitió gravar la imagen en su mente de su novia, la imagen más hermosa hasta ese momento de su Lee, ella limpiándole con el dorso de su mano sus ojitos, su sudor, el rastro de sus lágrimas, así cómo estaba su Lena, era la imagen más hermosa que Kara pensó tener de Lena.

Y aunque no se equivocaba, ella tendría incluso mejores con el tiempo. Pero esta imagen, así tal cuál de la reina de su corazón, de su princesa, de su todo, se la llevaría en el corazón para siempre.

En esa tarde de invierno, ambas hicieron el amor.

Pasadas unas horas, entrada la noche, Lena se levantó lentamente sintiéndose dolorida en todos los lugares especiales, más ese dolor satisfactorio que ella deseaba volver a sentir una vez recuperada, sintiendo esa satisfacción enorme que es conectar con tu alma gemela en todo aspecto, agradecida con el universo por haber podido encontrar a su persona, pidiendo también fe y paciencia para poder mantenerla con gracia de todo lo que es bueno y hermoso en esta vida, para siempre.

- Para siempre – pensó con gran sonrisa y felicidad.

Lena se levantó lentamente, despegándose de los brazos de su Kara ante el ceño fruncido de ella aún con los ojos cerrados al no querer dejarla ir.

- Awww – arrulló ella colocándose un mechón de cabello detrás de su oreja.

Lena besó ese ceño fruncido, mordiéndole, lambiéndolo, causando una gran sonrisa en su Kara.

- Awww mi bebé – le arrulló ella mirando su hermosa carita y luego al ser ella muy curiosa y muy adoradora de la belleza femenina, de la belleza de su Kara.

Ella suavemente corrió la sábana muy despacio por el cuerpo de su Kara, viéndole sus hermosos senos y esos cuadraditos, joder, demasiado caliente.

Lena se mordió los labios.

Lena imaginó cómo sería hacerle el amor a su nena, hasta que ella se dio cuenta de que no tenía que imaginarlo más, su Kara le había hecho el amor, ellas habían compartido un momento íntimo impresionante.

Ella estaba dispuesta a replicarlo.

Lena colocó ambos de sus brazos a cada lado de su novia. Empezando por besar el lóbulo de sus oídos, su naricita, la línea de su mandíbula, besarla, morderla, adorarla.

- Hola mi amor – le susurró a Kara viendo que en su carita se formaba una muy, pero muy hermosa sonrisa.

Lena empezó a descender por el cuerpo de su amor, amasando con ambas manos sus deliciosos senos.

- Aahhhhh – se despertó Kara con un suspiro sonriéndole enormemente al verle ahí, haciendo lo que estaba haciendo - ¿Estás ocupada? – preguntó con voz ronca causando un escalofrío por toda la columna vertebral de su Lee.

- De hecho sí, muy ocupada – dijo Lena después de recostarse sobre el cuerpo de su amor y empezar a darle atención especial a ambos senos.

- Hummm – ronroneo Kara colocando sus manos en el pelito de su Lee arañando su cuero cabelludo.

Gemidos y gimoteos de ambas, llenaban el ambiente.

Lena amasaba uno, jugaba con sus dedos con el pezón, lo lamía y volvía a darle atención al otro, chupándolo, amasándolo, mordiéndolo, halando y soltando en un juego perpetuo.

- Leeeee – susurraba Kara mordiéndose los labios, y Lena al mirarle así, se calentaba más.

Lena con cada gesto de su Kara se calentaba más.

Ella después con sus manos, con sus uñas, empezó a arañar el torso de su novia, sus cuadraditos, a los que tanto amaba.

- Te amo Kar – susurraba Lena dibujando con las yemas de los dedos cada cuadradito, lamiéndolos, adorándolos cómo la maravilla que eran.

- Cómo que te gusta mucho – soltó Kara muy excitada por la visión que tenía enfrente, a su Lena actuando muy sexy, siendo plenamente libre y muy, pero muy feliz.

- Me encanta – le respondió ella – pero creo que a ti te gustará más – dijo después ella, descendiendo por su cuerpo, colocando ambas piernas sobre sus hombros para tener pleno acceso a su zona íntima.

La sóla imagen de aquello, ufff.

- Lista bebé? – susurró Lena

- Muy lista amor – contestó Kara entre gemidos.

Lena usó sus dos dedos para entrar al interior de su novia.

- Ahhhh – soltó ella por el súbito envión de adrenalina – mierda, mierda Lee – empezó a jurar después cuándo ella lamió su clítoris, a la par que iniciaba un vaivén constante y ascendente para que ella llegue al orgasmo.

Kara con una mano apretó sus sábanas, y con la otra la entrelazó con el cabello de su amor delicadamente.

- Hummm, hummm – murmuraba Kara entre movimientos, arqueando la espalda, y dejándose ser.

Lena aprovechó para seguir y seguir estimulando su clítoris, aun después que Kara llegó con un grito de su nombre, Lena siguió, lamiendo cada gota con sabor a almizcle que salió de su novia.

- No es suficiente – pidió Lena queriendo más, por lo que fue a otro orgasmo, usando su lengua para penetrarla con lo sensible que estaba – más bebé – pidió Lena amasando con ambas manos el hermoso trasero de su novia.

- Muy firme – gritó su mente

Ella iniciando movimientos rítmicos con su lengua y poniendo presión con ambos dedos sobre su clítoris, enviando una sobrecarga sensorial a su novia. La mejor que Kara había tenido desde siempre.

Ufff, delicioso.

Con Kara descendiendo su mirada y viendo a su novia dedicándole especial atención a su zona íntima.

Una imagen sin dudas, que le estaba volando la cabeza, ya que ni en sus mejores sueños hubiera podido imaginar tal cosa.

Kara con el pasar de los minutos, se vino por segunda vez, agradeciendo también ser capaz de tener múltiples orgasmos, cosa que pensó que Lena se sentía también feliz.

Kara se vino con un gran gritito esta vez.

- El ruidito más lindo del mundo – pensó Lena subiendo por le cuerpo de su amor, observando su rostro aún contorsionado por los pequeños espasmos del orgasmo, de su segundo orgasmo.

Teniendo Kara los ojos al fondo de su cerebro, el corazón golpeándola a mil, y viendo negro, apunto del desmayo.

Una sobrecarga sensorial en todo sentido, la mejor de todas.

Lena besó a su muy agotada novia, cada segundo que ella estuvo fuera, intentando recuperarse, Lena jugó con sus cuadraditos arañándolo con las uñas a cada instante, así cómo también le susurró palabras amorosas al oído.

Y tanto, tanto así fue el impacto en ambas, el de poder estar así una con la otra completamente vulnerables, que ambas se miraron y soltaron un par de lágrimas o muchas a la par que sonrisas llorosas.

- Me hiciste llorar Kara – decía Lena susurrando

- Lo siento mi vida, aunque tú también.

- No lo sientas amor – dijo ella sorbiendo su nariz – te amo demasiado, que da miedo – le susurró colocando su cabeza sobre su pecho y entrelazando sus manos ambas intentando recuperarse.

Kara aprovechó para llevar una de sus manitas y besar cada dedito de ellas, y para diversión de Lena después la otra manita y después su boquita y toda su carita

Lena soltando una risita ante los diminutivos de Kara que narraba la escena..

- ¿Qué? – preguntó ella adorablemente – debería besar cada centímetro de tu cuerpo, toda tú, te mereces adoración.

- Incluso mi trasero? – preguntó Lena levantando una ceja muy coquetamente.

- Sobre todo, tu trasero, me encanta tu trasero - le dijo acariciando su colita. Ambas con los cuerpos entrelazados con la sábana enredada en sus cuerpos.

Ambas ese día, hicieron el amor y deseando dormir acurrucadas en el cuerpo de la otra, siendo por ratos Kara la cuchara grande y Lena la chiquitita, pero algo muy importante les interrumpió cuándo ellas estaban adorándose mutuamente.

Brughhhh...

Un sonido muy particular, Lena rió encantada, Kara rió muy sonrojada.

- Awww amor, tu pancita está pidiendo comida urgentemente – dijo Lena con gran seriedad, para luego ambas mirarse y estallar en risas cómplices.

Lena le dio un besito muy dulce sobre los labios.

Luego ella se levantó, totalmente desnuda hipnotizando a Kara por completo.

Woahhh su novia era impresionante, y su sonrisa, esa pequeñita cómplice dedicada sola ella aún más.

Kara sonrió enormemente, muy, pero muy enamorada de esta hermosa criatura terrestre.

Kara se levantó luego yendo al baño del cuarto de invitados para darse un baño.

- Algún día nos bañaremos juntas – se dijo a sí misma, poniéndose muy rojita, aunque ellas ya habían hecho el amor y habían visto todo de ambas.

El bañarse ambas, era muy íntimo, consideró Kara, pero algún día lo harían, eso le trajo otra enorme sonrisa.

Después del baño, ella llamó a Alex pare decirle, aunque era muy tarde en la noche, que al siguiente día regresaría a National City.

- Estoy muy enamorada Alex – le dijo muy feliz

- Ufa – se quejó Alex

- ¿Qué, qué pasó? – pregunto ella preocupada

- Más allá que Magguie acaba de ganarse 100 dólares y se está riendo mucho – y de fondo se oía las risitas encantadoras de ella – tendré que darle una real oportunidad a Lena, ya que va a ser familia.

- Sí – asintió Kara – sé que lo harás – le dijo – eso me hace más feliz, todos seremos familia.

- Y eso es lo único que importa hermanita, te amo – le dijo antes de despedirse

- Te amo mucho también – se despidió Kara de ella.

Para luego ir junto a su novia a cocinar, algo sano esta vez. A comer y de ahí a dormir acurrucada con su novia.

Deseando así que esto que tenían ambas, dure para siempre y se expanda...

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