Un pequeño trato [kiribaku]

De LeOkumura

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Dos versiones distintas de una misma historia pueden causar catástrofes en el amor. Katsuki y Eijirou son he... Mais

ACLARACIONES
Prólogo
~Capítulo 1~
~Capítulo 2~
~Capítulo 3~
~Capítulo 4~
~Capítulo 5~
~Capítulo 6~
~Capítulo 7~
~Capítulo 8~
~Capítulo 9~
~Capítulo 10~
~Capítulo 11~
~Capítulo 12~
~Capítulo 13~
~Capítulo 14~
~Capítulo 15~
~Capítulo 16~
~Capítulo 17~
~Capítulo 18~
~Capítulo 19~
~Capítulo 20~
~Capítulo 21~
~Capítulo 22~
~Capítulo 23~
~Capítulo 24~
~Capítulo 25~
~Capítulo 26~
~Capítulo 27~
~Capítulo 28~
~Capítulo 30~
~Capítulo 31~
Epílogo

~Capítulo 29~

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De LeOkumura

¿por qué contigo?

- ¿no significa nada?

- No significa nada.

Sus bocas volvieron a unirse, esta vez más suaves que antes, disfrutando cada sensación. Tanto su ropa, como la de Katsuki, se fueron desprendiendo lentamente. Sus cuerpos encajaron perfectos como siempre, como si hubieran sido creados justos y los hubieran separado tiempo después; los jadeos se mesclaban con los de su amado, sus labios recorrían sus pechos y cuello, mientras que las manos del cenizo se aferraban en su espalda. Su unión era cálida y cada que sentía el cuerpo del rubio estremecerse de placer le repetía que lo amaba sin recibir respuesta. La mano suave de Bakugo posó en su mejilla y limpio una lagrima.

¿estaba llorando? ¿en qué momento él...?

Al mirar, vio los ojos carmín del chico nublarse; Katsuki, al ser descubierto, estuvo a punto de retirar su mano, cuando Eijiro lo retuvo, se removió bajo sus dedos, le beso la palma y creo un hilo de besos hasta llegar a sus labios, donde susurró su mayor suplica:

- Dime algo- Bakugo movió sus caderas para distraerlo, el pelirrojo estaba en su limite, pero resistiría lo que pudiese solo por oír su voz antes de que se acabara, pues sabía que no tendría otra oportunidad. - por favor.

Mordió su labio inferior. No quería que acábese. No todavía.

El cenizo le besó, para después abrir sus ojos con lentitud; prolongado la espera, el momento en el que, por última vez, se desnudara ante Kirishima.

- Je t'aime – dijo entre suspiros.

- Eso es francés- ya no podía resistirlo, mucho menos con los labios de Katsuki temblar de placer- ¿Qué significa?

- Averígualo tú mismo.Cerró los ojos al sentir su orgasmo. No paso ni dos segundos para que el rubio le siguiera. Un último beso antes de marchar.

...

Je t'aime

De vuelta a su realidad; mirar a Katsuki provocaba que aquella frase rebotara en su mente. Era consiente que debía concentrarse en el "ahora", sin embargo, era demasiado tenso como para no querer a perderse en sus recuerdos.

Ambas familias estaban sentadas alrededor de la mesa sin tocar ni un milímetro de su plato. Sus madres Kyoko, y Azumi estaban sentadas a su derecha mientras que Ochaco, Bakugo, su madre y la señorita Kenji estaban sentados en ese orden del lado opuesto de la mesa. Eijiro propuso que nadie cogiera la cabecera de la mesa demostrando que todos tenían el mismo nivel de importancia en la cena. Todos e excepción suya tenía su mano dominante cerca de sus armas, listos para sacarlas y matarse unos a los otros; por otro lado, pensaba en hacer lo mismo y darse un tiro en la cabeza para acabar con su sufrimiento.

- Hace mucho que no teníamos una cena como esta- dijo Azumi tratando de romper el hielo, aunque lo único que provoco fue la incomodidad de todos, por supuesto lo notó. Miraba mucho a la mayor de los Bakugo. - hola, Mitsuki.

Este sujeto su cubierto con tanta fuerza que los nudillos se pusieron blancos.

Abrió la boca para calmar el ambiente, pero alguien más se le adelanto.

- No vinimos a convivir- soltó Katsuki- venimos a hablar sobre nuestro enemigo en común.

- ¿Cómo sabemos que en realidad esto no lo están haciendo ustedes? - dijo despectiva la pelirroja

- Mamá- le llamó entre dientes.

- A diferencia de ustedes, nosotros cumplimos nuestras palabras- respondió casi a gritos el cenizo, mirando a la pelinegra.

- ¿Y eso que significa?

- ¿Tú qué crees?

El teñido se irguió hasta ponerse de pie con tal velocidad que se mareo. Se mantuvo firme, incluso cuando camino de prisa a donde estaba Bakugo y lo arrastró hasta la cocina, no sin antes lanzarle una mirada suplicante a Yaoyorozu para que tratase de que no se desatara el infierno tan de prisa. Una vez lejos de los oídos ajenos, soltó al menor.

- ¿Quieres ayudarme? - gruñó en un susurro. Se sentía frustrado, por la cena, por Bakugo, los Monoma, el mismo, todo era frustrante y no tenían tiempo para amenazas que no iba a cumplir en ese momento- ¿puedes dejar tu rencor un poco de lado solo para resolver este problema?

- ¿Qué esperabas que pasa exactamente? ¿EH?- contestó casi gritando.- ¿que nos sentáramos a cenar, lanzáramos chistes y olvidáramos lo que ha pasado en los últimos veinte años? ¿O mejor aún, vaya y abrace a tu familia como si fueran mis personas favoritas? ¿Eso es lo que esperabas o es muy poco?

Tenía razón, ¿Qué esperaba? Las cosas eran más complicadas que eso, sobre todo en los últimos días; así fuera que todo el desastre de hace tres días no se hubiese desatado, tensión seguiría. Suspiro cansado. 

- Bakugo- murmuró- ayúdame ¿sí? No te pido que no las odies, te pido que mantengamos la calma entre los dos- el cenizo lo escuchaba atento y con el ceño fruncido- tú lo dijiste: nos necesitamos. No importa lo que haya pasado entre nosotros, te pido esto como aliado, no me dejes solo.

Algo en la mirada de Katsuki destello, fue muy fugas, casi imperceptible, pero ahí estaba.

Estaba asustado de no salvar a Bakugo, ya ni siquiera le interesaba si su mafia caía por culpa de los Monoma o no, lo único que rondaba en su mente era la seguridad de la persona que amaba, aunque este no le correspondiese.

El cenizo bufó y dio un paso adelante.

- Bien.

No pudo evitar sonreír. Él también un paso al frente, tomó la mano derecha de Katsuki entre la suyas y la apretó con firmeza.

Te voy a salvar, mi amor. Así me cueste la vida, lo haré.

- Gracias.

- Ya volvamos.

Sero aguardaba en un callejón lleno de basura a que Neito saliese de aquel bar. Lo había seguido el die entero y este era justo el momento que estuvo esperando. Una vez el rubio pusiese un pie fuera del establecimiento, Hanta se haría cargo de él. Estuvo casi dos horas esperando a que el desgraciado saliese, sin embargo, envuelto en su silencio, un sonido sordo lo alteró.

Al girarse, con el arma apuntado, vio a una chica pelirrosa asomada por la puerta trasera del local. Se agachó y con mucho esfuerzo levantó un cuerpo inconsciente. El conocía ese cuerpo inconsciente y también a esa chica.

- ¿Mina? - la joven apunto su arma frenética en dirección a la voz. Al reconocerlo un suspiro de alivio invadió sus labios y bajo la pistola.

- eres tú.

- ¿está muerto? - fue lo primero que preguntó. Si sí lo estaba significaba que había perdido en tiempo.

- Claro que no- dijo comenzando a moverse para cerrar la puerta a sus espaldas- lo necesito con vida. - una vez se reacomodo para apoyarse, lo miro extrañada- ¿Qué haces aquí?

Tan solo señaló a Monoma para mostrarle que estaba ahí por la misma razón que ella, aunque no estaba muy seguro de ello. Como si le hubiese crecido una tercera pierna, Ashido lo miro de arriba hacia abajo, era una expresión de curiosidad.

- ¿para que lo quieres?

- Kirishima quiere interrogarlo.

- ¿Por qué?

- Quiere salvar a Bakugo, supongo. ¿Tú para que lo quieres? - esta vez entendió perfectamente el lenguaje de sus ojos al decirle "¿Cómo para qué? ¿Idiota?". Sin decir más, se giró para caminar por el callejón, él le siguió por detrás para ver a donde iba. En eso, de una camioneta negra, salió Kaminari para ayudarla con el cuerpo. Sero no podía estar más sorprendido

 - ¿Qué haces aquí?

Al parecer su amigo no lo había visto, porque también se impactó de verlo. Su sorpresa engrandecía al ver una cabellera purpura asomarse desde el asiento del conductor.

- Hola- dijo esta. - ¿te nos unes?

Estaba en shock mientras veía a Neito estar en la base del carro. La puerta seguía abierta y la pelirrosa lo observaba en espera de una respuesta.

Sus amigos la están ayudando, hubiese entendido por que Kaminari estaba con ella, pero ¿Jirou? Ella era mil veces más razonable que Denki; aun así, ahí estaban, justo con lo que necesitaba, ahora que lo pensaba ¿cómo es que Ashido había dejado inconsciente a Monoma? Esta pareció leer su mente, pues hablo.

- Ventajas de una mujer hermosa y las drogas- se halago a ella misma.

 - ¿vienes o no?

¿Tenía otra opción?

- Las familias llevan más de una hora en la mesa- respondió la mujer del otro lado del teléfono- lleva quince minutos de retraso, ¿Cómo procedemos?

Dai se acariciaba la cien, irritado. Desde su asiento se estiro para alcanzar el celular que era especialmente para comunicarse con Touya y marcó. Espero tres timbrazos hasta que cogió la llamada.

- Dabi- canturreó ocultando su molestia y hablando como si aquel inútil le agradase- llamo para saber, por qué el retraso. No quiero presionarte, pero estoy seguro que tu hermano tiene prisa.

- No lo haré- dijo su voz detrás del celular- haz lo que quieras.

El enojo en su pecho no se contuvo más y golpeó con fuerza su escritorio. El ordenador tenía el detonante del pequeño Todoroki en plena pantalla.

Tras respirar, el fuego en su pecho se apaciguo. Su hijo no le contestaba las llamadas y uno de sus hombres le había informado que lo había visto ser subido a una camioneta, inconsciente.

- Mira, te daré otra oportunidad, ¿Qué te parece? - dijo con la mandíbula tensa- tienes media hora para hacer lo que te pedí, de lo contrario el pequeño Shoto sufrirá las consecuencias.

- Adelante- respondió el pelinegro con frialdad.

Sin titubear detonó el explosivo. Sin embargo, supo que algo no andaba bien al escuchar la estruendosa carcajada de Touya.

- El escuincle tiene buenos amigos- declaró aun con una risilla- saluda, Shoto.

- Eres muy dramático- la voz del menor llegó a sus oídos.

- Oye, Dai- le llamó Dabi, mientras él estaba atónito- vete al infierno.

La llamada había terminado y lo latidos de su corazón amenazaron de anunciar a todo el mundo, la inmensa furia que estaba creciendo. Dabi era un inútil, Kyoko era una inútil, Azumi, Mitsuki, Masaru, todos eran unos inútiles. 

Él se haría cargo ahora.

Volvió a coger el teléfono con el que se estaba comunicado antes.

- Comiza el plan b.- ordenó frio- voy para allá.

Eijiro y el quedaron en silencio. Kyoko acaba de preguntarles cómo es que eran "amigos", si es que podían llamarse así; y mientras él esperaba que Kirishima le contestara con la misma mentira que le relataron a su madre, Kirishima esperaba a que fue él quien hablara.

- ¿entonces? - insistió la peli naranja.

- Aamm... pues- comenzó su hijo, cuando el timbrazo de su celular lo detuvo. Su mirada nerviosa se trasformó en una que le encantaba al cenizo; una mirada de fuego, pronto, el pelirrojo se puso de pie- debo retirarme.

Comenzó caminar alrededor de la mesa en dirección a uno de los pasillos. Como si fuese un robot, Katsuki también se levantó, pero no se movió de su sitio, sus ojos se cruzaron con los de su amado, preguntándose qué mierda pasaba; no hace más de una hora le había pedido que lo apoyara en esa cena y ahora se largaba. Por otro lado, lo ojos del chico solo detonaron determinación y talvez... algo más.

Todos lo miraba y miraba a Eijiro, primero a uno y luego al otro. Sin embargo, eso no detuvo Eijiro quien después de unos breves segundos continuo su camino.

- Bastardo- dijo entre dientes al verlo marchar. No supo cuánto tiempo paso de pie, observando aquel pasillo.

- Katsuki- le llamó su amiga castaña. Algo en su expresión lo desconcertó, de pronto un mal presentimiento recorrió su cuerpo.

Paso tan rápido que tuvo suerte de reaccionar. La ventana colaba la luz de la noche como su única iluminación luego de que todas las luces de la casa se apagaran, escuchó el seguro de varias armas... varias armas, muchas más de la que los presentes podían cargar.

Los emboscaron.

Diablos, había sido tan estúpido.

El cenizo estaba acostumbrado la oscuridad y el cambio repentino de lugares iluminados a lugares oscuros; su vista se adaptó rápido, no es como si todo fuera claro, pero estaba bastante seguro que las personas que les habían atendido apuntaban a todos. Bakugos y kirishimas por igual.

Siete minutos antes...

En cuanto le dio la espada a Katsuki, entendió que no solo lo amaba; lo adoraba. El mundo entero podía irse al diablo, pero el amor de su vida permanecería ileso.

Al bajar los escalones se topó con una van negra. Su mejor amigo estaba recargado sobre esta con la mirada perdida, se acercó. Mientras se saludaba, Jirou y Denki salieron de cada lado de parte delantera. Se sorprendió de verlos, pues no esperaba que Sero les llamase.

- Lo tienes- no era una pregunta. Era obvio que lo tenía- buen trabajo y... gracias.

- En realidad, yo no hice nada- dijo con una sonrisa y abrió la puerta corrediza. De ella salió la morena de cabellos rosados y una sonrisa amistosa- Ventajas de una mujer hermosa y las drogas.

Ambos se regalaron una sonrisa cómplice.

- Gracias, Mina- la chica que detestó por pensar que era novia de Bakugo, le estaba sonriendo con mucha familiaridad y eso le hacía feliz.

Pronto la amable sonrisa de la chica se ensombreció a un gesto de odio; rápidamente la pelirrosa cogió el arma de su cinturón y le apuntó. Cerró los ojos al oír el seguro, no obstante, el disparo provino de sus espaldas y un cuerpo lo golpeó en su pecho hasta empujarlo al suelo. Abrió los ojos y vio a Ashido sobre él y a su amigo disparándole a un sujeto, este cayó tras los tres disparos.

Mina y Eijiro se levantaron del suelo y miraron al hombre que intentado asesinarlo de espaldas. Era uno de los guardias de la entrada. Jirou y Denki se giraron para cubrir sus espaldas. En eso, puertas y ventanas de la casa fueron selladas con enormes cortinas de metal, indicando el sistema de seguridad encendido. La casa estaba sellada.

La risilla burlona de Neito, les obligo a salir de su shock. El rubio estaba atado de pies y manos en la camioneta, riendo despacio.

.

.

.

La sangre cubría sus nudillos completamente; la nariz de Monoma no dejaba de sangrar y ya había perdido un diente, y aun con eso, el maldito se reía.

- ¡¿QUIÉN LES HABLO DE LA CENA?!

Él lo sabía, sabía que alguien los había traicionado, alguien de su propia organización, pero no quería admitirlo. Ya había lidiado con varias mentiras y traiciones los últimos días, y por más mínimo que le importara que un empleado lo hubiera hecho, con alguien debía molestarse.

- No te imaginas quien- contestó el rubio, de su boca chorreaba carmín y sus dientes estaban manchados con la sangre- pero no es por eso que estas molesto, ¿cierto? - el tono de su voz no le gustó nada, estaba lleno de burla y arrogancia, como si pudiese ver más allá que cualquier otro- es por ese puto... Bakugo. Ustedes.... JA, me dan un asco

¿Cómo el...? No, era imposible que el supiera eso. 

- Es asqueroso que dos hombres congenien como ustedes, pero... ¿siendo hermanos? - sentía su cuerpo temblar de la furia, la vista se le estaba nublando por ello. ¿Cómo es que lo sabía? ¿Cómo sabía todo eso? El aire quemaba sus pulmones, mas no podía dejar de respirar, sentía que se ahogaba- ¿te molestó enterarte? - esa risa, esa puta risa...- no se acostaron, ¿o sí? Porque eso habría sido...

Esa fue la gota que derramó el vaso. Volvió a tirar un golpe tras otro, esta vez con más fuerza, no sentía dolor, ni vergüenza no sentía absolutamente nada más que enojo. Sero lo veía con asombro, pero él no se dio cuenta, toda su atención la tenía Neito.

- ¡El explosivo que tiene ¿Cómo lo desactivo?! - gritó fuera de sí. La cara de Monoma estaba destrozada, y la misma sangre de sus nudillos se mezclaban con la de él. Lo mataría; lo golpearía hasta dejarlo inconsciente y le prendería fuego, iba a hacerlo sufrir hasta el último maldito instante de su existencia, pero antes conseguiría lo que quería. - ¡contéstame!

- Kirishima- Sero le llamó preocupado.

- ¡HABLA!

Antes de que soltara otro golpe, una explosión se escuchó dentro de la casa. Ahí es donde sintió ser despertado de un sueño, había salido de su estado de frenesí, no por completo, pero si lo suficiente para temer. En seguida buscó a sus amigos con la mirada.

Jirou trataba de alterar el sistema de seguridad desde una de las puertas mientras Mina y Denki movían una de las cortinas metálicas, no pararon al oír la explosión, fue lo contrario, se esforzaron hasta que consiguieron levantar un poco la cerradura; sin esperar un segundo, ignoró el grito de todos, corrió hasta la apertura y se deslizo dentro.

Se oyó el golpeteo del metal contra el suelo. Estaba solo en la oscuridad de su hogar, no había conseguido nada de Neito y muy en fondo era consiente que no lo conseguiría. Sin embargo, quizá podría usarlo para obtener lo que necesitaba. Pero ahora su prioridad era encontrar a Katsuki.

Estaban sucediendo demasiadas cosas malas, no obstante, presentía que había peores cosas por venir.

Le quedaban dos balas, por lo que procuraría usar sus manos si otro hijo de puta se le atravesaba. Cuando quedó solo en el pasillo, sacó su teléfono para tratar de localizar a sus amigas e ir por ellas, pero no tenía conexión; se agachó para coger los celulares de las personas que habían tratado de matarlo solo para notar que tampoco tenían.

Luego que las luces se fueron, enormes persianas metálicas cubrieron cada potencial salida de la casa, había usado una de las tres granadas que llevaba para tomar ventaja, sin embargo, con la falta de luz no vio a donde corrió, estaba solo en uno de los pasillos con tres personas muertas a sus pies, las luces de incendio brillaban con luz roja de manera intermitente.

Se oyeron pasos lentos del otro lado del pasillo, se dirigían hacia él, no tenía tiempo para buscar mas balas en los difuntos; esperó con el arma alzada. Las luces se apagaron, lo que significaba que en esos tres segundos de oscuridad no debía bajar la guardia. Cuando volvió a iluminarse, Azumi también estaba con la guardia alta.

Ahora estaban solos, uno frente a otro, apuntándose sin titubear, la pregunta era ¿Qué dispararía primero?



















La verdad si les debo una disculpa. No tengo otra excusa más que mi flojera... bueno, no totalmente. Tenía las escenas en mi cabeza, pero no lograba escribirlas como queria jijiji.

 Peroooooooooooo mejor tarde que nunca. Ya casi termina la historia y lo más seguro es que la termine después de año nuevo, pero intentaré no dejarlos sin nuevos capítulos. Ahora que estoy de vacaciones voy a aprovechar lo más que pueda para escribir. Por cierto, ya casi está el siguiente capítulo, así que no creo que tengan que esperar mucho para la próxima actualización. <3

Gracias a los que me preguntaron en Instagram si estaba bien... si lo estoy, muchas gracias, enserio <3 LQM, recuerden tomar awita y votar si les gustó el capítulo. 

FELIZ NAVIDAD <3

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