advertencia: antes de que comiencen a leer !!! este capítulo contiene temas difíciles para algunxs. si son sensibles a cualquier tipo de accidente automovilístico por favor salten el capítulo. gracias <3
★ Jensoo en un accidente ☆
Los viernes por la noche solían ser muy especiales para Jennie y Jisoo. Ninguna disfrutaba el ambiente fiestero; el insoportable sonido alto de la música, el alcohol, y tener que hablar con desconocidos les preciado bastante agotador. Es por eso que su día más preciado eran los viernes. Cuando después de una cansada y monótona semana podían disfrutar de la compañía de la otra, acompañada de una deliciosa cena, chocolate caliente y sus películas favoritas.
El tan cálido día llegó y al despertar Jisoo solo podía pensar en terminar su jornada laboral para pasar el resto del fin de semana con su pareja. Incluso había preparado con anticipación toda la comida y snacks para poder pasar una increíble noche.
—Buen día, Jisoo. ¿qué tal ese reporte?— la mencionada salió de su pequeña burbuja cuando escuchó la voz de su jefe.
—Perfecto, señor. Estará listo en menos de una hora— contestó la castaña. Había estado trabajando en ese importante reporte toda la semana; así podría estar libre para su tan esperado viernes.
Jisoo valoraba demasiado su trabajo, sus compañeros la describían como un modelo a seguir. Disciplina, organización, dedicación , y perseverancia son algunos de los adjetivos que usaban para describirla. Durante los últimos meses, se le notaba esforzándose más de lo usual para poder conseguir un ascenso; sus compañeros le aseguraban que no era necesario desgastarse, pues habían escuchando que estaba en los planes del jefe. No obstante, la castaña quería ganárselo demostrando que era una persona trabajadora.
—Lo dudo, señorita Kim.— se extrañó al escuchar la respuesta de su jefe— acompáñeme a mi oficina, por favor.
Con temor se levantó de su asiento y volteó a ver a sus compañeros de trabajo, quienes le miraron con emoción y le hacían pulgares arriba. Se alivió al ver que todos lo vieron como algo bueno y siguió a su jefe.
—Su desempeño durante estos últimos ha sido vital para la empresa. Valoramos a los empleados tan dedicados como usted.— comenzó a decir el hombre mientras tomaba asiento en su silla ejecutiva.— sabemos que sin usted, la empresa no funcionaría como lo hace ahora.
—Aprecio sus palabras, jefe. Este trabajo lo es todo para mi y siempre intento dar lo mejor.— parecía seria y tranquila pero por dentro estaba gritando y saltando, podía oler ese ascenso.
—Y todo su esfuerzo a dado frutos, señorita Kim. Bienvenida a la sección ejecutiva de la empresa. Enhorabuena.
¿Sección ejecutiva? pensó. Esto era mil veces mejor de lo que imaginaba. Sintió sus piernas temblar y se sostuvo del elegante mueble que se encontraba junto a ella. Parpadeó repentinamente debido a la sorpresa y juraba que estaba soñando. Debió haber sido muy evidente su sorpresa que su jefe asintió para asegurarle que lo que le acaba de suceder era real.
—Tenga por seguro que no lo voy a defraudar, señor. Daré lo mejor de mi para demostrar que realmente merezco este puesto. No tengo palabras.— Jisoo intento mantener la compostura e hizo una reverencia a su jefe. Salió de su oficina y todos sus compañeros comenzaron a aplaudirla y felicitarla.
—¡Enhorabuena buena, Jichu!— comenzaron a vitorear sus compañeros, mientras se acercaban a entregarle una canasta de frutas. Se habían enterado de la noticia la noche anterior y decidieron prepararle una sorpresa.
—¡Tenemos que celebrarlo! hemos reservado ese restaurante elegante que tanto te gusta; puedes traer a Jennie.— dijo su compañera. Jisoo asintió emocionada.
Cuando pudo escapar de las constantes felicitaciones, subió hasta la azotea del edificio para poder contarle la gran noticia a su novia. Busco su contacto en su teléfono y con una gran sonrisa acercó el dispositivo a su oreja.
—¡Hola, cariño!— dijo Jennie al otro lado de la línea, su voz aún sonaba un poco adormecida.
—Tengo una noticia increíble que decirte.— Jisoo apenas podía articular las palabras de forma correcta debido a toda la emoción.
—Suenas bastante nerviosa, ¿qué es?— dijo Jennie con emoción.
—Yo- yo conseguí el ascenso. Pero, no fue cualquiera, pensé que solo subiría mi puesto usual pero no fue así. Soy una ejecutiva, Nini. Me ascendieron a un puesto ejecutivo.— Hablo tan rápido que apenas y podía entender; sentía que su corazón iba a explotar. Pudo escuchar como la menor jadeó de asombro para después soltar un genuino grito de felicidad.
—¡No te creo! felicitaciones, cielo. Haz trabajado tanto, te lo mereces tanto, estoy increíblemente feliz y orgullosa de ti.—
Jisoo escucho como su novia comenzaba a llorar de felicidad y le comentó sobre la cena que habían preparado sus compañeros. Jennie acepto contenta y continuó felicitándola y llenándola de cumplidos.
★
La noche no tardo en llegar y Jisoo se dirigió al apartamento que compartía con su pareja. Al llegar, ella la esperaba con un precioso ramo de flores y una sonrisa. Tan pronto abrió la puerta, Jennie se lanzó a ella y junto sus cuerpos con un cálido abrazo mientras le repartía múltiples besos.
—Son para ti.— dijo Jennie mientras le acercaba el ramo de flores. Jisoo sonrió y le agradeció con un dulce beso en los labios.— ven, hay que tomar una foto para recordar.— la menor tomo su teléfono y sacó múltiples fotos; una de su novia, una de ambas, otra más de las flores, y finalmente una foto de ambas dándose un lindo beso.
Ambas se arreglaron con sus mejores vestidos y salieron al restaurante acordado. Jisoo era quien manejaba su auto, sin embargo, tenía una mano ocupada sosteniendo la de su novia.
★
Al cabo de unas horas la cena terminó. Todo salió perfecto, comieron, charlaron y celebraron el nuevo gran logro de la castaña. Jisoo mentiría si dijera que no hubiese preferido pasar el día con su novia, pero apreciaba el detalle de sus compañeros. Se sentía un poco cansada después de haber convivido junto a tanta gente; se alivió al término del festejo. Agradeció a todos por el lindo detalle y se dirigió a su automóvil junto a su novia. Puso el coche en marcha y comenzó a manejar a su departamento mientras hablaban sobre la cena.
—¿Quieres algo?— al cabo de unos minutos de camino, Jisoo se comenzó a sentir un poco sedienta y decidió detenerse en una tienda de conveniencia. Jennie se negó y decidió esperarla en el auto.
Jisoo salió de la tienda con una botella de agua y tomó el asiento del conductor. Era de madrugada y habían pocos autos en la autopista. Encendió sus luces y se preparó para seguir su viaje. Todo parecía tranquilo hasta que repentinamente se hicieron presentes las luces de otro automóvil. Pasó tan rápido que apenas y pudo procesar lo que
vio. Aquellas luces se dirigían a su dirección con tanta rapidez que fue imposible poder siquiera acelerar; sintió la mano de Jennie apretar con fuerza la suya y lo ultimo que recuerda fue el fuerte ruido que provocó el impacto.
Despertó con un gran dolor de cabeza, sin saber que había pasado y cuánto tiempo estuvo inconsciente; supuso que no mucho pues los empleados de la tienda estaban saliendo apresurados y asustados. No le tomo mucho tiempo recapitular lo que acababa de pasar. Sin importarle el dolor de su cuerpo, rápidamente se dirigió al asiento del copiloto y sintió cómo su corazón de hundió al ver a su novia.
Jennie apenas se movía y estaba tan pálida. Jisoo busco la mano de su novia y rápidamente le dio pequeños apretones para intentar hacerla recuperar la poca consciencia que tenía. Los ojos de Jennie se abrieron de a poco pero no podía encontrar la mirada de la mayor; su respiración era muy baja pero pesada y su temperatura corporal había bajado considerablemente.
—Cielo, cielo por favor mírame. Abre tus ojos, tu puedes.— Jisoo dijo con voz temblorosa mientras venía como Jennie perdía la consciencia de a poco.— todo estará bien, solo resiste un poco más.
Desesperada, Jisoo le rogó a los pocos empleados que se acercaban a ayudar que alguien llamara una ambulancia. Reaccionaron con rapidez y todos llamaron a un servicio médico indicando la gravedad del asunto.
—¿Qué pasó?— Jennie hablo tan bajo que apenas se podía escuchar. La mayor volteo con rapidez y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver que la peli negra estaba reaccionando.
—Tranquila, tranquila; todo está bien.— dijo en un fallido intento de estabilizar la situación.—¿puedes mover tus piernas?
Jennie intentó sacar sus piernas del automóvil y sintió un punzante dolor, soltó un agonizante grito y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Las ambulancias comenzaron a escucharse a lo lejos, Jisoo volteó a asegurarse que venían por ellas.
—Está bien, no pasa nada.— notó cómo la pierna de su novia comenzaba a sangrar rápidamente y se sacó el cinturón para hacerle un torniquete. Se lo hizo saber a Jennie y esta asintió sin fuerza.
Al sentir la presión en su pierna, Jennie volvió a soltar un grito desgarrador. Las ambulancias llegaron y desde el suelo, Jisoo comenzó a explicar lo poco que recordaba, insistiendo que ella estaba bien y debían enfocarse en su pareja. Los paramédicos rápidamente se acercaron a Jennie e intentaron llevarse a Jisoo, quien en un intento de no separarse de su novia, comenzó a forcejear con ellos, rogando que no las separaran.
—S-su pierna comenzó a sangrar bastante. Intenté hacerle un torniquete con mi cinturón. Apenas y se mueve por favor hagan algo.— el estado de Jisoo empeoraba cada vez más y solo suplicaba que los ojitos marrón de su novia se lograran abrirse por completo.
—¿Cuál es tu nombre? ¿puedes oírnos?— varios paramédicos se acercaron al auto. Mientras unos intentaban sacarla del auto, otro se acercó a verificar el estado de Jennie.— intenta seguir la luz.— saco una pequeña linterna y trazó líneas imaginarias para la peli negra; quien no lograba enfocarse.
Los paramédicos lograron sacarla del auto y la trasladaron a una camilla para poder facilitar su llegada al hospital. Por su parte, Jisoo tuvo que ser sostenida a la fuerza por los paramédicos restantes pues se negaba a recibir cualquier tipo de revisión, no hasta que Jennie abriera los ojos. Ambas subieron a la parte trasera de la ambulancia y Jisoo se sintió un poco aliviada al escuchar el corazón de su novia latir a través del monitor.
—Se ve muy pálida, ¿ella está bien, verdad?— Jisoo preguntó con lágrimas en los ojos. El estado de Jennie estaba empeorado y su miedo a perderla se estaba apoderándose de ella.
—Ha perdido mucha sangre.— respondió el paramédico mientras la conectaban a múltiples aparatos.
Jisoo tomo la mano libre de Jennie; pues la otra estaba siendo utilizada para administrarle un líquido que no lograba reconocer. La llevó a su frente y le rogaba a quien fuese para que estuviera bien, a salvo. Sus plegarias mentales se vieron interrumpidas cuando el sonido repetitivo del monitor se volvió uno estático. Sintió como su mundo empezó a destrozarse, el corazón de Jennie se había detenido. Un paramédico la sostuvo mientras los otros empezaban a moverse dentro de la ambulancia con rapidez y sacaban un desfibrilador.
El llanto desgarrador de Jisoo se intensificó al ver como su pareja no respondía a las primeras descargas. Se sentía tan mareada y débil que lo último que recuerda fue sentir como se ahogaba con sus lágrimas al ver el lastimado cuerpo de Jennie levantarse debido a la electricidad que recibía. Todo el sonido empezó a sonar distante y comenzó a ver todo blanco.
★
Nuevamente despertó con un dolor de cabeza, pero ahora se encontraba dentro de una habitación de hospital. El distintivo olor a sabanas con medicamento la invadió por completo e intentó levantarse. La enfermera en su habitación escuchó el sonido y rápidamente le indicó que se quedara en su lugar.
—Veo que has despertado, sigue mi luz, por favor.— el comentario la desconcertó, significaba que había pasado un buen rato inconsciente. Intento hacer una recapitulación mental pero el dolor en su cabeza la estaba matando.— Bien, estas respondiendo como lo imaginamos.— la enfermera comenzó a anotar algo en una libreta para posteriormente realizarle más exámenes.
—¿Qué me pasó?— preguntó con temor.
—Tuviste una fuerte contusión, es sorprendente que hayas logrado estar despierta tanto tiempo después del impacto. No te preocupes, te estás recuperando.— Jisoo la miro con confusión. Su cabeza aún dolía pero un particular sonido hizo que todos los recuerdos le llegaran de golpe, era un monitor.
—¡Jennie!— dijo cuando finalmente recordó que había sucedido. La enfermera se exaltó pero rápidamente entendió a que se refería.— ¿donde esta? necesito verla.
En un intento de levantarse de su lugar, Jisoo comenzó a despegarse todos esos aparatos que tenía en su cuerpo; mala idea, su cabeza la estaba matando y el mareo fue tan fuerte que tan pronto levantó su torso y se sentó en su lugar, volvió a caer recostada en su cama. La enfermera suspiró y volvió a conectarla.
—¿La chica que llego contigo en la ambulancia?— pregunto la enfermera, la castaña asintió.
—¿Está bien, verdad? estábamos en la autopista y de pronto un automóvil nos impactó; todo fue tan rápido.— su voz empezó a quebrarse y se llevó las manos a los ojos para poder controlar sus lágrimas. La enfermera suspiró, era su deber comunicarle lo sucedido y aunque quería decirle una mentira para tranquilizarla, no podía.
—Ambas llegaron en mal estado— comenzó a explicar la enfermera, intentado buscar las palabras más sutiles para no empeorar el estado de su paciente.— tú te habías desmayado en la ambulancia minutos antes de llegar, como te dije, sufriste de un fuerte golpe que causó una contusión. La otra chica llegó muy mal; tan pronto llegó tuvo que entrar a una cirugía de emergencia. Determinaron que tenía múltiples fracturas y había perdido bastante sangre.
Cada palabra se sentía como una puñalada al corazón. Solo sentía como su estómago se revolvía y su llanto se intensificaba. Le fue imposible no culparse de lo que les había pasado, fue su idea detenerse en una tienda, si tan solo hubiera esperado unos minutos más a llegar a su departamento. Su mundo se estaba viniendo abajo. Se culpo por todo y soltó un desgarrador grito al pensar en lo peor.
—Señorita...— la voz de la enfermera logró despertarla, tenía su mano sobre su hombro. Jisoo la miro con los ojos aún llenos de lagrimas.— ella está estable ahora, no fue un procedimiento sencillo pero los cirujanos lo lograron. Se encuentra en cuidados intensivos, aún no ha logrado despertar.
Por un momento los ojos de la castaña brillaron con esperanza. Sintió como el alma regresó a su cuerpo al escuchar que Jennie estaba viva. Sin dejar de llorar, le suplico a la enfermera que la llevara con su pareja; tenía que disculparse.
La acomodo en una silla de ruedas y le recordó que solo tenía diez minutos antes de que los médicos llegaran a hacerle su chequeo diario. Jisoo le agradeció y fue llevada hasta la habitación de su pareja. Durante el camino, la castaña se preparó mentalmente para ver a Jennie en un mal estado, después de todo, pensó que nada sería peor que haber visto cómo su corazón se detenía. Sin embargo, no importó que tanto se preparó, pues al verla conectada a tantas máquinas la rompió por completo. Se veía tan pequeña rodeada de todos esos aparatos en su cuerpo; logró distinguir algunos, tenía un respirador y múltiples monitores, tenía múltiples líquidos conectados desde sus muñecas.
La enfermera le preguntó si realmente quería entrar, Jisoo volvió en si y aseguró que necesitaba verla, hablarle. Dudosa, la introdujo a su habitación y la dejó tan cerca a su camilla como pudo.
—Cielo.— fue lo único que logró articular para después volver a romperse en llanto. Tomo su mano cuidadosamente y la llevo hasta su pecho.— no se ni cómo empezar a disculparme. Estamos aquí por mi culpa, casi te pierdo y todo fue por mi culpa. Lo siento tanto, tanto, tanto en verdad.— el silencioso llanto de Jisoo, acompañado de todos los sonidos que emitían los aparatos era lo único que se lograba escuchar en aquella fría habitación.
—Necesito que despiertes, ¿si? no me importa si me odias después de esto, si no quieres volver a verme; solo necesito que abras tus ojos.— la enfermera le había comentado que no sabían cuánto iba a tardar su reacción, tampoco sabían si era posible que reaccionara.— Por favor, solo abre tus ojos.— susurro.
El silencio de la habitación se sentía agobiante. Jisoo no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado junto a Jennie desde que comenzaron a salir hacia algunos años; era inevitable que no hiciera un recorrido mental de su relación. Desde su primer beso, los perritos que adoptaron juntas, las cenas con sus padres, hasta el día en que se mudaron juntas. Una parte de ella le decía que no había manera de saber que venía un coche en su dirección y que dejara de mortificarse pensando en cosas que no. Sin embargo, la mayor parte de sus pensamientos la culpaban por todo si hubiese ido más lento, si hubiese tardado unos segundos más en la tienda, si hubiese esperado unos minutos, si no hubiera aceptado ir a la fiesta.
Se sentía culpable de estar viva. ¿por qué tuve que ser yo la que recibió una simple contusión? era lo que pensaba mientras recordaba todo el diagnóstico de su novia. Suspiró, todo lo que podía hacer en esos instantes era disculparse y darle pequeñas caricias en sus manos, pues todas las otras partes de su cuerpo estaban ocupadas conectadas a algún monitor o máquina. Jisoo se sentía tan inútil e impotente al ver a Jennie en ese estado. Jennie lo era todo para la castaña y verla tan apagada la estaba comiendo viva; no podía esperar a volver a tenerla en sus brazos, llenarla de besos y decirle lo tanto que la amaba.
★
El fin de semana había terminado y Jisoo había sido dadá de alta, podía dejar el hospital libremente. A pesar de su insistencia, no le permitieron quedarse junto a Jennie; protocolo por ser una paciente de cuidados intensivos. Al salir del hospital le permitieron ver a su pareja diariamente siguiendo un estricto horario, y aunque no le gustaba tener solo unas horas para estar a su lado, sabía que era lo correcto para Jennie y el equipo del hospital.
Rápidamente se enteraron todos sus compañeros de trabajo y comenzaron a disculparse, también ellos se sentían culpables. Por su parte, los padres de ambas se vieron bastante desinteresados al enterarse del accidente de sus hijas. Su relación había comenzado a decaer después de que anunciaron su relación. Y aún sabiendo la respuesta que iba a recibir, Jisoo llamaba a los padres de Jennie para informales constantemente de su estado.
Al salir del trabajo; el cual era más exigente debido a su ascenso. Jisoo pasaba al departamento para preparar todo lo que Jennie llegase a necesitar. Era bastante difícil abrir la puerta y no ser recibida por los cálidos abrazos de su novia. Se adentró a su departamento y se detuvo al verse consumida por el gran silencio y vació de su hogar. Sintió como las lágrimas se aproximaban y se dejó caer al suelo. Se sentía tan vacía sin Jennie. Volvió en si y se dirigió al hospital.
—Buen día, señorita Kim. Pase, por favor.— la enfermera ya se había familiarizado con sus visitas y la esperaba al comienzo del pasillo. La castaña le agradeció y se adentró a la habitación.
—Hola cielo, ¿qué tal dormiste? lamento no haberme quedado. Estuve un buen rato pidiendo que me dejaran dormir aquí, pero no logré convencerlos.— dijo Jisoo tan pronto cerró la gran puerta detrás de ella. A pesar de no recibir alguna respuesta, algo dentro de ella le decía que Jennie podía escucharla.
—No tienes idea de lo mucho que te extraño. Le he dicho a Kuma y Dalgom que su mamá salió de viaje, se siente tan vacío sin ti.— Jisoo tomo la mano de Jennie y comenzó a repartir pequeñas y suaves caricias. Cuidando que no fuese a lastimar sus heridas, o que fuese a mover alguno de los sueros que le administraban.— me prometí que no iba a llorar.
—Me encantaría poder contarte cómo está siendo todo como una ejecutiva. Mi jefe me ofreció algunos días libres para mi recuperación. Me sentí bastante tentada a tomarlos pero no podía pasarlos contigo, así que estaría en casa y no me traería nada bueno.
Jisoo continuó hablando acerca de su día y de todo lo que había pasado en estos últimos días. Se dio cuenta que pronto el horario de visitas terminaría y sintió sus ojos humedecer al saber que pasaría otra noche sola. Suspiró y a pesar de prometer no llorar, no pudo evitar soltar algunas lágrimas acompañadas de respiros ahogados. Día con día se volvía más difícil entrar al hospital y hablarle al inmóvil cuerpo de su novia. Extrañaba su voz, sus caricias, sus conversaciones, extrañaba a su otra mitad. En un intento de calmar su llanto, llevó su mano desocupada a su pecho con la intención de regular su respiración. Su acción se vio interrumpida por una peculiar presión en la mano con la que sostenía a su pareja. Sintió como su corazón se detuvo y las lágrimas de desesperación se convirtieron en lágrimas de esperanza.
—¿Jennie? t-tu, ¿puedes hacer eso de nuevo?— con la respiración agitada se dirigió a la mencionada, la cual respondió volviendo a apretar su mano.— Oh dios, no lo puedo creer.— Jisoo cedió a sus emociones y dejó que sus lágrimas cayeran libremente. Jennie finalmente había despertado.
Con dificultad, Jennie comenzó a abrir los ojos y ocasionalmente los cerraba debido a la segadora luz de su habitación. Su cabeza se sentía en blanco y lo último que lograba recordar fue encontrarse con su novia en su departamento para entregarle el arreglo de flores que había comprado. No sabía que hacía en el hospital y mucho menos porque Jisoo la miraba con esos ojos. Al cabo de pocos minutos, un equipo de doctores llegaron a revisarla y mencionaron algunos detalles de lo que le había ocurrido. Le realizaron múltiples exámenes y determinaron que había salido exitosamente del marco de riesgo, pero debía permanecer algunos días bajo observación.
Recibió mucha información que procesar en muy poco tiempo y eso la hacía sentir algo mareada. Fue trasladada a una habitación normal y le entregaron un suéter que Jisoo había traído con anticipación días atrás. Era complicado describir cómo se sentía y no encontraba las palabras para explicar todo lo que había dentro de su cabeza. Había estado tan cerca de la muerte y apenas y podía recordar los eventos horas antes de eso; agradecía no hacerlo pero una parte de su mente deseaba saber que fue lo qué pasó con detalle. El sonido de la puerta la asustó pero se relajó al ver a su novia entrando a la habitación. Jisoo se quedó detenida viéndola con detenimiento, con miedo a acercarse.
—Jichu, estoy bien.— dijo mientras abría sus brazos invitándola a un abrazo. La castaña suspiró y corrió a abrazar a Jennie, un abrazo que probablemente duró más de lo esperado. Siempre cuidando que no la fuese a lastimar, Jisoo hundió su rostro en el cuello de su novia mientras se disculpaba y agradecía que por fin estuviera despierta.
—No tienes idea de lo mucho que te extrañé, yo tengo tantas cosas que decirte.— Jennie sabía que su novia se sentiría culpable por el accidente, y rápidamente negó cualquier alegación que ella intentara darle. Sabía perfectamente que no había forma de haber prevenido el accidente y se lo hizo saber.
—No necesito que le expliques nada, cielo. Ambas estamos bien ahora y es lo que importa. Hay que descansar.— la menor se hizo a un lado para que pudieran recostarse en la camilla de hospital. Con cuidado, Jisoo subió y se acurrucó al lado de su novia.
Ambas soltaron un suspiro de alivio y no tardaron en caer dormidas. En completo silencio y compartiendo el calor que emitían sus cuerpos. Antes de cerrar los ojos por completos, Jisoo dio un corto beso en la frente de Jennie, agradeciendo que su pesadilla había llegado a un fin. Y fue así, como después de días que parecían no tener un fin, pudo respirar con tranquilidad, sabiendo que el amor de su vida estaba a su lado.
holaaa <333 finalmente escribiendo después de 2 años sin poder acceder a esta cuenta :'D
no me siento tan conforme con el resultado pero espero que hayan disfrutado leerlo !!!
dejen aquí situaciones/ideas que les gustaría ver en los próximos capítulos 💞
gracias por estar, y por leer. lxs quiero
—ara