Y, ¿si se asustaba porque yo tuviera alas? Ahora tenia un nuevo miedo, lo cual me hacia enfadar conmigo misma, ¿que pasaba si no se lo decía? ¿Y si al decírselo me rechazaba por aquello?.
Aunque sabia que a Sovi le daba igual la magia, y que este, mas bien le gusta lo exótico para buscar algo fantasioso, simplemente podría asustarlo y esa sería una reacción normal.
¿Tenía que decírselo hoy? No, hoy no puedo decírselo, además, mi madre no especifico que día, ahora nuevos nervios me comían, aunque ahora nuestro matrimonio estaba legal, simplemente tenía miedo de que ahora me rechazara por ser un “Intento de Águila” como me llamaba el pollo.
Pero, tenía que suponer que el pollo también le contaría a Navi sobre que es… Un pollo volador.
Luego de que Navi se fue de niños, recordé que ella me comento en una carta que me había enviado que le llegaban cartas del pollo, ya que, no podían tenerlos juntos, simplemente porque desconfiaban del control del pollo, así que, el pollo le enviaba cartas con un pájaro rubio ojos morados que parecía un águila.
En ese momento supe que el pollo era el que le escribía y entregaba las cartas.
Aunque, por lo que sabía actualmente, Navi nunca se refirió al pollo como un pájaro, ni me lo hizo saber, ni nada, lo cual, me hacía pensar que simplemente aun no sabía, así que…
¿El pollo se lo diría hoy? O…
-Perla… ¿Estas en tus pensamientos? – Pregunto Sovi el cual me miraba, estaba quitándome las joyas y las pulseras cuando le escuche, me sorprendí al verlo ya acostado en la cama desnudo solo con una bata matrimonial.
La cual no cubría del todo y era de tela fina, aunque, la sabana cubría las zonas pudientes de él, yo trague saliva y termine de quitarme las pulseras para dejarlas en el tocador.
-L-La verdad… Es que si… Tengo nervios – Confesé, el suspiro con una sonrisa nerviosa.
-Oh, vamos Perla, no lo tengas, soy yo – Dijo con una sonrisa, suspire para tomar mi bata.
-Al menos déjame bañarme, siento calor – Dije sin esperar respuesta mientras que me metía al baño, aunque sentí una queja gutural de él, pero me bañe con tranquilidad, intentando obtener más confianza, la cual me daba el agua caliente con esencia a flor.
Al final, tome la decisión de contárselo dentro de una semana, ya que, no quería que se molestara o que se estresara los primeros días.
Salí del baño, secándome por completa, y, al hacerlo, me coloque la bata, camine a paso ligero hacia el dormitorio, donde con valentía logre voltear mi mirada hacia la cama con nervios de que estuviera despierto esperándome, aunque, me encontré con un Sovi dormido en la cama.
No sabia ni siquiera cuanto tiempo dure bañándome, ya que estaba mas en mis pensamientos que en la realidad, asi que suspire algo aliviada para acostarme a su lado, me pegue lo mas posible a su pecho y rodee su cintura con mis brazos, su calor era mágico, me hacia tranquilizar de una forma mas eficaz que cuando me masajeaban las alas.
No pude evitar caer dormida gracias a su calor, mi sueño fue un sueño demasiado agradable.
Todo se veía de una manera hermosa, con muchos colores pasteles y claros, los cuales adornaban todas las escenas de mis sueños, aunque, más que todo lo que soñé fue el tiempo pasado con mi amado.
Cada jugada a las escondidas, cada beso, cada problema, cuando compramos las pulseras, cuando el me cuido cuando estaba enferma, como él se preocupaba por mi salud, cuando yo me preocupe por el cuándo se fracturo un brazo, el cual, se curó rápido gracias a uno de mis dientes de león que le di dormido. Simplemente, era un sueño ver y revivir esos momentos tan especiales con él.
Aunque luego, sentí unos rayos solares golpear a mis ojos, me queje con un sonido gutural mientras que intente arroparme la cabeza con la sábana para evitar esa luz.
-Despierta bella durmiente – Dijo Sovi cerca de mi oreja, volví a quejarme.
- Déjame dormir… Tengo sueño – Me queje mientras que le di la espalda, el suspiro con gracia, sentí como se movió levemente, pensé que me dejaría dormir.
Aunque no fue así, sentí como, en cambio se acomodó mejor y con su mano deslizo mi bata por mi hombro dejando expuesta mi espalda y cierta parte de mi torso, aunque, al sentir que tocaba mi piel, su mano se sentía algo fría, en comparación a mi temperatura corporal, su mano viajo desde mi hombro a mi espalda baja por lo que, sentí un escalofrío.
- ¿Que pasa amor? – Pregunto juguetón, haciendo que yo me mordiera el labio intentando resistir, ¿porque estaba hoy tan sexy? Me enderece dejando de morderme el labio y me di la vuelta viéndolo.
– Tengo sueño, Sovi, ¿tú no? – Pregunte, le vi, estaba con su cabello desordenado y su pecho al aire, simplemente, era una imagen que nunca me borraría de la mente, me sonroje a un punto crítico y él lo noto tocando mi oreja como siempre hace.
- No, no tengo sueño, ya que mi sueño se está haciendo realidad – Dijo con una voz ronca que me hizo sentir volar las mariposas en mi estómago, cuando sentí como me rodeo con sus brazos mi cuerpo y me apego hacia el – Primero lo primero, los besos que me debes – Dijo con audacia para comenzar a besar mis labios con anhelo.
Simplemente quería vengarse de mí, ya que, en muchos de los casos que él me pedía algún beso antes de casarnos, simplemente lo esquivaba o le colocaba excusa con tal de no hacer eso y salir, obviamente perjudicados, aunque, para él, simplemente estaba siendo mala.
Con rapidez los besos subieron de tono, y sentía todo caliente, tanto su cuerpo, como el mío, la habitación, nuestra respiración, simplemente todo.
Ya incluso, no era el quien tenía que dármelos, ahora, yo le daba los besos con todo mi cariño posible, quería que el supiera lo mucho que lo amaba en base a mis acciones, es decir, gracias a mis besos.
Simplemente era un momento mágico de nosotros dos, que, al fin pudo hacerse realidad, era un momento de solo privacidad nuestra, sencillamente un sueño hecho realidad.
Sentir sus toques, sus besos en mi piel, no solamente en mis labios, sus roces constantes, en la manera como hacía que todo de mi fuera de el.
Simplemente, era una sensación mágica que tuvimos que esperar durante mucho tiempo, y, ahora, lo podíamos gozar con mucha libertad.
Eso no duro un solo día, aunque obviamente teníamos nuevas responsabilidades que cumplir, no estábamos obligados a salir de nuestras habitaciones por más de tres días, para darnos un tiempo para nosotros dos.
En los cuales, cada uno de esos días podíamos entregarnos sin ningún problema el uno al otro.
Obviamente, no todo el tiempo, al segundo día de estar aun dentro y ni haber salido una sola vez, tuvimos que salir de nuestra habitación ya que tendríamos que despedir a Navi y al pollo ya que ellos tendrían que festejar de igual modo por allá en el imperio de Occidente.
Así que, tenía que alistarme para despedirlos.
-Mmm… ¿Y si me coloco el morado claro? … - Me preguntaba, mientras veía los dos vestidos los cuales debatía para ponerme, Sovi se me acerco por la espalda.
-¿Qué pasa? – Pregunto mientras que me dio un beso en mi cabeza, y apoyaba su mentón de mi cabeza viendo hacia el mismo lugar donde yo veía, le respondí aun analizando los vestidos.
-No sé si irme con el claro, o el oscuro – Dije mientras que los veía, el me miro sorprendido.
-Como si eso te hubiera importado antes – Dijo con algo de burla para darme una nalgada e irse a vestir, ya que estaba en paños menores, simplemente suspire votando todo el sonrojo que había obtenido.
En ese momento, al darme vuelta, con intenciones de tomar el claro, vi mi reflejo en mi espejo, vi varias marcas que no había visto antes, rojetes en mi cuerpo que me hacían sonrojar, y recordar momentos que me ponían muy alterada, si alguno viera eso me pondría muy nerviosa, así que eso hizo que tomara la decisión.
Simplemente tome el oscuro para que no se notaran las leves marcas que me dejo Sovi en el cuerpo, y, mientras estaba arreglándome, no podía evitar de mirar a Sovi, el cual se estaba colocando la chaqueta, ya que, ya se había puesto el pantalón y la camisa, mirándolo me coloque la camisa intentando hacer que mi mirada no se desviara hacia su cuerpo o, hacia él, en específico.
Terminando de alistarme, y, de incluso, de peinarme con un estilo sencillo, al voltearme, note la mirada de Sovi fijamente mirándome, me avergoncé un poco por esa mirada.
-¿Qué pasa? – Pregunte algo nerviosa mientras que intentaba evitar su mirada tontamente, no podía dejar de mirarlo, él sonrió ladeadamente.
-No me copies – Dijo levantándose, para acercarse a mí, intente no tener contacto visual con el – ¿Porque no me miras? ¿Tienes vergüenza aun? – Pregunto con sorpresa, yo le confronte con la mirada unos segundos, aunque la baje con rapidez.
Ya que, si, aun sentía vergüenza de todo lo que habíamos hecho el día anterior, el rio acercándose a mí con extrañas intenciones.
– Pero, mi amor… Si yo ya te conozco completamente – dijo, haciendo que me avergonzara mucho más, simplemente lo esquive sin confrontarlo para acercarme a la puerta de salida.
- Y-Ya tenemos que irnos, emperador – Dije con nervios, el rio para venir a mi lado, y tomando mi mano como siempre, luego hizo un gesto para que le mirara, eso hice.
-Calma Perla, sigo siendo yo – Dijo con una sonrisa, haciendo que yo le viera y le sonriera más calmada, le di mi mano con confianza y, como siempre, el dije se entrelazo entre los dos pájaros, Sovi miro la pulsera que ya se estaba descomponiendo – Deberíamos de comprar una nueva… Hoy vamos, ¿quieres? – Me pregunto, yo le mire con sorpresa pero sonreí feliz y asentí varias veces.
Sin importarme que en el mercader fue donde ocurrió el accidente, nunca deje de ir ni culpe a nadie, supongo que esa fue una de las razones por la que todo el mundo me tiene simpatía.
-Pareces una niña cuando haces eso – Dijo mientras pasaba su mano por mi nariz, comenzamos a caminar cuando hice un puchero inflando levemente mis mejillas.
- ¿Que dices? No digas que soy una niña – Dije con algo de molestia, el rio.
-Entonces, ¿para qué haces esas reacciones de niña? – Pregunto mirándome, yo evite su mirada mirando hacia otro lado aun con el puchero y las mejillas infladas
- ¡Hmph! ¿Y qué pasa si lo soy? – Pregunte mientras aún no le miraba, el me vio y vi cómo se rio levemente para acariciarme mi mejilla con un dedo
-Nada, me gustas tal y como eres – Dijo cuándo se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla haciendo que me sorprenda y me sonrojara levemente por su acción.
Aunque simplemente suspire con una sonrisa boba, aun no podía con tanto afecto que él me tenía guardado, simplemente explotaba internamente con cada acción suya, aunque, en ese momento se escuchó una voz burlona.
-Awwwwwwww, pero que hermosoooo… ¡Nunca vi al Tonteshu modo romántico! ¡Fue espectacular! – Dijo el pollo quitándose una lágrima de mentira, mientras que Navi nos veía a los dos con una sonrisa, aunque estaba cruzada de brazos.
-Pensé que no llegarían a despedirnos – Dijo Navi viéndome cruzada de brazos, sonreí nerviosa.
-Bueno… Culpa a ALGUIEN que se tardó eligiendo que vestido ponerse – Dijo Sovi mientras que literalmente me apuntaba con la oración, Navi se sorprendió levemente.
- ¿En serio? Si a ti nunca te importo eso – Dijo Navi aun con algo de sorpresa acercándose más a mí, suspire con pesadez.
-La gente cambia, ¿sí? – Dije, cuando mire al pollo que estaba callado, al hacerlo, me estaba viendo seriamente, así que le mire sería de igual manera – ¿Qué? – Le pregunte con desdén, el me miro y se acercó a mi manteniendo su seriedad, de verdad, comenzó a preocuparme.
- ¿Tu estas bien? ¿Eres Perla? – Pregunto mientras que me tocaba en el cuello y en la cabeza, para saber si no tenía resfriado o fiebre, me queje, alejándolo de mi con rapidez.
- ¡Claro que si soy yo, zopenco! – Dije con algo de molestia haciendo que el riera junto a Sovi, pues, le causo risa la palabra, Navi tan solo negó con una sonrisa
-Ayyy… ¿Zopenco? A veces dices unas cosas… Dime: Recórcholis anciana – Dijo con burla el pollo dorado, le mire irritada, tenía grandes ganas de caerle a palos, como siempre, pero tenía que comportarme, ya no era una niña, el al notar que me contuve suspiro – Sí que este Imperio te cambio… ¿Dónde está la peleona? – Pregunto con tristeza y pesadez, iba a replicar pero Sovi tomo la palabra.
-Aun esta, solamente que tiene que cuidarse, y tu igual, no seas idiota en frente de los demás, ya eres un Emperador – Dijo Sovi con seriedad, aunque, conservaba una sonrisa en su rostro, le causaba risa avergonzar al pollo, el cual resoplo.
- Ya vámonos, que aquí hay puros amargados… Además… Los estamos interrumpiendo – Dijo el pollo con cierto tono audaz, mirando levemente mi cuello, le mire sonrojada cuando note su mirada y rápidamente oculte mi cuello con mis cabellos, ya que sabía que aún no se me quitaban por completo las marcas.
Sovi también noto su mirada y solo le miro enojado, advirtiéndole con la mirada, el pollo no dijo nada mas y Navi estaba un poco avergonzada por la incomodidad de los momentos, ya que ella había captado esa insinuación con rapidez, mostrándome que era un poco pervertida.
-Bueno… Nos veremos pronto, Emperador, Emperatriz – Dijo Navi haciendo una pose de respeto, yo sonreí y la imite, aunque, inmediatamente después la abrace por encima de los hombros con cariño, ella me respondió con rapidez.
-Nos vemos, mejor amiga, cuida del pollo – Dije con una sonrisa, el pollo se quejó que le llamara así.
-Reina… Ya tenemos que irnos – Dijo el pollo haciendo que yo me separara de ella, al verla, tenía pequeñas lágrimas en sus ojos, las cuales quite con cariño – Oh, vamos, ¡ni que se fuera a ir para siempre! – Se quejó el pollo, haciendo que yo le mire con seriedad.
-Si le haces daño tendremos problemas – Le apunte con severidad, él se ofendió.
-¡Deberías advertirle si ella me hace daño a MI! – Dijo mientras que se colocaba una mano en el pecho y dramatizaba, simplemente resople.
- Yo sé que si ella te hace algo tendrá razones, Navi siempre las tiene… Y, además, le otorgo poder para que te haga algo – Dije como si la estuviera bendición haciendo que el pollo se sorprenda más por mi acción y simplemente se cruzó de brazos para irse al carruaje, al verlo tan triste, no sabía si estaba dramatizando o simplemente estaba triste, así que mire a Navi.
-Antes de irme le diré algo a Sovieshu, así que, ve y habla con el bien- Pidió con una sonrisa y así hice, fui con él aunque no entre en el carruaje.
-¿Qué quieres? – Pregunto con tristeza y seriedad, suspire para confrontarlo.
-Te extrañare mejor amigo, muchas gracias por estar en mi vida, eres alguien muy especial para mí, simplemente cuídate mucho y cuida a Navi, la entrego en tus manos, quisiera abrazarte, ¿puedo? – Pregunte mientras extendía mis brazos, al iniciar a hablar, el volteo su mirar para evitar mirarme, aunque escucho absolutamente todo, cuando termine, el suspiro y salió a abrazarme, lo abrace y no pude evitar sollozar en su pecho – Eras tan pequeño y ya estas gigante… ¿Cómo es posible? – Pregunte mientras sollozaba, el resopló para sonreír con burla.
-Tú te enchicaste, esa es la cosa – Dijo, yo bufe en su pecho mientras sentía como mi labio temblaba, de verdad que los amaba a los dos, es decir, a mis dos amigos, y los extrañaría mucho.
-P-Pollo… Te extrañare – Dije en un hilo de voz, el pollo no dijo nada aunque me siguió abrazando hasta que escuche pasos.
-Bueno… Te debo una cosa, ¿no? Lo que sea, no importa, te lo daré o cumpliré, a menos que sea algo que tenga que ver con mi Reina, y Tonteshu, aunque… Fastidiarlo se me da muy bien – Dijo separándome haciendo que obviamente los dos que venían caminando escucharan, reí en su pecho quitándome las lágrimas contenidas para golpear levemente su hombro.
-Ya veremos – Dije para separarme de él y volver a donde Sovi el cual suspiro al vernos tan juntos, y me miro con una sonrisa ladeada, eso me trajo inquietud en mis adentros, algo me decía “Castigo”, aunque, Navi rio, al parecer ya se había acostumbrado a nuestra cercanía, pero, escuche a Sovi.
-Mira, idiota, ya no te acerques a mi emperatriz así – Exigió Sovi con seriedad mientras que me tomaba levemente del brazo, el pollo resoplo dándole la espalda.
-Si… Claro… Como si te hiciera caso – Dijo subiendo otra vez al carruaje para extenderle la mano a Navi quien subió, Sovi y yo nos juntamos más para verlos mejor.
-Cuídense, de verdad, ¡los visitaremos apenas tengamos tiempo! – Dije con una sonrisa alzando mi mano, cuando recordé, y pedí a un sirviente que me trajera algo, atrasando un poco más la salida.
-¿Ahora qué? – Se quejó el pollo con una sonrisa, sonreí cuando recibí una hermosa cajita decorada de joyas y oro, se las extendí con una sonrisa.
- Es un regalo muy especial de nuestra parte – Se la entregue al pollo en manos, el cual, al abrirla con curiosidad noto que era, eran muchos de mis dientes de león, que ahora, tenía guardada para emergencias.
Una caja para nosotros, y otro, de regalo para ellos, el suspiro con gracia cerrando el regalo.
-Gracias, es muy preciado, ahora sí, nos vemos – Dijo despidiéndose con la mano dejando la cajita a su lado, Navi nos miró con una sonrisa, al parecer, confiaba en el pollo y en mí, sus ojos reflejaban serenidad, eso me hizo calmarme.
Pensaba que querría ver lo que había allí, pero, confiaba en mí, le mire sonriente.
El escuchar como el carruaje arranco y verlos irse fue algo doloroso, pero, sentí la mano de Sovi tomarme.
El escuchar como el carruaje arranco y verlos irse fue algo doloroso, ya que incluso no pude evitar que pequeñas lágrimas salieran, pero, sentí la mano de Sovi tomarme
-Entonces… ¿Vamos a por una nueva pulsera, emperatriz? – Pregunto, yo sonreí muy feliz quitando mis lagrimas contenidas y asentí.
- Si, mi amor – Dije feliz viéndole para ver como el nuevo carruaje venia, y nos montábamos en el.
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Nota: Aaaaaaa se fueron los amigos ;-;
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