~ La rubia resbalosa. ~
Caricias. Unas suaves caricias fueron las culpables de irrumpir mi sueño y lograr que abriera mis ojos con una sonrisa boba.
James: buenos días, dormilona
Fernanda: hola, amor
James: vamos amor, levántate ya
Fernanda: ush bien.
Me levanté de la cama más a fuerza que de ganas y entre al baño de la habitación de James, seguida de el.
Ambos terminamos de bañarnos y yo tome mi uniforme, teniendo en cuenta que siempre tengo ropa aquí, para cuando llegaba a quedarme.
Me coloque una falda gris con una camisa blanca y un chaleco verde, para luego colocarme unas medias negras con mis tacones escolares y mi túnica con mi insignia de prefecta de Slytherin. Me hice una coleta alta y me maquillé muy levemente, para luego tomar mi mochila y salir con cuidado de la habitación de James, no sin antes darle un beso.
Camine hasta el gran comedor, y camine a mi mesa.
Dumbledore: ¡Buenos días, alumnos! Ayer, hubo cuatro alumnos nuevos que no se pudieron presentar por razones privadas, primero démosle la bienvenida a Holden y Pierce Avery.
Ambos entraron por las grandes puertas del gran comedor hasta llegar al banquito con el sombrero, para que primero tomara asiento Holden.
Sombrero: ¡Gryffindor!.
Y así la mesa de los leones aplaudió y grito por la llegada del mayor de los Avery.
Luego tomo asiento Pierce y le colocaron el sombrero.
Sombrero: ¡Slytherin!.
Y así, mi mesa aplaudió victoriosa.
Dumbledore: Ahora, ¡los mellizos Carlos y Laila Morgenstern!.
Mis primos pasaron por la puerta y tomo asiento Carlos.
Sombrero: ¡Slytherin!.
Nuevamente grito mi mesa con emoción. Ahora tomo asiento Laila y le colocaron el sombrero.
Sombrero: ¡Slytherin!.
Laila se levantó del banquito y se dirigió a la mesa y tomo asiento junto a Carlos, quien estaba a mi lado.
Dumbledore: Ahora, quiero que le den la bienvenida a la nueva profesora de cuidado de las criaturas mágicas, la profesora Evelyn Delacour.
Fernanda: ¿Qué? ¡Isabelle, es la rubia resbalosa!
Izzy: oh no, al parecer el inicio de año se pondrá algo intenso
Alec: relájate Fer, el te ama demasiado
Fernanda: si, mejor vamos a clase.
Tomamos nuestras mochilas y comenzamos a caminar en dirección al salón de encantamientos.
[…]
Y ahí estábamos, comenzando a caminar en dirección a la casa de Hagrid, dónde nos veríamos con la nueva profesora.
Evelyn: ¡Buenos días, alumnos! Es un gusto conocerlos, soy la profesora Evelyn Delacour, y les daré cuidado de las criaturas mágicas, para empezar quiero que veamos los Doxy, ¿Quien me puede hablar un poco de ellos?.
Levanté mi mano y ella me cedió la palabra.
Evelyn: Adelante, señorita Blossom
Fernanda: La Doxy, a veces referido como el hada mordedora, es una pequeña criatura que a veces es confundida con las hadas. La Doxy está cubierta de espeso pelo negro, y tiene un juego adicional de brazos y piernas. Sus alas son gruesas, convexas y brillantes, como las de un escarabajo, y una doble hilera de afilados dientes venenosos. Si un mago o una bruja es mordido por una debe tomar un antídoto de inmediato
Evelyn: ¡Muy bien! 5 puntos para Slytherin, al parecer tenemos una cerebrito en la clase, no esperaba menos de una Blossom.
Y así paso la clase, entre palabras alentadoras de la nueva profesora y halagos de los bobos que la veían torpemente.
Y finalmente acabaron las clases del día de hoy, así que tome mi mochila y comencé a caminar hacia la biblioteca para empezar con mi tarea, hasta que el profesor Snape y la profesora Mcgonagall me detuvieron.
Mcgonagall: Señorita Blossom, ¿Podemos hablar un momento?
Fernanda: oh sí, claro profesora Mcgonagall
Snape: sigamos con esta plática en el despacho de la profesora Mcgonagall.
Los tres comenzamos a caminar en dirección a la oficina de la profesora Mcgonagall, al entrar, la profesora se sentó en su lugar, Snape se paro a su lado y yo me senté en el lugar de enfrente.
Fernanda: ¿Qué sucede, profesores?
Mcgonagall: Señorita Blossom, tiene unas calificaciones excelentes, es prefecta de Slytherin, ha pasado por muchísimas cosas desde que llegó a Hogwarts, y es muy talentosa, no solo en baile, también en cuestión de la música y es por eso que necesito pedirte algo... Queremos que cantes en el baile de ex alumnos
Fernanda: ¿Qué? Digo, es todo un honor y estoy completamente agradecida por lo halagos, profesora Mcgonagall, pero um, ¿Cuándo será?
Mcgonagall: es algo muy nuevo que el director Dumbledore quiso implementar, estamos pensando que se podría realizar el 30 de Marzo
Fernanda: cuenten conmigo, profesores
Snape: bien, en ese caso, ya se puede retirar, señorita Blossom, le estaremos avisando sobre los detalles y demás para que tenga todo listo.
Me despedí de ambos profesores y salí de la oficina, para luego chocarme con Pierce.
Pierce: oh, hola pelirroja
Fernanda: Pierce, hola ¿Cómo va tu día?
Pierce: me perdí aproximadamente 3 veces, ¿Tu que opinas?
Fernanda: jajajaj, ¿Enserio? ¿Por qué no me hablaste?
Pierce: no quería molestarte, Ferchis
Fernanda: ¿Ok?.
Iba en camino a la sala común con Pierce, nuestra plática demasiado avanzada y llena de risas, hasta que alguien apareció frente a nosotros.
Magnus: ¡Fernanda Evangeline!
Fernanda: ¿Magnus? ¿Qué sucede?
Magnus: Necesito hablar contigo, debemos protegerte
Fernanda: ¿Qué? Magnus me estás asustando, ¿Que sucede?
Pierce: Mejor los dejo, nos vemos luego, Mag y Fer.
Pierce se alejo de nosotros y yo seguí a Magnus hasta la torre de los fundadores, dónde tomamos asiento en la mesa que estaba ahí.
Magnus: Fernanda, hay algo que creo que aún no has descubierto y estás en peligro por ello, y tú familia también
Fernanda: Magnus, por Merlín, ¿Qué es?
Magnus: Tienes otro poder... Puedes traer devuelta a los muertos y es por eso que tú abuelo, Valentine Morgenstern, te está buscando por cielo, mar y tierra
Fernanda: ¿Qué yo puedo qué? ¿Cómo? ¿Puedo volver a ver a mi mamá?
Magnus: Tienes que usar tu magia en todo su resplandor, es en un ritual en el lugar donde se encuentran enterrados, y tienes que mencionar algunas palabras, pero ese no es el punto, me encargaré de mantener segura a tu familia, te lo prometo, ¿Si?
Fernanda: gracias, Magnus.
Después de que Magnus me explicará todo, con mi cabeza ya doliendo demasiado, decidí hacer una teletransportación a Hogsmeade, a los tres escobas para ser exactos.
Madame Rosmerta: ¡Fernanda! Que gusto verte, ¿Que te trae por aquí a esta hora, y sola?
Fernanda: ¡Hola! Vine por un Selva Negra, ¿Tiene?
Madame Rosmerta: um si, creo que aún hay algo, ven linda.
Seguí a madame Rosmerta a la barra y justo ahí se encontraban los postres.
Madame Rosmerta: Oh linda, ya no lo tengo completo, solo rebanadas
Fernanda: oh um... ¿Me puede dar cuatro rebanadas y un litro de chocolate caliente? Por favor
Madame Rosmerta: claro.
Mientras ella preparaba el pedido, ambas platicábamos.
Madame Rosmerta: oh linda, recuerdo muy bien a tu padre, tu padrino y sus amigos, a James le encanta la Selva Negra, solía venir aquí con los demás de sus amigos y se ponían con sus cosas, lo normal, el ¿Está saliendo con alguien?.
Madame Rosmerta realmente me tomo por sorpresa con la pregunta, pero ¿Será que ella…?
Fernanda: oh yo um... Realmente no lo sé, ¿Por qué la pregunta?
Madame Rosmerta: Es que... Al medio día lo ví con una mujer rubia y de ojos azules, y se le veía un brillo diferente en sus ojos, a James
Fernanda: ¿Así?
Madame Rosmerta: Pero, ¿Sabes? Ese brillo en sus ojos... No es como el que le había visto con otras dos personas... Lily Evans, la mamá de Harry... Y tú
Fernanda: ¿Qué? Oh yo... Realmente no se de qué habla... James y yo solo somos amigos y...
Madame Rosmerta: Oh linda, ese brillo en los ojos de ambos, no es el brillo de “me agrada mucho el amigo de mi padre” o “Fernanda es una gran amiga” ese ya es un brillo de amor, y si es así, estoy realmente feliz por ustedes, James merece ser feliz después de todo lo que ha pasado, y tú, tu eres una chica maravillosa, con un corazón de oro, y mereces que alguien te de todo el amor más lindo y puro del mundo, linda, déjate ser feliz
Fernanda: Gracias, madame Rosmerta
Madame Rosmerta: bueno, esto ya está, aquí tienes, linda.
Después de pagar y agradecer a madame Rosmerta, tome la bolsa y me transporte de nuevo al castillo, al salón de DCAO, para ser exactos.
El salón estaba vacío, así que me acerque a la puerta de la oficina de James y la abrí sin pensar, y ahí estaba ella, Evelyn Delacour, sentada en el escritorio de James con una pierna sobre la otra, y una copa de vino en su mano.
Evelyn: Vaya, mira lo que trajo el gato - Hablo con su tono sarcástico -
Fernanda: Es una expresión ridícula, ¿Por qué un gato me traería a mi?
Evelyn: Fernanda querida, ¿No notas que estamos ocupando?
Fernanda: De hecho, es señorita Blossom, para usted, profesora Delacour
Evelyn: Solo intentaba ser amable
Fernanda: Pues no necesito su amabilidad, venía a hablar con James, pero veo que está muy ocupado en la carnicería más barata
James: No, Fernanda, espera.
James hablo pero sin embargo yo salí de su oficina antes de que dijera algo más, o me detuviera. Deje la bolsa en alguna butaca del salón y me fui a la sala de menesteres.
POV James.
James: Evelyn, yo...
Evelyn: ¡No pasa nada! No te preocupes, mejor sigamos con nuestra conversación
James: no. Lo siento pero debo ir a buscar a Fernanda
Evelyn: ¡¿Por qué demonios Fernanda es tan jodidamente importante?! - Grito irritada -
James: no es asunto tuyo - Quizá se lo dije muy fríamente, pero no tenía porque darle explicaciones - Si me disculpas, iré a buscar a Fernanda.
Sin más explicaciones, salí de mi oficina y vi en una butaca una bolsa, así que la tome por suposición propia y me dirigí en busca de Fernanda.
Fui a la habitación de Harry y le pedí el mapa, tome mi varita y la coloque sobre el mapa para luego murmurar.
James: Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.
Y seguido de este, se abrió el mapa con los nombres y los lugares de Hogwarts, pero en ninguno apareció el nombre de mi pelirroja, hasta que algo hizo click en mi cabeza y camine hacia el séptimo piso.
Pase varias veces enfrente del muro y una puerta grande y de madera apareció frente a mi, tome la manija y la abrí.
James: amor, ¿Podemos hablar?.
Le pregunté a la pelirroja que estaba sentada en un cojín frente a la chimenea, su espalda recargada en el sofá detrás de ella, su largo cabello pelirrojo estaba suelto tras su espalda, sus rodillas pegadas a su torso y su mirada perdida en la leña y el fuego.
Fernanda: No hay nada de lo que hablar, James - hablo fríamente -
James: Vamos amor, hablame
Fernanda: que no Potter, además ¿No estabas ocupado?
James: amor, por Merlín santo, ella y yo solo estábamos hablando y solo somos amigos
Fernanda: ¡Por Salazar, James! ¿Acaso no te das cuenta que ella no te ve como un amigo y solo te estaba y te está seduciendo?
James: Ay por favor, Fernanda, ¡Fred Weasley hace exactamente lo mismo!
Fernanda: Es diferente, ¿Ok? Fred y yo ya somos historia, y ella quiere ser tu futuro, y tú cómo si nada, poniéndola antes que a mí, que se supone que soy tu novia
James: ¡Lo somos! Somos una pareja, pero tú te pusiste demasiado intensa y ni siquiera me dejas hablar
Fernanda: ¡Claro que sí! Yo venía de la mejor manera posible con tu maldito postre favorito a preguntarte algo para tu cumpleaños pero esa rubia resbalosa me lo arruinó, solo quería estar contigo, al menos un par de minutos, sin embargo dejaste que ella me hablara como quisiera
James: Mon Ciel yo... De verdad lamento que pasemos por esto.
POV: Fernanda.
James se acercó a mi y paso sus manos en mi cintura y me jalo a él para abrazarme de ahí, para luego dejar un tierno beso en mi frente.
James: te amo, Fernanda Blossom, y estoy completamente seguro de eso, no quiero que estemos peleados o que te termines de alejar de mi, Mon Ciel
Fernanda: yo también te amo, Mon Amour, y tampoco me gusta estar peleados.
James acercó sus labios a los míos, pero no me beso, sin embargo, dejo que nuestras respiraciones se mezclaran y nuestros ojos se conectarán. Coloque mis manos sobre sus mejillas y lo jale hacia mi y lo bese.
Nuestro beso no era apasionado, era tierno y lindo, iba bastante bien, hasta que un ruido en la puerta se escuchó, y un alto pelirrojo apareció por ahí.
Fred: ¡¿Pero que demonios, Fernanda?!.
Al escuchar el grito de Fred, instintivamente me aleje de James y me gire a el.
Fernanda: ¡Fred! Por favor escúchame yo - antes de terminar me interrumpió -
Fred: ¡Por Merlín! ¿Tu padre lo sabe? ¡Tiene que saberlo! ¡Por su maldita culpa Fernanda se alejo de mi!
James: oye Fred, yo realmente lamento lo que sucedió, pero las cosas no pasaron así, nosotros...
Fred: Creí que de verdad me llegaste a querer al menos un poco... - Hablo Fred con sus ojos cristalizados -
Fernanda: Fred...
Antes de que James o yo pudiéramos decir algo, Fred salió de la sala de menesteres, así que yo me gire a James en busca de alguna respuesta.
Fernanda: mierda, James...
James: Fernanda, amor, cálmate
Fernanda: debo ir a buscarlo... - murmuré -
James: ¿Qué? ¿Es enserio? Literalmente acabamos de terminar una pelea por el y Evelyn y ahora ¿te vas a ir a buscarlo?
Fernanda: James entiéndeme, si mi padre o algún profesor se llegará a enterar...
James: ¡No, Evangeline!.
Tras el grito irritado de James yo solo me gire de vuelta molesta para tomar mi mochila y salir en busca del pelirrojo.
Tras un largo rato caminando, en una de las cámaras de Hogwarts, un gran espejo dorado ahí, me acerque a el y me mire en el espejo, minutos después, en el espejo se proyecto mi imagen, a mi lado se encontraba James, en sus brazos dos niñas, una pelirroja de ojos verdes y una rubia con heterocromía, un ojo azul y un ojo verde, enfrente mío estaba un niño de cabello azabache cómo del de James con un par de hermosos ojos avellana como los de James, y un niño rubio, también con heterocromía, un ojo verde y un azul. Luego aparecía mi mamá, con su cabello pelirrojo en una coleta alta, una blusa blanca de hombros descubiertos con unos pantalones acampanados formales negros con unos tacones plateados, a su lado, un hombre alto de tez pálida con ojos marrones, cabello ondulado y negro, unos pantalones negros formales, una camisa blanca y un chaleco negro sobre la camisa.
Harry se encontraba a lado de James y mi padre con Valentina atrás suyo.
Mis ojos se cristalizaron y mi mira se clavo en la mujer atrás de mi.
Mcgonagall: Es el espejo de Oesed, muestra los más profundos y más desesperados deseos de nuestro corazón
Fernanda: Profesora Mcgonagall... Yo...
Mcgonagall: tranquila, señorita Blossom, la dejó, solo le recomiendo, que no se aferre a lo que usted vea en ese espejo.
Sin más, la profesora Mcgonagall se fue, sacándome de mi trance y recordarme a que venía, a buscar a Fred. Seguí mi camino por las cámaras, hasta finalmente llegar a otra donde el pelirrojo se encontraba.
Fernanda: Fred...
Fred: Guao, ¿Tu y Potter padre? Ya tenía mis sospechas, no sabía que era verdad
Fernanda: lo lamento Fred, lamento que lo nuestro no funcionará
Fred: no te preocupes, seguro tendremos otra oportunidad ahora solo... Se feliz Kels, tienes un corazón de oro, y si Potter te lastima, George y yo siempre estaremos disponibles para golpearlo, o algo peor
Fernanda: si... Gracias, Freddie
Fred: ¿Me regalas... Un abrazo?
Fernanda: ven acá, Fabián.
Tras haber abrazado a Fred, y una larga charla con el, decidí irme a mi habitación, seguro James ya estaría mejor mañana.
[…]