- ¿Hablas en serio? - Louis me pregunta arqueando las cejas y dando un paso atrás con incredulidad
- ¡Muy en serio! - Sonrío - Compré dos paquetes de viaje a Italia, unos días de gira en Roma, unos días de playa y mar en el Mediterráneo, Sicilia... Sólo tú y yo. Una segunda luna de miel o mejor, una verdadera luna de miel como la que aún no hemos tenido.
- ¡Sol, no puedes ser real! - Louis viene a mí y me abraza por la cintura, levantándome del suelo y haciéndome dar un giro antes de hundir su boca en la mía en un beso - ¡Esto merece una celebración! - Me limito a asentir con la cabeza, mientras me río de su emoción casi infantil - ¡Siempre he querido conocer Italia! ¡Madonna Mia! - Grita desde la cocina, aumentando mi risa.
- Tienes 10 días para empacar, pedir vacaciones, conseguir tu pasaporte... - Yo digo mientras me pongo cómodo en el sofá y mi cuerpo tenso agradece mucho la suavidad del mueble.
- ¡Y dejarme un bigote! - Grita emocionado - ¡Ya sé todos los platos que voy a pedir allí y los helados! - Él viene de la cocina con dos botellas y me entrega una de ellas, arrojándose a mi lado en el tapizado del sofá - Dicen que el helado italiano es el mejor del mundo.
- ¿Sólo piensas en comer? - arqueo mis cejas mientras tomo un sorbo de la cerveza, que desciende perfectamente para calmar mis nervios.
- Pienso en ti también, en cuánto podré disfrutar de tu cuerpo, de tu boca, mientras miro el paisaje italiano.
- O sea, sigues pensando en comer - Me río del juego de palabras y Louis pone los ojos en blanco - Amor, sólo tengo una mala noticia
- ¡Lo sabía! Para que yo haya ganado mis vacaciones en Italia, algo ha tenido que pasar - Él habla riendo mientras finge drama, yo hago una cara de ofendido y le doy una bofetada - Puedes hablar, estoy preparado
- Vamos a tener que arreglar el parachoques del auto, porque como que lo golpeé...
- ¿Chocaste el auto? ¿Pero estás bien? ¿Te lastimaste?
- Relájate, estoy bien. Fue sólo un susto, golpeé una valla de hierro cuando salía del estacionamiento
- Ah, entonces está bien - Se encoge de hombros dando un trago a la cerveza
- ¿No te importa?
- Si no te has lastimado, eso es lo que importa. Yo ya hecho cosas peores, como cuando arruiné tu viejo auto, ¿recuerdas? No puedo decir nada - Él dice riendo y yo me río
- Pero estábamos muy borrachos cuando nos olvidamos de poner el freno de mano y el auto bajó solo por el barranco fuera de control
- Y sólo lo sé porque me lo dijiste - Louis se ríe mucho recordando una de las cosas que hicimos cuando teníamos 17 años y nada en la cabeza - Tu madre quiso matarnos.
- Incluso tuve que trabajar para ella gratis durante cuatro meses para pagar la reparación del auto que nos había comprado. ¡Lou, no teníamos nada en la cabeza!
- ¡Nade de nada! Espero que nuestros hijos tengan mas sentido común que nosotros.
- Porque menos, me parece difícil. ¿Recuerdas aquella vez que nos emborrachamos en la estación de autobuses, cuando íbamos a acampar, y acabamos en la ciudad equivocada y tardamos dos días en averiguarlo?
- Shhhh... acordamos que no íbamos a hablar más de ese - Louis habla riendo mientras pone su dedo delante de su boca para pedir silencio.
- Zayn no dejaba de decir que era un boy scout y que sabía lo que estaba haciendo, mientras caminaba con el mapa, sólo que el mapa era de otra ciudad - Tengo lágrimas en los ojos riendo.
Divertirse solo con Louis es muy fácil, porque desde siempre hemos aprendido a ser compañía el uno del otro, y nuestro matrimonio se basa mucho en eso. Si pudiera darles un consejo, casense con alguien con quien les guste pasar el tiempo, que tengan algo de lo que hablar y que se diviertan juntos, porque al final del día, aún serán sólo tú y esa persona.
La primera cerveza pronto se convirtió en segunda, que se convirtió en tercera, que se convirtió en una cuarta. La quinta no existía en la nevera, pero Louis la pidió, la sexta, la séptima y la octava en una de esas aplicaciones delivery de comida y bebida. La novena y la décima se pidieron en un segundo pedido en la misma aplicación, y abrí la puerta al repartidor riéndome por haber tropezado con los tenis de Louis que estaban en camino.
- ¿Sabes qué podríamos hacer ahora? - Louis me preguntó mientras yo tenía los pies en su regazo recibiendo un masaje, porque le había dicho que ya no sentía nada.
- ¡Podríamos ir a Italia hoy! - Dije sin la menor noción de lo que realmente estaba hablando.
- ¿Vamos? - Louis, que está tan borracho, concuerda
- No creo que lleguemos allí si no tenemos un bote para cruzar el mar - Las personas sobrias deben estarse preguntándose qué conversación es esa, pero los borrachos hacen eso.
- Es verdad. Y yo no sé conducir barcos. ¿Será que es igual que el auto?
- ¿Cómo frenas un barco, Lou?
- No lo sé. Aleeeeeeeeeeeeeexa, ¿cómo se frena un auto? - Louis grita desde el sofá, olvidando que no tenemos el aparato ni el sistema.
- ¡Alexa, pon música que quiero bailar!
- ¿Vamos a bailar, bebé? - Louis de repente se pone de pie y por un minuto, la idea parecía maravillosa, mejor que buscar en Google cómo se frenan los barcos.
- ¡Vamos! ¡Voy a ponerme mis botas!
Advierto a los jóvenes, que cierren bien la casa y escondan las llaves antes de beber, porque siempre habrá un borracho con alguna idea, que será seguida por los otros que estén más borrachos aún.
Y cuando finalmente salimos de casa, ya estaba en un estado en el que no debería haber salido de casa.
Terminamos yendo a parar a un club nocturno al que íbamos cuando éramos jóvenes, y honestamente, ya no tengo edad para eso. Si no fuera por la cantidad de alcohol que corría por mi cuerpo, por estar bebiendo cerveza con Louis desde temprano en la tarde, encontraría todo muy lleno, ruidoso, caluroso e incómodo.
Pero el alcohol es un perfecto alterador de sentidos y yo estaba pansándolo genial. Louis nos compró más cervezas, y en 15 minutos estábamos bailando como dos adolescentes de 17 años en la pista, y casualmente, nos encontramos con un Zayn riéndose de nosotros en el mismo club.
- ¡Ustedes están bien, eh! - Zayn se burló en algún momento, hablando fuerte por el sonido.
- ¡Zaaaayn! - lo celebro
- Nos vamos a Italia, Zee - Louis respondió emocionado
- No quiero más detalles de eso - Se rió
- ¡No! ¡Eres muy aburrido! - me quejé - ¿Sabes qué? Tenemos que encontrar una cita para ti esta noche - Hablé un poco más lento de lo que hablo normalmente y tal vez, solo tal vez, un poco más arrastrado.
- Estoy bien así. Puedes estar tranquilo.
- Zee, tienes que conocer a alguien. Liam no vale la pena, él es un idiota - Yo lo dejo escapar sin tener conciencia de lo que estoy hablando.
- Ya superé a Liam, no creo que sea un idiota. Pero está bien - Zayn no parece haberlo entendido, y lo prefería así
- Mentira, ustedes siguen almorzando juntos.
- Pero eso es genial, porque me di cuenta de que lo que sentía realmente murió, y estoy bien. Lo mío con él ya no sucederá.
- ¡Siiiiiii! - Yo celebro levantando mis brazos y atrayendo algunas miradas, porque realmente estoy muy alterado, y Zayn no puede contener la risa - Zeee... Mira a ese moreno. Te está mirando
- No. ¡Te está mirando gritando!
- ¿Quién está mirando a mi Hazza? - Louis habla arrastrado en falso enojo, poniendo el rostro en medio de nuestra conversación
- Tú me estás mirando, amor - Yo respondo, girando mi cuerpo hacia él y besándolo, mientras él hace un puchero.
- Eww...- Zayn pone los ojos en blanco - Voy a ir al bar, porque nadie se merece ver cómo ustedes se besuquean, no - Se queja, tomando toda su cerveza
- Ve por el moreno que es mejor - Louis suelta mi boca para hablar y yo me río, mientras Zayn gira los ojos nuevamente.
Bien, tal vez estábamos muy borrachos y casi al borde de no tener consiencia. Pero hace meses que no me divertía tanto. Durante todas esas horas me olvidé por completo de mi estado paranoico, lo que confirma que estaba realmente en un brote paranoico y no volviéndome completamente loco (que podría haber empeorado con el alcohol y no haber mejorado), olvidé por qué quería huir a Italia, olvidé que perdí a mi mejor amigo y que Louis perdió a uno de sus mejores amigos.
Y no pueden culparme por, en medio del caos, recurrir al alcohol y a la diversión hedonista con mi esposo para tener algún momento de felicidad más cercana a la pura.
Bailé la mayor parte del tiempo, siempre cerca de Louis. En ese momento, mi pelo era el nido de palomas más grande de la historia, mi camisa de botones ya había perdido dos de ellos, y necesitaba una ayuda providencial de Louis en el baño cuando necesitaba un alivio en mi vejiga de anciano.
No sé cuánto tiempo estuvimos en el club ni cuánto bebimos después de llegar, pero fue perfecto.
Zayn volvió a la pista después de un tiempo y bailó con nosotros. Pero luego otro moreno, que no era el que yo había visto, se acercó, y en el tiempo que cerré los ojos para aprovechar mejor la experiencia de sacudirme en el ritmo, ellos se besaron, y cuando los abrí, no entendí nada, pero tampoco necesitaba entender.
Vamos a fingir que Louis y yo no hicimos una celebración cerca solo para hacer que Zayn se sintiera incómodo, lo que resultó en él mostrándonos el dedo antes de volver a besar al tipo. Louis todavía me dio un trago que no tengo idea de lo que era, pero lo quería porque era lindo. En cuanto al gusto que tenía, no tengo ni idea.
Y si he estado revolcándome en su regazo solo para provocarlo, nadie puede probarlo. Yo bailaba como si el mundo acabara hoy, y si se acabara, yo estaría feliz y moriría divirtiéndome en los brazos de mi persona favorita en el mundo.
- Me volverás loco - Louis me susurró al oído mientras yo bailaba casi exclusivamente para él
- ¿Nos vamos a casa para un after?
- Un buen día es así, tiene un antes, un durante y un después.
Finalmente, nos despedimos de nuestro amigo que aún estaba muy ocupado con el moreno desconocido, y obviamente prefería quedarse allí que con su pareja de amigos completamente alterados, y pedimos un taxi a casa.
El único punto es que el after se quedó para el after mismo, algo como after 24h después de intentar sobrevivir.
Entramos a la casa y mientras trataba de equilibrarme para tratar de sacarme las botas, Louis renunció al equilibrio, y se sentó en el suelo para quitarse los zapatos. El problema es que después él no pudo levantarse y cuando yo fui a intentar tirar de él, caí al suelo y nos reímos borrachos.
- La habitación está muy lejos - Louis se queja
- Shhh. No hables fuerte.
- ¿Por qué no?
- Para que la cama no escuche que vamos a dormir aquí mismo
- ¿Vamos a dormir aquí?
- Sí - Dije poco después de acostarme en el pecho de mi marido para dormir allí, como si estuviéramos en el lugar más cómodo de nuestra casa.
- Sol, no te duermas.
- No estoy durmiendo - Dije prácticamente durmiendo
- Harry, ¿me prometes una cosa?
- Lo prometo
- ¿Con el dedo meñique?
- De meñique - Intenté levantar el mío pero creo que le di el dedo índice en vez del meñique
- ¿Prometes que no importa lo que pase me perdonarás y siempre me amarás?
- Siempre te amaré - Respondo más dormido que despierto
- ¿Que siempre intentarás entender mi cabeza antes de odiarme?
- Siempre
- ¿Y que me apoyarás aunque descubras que no soy tan buena persona para ti como debería?
- Siempre - Pero entonces me detengo a gastar mi última neurona sobria pensando en lo que me está haciendo prometer - Siempre te entenderé. Pero si me traicionas, serás un completo castrado y sin polla.
- Bien, en eso estoy de acuerdo, porque si yo te cambiara, mi pene merece ser cortado - Louis concuerda riendo
- Te amo.
- Yo también, dame tu meñique aquí - Siento algo tirando de mi mano, pero ni siquiera veo porque mis ojos ya están cerrados - Ahora no puedes romper tu promesa de ninguna manera.
Ya no respondo, pero hago un ruido que él debe haber entendido en concordancia. Y me duermo allí en el suelo agarrado al cuerpo de mi esposo. No recuerdo cómo o cuándo, pero sentí que en algún momento justo antes del amanecer, Louis me arrastró por la casa como una bolsa de patatas, arrastrándome con él a nuestra cama y así dormí un poco más cómodo.
Creo que esta fue la primera vez que Louis no me cargó como un príncipe, sino que fue tirando de mis brazos mientras mi trasero se arrastraba por el suelo. Pero lo consideraré un gesto romántico.
Cuando me desperté horas después, o más bien muchas horas después, me levanté solo en la cama, ya que Louis parecía haberse levantado.
Yo todavía estaba con la ropa del club, e hice una nota mental de cambiar toda la ropa de cama, que debía tener más gérmenes que la alfombra de felpudo en la puerta. Al menos me quité las botas en la entrada. Fui al baño a hacer mi higiene y tratar de recuperar mi dignidad, que a estas alturas debe estar deambulando por la ciudad detrás de mí.
Después de salir del baño, me encontré con Louis en la cocina, haciendo café con el pelo revuelto y con cada parte erizada hacia un lado. Me detuve en la puerta, porque todavía no puedo entrar en la habitación, incluso con una resaca monstruosa, y solo me quedé mirándolo, e incluso después de todo lo que bebimos ayer, con el cabello desordenado y los ojos hinchados, él todavía seguía siendo hermoso y perfecto.
Pero la buena sensación no duró mucho tiempo. Mágicamente recuerdo todo lo que pasó, incluyendo la conversación dramática con Louis en el suelo de la entrada de nuestra sala.
Y mientras miraba mi corazón comenzó a apretarse, como si toda la felicidad que sentí anoche hubiera sido un adiós. Mi corazón comenzó a doler en angustia y una sensación apocalíptica se apoderó de mí. Mis ojos se llenaron de agua y no sabía cómo lidiar con lo que estaba sintiendo.
Como hombre de ciencia no voy a creer en el mal presagio, e intento alejar este tipo de pensamiento teniendo en cuenta que estoy con resaca, bajo una gran carga de estrés y en un momento emocional frágil.
Después de un tiempo, Louis finalmente se da cuenta de que estoy allí. Él me mira con esa sonrisa de arruguitas, que tiene aún más arruguitas por los ojitos hinchados por la borrachera de ayer y yo quiero correr para aferrarme a él.
- ¿Estás bien, bebé? - Me pregunta, soltando los utensilios de cocina que usaba.
- ¿Cómo sobrevivimos ayer?
- Me pregunto cómo sobreviviré hoy. Ya tomé dos aspirinas y unos 4 litros de agua - Él responde riendo, cuando se acerca a mí y me abraza dándome un besito - ¿Quieres comer algo?
- No, sólo dame una jarra de jugo porque estás tenso - se ríe, tirando la cabeza hacia atrás mientras todavía está agarrado a mi cintura
- Nosotros ya no tenemos edad para eso, Sol. Nos estamos haciendo demasiado mayores como para recoger a nuestros hijos del club por hacer eso. - Él me suelta solo para dar la vuelta hacia la nevera y buscar una jarra de jugo y un vaso para mí, poniéndolo sobre la mesa. Me arriesgo a entrar en la cocina en mucho tiempo, y solo porque sé que Louis está allí y mi paranoia me da un descanso en esas circunstancias. El jugo desciende más perfecto que la lluvia en medio de un desierto súper árido. Gracias madre naturaleza por inventar las frutas especialmente para personas con resaca.
Después de un tiempo, mi marido y yo solo volvimos a la cama para dormir un poco más, porque la situación era realmente deprimente. Dormimos todo el día, ya que era domingo. Me desperté antes que Louis, y decidí ir a Target para comprar algunas cosas para nuestra casa, que ya estaba quedando poco personal por el hecho de que en los últimos días parezco todo, menos una persona con noción de vida doméstica.
Mientras estaba en la sección de quesos, eligiendo alguno para hacer una fondue por la noche, veo a Liam pasando por las estanterías en otra sesión. Maldigo a esta ciudad, que a pesar de ser una megalópolis, parece que solo tiene los mismos espacios para ser frecuentados por el mismo círculo de personas.
Trato de disimularlo para que no me vea, pero claro que el destino me odia. Y cuando giro en otra sesión, mirando hacia atrás para huir de él, me tropiezo con él de frente.
- Hola Harry - Liam me saluda incómodo
- Hola - respondo secamente, ya volteándome para alejarme de él
- ¡Espera! - El pide en voz alta y yo volteo mis ojos, girándome para estar frente a él. Ahora no solo maldigo a la ciudad, sino también a mí mismo por no ser como Louis, y tener el valor de mostrar el dedo del medio y salir de situaciones como esta - ¿Qué quieres?
- Creo que necesitamos hablar de lo que has descubierto y de todo lo que aún no sabes.
- ¿Sobre qué no sé? - Sonrío sarcástico - Ya sé lo suficiente.
- No, sabes que no. Mira, Harry, me agrada mucho Louis y nunca he hecho nada antes porque de alguna manera lo limpié por él. Sé que Guinevere era una perra con Louis y era una ninfómana, pero el tiempo que pasé lejos y lidiando con todo lo que trato en el FBI, descubrí que no se puede pasar por alto todo.
- Sabes, Liam, deberías acostarte con el FBI, porque creo que es lo único que realmente te gusta y valoras en tu vida. Que estés bien, tengo mucho que hacer.
- ¿Seguirías defendiendo a Louis si supieras que intentó matar a Guinevere cuando era más joven? - Liam me pregunta cuando ya estoy de espaldas a él y eso me hace girar
- ¿De qué mierda estás hablando?
- Guinevere me contó situaciones con Louis, en las que él intentó lastimarla. Como una vez que escondió su medicina y se negó a pedir ayuda mientras ella tenía un ataque en medio de la sala de su casa.
- ¿Cuántos años tenía?
- Creo que unos 9 o 10 años - Esto hace que se encienda una alerta en mí para defender a Louis, ya que es la misma edad en la que dijo que fue abusado, y probablemente estaba muy enojado con su abuela, y por eso dejó que su lado infantil se impusiera y la dejara sufrir un poco, sin ni siquiera ser consciente de que podía morir por ello.
- No lo juzgo. Yo tampoco la ayudaría, así como ella dejó de ayudarlo cuando él la necesitó. Y eso no significa que él quisiera matarla, solo estaba reaccionando a lo que era ella con él, en la misma proporción de indiferencia. No seas hipócrita, Liam. Sabes que no había amor allí, era sólo toxicidad y violencia. Louis era un niño y lo aprendió de sí mismo. Y honestamente, no creo en esas cosas a menos que las hayas visto, porque Guinevere era una persona muy mala capaz de inventar esas cosas. Al igual que hacía un teatro de buena abuela para las autoridades, cuando tanto tú como yo sabíamos que ni siquiera alimentaba a Louis. ¡Sabes cuántas veces tuvo que ir Louis a nuestras casas a comer! ¡A COMER! ¡Tienes idea de cuántas veces le di mi ropa porque él no tenía ropa para el frío en el invierno de Chicago! Yo fingía que como mejores amigos era normal compartir el armario el uno con el otro, pero en el fondo yo sabía que si él no usaba mi ropa en algunos momentos, él no tendría ninguna para él, pues él crecía y la ropa que tenía le quedaba pequeña o se le rompía, y sólo recibía algo en Navidad. ¿Sabías que él sólo jugaba con cosas más nuevas y tecnológicas en nuestras casas, porque él no recibía muchos regalos, aunque Guinevere tuviera dinero como el que tenía?
- Harry, lo pensé por mucho tiempo, por eso dije que lo limpié, pero no es solo una reacción, es acción y estás ciego. Louis ya ha llegado al punto en el que intentó incendiar su casa. Guinevere dijo que incluso intentó tumbarla contra una mesa de cristal, y varias situaciones así o similares.
- ¿Lo has visto?
- No.
- ¿Ella te lo dijo?
- Sí - Liam resopla derrotado.
- Entonces no lo creo. Y si es verdad, como esposo, y sabiendo por lo que ha pasado no lo juzgo. - Hablo aunque me duela el corazón por todo lo que estoy escuchando y me niego a creerlo - Como psicólogo puedo asegurarte que él no quería matar a Guinevere, sino quemar todo lo que esa casa representaba.
- ¿De verdad te vas a poner de su lado?
- Siempre.
- ¿Incluso si pido la exhumación de su cuerpo, para pedir una investigación toxicológica para evaluar el motivo de las convulsiones?
- Todavía le creo - Hablo en serio - Liam, ¿alguna vez fuiste a House Care a ver a Guinevere?
- No.
- Me lo imaginaba. ¿Sabías que House Care costaba casi el 50% del salario de Louis y se considera una de las mejores residencias de ancianos de Chicago? ¿Qué Guinevere estaba en un estado avanzado de Alzheimer? ¿Que tenía un equipo multidisciplinario a su disposición allí? ¿Que era atendida y cuidada por enfermeras las 24 horas? ¿Y que ella tenía una cuidadora solo para ella llamada Amelia, que aunque coqueteaba con mi marido, y la odio por eso, tengo que reconocer que realmente era buena profesional? No, no lo sabes. Porque hace ocho años te despediste de nosotros, rompiste el corazón de Zayn, fuiste falso con Louis y te fuiste sin mirar atrás. Ni siquiera a la mujer que fue tu amante volviste a ver una sola vez. Así que puedes exhumar tantos cuerpos como quieras, que todavía voy a confiar en Louis y amarlo, porque a diferencia de ti, aunque está herido de todas las maneras, nunca abandonó a nadie, ni siquiera a quien merecía ser abandonada.
- ¿Te crees el dueño de la moral y crees que Louis es un santo?
- Bueno... mi marido no es un santo, y ni siquiera quiero que lo sea. Solo es humano, con defectos, con la cabeza jodida como todos los demás humanos, pero a diferencia de ti, hizo lo que se merecía para tener gente a su lado, incluso si se equivocaba.
- Harry, tengo razones para creer que podrías estar en peligro - Habla seriamente y sus palabras me golpean como gasolina en el fuego de mi paranoia, pero trato de alejarlo de mi cabeza.
- ¿Por Louis? ¿Por toda esta mierda que me estás contando? ¡En serio, Payne! Tienes que esforzarte un poco más. Louis es completamente incapaz de lastimarme - En medio de tantas incertidumbres, miedos y paranoias, esa es la única certeza que tengo en esta vida. Louis prefiere lastimarse a lastimarme. Eso es un hecho.
- ¿Me puedes escuchar?
- ¡No! - hablo rápido, porque no quiero escuchar nada más, no voy a dejar que Liam juegue conmigo como lo hizo con todas las personas hasta ahora. Como usó a Guinevere, Louis, Zayn e incluso a mí. Perdí la confianza en Liam - No quiero escucharlo. Si desconfías de mi marido, haz lo que creas que tienes que hacer siendo un federal, porque este asqueroso jueguito de intentar socavar sus relaciones personales no va a funcionar. ¡Sé profesional, ya que es lo único que realmente vale la pena en ti!
- Eso es lo que intento hacer, Styles.
- Liam, jódete - que me llame por mi nombre de soltero es la última gota de agua y me pregunto qué estoy haciendo allí todavía - Buen trabajo.
Me doy vuelta y salgo resoplando, con el corazón acelerado, y sudando, antes incluso de darle a Liam el tiempo o la oportunidad de responderme.
Renuncio a las compras, dejo el carrito en algún pasillo y salgo de Target hacia mi casa, que es el único lugar que me parece mínimamente seguro desde el punto de vista emocional (excepto por la cocina).
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