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"Louis, despierta." Escuchó una voz gruesa y ronca, y parpadeó lentamente, llevando sus manos hacia su cara todavía somnolienta. Miró la silueta en frente suyo, un poco borrosa. Miró como el cabello largo de Harry caía arriba suyo, haciéndole sentir cosquillas alrededor de su cara. Se sonrojó levemente cuando su vista se aclaró y pudo ver cuan cerca estaba Harry. Trató de desviar la mirada, llevándola hacia el reloj, viendo como el brillante ocho estaba acompañado por un cinco. Eran las 8:05 y Louis estaba despierto. "Tengo que irme a la escuela, ¿si?" Miró devuelta al rizado y asintió, confundido. No podía pensar claramente en las mañanas. "Mi madre se fue a trabajar y estarás solo hasta el mediodía cuando venga ella. Yo tengo entrenamiento, por lo que llegaré más tarde."
Trató de levantarse pero las manos de Harry tomaron sus hombros y tiraron hacia atrás, acostándolo devuelta.
"No, quédate. Se ve que tu cara pide a gritos unas horas más de sueño." Sonrió y asintió, relajándose.
"Te veré más tarde entonces." Su flequillo obstaculó su vista y sonrió por ello. Una de sus manos viajó hasta su cara tocando levemente sus labios, la otra permanecía sobre el dobladillo de la sábana.
Harry sólo quería comérselo.
Tragó saliva y asintió, mirando hacia otro lado. Tomó su mochila y la puso sobre sus hombros, dispuesto a salir por la puerta de su habitación.
"Harry." Volteó a ver a Louis, mirándolo con un leve brillo en sus ojos.
"¿Hm?" El castaño sonrió y movió su mano.
"Ven aquí" Harry titubeó pero se acercó lentamente. Quedó a pocos metros de Louis, pensando que sólo le diría algunas palabras y así se podría ir. Pero Louis rió suavemente y movió la mano devuelta. "¡Más cerca, Harry!"
Tragó saliva nuevamente y se acercó más, sus rodillas tocando el borde de la cama. Pudo mirar su cara dormida, y como entrecerraba los ojos a causa del sueño. Tenía puesto la camisa blanca de Harry, que estaba iluminada por el rayo del sol pegando en ella. Quiso no mirar, pero era imposible. Louis era demasiado hermoso.
"¡Más cerca!" Rodó los ojos y se encorvó, dejando su cara a centímetros. Parecía loco, pero juró que Louis miraba sus labios de momentos, y disfrutó la sensación de saber que no era el único que lo hacía. El silencio hizo presencia, pero era cómodo. Era cálido como ambos se miraban sin apuro, pensando uno en el otro. Y Harry no quería romper el momento, pero tenía que.
"¿Louis?" Éste pareció salir de su burbuja parpadeando, y sonrió. Harry vio como se levanta rápidamente y deja un beso en su mejilla. Como en momentos todo había cambiado de sereno a desesperante para Harry. Pero Louis le sonrió y rodó sobre su cuerpo, dándole la espalda, y el rizado escuchó las dulces risitas de Louis, burlándose de él.
Bufó y acomodó su mochila, caminando pesadamente hacia la puerta. Podía sentir su mejilla quemar, y maldijo mentalmente por pensar cosas que no iban al caso. Tomó la llaves y la cerró con un portazo, haciendo que Louis ría.
Y si Harry había pensado en los labios de Louis sobre los suyos en la escuela, ese era otro tema.