El día ligeramente soleado con algunas nubes blancas, tan esponjosas a simple vista que parecían apetecibles algodones de azúcar, Yoongi observaba a Namjoon y Soobin jugar en la alberca mientras el permanecían en un camastro bajo la sombra.
Era sorprendente la manera en que Namjoon había aceptado la paternidad que claramente no era suya, aún así, el parecía querer a Soobin cómo hijo propio. Aún a cinco meses de que el mundo de haya enterado del hijo de Kim Namjoon, la prensa les seguía intentando saber más detalles de la nota, sin embargo, ninguno quiso dar detalles, no querían mentir más.
El teléfono de Jungkook sonó con insistencia interrumpiendo el momento de la pareja, Taehyung hizo un ligero puchero cuando el joven musculoso se disculpo alegando que eran asuntos de trabajo, rápidamente entro a la casa.
Yoongi no le prestó atención, sus ojos estaban en aquellos músculos color canela que podía apreciar gratamente desde su lugar, Namjoon no portaba camisa dejándolos a la vista de sus ojos, aunque necesitará lentes para leer por fortuna podía apreciar cada centímetro de piel expuesta.
Por más que se había prometido no caer ante los encantos de Namjoon, no podía. Era todo un caballero, torpe sin duda, pero con un corazón tan amable y bondadoso que el no podía evitar mirarlo con amor.
No habían tocado el tema sobre ellos, aún así, Namjoon parecía cortejar cada que podía a Yoongi, volviéndose una pequeña batalla entre padre e hijo por quién consentía más a Yoongi.
El grandioso fin de semana casi parecía desaparecer en cuando Jungkook camino a el con el rostro completamente serio y molesto, por alguna razón se sintió asustado e intento llamar a Namjoon con la mirada, pero este estaba entretenido con su hijo.
—Vamos a dentro de la casa, es urgente.— Su voz sería erizo el su cuerpo, no obstante, era desagradable. Una horrible sensación se poso en su estómago y solo atino asentir con la cabeza.
Ambos entraron rápidamente a la casa, Yoongi se sintió incomodo cuando Jungkook le llevo al despacho de Namjoon, estaba al borde de la hiperventilación justo cuando Jungkook coloco el seguro a la puerta.
—¿Qué estás haciendo?— Aunque intento que su voz no saliera asustada fallo en el intento, Jungkook tomo asiento en la silla acolchonada del escritorio, su mirada filosa cayó en su persona.
—Quiero la verdad Min Yoongi. ¿Quién es Jung Hoseok?— Sus piernas temblaron y su piel perdió aún más color, Ya habían pasado quince años de no escuchar ese nombre.
—¿Cómo...?
—¿Cómo lo sé?— Completó la pregunta entre dientes. —Acaba de llamarme, por un momento lo tome por loco, pero sabe detalles muy personales sobre ti y tu hijo. Habla ya.
—No voy hablar de eso.
—Namjoon no es padre de Soobin.— Afirmo seriamente, Yoongi tembló y su visión se volvió borrosa, con las manos temblorosas tomo el respaldo del asiento sintiéndose enfermo. —¿Quién es Jung Hoseok y porqué afirma ser el padre de Soobin?
—N-no el no...
—El pide una suma generosa de dinero para no soltar información a la prensa.— Pronto los recuerdos de aquel frío y espantoso sótano le hicieron marearse, aquel gran avance que había tenido en terapia fue perdiéndose poco a poco cuando imágenes nítidas de aquel horrible hombre sobre el violando una y otra vez su cuerpo le hicieron casi sollozar. Jungkook se sorprendió por aquel aspecto enfermizo que Yoongi había adquirido solo por mensionar ese nombre.
—No puede... E-el no puede.
—¿Yoongi? ¡Yoongi!— Jungkook de un salto se levantó de su asiento en cuanto Yoongi cayó al suelo sobre su trasero, un gran llanto lastimero no se hizo esperar. Apenas iba ayudarle a levantarse Yoongi comenzó a patalear y retroceder murmurando cosas para nada entendibles a los oídos de Jungkook.
—¡N-no me toques!
—¿Yoongi? ¡Abre la puerta Jungkook!— La voz alterada de Namjoon se escuchó al otro lado de la puerta, Jungkook se apresuró abrir rápidamente y casi fue empujado por Namjoon. —¿Qué diablos le hiciste?
—¡No hice nada!— Ignorando las ganas de golpear a su amigo y manager, Namjoon rápidamente camino hacia Yoongi y se arrodilló a su lado.
—Cariño mírame, ¿qué te hizo?— Murmuro suavemente acariciando la mejilla contraría, un nudo de se poso en su garganta en cuando los ojos llorosos y llenos de tristeza se encontraron con los suyos.
—L-le va hacer daño, va a dañar a mi b-bebé.
—Nadie va a dañar a nuestro hijo, yo estoy aquí para cuidarlos.
—Hoseok, J-jung Hoseok nos encontró.— Entendiendo todo abrazo a Yoongi sin llegar asustarlo, rápidamente le sintió aferrarse a su cuerpo en busca de protección. —N-no quiero ir al sótano de nuevo, no de nuevo.
—No irás a ningún lado mi amor, estás a salvo conmigo, están a salvo.— Dando suaves caricias al cabello de Yoongi miro a Jungkook con algo de enojo. —¿Qué fue lo que le dijiste Jeon?— Jungkook se se acercó a la puerta y la cerro no sin antes revisar que nadie estuviera afuera, antes de responder encendió el pequeño estero en la oficina a un volumen moderado.
—Acabo de recibir una llamada, Jung Hoseok me llamo exigiendo una suma generosa de dinero, si no, en las próximas veinticuatro horas iba a liberar información verídica sobre Soobin quién no es hijo tuyo ¿Me equivoco? ¿En qué demonios te metiste?
—¿Por esa razón le has encerrado y cuestionado así? ¿Qué no estás viendo como está jeon?
—Soobin no es tu hijo.
—Soobin es mi hijo, es hijo mío y de Yoongi.
—No parece ser verdad después de como a reaccionado.
—H-hoseok es el padre biológico de mi hijo.— Murmuro Yoongi entre llanto, Namjoon solo lo abrazo más. —P-pero el me violó no solo una vez, me secuestro por días, incluso me golpeó para que abortara.— El rostro de Jungkook perdió color en segundos.
—Yo soy el padre de Soobin.— Murmuró Namjoon cuando el silencio reino en la habitación. —Es mi hijo y no acepto otra opinión al respecto, me encargaré personalmente de Jung Hoseok, no se acercara a ustedes.
—¿L-lo prometes?
—Te lo prometo.
—¿Porqué no me dijeron nada de esto?
—¿Crees qué es un jodido tema fácil? ¿No vez como está después de que le encerrarás aquí para darle esa noticia?
—Por favor no peleen.— Suplico Yoongi mirándolos a ambos, Namjoon suspiro antes se asentir. —¿Puedes llevarme a la habitación? No me siento bien.
—Claro.— Sin mirar a Jungkook cargo el pequeño cuerpo del pálido y salió de la oficina, Taehyung y Soobin iban entrando cuando ambos vieron a Namjoon llevar a Yoongi a la habitación.
—¿Mi papi iba llorando?— Antes de que Taehyung pudiera responder Soobin corrió detrás de su padre, Jungkook salió de la oficina pensativo.
—¿Quieres que llame al doctor?— Yoongi negó rápidamente limpiando sus lágrimas, Namjoon le recostó en la cama para después cubrirle con las sábanas, Soobin entro corriendo a la habitación.
—¿Papi? Papi, ¿qué tienes?— Mordiendo su labio inferior con fuerza intento no ponerse a llorar de nuevo fallando cruelmente en el intento, Soobin miro a Namjoon bastante alarmado.
—Tu papi no se siente bien cariño.
—¿Qué tiene papi?
—Le duele el corazón, tal vez si lo llenamos de abrazos se sienta mejor.— Rápidamente Soobin se recostó aún lado de Yoongi, sin prestar atención al cabello mojado de su hijo ambos se abrazaron.
—¿Llamamos al doctor papi? Si el corazón duele eso es malo.
—No, solo abrázame, esa es la cura para mí corazón.— Murmuro con la voz ronca debido al llanto, Soobin asintió levemente.
Namjoon se recostó a su lado abrazando el cuerpo de Yoongi al igual que el de su hijo, los dos en silencio escucharon el llanto de Yoongi, pese a que se esforzaba por no llorar fuerte y no preocupar a su hijo aún más, no podía.
Ninguno se movió de lugar durante media hora, Yoongi parecía haberse dormido en medio de ambos. Taehyung apareció por la puerta visiblemente preocupado y algo molesto, Namjoon intuyó que Jungkook le había contado.
—¿Cómo está?— Susurró para no despertar a Yoongi, Soobin hizo un puchero mirando el rostro sereno de su padre.
—Le dolía mucho el corazón, dijo que no llamáramos al doctor pero lloro mucho y eso significa que le duele aún.
—Deberías hornear algo delicioso para tu padre.— Susurro Namjoon acariciando el cabello de Yoongi, Soobin le miro con un puchero. —Yo cuidare de el, te ayudaría pero ambos sabemos que se incendiaria la cocina. Adora las galletas eso le animará, aún sabiendo que lo has hecho tu.
—¿De verdad papá?
—Claro que si cariño, Taehyung te puede ayudar y yo pediré la comida favorita de tu padre, así podremos levantarle el ánimo.— Con una pequeña sonrisa Soobin asintió repetidas veces, antes de levantarse de la cama beso la frente de Yoongi con mucho cuidado, cómo si temiera romperlo.
—Cuida a papi por mi mientras hago las galletas papá.
—Siempre lo cuidare.
—Tu quieres mucho a mi papi ¿Verdad papá?
—Lo quiero con todo mi corazón.
—¿Mucho, mucho?
—Si, mucho, mucho. ¿Porqué?
—Porque ya no quiero ver a papi llorar, yo quiero que sea feliz y hago que sea feliz, pero necesito ayuda porque solito no puedo, papi es feliz cuando estamos los tres juntos... Yo quiero que estés siempre con nosotros.— Namjoon sonrió dejando ver sus lindos hoyuelos, estirando su mano acaricio el cabello de Soobin.
—Siempre estaré con ustedes.
—Okey, iré hacer las galletas con Taetae hyung para mí papi.— Taehyung sonrió enternecido y tomo la mano del menor saliendo de la habitación no sin antes cerrar la puerta.
—Tambien quiero que estés siempre con nosotros.— Namjoon bajo rápidamente la mirada encontrándose con los ojos ligeramente hinchados de Yoongi. —Me gustaría que fuera así siempre.
—Puede ser así siempre.
—¿Me darías un beso?— Apesar del rubor en sus mejillas enfrento la mirada amorosa de Namjoon, ellos no se habían besado antes, solo tenían pequeñas citas y algunas veces se tomaban de las manos.
—Oh cariño, te daré todos los que quieras.— Aunque quiso reír, sus labios fueron unidos con los de Namjoon, un pequeño beso inocente lleno de sentimientos.
—¿Qué pasará ahora? El quiere dinero, pero no quiero darle nada, el no merece nada.
—¿Recuerdas del hombre del que te hablé?
—No me contaste todo.— Reprendió arrugando su nariz, Namjoon dejo un pequeño beso en esta y otro en sus labios.
—Te contare todo. Cuando apenas iba iniciando, tuve un show al que mi antiguo manager me insistió en ir, era privado y las personas que estarían ahí tendrían mascaras. Pensé que era una fiesta de disfraces y asistí, al estar ahí pude ver que era una fiesta de una chica. Para esto, cuando me llevaron me cubrieron la cabeza, por un momento me asusté, no obstante mi manager dijo que era por protocolo, ya que era casa de alguien tan importante como el presidente.
<<Estando ahí y después de mi presentación di autógrafos y hablé con un hombre con máscara, se me hizo una persona interesante y me dijo que no cayera en vicios, que muchos jóvenes y niños seguirían mis pasos y eso sería un mal ejemplo.
Durante años, asistí en la misma fecha, siempre platicaba con el en esas fiestas y el me quería como un hijo ya que el nunca pudo tener un varón, al segundo año que asistí a ese evento, el se quitó la máscara y me comenzó a invitar a lugares para vacacionar, cada logro o premio que ganaba el enviaba regalos y felicitaciones. Cuando me tuvo confianza me contó que era líder de la mafia coreana, me asuste al principio, pero el jamás me llevo por un mal camino. ¿Llegaste a escuchar del atentado que sufrí en un concierto?
—Si, fue horrible, todos creían que habías muerto.
—Gracias a la seguridad que el me brindaba solo sufrí algunas lesiones, no me patrocinó mi carrera, sabía que quería ganar todo a la buena, pero si me cuido porque me tiene cariño.
—¿El puede ayudarnos con Hoseok...?
—Claro que puede, ¿estas seguro de eso?
—No lo quiero en nuestras vidas o que aparezca cuando Soobin sea mayor, tengo miedo que lo lastime.
—Le llamaré y para antes de la cena ya no habrá problema alguno.
—¿Eso nos hace malas personas?
—No, porque tenemos motivos de sobra, si la policía no hizo nada y freno cualquier intento de llevarlo a la cárcel, no nos hace malas personas protegernos.— Yoongi asintió ligeramente y con algo de vergüenza escondió su rostro en el pecho de Namjoon.
—¿Podrías dormir conmigo hoy? No creo que me sienta seguro estando solo...
—Me quedaré en todo momento.
—¿No sientes asco? Me uso como si fuese un objeto y t-tu me cuidas como si fuese de cristal o de oro.
—Nada de eso fue tu culpa y no siento nada de asco, Yoongi mi corazón late con fuerza cuando sonríes, me emociono con poder abrazarte. Eres especial sin importar el pasado, me gustas no importa que haya pasado
—También me gustas, no quería admitirlo porque me daba vergüenza estar sucio...
—Mi bella flor, no estás sucio, para mí, eres el diamante más brilloso del planeta, eres mi día, mi noche y mi oxígeno. Dejar el pasado atrás es importante, yo estoy aquí contigo, nuestro hijo también. Déjame amarte y sanar esas heridas...— Sonriendo Yoongi dejo un tímido beso en su nariz antes de asentir.
—Me gustaría intentarlo...— Ambos unieron sus labios en un pequeño beso inocente, Yoongi quiso brincar en su lugar.
A pesar de lo malo del pasado, su futuro con Namjoon estaba siendo completamente hermoso y feliz. Con manos tímidas acaricio el cabello de Namjoon, el cual se encontraba algo largo. Su mente se desconecto por varios minutos que incluso aveces no era conciente de la falta de aire que provocaban los besos de Namjoon.
De alguna y otra forma, para estar más cómodo y poder recibir mejor los besos de Namjoon, yacía ahorcadas sobre el cuerpo contrario.
Las manos de Namjoon permanecían en su cintura y no se movían de ahí, aquel gesto se le hacía tierno, sabía que no tocaría de más si no lo pedía.
La puerta fue abierta sin ningún previo aviso, ambos se apartaron como si estuviesen asiendo algo malo, con el temor de que Soobin llegara a entrar pese a que solo estaban besándose. Jungkook parecía tallado piedra al igual que la —aun no confirmada— pareja.
—Oh y-yo lamento si interrumpí...
—Ah, mierda, estás ganando una buena golpiza. Es la primera vez que nos besamos así y vienes a interrumpir.— Murmuro Namjoon casi asiendo un berrinche, Yoongi desvío la mirada con un lindo rubor en sus mejillas.
—Tenemos que solucionar esto, nos dió un plazo de veinticuatro horas.— Suspirando Yoongi escondió su cabeza en el pecho de Namjoon, Jungkook mordió su labio inferior visiblemente arrepentido. —Lamento mi comportamiento pasado Yoongi, estaba molesto, creí que estabas mintiendole a Namjoon.
—No importa... Lo que importa es que el no haga nada.
—Jungkook, llama a mi hyung, dile que busque a Jung Hoseok y que iré para hablar con el.
—Esta bien, me encargaré de eso.— Así cómo llegó desapareció de la habitación rápidamente no queriendo permanecer en la habitación donde había tanta tensión y no de la mala.
—¿Puedo ir contigo? No quiero que tú solo cargues con estas cosas...
—Pero no quiero que te afecte esto a ti más de lo que ya lo hace, iré y hablaré con mi hyung, es mejor que me esperes aquí con Soobin, podemos hacer una pijamada mientras vemos películas.
—Esta bien, prepararé un pastel para cuando vuelvas... Me gustaría que mañana habláramos sobre nosotros, me gustas Namjoon...
—Si pudiera grabarte ahora mismo, vería el vídeo todas las noches.— Ambos sonrieron sin dejar de mirarse. —Mañana hablaremos de lo nuestro, por lo pronto iré a terminar este problema.
—Te estaré esperando...
—Me sorprendió que me pidieras ayuda en algo, en los años que llevo de conocerte jamas me lo has pedido.— Namjoon miro al hombre frente a el y suspiro ligeramente. —Desde que te enteraste de que tenías un hijo no te había visto por aquí.
—Quise pasar tiempo con el.
—¿Y qué tiene que ver Jung Hoseok en esto?
—El es el padre biológico de Soobin.— Al notar el rostro sorprendido y confundido de Gong Yoo mordió su labio inferior. —Min Yoongi, el hombre del que me enamoré... Fue abusado sexualmente por Jung, le secuestro y encerró en el sótano de su casa, lo drogo y cuando aún se mantenía conciente lo violaba, día y noche, cuando pudo escapar y denunció, en medio del juicio se enteró de que estaba en espera, no quiso abortar, ya estaba pasando por un mal momento, su cuerpo aún no sanaba y ese dolor no iba a soportarlo. Decidió tenerlo pero Jung se enteró de ello, lo busco y golpeó para que abortara, por suerte no sucedió. Gracias a sus contactos salió impune.
—¿Cómo entonces ese chico es hijo tuyo?
—Es un gran chico, Yoongi jamás le dijo nada sobre su padre así que cuando el pregunto por el, no quiso darle esa información así que sarcásticamente le dijo que era yo, ambos son muy fans de mi música. El chico me busco y me partió el corazón porque yo no era su padre y el estaba tan entusiasmado. Cuando me enteré quien era su padre, no pude evitar idear tenerlo como mi hijo y a su padre como mi pareja, ya conocía a Yoongi por un comercial que grabé en el restaurante donde el trabajaba, pero no pude hablarle. Las cosas se dieron y no puedo dejar que el arruine todo. Ellos son mi felicidad.
—Deben serlo, para que me pidas cosas como estás a pesar de tus principios deben ser personas importantes.
—Lo son, sin duda lo son.
—Me encargaré de el, no se acercara a tu familia, pero si condición es que los traigas aquí, quiero conocerlos me haría realmente feliz conocer a las personas que llenan de alegría tu corazón.— Namjoon sonrió aliviado. —Vamos al sótano, supongo que tienes cosas que decirle.
—No, pese al odio que le tengo, no quiero hablarle, se que me dejaré llevar y prefiero no tratar con una basura humana.— Gong Yoo asintió comprendiendo y casi sabiendo que esa sería su respuesta. —Yo solo veré desde lejos, aún tengo que volver, Yoongi estaba afectado por esto y está esperándome en casa con mi hijo.
—Verte cómo padre me hace sentir viejo, te conocí cuando eras un muchacho iniciando su carrera, ahora eres padre. Bueno vamos para que veas que no dará problemas nunca más.
Ambos se levantaron de su asiento, Namjoon no estaba de acuerdo con las cosas de la mafia, sin embargo, siempre se guardaba su opinión. Ahora era diferente, estaba haciendo esto para proteger la integridad de Yoongi, si la prensa llegará a enterarse de todo el pasado, las notas amarillistas no se harían esperar.
Al llegar al sótano se quedó aún lado cerca de la puerta, había un gran vidrio que dejaba ver lo que sucedía dentro, por más que la furia quiso nublar sus sentidos se mantuvo quieto, observando a Jung Hoseok encadenado. Parecía respirar con dificultad y todo su cuerpo estaba lleno de golpes, Gong Yoo entro a la habitación luciendo imperturbable el silencio era casi asfixiante.
—¿Qué tengo que ver yo con la mafia?— Ante la pregunta Gong soltó una risita para anda amistosa, Namjoon quien nunca le había visto así intento no sorprenderse.
—Mucho. ¿Te suena el nombre de Namjoon? Es como mi hijo y da la casualidad que tú en el pasado violaste a la persona que el ama, no solo eso, quisiste que abortara golpeandolo para después escapar de la justicia como cobarde gracias a tus contactos, ahora vienes arruinar su felicidad y aunque no es parte de la mafia, para mí, es parte de mi familia. Y con mi familia nadie se mete.— Namjoon intento no vomitar en el momento en que dos hombres se acercaron a Hoseok, conocía las torturas, pero verlas era algo traumático.
—¡Si me matas todos sabrán la verdad!
—Todos aquí saben que yo manejo a Corea, ¿crees que te dejare salirte con la tuya? Mientras tú estás aquí, mi gente se está deshaciéndose de toda la gente que sabe sobre esto, fiscales corruptos que te ayudaron, tus amigos que estuvieron involucrados y la gente que no ayudo a Yoongi.— Namjoon abrió sus ojos como platos cuando observo a un hombre llegar con un gran tuvo de fierro. —Violaste a ese chico cuántas veces quisiste, sabes cuál es la tortura para eso, ¿verdad?
Otros hombres más trajeron lo que parecía ser una estufa, Namjoon trago pesado cuando observo como calentaban aquel fierro, Hoseok parecía temblar.
—Namjoon, es mejor que no veas esto.— Murmuro Gong sin mirarlo, aunque Namjoon quiso hacer caso, quería asegurarse que el sufriera aún más de los que Yoongi sufrió.
Pese a los gritos desgarradores y súplicas, poco a poco fueron metiendo el tubo de fierro sumamente en el interior de Hoseok, aunque sintió asco no dejo de mirar.
—Para este punto, debes saber lo que se siente que te violen por días, se siente peor, pero, ¿sabes que es lo mejor? Que podemos seguir calentando el tuvo y tus órganos se calentaran poco a poco hasta que mueras.
Cuando los gritos fueron tan insoportables así como las imágenes salió rápidamente sintiendo su estómago revuelto y aquella sensación de enfermedad. No estaba arrepentido, había sido mucho para una persona nada acostumbrada a ese tipo de cosas. Después de veinte minutos los alaridos pararon y Gong Yoo salió de ahí como si nada hubiese pasado.
—No será un problema más.
—¿Eso le hacen a todos los violadores?
—Al último que estuvo en ese sótano le metimos un rifle por atrás con el gatillo sujetó a una cuerda la cual llegaba al techo y después a su cabeza, lo pusimos en una posición incómoda, si bajaba la cabeza o el cuerpo el arma se activaría. Murió a la media hora. Personas como esas no merecen un trato justo, aún así escapan de la justicia.— Namjoon hizo una mueca de asco al imaginarlo, sin embargo, no sentía compasión.
—Gracias hyung, iremos a Jeju por las vacaciones de verano, Soobin paso el año con muy, muy buenas calificaciones así que iremos haya para celebrar, sería lindo que vinieras y los conocieras.
—Por lo que me has contado por mensaje y llamada no me perdería la oportunidad de conocerlos, a demás, estoy viejo y mi hija no tiene intención de darme un nieto, seré feliz de que ese chico lo sea.
—Nos vemos haya entonces, gracias por todo.
—Haría lo que fuera por ti. Ahora anda, ve a casa con tu familia.
Ambos se despidieron con un abrazo lleno de cariño.
—¿A dónde estamos yendo? Me duermo unos minutos y tú ya estás secuestrandome.— Soltando una suave risita miro a Yoongi por el retrovisor, parecía confundido y con sueño, no obstante parecía no tener miedo.
—Dijiste que querías hablar sobre nosotros, le pedí a Soobin que se quedará con Taehyung está noche, iremos a cenar, puedes seguir dormido si deseas.
—¿Iremos a cenar cuando luzco así?
—¿Así cómo?
—Hinchado de la cara, con ropa para casa y el cabello hecho un nido de pájaros.— Namjoon volvió a mirarle por el retrovisor con una sonrisa, no pudo evitar arrugar su nariz.
—Solo seremos tu y yo en un lugar para los dos, estás perfecto así.— con algo de vergüenza miro su ropa antes de inflar sus mejillas para no insultarlo.
—¿A dónde vamos?
—Lo sabrás cuando lleguemos. — Con un ligero puchero asintió y volvió a recostarse en los asientos.
Durante media hora pudo ver el pasar de los edificios, árboles, casas y todo lo que se podía ver desde su ángulo por la ventana, en el momento en que Namjoon detuvo el auto cerro sus ojos haciéndose el dormido.
Namjoon tranquilamente salió del auto y se dirigió a los asientos traseros, al notar al mayor aún dormido sonrió y con cuidado le tomo en brazos, con su pie cerro la puerta del auto sin dificultad alguna.
—Yoon, debes comenzar a despertar porque vamos a cenar y hablar.
—Estoy cómodo así.
—Bien entonces te llevaré a la habitación así.— Yoongi abrió sus ojos mirando a su alrededor y frunció su ceño ligeramente.
—¿A dónde me trajiste?
—No es nada de lo que piensas, Jungkook me debe un favor y me prestó su departamento para que habláramos tranquilamente y cenaramos.— Dejando un pequeño beso en la mejilla del mayor se adentro al edificio donde pasaron sin problema alguno.
—¿Y que vamos hacer?
—Vamos a cenar y hablar sobre nosotros, después dormiremos porque mañana tomaremos el vuelo.
—Esta bien, espero que sea comida deliciosa, si no me voy a enojar.— Riendo y sin soltar el cuerpo contrario camino al elevador.
Yoongi fallo intentando esconde su sonrisa, podía notarse a kilómetros lo aliviado que se encontraba, no habían mas problemas y lo mejor, iban a hablar sobre ellos.
Después de que Namjoon regresaras casa perturbado por lo vivido, todo quedó olvidado en el momento en que Soobin le abrió la puerta con un bonito pijama de dinosaurio, detrás de él estaba Yoongi vestido igualmente con un pijama de vaquita. En ese momento entendió que por ellos daría todo de el.
Pese a que Soobin era ya un adolescente, seguía con su idea de ser consentido como si fuese un bebé, agradecía que su hijo no fuera como los demás adolescentes.
Fue una de sus noches favoritas, llenas de risas, comida, postres y agradable compañía, el primero en caer dormido fue Soobin, Yoongi y el se quedaron en silencio abrazados sin ninguna intensión de separarse. La primera noche en que dormía en la misma cama que Yoongi y Soobin, nos durmieron hasta tarde entre pequeñas caricias y besos, era casi imposible permanecer sin acariciar el bonito cabello sedoso de Yoongi, la suave piel de sus mejillas o su preciosa y pequeña cintura.
Era un momento de ambos mientras su hijo dormía, aún con las luces apagadas no dejaron de verse y sonreír como si nada hubiera pasado. La seguridad con la que Yoongi se acercaba a el para besarlo o el simple hecho de dejar que sus manos acariciaran su espalda, cintura y cabello, sin segundas intenciones era algo especial para el.
—Es bonito su departamento.— Murmuró recargando su mejilla en el hombro contraria, Namjoon soltó una leve risita, Yoongi no soportaba los silencios.
—Así podría ser el nuestro, no sé si quieras algo así o una bonita casa con un bonito jardín para hacer parrilladas.— La graciosa mueca de asombro que Yoongi solía poner le hizo reír un poco más, detuvo sus pasos.
—¿De qué hablas?
—Soobin dijo que sería lindo que viviéramos los tres juntos, la idea no me molesta, ambos somos adultos ya, tenemos un hijo, trabajos estables ¿Porqué no omitir los pasos previos y llevarlos a cabo una vez que formalicemos? Bueno, es mejor hablar esto con una deliciosa cena.
—Tonto. No importa como sea, me gustaría que fuera realidad.
—Debidamente anotado.— Murmuro mientras bajaba el cuerpo del mayor, tomando su cintura le hizo girar para que pudiera aver la hermosa mesa decorada con un hermoso mantel color marfil, algunas flores decorativas, la hermosa loza y las velas sin aroma para evitar incomodidad en Yoongi, no eran sus favoritas.
—¿Porqué me haces esto?— Murmuro dándose vuelta, Namjoon rió en alto en cuanto el rostro de Yoongi se escondió en su pecho, había esperado esa reacción de su parte.
—¿No te gusta?— Acariciando su cabello bajo su mirada para encontrarse con los bonitos ojos color almendra, su sonrisa paso a la sorpresa al ver las lágrimas en sus ojos.
—Me gusta mucho, pero no habían hecho algo así para mí... Jamás.— Con sus pulgares retiro las lágrimas que salieron de los bonitos ojos contrarios, una sonrisa tranquila apareció en su rostro antes de besar su frente Inclinándose un poco.
—Mereces esto y mucho más.
—Gracias Joon...
—No tienes que agradecer, ahora, déjame ver esa bonita sonrisa que me gusta y vamos a cenar, muero de hambre y de por fin hablar sobre nosotros. Espere mucho por esto.
—Esta bien.— Namjoon soltó una pequeña risita en cuanto Yoongi se estiró psra poder besarlo, su diferencia de alturas era muy obvia.
Siendo sumamente cuidadoso sirvió la cena aún caliente, Yoongi no dejaba de verle con una gran sonrisa y un rubor en sus mejillas.
—Esto es muy romántico...— Murmuró Yoongi cuando la cena estuvo servida y Namjoon sentado, el olor de la comida le abrió el apetito.
—Esperaba lograr eso.
—Tengo una duda... ¿Porqué decidiste tomar la paternidad de Soobin?
—Se que es extraño, pero, verle en la puerta de mi casa esperanzado y feliz de conocer a su padre pese a que yo no lo era, me hizo sentir realmente solo. Mi carrera me ha quitado mucho, no digo que odie el medio, odio a la gente que no deja de meterse en mi vida privada.— Tomo una pausa buscando la manera correcta de decirlo. —Siempre quise tener hijos, tener una familia, pero las giras, premiaciones y muchas cosas me dejaban sin tiempo. Cuando hable un poco con el antes de tu llegada y después de saber quién eras, supe que tenía que saber la verdad yo primero, escucharte y ver a Soobin me enamoró de alguna forma, me hizo querer protegerlo y ese instinto paterno surgió, verle tan feliz, y contento me lleno el corazón de alegría que me jure nunca hacer que esa sonrisa se fuera.
—Es tan lindo... En ese caso, creo que ya no necesitamos esto, ¿No crees?— Confundido observo como Yoongi sacaba algunas ojas de papel muy bien dobladas para que no ocuparán espacio. —Accedí hacer este contrato por el simple hecho de tener miedo, no obstante, creo que es momento de terminarlo.
Algo sorprendido observó la forma en que Yoongi rompía los documentos frente a el, solo Yoongi tenía el original. Por un momento sintió ganas de llorar al poder percibir que había logrado su cometido.
—No necesitamos un contrato si ambos estamos enamorados, cuando te veo con Soobin, puedo notar el amor con el que lo miras, ese cariño que le das y la comprensión que le tienes...
—Mierda, espera, quiero llorar.— Ambos sonrieron mientras Namjoon tomaba una servilleta para poder limpiar las lágrimas que salieron de sus ojos, Yoongi le observo con ternura.
—Eres un hombre realmente adorable.
—No creí que pudiera llorar de emoción en un momento así...
—Todo es posible, me enamoraste.
Tomando un poco de su copa de vino Yoongi acaricio la mano contraria con una sonrisa sincera.
—¿Entonces podemos formalizar el jugar a la casita y a la familia para por fin hacerlo realidad?
—Formemos una familia Namjoon, realmente quiero estar contigo...— Con un movimiento inesperado se acercó y beso sus labios con felicidad, Yoongi no pudo evitar reír en el beso.
—Si pudieras sentir lo emocionado que estoy ahora...
—Lo puedo sentir, porque tengo la misma emoción, nuestros corazones laten igual...
Antes de volver a su asiento, aprovecho la cercanía para volver a unir sus labios en repetidas ocasiones.
A lo largo de la cena, no dejaban de verse con amor y ocasionalmente besarse.
Namjoon agradecía la confianza que Yoongi tenía en el, no solo por confiarle a su hijo y confiar su amor, estando ambos en la habitación solo el sonido de sus besos y sus respiraciones podía.
Haciéndose costumbre, Yoongi estaba arriba de el con sus piernas a cada lado y sus manos en sus hombros, no queriendo tocar de más, sus manos no bajaban de su cintura y solo subían hasta su cabello para poder profundizar el beso en busca de más contacto.
—Esto se me hace adictivo.— Su lengua de forma juguetona se pasó por su labio inferior aún sintiendo el sabor del vino.
—Es adictivo.— Murmuró Namjoon con voz baja, ambos desprendían un calor que antes no estaba ahí. —Es el momento de dormir.
—No quiero dormir, quiero seguir con esto.— Antes de poder obtener una respuesta negativa o positiva volvió a unir sus labios con los contrarios, su cuerpo intencionalmente se acercó al contrario, Namjoon parecía aturdido. —Es el momento de dejar el pasado atrás, tengo que comenzar a vivir... Hazme vivir Namjoonie
Manteniendo sus rostros cerca al punto en que sus narices se rozaban, le sostuvo la mirada decidido. Una hermosa sonrisa dulce fue su respuesta, su corazón latió sintiéndose libre, desencadenado al pasado y anclado a vivir el futuro.
Ambos se volvieron a besar una y otra vez sin importar la falta de aire, ante la indecisión de Namjoon tomo sus grandes manos y las bajo más haya de su cintura, aquel toque le hizo sentir un tirón en su estómago lleno de una emoción desconocida. Sus manos sin quedarse quietas acariciaron el pecho contrario deleitándose a pesar de que mantenía su playera.
Entendía la indecisión de Namjoon al tocarlo, pero previamente se había preparado mentalmente y físicamente para eso, no volvería a privarse del amor y los placeres de la vida.
Cuando Namjoon jugueteo con el borde de su playera solo metiendo sus pulgares para acariciar su piel, decidió quitar su playera ante aquellos ojos marrones, le vio pasar saliva con dificultad mientras quitaba ahora la playera contraria.
Aquellos músculos que había podido apreciar en la piscina ahora estaban ahí solo para el.
Namjoon se inclino y sus suaves y esponjosos labios se posaron en su cuello enviándole placenteras oleadas de placer.
Un lento y suave gemido escapó de sus labios en el momento que que sus labios bajaron por su pecho para capturar uno de sus pezones rosados.
—En cualquier momento puedes detenerme.
—No deseo hacerlo.— Dejando pequeños y tímidos besos en el cuello contrario se sorprendió de cuando cambiaron de posiciones, Namjoon a pesar del deseo le observaba con amor.
Una sola lámpara iluminaba la habitación, solo lo suficiente para poder ver cada uno de los movimientos contrarios, cuando las únicas dos prendas de vestir que cubrían su desnudez fueron quitadas junto sus piernas avergonzado, Namjoon le sonrió antes de desnudarse.
En el momento justo en que separó sus piernas y se colocó entre ellas, estás temblaron, antes de seguir Namjoon le observo escaneando cualquier duda sobre lo que estuvieran haciendo, así que decidió aclarar:
—Cuando me avergüenzo me pongo nervioso y me tiembla el cuerpo, es eso... Sigue
Con una sonrisa pequeña, separó sus piernas en una clara invitación Namjoon se inclino para besar su abdomen hasta llegar a la cicatriz de su cesárea.
Yoongi no cerro sus ojos, deseaba guardar ese momento en su corazón y su mente por siempre.
—Maldición no vine preparado para esto, no traje lubricante.— Murmuro Namjoon rozando su nariz en su abdomen mientras su manos se mantenían en sus piernas.
—Mi cartera.— Murmuro con vergüenza, su mano tomo una de las almohadas para poder esconder su rostro en ella.
—Oh~
—No digas nada.
—Solo hay lubricante aquí cariño, no hay condones, podemos seguir sin pasar al segundo plano.— Yoongi quitó la almohada de su rostro para mirarle con el rostro completamente rojo.
—¿No quieres...?
—Oh no, no es eso mi amor. ¿Quieres hacerlo así? Puedes quedar embarazado...
—¿Te molesta eso?
—No, no, sería muy feliz, pero quiero ir a tu ritmo, sin presiones.
—Entonces este es mi ritmo, síguelo.— Soltando una pequeña risita, Namjoon beso su frente y su nariz con una gran sonrisa.
—Encantado.
Mientras Namjoon amaba y besaba cada parte de su cuerpo preparándolo para su unión, solo podía pensar en el placer de esos toques, la fortuna de tener a ese hombre arriba de el.
A pesar de la incomodidad de la intromisión de los dedos en su cuerpo, se adapto y disfruto de aquel toque suave, gemidos, jadeos y casi lloriqueos escapaban de sus labios, no se molestó en guardar silencio.
Namjoon le tomo con cuidado y cariño mientras sus labios y cuerpos eran unidos, a pesar del dolor momentáneo disfruto esas sexys muecas de placer.
—Eres mi precioso tesoro.— Le escucho murmura en medio de un gemido, cada embestida tocaba ciertos lugares que le hundían más en el placer.
—Namjoon…— La cama sonaba al ritmo de sus embestidas y sus cuerpos transpiraban al conjunto.
Ambos temblaron cuando sus cuerpos se rompieron al placer y en medio de gemidos murmuraron sus nombres llegando a su éxtasis.
Con respiraciones cansadas se besaron lentamente.
—Estoy seguro que te amaré lo que me resta de vida...
—Ámame yo te amare por igual.
—ᗰᎥᑎᔕᑌ