Pareja: Severus Snape x Sirius Black.
Universo Alterno sin Voldemort. Séptimo año de Hogwarts.
-Deberás recoger eso en cuanto termines.
El perro ladró ruidosamente, mostrando su inconformidad y continuó aventando la pelota de juguete, sabiendo como molestar a Severus con esa simple acción.
-Bueno -Severus alargó la palabra en un tono aburrido-, no soy yo quien está haciendo de este lugar un desastre, más de lo que ya es, claro.
En realidad, la choza de los gritos lucía mejor que nunca. Severus hizo un buen trabajo obligando a Sirius y a Potter a levantar sus varitas y limpiar el desorden de una vez por todas. No fue una sorpresa que Lupin le hubiera dado la razón mientras que Pettigrew se encogía de hombros y ayudaba a alejar a Sirius y Potter cuando comenzaban a jugar en vez de trabajar.
Severus al notar que el gran perro negro lo ignoró se acercó al pequeño escritorio, agarró un libro, se sentó en la silla.
Cuando el perro ladró exigiendo su atención, Severus lo ignoró olímpicamente. Una media sonrisa tiró de sus labios cuando el perro llevó la pelota a sus pies, invitándolo a jugar. Negando con la cabeza, Severus retomó su lectura.
Una bruja o mago debe mantener una sola hoja de mandrágora...
El perro ladró. Severus suspiró y continuó.
...en la boca durante todo un mes. Si la hoja se remueve o se ingiere...
Ladrido. Ladrido. Ladrido. Severus aferró sus dedos al libro, fingiendo no escuchar.
...la bruja o el mago tendrán que comenzar el procedi...
Otro ladrido. Severus bajó el libro y levantó la mirada, esperando ver un perro frente a él. En su lugar, sintió un beso en el cuello.
-Ya has leído eso muchas veces, estará bien.
La voz de Sirius lo hizo sobresaltar, como si el rápido beso no hubiese sido suficiente.
-Y ya te he dicho que esto no es un juego, que tú y tus amigos lo hayan logrado aún con el poco intelecto que poseen es otra cosa.
Sirius rio divertido mientras se sentaba en el piso frente a Severus.
-Ya quiero saber cuál animago serás.
-Uno lleno de pulgas no, espero.
Severus se permitió sonreír plenamente, algo extraño de ver para el resto de Hogwarts, pero no para Sirius. Con Sirius, desde ese encuentro en el salón vacío del año pasado, todo había sido diferente.
-Soy el pulgoso de la relación, ¿ya lo habías dicho, no?
Sirius alzó las cejas coquetamente y Severus frunció el ceño con falsa molestia.
-Mira, que sorpresa, si escuchas lo que digo.
-Es imposible no escucharte, me gusta mirarte cuando hablas.
Severus sonrió y se dedicó a mirar a Sirius, dejando el libro en el escritorio.
-Creí que te gustaba algo más que mirarme.
-Bueno, es así -Sirius se levantó y arregló su túnica-. Me gusta besarte.
-Demuéstralo.
Sirius no esperó que Severus se levantara, colocó cada mano en el reposabrazos de la silla y se acercó para besarlo.
El beso apenas podía llamarse así, fue solo un suave contacto de labios. Sirius se alejó antes de que Severus pudiera corresponder.
-¿Entonces te gusto, eh? ¿Aunque sea un animal pulgoso?
Severus rodó los ojos e ignoró a Sirius, tomándolo de la túnica para poder besarlo como quería.
Más tarde, ninguno del resto de los merodeadores sacó a colación que Sirius llegó en la madrugada a la Torre de Gryffindor.
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Nunca he leído algo de ellos y, sin mentir, no creí que me gustaría... pero ha sido divertido jajaja, admito que fue un reto escribir a un personaje como Severus, ay!