Casualidad por robo [EN PAUSA]

By nadaqver_

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A veces hay que escoger entre el amor de tu vida y el amor para tu vida. El universo ha decidido darles una... More

❝ ❞
➥ Aclaraciones y nota del autor
‣ 𝐷𝑒𝑑𝑖𝑐𝑎𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎
𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸
「 𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝐼 」
01: el robo del aguacate más bonito y una cena sin guacamole.
02: ¿El castaño tiene envidia o celos?
03: la cena y un vergonzoso momento con los Patterson que Ali no recuerda.
04: ¿Prinkípissa? Prinkípisss arruinó el top favorito de Ali
05: los jóvenes son un desastre o calenturientos cuando toman
06: las cosas que pasaron en la fiesta, ¿la dignidad? Se fue.
07: Despertar como la flor y terminar el día sabiendo que es pigving
08: la familia chismosa
09: la tradición oculta de oficialización
10: ¿Saben cuál fue la razón por la que Ali le habló a Elliot cuando eran niños?
11: Chachachá.
12: Creo que los dos se provocan a propósito.
13: Entonces... ¿Rumpelstiltskin o Fifi?
14: La habilidad de repostería de los Patterson.
15: ¿Si iba por buen camino o no?
16: El plan era ir a una disco a drogarse. O eso fue lo que dijo Elliot.
17: ¿Victoria o derrota?
18: El amor de tu vida y el amor para tu vida.
» El universo quiere decir algo.
19: La espera esta por terminar...
20: Regresemos un año atrás, ¿Malcolm, por qué lo hiciste?
21: Lo siento tanto, Malcolm. En serio, lo lamento.
22: ¿Desconfianza o protección?
24: Ambos ya cayeron totalmente.
25: Son sus chicos, ¿quedó claro?
» Una carta del universo para ti.
26: Una nueva vida en camino, ¿y dos vidas se quieren ir?
27: ¿Te dijo Patterson y no Ian? Auch...
28: ¿Rechazar ver Harry Potter o Crepúsculo? En serio estamos mal...
29: Ellos siempre te escucharán y se quedarán de tu lado si no los lastimas.
30: De nada, querida. Ambos se merecen.
» Notita del universo.
31: Momento anhelado.
32: Los sentimientos y emociones también quedan atrapados en las fotografías.
33: Una visita sanadora.
34: Quizá un día serán ustedes.
35: Burbuja le teme a las agujas, Bombón se ríe y Bellota en una difícil misión.
36: Bellota cumpliendo su misión.
37: La Deidad Guardiana.
38: Negación.
39: Recuerda lo que tu padre te dijo hace unos años, Alida.
40: Promesa "volverás".
41: Voz y acción, cosas muy distintas.
» Sigo aquí.
42: La dichosa obra de Molly.
43: Las cosas cambian de un segundo a otro, ya se para bien o para mal.
44: Las cosas pasan por algo, ¿no?
45: Abuela Patterson.
46: Feliz dulces dieciséis, Dafne Patterson.
47: Él se enamoró primero, pero ella se enamoró más fuerte.
「 𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝐼𝐼 」
01: No, Alida, no es un verbo, es un nombre.
02: Elliot sigue siendo chismoso incluso a distancia.
03: HRUPS.
04: El lenguaje de las flores.
05: Imagina a Elliot y Colin juntos.
» Personas nuevas.
06: Sigue así.
07: Primer gran paso.
08: Las probabilidades nunca son cero.
09: ¿Esfuerzo supera al talento? Determinación es la respuesta.
10: Gemelos Archer.
11: Suéltalo.
12: Otra cara nueva conocida, pero diferente.
13: Amistades inesperadas, pero inigualables.
» Solo tú.
14: Demuestra que te sientes mejor que antes.
15: Hace un año.
16: Simples comentarios a veces traen grandes consecuencias.
17: Día libre de rodadas y llamadas secretas.
18: Vínculos.
19: Un choque de frente era lo que se necesitaba.
「𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝐼𝐼𝐼 」
01: Es cuestión de tiempo el adaptarse y que ambas partes colaboren.
02: Atraco a la cocina y una cómoda madrugada.
03: Están bien.
04: Noticias inesperadas y secretas.
05: Pasadas molestias.
06: Primer amistoso.
07: Demuéstralo.
08: ¿Al mismo nivel?
09: Ex compañeros de equipo.
» ¿Por qué dejarlo?
10: Las sorpresas de Madrid.
11: Colisión iniciada.
12: El As bajo la manga.
13: Promesa de tres chispas de esperanza.
14: Más que preparada.
15: Uno no es suficiente.
16: Recuérdales y hazlo saber.
17: Nuevas noticias y apodos.
18: Vínculo entre ex compañeros de equipo.
19: Momento de desestresarse.
20: Titular.
Especial 300k
Especial 400K 「capítulo 5, parte I 」

23: Propuestas.

23.1K 2.1K 421
By nadaqver_

Alida

— ¡AAA COMO TE ODIO MALDITA MATEMÁTICA! —gritó Elliot, exasperado. Cerró de golpe el cuaderno y lo fulminó con la mirada como si eso resolviera los ejercicios.

— ¡CHIST! —silenció una chica de otra mesa de la biblioteca y Elliot la ignoró.

Yo solo reprimí una risa al ver la actitud del pelirrojo y trataba de entender los ejercicios de matemáticas. Valeri y Ashley habían ido a comprar bebidas y Sebastián tenía que hablar con el entrenador. Como casi estábamos por finalizar el año escolar teníamos varias pruebas encima, y una de ellas era el examen de admisión a la universidad.

Gracias a Valeria supe que universidades tenían la carrera que deseaba estudiar, lo malo era la distancia.

— Despiértame cuando nos vayamos —me dijo Elliot cruzando sus brazos sobre la mesa y recostando su cabeza en ellos.

Asentí y regresé mi atención al cuaderno, agarré la calculadora para asegurarme de los resultados por segunda vez, una nunca sabe. Valeri regresó con algunos jugos en latas y los dejó en el centro de nuestra mesa, no se como le hizo para que la bibliotecaria la dejará entrar bebidas.

— ¿Te decidiste a cuál aplicar? —me preguntó con voz suave. Sabía a que se refería.

— Elliot aplicará para Florida, la más cercana que tengo es la de Virginia Occidente —respondí.

Ella hundió las cejas, curiosa.

— ¿Y Patterson?

— No lo sé, estoy segura de que él tiene varias propuestas para una beca deportiva —contesté encogiéndome de hombros. No me había puesto a pensar en eso, ¿lo nuestro iba a durar tanto como para ir a la misma universidad? ¿Él se iría a otro país a estudiar?

— Vamos, chica. ¿Estás segura con él? —dijo de repente Val con una leve sonrisa—. Porque yo a él lo veo tan seguro que a veces parece que estará a punto de arrodillarse para pedirte matrimonio.

Me reí a lo bajo, nerviosa. A veces me preguntaba cómo era posible que ahora yo estaba enamorada de aquel chico que me robó un aguacate en el supermercado.

Nos quedamos en silencio y ambas regresamos a nuestros cuadernos mientras Elliot ya estaba dormido, le quité el cuaderno de abajo para que no lo babeara y se reacomodó. Sonreí al verlo dormir y peiné ligeramente su cabello hacía atrás.

El suave choqué de otra cabeza con la mía me hizo desviar la mirada de mi cuaderno.

— Perdón por tardar, pero mira esto —dijo Sebastián con una ligera sonrisa, sentándose a mi lado.

Lo miré con curiosidad y giré mi dorso hacía él. Dejó varios sobres sobre la mesa y frunció los labios como si quisiera decir que no sabía que hacer con tanto papel.

— ¿Qué son? —fruncí el ceño y tomé un sobre para leer la cara.

— Becas deportivas, pero eso no es lo importante —respondió y le di una rápida mirada a Valeri diciéndole un "Te lo dije" respecto a las propuestas—. No se como te lo tomes.

Eso estaba asustándome.

— ¿Qué hiciste, Ian?

— Bueno, si me llamas así solo lograrás que te besé y no te diga lo que tengo —dijo y yo rodé los ojos porque estaba medio asustada de lo que fuera que pudiera decir—. Perdón, pingvin —sonrió de lado, divertido—. Mira este.

Me tendió un sobre, lo agarré con un poco de desconfianza. Leí la cara del sobre, donde decía quién era el destinatario. Me quedé quieta, fruncí el ceño y volví a leer el nombre. ¿De verdad decía mi nombre?

— Es de Brasil —dijo el castaño y yo seguía atónica—. Te inscribí a algunas becas deportivas que mis antiguos entrenadores me recomendaron, les platiqué de ti y como ellos confían en mi criterio, también te recomendaron a algunas universidades —agregó con una pizca de emoción y curiosidad.

— ¿Brasil?

— No solo es Brasil.

Volteé a verlo con sorpresa y vi que tenía entre sus manos tres sobres más y sonreía ligeramente en la espera de mi reacción.

— Alemania, México y España.

Incluso Valeri estaba atónica viendo la escena, hasta sentí la respiración de Elliot sobre mi nuca.

— ¿Vas a estudiar en otro país? —preguntó Elliot, sobresaltándome.

— ¿Qué no estabas dormido? —dijo Valeri frunciendo el ceño.

— Pero... ¿cómo? —fue lo único que logré decir.

Sebastián sonrió de lado y deslizo los sobre hacía mí. Los miré para comprobar que era verdad. Si, los cuatro sobres decían mi nombre y tenían diferentes logos.

— En un mes o dos vendrá un entrenador brasileño y un español para verificar que mis recomendaciones de verdad valen la pena —agregó.

— ¿A quién más recomendaste? —cuestionó Elliot apoyando su barbilla en mi hombro.

— A Justin y Tang, Marcela me dijo que dejará el voleibol al graduarse de aquí.

No podía creerlo. ¿Podía ir a estudiar a otro país solo por practicar lo que me gusta? ¿De verdad podía hacer eso? ¿Me aceptarían?

Empecé a sonreír, llena de ilusión, miré a Sebastián para cuando mi sonrisa ya estaba ancha y alegre. Me incliné hacía él para abrazarlo, se puso de pie obligándome a mi también a hacerlo y me apretó suavemente de una manera cariñosa.

— Gracias, gracias —dije sobre su hombro y él soltó una risilla a lo bajo.

— Te lo mereces, mi amor.

Mi vientre se alborotó al oírlo. Dejé un rápido beso en la cuminsura de sus labios y él sonrió de labios cerrados sin dejar de observarme de cerca. Su agarré en mi cintura era firme, besó rápidamente la punta de mi nariz y me soltó.

— Auch..

Volteamos a ver a Elliot que estaba sobándose la barbilla junto a una mueca de dolor y Valeri ahogaba una risa divertida.

— Avísame que te quitarás —me dijo y yo me reí, me acerqué a abrazar su cabeza y apoyarla en mi pecho de una manera cariñosa—. Quiero papas fritas.

— Yo también —concordé y ambos volteamos a ver a Sebastián que se limitó a asentir con la cabeza.

— Simi es el mejor —dijo el pelirrojo y tanto Valeri como yo reprimimos una risa porque el castaño le lanzó una mirada seria.

Volvimos a sentarnos y por suerte la bibliotecaria o los estudiantes de ahí no nos habían mandado a callarnos. Abrí los sobres y mi corazón se hinchaba de la emoción al saber que tenía oportunidad de irme al extranjero por una beca deportiva.

— Quise inscribirte en Grecia, pero ellos son más estrictos que mi simple palabra no les sirve de nada —comentó Sebastián y empezó a agarrar los demás sobres.

— Este dice que es para... ¿Rusia? —Elliot frunció el ceño al leer.

— Ah... a los quince años conocí un entrenador ruso.

— Este es de Alemania, ¿irán a la misma universidad si es posible? —dijo Valeria con una amplia sonrisa mirándonos a ambos.

— Esperemos que sí —habló Sebastián y me miró con una sonrisa de labios cerrados.

Le devolví la sonrisa y dejó un beso en mi frente para luego regresar a seguir revisando las propuestas.

Nunca me imaginé que ahora mismo podía estar visualizándome en otro país, jugando en alguna selección internacional porque eso decían las propuestas: si me aceptaban y yo aceptaba me prepararían para la selección del país al que iría a estudiar.

Debía seguir mejorando.

— ¡Traje bocadillos! —escuchamos a Ashley acercarse con una bolsa en mano y varios de otras mesas la mandaron a callarse.

— ¿Dónde andabas, mujer? —preguntó Elliot revisando la bolsa.

— Hablando con Molly y por cierto Ali, Malcolm te anda buscando, me dijo que te avisará —contestó mirándome, expectante.

Fruncí el ceño, un poco preocupada. ¿Malcolm ya estará tomando medicamente y eso lo estaba haciendo sentir mal?

— A que no sabes que pasó —intervino Valeri y nos miró a Sebas y a mi con una sonrisa orgullosa.

— ¿Qué?

Val abrió la boca para hablar, pero fue interrumpida.

— Nada. Es cosa de Ali y mía —Sebastián agarró los sobres de la mesa junto a los míos—. ¿Vamos por las papas? —preguntó a Elliot y luego me miró.

— Siempre diré que si mientras no sean católicos —contestó el pelirrojo que enseguida empezó a aguardar sus cosas en la mochila.

Reprimí una risa al entender sus palabras e igual guardé mis cosas con ayuda del castaño, entrelazó su mano con la mía y nos despedimos de nuestras amigas antes de alejarnos y salir.

— Simi, de casualidad, ¿yo podría aplicar a una beca extranjera? —preguntó Elliot una vez fuera de la biblioteca.

— No hay becas para ser una mandarina intelectual.

— Ya, pero ¿de natación?

Sebastián lo miro con curiosidad.

— ¿Practicas natación?

— Mi mamá me obligó a los siete años.

— Entonces quiere decir que igual puedes ahogarte.

— Se nadar, no estoy en el equipo de la escuela porque me da pereza —dijo Elliot con desdén.

— Soy armador no nadador, Fifi.

— ¿Te imaginas que fueras nadador? ¡Lucieras ese culo en cada práctica!

Ahogué una risa. En serio, ¿de dónde saca tanta imaginación este chico?

— No te rías que tú eres la que lo disfruta.

— ¡Pero no he dicho nada! —me defendí, divertida.

Él se río y rodeó mis hombros con su brazo, atrayéndome hacía él para caminar así.

Llegamos al parqueo que estaba medio vacío, era raro porque ya había finalizado la jornada y aún había estudiantes y maestros en la escuela.

— ¡Me toca poner música! —dijo Elliot rápidamente cuando Sebastián le quitó el seguro a las puertas con el control.

— ¡No! ¡De venida tu la pusiste! —exclamé y ambos nos apresuramos a entrar al auto.

Sacamos nuestros celulares con torpeza por la prisa, esperamos que el castaño entrará y encendiera el carro. Miramos atentamente las pantallas. Prinkipissa decidiría quien pondría la música.

— ¡Gané! —Sebastián nos mostró su celular.

Elliot y yo bufamos, rendidos. Las bocinas se conectaban por bluetooth y el dispositivo que reconociera primero lo enlazaba automáticamente.

El castaño sonrió triunfante y burlón a la vez que escogía la canción de su playlist. Un mensaje de Malcolm me llegó y lo leí rápidamente.

Mal: ¿es normal estar tan aturdido cuando anoche me tome la primera pastilla para dormir?

Fruncí el ceño, entre confundida y preocupada.

Yo: ¿Y aún así viniste a la escuela?

Mal: Hoy no fui, esa pastilla me dejó dormido. Desperté hace una hora.

¿Qué? Ignoré ese hecho y le mandé un último mensaje para decirle que le iba a preguntar a mis hermanos si ese efecto era normal, él me lo agradeció y dejé mi celular a un lado de la puerta.

¡Son patéticos, escuálidos... —cantó Elliot.

— ... nunca entienden que paso! —le siguió Sebastián.

¡Hombres fuerte en acción serán hoy! —cantaron al unísono.

Dejé que siguieran cantando su canción, estaban en un momento que solo ellos dos cantaban con sentimiento. Los miré con una sonrisa a ambos, Sebastián me miró rápidamente y picó mi mandíbula con suavidad para luego seguir mirando el camino.

*

Observaba la escena con una sonrisa enternecida y feliz. Elliot había traído a Piano y Harry estaba jugando con ellos, ambos se reían y corrían por el jardín delantero. Piano ladraba y los perseguía.

Alec estaba a mi lado, también observando a ese par jugar con el perro.

— Harry y Elliot vinieron a esta casa solo a alegrarnos —me dijo con suavidad y asentí con la cabeza, dándole la razón—. Ali, Daniel me dijo que ya tienes seis meses.

Voltee a verlo, preocupada. Oh no.

— No... sabes que odio eso —dije, asustada.

— Ya trajimos los analgésicos y las compresas siempre están ahí.

— Esas cosas no me funcionan.

Alec soltó un suspiro.

— No queremos inyectarte para el dolor, lo sabes.

— Lo sé —reafirme con el ceño fruncido.

Regresé la vista a mis piezas de luz jugando y riendo. A la distancia vi dos siluetas conocidas acercarse a la casa, la figura femenina traía una bolsa de tela y la masculina nada más caminando.

— ¡Simi! ¡Dafne! —dijo Elliot y su pecho se agitaba del cansancio.

— ¡Hola, chicos! —saludó Dafne con una sonrisa y abrió la cerca con cuidado de que Piano no se saliera.

Sebastián entró después de ella y cerró.

— Vimos que estaban afuera y estábamos aburridos —comentó el castaño. Harry estaba saludando a Dafne quien le daba pequeños mimos con dulzura y luego el niño corrió hacia él y lo cargó—. Veo que te llevas con los animales, ¿Elliot aún no te ha mordido?

El mencionado se quejó y Sebastián soltó una risa a la vez que bajaba a mi hermano menor para que siguiera jugando.

— ¡El chocolate esta lis-

Daniel había aparecido con una amplia sonrisa, pero se detuvo de golpe al ver a la pelinegra.

— Hola, Dafne —la saludó y ella sonrió amablemente—. ¿Qué hacen por aquí?

— ¡Yo traje cup cakes de vainilla! Podemos comerlos con el chocolate —dijo ella con entusiasmo mostrándonos la bolsa.

— Ah... si, si claro —apenas podía hablar bien el pobre y se giró para entrar de nuevo a la casa.

Alec soltó una risa a lo bajo, burlándose de su gemelo por cómo se comportaba cuando la menor de los Patterson estaba cerca.

Sebastián se sentó en mi otro lado y me sonrió ladinamente.

— Sebas, ¿repasaste los apuntes que te mandamos? —preguntó Alec volteando a verlo con curiosidad.

Él trago grueso y vaciló un poco con la mirada.

— Si... no los entiendo.

— Lo sabía, le dije a Daniel que te diéramos algo más sencillo, no se porque quiso mandarte la ruta metabólica.

Sonreí de lado y regresé la vista a Elliot mientras ellos platicaban y Dafne entró a ayudar a Daniel con la comida. Harry me jaló de la mano para que fuera a jugar también, Piano no tardó en ensuciarme la ropa y Elliot se carcajeaba.

— Ali deberías hacer a Piano jugador, trae la pelota —me dijo Elliot.

Y era buena idea. Subí rápidamente a mi habitación a agarrar el balón, al pasar al lado de la cocina escuché una risa de Dafne y sonreí de labios cerrados. Al salir me encontré también a Sebastián junto a mi hermano. Le lancé la pelota y reaccionó con toques de dedos, Piano saltó para pegarle a la pelota con su trompa y todos quedamos sorprendidos.

— Juega mejor que Elliot —se burló Alec desde el porche.

Sebastián me lanzó la bola y empezamos a pasarla entre los cinco, porque también Harry intentaba imitarnos al vernos como le pegábamos a la pelota.

Después de unos minutos, Elliot y yo nos sentamos cerca de Alec y Piano estaba echado sobre la grama. Y el castaño se quedó jugando con mi hermano menor. Le lanzaba la pelota con suavidad y Harry estiraba sus brazos, él se reía y Sebastián volvía a lanzársela entre sonrisas.

Fue un momento que se me quedó grabado muy bien: el atardecer, la tenue luz, la silueta de Sebastián inclinado hacía adelante para lanzarle la bola a Harry y sus sonrisas de diversión.

Se le notaba el gusto que tenía por los niños y eso de alguna forma me hizo sentir... ¿mal? Mal porque en un futuro nosotros no podríamos tener hijos.

Y en algún momento debía decírselo.

***

No sabes lo agradecida que estoy con ustedes por todo el apoyo y cariño que le están dando a este libro.❤️‍🩹

No pensé que aquella idea que se me ocurrió mientras cocinaba les iba a gustar a varias personas. (Ahora ya saben porque inicio por un aguacate)

Pueden seguirme en mis redes sociales, en el link de mi perfil tienen un acceso directo a ellas. Respondo sus mensajitos en cuanto pueda.🥰

Att: Naho.

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