-¿Sabes que fecha es mañana, Ascaroth?
El imp desvió la mirada de su libro para mirar al príncipe sentado en la biblioteca escribiendo algunas cosas. Se limitó a negar con la cabeza, no tenía buena noción del tiempo y nunca prestaba atención a las fechas.
-Ya sabes, el festival de la cosecha lunar.
-Eso no es una fecha, es un evento.
-Silencio, es lo mismo... casi.
-Si usted lo dice.
-Ese no es el punto, el punto es que ya sabemos que Stella quiere matarme.
-Sí.
-Y si bien todos los años es lo mismo, tengo un mal presentimiento esta vez. Así que vendrás conmigo.
-¿Hubo algo que lo hizo pensar que no iría?
Ascaroth se limitó a observar cómo Stolas pestañeaba un par de veces, incrédulo al parecer. El príncipe dejó de escribir y miró al imp.
-Bueno, es en el anillo de la ira y.... no estaba seguro de que algo así fuese de tu agrado. Muchos demonios lo consideran innecesariamente largo y aburrido.
-Así deba ir al cielo, si es por usted estaré feliz de hacerlo. Por tanto, iría incluso si no lo pidiera.
El imp miró como el príncipe volvía a lo que hacía anteriormente, sin embargo, una pequeña sonrisa adornaba su rostro, ¿avergonzado? quizá.
-Ir al cielo... que exagerado.
Ascaroth soltó una corta risa mientras negaba, puede que no estuviese exagerando con ello.
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Stolas miraba a Ascaroth de pie detrás suya, su rostro estaba inexpresivo y lucía amenazante. Cierto, había visto tantas expresiones suyas que había olvidado el hecho de que así lucía su rostro todo el tiempo con todo el mundo.
El imp estaba de mal humor, ciertamente ese día no era el suyo. Al parecer "Blitzy" estaba participando en los juegos de aquel festival, y bueno... no estaba cómodo con ello; ciertamente su resentimiento de haber sido "reemplazado" por él seguía ahí.
-Hoy tu traje es más elegante, incluso tu saco tiene mangas.
-Bueno, si su alteza viene elegante, es normal que yo lo haga también.
-El blanco fue una mala elección, el lodo lo dejará horrible.
-Si hubiese participado en esos juegos seguro que sí.
-Es cierto, pudiste hacerlo. ¿Qué te detuvo?
Ascaroth desvió la mirada hacia otro lado mientras negaba con la cabeza, estaba seguro de que habría superado a todos y además sería tan aburrido para él.
-Aburrimiento, y tampoco voy a dejarlo solo en un sitio tan lleno como este.
El príncipe notaba como el imp miraba al suelo, lo miraba a él o simplemente cerraba los ojos. Procuraba no mirar a la multitud y si bien podía mirar los juegos, no lo hacía por más de un segundo, lucía nervioso.
-Ascaroth, si te sientes nervioso o algo puedes ir a descansar a un lugar vacío.
-Estoy bien, no lo dejaré solo.
-¿Seguro?
-Sí, odio las multitudes, pero nada más.
Tras un rato de silencio, el Goetia habló nuevamente.
-Hoy no llevas tu gabardina.
-Mi saco es mi gabardina.
-¿En serio?
-Sí, lo ajusté.
-Cada día me muestras algo nuevo.
-No es la gran cosa, se lo aseguro.
-Si tú lo dices.
"¡Esto es increíble, por primera vez tenemos un empate en los juegos del festival!"
Stolas pestañeó un par de veces antes de mirar al frente y ponerse de pie para tomar el micrófono. Todo esto no sin antes escuchar el murmullo de su guardaespaldas; "Striker".
Estaba salvado, si no entonces no sería capaz de recordar el nombre de aquel imp. ¿Tanto había durado la conversación? Mierda, no le puso la suficiente atención a Blitzy.
-¡Los ganadores son Striker, y mi querido Blitzy!
-Oh, carajo. Solo di mi nombre y ya, maldito imbécil.
Ascaroth fue capaz de escuchar aquello, y no le hizo mucha gracia. Su día no era el mejor, y finalmente una excusa para descargar su frustración con algo que no sea sexo, ¿insultar a Stolas, a su jefe? muy mal, terrible a su parecer. ¿Merecía algo? Sí, morir, y él se encargaría de ello.
Apenas y fue capaz de dar un paso antes de ser mirado de reojo por su jefe, el príncipe había notado perfectamente el aire frio que rodeaba al imp, además de que su mal humor e intención asesina era perfectamente percibida por el Goetia.
Blitzø sintió un escalofrío iniciando su nuca y terminando en sus pies, dirigió la mirada detrás suya y miró a un imp alto mirarlo con ira, no, intención asesina. ¿Qué mierda? Sintió una enorme curiosidad invadirlo al ver su cuerno roto y la cicatriz en su ojo gris, ¿Acaso veía algo con ese ojo? Carajo, quería preguntar.
-Quiero aprovechar la oportunidad para cantar algo que justo acabo de escribir por mi victoria.
Blitzø aprovechó que toda la atención estaba en Striker para acercarse a Stolas.
-Oye, Stolas.
-¿Si, querido?
-Ese imp que me mira como si me quisiera muerto... ¿Quién es?
-Oh, ¿Celoso, mi amorcito?
-Mierda, no. Solo estoy curioso.
El príncipe suspiró antes de asentir y acercarse hacia Ascaroth, esperaba por lo menos un cumplido por su espléndida ropa. Estaba decepcionado, en cuanto su guardaespaldas lo vio comenzó a llenarlo de halagos diciendo lo "elegante y hermoso" que lucía con esa ropa.
No, no debía esperar lo mismo de su amado, lo conocía desde la infancia y sabía muy bien que su personalidad no era así de aduladora.
El imp no estaba nada contento con ver a su jefe acercarse con ese enano, ¿Iban a hablarle? Mierda, al parecer sí.
-No los he presentado formalmente. Ascaroth, este es mi querido Blitzy, Blitzy, este es Ascaroth, mi guardaespaldas.
-¿Qué tal?
Ascaroth levantó la barbilla con arrogancia mirando la mano que el imp contrario le había ofrecido, no respondió y mucho menos tomó aquella mano, incluso se cruzó de brazos. Al notar esto, Stolas soltó una corta risa algo incómodo mientras Blitzø rascaba su nuca con la mano que segundos antes había extendido.
-Tenías a este tipo, ¿Y aun así me pediste a mi ser tu guardaespaldas en Loo-loo Land?
El príncipe miró con desaprobación al peli blanco antes de mirar con cariño a Blitzø. Este último miraba al imp contrario con curiosidad, desprendía la misma presencia pesada que alguien de la realeza y ni hablar de esa dignidad y elegancia, se notaba que llevaba muchos años rodeado de demonios importantes.
-Era su día libre.
-Entiendo. Bueno, debo r a ver a mis empleados. Uh, nos vemos.
Ascaroth suspiró relajándose en cuanto vio al contrario marcharse, incomodar a los demás siempre funcionaba cuando no quería a alguien cerca.
-Eso fue muy grosero, Ascaroth.
-No voy a disculparme.
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Ascaroth deslizó una mano dentro de su saco mientras miraba una ventana en la lejanía, había logrado mirar el reflejo de la luz en algún cristal. Había estado con francotiradores el suficiente tiempo como para reconocer cuando apuntaban y al objetivo, no estaba contento con que Stolas sea ese objetivo.
Si realizaban ese disparo las cosas se le iban a complicar, era sencillo perder a alguien en una multitud y peor aún si era algo que lo sacaba de sus casillas, además no podía dejar solo al príncipe.
Permaneció alerta un rato más, mientras el Goetia daba su discurso. A pesar de haber visto aquella luz desaparecer no iba a confiarse.
Tras unos minutos, sintió un toque en su hombro y se sobresaltó antes de mirar al príncipe picándole el hombro.
-Lo siento, me concentré mucho en algo.
-No importa. El festival dura un par de días, hay ventas nocturnas y esas cosas, ¿vamos? aprovecho y le llevo algo a mi princesa.
-¿No llamará mucho la atención?
-No.
-Vamos entonces.