—Lis. —sus ojos seguían viéndome como si viese un fantasma.
—Sabía que terminarías en un lugar como este, solo que creí que limpiando pisos.
—¿No se te hace fastidioso hacer este papel de chica ruda cada que me vez? —me miró con ojos de mala gana —¿Qué vas a querer? Hay personas esperando. —vi detrás de mí a la fila.
—Un café solo, nada más.
—Vas a odiar eso, ve a sentarte, te llevaré algo que sé que no escupirás en mi cara al probarlo.
—De acuerdo. ¿Cuánto te debo?
—La casa invita. —guiñó un ojo y sonrió.
Fui a sentarme en una mesa para dos y a los pocos minutos llegó con un café y un panqué. Ya no estaba en su delantal sino que solo llevaba esa camisa blanca y mangas remangadas que le quedaba tan bien.
—Aquí tienes. —se sentó frente a mí.
En la espuma del café había una margarita dibujada.
—¿No le escupiste dentro o sí?
—No. —soltó una risa —Pruébalo. —eso hice.
—Es increíble.
—Nunca te gustaron las bebidas fuertes, eres de las dulces. Y el panqué es de zanahoria, tu favorito.
—¿Cómo lo sabes? —se encogió de hombros —¿Somos amigos cierto? —apoyó su rostro en su puño.
—Los mejores. —se quedó con una sonrisa de boca cerrada en el rostro.
—¿Mejores amigos? ¿Por qué no dijiste nada?
—En verdad éramos amantes pero shh, nadie lo sabe. Arruinarías mi reputación. —me hizo reír.
—Extrañaba tu risa.
—Y al parecer yo que tú me hagas reír. —bebí un sorbo de mi café —Perdona por lo grosera que fui antes. Tuve un mal día.
—Lo supuse.
—Podrías haberme advertido.
—Lo hice.
—Fuiste muy vago con eso.
—¿Me hubieses creído que mi hermano, tu ex novio, sale con tu mejor amiga?
—No, menos viniendo de ti.
—Por eso no te lo dije.
—¿Qué más me perdí?
—No mucho, déjame pensar. —se reclinó hacia atrás en la silla —Todd sigue viviendo en casa de sus padres, Brad Pitt y Angelina se separaron ...
—¿Brangelina se acabó?
—Sip, en 2019. ¿Qué más? Sacaron una película con los tres spaidermans.
—¿Tres?
—Cierto, no recuerdas al último. La vimos en el cine, Tom Holland es tu favorito. ¿Qué más? Abrí mi propio bar café. —casi escupo el café al oírlo decir eso.
—¿Este lugar es tuyo?
—Mío y de Tessa.
—¿Tessa es tu novia, amiga o otra de tus amantes secretas?
—Nuestra mejor amiga.
—¿Nuestra?
—Sí, ella y tú son como uña y mugre. Tess me ayudó a abrir este lugar hace como año y medio ya.
—¿Quién lo nombró?
—Claramente sabes que es por ti. ¿No?
—Tuve una ligera sospecha.
—Fui yo, por consejo de tu madre. Es lindo para el café y anuncia las increíbles margaritas que servimos en la noche.
—¿Son tan buenas como este café?
—Mejores.
—¿Cómo hiciste para pagar esto? No recuerdo a Tess pero sé que tú no tenías ni un solo billete en el bolsillo.
—Por gente como tú. —lo miré confundida —Tu tatuaje.
—¿¡Tú lo hiciste!? —asintió —Explícame como te dejé tatuar mi cuerpo.
—Tess es tatuadora y me ha enseñado hace años. Cuando estuve listo para tatuar a alguien fuiste la primera en ofrecerte. Con los tatuajes, ayuda de Tess y algunas inversiones logré abrir este lugar.
—¿Dices que estaba tan loca como para ser la primera en dejarme tatuar por ti? En desnudarme y decirte "Tatúame".
—No era nada que no haya visto.
—¿Me has visto desnuda?
—¿Qué te puedo decir? Confías ciegamente en mí, tenemos unas cuantas anécdotas juntos. —se me quedó viendo con una sonrisa confianzuda.
—Tendrás que explicarme eso.
—Algún día.
—Entonces ... Si Tessa es solo tu amiga y al parecer mía igual. ¿Alguien a conquistado ese frío corazón de hielo o tu reputación se vería afectada?
—Muchas veces.
—Entonces eres todo un romántico.
—Pero todas las veces de la misma chica.
—¿Son de esa pareja que van y vienen?
—No, solo que cada vez que la veo me vuelvo a enamorar de ella. —su mirada al hablar de ella lo dice todo, sus ojos demuestran tanto amor que te dejan sin habla.
—No sabía que eras tan romántico. Ella es una chica con suerte.
—Ella no lo sabe. No tengo el valor de decirle, la he amado toda mi vida y ella no tiene idea.
—¿Cómo se llama? ¿La conozco o conocí en ese año que no recuerdo?
—No te diré su nombre, eres demasiado boca floja.
—Por favor ... soy tu mejor amiga. —le hice ojos de perrito triste.
—Debo volver al trabajo.
—Aburrido.
—Chismosa.
Él se fue hasta el mostrador a seguir atendiendo a los clientes. Por otro lado yo me quedé a terminar mi café y el nuevo amor de mi vida, el panqué de zanahoria.
Al terminar me acerqué a la barra a dejarle mi taza, plato y la bandeja en la que me los trajo, quería ahorrarle el trabajo.
—Si esperas que te dé otro panqué estás loca, terminaré en bancarrota.
—Solo vine a dejar esto.
—Gracias. —sonrió.
—Y a ver si me podías decir el nombre de la chica.
—¿Crees que soy tan fácil de comprar?
—No lo sé, debía intentar.
Un grito se escuchó y pocos segundos después se me tiraron encima en un abrazo. Una chica y un chico me abrazaron fuertemente.
—Amiga, no creo que estés aquí. —ella no dejaba de abrazarme con fuerza hasta casi ahogarme.
—Tessa supongo.
—¿Quién más?
Ellos me soltaron y los pude ver más detenidamente. Ella tiene mi altura y el cabello del largo que lo tenía antes, es de un castaño oscuro así como Shane pero tiene las puntas del pelo rosa. Por otro lado él es alto y de cabello negro, piel pálida, ojos celestes y anteojos.
—¿¡Todd!? —mis ojos estaban en shock por ver a este hombre fuerte y no al niño que recordaba.
—¿A cambiado verdad? —dijo Shane.
—Si me lo cruzaba por la calle no lo reconocería. ¿Qué hiciste con Todd Murphy?
—He ido al gimnasio. En tu ausencia debía mantener a Shane ocupado, debía agotar su energía de otra manera. —me guiñó un ojo y miré a Shane.
—Ignóralo, te volverás a acostumbrar a su humor en poco tiempo. —me sonrió —Chicos, Lis no recuerda el último año antes del choque.
—Perdona Tess, te ves agradable pero no recuerdo haberte conocido.
—Tranquila, volverás a amarme en poco tiempo.
—Si no recuerda nada del último año antes del choque significa que no recuerda que ...
—No, nada de nada. —dijo rápidamente Shane cortando la conversación —Lindo reencuentro, ahora vuelvan al trabajo.
—Debemos festejar, esta noche. No todos los días se vuelve al mundo de los vivos.
—No creo que sea buena idea. —opinó Shane.
—Me encantaría. —acepté alegremente.
—Genial. —saltó en un rápido abrazo —¡Esta noche la compara de tu segundo margarita está al 50%! —varios festejaron.
—¡Hoy se celebra perras! —anunció Todd.
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¡Hola!
Creo que su primer día de vuelta no resultó como lo esperaba. ¿Terminará de la misma manera?
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