M.- Aquí no....- dijo soltando un pequeño gemido después
V.-¿Dónde entonces?.- le dije mientras seguíamos besándonos con intensidad
M.- No se... pero aquí no... Vane por favor... para, vamos a parar
V.- No puedo parar Mónica, estoy a mil revoluciones...
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Narra Vanesa
Hoy tocaba grabación de la voz en los estudios de atresmedia, en principio Mónica no tenía que estar por allí, era entre semana y ella sino había algo raro no aparecía por allí hasta el fin de semana.
Pero casualidades de la vida, ese día hacían las fotos para la presentación de la nueva temporada de los informativos de la cadena, de antena 3. Yo no tenía ni idea y me enteré de pura casualidad.
Terminamos de grabar un programa de la voz y hasta por la tarde no íbamos a seguir con la grabación del otro con lo cual aproveché para ir a firmar unos papeles del contrato al edificio principal que era justo donde se encontraba la redacción de los informativos.
En principio yo iba en mi mundo buscando las oficinas de personal y ni me había fijado en nada pero de repente oigo mi nombre, alguien me llamaba desde el fondo del pasillo
Ma.- ¡Vanesa!
Al girarme vi quien me estaba llamando, era Matías, el compañero de Mónica de los informativos
Ma.-¡Cuánto tiempo!, que bien te veo, dame dos besos, ¿No?
V.- Claro Matías, tu si que estas estupendo, pero... ¿Cómo por aquí?, en teoría solo venís el fin de semana
Ma.- Si, así es pero hoy tocaba sesión de fotos, ¿Has visto a Mónica?, esta por ahí, bueno estamos todos los de las noticias, después no vamos a comer juntos
V.-Eh... no, no, no la he visto...no sabía que estaba por aquí
Ma.-Ah... ya... ya veo... tranquila, ya se que no estais juntas, Mónica me contó cuando volvió de vacaciones, ¿Estás bien?
V.- Si, si, bueno.... tengo mis días, pero en general, bien, con mucho trabajo
Ma.- Bueno, me alegro de verte, me marcho, he ido un momento al servicio y ya me estaran esperando, ¿Quieres que le diga algo a Mónica?
V.-Eh... no, no tranquilo, prefiero que no, no pasa nada.
Ma.- Vale, como quieras, me alegro mucho de verte
V.- Lo mismo digo Matías, un gusto
Mónica estaba allí, que casualidad, llevábamos ya mucho tiempo sin hablarnos directamente, algún mensaje perdido y poco más, desde el día del cumpleaños nada de nada. Firmé los papeles del contrato en la oficina de personal y al marcharme me debí de confundir de pasillo, mientras andaba me di cuenta que iba directa al plató de la redacción de informativos cuando quise recular vi a Mónica delante de una pantalla blanca y sentada en una silla, le estaban haciendo entonces las fotos a ella, estaba radiante, maquillada y de peluquería, en fin... se me caía la baba de verla, tan bien, tan guapa, tan...
Desperté de mis pensamientos, pero todavía no podía dejar de mirarla, ya vi que terminaba y se acercaba a ver las fotos, llamaron a Susana y Mónica ya se iba a marchar, supongo que iría a cambiarse de ropa, ¡Mierda!, me iba a ver, me giré y comencé a andar deprisa, pero ¿Porque me iba?, ¿La podía saludar no?, no se que me paso pero aceleré la marcha, oía sus tacones detrás de mí, ella también parecía que huía de alguien, giré a la derecha y comencé a correr, llegue a una puerta la abrí y me metí dentro, era una cuarto de la luz con mil trastos, cerré la puerta y sencillamente esperé.
Esperé hasta que alguien cerró la puerta y me aplastó contra la pared porque no había sitio para dos en el cuartucho y ese alguien...
Ese alguien era Mónica...
Narra Mónica
Tierra trágame, casualidad de la vida, me encontré con Vanesa en ese mini cuarto, lleno de tratos, lleno de polvo, lleno de ella.....
Agus abrió la puerta pero nosotras estábamos detrás, pegadas contra la pared, casi sin respirar, cuerpo con cuerpo, mejilla contra mejilla, y respirando casi el mismo aire. No nos vió y volvió a cerrarla dejándonos allí a nosotras, con una ténue luz entrando por el ventanuco del techo y con nuestra caras a escasos centímetros la una de la otra.
Y así seguimos unos segundos, agarradas, hasta que ya poco a poco me separé de ella, pero poco porque o me sentaba en una mesa llena de polvo y papeles varios y cajas o me quedaba allí junto a ella.
M.-¿Qué haces aquí?.- dije sonriendo, y haciendo que mi corazón poco a poco fuera bajando las revoluciones a las que había subido.
V.-Huir
M.-¿Huir?, ¿De quién?.- dije extrañada
V.-De ti.- dijo bajando la mirada un poco, ahora no terminaba de mirarme a los ojos, pero si seguía teniendo su mano cogiendo la mía y sus dedos me acariciaban dulcemente la misma.
M.-Y..¿Porque huyes de mí?
V.- No se, me daba miedo que no quisieras verme, o hablarme, o... no se... me he cagado de miedo y he salido corriendo cuando he visto que venías hacia donde yo estaba
M.-¿Me has espiado?
V.-Un poco, estabas muy guapa haciéndote las fotos, buff...más de lo normal
M.- Gracias....- dije bajando los ojos
V.- Mónica..
M.-¿Qué?
V.- Me está costando la vida no besarte ahora mismo, ya se que no debo, lo sé de verdad y lo siento, pero....no puedo evitarlo.- lo dijo mientras su mano paso a mi cintura y su mirada volvió a posarse en mis ojos.
M.- Vanesa... yo... yo no...ahora estoy bien, pero...
V.-Pero...- dijo ya a escasos centímetros de mi boca
M.- Pero, madre mía... bésame
V.-Moni...
M.- Vane...
Y nuestros labios se unieron, la sensación de besarla de nuevo volvió a invadir todo mi cuerpo, todo mi ser, toda mi piel sintió ese beso, sus labios, su lengua, su sabor, ella.
Nuestras manos siguieron a nuestros labios, las mías bajaron a su culo y lo apretaron, hice que se acercara más a mí, abrí sus piernas con las mías y la aprisioné contra la pared, ella sonreía y gemía a la vez, sus manos se colaron dentro de mi mono, y volvieron a tocar mis pechos, mis pezones respondieron endureciéndose en cuanto notaron los dedos de Vanesa sobre ellos.
V.- Uhmmm eres mi pecado, Carrillo
M.- Uhmmm
V.- Me gustas tanto...te haría el amor aquí mismo.- dijo con la voz entrecortada
M.- Aquí no....- dijo soltando un pequeño gemido después
V.-¿Dónde entonces?.- le dije mientras seguíamos besándonos con intensidad
M.- No se... pero aquí no... Vane por favor... para, vamos a parar
V.- No puedo parar Mónica, estoy a mil revoluciones...
M.- Pues no pares.- yo estaba igual de excitada
Dejó de besarme un momento, atrancó la puerta con una silla y volvimos a besarnos y a tocarnos, nos despojamos a medias de la ropa, sin quitarnos los zapatos, yo en tacones con el mono en el suelo, sin sujetador pero con las braguitas puestas, y vanesa en las mismas condiciones que yo, allí en ese cuartucho lleno de polvo, echamos un buen polvo como si fuéramos dos veinteañeras que tienen las hormonas algo asilvestradas y no pueden reprimir sus impulsos.
M.-Uhmm besas de maravilla
V.-¿Todavía?
M.- Si, no se te ha olvidado
V.- Llevo sin practicar unos cuantos meses
M.- No te creo
V.-Creételo, abstinencia total, no puedo todavía... todavía...
M.-¿Todavía?
V.- Todavía te tengo dentro de aquí y de aquí.- dijo señalando su cerebro y su corazón
M.-Y...¿Estás buscando a otra?
V.-No y ¿Tú?
M.-Tampoco, es que...
V.-¿Qué?
M.- Aunque no te vea, mi corazón te piensa, te siente y te quiere de vuelta. Y por eso, no sé olvidarte...
V.-Moni...cariño, eres esa persona que tiene el privilegio de hacerme sonreír con sólo escribirme
M.-¿Sí?
V.- Si
M.-Y.¿Ahora?
V.- Buff... no lo sé, dímelo tu
M.- Quiero estar contigo, pero también quiero que tú quieras estar conmigo.
V.- Yo...
M.-¿Tú?
V.-¡YO quiero!
En ese instante alguien tocó la puerta, desnudas de cintura para arriba, con los pantalones enrollados en los tobillos, los taconazos y el pintalabios corrido, nuestra imagen no era ni mucho menos visible.
V.-¡OCUPADO!
M.- Ja, ja, ja....
V.-Cuando ríes eres invencible Mónica
M.- Míranos, en pelotas, en mi lugar de trabajo, echando uno de mis mejores polvos...¿Quién me lo iba a decir?
V.-¿Polvos?, polvo el que hay aquí, vamos a salir perdidas de aquí, si hay hasta telarañas por ahí...
M.-Ja, ja, ja
V.-¿Ves?
M.-¿El que?
V.- Invencible, eres invencible.
Menudo día, y mi móvil había comenzado a sonar, me estaban esperando para ir a comer, Matías me había mandado un mensaje.
Ma.- Está Vanesa en el edificio, ¿La has visto?, te esperamos para tomar el aperitivo, no tardes.
Ay Matías...
Y ahora..¿Qué?