Levi Ackerman (One shots) (+1...

By ItsMDM09

804K 25.6K 21.9K

One shots de Levi Ackerman. Todo el contentido será +18, por lo tanto, leed bajo propio riesgo. More

1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10
11
12
13
14
15
16
17
18
Nota Importante
20
21
22
23
24

25

13.8K 469 135
By ItsMDM09

Movía las caderas al ritmo de la música, sintiendo el efecto del poco alcohol que había consumido hasta ese momento.
Sasha se encontraba encima de una mesa dándolo todo mientras Mikasa, Connie, Eren, Jean, Ymir e Historia la animábamos a que siguiera con el espectáculo (aunque estas dos últimas estaban más pendientes de otra cosa).

—Voy a por otra bebida, no os mováis de aquí. –informé a Mikasa al ver que mi copa ya se encontraba vacía.
Ésta, asintió con efusividad en señal de entendimiento.

Segundos más tarde ya me encontraba en la barra pidiendo el que iba a ser mi siguiente trago.
Unos estruendosos gritos captaron mi atención y volteé hasta que mis ojos depararon en que la icónica figura de Connie se había unido a Sasha y en consecuencia la gente los vitoreaba cada vez más.
No pude evitar soltar una sonrisa ante esa escena. Justo en ese instante vi que mi bebida ya estaba lista, así que la cogí y fui a donde me encontraba previamente con mis amigos.

-----

El tiempo fue pasando y un trago tras otro mi compostura se fue perdiendo;
una ligera capa de sudor se extendía por todo mi cuerpo y mi interior ardía como nunca. Probablemente hasta mis mejillas tuvieran un fuerte sonrojo.

Hacía tiempo que había perdido a Sasha y a los demás de vista.
Y mis sentidos estaban tan saturados que cuando me quise dar cuenta me encontraba frotándome contra un desconocido en la pista de baile.

Sin embargo, alguien tiró de mi brazo sacándome de ese trance.

—¿Qué cojones te crees que hac..?
–Levi no llegó a terminar la frase puesto que con el ceño fruncido me inspeccionó de arriba a abajo, cayendo en la cuenta de que algo andaba mal.

—Hola, guapo –sonreí coqueta al que actualmente era mi pareja– te echaba de menos.

—Ya lo veo. –soltó en un gruñido para seguidamente echar una mirada de pocos amigos al que momentos antes era mi acompañante de baile.
Éste no dudo ni un segundo en salir pitando.

Observé detenidamente al pelinegro, y su masculinidad me sacudió con violencia.
El ligero olor a perfume que desprendía me hacía temblar.

—Tócame. –le supliqué en un quejido.

—¿Qué demonios...? –sus manos sujetaron mi cara hasta que nuestros ojos estuvieron a escasos centímetros– Tienes las jodidas pupilas dilatadas, ¿qué coño te has tomado?

—Tres cubatas –dije sonriendo con total sinceridad mientras mis manos intentaban desatar la camisa del ojigris.

—Haré como que te creo... –murmuró para sí mismo– Ven.

Seguidamente me sujetó del brazo y me llevó a rastras hasta el parking del establecimiento donde se encontraba su coche.

—¿Dónde están Eren y los demás?
–preguntó apoyándose en el coche y sacando un cigarro para encenderlo.

—No sé, lo último que recuerdo es que me he tomado un cubata y he empezado a escuchar borroso y a sentirme exageradamente cachonda. –dije de forma seductora acercándome a él para rozar nuestros labios de manera necesitada.

—Maldita sea –siseó– ¿En algún momento has perdido tu copa de vista?

—Mhh... –casi gemí cuando sus manos se apoyaron en mis caderas para acercarme más a él– Cuando estaban poniendo la bebida.

—Joder, te han drogado. –maldijo e inmediatamente sacó su móvil, apartándose para hacer una llamada.

El calor se iba apoderando cada vez más de mi cuerpo, mis pezones se encontraban endurecidos y mi ropa interior empapada.
No podía evitar respirar de manera agitada, y más viendo cómo los músculos de la espalda de Levi se flexionaban tan exquisitamente debajo de la prenda de ropa mientras hablaba.

El mayor interrumpió mis pensamientos cuando colgó la llamada.

—Acabo de hablar con Eren, ellos están bien. Vámonos a casa. –dijo apagando el cigarro e ignorándome para subirse al coche.

Una punzada en mi pecho se hizo presente, pero intenté no darle importancia y le seguí.

Conforme los segundos pasaban mi cuerpo no aguantaba más el calor, y la presencia de semejante hombre al lado no ayudaba en nada.

–Levi... –dije en un quejido.

—Qué.

—Tócame, por dios. –rogué completamente extasiada.

—No te voy a tocar. –me miró un segundo de reojo y luego volvió la vista a la carretera.

—¿Qué? –las lágrimas amenazaban por salir debido a la frustración del momento.

—Lo que has escuchado. –no dio más explicaciones.

Maldije internamente, pues apretar las piernas para sentir un mínimo placer ya no era suficiente.
Necesitaba todo de él, quería que me hiciera completamente suya, que calmara el ardor que sentía en mi interior.
Finalmente, llegué a mi límite.

—Yo... lo siento por esto. –anuncié lloriqueando antes de abrir las piernas y dirigir una de mis manos a mi intimidad. Había hecho bien en elegir un vestido corto esa noche.

—Me cago en la puta. –el pelinegro gruñó apretando con fuerza el volante.

Froté dos de mis dedos entre mis pliegues, presenciando la gran humedad que había, casi llegando a gotear.
Solté un pequeño suspiro ante mi tacto, y empecé a mover mis dedos en círculos sobre mi clítoris.
No obstante, no tardé mucho en introducir dos de mis dedos causándome un suave gemido de satisfacción.
Con la otra mano masajeé mis pechos, pellizcando los pezones ya sensibilizados por la sustancia que mi cuerpo albergaba.

El pelinegro se dedicaba a mirarme de reojo de vez en cuando de forma silenciosa.
Mis movimientos poco a poco fueron aumentando y no tardé más de unos minutos en llegar al clímax, deshaciéndome en mis dedos.

El silencio se hizo presente después de tal suceso.

—¿Qué tal? –preguntó mi acompañante en un tono serio.

—No... no ha sido suficiente. –lloriqueé sintiendo esa necesidad emerger de nuevo.

—Abre las piernas para mí. –ordenó y mi cuerpo reaccionó instantáneamente.

El pelinegro sujetó el volante con una sola mano, y la otra fue a parar entre mis pliegues.
Me sentí desfallecer con ese simple tacto de sus dedos.

—Joder, estás empapada. –se relamió los labios inconscientemente.

No tardó mucho en introducir dos de sus dedos, causándome un sonoro gemido.

—¿Cómo va a ser suficiente si no te tocas aquí...?

Sus largos dedos abarcaban más espacio en mi interior que los míos, llegando a tocar un punto que previamente no había sido estimulado.

—Oh dios mío... –arañé el sillón del coche cuando mi interior se sacudió con fuerza, apresando los dedos del pelinegro en numerosas contracciones sin querer dejarlos escapar.

Segundos más tarde retiró la mano llevando las falanges a su boca para posteriormente lamer los fluidos que tenían y dedicarme una sonrisa burlona, sonrojándome.

No tardamos más de tres minutos en llegar a la casa que compartíamos.
Aparcó el coche con habilidad y en menos de un segundo ya me encontraba siendo cargada por él hasta llegar al baño de la vivienda.

En silencio me desvistió, aprovechando para rozar mi piel con sus dedos cuando quitaba alguna prenda, hecho que me hacía arder aún más internamente.
A continuación me indicó que me diera una ducha mientras él me traía agua y algo de comida.
No obstante, bajo del agua volví a ser presa de mis deseos, aunque yo misma no llegara a satisfacerme de la forma en la que él lo hacía.

-----

Tumbados en la cama me seguía estremeciendo. No sabía cuánto duraría el efecto de esa droga, pero podría dar por hecho que mínimo unas cuantas horas.
El ojigris no se separaba de mí en ningún momento, y constantemente se aseguraba de que me encontrara bien, aunque no de la forma en la que en esos instantes yo deseaba.

—Fóllame. –pedí besando su cuello y acariciando su cuerpo.

—No quiero. –tragó con fuerza.

Gruñí frustrada y me coloqué a horcajadas encima de él, sorprendiéndolo.
Empecé a frotarme, humedeciendo las prendas inferiores que ambos llevábamos.

—Mh, joder Levi.. –gimoteé.

Sus manos en mis caderas no hacían más que ejercer presión sobre su punzante miembro, mostrando lo deseoso que realmente él también se encontraba. Hecho que solo hacía que mi insistencia se multiplicara.

—Ya veo... así que por lo visto mi novio no puede dejarme satisfecha. –provoqué.

—¿Qué has dicho? –entrecerró los ojos.

—Lo que has oído.

—Vas a suplicarme que pare. –dicho esto su mano se dirigió a mi cuello en señal de posesividad, e inmediatamente las posiciones se intercambiaron, quedando yo a su completa merced.

Devoró mi boca con ansias, entrelazando nuestras lenguas y liberando toda la tensión acumulada previamente.
Con su pelvis simulaba embestidas, derritiéndome incluso antes de haber empezado.
Sus labios atacaron mi cuello y seguidamente liberó mis pechos, succionando con avidez los pezones, torturándolos y jugueteando con ellos a su antojo.
Enredé mis dedos en su cabello negro, acercándolo más a mí y causándole una pequeña risa burlona.
Momentos más tarde sus labios siguieron bajando hasta tener a escasos centímetros mi entrepierna.
Sin embargo el pelinegro se dedicaba a dar besos y mordiscos alrededor de la zona, desesperándome y tentándome.

—No juegues más conmigo, joder... –protesté.

—Tú has empezado abriéndote de piernas en el coche y dejándome jodidamente duro. –gruñó escupiendo directamente en mi intimidad para seguidamente pasar toda su cavidad bucal por esa zona.

Succionaba suavemente mi clítoris, y lamía como si del mejor té se tratase.
Mis manos sujetaban su cabeza e incontables suspiros salían de mi boca.
No obstante, mis ojos se quedaron en blanco cuando introdujo dos dedos al mismo tiempo que seguía con su degustación.
En menos de un minuto ya había llegado al orgasmo otra vez.

Instantes después me encontraba arrodillada y completamente a disposición del pelinegro.
No pude evitar relamer mis labios al ver su erección con una gota de líquido preseminal en el glande.
Con la lengua limpié esa gota, estremeciendo al ojigris. Acto seguido éste sujeto con fuerza mi pelo e introdujo su miembro en mi cavidad bucal, supirando de alivio al sentir la estrechez de mi garganta en el glande por causarme una pequeña arcada.
Seguí succionando y lamiendo de abajo a arriba, probando sus testículos donde una leve expresión de sumisión y satisfacción en él se hizo presente.

Instantes más tarde, cuando él estaba a punto de estallar me alejó de su miembro, y solté un pequeño reproche.

—Sh, en otro momento lo probarás. –dijo pasando atentamente su pulgar por mis labios llenos de saliva y fluidos.

—Fóllame. –rogué de nuevo.

—Eres tan sumisa ahora mismo... –una sonrisa ladeada de superioridad surcó en su rostro.

Dicho esto subí a la cama y me puse en cuatro, dejando mi trasero en pompa y la cara contra el colchón.

—Por favor. –le miré desde esa posición contoneando las caderas.

—Oh, a tomar por culo –se acercó a mí y de una sola estocada introdujo su miembro sin dejar que primero me acostumbrara a su tamaño.

Mis piernas flaquearon, y sus manos en mis caderas me sujetaban de tal forma que parecía que me iba a romper de un momento a otro.
Sus embestidas eran certeras, a un ritmo medio pero con fuerza, permitiéndome sentir cada centímetro que él me proporcionaba.
Posteriormente mis ojos se nublaron cuando la fuerza de su pelvis aumentó, golpeando una y otra vez mi cérvix y creando el característico sonido por el choque de las pieles y fluidos, mientras que una de sus manos torturaba mi clítoris para sobreestimularme.

—Maldición, me envuelves tan bien... –Levi soltó un gemido tembloroso.

—No puedo más... –jadeé siendo presa de la creciente sensación en la parte baja de mi estómago.

—Córrete para mí, pequeña. –ordenó y solo necesitamos unas cuantas embestidas más para estallar ambos con fuerza.
El pelinegro se dejó llevar en mí con un fuerte gemido mientras insconscientemente mi interior lo drenaba a violentas contracciones, dejándome completamente extasiada.

El mayor se dejó caer a mi lado en la cama, ambos con las respiraciones agitadas y sudorosos.

—Levi... –hablé casi en un murmuro.

—¿Hm? –conectó nuestros ojos.

—Necesito más. –dije avergonzada por la insaciable necesidad que me carcomía por dentro.

Éste soltó una suave risa y dejó un beso en mi frente antes de hablar.

—Ponte tú encima esta vez.

Asentí colocándome a horcajadas encima de él y masturbando su miembro para volver a endurecerlo.
No tardó mucho tiempo cuando me dejé caer sobre él, abriéndose paso de nuevo en mí.
Levi jadeó por la sobreestimulación, y empecé un fuerte vaivén con las caderas por los sentones que el pelinegro recibía.
Mis pechos rebotaban constantemente y éste los agarró, lamiéndolos en el proceso.
Nuestras respiraciones se agitaban cada vez más, presos por un deseo casi imposible de satisfacer.

—Eres tan grande... dios... –en ese momento ya me encontraba ida.

Una sonrisa de superioridad se creó en el rostro de Levi, siendo consciente de su tamaño y habilidad.
Aumenté la fuerza y velocidad de mis movimientos, queriendo obtener todo de él.
Segundos más tarde nos deshacíamos en la piel del otro, jadeando y gimiendo temblorosamente, hechos un completo desastre.

Retiré su falo de mi interior y me dejé caer sobre él intentando regular la respiración.
Nuestros labios se unieron en un tierno beso, empezando a ser víctimas del cansacio y el placer.
Sin embargo, algo dentro de mí volvió a arder.

—Mh.. ¿tercera ronda? –pregunté con cierta vergüenza.

—Joder... va a ser un puto milagro si no quedas embarazada. –gruñó este satisfactoriamente antes de cambiar de posición y colocar mis piernas sobre sus hombros.

••••••••••••••••••••••

Holi bbs :) 🤍

Estoy aquí de nuevo jeje

¿Sinceramente?
Este one shot no me convence nada, pero me apetecía escribir y ya que lo he terminado pues... ¿por qué no subirlo? 😅

Aunque no actualice nada sigo pendiente de wattpad 😊 así que una vez más os agradezco infinitamente todo el apoyo que recibo día a día 🤍
Me hacéis muy feliz.

Simplemente, gracias 🥰

Continue Reading

You'll Also Like

53.9K 283 16
*Relatos lesbico,heteros(solo incesto[excepto entre hermanos] o con mayores....) y zooo *Contenido fuerte pero con una narración tranquila y simple q...
66.7K 265 6
Relatos, ficción, Acción, Insulto, Violacion, abuso, *Estas historias son inventadas y echas por mi ninguna de las historias son de la vida real *Los...
30.8K 3K 62
Desde que adam llego como pecador la vida de lucifer empezara a girar al rededor de alastor y adam
66.7K 3.9K 30
después del último exterminio y ganar en la batalla contra los exterminadores el rey decide quedarse con su hija, haci empezando a convivir más con c...