—No le digas a la abuela, Yongji, no puedes hacerme esto.—Gyuhan casi rogó a su hermana que le miraba con altanería desde la silla de su largo escritorio.
—Incluso si no se lo digo, se enterará. ¿Qué más da? Tal vez puedo hacer que el poder caiga sobre mi, ¿no crees?
Tras la muerte de la madre de ambos hermanos, el poder tenía que pasar a uno de ellos dos, para seguir siendo el sucesor de la empresa. Yong estaba recién casada con su omega, habían planeado expandir su familia y con ello, la tristeza de la alfa y obvio la omega con la que compartía día a día sufrieron una pérdida.
La abuela, decidió entonces por ellos, señalando que Yong, a pesar de su excelente carácter para ser líder, en ese momento no sería posible por su inestabilidad, por lo que pasaría al segundo hijo, Gyuhan, quien acaba de cumplir los diecinueve años, era un rebelde, y estaba dispuesto a desobedecer a la abuela, hasta que se dió cuenta que debía elegir entre dos opciones, y lo hizo, y fue doloroso dejar ir a la otra opción que no pudo tomar.
Luego de unos meses, buenas noticias comenzaron a llegar, los laboratorios Jeong habían logrado conseguir un nuevo medicamento que logró aumentar las ventas y ganancias en el país, con eso Yong también recibió la noticia de que Pho estaba en cinta una vez más. Fue realmente una locura, la alfa de verdad no dejaba sola a su omega en ningún instante. No fue hasta un año después del nacimiento de la pequeña que Yong comenzó a hacer indirectas —para nada no directas— de que debía ser ella quien tomara el puesto como debió ser desde el principio, y Gyuhan solo ignoraba en cada ocasión que salía en la mesa, en alguna cena, reunión, fiesta, o lo que fuese.
Pero ahora se encontraba entre la espada y la pared, su hija estaba en peligro también, todo lo estaba.
—¿Qué quieres de mi? No he hecho nada malo en el negocio, ¿por qué quieres quitármelo?
Yong se levantó de su asiento.—Sé que la abuela elegirá sabiamente cuando te retires Gyuhan.—Apuntó.—¿Crees que tu hija quedará como jefa, de verdad? La alfa que lleva a su omega a la escuela porque no tiene más amigos, no me hagas reír. Tu hija puede ser una alfa dominante en boca de cada médico que le asignas, pero no tiene material para serlo, tú tampoco.
—¿Y qué hay de Sooyoung?—Sabía que se encontraba jugando con fuego.—¿Te parece bien que maltrate a la pobre de Hyomin?
—Sí, ¿por qué no? Es mejor a que sea una debilucha como tu hija.—Respondió comenzando a molestarse.
Gyuhan asintió.—Solo espera, Sooyoung no podrá tener a ninguna omega cuando crezca. La estas criando como un monstruo.—Yong gruñó hacia su hermano y lo empujó con fuerza.—¿Te enoja que diga la verdad?
—Tu no me digas como debo criar a mi hija, Jeong. Porque en cada aspecto en el que podría hacer competir a mi hija con la tuya, no perdería en siquiera uno. Óyeme bien, Gyuhan; si no haces que tu hija se comporte como tal, no importa, no lo hagas. Pero verás en el futuro quien será la que limpie la basura de la otra. Sooyoung ama que todo este limpio, dile a Jinsol, tal vez deba prepararse.
Yong pasó de el chocando sus hombros y saliendo del salón. Gyuhan se quedó allí pensativo, pensar en el futuro y que este estuviera corrompido por las tontas cosas que decía su hermana mayor le hacían doler la cabeza. Todo esto se estaba convirtiendo en un lío muy grande.
Caminó hacia la puerta cabizbajo y pudo ver desde allí en las escaleras a su hija junto a la omega, sentadas en los primeros escalones, ambas con las cabezas apuntadas hacia el suelo y en silencio. Suspiró con cansancio caminando de vuelta a las escaleras. A penas al verlo Jinsol se levantó de un salto, pero no diciendo una palabra, sentía que hoy día había dicho demasiadas cosas malas como para seguir hablando.
—Vamos a casa, deben ir a la escuela mañana.
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Jinsol estaba cabizbaja, no estaba prestando mucha atención a sus clases, incluso si estas eran de ciencias, cuando eran sus favoritas. Había escuchado todo lo que habían discutido su padre y su tía el día anterior, el no poder entender correctamente porque lo que hacía estaba mal le hacía frustrarse, por esa misma razón se encontraba un poco más distante de la omega ese día que no podía estar más triste por tal lejanía.
En su interior alguien lloraba desconsolada esperando que la alfa volviese a su estado natural y que jugarán y rieran juntas pero no pasó. Por eso ella tampoco estaba prestando mucha atención a la clase, solo a la alfa a su lado.
—Pueden salir a receso, tengan un buen fin de semana.—El profesor no demoró en salir del salón junto con los demás estudiantes. Jungeun esperó a que la pelinegra saliera con ella para ir juntas como siempre hacían pero no lo hizo, seguía allí, mirando hacia su pupitre distraída.
—Jinsol.—Llamó en un hilo de voz. La nombrada pareció salir un poco de su ensoñación, desviando lentamente la vista de la madera del pupitre a la omega.—¿V-vamos a salir?
—Sal tú. No quiero salir.—Jinsol se recostó sobre el pupitre mirando hacia el lado contrario a la omega. Esta hizo un puchero y se bajó de la silla caminando con duda hasta la puerta, pero al darse cuenta de que la alfa no iba a acompañarle solo decidió salir.
Era la primera vez que salía sola de ahí en medio mes que llevaba ahí dentro, ya se familiarizaba con el lugar, sabía dónde estaban la mayoría de salones y lugares, pero se sentía vulnerable al no tener a la pelinegra con ella al contrario de como era siempre. Se sentó en una de las bancas mirando hacia el otro lado queriendo llorar por no entender que era lo que realmente ocurría, no había entendido totalmente lo que pasaba cuando ella estuvo con Hyomin, simplemente le ayudó a aprender a escribir su nombre ya que ella no lo sabía, había sido tranquilidad todo hasta que Sooyoung comenzó a zarandearla como si fuese una muñeca de trapo, de solo recordarlo le daba un escalofrío. Solo esperaría para poder irse a casa, y esperar a que Jinsol volviera a la normalidad.
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—¿Recuerdas que la abuela lo dijo una vez? "Esa ni-"
—Guarda silencio, por favor.—Gyuhan dijo perdiendo la paciencia. Frente suyo se encontraba Yuheon, su hermano menor y el único omega de tal generación. Era obvia la diferencia que la familia tenía con él, pero Gyuhan nunca había podido odiar a su propio hermano, hasta a veces envidiaba su vida tan libre sin esas cuerdas de la familia, el vivía su vida libremente sin ser títere de nadie.
—Solo lo estoy recordando, ella te lo dijo, y debes creerle a la abuela...menos lo de que no encontraría un alfa, esa mujer...no puedes pelear con esa mujer.—Dijo con una mueca mientras recordaba cada comentario que le lanzó como veneno al ser solo un niño.—A lo que voy es...La verdad no se que puedo decirte, Gyu. Tu hija para la sociedad no sería más que otra alfa con una omega como amigas, pero esa familia, están locos.
—Si vieras a Yong como se puso cuando lo escuchó, quería matarme, juro que pude verlo.—Sus manos se restregaron en su rostro como si sus problemas fueran simple polvo en su rostro que pudiese quitarse asi de fácil.—No sé que estaba pensando cuando mencioné a Sooyoung.
—Ay vamos, no tiene la culpa, solo que Yong no conoce nada más que: alfa bueno golpea a omega de servicio.—Dijo imitando una voz grave.—Pobre de Sooyoung, yo te acompaño, esa niña ahuyentará a los omegas.
—Pero...Pho se enamoró de Yong, y Yong también era así.—Intentó razonar.
—Pho es ingenua, se cree la buena faceta de Yong porque Yong es una tonta frente a ella, admitelo... espero que ella no tenga acceso a alguna cámara de aquí, porque si me está escuchando mi alfa quedará sin omega.—Yuheon dijo de repente asustado comenzando a buscar alguna cámara o micrófono.
Gyuhan asintió con lentitud.—Tienes razón...
—¿Y qué harás?¿Sabes? Yo digo: a la mierda esta familia. Cría a tu hija como se te dé la gana, si ella quiere llevar a...a esa omega hasta al altar para casarse, entonces que lo haga.
—No digas eso. Jinsol solo está...un poco descolocada, es la primera vez que se junta con alguien más, encontrará a su omega en cuanto crezca, y esto dejará de ser un problema.
Yuheon enarcó las cejas incrédulo.—Sí, o...tendrás que convencer a la abuela de que Jinsol sea la primera que de verdad se quede con la omega de "servicio" no aba-
—Shh...No más de eso.—Pidió. Su hermano rodó los ojos.
—¿A que le temes, Gyu?¿A Yong?¿A la abuela?...¿A tu hija?
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El camino a casa no fue distinto a como esperaba la omega, Jinsol no dijo palabra y ella por lo tanto tampoco, comieron en silencio y luego la alfa se encerró en su habitación, Jungeun no tuvo más remedio que ir a la suya donde realizó sus tareas sobre la alfombra, se sentía sola, muy muy sola y lo único que quería era volver a estar cerca de la alfa, que se tomaran las manos y todo eso que habían hecho esas semanas. Sería un fin de semana aburrido y solitario si es que Jinsol seguía de esa forma.
Escucho un sonido ligero en su ventanal, se levantó con algo de miedo yendo hasta el para poder ver quien era. Sooyoung estaba ahí, junto con Hyomin. La alfa le hizo una seña de que abierta la ventana. Jungeun con algo de desconfianza lo hizo pero solo un poco.
—Llama a Jinsol, dile que iremos a jugar al bosque de la abuela.
Jungeun juntó todas las fuerzas que su pequeño cuerpo tenían para responder.—Ella no quiere salir.
—¿Y qué sabes tú, tonta omega? Ni siquiera se lo dijiste.—Sooyoung mostró una mueca de molestia.
—Ella no se siente bien.—Habló otra vez. Sooyoung chasqueó la lengua.
—Bien, entiendo.—Jungeun asintió e iba a cerrar la ventana cuando escuchó que Sooyoung le llamaba de nuevo.—Ven tú con nosotras entonces.—La castaña negó de inmediato a tal propuesta, no quería volver a caer en algún juego de Sooyoung donde ella saldría herida.—¿Por qué no? Será divertido, es un bosque, ¿que tiene de malo? Dile, Hyomin.
—N-nos divertiremos allá.—Hyomin le dijo titubeante y no queriendo mirarla.
—¿Vas a bajar, verdad?—Preguntó una vez más la alfa.
Ella confiaba en Hyomin, entonces aceptó.
Bajó las escaleras con lentitud mirando una última vez la puerta de la habitación de Jinsol que seguía cerrada. Suspiró y bajó los últimos escalones, abrió la puerta con algo de esfuerzo, Sooyoung estaba ahí esperándola con Hyomin detrás que miraba el suelo.—Vamos.—Le dijo con un gesto y las tres comenzaron caminar. Jungeun estaba más que asustada, se sentía pequeña ante la alfa y más cuando Jinsol no estaba ahí para protegerla como prometió que lo haría siempre.
Caminaron un largo rato hasta ir detrás de la casa de la abuela, Jungeun no la había visto de cerca hasta ese día, pero pasaron de largo a los enormes árboles que tenía el jardín de la casa, que simulaba un bosque, era una extensión de tal vez dos o tres kilómetros de solo árboles, entre ellos pinos y sauces completamente sanos y bien cuidados.
—¿Cómo dijiste que te llamabas, omega?—Sooyoung le preguntó, no le estaba amenazando, al menos eso no le quitaba la capacidad de hablar.
—Jungeun.—Murmuró jugando con sus manos.
La alfa le sonrió colocando una mano sobre su hombro.—Bien, Jungeun. ¿Sabes nadar?
La pregunta le dejó confundida, negó con lentitud y al dar unos cuantos pasos entendió la intención de la pregunta. Era una laguna, pequeña, el agua era cristalina y el lugar se veía muy bien cuidado, créditos a los empleados de la casa madre de los Jeong. Sooyoung se acercó hasta que el agua casi tocase sus pies, se agachó a la altura y tocó el agua.
—No está helada.
—N-no trajimos nada, Sooyoung.—Hyomin le dijo en un susurro.
La alfa rodó los ojos.—¿Te da miedo el agua, Hyomin?—La omega rápidamente negó.—¿Y entonces?
—Q-que es un poco tarde, nos podemos enfermar si entramos con esto. No es seguro.
—Dios~ Suenas igual a mi mamá, eres molesta, ¿Crees que me importa enfermarme? Así falto a la escuela. O peor ¿Crees que me preocupas?—Hyomin se quedó en silencio. Sooyoung enarcó las cejas esperando una respuesta que obvio no llegó.—Bien, entonces. Jungeun dijiste que no sabías nadar, ¿verdad?
La castaña había retrocedido unos cuantos pasos mientras las otras dos hablaban, tenía la intención de escapar e irse a casa, no le estaba a gustando mucho el saber que nadie podía verlas aquí, y también que no le había avisado a nadie de la casa que saldría.
—Yah, ¿Por qué estás tan lejos? Ven.—Jungeun hizo caso omiso a la orden, obvio eso no le gustó a la alfa que se levantó tomándola del brazo para acercarla a la laguna donde ella había estado segundos antes.—¿Sabes? Los omegas bien portados son los que saben obedecer.
—Tengo miedo.—Admitió, aunque quiso no haberlo hecho.
—¿Miedo de qué?¿Al agua?—Jungeun rápidamente asintió, otra vez se arrepentía. Sooyoung río con burla, aun teniendo el brazo de la omega entre sus manos, no le costó mucho hacer la fuerza suficiente para que esta cayera de bruces a al agua, golpeándose con unas cuantas rocas que eran el suelo de todo el cuerpo de agua. Sooyoung no tardó en burlarse más. La pequeña omega sentía toda su ropa mojada, y sus manos dolían por haberse apoyado en varias rocas puntiagudas al igual que sus rodillas.—Oh~ Perdona.—Dijo la alfa fingiendo tristeza en el tono de su voz, se agachó para acercarse más a Jungeun. La omega temblaba, no sabía si era por el miedo o el frío, pero los dos eran horribles.
—¿Le sigues temiendo al agua, Jungeun? Pues deberías dejar de tenerle miedo.—Sooyoung aplastó su cabeza sobre el agua. Jungeun de inmediato comenzó a patalear intentando quitar el agarre de la alfa.
—Sooyoung, Sooyoung la vas a ahogar.—Hyomin se acercó a ella sacando todas las fuerzas que tenía para tomar ambos brazos de la alfa y separarla de Jungeun que inmediato comenzó a toser al salir del agua con la respiración agitada.—¿¡Por qué sigues ahí!?¡Vete!—Hyomin le gritó mientras seguía teniendo a la alfa incapaz de escapar que solo gritaba y amenazaba a ambas.
Jungeun no lo pensó dos veces antes de salir corriendo hacia la salida del bosque ignorando el dolor de sus manos, sus rodillas y que el solo respirar le dolía. Necesitaba a Jinsol.
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