Amar a un élite ✔

By The_Silencegirl

235K 18.4K 5.6K

Estoy obligada a fingir una relación con el hijo menor del millonario más importante de Londres para salvar l... More

Sinopsis
Antes de leer
Prólogo
1| Odio mi pasado
2| Que la humildad no se note
3| Pacto con el enemigo
4| Una resaca, un vestido y deudas de café
5| Próxima Centauri
6| Atrapada en una serie adolescente
7| Secreto por secreto
8| Preludio de un desastre
9| No podemos morir
10| ¿Dedo roto? No. Corazón roto
11| Dudas
12| Confesiones placenteras
13| Mundo paralelo
14| Razones para vivir
15| Comienzos alentadores
16| Deudas pendientes
17| Todo tiene un porqué
18| Máscaras
19| (No) Feliz cumpleaños
20| Tipos de amor
21| Errores
22| Recaída
23| Caricias olvidadas
24| No es real
25| Nunca subestimes a un Feller
26| Verdades a la luz
27| Lenguas sueltas
28| Deseos incompletos
29| No eres él
30| Planes
31| Netflix es una estafa
32| El cerebro le ganó al corazón
33| Mensajes
34| Joder señora Nilon
35| ¿Cita?
36| Finalmente, choqué
37| Verdad y mentira al mismo tiempo
38| ¿Me concedes este baile?
40| ¿Por qué me dejaste...?
41| Carta
Epílogo

39| Cada vez más difícil

1.1K 94 8
By The_Silencegirl

Clara

Sabía que cada segundo que pasaba era una tortura para mí. Y sabía que cada mirada que Owen me daba, más difícil sostener el plan.

Llegamos a la pista improvisada de baile y encontré un lugar en donde no fuéramos el centro de atención. Owen me miró extrañado.

—¿De quién nos escondemos ahora? 

—De todos. —Me limité a contestar.

—Creo que es un poco tarde para eso —bromeó.

—Salvo que tu quieras aguantar la mirada asesina de tu madre...

—Buen punto.

Empujé de su brazo para que se acercara más a mí, todavía la canción no había terminado, teníamos unos minutos para bailar. Owen, con timidez, pasó una mano por debajo de mi brazo, su mano quedó un poco más alta que en donde se encontraba mi cintura. Y con su otra mano, agarró la mía. El nerviosismo me invadió de manera sorprendente. No creía que a esta altura su cuerpo tan cerca del mío iba a intimidarme. Pero Owen siempre me sorprendía, y esta claramente no era una excepción. Mi vista estaba clavada en su pecho, con miedo a mirarlo y acabar con todo lo planeado. Empezamos a movernos lentamente, dejándonos enredar en la música. Ninguno tuvo que guiar al otro, sabíamos perfecto nuestros pasos. Estábamos coordinados de una manera casi perfecta.

—Por favor no me pises, estos zapatos son caros —dijo con un tono fingido de niño rico.

Me reí e inconscientemente levanté mi mirada. Grave error.

Gravísimo error.

—No me des más razones para pisarte.

—Atente a las consecuencias si lo haces. No seré amable.

—Ya te lo dije, tú no eres el malo.

Puedo decir que di todo de mí. Di todo de mí para no pensar en él el primer día que lo conocí. Di todo de mí en ignorarlo cuando tenía buenos tratos conmigo. No estaba acostumbrada a esas cosas, es por eso que me interesó aún más. Di todo de mí para que el mundo no se detenga cuando me sonreía. Di todo de mí en no corresponderle ese beso. Ese maldito beso. Di todo de mí en parar de drogarme...

—Clara. —La voz de Owen me sacó de mis pensamientos. Me había ido por un instante.

—¿Qué? —dije y traté de no sonar tan desorientada.

Había cambiado la canción, pero seguían con los lentos.

—Te noto extraña, ¿te encuentras bien?

La puta madre, quiero desaparecer.

Me negué a fingir la sonrisa que siempre hacía. Dejé que mis verdaderos sentimientos tomen el rumbo de mis palabras. Quise sacarme ese mínimo peso de mis hombros.

—Tengo miedo —solté.

—¿De qué?

—De nada. De todo. De ti.

—¿De mí? —Sonó sorprendido —¿Por qué?

Un poco de verdad no le hacía mal a nadie, pensé.

—Tengo miedo de que esto... sea mucho, ¿sabes? —Owen negó con la cabeza y fue más difícil explicarlo —Que eres mi fuente de energía y, cuando ya no esté, tengo miedo de apagarme por completo.

Me abrazó y apoyé mi mejilla en su pecho. Sentí sus labios en mi cabeza, dejando un beso que deseaba sentirlo toda mi vida. Seguimos bailando así por unos segundos que se volvieron efímeros. Ahora todo pasaba rápido.

—Nunca me iré de tu lado, ¿me entiendes? Me necesitas y te necesito.

—No hablo de necesitar, Owen. —Estaba perdiendo mis estribos por mi propia culpa. Me separé de él, sin dejar de bailar —Hablo de momentos. La energía se agota y está bien. Hay que recargarla y estará al cien por ciento, pero yo nunca logro llegar hasta el final. Y tú haces que llegue al final. Y para que yo llegue al final sola, tengo que arreglarme.

Las metáforas solo tenían sentido para mí y lo noté en su mirada. Estaba perdido, yo lo perdía. Sostuve su rostro con ambas manos y negué.

—No me necesitas, Owen. No me necesitas para respirar. No me necesitas para salir al mundo y conquistarlo porque tú eres suficiente.

Iba a decir algo que probablemente hiciera esto más difícil, es por eso que me atreví a juntar nuestros labios en un beso cargado de remolinos. Me puse de puntas de pie para poder pasar mis brazos por arriba de sus hombros y atraerlo más a mí. La respuesta fue inmediata. Las ganas de que fuera un beso lleno de deseo y pasión no faltaba, pero quería recordar todo, es por eso que fue lento y sentimental. Disfrutaba cada movimiento de sus labios, cada pico que me daba cuando giraba la cabeza hacia el otro costado. Owen clavó sus dedos en mi cintura cómo un acto de verificación, de que estábamos allí los dos, juntos. Acaricié su cabello y su pecho se infló de gusto. Sentía la boca de mi estómago cerrarse cada vez más ¿Eran mariposas? ¿Era mi abstinencia? Ese era mi problema, no sabía diferenciarlo.

—¿Entonces por qué sigues a mi lado?

Sus palabras me tomaron desprevenida. Alcé mi cabeza y fruncí el ceño, buscando para dónde iba aquella pregunta.

—¿A qué te refieres?

Una sombra cruzó por su mirada. Se había oscurecido y había perdido el brillo de siempre.

—Dices que no funcionamos. Está claro que no compartimos los mismos pensamientos respecto a nuestros sentimientos...

—Owen, no...

—... y me buscas cuando necesitas a alguien. Yo seré un estúpido por dejarte entrar a mi corazón y amarte con locura. Pero eso no responde al porqué sigues a mi lado.

Un carraspeo nos hizo bajar a la realidad. Owen soltó un quejido y ambos, sin separarnos uno del otro. Todo había cambiado muy rápido. La confesión que acababa de hacer Owen me dejó anonadada. Sabía que pensaba eso, pero nunca lo creí capaz de decirlo en voz alta. Apenas podía procesar lo que había dicho.

—Lamento mucho interrumpir esta escena romántica de película, pero ¿puedo robarte unos minutos a tu novia? —Preguntó Chase extendiendo una mano hacia mí.

—No —respondió Owen sin dudarlo, dispuesto a seguir con nuestra entretenida charla.

Chase alzó una ceja y me sostuvo la mirada. Sabía lo que su mirada decía y de manera consciente quería negarlo de todas formas. Busqué una excusa barata en mi cerebro para decir, pero nada se me ocurría para rechazar su oferta.

—Te aseguro que varias chicas de aquí quieren bailar cont...

—Y yo te aseguro que no vamos a tener otro baile que nos una —Me interrumpió con una sonrisa forzada. Avanzó un paso y miré su mano —. No quiero desaprovechar esta oportunidad, por favor.

No tenía muchas opciones. Miré a Owen y asentí, mientras que él no se inmutó a llevarme la contra. Acepté la mano de Chase y Owen se despidió de mí dándome un beso en la mejilla y susurrándome:

—Te veo luego.

Del brazo de Chase, fuimos caminando al otro extremo de dónde estábamos. Nos colocamos como todas las parejas, solo que esta vez yo me encontraba más separada de él. A Chase no pareció molestarle.

—Oh por favor, cambia esa cara —resopló.

Recibía algunas miradas de asombro. Chase y yo no hablábamos mucho y menos en público sabiendo la "relación" que llevaba con su hermano. Halton y Pablo me lo habían aclarado desde un principio. No queríamos que haya rumores absurdos.

—No tengo por qué hablar contigo, Chase.

—Sería muy aburrido que hable solo, ¿no crees?

—En realidad creo todo lo contrario. Alimentaría tu ego y no podrías parar de hablar de ti mismo.

Rio con la elegancia que lo caracterizaba. Me fijé en su mandíbula y los cortos vellos empezaban a notarse. Le quedaba bien.

—Me encanta lo mal que lees a las personas, Clara. Si abres un poquito más los ojos, podrías ver un mundo entero.

Esa vez no le contesté, pero sí pregunté:

—¿A qué se debe este agradable baile? Digamos que el apellido Feller no se caracteriza por anunciar noticias agradables.

Su sonrisa desapareció de a poco, como si de verdad le hubiera dolido lo que había dicho. Acercó más su cuerpo al mío. SU perfume se hizo presente entre nosotros y pude notar cómo su mano se tensaba sobre la mía. De un momento a otro, todo se volvió tenso.

—No vale hacerse la tonta, Clara. Me mandó el jefe, como siempre —La bitácora de cómo había llamado a Halton me pareció graciosa.

—¿Tiene algún problema que le impida venir y hablarme él mismo o solo es un cobarde sin huevos? —Mi corazón estaba subiendo por mi garganta tratando de ocultar mis emociones.

Dejé de pensar cuando se inclinó hacia mi costado, sus labios tocaron mi oreja y dijo:

—Lo sé todo. Tienes veinte minutos.

Me dio un beso breve en mi mejilla y, como si no hubiera tirado una bomba en mi camino, se despidió de mí con otro beso en mis nudillos. Mi brazo cayó muerto a mi costado. Las personas seguían bailando. El mundo seguía andando mientras que yo me había quedado estancada. Todos respiraban y vivían mientras que a mí mis pulmones fallaban y estaba muriendo. Por instinto y costumbre, mi mano fue directo a mi bolsillo del saco buscando una pastilla o algo que me saque del shock. Quité mi mano y la cerré en un puño firme.

Sabía en lo que me estaba metiendo y no podía acobardarme ahora. Todo estaba listo, yo tenía que dar el siguiente paso.

El último paso.

Busqué a Owen con la mirada, decidida a encararlo. Pero cuando lo encontré, algo en mí se encogió. Supe que fue mi corazón porque nunca había dolido tanto. Ni siquiera con Denise. Di un paso hacia atrás para que no me vean. Mariane lo agarraba cómo si fuese su nuevo juguete. Estaban bailando juntos. Owen trataba de mantener distancia y de no hacerla sentir mal en el intento. Ella hablaba y él la escuchaba atento. Su rostro de concentración me hizo entender la situación. La concentración se transformó en confusión y de confusión a dolor.

Y así supe que esa era mi última vez que iba a ver su rostro. Un rostro de decepción, enojo y tristeza.

Todo iba a salir bien.

Todo tenía que salir bien.

Era mi momento de cumplir mi parte.

Entonces, eché a correr.

Owen

Vi a Clara alejarse con mi hermano y no pude evitar sentir curiosidad ante su repentino interés en ella. Mis dudas se terminaron cuando una persona se interpuso en mi campo visual. Un vestido rojo no era fácil ignorar.

—Hola, Feller —saludó Mariane.

Le eché el último vistazo a Clara y a Chase para prestarle atención a ella.

—Me parece que te has equivocado de hijo —dije lo más amable posible.

Una sonrisa falsa apareció en sus labios rojos.

—No lo creo. Tú eres el que me interesa, ¿bailamos? —Preguntó con esperanzas.

Mis manos se escondieron en mis bolsillos.

—No me apetece hablar contigo.

Sus ojos se pusieron en blanco y se cruzó de brazos.

—Deja el pasado atrás que está bien olvidado. Empecemos de nuevo.

—Estoy esperando a Clara.

Esperaba que aquello la fastidie y deje de intentarlo. Sin embargo, subestimé sus ganas de bailar.

—Eso es lo que parece, pero podrías aceptar unos minutos de baile. —Dio un paso hacia adelante y paso su brazo por el mío llevándome más a la pista de baile —. Prometo ser interesante.

Había cierta amargura en su tono que me hizo desconfiar. Pero ya estábamos entre todos los estudiantes y me había agarrado para empezar a bailar. Buscando el lado positivo, me serviría de distracción hasta que Clara aparezca. Con cierta incomodidad, pasé mi brazo por su cintura y agarré su mano libre. Rogué al cielo y a la tierra que la canción termine y empiece una de electrónica.

—¿No crees que es una hermosa noche? Baile, alcohol escondido en el ponche, todos juntos por una causa tan bonita. —La ironía en su voz me daba incertidumbre.

—No sabía que te motivaba tanto esta causa tan bonita —repetí sus palabras en forma de burla —. Ya que te esforzaste tanto en tirar todo por la borda con esas fotos.

—En mi defensa, fue tú hermano el que metió la pata.

—Porque fue manipulado por ti.

—No es mi culpa que sea buena en el sexo y tú hermano tan estúpido.

La acerqué más a mí y mi agarre se volvió tenso y sin mucha paciencia. Nuestros rostros estaban a pocos centímetros. Mariane me miraba con miedo pero su sonrisa siempre prevalecía. Mis dientes se juntaron haciendo fuerza entre sí.

—Atrévete hablar así de mi hermano de nuevo y...

—¿Y qué? —Inclinó su cabeza hacia un costado —Él te hace daño y tú lo defiendes, eso te hace igual de estúpido que él. Quiérete un poco.

Hizo fuerza para tomar unos centímetros más de distancia y lo logró. No sabía qué contestarle porque sabía que de cierto modo tenía razón. Aquello hizo que sonriera de oreja a oreja. Estaba comenzando a artarme.

—Dijiste que ibas a ser entretenida, no insoportable —cambié de tema con ganas de que esto termine lo antes posible.

Me dio dos palmadas en mi hombro y rió.

—Tienes razón. La verdad puede ser insoportable a veces, pero salteando a la parte divertida... —Hizo una especie de cantito en la palabra divertida que a mí me dio escalofrío —es necesario que empecemos a evitar estos cruces en público. No será bueno para nuestra reputación.

—Pues yo espero no verte nunca más y te aseguro que los cruces terminaran.

Su mirada se volvió oscura y amenazante. Había algo en ella que estaba reteniendo pero iba a soltarlo en el momento indicado. Era algo peligroso e hiriente. Sabía de esa mirada porque se la había visto a mi madre. Nunca salía algo bueno con esa mirada. Nada bueno para mí. Fue en aquel instante que mis oídos sólo se centraron en las palabras que salieron de su boca.

—Eso no es algo que le dices a tu novia, Owen, puedes herirla —su tono de voz de inocente despertó algo en mí que no supe que tenía: ira.

—¿De qué hablas?

Quise soltarme de ella pero fue más fuerte que yo. Mi respiración se había agitado en menos de un segundo. Mirada ardiente de venganza, continuó hablando.

—¿No te dijeron? Ups. —Mordió su labio inferior fingiendo arrepentimiento —Lamento arruinar la sorpresa, pero el trato de empresas con los Nilon termina hoy, Owen. Íbamos a hablar contigo luego del baile, pero sabes lo ansiosa que soy y no pude contenerme a darte la noticia ¿Y sabes cuál es la mejor parte? ¡La empresa de mis padres va a firmar el mismo contrato que el de los Nilon! ¿Y sabes qué significa? ¡Nosotros seremos novios! Bueno, eso está por verse. Ojalá se de.

Mi cerebro dejó de procesar la información luego de escuchar el apellido de Clara. Todo parecía una pesadilla. Busqué en las palabras de Mariane algún rastro de mentira o broma pesada, pero ella estaba convencida de sus palabras. La canción había terminado y ella me soltó inmediatamente, como si hubiera alcanzado su objetivo en todo esto.

—Lamento que tengas una familia de mierda, Owen. Pero yo necesito ese contrato para mis padres.

Salió de mi vista pasando por mi lado y chocando hombros. Yo seguía perdido en todo esto.

¿Era verdad?

No podía estar pasándome.

Tenía un millón y medio de preguntas. Quería gritarle a medio mundo y especialmente a mis padres y a Chase. Estaba cegado por las mentiras que me rodeaban.

Pero en ese momento tenía un objetivo: Encontrar a Clara.

N/A:

Holisss, ¿todo bien?

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y no se olviden de votar y comentar si les gustó.

Muchas gracias por el apoyo 💕

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

Continue Reading

You'll Also Like

119K 14.9K 44
「✨」✎ " El pueblo 1 tiene un gran afecto hacia Auron, viéndolo como una figura muy importante para ellos. Gracias a él pertenecían a una gran e improv...
4M 187K 27
#FinalistaPremiosWatty 2014 De chica de los encargos, paso a ser su secretaria personal. Venus Avner era la más joven de aquel estudio de arquitectur...
13.9K 492 63
A veces, las cosas suceden cuando menos lo esperas...
479K 57K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...