— ¿Qué te pasa? Te noto algo nerviosa, ¿Sucede algo?
— Ah, ¿Por qué siempre me estás haciendo preguntas y hablando cuando no deberías? ¿Recuerdas que no puedes hablarme? Solo estoy aquí para fotografiarte a ti y a tus amigos y maquillarte, no para hablar.
Kai, el chico policía estaba interrogándome como casi siempre, al parecer aún no entendía que no podía tener conversaciones con los del staff o más bien creo que le vale esa regla porque todo el tiempo tenía un tema de conversación, así sea el más tonto tema.
— Entiendo que solo estés para maquillaje y fotografía y no para hablar, pero si te estoy hablando siempre es porque me agradas, veo que eres una persona muy culta, no hablas con nadie de aquí más que conmigo, en realidad casi no hablas entonces eso es lo que me intriga más a conocerte, a saber, de ti. — dijo con una sonrisa inocente. — Pero si te incomoda que te hable, solo dímelo y no lo volveré a hacer.
Resoplé. —No es eso, me gusta que siempre me estés hablando, no soy una persona que le guste hablar mucho, soy más buena escuchando a los demás. El caso es que también me agradas, me agrada que me hables, pero tienes que entender que dentro de la empresa no podemos hacerlo.
— Entiendo. Entonces veámonos fuera. — su sonrisa no desaparecía ni un momento.
Miré a los lados viendo que no haya nadie mirándonos. — ¡¿Estás loco?! ¿Acaso no entiendes que eres un artista? ¡Eres famoso! Cualquier persona nos ve juntos y pensarían que estamos saliendo o tenemos algo. — susurré cerca de su rostro.
— Cierto, pero puedo hacer que no me reconozcan.
— ¿Por qué insistes en salir?
— Ya te lo dije, me agradas e intrigas a querer conocerte. Además, puede que después de un tiempo nos llevemos bien y surja una amistad entre los dos o... Algo más, solo digo.
Los dos reímos ante lo último que dijo.
— Bueno, está bien, salgamos, pero para comunicarnos tendrías que pasarme algo de alguna red social que uses.
— Uso kakao talk, ¿Te parece esa? — asentí. — Bien, entonces dame tu nombre de usuario para buscarte y así comunicarnos.
Y así lo hice. Entre los dos nos pasamos nuestros usuarios para escribirnos y comunicarnos mejor sin que nadie sospechara de nosotros.
— Buena suerte en la presentación de hoy. — le acomodé la chaqueta para luego sonreírle mirándolo a los ojos.
— Gracias. — el chico me sonrió y salió junto a sus compañeros a presentarse.
Como los chicos estaban empezando en su carrera, era normal verlos presentarse en varios programas de televisión para que más personas conocieran de ellos a través de la televisión.
Luego de haber terminado, tomé mi descanso de diez minutos y fui por algo para beber. Estando en la cafetería, sentada en la misma mesa de siempre junto a mi batido de siempre, tomé el celular encendiendo la pantalla de este para revisar los mensajes que no había visto. Noté que tenía varios mensajes del grupo de los chicos, mensajes del chat de Jisoo y mensajes del chat de Namjoon y de Jimin.
Respondí a cada uno de ellos diciéndoles que no había respondido porque no encontraba el cargador de mi celular el cual se había descargado, era la excusa perfecta, además la creerían ya que suelo perder mis cosas de vez en cuando. En el chat de los chicos, respondieron algunos con un: "entiendo, no te preocupes" y otros con un: "hmm, te creeré, pero no te creeré mucho". También habían informado que habían llegado de su viaje, me aseguré de que hayan llegado bien -preguntándoles obviamente- y luego de tanto chat, reí ante sus ocurrencias y volví al trabajo.
— ¿Mérida ya tienes listas las fotografías que te pedí que editaras?
— Así es. Luego de editarlas le se las mandé al otro fotógrafo y me dijo que estaban bien, entre los dos guardamos todas las fotografías en la memoria USB que me dio. Aquí tiene. — dije mostrándole el objeto en mis manos.
— Gracias, más tarde te enviaré otras qué hay que editar. Hay mucho trabajo por hacer para estos meses, los chicos están creciendo y con ellos el trabajo.
— Así es, pero es bueno eso.
— Si, en eso tienes razón. — el joven de ojos cafés me sonrió. — Bueno, ahora tengo que regresar al trabajo, hablamos más tarde.
Luego de despedirnos, los dos volvimos al trabajo. Hoy no tenía mucho que hacer, solo me quedaban dos grabaciones y vestir a mi chico asignado; Kai.
Cada persona del staff tenía un chico de cada grupo que pertenece a la empresa asignado para que las cosas fueran más rápidas, y yo tenía a Kai.
— ¿Qué tal te fue, te divertiste? — pregunté a Kai luego de saludar a los demás que venían detrás de él.
— Estuvo bien, entretenido, aunque debo de admitir que estaba algo nervioso y las manos me sudaban.
— Es normal, no te preocupes. Solo haz algo que te relaje y te guste. Yo por ejemplo uso la música.
— ¿La música?
— Sí, me pongo a escuchar música, me gusta mucho escuchar música y es lo que me relaja cuando estoy nerviosa.
— Entiendo, usar como método de relajación, algo que me guste.
— No necesariamente puede ser algo que te guste, hay psicólogos qué recomiendan objetos para eso, como alguna pelotita o algo pequeño y esponjoso, intenta con uno y me dices.
— Está bien, pondré en práctica tu consejo. — me miró sonriendo. Era más pequeña que él -de casi todos en realidad- así que tenía que mirar hacia abajo, eso se me hacía lindo.
— Bien, ahora déjame ir por la cámara, necesito entrevistarlos a todos. — sonreí colocando unos segundos mis manos sobre sus hombros, el chico asintió así que fui en busca de la cámara.
Pasé una hora completa riendo con los chicos, jamás pensé que me divertiría tanto con ellos, no los conocía tanto como a BTS y ya me habían amarrado con su simpatía y amabilidad tanto como ellos. Me la pasé bien en el trabajo a pesar de tener mucho que hacer, me di cuenta de que ya no necesitaba mucho de bangtan para ser feliz y olvidarme de las cosas malas de la vida porque los tenía a ellos también y a ese chico policía de pelo ondulado y sonrisa de inocente llamado Kai. ¿Quién diría que un chico prácticamente normal como él se interesaría en hablarme? Yo una persona reservada y aislada de las personas que nunca tiene tema de conversación y algunas veces necesita tornillos en la cabeza para controlar sus emociones. Tal vez Jimin no sea la única persona que me haga sentir especial, además, ya no me siento tan especial cuando lo menciono porque siempre recuerdo esas palabras y me dan ganas de querer romperme a llorar, pero no puedo, démosle la oportunidad al chico, nadie sabe si él sea esa persona que buscaba en Jimin.
Llegué a la casa, eran las siete de la noche, me detuve en frente de la puerta, desde fuera podía escuchar risas, Jisoo no estaba sola, estaba acompañada por alguien más, pero ¿Quién? Curiosa abrí la puerta de la casa y caminé hasta la sala en donde me encontré con los chicos y Jisoo sentados mientras reían de algo que alguno de ellos había contado.
— ¡Buenas noches! — dije dejando la llave en el estante que había cerca de la ventana. — ¡Chicos!
— ¡Mérida! Por fin llegas. Te estaba esperando. — Jisoo se levantó a recibirme, ahora ella era la que llegaba temprano a casa y yo de vez en cuando tarde. La chica me sonrió y disimulando me hizo seña para que viera a los chicos. — Los chicos me estaban preguntando que por qué no estabas en casa, les dije que era una sorpresa y que tú les contarías, ¿No es así?
— He... Sí, así es. — dejé caer la mochila en unos de las sillas que había cerca y observé a los chicos. — Y... ¿Cómo están? ¿Qué tal estuvo el viaje? ¿Están bien?
— Estamos bien, gracias por preguntar. Sobre nuestro viaje, pues estuvo bien, algo largo, pero bien. — respondió Namjoon.
— Excelente, me alegra. Y... Sobre el tour, ¿Qué tal les fue? ¿Se la pasaron bien, disfrutaron y conocieron de las culturas?
— Pues no pudimos salir a conocer mucho pero sí, sí nos la pasamos bien. — Yoongi me miró serio.
— Que bueno, eso suena bien.
— Y tú, cuéntanos ¿Qué tal te la pasaste sin nuestra presencia? ¿Nos extrañaste? — Hoseok, alegre me preguntó.
— Por supuesto que los extrañé, sin ustedes casi no he salido a pasear, así que sí me hicieron falta. Pero quiero decirles que siempre estuve pendiente a ustedes, a sus lives y sus publicaciones, siempre.
— Lo sabía, nos ama.
— Estás en lo correcto. — todos reímos ante mi afirmación y luego de un ligero silencio, Namjoon volvió a hablar.
— Y... ¿Cuál es esa sorpresa de la que tanto habla Jisoo que nos tienes?
En ese instante miré a Jisoo, la chica solo me sonrió encogiéndose de hombros.
— Pues, sobre eso... No es una sorpresa como tal, es solo algo normal que pasó, nada del otro mundo ni nada por el estilo.
— Sin rodeos.
— ¡Ya dinos!
— Seguro ya se consiguió un novio. — susurró Jungkook a Taehyung quien estaba sentado a su lado.
— ¡¿Es eso, te conseguiste un novio?! — Taehyung me miró, sus ojos se abrieron como dos platos, ansioso por saber mi respuesta.
— No, no es eso. La "sorpresa" de la que Jisoo les contó es que conseguí un trabajo.
— ¡Wow! ¡Eso es increíble!
— Si, eso es genial.
Los chicos empezaron a hablar y a decir afirmaciones sobre lo que les había mencionado.
— Y, ¿En dónde conseguiste ese trabajo?
— Esa es la... Sorpresa por así decirlo. — dudé un segundo en si decirles o no, pero como había empezado, tenía que terminarlo. — El lugar en el que estoy trabajando es donde ustedes también lo están.
Los chicos se emocionaron tanto algunos se levantaron a abrazarme, con eso me refiero a Jungkook, Taehyung y Hoseok. Me dejé llevar por la emoción de ellos y también los abracé.
— ¡Wao! Eso es genial, así podremos vernos más seguido.
— ¿Y en qué área te especializas? — preguntó Yoongi curioso.
— Bueno, me pusieron como fotógrafa, cuando hay presentaciones, suelo maquillar y ayudo a vestir a uno de los miembros de txt, también grabo sus ocurrencias.
— Bueno, es mejor que no tener nada. Te felicito.
— Gracias. — me levanté de la silla que estaba sentada, miré disimuladamente a Jimin, éste me sonrió. — Bueno, si me disculpan, iré a mi habitación ahora, tengo que editar unas fotos que hay que entregar mañana. — miré a Jisoo. — Sobre la cena, no te preocupes por mí, antes de venir, salir a comer algo con Kai así que no tengo hambre.
Cogí mi mochila colocándola sobre mi hombro y luego de despedirme de los chicos me dirigí a mi habitación donde me encerré y no volví a salir.
Estaba sentada frente a mi pequeño escritorio terminando de editar una de las fotos mientras escuchaba música cuando escuché a Jisoo tocar la puerta.
— Mérida, ¿Estás bien? — la escuché tras la puerta.
Giré sobre la silla y miré hacia la puerta. — Estoy bien. ¿Sucede algo?
— ¿Puedo pasar?
— Adelante, está abierta. — y volví con lo que hacía.
— ¿Podemos hablar?
— ¿Sobre?
— Lo de hoy, por ejemplo. — la chica se sentó sobre la cama, giré sobre la silla una vez más para quedar de frente a ella y mirarla.
— ¿Qué pasa con lo de hoy?
— Estuviste más distanciada que de costumbre con los chicos, en especial con Jimin. ¿Sucedió algo entre los dos?
Nuestra última llamada, solo último que dijo, la frase de aquella noche.
— No, ¿por qué preguntas?
— Es que bueno, eres muy apegada y siempre saludas con abrazos y esas cosas, pero esta vez no fue así, no te vi muy animada. — ella acarició mi cabello y mi mejilla. — Sabes que puedes contarme lo que te pasa, somos amigas.
Suspiré. — Lo sé, pero te aseguro que no sucede nada, solo es el trabajo, nunca había trabajado en un lugar tan exigente, es todo. — no era cierto. Solo no quería preocuparla con mis problemas, ya mucho tenía con su trabajo y las cosas de la casa.
Jisoo también suspiró, no tenía de otra más que aceptar mi respuesta, no podía obligarme a hablar ni a qué le contara las cosas si no quería hacerlo, así que solo sonrió de labios cerrados.
— Está bien, descansa. — se levantó de la cama luego de dejar un beso sobre mi frente y caminó hasta la puerta donde se detuvo a mirarme. — Solo no té desveles, ¿okey? — asentí. — Bueno, adiós.
— Bye~
Unos días después:
— Hola, Mérida. ¿Saldremos hoy? ¿Qué te parece ir al parque de diversiones? Nos subimos en la montaña rusa y vomitamos a los del frente. — Kai todo animado me pregunta. Su sonrisa y sus lindos ojos gritaban en silencio que aceptara su propuesta.
— Jeje, está bien, vayamos al parque, pero no subiré a la montaña rusa, le tengo un poco de miedo a las alturas y a esas máquinas que en cualquier momento pueden detenerse en medio de la nada. No quiero tener que morir ahí arriba.
— Pero si fuera a mi lado, ¿si lo hicieras? — lo miré con una de mis cejas levantada y una sonrisa.
— Bueno, eso tendría que pensarlo bien. Oh, ¿podrías quedarte quieto? Quiero terminar de arreglarte, chico alto. — dije terminando de acomodar su saco. Revisé que su cabello estuviera bien y que su rostro se viera perfecto y así lo estaba.
No había notado que Jimin estaba cerca, Kai y yo estábamos cerca de un escalón, en una, me moví para buscar el bálsamo de labios, pise en falso y casi caigo. Casi, Kai me sostuvo de la cintura evitando que eso sucediera, los dos nos quedamos viéndonos a los ojos sin decir nada durante unos segundos.
Luego de enderezar mi cuerpo, acomodé mi ropa y volví a mirarlo. — Gracias.
— Debes tener más cuidado.
— Lo sé, no recordaba que ese escalón estuviera ahí.
— Sí, yo tampoco lo vi, igual ten más cuidado, ¿eh? No queremos que suceda nada malo.
— Si, así es. — dije para luego terminar de arreglarlo. — Bueno, ve y diviértete.
— Lo haré, gracias.
Y se alejó junto a sus compañeros. A todos les deseé suerte como los demás que estaban presente hicieron, en una, giré mi cabeza hacia donde había visto a Jimin, pero ya no estaba. No le presté mucha atención a eso y continué con mi trabajo.